lunes, 18 de diciembre de 2017

Madres y putas

Domingo 17 de diciembre. En el programa Chester, Risto Mejide entrevista a Samanta Villar y como la alternativa es ver el debate de la Sexta de las elecciones catalanas, no dudo ni un segundo: Chester.

Bendita decisión. El debate no puede ser sino más de lo mismo del eterno bucle sin fin catalán, que ya de puro cansino aburre hasta a las cabras. .En cambio la entrevista de Risto a Samanta es una verdadera joya del librepensamiento. Y eso que ninguno de los dos me cae nada bien, son egocéntricos hasta la náusea y tienen más cuento que Calleja, pero lo fascinante es que de dos personas así salga algo tan bueno. Realmente bueno.

El programa de hoy se llama Freedom y como su propio nombre indica va sobre la libertad. La libertad de hablar y de pensar pero también de ser y de estar de una determinada manera en el mundo. Y ahí es fácil encontrarme.

Samanta habla de la maternidad y de los problemas que le ha ocasionado hablar libremente de su experiencia como madre. En su día hizo varios programas tipo reality o docudrama en los que grababa su día a día como madre cuarentona primeriza de mellizos. Previamente se había sometido a un tratamiento de fertilidad para ser madre añosa, y por supuesto, también lo había convertido en espectáculo. Samanta es así, su vida es su espectáculo favorito, pero yo por ejemplo también soy un poco como ella porque este blog no deja de ser un reality sobre la mía. Por eso no me cuesta entender cómo ella misma se ofrece como testimonio. Para qué buscar en otra parte  aquello que tú misma has experimentado en tus carnes.

A Samanta la maternidad no le ha gustado como experiencia, y lo dice sin ambages. Ella quiere a sus hijos como cualquier madre a los suyos pero eso no quita para que reconozca que ha sido traumático para ella, y que si hubiera sabido la clase de sacrificio que suponía tal vez no lo habría hecho. Creo que hay miles de mujeres que podrían decir lo mismo pero la mayoría ni se atreven. En un mundo en el que la maternidad es casi un lujo y está sacralizada hasta límites caricaturescos hablar en negativo de esa vivencia es casi pecado mortal. A Samanta se le echaron las tías encima a saco en las redes sociales. De puta parriba, que si le deberían de quitar a los mellizos, que ojalá mujeres como ella nunca pudieran ser madres, que si zorra, que si guarra, que si cerda... Presiento que detrás de muchos de esos comentarios se esconden bastantes madres frustradas de ésas que tratamiento tras tratamiento no consiguen el ansiado embarazo.  Y muchísimas supermadres de ésas que sienten que la maternidad es lo más de lo más, lo único que da sentido a sus vidas y que no conciben que nadie pueda vivirlo de otra manera.

Yo en su día tuve sensaciones muy parecidas a las de Samanta y por eso puedo entender perfectamente de lo que habla. Y me congratulo de que por fin alguien  diga lo que nos ha pasado a muchísimas mujeres. Yo también  cuando tuve a mi primera hija me tiré meses sin dormir. Lo he contado varias veces pero no me importa volverlo a repetir. Yo había buscado y querido a esa hija con verdadero ahínco, no fue un accidente ni mucho menos, pero de repente la vida se convirtió en un infierno. No dormir te destroza, te vuelve loca, te hace sacar lo peor que hay en ti. Yo he querido morirme, tirarme por una ventana, tirar a la niña o tirarnos las dos. Los vecinos gritaban para que calláramos a la niña, en pleno mes de agosto, todas las ventanas abiertas, medio edificio sin poder pegar ni ojo, mis oídos a punto de reventar, mi resistencia al borde del colapso, mi mente enloquecida. No era persona ni mujer ni ser pensante; era una piltrafa humana que solo quería una cosa en el mundo: dormir. Cómo no voy a entender a Samanta?

Quiero yo a mis hijos? Más que a nada en el mundo. Y que haya tías talibanas que puedan cuestionar mi amor a mis hijos o mi derecho a tenerlos me parece más que preocupante, sólo por reconocer que lo pasé francamente mal y que la maternidad tiene muy poco que ver con esa visión idílica que mucha gente te cuenta y que te hace sentir superculpable cuando tú no consigues verla como tal.

En el programa una Madre Coraje, una supermadre de éstas que se sienten orgullosísimas de su condición, sale a defender su postura y de paso a atacar a Samanta, su negatividad, su egoísmo y su falta de madurez a la hora de afrontar la maternidad. Vamos, para juzgarla como indigna de ser madre. Y naturalmente Samanta se cabrea y reivindica sobre todo su derecho a vivir las cosas como le sale del coño y no como oficialmente se supone que las debe de vivir y de sentir. Ole tu coño, Samanta.

En la segunda parte de la entrevista Villar habla de putas. Ha escrito un libro sobre ellas después de haber convivido durante un tiempo y además reivindica el término: putas. Dice que le gusta y que lo suyo sería despojarlo de connotaciones negativas. Puta como profesión honorable y digna.

Sin haber escuchado aún sus argumentos ni su experiencia con las putas me pongo a su favor. De forma intutitiva siempre he pensado lo mismo, a pesar de los múltiples mensajes oficialistas y bienpensantes en contra de esta visión. Yo siempre he pensado y defendido que si una tía quiere usar su cuerpo para vivir de él que lo haga. Es una posibilidad y existe una amplia demanda dispuesta a pagar lo que sea por una serie de servicios que las tías llevamos dando toda la vida a menudo con malditas la ganas. Siempre que haya quien esté dispuesto a  pagar por follar, me parece de puta madre que haya quien ofrezca ese servicio. Y en hombres lo mismo. De hecho cada vez hay más putos, eso sí, con clientela básicamente masculina (los tíos son fundamentalmente los que buscan sexo de alquiler y los que están dispuestos a pagar por él,  sea con hombres o con mujeres).

Naturalmente la polémica está servida. No podía faltar en el programa la presencia de una política indignadísima (anda que no) defendiendo la postura contraria, la "buena", la de las personas decentes y comprometidas con la sociedad: la prostitución es indigna y por tanto hay que perseguirla. Samanta contrapone a esto la opinión de sus amigas putas,  que han tomado la decisión libre de vivir del sexo porque lo prefieren a vivir de cualquier otra cosa. Puede haber mujeres (y hombres) que prefieran aguantar que les penetre un desconocido a limpiar mierdas en servicios públicos 8 horas al día por 800 euros al mes. Y quién eres tú para decirles lo que es digno y lo que no, o lo que es mejor o peor para ellos?

Mucha hipocresía es lo que hay en torno a este asunto. Hay miles de mujeres que se casan con un tío con pasta simplemente porque viven muy bien de ese tío. Es eso más digno? Éticamente menos reprobable? Pues es una cuestión de cada cual, uno decide cómo vivir su vida y el sexo no es tampoco la cosa más asquerosa de la que se puede vivir. A mí, por ejemplo, me parece menos repugnante que limpiar culos de viejos con los que no tienes ningún lazo afectivo.

En fin, que perseguir el proxenetismo, el tráfico de mujeres  y la explotación sí; perseguir la prostitución no. Y la mejor manera de controlar la explotación es precisamente legalizarla y dejar de estigmatizar la profesión porque serán ellas mismas las que denunciarán las irregularidades que se produzcan en su gremio. Cuando estén organizadas y luchen por sus derechos ya se encargarán ellas de denunciar a proxenetas y mafiosos por la cuenta que les trae. Desde luego en la clandestinidad y la ilegalidad eso es imposible.

Bueno, pues eso, que chapó por Samanta, por plantear las cosas desde otros puntos de vista y decir públicamente lo que muchos pensamos. Por salirse del pensamiento único y contar otras verdades tan válidas o más que las oficiales, y por poner voz a mucha gente, a una minoría silenciosa que casi nunca es escuchada pero que, para bien o para mal, está ahí. GRACIAS SAMANTA.

miércoles, 13 de diciembre de 2017

Samanta y otra tanda de chiflados

Sabéis lo que son los "looners"? Yo hasta ayer tampoco, pero gracias a Samanta Villar y sus pirados ya lo sé.

Los looners son fetichistas de los globos. Sí, amigos, como lo leéis. Si el otro día abrí un post sobre los fetichistas de la comida compulsiva y de la obesidad mórbida, hoy le toca el turno a los globitos.

Que no os podíais imaginar que pueda haber gente que se excite sexualmente inflando globos y haciéndolos explotar? Pues podéis ver el programa "Samanta y el miedo" y os quedaréis tan ojipláticos y pelipúnticos como me quedé yo misma. Lo creáis o no, hay gente que se pone burra explotando globos. Incluso sólo esperando a que exploten. Estos en un cumpleaños infantil se lo tienen que pasar bomba. Uyyyyyys qué gustirrinín!

Definitivamente ésta es una especie destinada a extinguirse más pronto que tarde. No puede sobrevivir una especie que se excita explotando globos o engordando como cerdos. O al menos, no debería sobrevivir. Fijo que hay cienes de seres vivos mucho más dignos de preservarse. Las leyes naturales de la evolución tienen que actuar aquí tarde o temprano. 

El punto final de la noche lo dio mi hijo, que estaba en la cocina y cuando vino al salón nos pilló a mi hija y a mí con la boca abierta mirando a los looners retozando con sus globos.

- Pero qué mierda estáis viendo ahora??????? Madre mía, qué vejez me vais a dar!

sábado, 2 de diciembre de 2017

Mi paga extra

Como algunos de mis fieles lectores sabéis, llevo algunos días de alegre y dicharachera batalla verbal con uno de mis visitantes, que, por decirlo de una manera fina y elegante, tiende bastante a la turboverborrea o diarrea verbal. El tío me larga unos tochos que pa qué, mucho más largos que los míos; además de dos en dos, y como le cuesta ir al grano se extiende en divagaciones de todo tipo que distraen un montón mi atención.

En fin, la cuestión es que al principio no le eché muchas cuentas, pero luego, como el tío es tan plasta y tan porfión, a fuerza de repetirse hasta la saciedad, me percaté de que hacía constantemente alusión a nosequé mosqueo que yo me pillé una vez cuando me quitaron mi paga extra. Y claro, ahí me dije: un momento, paren máquinas!! Qué es esto?? De qué coño me está hablando este tío??

Porque es verdad que yo tengo una memoria de mosquito y que es bastante probable que alguna vez haya escrito algún post sobre algo de lo que luego no me acuerde. No voy a negar que esa posibilidad existe, así que puede ser que en su día, de esto hace ya unos cuantos años, me pillara algún berrinche y me liara a despotricar.

Lo que pasa es que me extraña un montón que me haya pasado con ese tema en particular porque cuando nos quitaron la paga yo recuerdo que la crisis estaba en su máximo apogeo y que mi miedo, más que a perder una paga, era a que terminaran cerrando las Universidades y toda la cosa pública y quedarme en la puta calle. Estaba acojoná perdía. No es coña, una prima mía que es funcionaria en un ayuntamiento no es que se quedara sin extra, es que se quedó cuatro meses sin cobrar absolutamente nada. Gracias a que tenía algunos ahorros pudo sobrevivir, y yo tenía pesadillas por que pudiera pasarme algo así a mí, que ni tenía ahorros ni nada.

Recuerdo que en aquellos tiempos mucha gente protestaba en la Universidad por lo de la paga pero precisamente no era yo una de ellos. Cuando a mi alrededor cientos de empresas iban a la ruina, cerraban y los empleados se iban al paro; cuando un montón de amigos míos no podían pegar ojo pensando en cómo dar de comer a sus hijos o pagar sus hipotecas si se quedaban sin trabajo; cuando yo misma tenía pesadillas con eso... a mí lo de la paga extra me parecía pecata minuta total.  Es más, en algunas ocasiones llegué a discutir con compañeros por decir que lo menos malo que nos podía pasar era que nos quitaran una puta paga, teniendo en cuenta lo que teníamos encima. Y que si con eso se contribuía a salir de la situación, pues que nos quitaran no una, sino 20. Y que si había que bajar los sueldos, que se bajaran; cualquier cosa con tal de mantener los empleos de todo el mundo.

Por todo ello, porque sé cuál era mi postura sobre este asunto y porque discutí con mucha gente que me tachaba de mema y conformista por defenderla es por lo que ahora me extraña tanto lo que dice el tipo este de mi berrinche por la paga extra. Pero por otro lado como mi memoria es tan chunga vete tú a saber. O no sé, igual este capullo tiene tan mala memoria como la mía y creyó haber leído que yo despotricaba por perder la paga; o lo soñó; o lo mismo lo leyó en el blog de otra persona y me lo ha encasquetado a mí por to el morro. Así que me he puesto a buscar en mis posts desde el principio de los tiempos, y oye, es que no he encontrado absolutamente nada de eso.

