sábado, 17 de diciembre de 2022

Condenado el que se ría con Anónimo García

Estaba yo dándole vueltas en la cabeza a escribir mi típico post de estas fechas sobre lucecitas, arbolitos y calor de hogar, imbuida por el espíritu navideño que cada año me invade, cuando de repente me asalta la duda de si debería escribir mejor algo sobre este país nuestro tan peculiar en el que si no te llaman golpista por lo menos tres veces al día es que no eres nadie.

- Golpista!

- Golpista yoooooooo? Golpista tú, que eres igualito a Tejero.

- Golpista yoooooo? Golpista tú, que tienes los mismos pelos de Puigdemont.

En fin, que estaba yo en este dilema cuando me tropiezo fortuitamente con una historia tan terrorífica que escribir sobre cualquier otra cosa ahora mismo se me antoja imposible. Me refiero al caso de Anónimo García, no sé si habéis oído hablar de él. Yo desde luego nunca hasta ahora. Pero siento la necesidad imperiosa de contar su demencial historia.

Anónimo García es uno de esos tipos graciosillos que se divierte haciendo el gamberro.  Típico progre al que le gusta hacer chistecillos sobre el famoso "cabalgar contradicciones" de esa progresía simpática a la que pertenece gustosamente. 

Anónimo es un tío que se autodefine como de izquierdas, ecologista y feminista. Como digo, gusta de hacer gamberradillas, normalmente inofensivas. Con un grupo de colegas suyos, más o menos de la misma condición, crea una formación a la que denominan "Homo Velamine", que se dedica básicamente a hacer performances "ultrarracionalistas", esto es, que pretenden provocar y dar lugar a reacciones que son las que darían sentido a las acciones en sí mismas. Mejor lo explico con ejemplos de varias de esas acciones.  

Una de las primeras cosas que hacen es presentarse en un acto de Esperanza Aguirre con unas camisetas en las que aparece grabada la palabra FEA. Cuando lógicamente son amonestados, ellos revelan que las siglas se corresponden con el lema "Feministas con Esperanza Aguirre". Entendéis más o menos el concepto?

Otros ejemplos de sus actividades gamberriles: idear una aplicación para comprar votos de abstencionistas; crear una agrupación de hipsters por Mariano Rajoy; colgar de una fachada en plena manifestación del 8-M una inmensa bandera de España con el lema "Viva España feminista". Por cierto, este último acto les costó unas cuantas hostias porque un grupo de feministas se subieron al andamio, creyendo que la bandera era cosa de un facha (vamos, los típicos problemas ancestrales de la izquierda con la bandera española) y le arrearon estopa al pobre Anónimo García, que se ve que ha nacido para recibir hostias a cascoporro. Es su sino.

En definitiva, lo que a Homo Velamine le va es la acción estrambótica, epatar a la gente con supuestas contradicciones que no tendrían por qué serlo tanto pero que dejan al personal patidifuso. Hipsters fans de Rajoy? Feministas fans de Aguirre? Feminismo y bandera  rojigualda en el mismo pack? Horror, qué me estás contando???

Bueno, pues hasta aquí las travesuras más o menos indoloras de nuestros amigos los Velamine.  Peeeeero un buen día les dio por tocar un tema "tabú", y ahí la jodieron. 

Ese buen día Anónimo pasea por Pamplona, ciudad a la que va con cierta frecuencia por razones familiares, y se da cuenta de que parece que va paseando por un parque temático de la violación de la Manada. Reconoce perfectamente la plaza donde encontraron a la chica, la tienda que sale de fondo en esas imágenes archirrepetidas de los de la Manada bailando, el portal donde ocurrieron los hechos... Todo ello le lleva a reflexionar sobre  algo que a nadie escapa: el sensacionalismo, el morbo, el abuso de los medios de comunicación con este tipo de hechos. Durante meses habían retransmitido por activa y por pasiva todos los medios, ni uno se libra, imágenes repetidas de los chicos, de los lugares clave, algunos llegaron a escribir titulares del tipo "Los 150 metros de la tragedia"... En fin, ese asquito que dan estas cosas a la gente más o menos decente, aunque luego participemos un tanto hipócritamente de todo ese circo mediático como espectadores.

