miércoles, 27 de junio de 2018

Vestidas para matar

Veo la entrevista que Risto Mejide le hace a la actriz y activista feminista Leticia Dolera. En un momento dado de la entrevista Dolera hace una afirmación muy del repertorio femi pero sobre la que me gustaría invitar a mis lectores a reflexionar. Dice algo así como que las tías cuando nos ponemos una minifalda o un escote o unos taconazos no nos vestimos para gustar ni para excitar ni para ligar sino que nos vestimos así para gustarnos a nosotras mismas.

Vamos a ver, Leticia, corazón. Yo me gusto a mí misma un montón con una camiseta sueltecita que uso para estar en casa, y además de gustarme me siento supercómoda y fresquita. Pero cuando una tía se pinta como una puerta, se tira dos horas arreglándose el pelo y se planta un conjuntito sexi y unos tacones de 28 centímetros no lo hace para gustarse a sí misma, una no hace esas cosas para quedarse en casa y mirarse un rato al espejo a ver lo guapa que está. Tampoco se viste nadie así para hacer una fiesta de chicas en casa de una amiga. Una se viste así para matar. Los bares de copas están llenos de tías vestidas para matar, no para gustarse a sí mismas sino para proceder a la ceremonia del cortejo con sus mejores armas.

No quiere decir esto que toda tía que se vista sexi quiera llevarse un maromo a casa. A menudo lo único que quiere es probarse a sí misma, a ver cómo anda de habilidades de seducción. Tampoco quiere decir que ir vestida de una determinada manera dé derecho a los tíos a acosarte o a darte la paliza, ni mucho menos a tocarte el culo o las tetas ni a violarte.

Leticia, que quieras defender el derecho de toda mujer a pasar el rato en un bar o en una discoteca, o a bailar haciendo todos los movimientos sexis que le dé la gana, sin que la acosen o la violen no implica que tengas que decir mentirijillas. Puedes reconocer tranquilamente que nos vestimos así para gustar, incluso para excitar, pero puedes puntualizar que no a todo el mundo, indiscriminadamente, sino a quien nos guste a nosotras. O sea, que nosotras seleccionamos y decidimos a quién queremos gustar. Se puede reivindicar eso y dejar claro que cuando a un tío le dices o le das a entender que no te gusta tiene que retirarse deportivamente y dejarte en paz sin soltar chorradas como esa de que las tías nos vestimos para nosotras mismas.

Está bien que la sociedad evolucione, y con ella las técnicas de cortejo. Por ejemplo, es cierto que hace unos años se consideraba que hacerse un poco la durilla o la interesante como que la revalorizaba a una. Decir varias veces que no a un tío que te entraba te daba un plus de interés, y se daba por sentado que el tío debía insistir lo que hiciera falta si de verdad estaba por ti. Esto obviamente ha cambiado. Triunfa el No es No, y en mi opinión triunfa para bien porque aclara un montón las cosas y evita muchas pérdidas de tiempo y de esfuerzo. Si no quiero tener nada contigo te lo dejo claro desde el principio y si insistes es que eres un pesado y un acosador. Francamente me parece mucho más sano y mucho mejor para todos.

Pero el cortejo siempre estará ahí. De un modo u otro siempre habrá una serie de rituales previos al apareamiento. Existen en casi todas las especies animales, si no en todas, y ninguna reivindicación feminista va a cambiar eso. Y la ropa no deja de ser un recurso más en ese cortejo. Ojo, tanto para nosotras como para ellos, que también le echan lo suyo de maqueo. Por eso estaría bien que sin dejar de reivindicar nuestros derechos y nuestro afán de igualdad, no nos dediquemos a soltar chominadas por ahí del tipo de ésta que soltó Dolera tan ricamente.

Si las feministas quieren gozar de cierta credibilidad y de predicamento entre la gente es mucho más sencillo que lo consigan si son francas y honestas en sus manifestaciones en lugar de recurrir a absurdas coartadas para justificar comportamientos que son perfectamente lícitos y naturales.

Y ya que estoy con el feminismo, no quiero terminar este post sin dedicar desde aquí unas palabras de respeto y admiración hacia los jueces de la Audiencia de Navarra que han decretado la libertad provisional de los miembros de La Manada y que tienen que llevar escolta para salir de sus casas debido al acoso de otra manada enloquecida, esta vez de tías que han decidido ellas por su cuenta y riesgo lo que es y lo que no es justo, una verdadera jauría humana dispuesta al linchamiento, al ahorcamiento en plaza pública y a lo que le echen. La honestidad y el valor de esos jueces me merecen la mayor de las admiraciones, porque sabiendo lo que se les venía encima tomaron su decisión totalmente ajenos a las presiones externas basándose única y exclusivamente en argumentos jurídicos.

Yo me plantearía muy seriamente qué locura está pasando en este país para que unos jueces tengan que ir por la calle con escolta por hacer su trabajo lo mejor que saben.

martes, 19 de junio de 2018

Lecturas recomendadas 2018

1. Últimos días en el limbo, by Yonka Zarko. Relato autobiográfico en el que el autor nos relata los años iniciales de su adolescencia en un pueblecito vasco durante los años 70. Los estertores del franquismo, la constante presencia de ETA en el ánimo y la vida del pueblo y esos chavales despertando a la edad adulta en un entorno convulso que ya nunca más volvería a ser lo que fue, lo mismo que la propia vida. Los padres del autor además pertenecen a la élite del régimen, muy católicos y profundamente conservadores. José María-Yonka se ve desde pequeño inmerso en una tremenda contradicción entre las ideas y la forma de vida de su familia y lo que se respira en su entorno escolar y social. Un libro entretenido a la par que instructivo. Y ahora que tan de moda están las novelas sobre el País Vasco y sobre ETA ésta plantea una visión distinta, la de un niño confuso y desorientado que no tiene ni idea de lo que pasa.