La única solución que me queda es que alguien que tenga las neuronas un poco menos quemás lo recuerde y me remita al enlace en el que yo decía las cosas que este señor dice que yo decía. Más que na porque, de verdad, me preocupa un montón haber escrito algo que encima va totalmente en contra de lo que realmente pensaba.

Así que si alguien lo recuerda, por favor, me lo podría pasaaaaaar? O me voy directamente al neurólogo a que me formatee la cabeza?

viernes, 1 de diciembre de 2017

El semisueño de una larga noche de insomnio

Esta noche he tenido un sueño que más que sueño podría llamarse semisueño o nanosueño, incluso ensueño. Por razones que no vienen al caso he dormido más bien poco o nada, pero a pequeños ratos me he quedado un poco traspuesta y en uno de esos momentos de duermevela he tenido la siguiente visión:

Ada Colau me hacía entrega de un certificado de "Aprobada en Feminismo en segunda convocatoria". Palabrita.

Al parecer algo que yo había escrito  me había hecho pasar a la condición de "sospechosa" de antifeminista, vamos, de machista, pero con su magnanimidad habitual la alcaldesa había decidido concederme una segunda oportunidad para volver a la senda del bien, y como escribí otro artículo en el que ridiculizaba con gracia y desparpajo algunas actitudes masculinas con respecto a las mujeres, éste me había redimido del anterior y por fin me era concedido el aprobado.

Me he alegrado mucho de que en mi sueño se me haya concedido el certificado de feminista porque en el mundo real hace ya mucho tiempo que me fue retirado por las especialistas en la materia. Sin embargo yo nunca me he rendido y sigo considerándome feminista a muerte. Feminista en el sentido de la lucha por los mismos derechos, las mismas condiciones laborales y sociales, y la misma valoración de los actos cuando los cometen hombres y mujeres. Vamos, por que dejen de llamar putas a las tías cuando son campeonas folladoras y machotes a los tíos por hacer exactamente lo mismo. En fin, me considero feminista por todas esas cosas.

Sin embargo ya digo que hace mucho tiempo que las expertas en la materia me retiraron el carnet. Me pasa lo mismo que los puristas ideológicos que también me han quitado el carnet de izquierdas, qué se le va a hacer. Cualquier día de éstos igual sueño con Pablo Iglesias concediéndome el certificado de Izquierdas en 18ª convocatoria.

Bueno, volviendo a lo del feminismo... que sí, que me considero feminista 100%.  Lo que pasa es que también en este tema el purismo ha hecho mucho daño. Y resulta que hoy por hoy para ser considerada feminista tienes que ver machismo, violencia machista y dictadura del heteropatriarcado hasta en la sopa. Que un tío le dice tonta a una tía tonta? Pos ahí tienes que ver sí o sí machismo, y no un momento de lucidez.  Y así todo. Además tienes que ser partidaria de la "Sororidad", que es el concepto por el cual las mujeres siempre tenemos que dar la razón a las otras mujeres en sus contenciosos con hombres, tanto si la llevan como si no, por una especie de hermandad universal dada por compartir un género común.

Para colmo tienes que hablar duplicando los géneros y aplaudir cuando los políticos lo hacen. Decir todo el tiempo nosotras y nosotros,  andaluzas y andaluces,  ciudadanas y  ciudadanos,  niñas y niños...  a ser posible el femenino siempre por delante. Ya sabéis, las mujeres primero, una máxima  igualitaria de toda la vida, válida tanto para salvarse de un naufragio como para escapar de un incendio, aunque no para ir a la guerra.

Y claro, lo reconozco, ofrezco cierta resistencia a estas exigencias del feminismo actual, y por eso hace años que mi carnet se fue a tomar por culo, con todo el dolor de mi corazón. Por eso me ha hecho tanta ilusión que en este semisueño de una noche de insomnio la mismísima Colau, nada sospechosa de sentir simpatías personales hacia votantes de Ciudadanos, por fin haya hecho justicia y me haya devuelto mi verdadera condición.

No hay nada como que los sueños vengan a poner un poquito de sentido común en un mundo que se ha vuelto loco loco loco loco. Gracias Ada, que tus votantes te lo paguen.

jueves, 30 de noviembre de 2017

Samanta y sus chiflados

Me pongo a ver un programa de Samanta Villar sobre la belleza. Bueno, ése es el título que lleva el capítulo pero además de alguna que otra reflexión sobre la cirugía estética y los cánones de belleza y cosas así, la tía saca a una cantidad impresionante de pirados que ponen los pelos como escarpias.

Hay una tía que lleva tatuado el 90% de su cuerpo porque quiere figurar en el libro Guinness como la persona más tatuada del mundo. Lleva tatuados hasta los globos oculares. Sí, de rosita. En el programa sale la loca esta tatuándose la vagina, que es de las pocas zonas del cuerpo que no se había tocado. Para más inri la tía, al mismo tiempo que se va haciendo nuevos tatus, se está borrando los de la cara porque dice que está aburrida de ellos y tiene ganas de verse el rostro al natural, como era antes de empezar a masacrárselo.

Pero con todo lo rara y repugnante que resulta la tía esta, no es ni mucho menos lo peor. Bastante más espeluznante es una pareja que despierta repulsión y fascinación a partes iguales. Resulta que al tío le pone inflarla a a ella comer y ponerla cada vez más gorda. No un poco gordita y curvilínea, no; obesa de obesidad mórbida. La tía pesa 140  kilos pero cree que aún le faltan unos cuantos más para estar a su gusto, no se sabe si el de ella o el de él.

Por lo visto (yo de esto no tenía ni idea) hay tías que se graban en youtube comiendo como cerdas todo el día para que la gente vea cómo engordan. Comen en pelotas para que su público vea las lorzas bien, las carnes desparramándose, capas de carne fofa superponiéndose unas a otras. Algunas tienen bastantes seguidores. Sin comentarios.

La pareja esta muestra a las cámaras una sesión supuestamente erótica de lo que es su relación. Primero van al supermercado y compran juntos, como un ritual, alimentos hipercalóricos de todo tipo: carnes rojas, hidratos, dulces, batidos... La gracia consiste en meterle a ella del tirón en el cuerpo unas 6.000 calorías, una bomba que podría matar a una vaca. Primero la muchacha come "normal", en la cama, él metiéndole con una mano bocados de todas las cosas que han comprado y con la otra mano tocándole la barriga para comprobar cómo se va hinchando poco a poco, porque por lo visto esto le excita y le pone como una moto. Luego él coge una especie de sonda y se la mete por la boca y la sigue cebando a base de batidos hipercalóricos. Y ella se los traga obedientemente. Juro que no me estoy inventando nada.

El espectáculo, como dije, es al mismo tiempo repulsivo e hipnótico. Mi hija se tapaba los ojos con asco pero de vez en cuando abría un par de dedos para mirar porque realmente resultaba difícil tanto verlo como dejar de verlo. Yo no podía apartar la vista a pesar de sentir una repugnancia absoluta. Cuando habían terminado con lo que ellos llamaban "la sesión" se tumbaban muy juntitos y él le tocaba compulsivamente la barriga inflada. Es de suponer que eso es lo que ellos entienden por tener sexo porque esa muchacha no estaba para que le metieran en el cuerpo más nada.

Digo que el espectáculo resultaba a la vez asqueroso y fascinante porque la autodestrucción siempre lo es. Esa chica sabía que lo que estaba haciendo la podía matar, bien a largo plazo, bien de un infarto súbito. Por no hablar de la cantidad de enfermedades crónicas que puede padecer. Pero le daba exactamente iguaaaaaaal! No me quedó muy claro si todo eso lo hacía por ella misma o por satisfacerlo a él. En cualquier caso hay que estar muy mal de la cabeza.

En cuanto al tipo si ella explotara en alguna sesión de éstas no creo que la llorara más de dos días, hasta que encontrara a otra subnormal dispuesta a ponerse como una vacaburra para gustarle. Ni siquiera haría falta que explotase. Si algún día ella decidiera parar de hacer esto no me cabe la menor duda de que dejaría de sentir el menor interés por ella y se buscaría ipso facto una sustituta. Es difícil valorar quién está peor, si ella o él. Aunque la principal perjudicada sí está mucho más claro.

En fin, viendo todo esto, una no puede sino llegar a la conclusión de que esta sociedad ya ha llegado al límite de lo decadente. La gente necesita cada vez experiencias más bestias porque las normales aburren.

Como ya he dicho en mi post anterior creo que la única salida a todo esto es la autodestrucción de la especie, la extinción por propia imbecilidad. Esa muchacha puede morir de una explosión calórica pero lo cierto es que todos los demás podemos morir igualmente en un mundo en el que la gente vota masivamente a locos con un poder infinito, que pueden destruirlo todo de un plumazo con solo apretar un botón.

Quizás fuera lo mejor. Al menos no nos iríamos suicidando lenta y dolorosamente. Un solo click y... a tomar por culo. Todos flotando en el espacio junto con los cachitos de butifarra, hamburguesas y pasteles que duermen en el estómago hinchado de esa pobre imbécil a la que su novio ceba para que se le levante la polla.

Así está el mundo. Es la crónica de una muerte anunciada.

miércoles, 29 de noviembre de 2017

Tengo un "hater"!

Pues sí, me ha salido un auténtico hater en el blog, y quiero gritarlo al mundo.

Estaba francamente deprimida porque en cuatro años que llevo por aquí no me ha salido ni una sola vez un hater.

Ha habido algún que otro amago, alguno que lo ha intentado, que mostraba cierta vocación... pero nada que cuajara.

He tenido que escribir un post en el que insinuaba levemente la posibilidad de un futuro voto por Ciudadanos para que haya aparecido por fin ese ansiado hater.

Como ya le he contestado a él creo que un blog en el que nunca entra nadie deseando cánceres, leucemias, accidentes cerebrovasculares, alopecias, halitosis y desgracias por el estilo es un blog sin nivel ni altura intelectual. Era mi asignatura pendiente, pero por fin lo he conseguido. Está visto que cuando una se propone algo de verdad y pone todo su empeño y su ilusión, el éxito está asegurado.

Mi hater opina que Rivera es un tío muy de derechas muy de derechas y que por eso si se muere entre "extertores" (sic.), mejor que mejor, que le den por culo y por la boca mierda. No me negaréis que el nivel es altísimo y su pureza ideológica impecable. Vale que no es como otros que te encuentras en el twitter deseando además violaciones grupales y cosas así, pero se le acerca mucho. Os copio el fragmento:

Del mierda de rivera ya ni te voy a decir nada, que empiezo con mucha fuerza pero acabo agotado de explicarte evidencias, así que por mi parte, si mañana muere entre extertores, mejor que mejor, que le den por el culo y por la boca mierda. creo que es un hijoputa, mentiroso y miserable hasta el dolor y que es la marca blanca de la derecha, su delfin guapete, con clon incluido por si muriese :).


No os parece encantador? Ni en mis mejores sueños lo podría haber pedido más entregado a su tarea de odiador.

Pero es que además de mi alegría por tener mi propio hater, el tío ha contribuido un montón a aclararme las ideas. Porque la verdad es que yo estaba dudando muchísimo en lo de votar a Rivera, estaba entre Ciudadanos y voto en blanco, pero cuando lo he leído lo he visto claro: tengo que votarlo sí o sí.

Entre el argumentario sociata y podemita que se repite por doquier como un mantra: Rivera es la derecha de la derecha, la derecha del PP, la derecha de Franco, la derecha de Lepen, la derecha de Fuerza Nueva; es franquista, falangista, superfascista y blaspiñarista. Rivera es lo peor de lo peor, lo más facha que ha parío madre desde tiempos inmemoriales. Yo, sinceramente, con esta carta de presentación no tengo más remedio que votarlo. La tentación vive arriba.

Y luego gente superinteligente, impecable argumentalmente y bien formada e informada deseando por ahí violaciones grupales a Arrimadas y muertes "extentóreas" al facha Rivera... a ver quién se resiste a eso.   Es que coño..... me lo están poniendo a huevo!

Recuerdo cuando voté a Iglesias porque estaban todo el día dando la matraca tanto el PP como el PSOE y sus medios afines con Venezuela, con el populismo malo malísimo, con que iban a nacionalizar hasta Inditex.... Uffffff, es que me vi impelida! No puedo negar que prácticamente fui a votarlos a punta de pistola.