La  cuestión es que a nuestro provocador amigo García se le ocurre una idea para denunciar ese sensacionalismo morboso, que es abrir una web ofertando algo que llama "El Tour de la Manada", o sea, un recorrido por los lugares ya archiconocidos por el público, acompañados por un guía experto en el tema y con el detalle final de una calcomanía de El Prenda. Vamos, en realidad, esto último del tatu es lo único que no habían hecho ya todos los medios por activa y por pasiva. La idea era hacer que la prensa se escandalizara, pusiera el grito en el cielo, y entonces salir diciendo que todo era una farsa destinada a desenmascararlos por lo que habían estado haciendo todo ese tiempo. Tirando de ironía, de parodia y de sarcasmo, García pretendía poner de manifiesto la hipocresía de los medios y también su desvergüenza en el tratamiento de estos temas. Pero vaya por Dios! La jugada esta vez le salió rana, porque como apunté antes, había dado con un tema tabú.

Tal como había adivinado el amigo Anónimo, los medios no tardaron en saltar con gran indignación por la aparición de esa web que pretendía lucrarse escandalosamente con la desgracia de aquella chica. No faltó uno que no hablara del escarnio del "Tour de la Manada". Ya ves tú, los mismos medios que durante meses habían vendido ese mismo tour a tiempo completo, mañana, tarde y noche. Por supuesto los chicos de Homo Velamine rápidamente salieron de sus escondites, se autoproclamaron autores de la gamberrada y denunciaron a los mismos que les estaban atacando por haber hecho exactamente lo que ellos ahora criticaban con dureza. Pero resulta que esos mismos medios, lógicamente perjudicados por la estrategia, ya no dieron esta parte de la información. Callaron como las putas que son y siguieron hablando de esa web como si fuera algo real y aún existiera, a pesar de que desde el mismo momento en que saltó la noticia fue eliminada, puesto que ya había cumplido con su función.

En fin, todo podría haber quedado en una historia más o menos fallida, no todo lo exitosa que García y sus amigos hubieran querido, si no es porque el tema llega a oídos de la víctima de la Manada y ésta habla con su abogada para denunciar a Anónimo. 

Voy a intentar abreviar lo que sigue porque es muy largo y podría estar aquí con todos los detalles hasta mañana.  Si esta historia ha llegado hasta mí ha sido por un libro que ha publicado recientemente Juan Soto Ivars, un periodista al que sigo con entusiasmo, precisamente porque se dedica a sacar los colores a esta sociedad hipócrita en la que vivimos y porque tiene nulo sentido del corporativismo periodístico. Creo que es el único que se ha atrevido a tratar este asunto. El ensayo se titula "Nadie se va a reír: la increíble historia de un juicio a la ironía", creo que con bastante acierto. Porque es que es lo que es, un verdadero juicio a la ironía.

A pesar de haber explicado lo que pretendía con su acción de todas las maneras posibles, incluyendo los antecedentes de otros actos gamberriles de similar índole como los que ya he relatado aquí, Anónimo García fue declarado culpable en un juicio penal (sí, amigos, penaaaaaal) de un delito de trato degradante a la víctima de la Manada. Ésta es la primera vez en la jurisprudencia española en la que se aplica esta condena penal para un asunto de libertad de expresión. Hasta ahora, salvo por los delitos de enaltecimiento del terrorismo y/o injurias a la corona (recordemos al rapero Pablo Hasel) normalmente si alguien se siente ofendido por algo que se ha dicho se interpone demanda civil. Y así revistas como El Jueves o Mongolia o pirados de la vida como Jiménez Losantos o toda la troupe de Telecirco han tenido que pagar a menudo indemnizaciones millonarias por pasarse siete pueblos con algún personaje. Pero el caso de Anónimo con la víctima de la Manada es único en su especie.