2. Mapa de los lugares sin nombre, by Tania James.  Linno y Anju Vallara son hermanas y viven en la India. Anju es una estudiante excepcional y por ello recibe una beca para estudiar un año en Estados Unidos. A partir de aquí suceden una serie de acontecimientos que convierten el viaje de Anju en una gran aventura. Una historia preciosa sobre la inmigración, sobre el espíritu de superación y sobre los sueños, los que se hacen realidad y los que no. Y también sobre el amor filial. Se lee de corrido. Y el final tiene revelación sorpresa.

3. La vida negociable, by Luis Landero. Una novela realmente curiosa y para mí un gran descubrimiento este escritor del que no había leído nada antes. Una mezcla de géneros muy lograda, desde la novela de aventuras a la picaresca pasando por el melodrama, el folletín y el humor negro. El protagonista es un personaje de principio a fin, que a veces da risa, a veces miedo, a veces pena... Es difícil catalogarlo y catalogar a la novela pero desde luego es entretenida a más no poder y está magistralmente escrita. Las aventuras y desventuras del peluquero Hugo y su inseparable compañera   Leo no decepcionarán a nadie, casi seguro.

4. Derecho natural, by Ignacio Martínez de Pisón. Una historia llena de encanto, los recuerdos de un niño con un padre actor fracasado que se gana la vida imitando a Demis Roussos y una madre totalmente desquiciada que se ve continuamente superada por la realidad. Ángel con frecuencia se verá obligado a hacer de padre de sus hermanos ante la irresponsabilidad y el egoísmo de sus padres. Es una especie de "Cuéntame" pero con una familia desastrosa que va deteriorándose a los ojos del hijo narrador. Una historia muy bien contada, que mantiene todo el tiempo en vilo al lector, a base de sobresaltos por los avatares y desventuras del clan protagonista. En fin, otro gran descubrimiento Martínez de Pisón del que pienso buscar más cosas por ahí para seguir leyendo.

5. Dientes de leche, by Ignacio Martínez de Pisón. Pues efectivamente busqué más cosas de Ignacio y me encontré con esta joyita de hace años. Definitivamente me gusta este hombre escribiendo. Otra vez la historia de una familia, esta vez remontándose a los años de la Guerra Civil. El patriarca es un voluntario fascista italiano y la historia llega hasta mediados de los 80. El recorrido de Raffaele Cameroni y su familia durante la guerra, la posguerra, los años de la dictadura y la transición. Su mujer Isabel, sus hijos Rafael, Alberto y Paquito, su nuera Elisa y su nieto Juan, Giovanni para el abuelo. Martínez crea unos personajes entrañables, con sus más y sus menos, ninguno es perfecto, todos plagados de defectos pero es fácil empatizar con ellos. Ay, ese Paquito eternamente niño, qué ganas entran de pegarle un achuchón!  Incluso a Raffaele, ese fascista hijodeputa que va envejeciendo ante nuestra mirada, llega un momento que dan ganas de abrazarlo y perdonarlo. Una historia que engancha y conmueve a partes iguales, y que incluso sirve para reconciliarse con el pasado. A fin de cuentas, quién no tiene un facha cabrón en su familia?

6. Agua salada, by Chales Simmons. "En el verano de 1963 yo me enamoré y mi padre se ahogó" . Uno de los mejores principios de novela que yo haya leído jamás, porque además recoge exactamente el sentido último de la historia. Pocas veces un inicio determina tanto un final. Contado desde el punto de vista de un adolescente, con la carga de ingenuidad que conlleva un primer amor, el despertar a emociones desconocidos, la incapacidad de controlarlas, los celos, y todo ello en un entorno paradisíaco, una isla casi desierta en la que los escasos personajes viven inmersos en pasiones amorosas de incierto futuro. Una novela que derrocha elegancia y estilo. A mí me ha recordado un poco a  "El gran Gatsby". Si os gusta ese tipo de literatura os encantará. Además es muy cortita.

7. Naturaleza casi muerta, by Carme Riera. En la Universidad Autónoma de Barcelona desaparece un alumno Erasmus y a raiz de este hecho empiezan a producirse una serie de macabros acontecimientos que serán investigados por el equipo de la subinspectora Manuela Vázquez, una policía entrañable que se implicará emocionalmente y se perderá en la maraña de pistas falsas a las que se enfrenta. Una novela a medio camino entre lo policíaco y lo sociológico, una crítica sutil pero clara de la sociedad en general y del mundillo universitario en particular. Riera es muy amena escribiendo y en todo momento mantiene al lector atento a base de giros argumentales inesperados. Muy irónica en la caracterización de sus personajes, da un buen repaso a todos los gremios: políticos, profesores, alumnos, policías... No deja títere con cabeza. Interesante, aunque a mí el finalme parece un poco chusco, la verdad.