Ahora Iglesias es un pobre diablo que ya no da miedo a nadie porque en todas las encuestas va cuesta abajo y sin frenos, con toda la razón, por cierto. El nuevo enemigo número uno es Ciudadanos con Rivera a la cabeza. Le dan todos, por la derecha, por la izquierda, por arriba y por abajo. Y ya la guinda del pastel me la ha puesto el amigo Vencejo, mi flamante hater, al desearle los susodichos "extertores".

Pues nada, ya está mi voto en la urna prácticamente. Mucho tienen que cambiar las tornas para que cambie de opinión.

Lo más conmovedor de mi hater es que le desea todo lo malo a Rivera por ser tan fascista, pero siendo yo casi igual de facha el tío me tiene cariñito y me desea toda la felicidad del mundo:

En cualquier caso, vaya un abrazo para ti, inma, que se pase pronto la gilipollez que te tiene atrapada y que la vida te vaya mu bien ;)

Oleeeeeeee! No me digáis que no es un verdadero encanto. Ni me ha deseado un horrible cáncer de huesos ni una metástasis en el hígado ni siquiera que me salga una espinilla en la punta de la nariz. No me ha deseado nadaaaaaaaa! Sólo que sea muy feliz y que se me pase la gilipollez pronto. No es para comérselo?

Aunque tengo que confesar que yo ya me había hecho la pirámide. Por si acaso.

martes, 28 de noviembre de 2017

Hablar por hablar

Yo hablo muy poco. Puedo pasarme horas y horas sin hablar y hasta días y días. De todas las minusvalías que se pueden tener en este mundo la que sin duda mejor llevaría sería la mudez, no me costaría ningún trabajo. Secretamente siempre le pido al destino que si me tiene que pasar algo malo, que sea eso.

Precisamente por ello no me explico de qué coño habla tanto la gente. A mi alrededor la gente habla constantemente, sin parar. Algunos parecen hasta estar angustiados si no encuentran a alguien con quien hablar. En el tren, mientras algunos buscamos afanosamente el silencio, hay otros que no descansan hasta que no encuentran a algún conocido en un vagón para pegar la hebra. Hossstia, se recorren todo el tren buscando a gente!!!!!!! En alguna otra ocasión ya he comentado el profundo estupor que me causa esto.

Aparte de que no me explico de qué hablan, es que creo que tienen que tener agotadas todas las conversaciones. Si tú te ves todos los días con la misma gente durante años y años... de qué coño puedes hablar? Y luego la otra gran pregunta: para qué? O sea, para qué tienen que hablar tanto? Qué satisfacción obtienen?

En fin, es algo que escapa por completo a mi entendimiento.

Mi compañera de trabajo, la que está en mi mismo Servicio, es todo lo contrario a mí, mi antítesis exacta. A ella le encanta hablar, es dicharachera a más no poder. Como también le gustan mucho los libros yo siempre he pensado que en lugar de currar en una biblioteca, donde el silencio es prácticamente de obligado cumplimiento, debería haber trabajado en una librería, donde habría podido comentar con los clientes todo el rato las últimas novedades, críticas literarias, etc. Pero en fin, los designios del señor son inescrutables y la vida no la ha llevado por ahí.

La pobre conmigo tiene poco entretenimiento. Probablemente le habría gustado tener una compañera algo menos silenciosa que yo, por no decir directamente menos rancia. Pero bueno, tampoco puede quejarse del todo porque tiene otras compensaciones. Al ser ella propensa al parloteo nuestra biblioteca es lugar frecuente de visitas de otras compañeras también aficionadas como ella al intercambio de impresiones.

A mí personalmente me da igual porque así ella se desahoga de tanto silencio y a mí, mientras no me intenten meter en la conversación, no me molesta. Incluso algunas veces he llegado a intervenir si la charla versa sobre algún asunto de mi interés, pero vamos, generalmente no tengo ninguna curiosidad, la verdad. Yo sigo a lo mío y ellas a lo suyo. Como además estoy un poco teniente (un poco bastante, vamos) no tengo que esforzarme nada para no escuchar ni palabra.

Pero una cosa que sí que me pone de los nervios es el susurreo. No es el caso de mi compi porque ella habla en un tono más o menos normal, bajito porque está en la biblio, pero normal. Sin embargo algunas de sus visitantes hablan en murmullos como viejas de confesonario; no es ya que no se las oiga, porque ya digo que a mí no me interesa nada de su conversación; es que bisbisean todo el tiempo. Ya sabéis, ese horripilante sonido de Beatas Reunidas Geyper: bsbsbsbsbsbsbsbsbsbs...

Cielossssss!  Algunas de ellas prácticamente sólo mueven los labios sin emitir casi sonido alguno, sólo ese murmullo incomprensible, lo cual tiene un efecto hipnótico en mí. Las veo articular los labios muy rápido y me quedo embobada, con la mandíbula colgante, mirándolas. Y pienso que mi compañera tiene dotes auditivas de murciélago porque no entiendo cómo se puede enterar de nada. Vale que yo estoy pelín sorda pero coññño, es que es imposible!

Ayer vino una que estuvo más de media hora así: bsbsbsbsbsbsbsbsbsbsbsbs. Hosssstia! Me tenía fascinada, perpleja total. Y mi compi daba muestras de estar oyéndola perfectamente, incluso le contestaba de vez en cuando. Y la otra dale que te pego en el mismo tono susurrante. Media horaaaaaaaa!! Cuando por fin se fue era como cuando se va una mosca, igual.

En fin, es esa clase de cosas que me intrigan muchísimo de la gente.

Habrá quien diga: claro, tú para qué vas a hablar si ya bastante hablas aquí en tu blog. Y lleva razón. Lo que pasa es que hablar sin hacer ruído ninguno es como no hablar, es más como pensar. En realidad yo estoy todo el tiempo hablando, pero conmigo misma, porque antes de escribir estas cosas me las he dicho a mí miles de veces en forma de pensamientos. Yo le doy vueltas a estos fenómenos en mi cabeza y luego llega un momento en el que siento la necesidad de comunicarlos pero en lugar de hacerlo hablando, como soy básicamente silenciosa, pues los escribo. Y así creo que soy una persona mucho menos molesta porque si escribo la gente no tiene por qué leerme si no quiere pero si te están hablando no tienes más remedio que escuchar, a no ser que estés como una tapia, como yo más o menos, o bien que hagas como los nenes chicos y te tapes los oídos y digas: cartucho que no te escucho.

Por eso yo, si puede ser, prefiero seguir escribiendo, y quien quiera que me lea y quien no que no me lea. Y además si alguien quiere contestarme que lo haga pero si no tiene nada que decir pues puede callar tranquilamente. No como cuando la gente habla que casi siempre espera que le respondan y si no lo haces y pasas te tachan en seguida de maleducada o de autista o de algo así.

En fin, que no sé qué chiste le ve la gente a eso de hablar, de verdad. No os parece un verdadero coñazo?

lunes, 27 de noviembre de 2017

El sueño de una noche de otoño

Esta noche me la he pasado entera catalogando tesis doctorales. Como churros. Una, otra, otra, otra... y así hasta 20 o por ahí.

Tooooooooda la noche. Os lo podéis creer? Bueno, pues ésta es mi interesantísima y apasionante vida onírica. No tengo bastante con el cerro de tesis que tengo en mi mesa de trabajo que por las noches me dedico a seguir catalogando.

En un momento dado me he despertado sobresaltada porque he caído en la cuenta de que había un dato que me había saltado en todas las tesis, lo que significaba que tenía que volver al principio e ir una por una añadiendo el dato olvidado. Esto en términos laborales bibliotecarios es sinónimo de tremenda putada y en términos oníricos de pesadilla.

Era tal mi desazón que luego ya no sabía qué hacer. Me levanté a mear y al volver a acostarme apareció la gran duda. Volverme a dormir rápido normalmente es sencillo si retomo el sueño donde lo dejé. Es lo que suelo hacer cuando me despierto para ir al baño, siempre y cuando el sueño no sea especialmente desagradable. Pero claro, en este caso os podéis imaginar el dilema. Volver a empezar  tesis por tesis para incorporar el dichoso dato de los cojones? Seguir catalogando en sueños para levantarme al cabo de dos horas y seguir catalogando tesis en el curro? Dónde está ese maravilloso sueño reparador del que habla todo el mundo?

Tooooootaaaaaá! Que al final decidí que no, ni pensarlo, prefería quedarme despierta ya toda la noche a seguir catalogando tesis tontamente porque me estaba pegando un gran curro que luego no iba a repercutirme en nada positivo.

Para pasar el rato, ya asumido que iba a ser imposible recuperar el sueño, me dediqué a despotricar y a escribir mentalmente este post. Pero... Ooooooh milagrooooo!!!! Cuando iba por el segundo párrafo más o menos me he quedado frita otra vez. Y esta vez sé que he soñado un sueño normal. No me acuerdo de qué iba pero éste sí ha sido profundo y reparador. De hecho me ha despertado la alarma del móvil y estaba yo tan agustísimo, donde quiera que estuviese, con maldita la gana de levantarme.

Y nada, aquí estoy contando mis entretenidas noches. Ya que ni voy a cobrar más ni nadie me va a agradecer mi ingente productividad laboral, por lo menos que la gente se entere. El colmo de catalogar tesis en sueños es que nadie en el mundo sepa que lo has estado haciendo. Porque cansar, cansa igual que si las hubiera catalogado en el mundo real. Y el disgusto cuando tienes que volver atrás porque has olvidado alguna etiqueta es el mismo. Y no estoy dispuesta a pasar este trance sola.

Así que ya lo sabéis, que no sólo me hincho de currar por el día sino que luego sigo por la noche. Probablemente soy la persona más trabajadora de toda España, sin lugar a dudas merezco más que nadie la Medalla al Mérito en el Trabajo.

Lo dejo caer por si esto lo lee alguna vez alguien que tenga algún tipo de influencia. Y si no, pues por lo menos me he desahogado. Hala!

viernes, 24 de noviembre de 2017

El cupo de los cojones

Esto del cupo vasco me tiene completamente atónita. Al amparo de una supuesta deuda histórica, la Constitución recogió en su día este particular privilegio impositivo de vascos y navarros que hasta el día de hoy no sólo nadie ha osado poner en tela de juicio sino que descaradamente ha aumentado desproporcionadamente  a lo largo de los años en función de intereses políticos de unos y de otros.

Ahora le toca al PP necesitar el apoyo nacionalista vasco para aprobar los presupuestos del 2018 y nada, ellos ponen la mano y nosotros la pasta. Corramos un tupido velo sobre el hecho indiscutible de que si unos ponen menos al arca común a otros por cojones les va a tocar poner más. A quiénes? Pues a todos los demás. A ti y a mí, en resumidas cuentas, que como todo el mundo sabe, somos ricos.

En realidad lo del cupo de los cojones no deja de ser la madre del cordero, aunque nadie se atreva a decirlo y mucho menos a discutirlo. Todo el rollo catalán viene justamente de ahí, de que ellos pedían otro cupo similar y les dijeron que nanay de la China, que vale que los vascos tengan semejante chollazo pero que si nos podemos a pedir lo mismo los demás esto se va al carajo.

Y así mientras nosotros nos tiramos los unos sobre los otros en esta merienda de negros que es la financiación autonómica, nuestros amigos norteños están tan ricamente disponiendo de sus recursos casi al completo y dando una pequeña limosnilla al Estado, en plan "Anda, toma y deja de pedir que eres mu pesao". Mola, eh?

Y cualquiera se pone a discutirlo porque encima lo que nos faltaba, otro procés pero a la vascongada. Mejor poner el culito y callar. Tanto los partidos de izquierdas como de derechas, todos callados como putas ante una desigualdad territorial flagrante que beneficia obviamente a unos en detrimento de todos los demás.

El único que se ha atrevido a decir que el emperador va en pelotas ha sido Ciudadanos.  Ahí, condos cojones! Probablemente porque no tienen ninguna representación política en Euskadi ni aspiran a tenerla. Obviamente si se discute un privilegio como éste no te va a votar ni un puto vasco jamás en la vida. Por eso hay que tener muchos huevos para renunciar a un determinado territorio por decir una verdad como un templo, y ahí me quito el sombrero ante ellos.

Menuda panda de hipócritas todos los demás! Había que escuchar a ese PP despotricando cuando era el gobierno socialista el que pagaba religiosamente a cambio del apoyo vasco. Los socialistas eran poco menos que etarras o amigos de los etarras. Y ahora ahí están los amigos peperos, cínicos como sólo ellos saben ser, aprobando un cupo para los próximos años que prácticamente es, como muy bien ha señalado el propio Rivera, un CUPONAZO como la copa un pino para vascos y navarros. Les ha tocado la lotería, y todo ello con la connivencia del Parlamento en pleno, que no sé cómo no se les cae la cara al suelo de vergüenza, sobre todo a los que se autocalifican de izquierdas. Una polla izquierdas!