La cuestión es que la chica se sintió ofendida por este acto (no voy a discutir ese sentimiento porque toda víctima puede sentirse ofendida por lo que le dé la gana) y la juez le dio la razón y condenó a García a varios meses de prisión. Luego otras instancias han ratificado la condena y ahora está en manos del Constitucional, que sinceramente espero que acabe con este despropósito. Porque fueraparte que la intención de estos chicos fuera la de atacar directamente la pornografía mediática frente a casos de este tipo y no la de atacar a la víctima, el precedente legal que se sienta con esto es muy peligroso. Por poner un suponer que el mismo Soto Ivars apunta: Roberto Benigni podría ir a la cárcel por una sentencia similar si algún superviviente del Holocausto se sintiera ofendido por la visión que él da de esa gran tragedia en su película "La vida es bella". El propio Miguel Gila podría haber ido a la cárcel por sus chistes de la guerra si se hubiera ofendido alguna víctima de nuestra guerra civil.

Este tío ha sido condenado por una juez basándose en el siguiente razonamiento: yo he dicho tomate pero tú dices que he dicho pepino, y aunque yo diga y demuestre mil veces que he dicho tomate, como tú sientes que yo he dicho pepino yo soy condenado por cómo tú te sientes y no por lo que yo realmente he dicho. Joder, esto es muy peligroso, gente! Que no es lo que yo diga, que es lo que tú piensas que yo he dicho.

En fin, Soto Ivars llegó a este caso a través de su anterior libro, "La casa del ahorcado", en el que trata el espinoso tema de los tabúes. Cuando fue a presentar el libro a Pamplona seleccionó el tema más sensible en aquel momento, el de la violación de la Manada, y para ello tuvo que hacer referencia a lo de "El tour de la Manada".  Durante la presentación contó todos los antecedentes del grupo Homo Velamine que ya he relatado aquí, y así, cuando llegó a la web en cuestión, la gente, que se había reído un montón con las ocurrencias de Anónimo y sus secuaces, entendió perfectamente lo que él había pretendido y se solidarizó totalmente con las intenciones del muchacho. Lo que no sabían es que Anónimo estaba allí, entre el público, parapetado tras su mascarilla pandémica, y que se emocionó totalmente al sentir ese apoyo popular. Porque desde que todo esto ocurrió lo peor fue el ostracismo al que fue condenado. Por parte de la propia sociedad, que lo consideraba casi como un miembro más de la Manada, un individuo sin escrúpulos que había pretendido lucrarse de semejante tragedia. Anónimo casi no se atrevía a salir de su casa, pasó por una etapa acojonantemente oscura en su vida, hasta que aquel día empezó a ver un poco de luz.

Tengo que decir que García, que trabajaba en Greenpeace, también fue despedido. Se ve que la organización se acojonó bastante de que pudieran relacionarla con... ay diooooos, un tipo envuelto en un asunto tan turbio de violencia sexual. A pesar del trabajo intachable que durante años había realizado este hombre, a pesar de los informes totalmente favorables por parte del Grupo de Género de Greenpeace, que lo catalogaron como un compañero ejemplar que jamás había dado muestras de ningún comportamiento machista ni retrógrado ni nada por el estilo, lo echaron y santas pascuas. Vade retro, Satanás! Que te den por donde amarga el pepino. Y García se quedó de patitas en la calle,  condenado por la justicia, por los medios y por la sociedad, convertido en un monstruo y hecho una puta mierda.

Cuando salieron de ese acto en Pamplona, en el que por primera vez en mucho tiempo vio la luz al final del túnel, surgió la idea de este nuevo libro. Soto Ivars le dijo que su historia merecía la pena ser contada y que la gente conociera lo que realmente había pasado. Cómo los medios, los mismos a los que Anónimo había pretendido desenmascarar,  habían ocultado la parte de la verdad que no les convenía, y eso había conducido trágicamente a todo este sindiós. Y de ahí el libro, y de ahí este post, que escribo tras haberme enterado de la historia en un vídeo de mi admirado youtuber UTBH y de haberme quedado ojiplática, pelipúntica y carnigallinácea. 

Todo esto va, en definitiva, de cómo se puede convertir a una buena persona en un puto monstruo injustamente rechazado por una sociedad narcotizada, teledirigida e idiotizada hasta extremos inconcebibles. 

Soto Ivars dedica el libro a la hija de Anónimo, que nació poco más o menos por las fechas de todo este despropósito. Le dice en la dedicatoria lo básico, lo esencial, lo único importante: "Tu padre es bueno".






miércoles, 16 de noviembre de 2022

Tú no sueltes er cubata, que me queda otra patata

Queridos míos, esto es un no parar. No doy abasto para tanto despropósito. Como diría mi admirada Maica Vasco, el manicomio no defrauda.