8. Las chicas, by Emma Cline.  En esta novela se recrea la truculenta historia del asesino Charles Manson y su secta. La autora se centra, más que en el líder, en las chicas que le seguían ciegamente y que formaron parte del siniestro grupo criminal que asesinó a varias personas en una mansión de Los Ángeles, entre ellas a Sharon Tate, esposa de Roman Polanski. Un espeluznante suceso que ha sobrecogido y fascinado a partes iguales a generaciones. La figura de Manson ha estado de actualidad en los últimos tiempos debido al reciente fallecimiento del asesino en la prisión donde cumplía cadena perpetua desde aquel crimen, pero a Cline le interesa mucho más qué pudo ocurrir para que unas chicas jóvenes en la flor de la vida terminaran tan desquiciadas como para participar en un hecho tan sangriento. Era finales de los 60, mientras en Europa el mayo francés marcaba la pauta, en USA proliferaban las sectas, las drogas, el amor libre, un deseo de ruptura con la sociedad convencional, con el sistema, y la búsqueda de nuevos modelos de vida. En ese contexto este grupo de chicas, procedentes en su mayor parte de familias desectructuradas, en una edad difícil, en plena adolescencia, encontraron en Manson el revulsivo perfecto para volcar su rebeldía y sus frustraciones. La escritora intenta ponerse en la piel de una de esas muchachas y relatar los hechos desde el punto de vista de una mujer adulta que mira su pasado con la distancia emocional que dan los años. Muy interesante.

9. Patria, by Fernando Aramburu. Pocas cosas se pueden decir a estas alturas de la novela que se llevó todos los premios y alabanzas de crítica y público durante el pasado año. Fue la novela más leída, la más elogiada y además se está rodando una serie basada en ella. Para algún despistado que aún no lo sepa, narra la historia de dos familias vascas enfrentadas, una abertzale con un hijo etarra preso y la otra víctima de la banda. Las dos familias mantuvieron una buena amistad hasta que se distanciaron cuando una de ellas fue señalada con la famosa diana por no pagar el impuesto revolucionario. Una historia opresiva y espeluznante, más aún porque refleja una realidad que muchas personas tuvieron que soportar durante décadas en el País Vasco. Una sociedad en la que se mamaba el fanatismo y sólo había dos opciones: o aliarse con él o ser señalado y perseguido, amenazado y con serias probabilidades de perder la vida. Todos hemos oído hablar de ello pero leerlo es duro y puedo asegurar que no deja indiferente. Una sociedad puramente matriarcal en la que los dos personajes principales son las dos madres, Miren y Bittori, las que llevan la voz cantante en ambas familias. Supongo que a estas alturas la habrá leído todo el mundo pero yo de todas formas tengo que apuntarla entre mis recomendaciones. Es bastante larga pero se lee muy fácil.

10. El fin de la soledad, by Benedict Wells. Salí de la opresiva vida en un pueblo de la Euskadi profunda para entrar en la Alemania de los 80 y los 90, en la historia de unos niños que vivían felices, en perfecta armonía familiar, hasta el aciago día en el que sus vidas dan un giro radical con la súbita muerte de sus padres. La vida que puede cambiarte de un día para otro de la forma más inesperada comienza a ser mucho más difícil para estos tres hermanos que se verán de repente en un internado, privados del cariño y la seguridad de un entorno familiar, intentando sobrevivir cada uno a su manera.Y una preciosa historia de amor entre el protagonista, Jules, y su amiga de la infancia Alva. Aunque hay algún capítulo un poco raro, aviso desde ya de que es muy de llorar. Por lo menos yo lloré un montón.

11. Hombres  desnudos, by Alicia Giménez Bartlett. Vuelvo de Alemania a España, plena crisis. Nuestro protagonista es profesor de Literatura pero ha perdido su trabajo y no soporta su condición de parado. De repente le surge la oportunidad de participar en un espectáculo de estriptís donde ganarse un dinerillo a la par que subir su autoestima. Por otro lado tenemos a una cuarentona de clase alta recién abandonada por su marido. Dos personajes perdidos en la soledad de un mundo hostil que se encuentran y... hasta ahí puedo contar. Premio Planeta 2015, muy bien escrito, muy bien contado y con mucha intriga. Ideal para hacer una peli.

12. La estación perdida, by Use Lahoz. La sinopsis de esta novela dice tal que así: "ésta es la historia de amor entre un buscavidas y una mujer de un solo hombre".  Pues poco más o menos en esas pocas palabras se recoge el argumento. Éste es el libro que yo elegí en "El día del libro" para una ronda de lecturas recomendadas que se grabó en la Universidad. Y lo hice porque la historia de Santiago Cádiar y Candela Paz es de ésas que se viven, con las que se sufre un montón, un poco al estilo de los folletines del siglo XIX o de las radionovelas de nuestras madres y abuelas. De ésas que no puedes soltar, que si las sueltas estás deseando retomarlas, que las vives casi más que tu propia vida, que lloras y ríes y lo pasas fatal con los personajes, que te metes tanto que tú misma te conviertes en un personaje más, en el Pepito Grillo del protagonista. Santiago Cádiar es un antihéroe entrañable, con tan mala suerte como mala cabeza, uno de esos hombres que aúnan bondad y estupidez a partes iguales y a los que la vida les da hostias por todas partes. Os aseguro que si empezáis a leerlo va a ser difícil que lo podáis soltar. Enganchada por completo a Santiago y a su hacedor, Use Lahoz.