Sí, hijos, sí, vosotros no dejéis de chuparles el culo a los vascos. El gobierno para que le ayude a aprobar los presupuestos, y todos los demás corifeos para que los agradecidos ciudadanos vascuences les sigan votando con entusiasmo y fidelidad perruna.

A que al final termino votando a Ciudadanos? A Dios pongo por testigo de que no coincido prácticamente en casi nada con ellos, pero son cosas como ésta, valientes y casi suicidas, las que hacen que muchas veces me lo plantee. Unos tíos a los que no se les caen los anillos por decir que acabarían de un soplo con las diputaciones, con el Senado y con el cupo vasco merecen todo mi respeto y mi admiración. Y ya puestos, hasta mi voto.

lunes, 20 de noviembre de 2017

Efectos ópticos

- Eso que llevas es una falda o una camiseta larga?

- Es una falda, obviamente.

- Qué pasa? Que no la había más corta? Poco más y se te ven los pensamientos.

- Lo dudo mucho. A ver, tú qué ves por debajo de la falda?

- Pues tus piernas.

- No, no ves mis piernas. Es imposible que las veas. Lo que ves son unas mallas térmicas tupidas que te impiden ver mis piernas.

- Pos es verdad, tú.

- Otra cosa es que te haga ilusión creer que ves mis piernas.

Vuelvo sobre el tema del post anterior.

Mi forma de vestir suele ser objeto habitual de controversias, comentarios, opiniones y análisis variados. En general la gente opina que voy algo fresca y descocada, tanto si voy de verdad como si no. Por eso con frecuencia mantengo diálogos como el que inicia este post.

La realidad es que yo soy la tía más tapada del mundo en invierno.  Cuando salgo por las mañanas de casa es completamente imposible ver un solo trozo de carne mío.  Lo más próximo a mi opacidad matinal es el burka. Sin embargo mucha gente piensa que voy medio en pelotas. Ocurre con frecuencia cuando me pongo falda encima de las mallas. Puro efecto óptico, el efecto falda.

Me pasa también cuando voy en la bici, ya lo he contado más veces. Si voy con mallas a pelo no pasa nada pero si me planto una falda encima de las mallas automáticamente los tíos que se cruzan conmigo agachan la cabeza, que cualquier día alguno se pega una hostia con el coche por mirar, encima para no ver ni un pijo. Una muerte muy tonta, ciertamente.

Cuando veo a alguno contorsionarse para mirar siempre pienso:

- Pero qué haces, desgraciao? Si no se ve naaaaaaaa!

Oye, que no voy a negar que tengo tendencia al descoque, eso es así. Es verdad que en verano llevo lo mínimo de ropa, que es lo que se debe de llevar cuando se vive en una ciudad en la que la tónica general estival son los 40 grados. No es culpa mía que la gente se tape tanto. Yo tengo calor y en consecuencia llevo poca tela. Pero cuando voy recatadamente vestida no me da la gana que me digan que voy medio en pelotas.

En cuanto empieza el frío esta que suscribe desaparece literalmente bajo la ropa. Bien es verdad que llevo varias capas, con objeto de irme quitando y poniendo en función de la temperatura exterior. Y así, si por ejemplo pasamos de 4 grados por la mañana a 24 por la tarde (como hoy, sin ir más lejos)  llevo suficiente ropa encima como para estar agustito en cada momento. Que voy  por la mañana en la bici con un frío que pela? Pos tapá como una mora de la morería. Que luego me tomo una cervecita a las 2 de la tarde al sol? Pos me quito de aquí y me quito de allá y ni paso frío ni paso calor.

Tal vez por eso mucha gente me dice:

- Tú no vas mu fresquita pa las fechas que son?

Pos mira, no. Porque aunque sea 20 de diciembre, estamos a las 2 de la tarde a 24 grados y yo voy perfecta para esa temperatura. Y si llevo manga corta es porque a 24 grados pega la manga corta. O si estoy en la biblio, con el suelo radiante a tope y todo el mundo pegando resoplidos de asfixia, pos yo me quedo con mi camiseta de tirantes y estoy ideal de la muerte. La que quizás vaya como el culo eres tú, con ese jersey de lana de cuello alto que vas a criar chinches. No es culpa mía que no sepas vestirte para vivir en un sitio en el que la temperatura puede oscilar entre el frío de un congelador y el calor de un horno.

Por eso desde aquí, mi lugar favorito de expansión pública, concluyo dejando bien claros varios puntos:

1. Efectivamente cuando hace calor me descoco. Y el que no quiera pasar calor debería hacer lo mismo.

2. No, no son mis piernas lo que ves bajo mis faldas en invierno. Lo que ves son mallas o leotardos tupidos tupidísimos. No te hagas ilusiones.

3. En verano, cuando sí que ves mis piernas, tampoco vas a ver mucho más porque siempre llevo un pantaloncito debajo de las faldas.

4. Cuando yo quiero enseñar, enseño sin tapujos ni disimulos. Y soy de la firme opinión de que lo que se hayan de comer los gusanos mejor que lo vean mis hermanos. Pero cuando no estoy enseñando nada no estoy enseñando nada. Aunque tú puedas pensar que me lo estás viendo todo. Igual el problema es tu mente calenturienta. A que no lo habías pensado?

viernes, 10 de noviembre de 2017

Opinar, ese peligroso deporte de riesgo

Estoy con mis amigas y una vez más sale a relucir el tema de mi blog y de los problemas que me ocasiona con alguna gente. Un tema recurrente que ya he tratado aquí unas cuantas veces pero sobre el que periódicamente tengo que volver sí o sí porque aún hay gente que se lo toma regulín.

Hace tiempo abrí un post sobre una novela, "El libro de la señorita Buncle", la historia de una dama, habitante de un pequeño pueblo, que escribía un libro en el que retrataba más o menos disimuladamente a sus vecinos y aunque lo hacía bajo pseudónimo y nadie sabía a ciencia cierta quién era la autora, se daba cuenta del lío que había organizado y de la animadversión que había generado a su alrededor. En su momento me sentí totalmente identificada con la señorita Buncle y ése era el "late motiv" de aquel post. Por si alguien no lo leyó y quiere hacerlo ahora paso el enlace:

http://arfondoalaizquierda.blogspot.com.es/2016/04/el-libro-de-la-senorita-buncle-by-d-e.html

Prácticamente todos los escritores, tanto los famosos como los amateurs, tienen ese tipo de problemas. Lo contaba perfectamente también Elvira Lindo en aquella carta abierta que dedicó en El País Semanal a una amiga que había dejado de hablarle después de verse claramente reflejada en un personaje de una de sus novelas. En fin, gajes del oficio.

En mi caso no escribo ficción, sólo artículos de opinión. Para más inri lo hago en mi propio blog, en el que diserto y despotrico de todo lo humano y divino: política, asuntos domésticos, cuestiones estéticas, morales, religiosas, etc. Está claro que entrar en él es totalmente voluntario y que nadie pone una pistola en el pecho a nadie.

Evidentemente yo hago esto porque siento esa necesidad de opinar sobre todo y de escribirlo. A ver, qué le vamos a hacer si tengo alma de tertuliana... aunque haya terminado siendo bibliotecaria. Algún desahogo tenía que tener, y este blog es ese desahogo. Incluso muchos de esos tertulianos que van de tele en tele y de radio en radio tienen aparte su propia página para seguir opinando cuando están tranquilamente en su casita, para que os déis cuenta de hasta qué punto engancha esto de opinar y disertar cuando se tiene tendencia al turboverborreo.

En fin, que es algo que no podemos evitar. Y está claro que no se puede contentar a todo el mundo. Estoy convencida de que hay mucha gente que lee este blog que se siente molesta o defraudada conmigo por mis opiniones políticas o literarias o de lo que sea pero es que esas opiniones son las que son, y de eso se trata, de contarlas, argumentarlas y defenderlas apasionadamente. Y si para alguien son insoportablemente molestas e incluso ofensivas la única solución es que no las lea.

Por otra parte, no dejan de ser opiniones personales, no sentencias, vamos que las opiniones son como el culo, que cada cual tiene el suyo, y tampoco hay que tomarse las mías como algo irrefutable o como palabra divina. Ya sé que si escribiera bajo pseudónimo como la señorita Buncle sería una muchacha bastante más popular entre mis conocidos pero es que en los tiempos que corren en los que mucha gente se esconde en el anonimato para soltar auténticas burradas por las redes, yo prefiero  escribir con mi nombre y apellidos, pase lo que pase y me exponga a lo que me exponga. Hoy en día opinar ha llegado a ser un peligrosísimo deporte de riesgo porque hay muchísima gente que incluso querría meter en la cárcel a quien piensa distinto a él. O verle muerto, que haberlos haylos, que hay mucho loco por ahí.

Aunque parezca una tontería, el tema estético es de los que más soliviantan al personal. Salió a relucir en esta reunión de amigas un reciente post mío sobre la poca propensión de mis compañeras de trabajo al maquillaje y por algunos de sus gustos en el vestir y en el peinado, un post que por lo visto fue bastante controvertido, y a mí eso precisamente es lo que me mola; crear polémica es el principal objetivo de este blog, y cuando lo consigo olé mi pipa. Hombre, lo suyo sería que la controversia ocurriera en el mismo blog pero ya he perdido la esperanza de que la gente se registre aquí y los debates le den vidilla a mis posts. Me conformo con saber que fuera de aquí la gente discute sobre lo que escribo. Menos es nada.

Hoy voy a dar la matraca precisamente con el tema de la indumentaria, y si levanto ampollas mejor que mejor. En este aspecto mis gustos son claros y ampliamente conocidos, y mis fobias también.

Ésta es una ciudad muy provinciana en la que la mayoría de la gente se viste de forma terriblemente aburrida, sin gracia, sin arriesgar nada. La inmensa mayoría preferiría morir antes de ponerse algo que llamara mínimamente la atención. La consigna generalizada es "discreción absoluta, que no me miren dos veces por nada del mundo". Penoso, de verdad. Te vas a una gran urbe, Madrid, Barcelona, Bruselas, Londres, cualquier capital europea, y ves a todo tipo de gente con los looks más variados, pero aquí cualquier cosa que te pongas que se salga de lo "normal" es objeto de pasmo o directamente de espanto. Por ejemplo, si te haces un pequeño tatu (yo me lo he hecho recientemente, hablo por tanto con conocimiento de causa) algunos te dicen que estás loca perdida, tal que si te hubieras tatuado el cuerpo entero, globos oculares incluídos. En esta ciudad a poco que te pongas algo diferente te conviertes en una excéntrica, una rarita, una friki o directamente un espantajo.

Vuelvo a repetir que para gustos colores, y que ésta es solo una opinión, la mía, pero tengo que decir que mi experiencia vital me confirma que las personas que se visten con absoluta discreción y que nunca se salen de lo estrictamente correcto son así en su vida: correctas, discretas, convencionales y en general... poco interesantes. Y a la viceversa, la gente que viste de forma original y divertida suele ser igualmente original y divertida y tener muy poco miedo a lo que piensen los demás, que a mi juicio es una de las cualidades más positivas que puede tener una persona. Me provoca también bastante aversión la gente que siempre está pendiente de lo que piensan los otros. No sé cómo se puede vivir así, la verdad. Yo creo que es por eso por lo que la gran mayoría nunca se pone nada que pueda destacar mínimamente. Ya sabéis, la consigna: NO LLAMAR LA ATENCIÓN.

Tengo que darle la razón a mi amiga la cordobifóbica en que ésta es una ciudad pacata y cateta a más no poder. La gente tiene pánico a señalarse. Se gasta un dineral en ropa absolutamente neutra, que no dice nada y sólo provoca indiferencia, ni fu ni fa ni chicha ni limoná. Cero glamour. Lo mismo daría si llevaran un saco patatas, haría el mismo efecto. Yo creo que a muchos incluso no les importaría llevar uniforme porque así no se complicarían la vida y además estarían perfectamente camuflados entre la muchedumbre. La verdad es que ya lo están, aunque no lo sepan. Y encima consideran una excentricidad cosas tan simples como comprar ropa de segunda mano, mucho más si te ha costado dos duros. Un uso, por cierto, muy común en las ciudades europeas más cosmopolitas, donde los mercadillos y tiendas de segunda mano son muy corrientes y están siempre llenos de gente, pero que en un sitio tan cutre como éste nunca triunfará.