Si os acordáis, lo dejé el último día en lo de la "reformulación" del delito de malversación de caudales públicos y las posibles consecuencias que podría conllevar respecto a sentencias firmes de casos de corrupción emblemáticos. Pues bien, al día siguiente me entero de la última propuesta que va a presentar ERC para solventar el problema. A saber, que para que no haya lugar a dudas y no puedan beneficiarse del cambio otros políticos condenados por malversación, sólo se cambie en el Código Penal este delito cuando el caudal público malversado se destine concretamente a... "delitos de sedición".

Pues sí, como os lo cuento. Palabrita del niño Jesús. Lo siento, pero mi sisilisco ya no soporta más tocamientos.

Así que el único caso en el que la malversación sería cosilla menor está claro: el único caso de sedición que ha habido desde tiempos inmemoriales, uséase, la declaración de independencia del Procès. Peeeeero además, como el delito de sedición sería derogado y pasaría a ser "Desorden público agravado" pues... blanco y en botella. Sólo falta decir los nombres y apellidos de los condenados a los que se aplicaría esta exención. Pero cucha, que nadie piense que se está legislando "ad hominem", que nadie caiga en el burdo error de pensar que se legisla para beneficiar a Fulanito, a Perenganito o a Zutanito. Que sois mu mal pensaos, coño!

En fin, que no me he recuperado todavía de la impresión, cuando vuelvo a entrar en shock al escuchar la noticia de que están empezando a reducirse penas de agresores sexuales tras la entrada en vigor de la famosa ley del "sí es sí". Madre mía, tengo el sisilisco ya hecho una coliflor.

Por lo visto ya desde las más altas instancias habían advertido al Ministerio de que, tal y como estaba formulada esta ley, podría haber este tipo de problemas. El mismísimo CGPJ, ese sitio donde sólo hay machirulos dispuestos a putear mujeres y a convertir el país en el paraíso de los violadores, había escrito un informe en el que se señalaban los defectos de fondo del proyecto, entre los cuales estaba la posible revisión a la baja de cientos de casos de agresiones en los que, aplicando la nueva ley, se podía beneficiar al condenado.

Al parecer, por lo que he entendido escuchando a unos y a otros, al no diferenciar entre abuso sexual y agresión, sino ser ya todo agresión, la horquilla de las condenas se ha tenido que ampliar, con lo cual la pena se puede quedar en hasta 5 años menos. Naturalmente decenas de abogados se han puesto manos a la obra y han presentado sus recursos, y en solo unos días ya se ha sabido de varios casos de sentencias firmes en las que los jueces han reducido las penas, aplicando la nueva legislación.

Como ya digo, esto había sido advertido previamente por bastantes instancias, pero el Ministerio había hecho caso omiso de estos avisos y había tachado a los agoreros de machistas furibundos, asegurando que ningún caso sería revisado, ni mucho menos ninguna sentencia reducida. Que todo ese ruido era para asustar a las mujeres y desprestigiar al Gobierno.

Leo un tuit de Juan Soto Ivars que suscribo plenamente: "La ley sí es sí no es el problema, dicen, es que los jueces son muy machistas. Pero cuando les avisaron de que pasaría esto los machistas eran los que avisaban. El nivel de soberbia, torpeza y ego de estas señoras es impresionante". Retuiteo ipso facto.

Pues sí, amigos, machistas eran los que avisaron de las consecuencias y machistas son los jueces (y juezas, que por cierto son mayoría) que al aplicar la nueva ley están concediendo y muy probablemente van a conceder esas reducciones.

Y digo yo... pongamos que es verdad. Pongamos que haya una especie de conspiración judicial fascista heteropatriarcal para dejar en la calle a todos los violadores del país y para aterrorizarnos a las mujeres... no sería en ese caso la obligación del Ministerio de Igualdad legislar de una forma tan diáfana, tan exacta, tan clarísima, que ningún juez machista hijoputa pudiera de ninguna de las maneras, pero de ninguna ninguna ninguna, beneficiar a un agresor sexual fundamentando su decisión en esa ley?