13. Piel de lobo, by Lara Moreno. Ésta no es una novela entretenida ni la recomendaría para una agradable lectura veraniega. Es bastante dura pero hay poca acción e intriga. No es como el libro anterior, no hay un argumento apasionante que te enganche. A mucha gente puede que le aburra este tipo de literatura. A mí sin embargo me ha gustado y por eso la añado a esta lista. Es la historia de dos hermanas que pasan el verano juntas en la casa familiar de la playa, en un pueblecito de Huelva. Una de ellas tiene un hijo pequeño, se acaba de separar y lo está pasando bastante mal con la ruptura; la otra es un misterio, una tía rara, un tanto desequilibrada y alocada. Entre ellas la tensión es palpable, hay cosas del pasado no aclaradas, los diálogos son forzados. Lara Moreno va dando pistas a lo largo de la novela pero sólo al final nos descubre qué hay detrás de esa tensa relación. Muy bien escrita, con cierto halo poético, pero ya digo que no es apta para todos los públicos.

14. Todo ese fuego, by Ángeles Caso. Ésta es una biografía novelada en la que Ángeles Caso repasa la vida de las hermanas Brontë: Charlotte, autora de la inolvidable "Jane Eyre", Emily de "Cumbres borrascosas", y Anne,  de "Agnes Grey". Una historia trágica la de esta familia en la que la muerte era asidua visitante pero que sin embargo dio al mundo algunas de las más brillantes escritoras de la historia. Ángeles hace hincapié en la ardua lucha de las hermanas por escribir en un mundo de hombres. Un interesante retrato de la sociedad victoriana y de las dificultades a las que se tuvieron que enfrentar durante su vida estas chicas, pobres pero increíblemente cultas y dotadas de un temperamento artístico y creativo incontenible, lo que la autora llama "todo ese fuego".  Sus novelas fueron una mezcla de elementos autobiográficos y de fantasías con las que conseguían vengarse de la grisura de sus vidas. Una gran historia, bastante bien documentada y apasionante. Quedan ganas de saber mucho más de las vidas de estas desgraciadas criaturas.

jueves, 14 de junio de 2018

Fobias

Hay muchas cosas que odio en esta vida pero hoy concretamente me voy a centrar en dos que últimamente me traen a maltraer:

1. Los grupos de señoras que salen a andar de buena mañana y ocupan toooooda la acera, carril bici incluído.

Nunca me he explicado que haya gente que se pegue el madrugón para salir a andar. Ya lo he comentado otras veces, con lo mal que llevo yo madrugar, que lo hago porque no tengo más remedio, porque si no curro no como, y que haya gente que se levanta alegremente y salta de la cama y se va a la calle por gusto, sólo para andar!!!!!! No lo entiendo, no lo concibo, pero en fin, hay mucha gente que lo hace. Oye, cada cual que haga con su cuerpo lo que le dé la gana.

Pero lo que me toca de verdad las narices es que se empeñen en andar haciendo barrera, tooooooodas juntitas en comanda, ocupando toooooooooda la acera. Ellas no pueden ir en fila india, no. Ni de dos en dos, por parejas, tampoco. Ellas tienen que ir en línea, no se vaya a quedar alguna por detrás, por diossssss!

Cuando voy en la bici y las veo a lo lejos ya me descompongo y empiezo a despotricar interiormente, tal que así:

"Hijasdelagranputa, ya están ahí! No os podíais quedar en vuestra camita durmiendo tan ricamente. Noooooooo, tenéis que levantaros para joderme a mí la mañana. Y no podéis ocupar un cachito de la acera, nooooooooo! Vosotras tenéis que ocupar la calle entera, y si hay carril bici también. La calle es vuestra, no hay más gente, y si la hay que se jodan y vayan detrás de vosotras en procesión. Desaprensivas, malas pécoras!"

No puedo con ellas. Las odio profundamente. Consiguen aflorar mis instintos criminales. Me dan unas ganas locas de acelerar y pasar por encima. Lo que pasa es que ya ves tú, probablemente destrozaría la bici, me mataría yo y ellas seguirían intactas, sin un rasguño, andando tranquilamente y jodiéndole la vida al resto del mundo.  Estoy convencida, porque como todo mal bicho son indestructibles. Indestructibles y destructivas, porque más de una vez he estado
 a punto de palmarla yo intentando esquivarlas o adelantarlas por un cachito de acera milagrosamente libre. Si estoy viva es de pura chiripa porque lo que es ellas aunque les pites o les pidas por favor que se aparten pasan como de la mierda.  Es como si estuvieran pegadas unas a otras con pegamento y no pudieran separarse de ninguna manera.

Las odiooooooooooooo!

2. La otra cosa que no soporto es a esas tías guarras muy escrupulositas que llenan la tapa del váter de papel higiénico para no mancharse y luego dejan el papel ahí puesto para que la siguiente que llegue se lo encuentre bien puestecito y lo tenga que quitar.

Guarraaaaaaaaaaaa!

Por qué tengo que tocar yo TU papel, que lo has puesto TÚ para poner TUS piernas y vete TÚ a saber si no estará salpicado de TU orina?

Es otra cosa que no me explico. Si te da mucho asco sentarte en un váter público por qué no coges un cacho de papel y limpias la taza antes de sentarte en ella? O si lo prefieres lo forras de papel, pero hijaputaaaaaaa, quítalo despuéeeeeeees!

Noooooooo, ellas ni pensarlo. Ellas forran la tapa y cuando se levantan te dejan ahí todo el engranaje que han montado y ahora llegas tú, inocente de ti, meándote viva, y te tienes que poner a quitar toda la parafernalia sin saber si está mojado o qué coño puede haber ahí.