En definitiva, en cuestión de moda una ciudad soporíferamente aburrida, gris, sosa, "esaboría", en la que cosas como llevar los calcetines o las uñas de distintos colores son sinónimo de extravagancia. No te digo ya si te pones el pelo morado o verde. Muérete de pena.

Yo tengo perfectamente asumida mi condición de rarita, incluso la llevo "con orgullo y satisfacción", y por eso precisamente, desde mi posición de friki confesa me puedo permitir criticar la pacatería generalizada. Y si alguien se siente aludido y/o molesto lo tiene fácil, siempre se puede pasar al lado oscuro. Si quiere hasta le puedo prestar alguna cosilla de ésas raritas de dos euros que me compro, que yo soy muy de compartir.

Y por supuesto... bienvenidos al club.

lunes, 30 de octubre de 2017

Mujeres, hombres y... 155

Que nooooo, tranquilos, no os acojonéis, que no os voy a dar la matraca otra vez con el Puigdramón. Lo que pasa es que me hacía ilusión meter el 155 en el título,  y así los graciosillos que lo lean podrán decir aquello de "por el culo te la hinco".

Hoy voy a disertar sobre otro asunto no menos apasionante. Estaréis al tanto del caso del productor de Hollywood acusado de acoso sexual y del movimiento que ha surgido en las redes sociales bajo la etiqueta "Me too". Miles de mujeres están adhiriéndose a este movimiento y contando sus propias experiencias de acoso. Parece claro que la que más y la que menos ha tenido alguna vez en su vida algún mal rollo de éstos. Quién no ha cruzado alguna vez de acera al pasar por una obra, o cerca de un grupito de tíos (que hay que ver lo que se crecen los cabrones cuando van en comandita), o ha tenido que soportar en el bus que le restriegue la cebolleta algún salido? Ya el acoso en el lugar de trabajo es otra cosa y tiene connotaciones bastante más graves porque es difícil sustraerse a él. A trabajar hay que ir sí o sí y no te puedes cambiar de acera ni bajarte en la siguiente parada.

Pero no es de eso exactamente de lo que yo quería hablar. Hay poco que discutir sobre este asunto porque estaremos todos de acuerdo en que es positivo que salgan a la luz todas estas cosas para que a los cerdos que se dedican a babosear a las tías, cuando no algo peor, al menos se les caiga la cara al suelo de vergüenza al ser destapadas sus hazañas.

Mi pretensión hoy es hacer un poco de autocrítica femenina porque las tías también tenemos tres días con pasao mañana.  Y en torno a este tema de cómo nos relacionamos con los tíos hay mucha hipocresía. Por ejemplo, las tías obtenemos bastante provecho de nuestra condición femenina y del efecto que ejercemos sobre los hombres, y eso es así. Yo me he aprovechado un montón de veces para inflarme a copas gratis, o para conseguir que me cambien una rueda. Y de la misma manera muchas tías usan un físico atractivo claramente para conseguir un trabajo o para obtener algún tipo de beneficio.

La prostitución es el paradigma de uso del cuerpo para obtener beneficio económico. Yo siempre he visto de puta madre que mientras haya tíos dispuestos a pagar por follar haya tías que se ganen la vida dando ese servicio. A la viceversa es un negocio bastante ruinoso porque hay pocas tías dispuestas a pagar por algo que no les cuesta ningún trabajo conseguir gratis.

Y también nos aprovechamos de ser mujeres para cosas tan simples como que ellos nos inviten sistemáticamente. Yo flipo un montón cuando veo el First Date. Se nos llena la boca de igualdad pero cuando las camareras llevan la cuenta a las mesas en el 95% de los casos el tío se ofrece a pagar y ellas con un leve pestañeo se guardan el dinero que habían sacado y dicen con coquetería:

- Uyyyy, qué caballeroso!

Qué caballeroso no, tía, qué morro tienes tú! Porque si de verdad crees que somos iguales tú no le dejas que te pague la cena. Pagáis a medias y luego si sigues saliendo con él en cenas sucesivas ya se verá quién paga en función del poder adquisitivo de cada uno o de lo que sea, pero en una primera cita dejar que te invite el tío alegando una caballerosidad rancia y demodé es echarle una jeta que pa qué. Bueno, pues casi todas lo hacen, y seguro que no les da ni vergüenza.

En fin, que mucha igualdad y mucha polla pero cuando toca apoquinar que pague el tío. Y algunas incluso se ofenden y se cabrean si él no dice de invitarlas, a tal punto llega el morramen. Con el agravante de que al entrar en el programa le dan a cada uno el dinero de la cena, y encima ratean.

Otra cosa con la que flipo es cuando la tía lleva un pedazo de escote impresionante y coloca las tetas encima de la mesa de modo que el partenaire queda aturdido por completo y no puede apartar la mirada de las ubres de la dama. Y luego va la tía y se queja  en los apartes:

- Ayyyyyy, es que no me ha mirado a los ojos ni una sola vez!

Pero cómo quieres que te mire a los ojos, so petarda, si le tienes unas tetas como carretas puestas delante de las narices?

O bien comenta asi con los morritos fruncidos durante la cena:

- Yo lo que busco es un hombre que me valore por mi interior y no por mi físico.

Clarooooooo! Y mientras el muchacho está mirando estrábico perdido tus preciosas tetas tiene que estar pensando en la maravillosa alma que se esconde tras ellas.

La pura realidad es que muchas tías, la inmensa mayoría, nos valemos de nuestro físico para conseguir cosas, y por supuesto sacamos el máximo partido a nuestra condición femenina aunque luego nos pasamos la vida quejándonos del machismo imperante. Y todas sabemos que cuando nos ponemos una minifalda es porque queremos que nos miren (y admiren) las piernas, y cuando nos ponemos un escote queremos que nos miren (y admiren) las tetas, del mismo modo que cuando un tío se pone un bañador turbo quiere que le miren (y admiren) el paquete.

Con esto no quiero decir que te tengan que violar ni tengas que soportar que te soben el culo ni te metan mano, en absoluto, pero lo que no puedes decir es que no te gusta que te miren porque es mentira. Si no te gusta que te miren es fácil ponerse ropa con la que no te miraría ni tu madre, pero si llevas las tetas fuera te las van a mirar fijo los tíos, las tías y hasta los chuchos. Si fuéramos un poquito menos hipócritas reconoceríamos esto sin problemas.

Y luego lo otro, el beneficio económico que obtenemos por pertenecer a nuestro género. Quién no se ha dejado invitar a una copa, o a 17? Quién no ha aguantado estoicamente alguna vez la chapa de un tío que le ha invitado? Todas. Yo ha habido días que he vuelto a mi casa con el monedero intacto, y la verdad, no me ha venido mal porque casi siempre estaba más tiesa que la mojama.

Que esto no justifica que haya hijosdeputa que se creen con derecho a abusar de todo lo que se menea, como el caso del productor  de Hollywood y como muchos otros en todos los ámbitos laborales? Por supuesto. Pero es justo reconocer que muchas de esas tías se acercaron a ese productor y estuvieron dispuestas a satisfacer sus requerimientos esperando obtener algún beneficio a cambio, aunque lo hicieran muertas de asco. Y habría otras que no se prestaron y se quedaron sin trabajo. Que el tío es un cabrón y un cerdo? Totalmente. Pero que nosotras tampoco somos unas ingenuas doncellas que nos chupamos el dedo también.

He dicho.




lunes, 23 de octubre de 2017

Dilemas de amor

ANTES DE QUE ME QUIERAAAAAAAS COMO SE QUIERE A UN GATOOOOOOO
ME LARGO CON CUALQUIERAAAAAAA QUE SE PAREZCA A TIIIIIIIIIIIIIIIIIII!

Estaba yo cantándole esta canción a mi novio y...

(Breve inciso: yo le canto mucho a mi novio. Como él me graba CDs a mogollón con música para hacer mi gimnasia yo le pago en especies, en este caso cantándole por audio o por vídeo las canciones que me graba, que no sé si es un premio o un castigo pero bueno, a él parece que le gusta. Al menos eso dice, vete tú a saber.)

Pues eso, que estaba yo toda entusiasmá cantándole este temita de Sabina que interpreta muy bien interpretao la María Jiménez, cuando de repente tuve un lapsus y me dije a mí misma:

- Inma, alto ahí! Houston, tenemos un problema.

Porque a ver, yo le veo a mi novio cierto parecido con Hugh Laurie, el famoso doctor House de la tele. Pero también muchos días le da un airecillo a Ricardo Darín. Y no, no es pasión de novia, porque el otro día una amiga mía mirando una foto me dijo que se parecía un huevo a Russell Crowe, alias Gladiator.

Y claro, queridos lectores, en estas condiciones cantar ese tema con sentimiento se me pone francamente difícil. Porque si mi novio empieza a quererme como se quiere a un gato, a ver yo con quién me largo... Con House? Con Russell? Con Darín?

Comprenderéis que es muy complicado elegir. Yo ahora mismo, sinceramente, me siento incapaz.

Mejor que me siga queriendo igual que ahora y que se olvide de gatos y de pollas. Así no me complico la vida, qué coño.

Y además ya no te canto más esta canción. Ea!

viernes, 20 de octubre de 2017

Cambios de temporada

Me dice mi compañera de trabajo que está muerta de frío porque han pegado un bajonazo las temperaturas y aún no ha sacado la ropa de invierno.

Todos los cambios de temporada flipo con la parafernalia doméstica que tiene la gente que organizar para sacar una ropa y guardar la otra. Cuando yo era pequeña en mi casa también era así. Mi madre montaba unos cifostios que pa qué cuando sacaba la ropa de invierno y guardaba la de verano y viceversa; eso sí, como hiciera fresco en verano no tenías más remedio que apañarte con una rebequita de hilo, aunque hiciera una rasca de cojones. Y si llovía te tenías que apañar como pudieras con las sandalias, ya podían caer chuzos de punta. Recuerdo algún año (concretamente el verano del 88 no se me olvidará porque fue mi fiesta de fin de carrera) que estuvo diluviando hasta julio, pero como habíamos hecho el cambio de armarios en mayo durante una ola de calor y la ropa de invierno ya estaba en el quinto cipote, me tuve que aguantar con la rebequita de verano y las sandalias de tiras, hecha una sopa un mes entero. Cualquiera se ponía a sacar de nuevo las botas y los abrigos! No he pasado más frío en todos los días de mi vida.

En fin, yo le veo un sentido a tener que pasar por estas incomodidades porque antes vivía mogollón de gente en un espacio muy reducido y no había sitio para montárselo de otra manera; había que joerse metiendo y sacando ropa en altillos, baúles, etc. Pero hombre, por Diooooos,  en casa de mi compañera son tres: ella, el marido y la hija. Tú te crees que hace falta organizar semejante pollo cada cinco meses con solo tres personas en una casa? No tendrá armario suficiente para meter toda la ropa, de verano y de invierno junta?

Lo tiene seguro, lo que pasa es que yo creo que la gente se aburre un montón y necesita llevar a cabo estos rituales absurdos, que tenían sentido en otros tiempos, pero que si no los siguen haciendo sienten como si estuvieran traicionando una tradición doméstica o algo así. Es que tengo hasta amigas solteras que viven solas y lo hacen también! Os lo podéis creer? Fijo que sí porque me apuesto la cabeza a que vosotros, los que me leéis, lo hacéis también.

No lo entiendo, la verdad, es otra de esas costumbres absurdas que se me escapan. Yo tengo toda mi ropa en el mismo armario. Es verdad que ahora lo tengo para mí sola pero antes, cuando lo compartía con mi ex, también lo metía todo ahí. Y me visto según el tiempo que haga, si tengo frío me abrigo y si tengo calor me despeloto. Si voy en invierno a un sitio con la calefacción a tope llevo tirantes debajo del jersey y si en verano voy a un sitio en el que me voy a morir de frío me llevo el plumífero. Como está todo junto no tengo que formar ningún zafarrancho. Me parece mucho más práctico, mayormente cuando esto de las estaciones se va diluyendo cada vez más con el cambio climático y muchas veces el verano se alarga hasta diciembre y el invierno hasta junio. Cómo sabes qué te tienes que poner si no tienes ni idea del tiempo que va a hacer?

Yo por no hacer ni siquiera pongo más a mano la ropa de temporada porque se pone sola de forma natural sin que intervenga mi voluntad. Voy acercando poco a poco lo que más uso y dejando en los sitios más recónditos del armario lo que menos me pongo de tal manera que la ropa se va ordenando sola. El armario fluye al ritmo de las estaciones, como la vida misma.