Bueno, pues no. Que dicen ellas que la ley está de puta madre, que no hay error ninguno y que aquí lo que hay es una justicia machista heteropatriarcal de siete mil pares de cojones. Y punto pelota. Y aunque ya están empezando a salir por todas partes abogados que dicen que van a recurrir para favorecer a sus representados (incluido el de La Manada, que fue a fin de cuentas el caso que dio lugar a todo este despropósito) ellas siguen erre que erre con que aquí no se cambia ni un punto ni una coma.

Entre esto y lo de la malversación exclusiva por sedición nos va a quedar un Código Penal superchuli, que diría nuestra ínclita Ministra de Trabajo Yolanda Díaz. Pero superchuli de la muerrrrte. Anda que no!

martes, 15 de noviembre de 2022

Que no cuela esta patata? Tú sujétame el cubata

Me gusta escuchar por las mañanas varios programas de radio.  Ayer estaba zapeando por las emisoras y me puse a oír una entrevista de Carlos Alsina a la ministra portavoz. La verdad es que me partí el culo de la risa. Ya escuché hace unos días otra entrevista que le hizo a Patxi López y me pasó tres cuartas de lo mismo. Cómo explicarlo? Es una sensación entre el bochorno, la risa tonta y la incredulidad. Creo que incluso me sonrojo un poco, pero claro, como lo oigo a oscuras no lo podría asegurar.

La cosa iba de lo del delito de sedición, que estos días es la comidilla tanto en la mayoría de programas de radio como en las redes. A mí la verdad es que este asunto me importa un pimiento, no tengo ningún interés en que Cataluña siga estando en territorio español, y si por mí fuera le habría concedido la independencia hace años. En el mismo momento que la pidieron, sin condiciones. Lo siento por los catalanes a los que les gustaría seguir perteneciendo a España, bienvenidos sean a otras Comunidades, pero desde mi punto de vista es imposible avanzar en la vida cuando te están poniendo todo el rato palos en las ruedas, así que tanto a los vascos como a los catalanes como a los navarros yo directamente les pondría de patitas en la calle, y me dedicaría a intentar seguir adelante con la gente que realmente no tiene ningún problema territorial. Que nos quedamos siete? Pues buenos son, pero por lo menos no perderíamos tanto tiempo, dinero y esfuerzo en intentar convencer a nadie para quedarse, chantaje va chantaje viene. Yo para estas cosas soy muy pragmática. Que queréis iros? Pos venga, puerta. Ya estáis tardando.

Bueno, tanto es así que me pasaron hace unos días una encuesta sobre el tema catalán, para ver el grado de compromiso con la causa unionista nacional, todas las preguntas había que contestarlas de 0 a 5 según se estuviera más o menos comprometido y adivinad lo que yo contesté en todas. Exacto! En todas menos en una, que contesté la opción 5. En esa preguntaban hasta qué punto estabas hasta el moño del tema. 

En definitiva, que a mí la integridad territorial de la nación me importa un carajo, vamos. Pero aun así me gusta informarme de los dimes y diretes de esto de la sedición, los indultos, la amnistía y todas esas polladas.  

La ministra portavoz decía que lo de cambiar el delito de sedición por otro tipo penal menos oneroso (concretamente la cosa se llamaría "Desorden público agravado", tócame el sisilisco) era para acercar nuestra legislación a la de los países de nuestro entorno, los de la UE. Y que además eso iba a facilitar las relaciones con Cataluña. Alsina le preguntaba que por qué tanto interés en equipararnos con Europa justo ahora y justo en ese punto y no en muchos otros en los que nuestras leyes difieren también muchísimo. Por ejemplo, la ley del indulto, mucho más estricta en otros países europeos como Alemania, donde sería totalmente imposible indultar a ningún político condenado por corrupción.  Esto también se lo preguntó a Patxi López el otro día y se puso a tartajear. La ministra poco más o menos. Yo me lo paso genial con estas cosas, la verdad. Bueno, y cuando ya le ha preguntado por lo siguiente, lo que en el argot eufemístico del Gobierno se ha dado en llamar "reformulación del delito de malversación de caudales públicos"  (en cristiano, que se puedan ir de rositas por to el morro los que desvían la pasta para usos ilícitos, o sea, para lo que a ellos les sale de los huevos) la señora se ha puesto a hablar de la paz en el mundo como si no hubiera un mañana.