Otras veces las muy asquerosas se molestan en quitar el papel que han puesto pero en lugar de echarlo a la papelera lo tiran dentro del váter y lo atascan. La mayoría de las veces ni se molestan en tirar de la cadena, pero es que aunque lo hagan es tanto el papel que es imposible que se vaya. Se queda ahí, hasta que llegue el personal de limpieza y no quiero pensar cómo, consigan sacarlo. So cerdas!

Hay derecho? No, no lo hay. Esas tías deberían de pillar una cistitis de caballo; o peor, tricomonas. Si en la vida hubiera justicia poética deberían padecer justo aquello que intentaban evitar colocando ese mecanismo infernal.

Son gente mala, egocéntrica, bichos repugnantes, escoria. Lo malo es que no las ves hacerlo y no hay manera de saber quiénes son. Si yo pudiera ver a alguna en pleno acto delictivo es muy probable que la moñeara y le arrancara hasta el último pelo. Pero las muy cochinas cometen sus fechorías en la clandestinidad y es imposible distinguirlas de las demás.

Cerdaaaaaaaaaaas!

Bueno, en fin, hasta aquí mis dos fobias del día. Parece mentira pero después de este pequeño desahogo me siento mucho mejor. Vale que no puedo apedrearlas ni estrangularlas ni acuchillarlas ni atropellarlas pero al menos puedo ponerlas a caer de un burro en mi blog y quedarme a gusto.

Menos da una piedra.

martes, 12 de junio de 2018

Consejo de Ministras

Tenemos un nuevo problema, amigos. Éramos pocos y parió la abuela.

Resulta que el nuevo gobierno está formado por más ministras que ministros y ahora la gente no sabe cómo referirse a las reuniones ministeriales, si decir Consejo de Ministros, Consejo de Ministros y de Ministras o Consejo de Ministras. Tremenda duda, tremenda polémica.

En el acto de toma de posesión de sus cargos, los ministros fueron prometiendo con distintas fórmulas. Algunos prometieron guardar el secreto del Consejo de Ministros pero la fórmula triunfadora finalmente fue la de Consejo de Ministras y Ministros.

Por supuesto la RAE salió inmediatamente a poner luz entre tanta sombra. Para quien no lo sepa aún, la RAE se limita a informar sobre lo que es correcto y lo que no lo es según la norma de la lengua española. No tiene como misión innovar ni proponer cambios revolucionarios. La Academia simplemente recoge esos cambios y los normaliza cuando comprueba que han sido aceptados y asimilados por los hablantes. Los que esperan que la RAE se "modernice" y se adelante a los tiempos es que no tienen la menor idea de cuál es su función. Es como la gente que protesta porque dan en el diccionario alguna definición que consideran ofensiva. Señores, si en la calle se usa la palabra "gitano" despectivamente la RAE no tiene más remedio que recoger esa acepción porque, por ejemplo, si un traductor se encuentra esa palabra en un texto y tiene que traducirla a su lengua va a ir a consultar el diccionario de la RAE y allí debe encontrar que existe esa acepción y que en el lenguaje callejero se usa, nos guste o no.

En fin, la polémica está ahí. Obviamente el uso del femenino genérico en estos casos no está sancionado como norma por la RAE. La cuestión es: podemos los hablantes saltarnos la norma y dar ese salto evolutivo hacia un lenguaje que se adapte mejor a las nuevas realidades sociales? Y mi respuesta es un sí rotundo. De hecho ya lo hacemos en multitud de ocasiones: constantemente inventamos palabras para referirnos a conceptos nuevos, creamos giros que no existían, jugamos con los dobles sentidos... en definitiva, hacemos con la lengua lo que nos da la gana y unas veces nuestras creaciones prosperan y otras no. En este caso lo suyo es que la realidad social se imponga.

Como bien sabéis los que me leéis de antiguo soy bastante guerrillera contra la duplicidad de género. Me parece una aberración sin sentido ninguno. Y en realidad es bastante injusta en la práctica, sólo se usa para los consabidos latiguillos: ciudadanos y ciudadanas, españoles y españolas, trabajadores y trabajadoras, alumnos y alumnas... Pero habéis oído alguna vez que se diga, por ejemplo, corruptos y corruptas? Es que no hay corruptas tal vez? No, lo que no hay en realidad es nadie que se crea en serio estas duplicidades. Se usan para no quedar mal en determinados contextos pero es imposible extenderlas a todas las palabras. Nos volveríamos locos.

Os imagináis una larga enumeración a base de duplicidades de género? Por ejemplo, si decimos "los andaluces, los gallegos, los catalanes y los vascos son los peores conductores entre los ciudadanos españoles". Sencillamente haced el intento de decirlo duplicando los sustantivos:

"Los andaluces y las andaluzas, los gallegos y las gallegas, los catalanes y las catalanas y los vascos y las vascas son los y las peores conductores y conductoras entre los ciudadanos y ciudadanas españoles y españolas".

Horreaurrrrrr!!!!!! Nadie puede hablar así, no se puede obligar a los hablantes a que hagan ese alarde de trabalingüismo ni a que soporten discursos interminables de esa especie. Es evidente que la duplicidad sistemática no puede triunfar en la lengua por una sencilla falta de practicidad.