Por qué la gente se complica tanto la vida con todo? Soy la única persona del mundo práctica y funcional? No hay nadie más por ahí que sea normaaaaaaal?

jueves, 19 de octubre de 2017

Inmolarse

La vorágine independentista continúa su andadura y ahora estamos en el momento "presos políticos". La detención y posterior encarcelamiento de los famosos "Jordis" ha dado lugar a la esperada y esperable retahila de protestas y manifestaciones subidas de tono, emitidas fundamentalmente por las hordas indepes pero entusiastamente coreadas por Podemos, los Comunes y toda la panda que se apunta a lo que haga falta con tal de que haya movida y la gente salga a la calle. El motivo es lo de menos, lo importante es el ruido.

Cuesta explicar a la chupipandi que estos señores, los Jordis, están en la cárcel (y conste que creo que es un grave error convertir en mártires de la causa a estos prendas) no por lo que piensan (que eso sí sería un preso político) sino por los delitos que han cometido al organizar un tumulto contra las Fuerzas de Seguridad. Cualquiera de nosotros en su lugar habríamos sido igualmente detenidos. Si yo mañana destrozo a palos tres coches de la guardia civil y me lío con unos amiguetes a pedradas contra los Beneméritos y les impido salir a la calle voy de patitas a la cárcel, y tú igual, y tú y tú y tú. Y a poco que te pongas a pensarlo, es hasta comprensible porque en caso contrario cada vez que una se pillara un berrinche podría perfectamente liarse a patadas, palos y pedradas contra los vehículos de las Fuerzas del Orden, sabiendo que no habría consecuencias. No creo que en ningún país del mundo se pueda ir nadie de rositas después de hacer algo así. Ahora bien, dicho esto, tal y como están las cosas repito que yo intervendría judicialmente lo mínimo, teniendo en cuenta la altísima y galopante tensión social.

Lo que sí me tiene totalmente alucinada es la postura de buena parte de la "izquierda" con este asunto (aunque yo ya no sé dónde está la izquierda en este país). Es de una ceguera absoluta. Esto del independentismo cada vez se parece más a los fanatismos religiosos. Ves constantemente en los medios y en las redes a gente diciendo que no les importa arruinarse, perderlo todo, su casa, su negocio, su vida si hace falta, porque lo que quieren es libertad. Ávidos de vivir en primera persona una gran epopeya, les da exactamente igual la fuga de capitales, que estén huyendo por pies decenas de empresas catalanas de toda la vida. Un puñado de políticos sin escrúpulos han conseguido a base de mentiras sonrojantes convencerles de que ellos son un pueblo oprimido y esclavo, al nivel de los kosovares o los kurdos o los saharauis. Madre mía, sólo hay que darse un paseo por Barcelona o por cualquier otro lugar de Cataluña para ver lo "oprimidos"  y "esclavizados" que están.  Y lo alucinante es que ese mensaje demencial haya conseguido calar en tantísima gente aparentemente normal, y lo peor, de izquierdas. Lo dicho, fanáticos religiosos a los que se les dice que si se inmolan van a ir al cielo y van a gozar de nosecuantas vírgenes y los tíos van y se inmolan. Y los de Podemos ahí, siguiéndoles la corriente y tocándoles las palmas.  Pa mear y no echar gota, palabrita.

martes, 17 de octubre de 2017

Mujeres: panfleto reivindicativo

Viendo el programa  de televisión "Ven a cenar conmigo", al que me he aficionado recientemente, se produce un momento ya habitual en cada episodio: algunos comensales se levantan de la mesa para cotillear en la vivienda de la anfitriona, y descubren un verdadero arsenal de maquillaje, cosméticos de todo pelaje a los que la susodicha anfitriona parece ser gran aficionada.

- Jo, qué pasada, qué cantidad de pinturas!

- Normal, a todas las mujeres nos encanta el maquillaje.

- Pero esto ya es exagerao! Esta colección es de profesional.

La afirmación de la invitada cotilla me lleva a una profunda reflexión. De repente pienso en las tías que conozco y me centro fundamentalmente en las de mi trabajo. El gremio bibliotecario desmiente totalmente esa teoría, en mi curro las tías gastan menos en pintura que Kiko Matamoros en champú.  Es penoso, de verdad. O eso o ya pasamos al otro extremo, que alguna hay que ella sola gasta en maquillaje el equivalente al PIB de Qatar.

En fin, yo creo que esta falta de coquetería generalizada es cosa de la edad, porque prefiero no pensar que es de la profesión en sí; sería terrible. Estoy segura de que todas mis compañeras en su juventud fueron coquetas y presumidas, sólo que en algún momento de su evolución personal o se cansaron o se aburrieron o por el motivo que sea dejaron de interesarse por estar guapas. Igual se fueron volviendo invisibles para los tíos y empezaron a plantearse "Pa qué?". O bien, después de un montón de años de matrimonio, cuando ya los maridos pasan de ellas como de la mierda, han llegado a la conclusión de que no merece la pena tunearse.

Es verdad que tampoco yo soy muy forofa de los afeites pero mi barra de labios o al menos mi gloss no hay quien me lo quite. No creo que haya que ir a currar como si fueras a una fiesta pero hombre, una mijilla de arreglo, un algo, un nosequé... Yo tengo claro que aunque tenga chiquicientos años pienso ser una vieja pinturera de ésas que no pisan la calle sin haberse dado un toquecito de carmín en los morros o sin plantarse los tacones.  To lo vieja y to lo pelleja que haga falta pero hecha un pincel.

Hay que pintarse, chicas, hay que ponerse guapas. Tampoco es plan de ponerse como una puerta pero hay que reivindicar el maquillaje, algo tan nuestro y tan de toda la vida. Lo que levanta la moral un buen toquecillo de carmín, por dioooossss! Está científicamente demostrado, en tiempos de guerra se disparan las ventas de labiales. No llevaríamos mucho mejor todo el rollo del Procés con un toquecito de color?

Nada de pereza, no puede ser que cumplir años se convierta en la coartada perfecta para abandonarse a la buena de Dios. Se puede ser vieja, se puede estar gorda, se pueden descolgar las tetas y el culo, pero que no nos falte nunca en el bolso una barra de labios. Manque sea de los chinos.

He dicho.

Ps. Otro día hablaré largamente de la aversión del gremio bibliotecario hacia los zapatos de tacón y por su afición al calzado ortopédico plano, lo más feo y asexual posible.

Ps2. Ah, y por el pelito corto.

Ps3. No, no son todas lesbianas, sabiondillos... Aunque muchas lo parezcan.

viernes, 13 de octubre de 2017

Neverending story

La tensión sexual no resuelta (en adelante TSNR) entre Cataluña y España ha entrado en un período de agradable relax desde que el presidente del Gobierno le ha pedido al President de la Generalitat que le explique exactamente lo que quiso decir el pasado martes cuando hizo la solemne declaración que hizo en el Parlamento catalán, de la que al parecer no se enteró muy bien nadie,

Yo prometo que estuve muy pendiente y que no me perdí palabra del discurso de Puigdemont, y me quedé francamente preocupada cuando terminó porque me di cuenta de que no había entendido nada. En principio la sensación que tuve es que se había jiñao un poquitín y se había echado atrás en lo de la proclamación de independencia. Pero por otro lado tampoco había dicho que renunciara, sino todo lo contrario, se reafirmaba en sus pretensiones soberanistas, así que realmente no sabía qué pensar de lo que había pasado.  Para colmo a continuación se produjo esa extraña ceremonia de la firma de un documento "secreto" en el que según se dice, se rumorea y se comenta sí que se proclama oficiosamente y de modo simbólico la República Catalana. A esas alturas tristemente mi capacidad analítica ya estaba bajo mínimos, así que pensé que tendría que esperar a escuchar a opinadores y analistas profesionales para llegar a alguna conclusión sobre lo ocurrido.

Cuál no sería mi sorpresa cuando al término del discurso corro rauda a escuchar los comentarios de los distintos tertulianos, saltando ágilmente de cadena en cadena, y me doy cuenta de que tampoco ninguno de ellos se  ha enterado del contenido del mensaje y que por tanto las opiniones e interpretaciones son variopintas y a menudo contradictorias. Algunos hablan de "Independencia en diferido", como lo del finiquito de Bárcenas, pero mucho me temo que más por decir algo y no parecer unos alelados que por saber exactamente de qué estaban hablando. Total, que siento cierto respiro, parece que el problema no es sólo mío, que no he perdido por completo el oremus sino que el mensaje propiamente dista mucho de ser claro cuando a todo el mundo le ha pasado más o menos lo mismo. Ufffffffff, ya estaba por darme por difunta intelectualmente hablando.

Pero el auténtico, el verdadero consuelo lo sentí cuando el mismísimo Presidente del Gobierno, todo un estadista de pro, comparece públicamente y afirma no haber entendido tampoco nada del confuso discurso de Puigdemont y le hace un requerimiento para que le explique claramente si lo que hizo el pasado martes fue declarar la independencia o no. Porque naturalmente sin saber a ciencia cierta lo que allí se dijo no se puede tomar ninguna decisión al respecto. Bieeeennnnnnn! Rajoy se ha quedado igual que yo y que todos los comentaristas, tertulianos y opinadores mediáticos: ojiplático, boquiabierto y desmandibulado. No es que yo me haya vuelto subnormal de repente, la confusión es universal. Qué alivio, señor!

En fin, que en esas estamos, esperando la respuesta de Puigdemont a la pregunta del millón: proclamó o no proclamó la independencia en su supuesto discurso de proclamación de la independencia? Y entre pregunta y respuesta lo que sí se ha conseguido es que la TSNR, que había llegado a un punto preorgásmico explosivo insoportable, se ha apaciguado y todos hemos vuelto a recuperar el aliento aunque sea temporalmente, mientras se produce la ansiada a la par que temida respuesta.

La cuestión es: qué pasa si cuando llegue dicha respuesta seguimos in albis? O sea, hay alguna garantía de que la próxima vez que Puigdemont hable nos vayamos a enterar mejor? Y si entramos en bucle y esto se convierte en un interminable círculo de preguntas y respuestas? Algo así como:

- Honorable President, qué quiso usted decir exactamente en su discurso? Proclamó usted la independencia de Cataluña o no la proclamó?

- Señor Presidente del Gobierno, yo ni proclamé ni dejé de proclamar la independencia. Puede que sí, puede que no, todo depende de... según, lo más seguro es que quién sabe.

- Pero a ver, Honorable, lo que yo quiero saber es qué quiso usted decir exactamente en su discurso. Proclamó usted la independencia de Cataluña o no la proclamó?

- Señor Presidente, está complicado responder a esa pregunta. En realidad yo ni proclamé ni dejé de proclamar la independencia. Puede que sí, puede que no, todo depende de... según, lo más seguro es que quién sabe.

- Honorable President, yo le conmino a contestar con claridad a mi pregunta:qué quiso usted decir exactamente en su discurso? Proclamó usted la independencia de Cataluña o no la proclamó?

- Huuuuum, Señor Presidente, pues no sé qué decirle. Yo ni proclamé ni dejé de proclamar la independencia. Puede que sí, puede que no, todo depende de... según, lo más seguro es que quién sabe.

 - Por favor, Honorable, me podría decir de una vez qué quiso usted decir exactamente en su discurso? Proclamó usted la independencia de Cataluña o no la proclamó?

Y así hasta el infinito y más allá.

Y si no llegamos a enterarnos nunca de lo que realmente pasó? Y si 25 años después seguimos preguntando y obteniendo una y otra vez la misma respuesta? Y si nos instalamos para siempre en este cómodo impás en el que nadie dice nada definitivo ni irreparable? Y si al final, después de repetir una y otra vez la misma secuencia, nos acostumbramos a ella y la adoptamos como ceremonia nacional? Podríamos instaurar todos los jueves como el día de  la pregunta presidencial y todos los lunes la respuesta catalana, así amenizaríamos un montón las semanas, y los lunes no sería tan duro volver a trabajar porque tendríamos un nuevo aliciente, cada lunes un "día histórico". Planazo!

Sería una solución muy rajoyniana. Así no habría que decidir ni hacer nada, la cosa se iría diluyendo por sí sola, la TSNR se agotaría en sí misma y todo seguiría igual per secula secularum. Los independentistas contentos y felices en esta especie de limbo soberanista eterno y los no-independentistas igualmente satisfechos porque mientras no se diga algo claramente aquí no ha pasado nada.

Qué os parece? A que mola?

martes, 3 de octubre de 2017

Pesadillas independentistas

Esta noche he soñado con Aramís Fuster.

Estaba viendo la tele y aparecía Aramís en el nuevo programa de Cuatro "Ven a cenar conmigo", y contaba muy ufana que había salido en el desfile de un famoso diseñador en la última edición de la Mercedes-Benz Fashion Week.