A esta gente le urge hacer un Máster de caradurismo impresionante nivel Dios. Porque a ver, tienen un jefe que les da tropecientas mil vueltas en eso a todos. Sánchez puede decir una cosa y la contraria de un día para otro y defenderla con total convencimiento sin inmutarse lo más mínimo, sin pestañear, sin que se le mueva un solo músculo de la faz. Donde dije digo digo Diego y donde dije Diego ahora digo dije y donde Diego dijo dije digo diga. 

- Oiga, pero usted dijo que de ninguna de las maneras indultaría jamás a los políticos catalanes condenados por sedicion y malversación.

- Ya, pero eso lo dije hace un rato, antes de la siesta. Luego he echado un sueñecito y lo he visto mucho más claro. El indulto mola.

- Oiga pero usted dijo que...

- Ya, pero... patata. 

- Oiga pe pe pe pe pero...

Y nada, se queda el tío tan pancho.

Claro, pero este grado de caradurismo es muy difícil de conseguir. Ese temple de Sánchez, esa apostura, esa seguridad absoluta de que lo que está diciendo ahora es lo que cree fervientemente aunque media hora antes creyera igual de fervientemente justo lo contrario... joder, eso hay que trabajárselo mucho. Y no todo el mundo tiene aptitudes, aunque muchos vayan sobrados de actitudes. La gente tartamudea, se queda en blanco y echa mano desesperadamente del argumentario y lo repite como un mantra, le pregunten lo que le pregunten.

- Oiga, por qué ha dicho que cambiar el delito de sedición hará que los catalanes se sientan más cómodos? Qué relación tiene una cosa con la otra? Se supone que esto era para equipararnos a Europa.

- Eeeeeeeeh... Hummmmmmm... Bueeeeeno!  Es evidente que tenemos que adaptar nuestra legislación a la de los países de nuestro entorno porque esta ley procede del siglo XIX y está obsoleta, porque...

- Ya pero yo lo que le estoy preguntando es por qué dice que cambiando esa ley los catalanes blablabla...?

- Eeeeeeeeh... Hummmmmmmm... Bueeeeeeeeno! Porqueeeeeee... patata.

- Glups!

En fin, ya digo que a mí personalmente todo esto me importa un huevo, y que fundamentalmente con lo que me lo paso bien es con los apuros que pasan. Me encanta ver cómo van con el rollo preparado para soltarlo como papagayos, y cómo se les caen los palos del sombrajo en cuanto alguien se sale del guion previsto. Los políticos son una gente muy graciosa, como muñequitos de guiñol.

Lo malo es que no todo el mundo se lo toma igual de a cachondeo que yo. Es verdad que casi todos los días cuando acaban las entrevistas los tertulianos se suelen echar unas risas a cuenta del entrevistado de turno, incluso a veces hacen imitaciones. Pero luego terminan bastante cabreados por la sensación (bastante cercana a la realidad, creo yo) de que les toman por imbéciles.

Últimamente he notado en bastantes emisoras (naturalmente no progubernamentales) un cierto engrosamiento del vocabulario. Esto de la sedición ha tocado muchas higadillas, pelotas y pepitillas. A Losantos le ha dado por repetir como un mantra la expresión "golpe de estado a cámara lenta" y sus llamamientos a tomar las calles son constantes. Está totalmente desatado, palabrita.

Pero ya lo de la malversación, que según parece obligaría a revisar sentencias tan renombradas como las de los Ere, Noos o Gürtel... ay, amiiiiiigo, eso ya ha mosqueado a mucha más gente, eso sobrepasa con creces las idas de olla del amigo JLo. Eso toca los huevos incluso a los muy cafeteros psoeistas, que andan algunos que ya no saben para dónde mirar. No veo yo a la vil plebe muy dispuesta a tragar por ahí, por mucho que nuestras tragaderas sean ya, a fuerza del constante ensanchamiento, de un inmenso tamaño XXXL. Porque claro, es obvio que todo esto está específicamente diseñado para beneficiar a los políticos del Procès, pero es que de paso podrían salir muy muy muy beneficiados si se revisaran sus sentencias personajes tan queridos por la opinión pública zurda como Bárcenas o Urdangarín, pasando por Julián Muñoz y toda la mafia de la Gürtel. Y eso... eso ya son otros López.