Otra cosa es que sí se pueda feminizar un sustantivo si existe una mayoría de personas de sexo femenino dentro de un colectivo. Y es aquí donde yo veo perfectamente lícito que en el caso del actual Consejo de Ministros se pueda decir tranquilamente Consejo de Ministras, del mismo modo que feminizamos otros colectivos en los que predominan las mujeres. Y así decimos limpiadoras, enfermeras, matronas, amas de casa, etc., aunque entre esos grupos de personas hace ya tiempo que se incorporaron los hombres de un modo natural, pero siguen predominando las mujeres y por tanto los hombres son incluídos tácitamente en el femenino.

No cabe duda de que es una novedad (agradable y bienvenida) que en un grupo de poder haya mayoría de personas del sexo femenino y por eso creo que es importante evidenciarlo en el discurso. Y hablar de Consejo de Ministras me parece bastante razonable. Mucho más, desde luego, que el horrendo Consejo de Ministras y de Ministros que triunfó en el acto de toma de posesión.

Y si a algunos les chirría mucho esta fórmula de feminización siempre es posible recurrir a un término neutro, del tipo Consejo Ministerial, o bien Consejo de Gobierno. Sería al menos bastante más justo para referirse a una reunión de personas en las que hay un número significativamente mayor de mujeres que de hombres.

El tiempo dirá cuál es la opción que prospera. Sea cual sea, lo que sí sería de desear es que éste no fuera un hecho puntual y que en el futuro la proporción de mujeres en cargos de relevancia fuera cada vez más acorde a la realidad social, donde, no es por nada, pero cada vez despuntamos más.

Y entonces fijo que hasta la RAE se rinde. Amen.

jueves, 7 de junio de 2018

El seductor

Si algo no se le puede negar a Pedro Sánchez son sus dotes de seducción. Es un tipo que, aparte de ser guapo y apuesto pa tirar de espaldas, sabe agradar. Sabe decir las cosas que la gente quiere oír y sabe comportarse como la gente quiere que se comporte. Es un encantador de serpientes y un maestro indiscutible del marketing publicitario.

Así probablemente consiguió convencer a los militantes del PSOE de que era el mejor candidato para presidir su partido y así es como nos ha seducido a casi todos con la elección de los ministros de su gobierno. Bueno, para ser más exactos de las ministras... y algún ministro.

A las mujeres nos ha conquistado al elegir una amplia mayoría de ministras. Y no de ministras florero como aquéllas que elegía Zapatero, muchas de las cuales no tenían más mérito que ser fieles militantes del partido, sólo para hacer gobiernos paritarios porque eso era lo que estaba estipulado.

Por el contrario, Sánchez ha escogido mujeres excelentes, señoras que destacan cada una en su ámbito profesional, tías valiosas, luchadoras, solventes y preparadas. Con eso da un mensaje que ahora mismo está muy vivo en la sociedad: no se trata de paridad porque sí, se trata de visibilizar la excelencia femenina, que existe, está ahí y sólo necesitaba que alguien la sacara a la luz y la pusiera en valor. Chapeau, bello Pedro.

También con su gabinete ha callado muchas bocas. Para empezar, los únicos que están francamernte disgustados son los independentistas. No les ha gustado la elección de Borrell como ministro de exteriores, un tío que se ha significado en los últimos tiempos por manifestarse públicamente en contra del independentismo catalán y por reivindicar, muy en la línea del mensaje de Ciudadanos (recordemos que es el partido que hasta ayer despuntaba en las encuestas), la doble identidad española y catalana de los habitantes de Cataluña. Evidentemente esto no ha sido plato de gusto para Torra, Puigdemont y sus secuaces. Borrell va a pasearse por el mundo contándole a todo el que quiera escucharle que lo del España nos oprime/España nos roba es un bulo como la copa un pino y que el nacionalismo catalán es una ideología que tiene mucho más de fascista y xenófoba que de romántica y revolucionaria.

Con esta elección, que además fue la que se anunció más prontamente, calló todas aquellass bocas que pregonaban que el apoyo de los nacionalistas catalanes y vascos le iba a salir caro al presidente. Y de paso les mandaba un mensaje claro a esos partidos que le apoyaron: oye, que yo no os debo nada, que me ayudásteis porque os queríais quitar de encima a Rajoy pero que yo ni os he prometido nada ni os voy a dar cuartelillo.

Tengo que decir que esto me ha sorprendido hasta a mí, y muy agradablemente. Es verdad que yo ya había augurado que Sánchez, tal como había prometido en la moción, no le iba a dar nada importante a los indepes, pero es verdad que pensaba que iba a marear la perdiz todo lo que pudiera y más para tenerlos contentos y calladitos. Por eso me ha gustado tanto que desde el principio haya dejado las cosas claras y el chocolate espeso. Que su mensaje haya sido tan contundente, porque la figura de Borrell en sí misma es un pedazo de mensaje, y así lo han leído los indepes, que andan por las redes echando pestes del presidente. Otro tanto a su favor importante. Yo cuanto más verde ponen los indepes a alguien más guapo lo veo.

Sólo con estos dos mensajes claros y rotundos ha conseguido el mago Sánchez lo que parecía imposible, que es satisfacer tanto a sus incondicionales como a los votantes de sus dos principales competidores. Con el mensaje feminista ha seducido no solo a las mujeres en general sino al votante podemita, claramente reivindicativo con este asunto; y con el mensaje constitucionalista a la par que europeísta (varias de las ministras las ha traído directamente de distintos cargos en la UE) conquista y guiña el ojo al votante de Ciudadanos, que se caracteriza fundamentalmente por su fobia al separatismo y por su vocación europea.