Mi indignada reacción onírica no se ha hecho esperar:

QUÉ COÑO HACE ARAMÍS FUSTER EN LA MERCEDES-BENZ FASHION WEEEEEEEEEK???????

Está claro que el Procés me tiene desquiciada. Confieso que me he pasado todo el finde engolfada viendo al Ferreras sin perderme detalle (salvo un ratilllo que vino mi novio a verme y me bajé a tomarme una cerveza con él; fue mi momento de particular "desconexión" del Procés).

Me pasa como al Ferreras, que lleva tanto periodismo circulando por las venas que ni sangre se puede sacar el hombre. Pues yo igual, esto del Procés ha hecho que salga del armario esa reportera que hay encerrada en este cuerpo de bibliotecaria y me ha abducido por completo.

También Carles Puigdemont se me aparece estos días en casi todos los sueños, él y su imposible mata de pelo infernal. Y hasta he soñado alguna noche con Rajoy, aunque bastante menos, porque parece que ha escogido un perfil bajo de momento, así que al menos de eso me estoy librando. Alabado sea el Señor!

Pero volvamos a Aramís. Por qué Aramís? Qué tiene ella que ver con todo lo que está pasando?

Pues me he puesto a analizar mi sueño y lo  he visto claro:  Aramís es la representación gráfica del esperpento patrio y la Mercedes-Benz es la pasarela demencial a la que hemos asistido estos días con absoluta cara de pasmo.  Esa representación teatral que hemos presenciado en la que todo estaba previsto de antemano: la gente en la calle papeleta en mano, los Mossos cruzados de brazos, los padres usando a los niños a modo de escudo en los colegios (por cierto, vaya padres, dónde está la fiscalía de menores?), las cargas policiales, las ansiadas imágenes de violencia que han dado la vuelta al mundo para vergüenza y oprobio del Estado español y para regocijo y satisfacción de las autoridades catalanas... En definitiva, Aramís Fuster talmente. Qué mejor imagen que la suya para constituirse en icono de ese sindiós ético y estético? Así lo ha visto mi subconsciente, en mi opinión con una lucidez asombrosa.

Y esa Sor Ada Colau, la Santa Teresa de Jesús independentista (coincido totalmente con Javier Marías en que muchas representantes del nuevo feminismo se parecen alarmantemente a las monjas de mi infancia, tanto en su aspecto físico como en sus modos de estrictas gobernantas)... Esa sor Ada, decía,  al borde del orgasmo místico, toda arrobada en actitud de éxtasis, hablando de la intolerable violencia policial, con lo que le gusta a esa mujer de toda la vida estar en medio de un barullo de ésos...; pero qué me decís de nuestra inefable Albondiguilla Sáenz de Santamaría y su elocuente discurso sobre la decencia democrática? Ellaaaaaa! Sí, la de Ellooooos! Decencia democráticaaaa, cielooooosssss!!! Señor señor señooooooor, qué más nos quedará por ver y por escuchar?

Pues eso... Un esperpento, una fantochada, un sindiós.

Y todavía me extraño de que se me aparezca la Aramís en sueños?




lunes, 25 de septiembre de 2017

Mi vestido psicodélico

Tengo un vestido MONÍSIMO que te cagas. Estilo setentero, muy mini muy mini muy mini, con un estampado psicodélico a base de círculos rojos, dorados y negros de distintos tamaños. Una chulada. Parece recién salido de un vídeo del Ballet Zoom, el de Valerio Lazarov y Giorgio Aresu, los de mi quinta os acordaréis perfectamente. El caso es que rara es la vez que me lo pongo y no me pregunta alguien por él, causa verdadero furor.

Fue amor a primera vista. Lo encontré en un puestecillo de ropa de segunda mano al que me llevó una amiga mía. En realidad fue ella la que lo vio primero:

- Mira tíaaaaa, es ideal para ti!

- Qué chulooooooo! Pero es vestido o camiseta? Porque pa vestido es muy corto, no?

- Es vestido, pero si se queda muy corto siempre te lo puedes poner con un pantaloncito debajo.

Y así fue. Me lo compré y como efectivamente era demasiado corto y a poco que subieras un escalón se veía todo, siempre me lo pongo con un pantaloncillo negro deportivo por debajo.

Este finde fuimos a un conciertillo de música setentera y por supuesto me lo puse. Nada más entrar se me acerca un pollo, un auténtico Viceverso de manual:

- Cómo me gusta tu vestido!

- 1 euro.

- Cómo?

- Que me costó 1 euro.

- Venga ya!

El tío me saca 3 euros:

- Te lo compro.

- Ni pensarlo.

-  5 euros.

Bueno, y así se tiró un buen rato haciéndome ofertas, que por supuesto rechacé taxativamente.

En realidad no me costó 1 euro sino 3 pero a mí me gusta decir que fue 1 porque es mucho más impactante.

Mi amiga:

- Tú eres tonta! No le digas a la gente que te costó 1 euro el vestido!

- Por qué? Si estoy muy orgullosa. Cuando tienes el talento de comprar ropa chula a precios de risa tienes que vacilar de ese talento y no esconderlo.

- Pues yo no lo diría.

Mi amiga es también asidua de ese puestecillo; de hecho tiene un armario completo superfashion a base de lo que se compra en él. Pero ella es de la opinión de que estas cosas no se deben de pregonar mientras que yo soy de las que me vanaglorio de mis felices hallazgos en el mundo de la ganga. Máxime porque no estoy contribuyendo a la explotación de nadie ni nada de eso sino que es porque me encanta ponerme ropa de segunda mano, y además de paso reciclo.

Mi hija ha heredado esta actitud mía. Fue el año pasado a una boda con un vestidazo guapísimo que se había comprado por 5 euros y, cuando la gente le alababa el buen gusto, muy ufana, sonriente y henchida de satisfacción confesaba:

- 5 euros.

Para mí decir lo que me ha costado un modelazo que además es ensalzado por la gente es una satisfacción, un verdadero placer social. Está al mismo nivel que decir la edad verdadera. Mucha gente se resiste a hacerlo, sobre todo si aparenta menos edad de la que realmente tiene. Yo prefiero mil veces decir que tengo 51 años y que todo el mundo se sorprenda porque creían que tenía unos cuantos menos que decir por ejemplo que tengo 41 y que piensen: "Pos qué mal llevaos!". Que oye, aunque no te lo digan, lo piensan.

Mi tesis es que de este tipo de cosas hay que enorgullecerse. De la edad, si está bien llevada. De que eres la que más barato compra del mundo. Y por supuesto de que vas hecha un pincel de arriba abajo por el mismo precio que otra gente se compra como mucho unas bragas. Y algunas ni eso.

Y para que el mundo entero lo sepa, que conste en acta: HOY QUIERO CONFESAAAAAAAR!

viernes, 22 de septiembre de 2017

Nosotros los equidistaníes

He sabido rcientemente que a los que en el culebrón "Pasión de catalanes" nos parecen tan impresentables los de un lado como los de otro algunos nos llaman, no muy cariñosamente por cierto, "equidistaníes", habitantes de un país indeseable llamado Equidistán.

Vamos, que si no te casas con nadie y todos te parecen una panda de mataos eres poco menos que un cabrón y un cobarde por no mojarte a favor de alguno de los púgiles en combate. Así que si ése es tu caso, amigo, bienvenido al denigrado e incomprendido país de Equidistán.

El caso es que para ser sincera yo veo muy difícil simpatizar con alguien en este asunto.

Tenemos a un lado del ring a Rajoyito el Bienhablado. El de cuanto peor mejor para todos, mejor para mí el suyo. Con éste y sus secuaces políticos y mediáticos empezó todo: que si el boicot a productos catalanes, que si catalufos insolidarios, y finalmente, por si en el cóctel fallara algo, van y le colocan el recurso al Estatut que habían votado los propios catalanes después de que ya en las Cortes se lo hubieran recortado ampliamente a tijeretazo limpio. De verdad creían estos descerebrados que aquello no tendría consecuencias? Aquel editorial compartido de todos los periódicos catalanes en el que se condenaba el recurso y la posterior sentencia del Constitucional; las diadas a partir de la sentencia, que cada vez iban adquiriendo un tono más reivindicativo y más separatista. Todo eso no les decía nada, no les daba pistillas? Antes de lo del Estatut los independentistas eran una selecta minoría y ni en sus mejores sueños podían imaginar que podrían llegar a ser mayoría. Que por cierto no sabemos si lo son porque como no les dejan hacer el puto referéndum de los cojones, cómo lo vamos a saber?

Y cuando la reivindicación por una consulta se convierte en clamor, el último y gran error: cerrar todas las puertas y decirles que no, no y no. Que no es constitucional y que legalmente eso no se puede hacer. Como si no supiéramos a estas alturas que aquí cuando alguien tiene voluntad y le conviene se cambia la Constitución en 3 días y no pasa nada de nada. Ni siquiera se les dio la esperanza de una negociación, nada. Y ahora Rajoycito el Bienhablado y su ayudante Sorayita Albóndiguez abren mucho los ojos y se extrañan de todo lo que está pasando. Bueno, ellos y la práctica totalidad de los medios de ámbito nacional, con honrosas excepciones.

Y todo esto, cómo no, con el inestimable apoyo de los pugilitos Sanchecito el Hermoso y Riverita el Indefinido, que sin enterarse muy bien de qué va la cosa ninguno de ellos, están empeñados en un diálogo con la otra parte sobre todos los temas habidos y por haber... excepto sobre el único que a la otra parte realmente le interesa, a saber, el dichoso referéndum. Aunque tampoco es que ayude mucho la actitud de Iglesitas el Ubicuo y su inseparable Monterita la Fantástica, que en cuanto les ponen un micrófono por delante, día sí y día también, aprovechan la coyuntura para usar el vocabulario más grueso que se les ocurre, hablar de presos políticos, dictaduras y todas esas cosas que suelen soltar alegremente para arengar a las masas y calentar todavía más el ambiente. Ellos siempre colaborando para poner un poco de cordura y sentido común. Por los cojones.

Pero al otro lado del ring tenemos a Catalanito el Estelado.

(Que nadie se ofenda porque no haya concretado más, pero es que a este lado mandan muchos y es complicado optar por uno. Aquí están por igual Puigdemoncito el Pelitupido y Junquerito el Ojivago.)

Catalanito aprovecha toda esa indignación popular perfectamente comprensible para extender mantras que en cualquier otro momento hubieran despertado más risa que otra cosa, del tipo "España nos roba" o "España es un Estado corrupto" (ya ves tú, le dijo la sartén al cazo, con lo que hay en Cataluña también montado), pero con toda esa energía que da el cabreo popular consiguen que mucha gente lo crea, que se apunten a la tesis de que la única solución es desprenderse del lastre español para crear un Paraíso, el de los Paisos Catalans, en el que reinará la bondad, la limpieza, la transparencia, la concordia y el amor entre todos sus habitantes.  Incomprensiblemente esto cuela y millones de personas están convencidas de que eso será así y punto.

Y gracias al empecinamiento de Rajoycito el Bienhablado, obstinado en negar una y otra vez la posibilidad de una consulta popular pactada y con todas las garantías del Estado de Derecho, cada vez más y más catalanes se apuntan a ese bando, que en un principio estaba formado por cinco gatos mal contados. Mérito absoluto de Rajoycito y sus secuaces.

También muy difícil simpatizar con este lado del ring, por muchos motivos, pero sobre todo por sus tendencias dictatoriales y autoritarias que les llevan a ignorar olímpicamente a la mitad del Parlamento catalán, del mismo modo que del lado estatal se ignora el deseo del 75% de los catalanes de votar o el hecho de que medio Parlament esté formado por personas que quieren independizarse.

Y así mientras unos ignoran la existencia y los deseos de los otros, éstos hacen tres cuartas de lo mismo y también pasan como de la mierda de los que no son de su cuerda. No escuchan los argumentos contrarios, no les interesa. Todos hablan exclusivamente para los suyos, para su club de fans, y no tienen el menor interés en entender a la otra parte ni en acercar posturas.

Y por todo eso es por lo que es sencillamente imposible para mí ponerme del lado de unos o de otros y aquí estoy incómodamente instalada en un huequito del país de Equidistán. Porque entiendo perfectamente que a base de tocarles las pelotas intensa y entusiastamente muchos catalanes se hayan apuntado a "La gran evasión"; pero también entiendo que no se puede obviar a toda esa mitad de Cataluña, la que se ha dado en llamar la Cataluña silenciosa, que vive con verdadero pavor la posibilidad de una declaración unilateral de independencia, que no desean y a la que no saben cómo enfrentarse. Y que encima permanece en ese silencio vergonzante por puro miedo a hablar, porque en Cataluña no ser independentista a estas alturas se ha convertido en un pecado ominoso que conviene mantener en secreto para no ser aislado socialmente e incluso en ocasiones agredido.  Véase el caso de los alcaldes socialistas que se han adherido a la legalidad y no piensan facilitar en sus ciudades la celebración del Referéndum.