En fin, la gran pregunta es... tendrán cojones? Conseguirán colar también esta patata? Y si lo hicieran... volvería a funcionar la amnesia colectiva en próximas elecciones??? Ahí lo dejo para vuestra reflexión.

jueves, 3 de noviembre de 2022

Lo siento, Su Señoría, la maté porque era mía

Está Twitter bastante revolucionado con el caso del asesinato de la niña Olivia a manos de su madre. Supongo que estaréis al tanto, imposible no estarlo. Es una de esas historias truculentas que de vez en cuando saltan a las noticias y que nos ponen los pelos de punta.

En resumidas cuentas, la madre asesinó a la hija porque la justicia le había concedido la custodia al padre, tras casi seis años de cruenta batalla legal y numerosas denuncias de ella por violencia de género que fueron sistemáticamente archivadas por distintas instancias judiciales. El día que asesinó a la niña era el que tenía que entregarla al padre. Previamente había comunicado al hermano sus intenciones: antes muerta.

Bueno, ya sabéis lo que son las cloacas tuiteras. Como de costumbre, las desgracias sirven tanto a unos como a otros para echar mierda sobre el enemigo. En este caso, como la ministra de Igualdad, que tan al loro está siempre para condenar enérgicamente cuando el asesino es un hombre, no se dio por enterada y no dijo ni mu, ominoso silencio, salieron miles de tuiteros del bando contrario a pedir su dimisión. El sempiterno hashtag #irenemonterodimision. 

La verdad es que las diferencias de criterio con estas cosas según el agresor sea hombre o mujer son tan cantosas que puedo entender la indignación de la gente, pero en mi opinión sobran los motivos y las ocasiones para pedir la dimisión de Montero y del Gobierno en pleno como para tener que usar estas dramáticas circunstancias. Del mismo modo que me da un asco tremendo cuando Montero y sus secuaces usan los casos de hombres que asesinan a sus hijos para adoctrinar y echar toda la mierda posible a "los otros", al PP, a Vox, etc. No puedo decir, por desgracia, que exista la menor sensibilidad con estos temas por ninguna de las dos partes. Son todos buitres y las víctimas les importan un huevo. Ellos sólo ven, tanto unos como otros, la oportunidad maravillosa de arrojar porquería al adversario.  

Pero en esto que, en medio de la batalla cloaquera, con todo Twitter tirando zurullos de un lado al otro, me encuentro con el vídeo de una tertulia, creo que era en el programa de Grisso, en el que un psicólogo (otro día escribiré un post sobre los "psicólogos de la tele", que es un tema sustancioso a más no poder que me tiene fascinada) define lo sucedido con la chiquilla esta como "suicidio ampliado u homicidio por compasión". Literal.

Y ahí me quedo muerta.  Tócame el sisilisco!

Por lo visto para esta pobre señora la idea de que su hija pudiera vivir con el padre era tan insoportable que prefería morir. Pero... cómo iba a dejar a la chiquilla viva en esas condiciones, sin su protección materna? Total, que en un acto supremo de amor hacia su hija decide llevársela con ella al otro barrio. Con quién mejor que con mamá? Claro, si el cabrón del ex no hubiera pedido la custodia de la criatura ella no se habría visto obligada a matarla. En resumidas cuentas, ésta es la teoría del "homicidio por compasión", que enlaza con el consabido mantra del Ministerio de Igualdad de las "madres protectoras".

- A que no tienes cojones si una tía mata a su hijo de echarle la culpa al padre?

- Que no? Sujétame el cubata.

Sí, amigos, me quedo muerta. Al parecer en estos asuntos de matar a los hijos todo depende de lo que lleves entre las piernas. Si eres un tío es violencia vicaria y es un acto de odio feroz; pero si eres una tía es suicidio ampliado u homicidio por compasión, y en definitiva es un acto supremo de amor.

Alguien aquí se ha vuelto loco y creo que no soy yo.