Ni que decir tiene que a mí, como ex-votante de Podemos y posible futura votante de Ciudadanos, me ha ganado por un lado y por el otro. Y como acérrima militante del anticlericalismo patrio más entusiasta el detalle de prometer la Constitución sin un solo símbolo religioso a la vista me hizo palpitar la pepitilla de orgullo y satisfacción. Que por fiiiiiiiiiiiin (mira que hemos tenido que esperar este gran momento) un presidente prometa con la mano sobre el documento que realmente le compromete con los ciudadanos, independientemente de que en su vida personal pueda ser católico, musulmán, taoísta o ateo, me emocionó enormemente, lo tengo que reconocer. Y ya si sacara de una puta vez la religión de la escuela, sólo con eso, ya tendría mi voto asegurado per secula seculorum, palabrita.

Luego otros detalles importantes que me han gustado: una apuesta clara por la investigación con un hombre de prestigio como Pedro Duque al frente del Ministerio de Ciencia y Universidad; otra apuesta contundente por el medio ambiente y las energías renovables con ese novedoso ministerio de transición energética... en fin, mensajes que oye, me molan. Marcan una tendencia que va por el mismo camino que yo entiendo las cosas.

Tengo que decir que Pedro Sánchez, desde aquel tozudo No es No que hace dos años nos condenaba irremisiblemente a aquella rueda interminable de elecciones sin fin, no ha sido nunca santo de mi devoción. Lo veía como eso, un seductor, un tipo guapo y con labia que se había encabezonado en una postura irracional que nos abocaba al desastre y que era cualquier cosa menos un individuo dialogante, con cintura y ni muchísimo menos con capacidad de gobernar.

No es que mi escepticismo haya sido vencido del todo. Tengo que ver que, aparte de gestos bonitos cara a la galería, gestos que coinciden con mi forma de entender el mundo, este hombre es capaz de hacer política y no solamente postureo. Con sus poco más de 80 diputados lo tiene muy difícil, por muy brillantes que sean sus ministras. Personalmente habría preferido unas elecciones que hubieran permitido un gobierno más fuerte, pero bueno, estoy dispuesta a darle un voto de confianza, una oportunidad. Ha empezado muy bien y se lo merece.

Después de tantos años de ranciedad pepera, de ministras de mantilla, de lazos negros en Semana Santa, de ministros que entonan con fervor  "Soy el novio de la mueeeeerteeeee"... este ejecutivo viene a ser un soplo de aire fresco que da un alivio que pa qué.

Ahora a ver qué es capaz de hacer y qué le dejan los demás hacer. Habrá que estar al loro con los morados y los naranjitos, que se juegan mucho. A poco bien que lo haga Sánchez, como ya predije en mi post anterior, recuperará a muchos votantes que en su día salieron espantados hacia Podemos, pero es que si mantiene una postura dialogante pero firme con el tema catalán también va a recuperar a mucha gente que voló a Ciudadanos por las posturas ambiguas que en algunos momentos ha mostrado Sánchez.

Vienen tiempos muy interesantes y no me pienso perder ni un punto ni una coma. Presiento que os voy a dar bastante la paliza, la que avisa no es traidora.

viernes, 1 de junio de 2018

Nuevas premoniciones

Como habréis podido comprobar, mi premonición sobre la moción de censura a Mariano Rajoy se ha cumplido talmente como la expuse, al menos hasta lo acaecido a día de hoy. Y como he visto que tengo dotes para la adivinación he decidido seguir haciendo análisis político futurible, a ver qué os parecen mis vaticinios.

Sé que a muchos no os gustarán pero qué queréis, es lo que veo. Y lo peor es que no lo veo porque sea una buena pitonisa (aunque si queréis me podéis llamar Aramís,  Rappella,  Bruja Lola o Bruja Inma) sino por puro puritito sentido común.

Empiezo. Me ha llamado mucho la atención la felicidad en las caritas de los podemitas, que después de la moción han empezado a chillar como locos su consabido SÍ SE PUEDE SÍ SE PUEDE! Ya no se acuerdan de los males del bipartidismo ni del PPSOE ni de nada.

Sinceramente su ingenuidad me conmueve, si es que es ingenuidad propiamente dicha y no directamente imbecilidad. Porque con su apoyo a esta moción han cavado su propia tumba. Podemitas, no os enfadéis, os lo explico tal como lo veo.

Sánchez ha dejado bien claro que quiere gobernar en solitario. Normal, no quiere ataduras ni hipotecas con gente con la que lo único que tiene en común son las ganas de echar a Rajoy. De verdad pensáis que este señor no va a aprovechar su estancia en el poder para recuperar a sus votantes perdidos por la izquierda? Le acaban de poner en bandeja su gran oportunidad de volver a hacer grande al PSOE, de convertirlo de nuevo en el partido de referencia de la izquierda, y o este tío es muy torpe o no la va a desaprovechar.

El PSOE ha pasado más de 6 años en una larguísima travesía del desierto por obra y gracia del desastre que supuso la segunda legislatura de Zapatero y su rendición a los mercados. Muchos de sus votantes no se lo perdonaron, y entonces nació Podemos y los salvó de la orfandad política en la que se encontraban.