Por mi parte tanto Rajoycito el Bienhablado, el de los alcaldes que los elige el pueblo y el de cuanto peor mejor, como Catalanito el Estelado y sus mariachis se podrían ir tranquilamente a tomar por culo y desaparecer para siempre, porque no traen más que calamidades tanto el uno como el otro. Y dejarnos a todos en paz dando paso a gente dispuesta a sentarse, hablar y ver la forma de reconducir todo esto, que pasa necesariamente por ese Referéndum pactado a partir del cual por fin podremos saber exactamente cuántos son los catalanes que quieren dejar de ser españoles y cuántos no. Y ahí no valdrían mayorías silenciosas, ahí el que calla otorga. Y si realmente fuera una amplia mayoría la que desea esa desconexión, pues no se podría ignorar desde el otro lado; del mismo modo que el Reino Unido  ha pactado su salida de la UE porque así lo han querido los británicos, nosotros tendríamos que pactar la salida de Cataluña si eso es lo que decidieran los catalanes.

Pero claro, para eso tendría que haber en ambas partes políticos inteligentes y a la altura de las circunstancias. Alguien los ha visto?

martes, 19 de septiembre de 2017

Excesos informativos

Últimamente cada vez estoy más convencida de que hay un exceso de información en los medios sobre asuntos policiales que en lugar de ser algo beneficioso puede ser una gran cagada a efectos prácticos. En aras de eso que se ha dado en llamar "transparencia" aquí parece que hay que contarlo todo con pelos y señales y dar cuantos más detalles mejor.

Un ejemplo: el atentado de Barcelona. Según las últimas noticias los terroristas lo que pretendían era atentar contra la Sagrada Familia en hora punta y llevarse por delante, además del emblemático edificio, a todo turista que en ese momento anduviera por allí.

Realmente era necesario que trascendiera a la opinión pública un dato como ése? Para qué? Para darle ideas a alguien a quien ni se le hubiera pasado por la cabeza un plan tan audaz y arriesgado? No habría sido suficiente con decir que el proyecto de los terroristas era mucho más ambicioso y que la explosión en el chalet les llevó a improvisar lo de Las Ramblas y Cambrills? Tienen que contarnos exactamente qué era lo que pensaban hacer? Y por qué no un plano detallado del edificio con sus salidas, entradas y recovecos, para que así cualquiera pueda continuar con el frustrado propósito?

No os da la sensación de que hemos terminado identificando "transparencia informativa" con una peligrosa incapacidad de preservar información cuya divulgación puede llegar a ser altamente peligrosa para la seguridad? No resulta un poco ridículo ver en la tele o escuchar en la radio a altos cargos de la seguridad del Estado dando detalles espeluznantes e innecesarios sobre la actividad policial?

A ver para qué necesito yo saber los medios con los que cuenta la policía y cuáles son los pasos que siguen en sus investigaciones. Ni qué están haciendo en cada momento ni por dónde van las pesquisas ni si hay o no ya sospechosos ni quiénes son ni a qué dedican el tiempo libre. Yo lo que necesito es efectividad, es que a ser posible los pillen antes de que puedan actuar y que, si eso no ha podido ser, les saquen la mayor información posible para evitar que se repita algo similar, y por supuesto para que paguen por sus crímenes.

No necesitamos transparencia ni translucidez informativas, lo que necesitamos es la tranquilidad de saber que han hecho su trabajo y que van a impedir que vuelva a ocurrir otro episodio de la misma índole. Y no ayuda demasiado que nos cuenten henchidos de orgullo y satisfacción que han conseguido evitar una catástrofe mucho mayor. Máxime cuando los que lo han evitado ni siquiera han sido ellos sino la mala suerte y la falta de pericia de los terroristas. Que dicho sea de paso, y esto me lo comentan bastante mis hijos, son los tíos más torpes del mundo. Visto lo visto, lo fácil que es matar a decenas y centenares de personas, lo que verdaderamente llama la atención es que cada vez que actúan no sean capaces más que de asesinar a un número francamente ridículo de personas.

Con esto no quiero animar a nadie a matar masivamente, pero las cosas como son, estos tíos son muyyyyy torrrrpes. Lo increíble es que con la cantidad de errores que cometen y de planchazos que se pegan, las fuerzas de seguridad sean incapaces de pillarlos antes de que cometan sus fechorías. Y si luego además, para darse pisto de lo mucho que han averiguado, lo que hacen es contar a voz en grito todo lo que saben de los terroristas, sus planes y sus métodos y pasar esa información a todo tarado que quiera escucharla y aprender algo de ella, pues ya apaga y vámonos.

Soy yo la única que tiene la sensación de que estamos rodeados de ineptos, idiotas, capullos, fatuos e irresponsables? O es que yo soy muy negativa y la cosa no está tan mal?

Ahí lo dejo.

jueves, 14 de septiembre de 2017

Javier Marías, el Pitufo Gruñón se convierte en Trending Topic

Ya he escrito otras veces en el blog sobre Javier Marías y su condición de Cascarrabias Mayor del Reino, condición que él mismo asume y reconoce sin el menor pudor. Sospecho que hasta le gusta y que lo lleva con orgullo, dado el sumo desprecio que le inspira la sociedad en la que vive, que es casi el mismo que me inspira a mí.

Últimamente Marías se pasa la vida en las listas de Trending Topic, bien por sus artículos de prensa, bien por entrevistas a su persona, el caso es que todo el mundo opina sobre él y sus fobias y filias, y parece ser un tema apasionante a juzgar por los berrinches que se pillan algunos.

Yo ya he dicho en otras ocasiones que hay cosas que comparto con él y otras que no. De hecho algunas de sus fobias son filias mías (por ejemplo, odia a los dueños de perros y a los ciclistas, ambas cosas que yo soy), sin embargo siempre me gusta leerlo porque incluso en esas cosas lleva buena parte de razón, y de cualquier forma es un tío que escribe bien y que cuando despotrica es fino y lacerante y a mí esa manera de hacer crítica social me mola.

Aparte de esas cosas en las que disentimos, hay muchas otras en las que estoy completamente de acuerdo con él, como en su aversión a desenterrar muertos, García Lorca incluído;  en sus quejas sobre la sobreprotección a la juventud, la pérdida de la más elemental cortesía en las relaciones sociales,  el desprestigio de la excelencia, o el uso y abuso de argumentos espurios para defender según qué cosas. O en el progresivo entontecimiento de la sociedad. Joder, que vivimos en un mundo en el que hay gente que muere por hacerse un selfie  haciendo el gilipollas en la punta de un barranco, en mitad de un huracán o conduciendo a 250 por hora para conseguir un montón de Megustas en las redes! Puede haber una sociedad más decadente, más enferma y más estúpida? Por eso me indigno casi tanto como él y voy entendiendo cada vez más su misantropía  e incluso asumiéndola como propia.

Últimamente las mayores críticas se le hacen por rancio y por machista. Yo no lo veo ni una cosa ni la otra; lo que sí es cierto es que es muy beligerante con esa parte del feminismo militante que ve una afrenta a la mujer en todo o casi todo (por ejemplo las secuaces y discípulas de la Barbijaputa colaboradora de Eldiario.es). Marías ha defendido bastantes veces causas varias sobre la igualdad de la mujer, tales como la equiparación salarial, la equiparación de derechos a todos los niveles o nuestro derecho a vestirnos y actuar como nos dé la gana sin por eso tener que soportar agresiones masculinas ni comentarios soeces ni acoso de ningún tipo. Ahora bien, la universalización del sentimiento de ofensa que practica un amplio sector del feminismo actual o la práctica de ese concepto abyecto conocido como "sororidad" le parecen lo mismo de aberrantes que me parecen a mí.

Ya he contado en otros posts que últimamente me meto con frecuencia en el blog de la tal Barbijaputa, una tía a la que considero una auténtica enferma mental por su obsesión con todo lo que a ella le huele a machismo, que es prácticamente cualquier cosa que se diga o se haga o se deje de decir o hacer que se salga mínimamente de su patológica ortodoxia ultrafeminista. Normalmente entro, leo su último truño y la obsequio con algún que otro comentario contrario a sus tesis enfermizas. Por supuesto mis mensajes están a la cola de todos porque es colgarlos y bombardearme a negativos todo el nutrido club de fans y adeptos de la secta japutera esta. Pero es que si de siempre me ha indignado el machismo imperante, tanto o más me indigna que se haga uso sistemático de él para argumentar contra situaciones o actitudes que entran dentro de lo más natural. Exactamente lo mismo que le pasa a Marías y que por tanto denuncia semana sí y semana también en sus artículos.

Javier se queja de que con lo que costó en su día al movimiento feminista que las mujeres nos vistiéramos como nos diera la gana, la corriente actual es a taparnos al máximo para parecer lo mínimo posible mujeres, por lo que compara a buena parte del feminismo actual con las monjas de los años 50. A fin de cuentas, aunque por distintos motivos y usando diferentes argumentos, el fin es el mismo: incorporar el más rancio puritanismo a las costumbres, la vestimenta y la apariencia física. Igualmente abomina de esa corriente según la cual todo lo que hicieron las mujeres en el pasado estuvo minusvalorado, lo que implica que hay que reivindicar la excelencia de tías que en la realidad no pasaron de ser artistas mediocres. A este respecto su artículo sobre el "redescubrimiento" de Gloria Fuertes como poetisa excelsa es un buen ejemplo de lapidación masiva en las redes. Yo, que no he leído a esta escritora y por tanto no puedo opinar sobre ella literariamente, no vi nada en su artículo que fuera ni mucho menos para liarle la que le liaron; él no decía que fuera mala, sencillamente la usó como ejemplo de escritora supuestamente infravalorada en su día por su sexo y ahora reivindicada por ese feminismo sorofílico y alegaba que otras escritoras de su generación habían sido reconocidas sin problemas, lo que a su juicio demostraba que ser mujer, si realmente eres buena en tu oficio, no es obstáculo para triunfar. Y ponía el ejemplo de grandes escritoras, pintoras, diseñadoras, etc.

En fin, se puede estar o no de acuerdo con él, pero lo cierto es que sus tesis las argumenta bastante bien; en todo caso mucho mejor que sus enemigos, e infinitamente mejor que casi todos los subnormales que a diario se pasean por las redes bufando y pontificando sobre lo divino y lo humano en 135 caracteres.

También yo monto en cólera cuando veo que las redes "se incendian" cuando una modelo como Miranda Kerr dice que a ella le gusta arreglarse y ponerse sexi cuando está en casa para gustarle a su marido. Las redes siempre ardiendo por cualquier chominada. Y me cabreo porque no entiendo que eso sea considerado una actitud machista, que una tía busque estar lo más atractiva posible para su pareja. Si su pareja fuera una mujer me parecería igualmente plausible. Y si es un tío el que lo dijera le haría la ola. No comprendo,  por tanto, que la gente se indigne y arremeta contra esta mujer etiquetándola de machista por decir algo que debería ser casi de manual de buenas costumbres en la pareja. Entonces cuando la Niña Pastori cantaba aquello de "Échame una mano prima que viene mi novio a veme, que estoy tan nerviosa que no sé qué vestío ponerme" estaba haciendo apología del machismo por querer ponerse guapa para su novio? Y como esta gilipollez miles de desbarres tooooodos los días.

Bueno, que sé que a él le importa un pimiento y que no navega por Internet y que es muy poco probable que alguna vez lea este post. Y además posiblemente si me leyera pensaría lo peor de lo peor de mí, de mi forma de escribir y de mi vocabulario vulgar, ordinario y alejado de los buenos usos y costumbres que tanto echa de menos en estos tiempos. Sin embargo quiero una vez más mostrar mi admiración por alguien a quien considero no solo uno de los mejores escritores vivos en español sino una de las mentes más preclaras y lúcidas de este país. Y contraponer esa lucidez al borreguismo, memez y zafiedad de esas masas amorfas que te encuentras en la red dispuestas a arremeter contra todo lo que a ellas les parece que atenta contra alguna de las nuevas religiones que han venido a sustituir a las antiguas, llámese ultrafeminismo, ultranacionalismo o ultraanimalismo.

Marías es mucho Marías y le da como setecientasmil vueltas a todos ellos. Aquí una forofa incondicional, mi querido y admirado Gran Pitufo Gruñón.