Pero ahora Sánchez tiene la oportunidad única, además casi sin esperársela, de volver a atraer a esos votantes díscolos que se le fueron. Y no es difícil hacerlo si le sabe sacar el máximo partido a la situación. Si es capaz de aguantar las presiones podría llegar casi a 2 años de políticas lo más populistas posible, políticas que además no podrá llevar a cabo porque el PP no le dejará con su mayoria en el Senado, pero las intentonas serán ampliamente visibles y significativas. Y él dirá "si yo quiero hacer esto y esto y aquello pero los malditos peperos no me dejan", y su público flipará y le devolverá su fe y su fervor. Y a Podemos, que fue durante un tiempo el refugio de esos votantes perdidos, les darán por culo, y volverán a su condición de partido residual e irrelevante, a la IU de toda la vida de Dios.

(Por cierto, que igual entonces decido votarlos de nuevo, sobre todo si se largan los amantes de Teruel, que no puedo verlos, ni a ella ni a él)

En fin, hasta aquí mis premoniciones con respecto a Podemos, que no sé cómo a sus dirigentes no se les han pasado por la cabeza, al menos como posibilidad o como probabilidad. Han pegado tantos saltos y tantos gritos de alegría por quitarse a Rajoy de encima que ni se enteraban del enorme favor personal que le estaban haciendo a Sánchez. Supongo que están esperanzados en que los meta en su gobierno, pero es que aunque lo hiciera, él seguiría capitalizando todas las políticas más populistas. Tengo la sensación de que este tío va a rentabilizar muy bien este tiempo en la poltrona, y todo lo que él lo rentabilice va en detrimento de los otros pobres. Criaturitas, me dan una penilla!

Al mismo tiempo que Sánchez recupera votantes por la izquierda va a ir perdiéndolos por el centro. Los socialistas moderados, los felipistas de toda la vida (que quedan y muchos, porque el PSOE tiene mucho votante viejo que adora los tiempos de Felipe), ésos los pierde fijo en cuanto empiece a hacerle ojitos día sí y día también a los indepes catalanes y a los vascos, que también amagan con empezar a pedir otra vez el derecho de autodeterminación. No digo que les vaya a conceder nada, no lo creo, pero sí que va a marear la perdiz todo lo que pueda y más con eso que tanto le gusta: diálogo, diálogo, diálogo y mucho diálogo. Y dialogando dialogando se pasan estos dos añitos, los tiene entretenidos y más o menos contentos, ellos le regalan públicamente la oreja, y entonces el votante socialista antinacionalista se pilla un rebote de 4 pares de cojones y dice: RIVERAAAAAAAA!

De hecho sé cómo funciona esto porque me ha pasado a mí. Yo siempre he sido votante de IU y en las últimas voté a Podemos, pero soy profundamente antinazionalista y no soporto los guiños y los compadreos con esa gente (tampoco quiero que estén en la cárcel, que conste) y en cuanto empecé a ver cosas raras me volví directamente a mirar a Ciudadanos, que compadrea poco o nada con ellos. Y cuanto más miedo le tienen a Rivera el PNV o ERC o los Puigdecat más me gusta a mí ese señor. No lo puedo remediar, jamás entenderé a una izquierda que se pueda llevar bien con una gente que para mí es clasista y racista a más no poder.

(Nuevo inciso: me refiero a los nacionalismos excluyentes y separatistas. Estar orgulloso de ser español y pegar gritos y ponerse al borde del infarto cuando juega la selección o cuando gana Nadal para mí es como cuando los portugueses chillan porque ganan Eurovisión, algo natural e inofensivo por completo).

En fin, que el PSOE ganará votantes por un lado y los irá perdiendo por el otro. Mi capacidad de videncia no me da como para adivinar si el cómputo final le será favorable o desfavorable, pero bueno, puede que no salga de esto muy perjudicado.

Pero el verdadero beneficiario de todo esto será una vez más Rivera, y vuelvo a repetirlo, no por sus méritos sino más bien por los deméritos ajenos. No tiene que hacer nada, sólo tiene que sentarse  a esperar que la vayan cagando los demás. Le entrarán los votantes más moderados socialistas y le seguirán llegando los fugados del PP.

Es muy probable que después de la moción el PP recupere a muchos de sus votantes. Humillados, cabreados después de este tremendo palo a su orgullo, de los insultos constantes por parte de los otros partidos, de la defenestración brutal de su líder.... En fin, estoy convencida de que muchos han sentido como un bofetón directo en propia cara lo ocurrido y aunque sólo sea por pura vendetta volverán a poner su confianza en el partido.

Lo que pasa es que de aquí a que haya nuevas elecciones les quedan unas cuantas sentencias más, esto va a ser un no parar. Casi todos los juicios que les conciernen están ya en su fase final y va a ser escándalo tras escándalo, sentencia tras sentencia. Salvo los más recalcitrantes muchos se darán cuenta de que aunque consiguieran llegar de nuevo al poder, lo ocurrido podría volver a repetirse mil veces. Es un partido que o se regenera por completo (cosa bastante complicada) o sencillamente será devorado por Ciudadanos.

Así que según mis predicciones el principal beneficiario de todo esto va a ser a largo plazo Ciudadanos, y en menor medida, el PSOE. Volveríamos al denostado bipartidismo pero cambiando un partido por otro, sin más.

Y hasta aquí llega de momento mi poder de videncia. El tiempo dirá si acierto o no en mis predicciones.

Pero vamos, que si no os gustan y queréis una segunda opinión siempre podéis consultar con el maestro Joao, jajajajaja!