Entre toda la bazofia tuitera consigo encontrar un enlace bastante fiable a un informe del Ministerio del Interior, con sello y todo, en el que se ven unas cifras bastante sorprendentes. Del total de parricidios llevados a cabo en los últimos años, 50, resulta que 26 han sido cometidos por madres y 24 por padres.

Obviamente las motivaciones de todos esos parricidios son diferentes, pero tanto para ellas como para ellos. No creo que todos los tíos que matan a sus hijos lo hagan para joder a la madre ni que todas las tías que hacen lo mismo lo hagan por compasión. En esos 50 casos probablemente debe de haber de todo: adicciones, enfermedades mentales, venganza contra el cónyuge, o simple maldad sin más... en fin, que cada caso será un mundo.

Por eso me resulta tan difícil entender que sistemáticamente cuando es un tío el que lo hace salten como fieras los de siempre, los de la violencia vicaria, a sentenciar, sin tener ni la más remota idea de lo que haya podido pasar. Y al revés, cuando es una tía, automáticamente haya que excusarla de algún modo, incluso si hace falta echándole la culpa al marido. Es más, preferiblemente, echándole la culpa al marido. Es queeeeeeee... si el tío no se la hubiera querido quitar; es queeeeee.... la pobre estaba muy deprimida, la separación la había dejado hecha polvo.

Oiga, un poquito de respeto, para empezar hacia las víctimas, que no merecen gradaciones ni niveles. No merecen ser de primera o de segunda división según te haya matado tu padre o tu madre. Y después un poco de respeto a la inteligencia de la gente. Vale que haya quien se trague todo lo que le echen y vaya repitiendo mantras, de uno u otro bando, como papagayos. Pero creo que somos muchos los que no comulgamos con ruedas de molino, los que sabemos que la vida es mucho más complicada que todo eso y que en cada uno de esos 50 casos tiene que haber una historia distinta. Y que hay hombres malos como hay mujeres malas; y hombres enfermos y mujeres enfermas. 

Y no vale todo en nombre de según qué doctrinas. Ni tiene justificación ninguna lo que hizo José Bretón con sus hijos, o el padre de las pobres niñas de Tenerife, ni lo tiene esta señora, esta "madre protectora", esta "homicida por compasión", ni la madre de la pequeña Yaiza, que la mató porque su marido la había dejado por otra señora, y ella quería devolverle la pelota con lo que más daño le pudiera hacer.

Los que está claro que no tienen culpa de haber nacido con esos padres y esas madres son los pobres chiquillos.

Ya está bien de usar a estas criaturas unos y otros, unas y otras, para sus propios fines de mierda. Al final esos niños nunca volverán, y los únicos que tienen que vivir con eso el resto de sus vidas son los progenitores que quedan vivos y el resto de la familia. Abuelos, tíos, primos, hermanos que probablemente nunca podrán superar ese trauma. Un poquito de consideración hacia ellos, por favor.


viernes, 28 de octubre de 2022

Para los fans curiosones ahí van mis contestaciones

Me pregunta un compañero del curro (el mismo que me preguntaba por Rociito), entusiasta lector de mi blog, que por qué no me presento al certamen de relatos que organiza la institución en la que trabajo. Es algo que ya me ha preguntado antes otra gente, al igual que me han animado a escribir cuentos, incluso novelas... en fin, teniendo en cuenta que los que lo hacen me aprecian como escritora, cosa que valoro y agradezco, creo que les debo una explicación.

Para mí este blog es un hobby. Nunca he pretendido que sea otra cosa ni se me ha pasado por la cabeza dedicarme en serio a escribir, con todo lo que eso conlleva: disciplina de trabajo, tiempo del que no dispongo... etc.  Pude fantasear en mi juventud, como mucha otra gente, con ser escritora profesional, pero luego tomé decisiones que me llevaron por otro camino, y puedo decir que hoy en día tengo un trabajo que me gusta muchísimo, que me permite vivir bastante bien de acuerdo a mis necesidades, que no son muchas, y que en general llevo una vida que podría describir como privilegiada. Lo de la escritura podría haber sido una frustración personal si no fuera porque tengo mis dos blogs y eso me permite desarrollar esa faceta mía creativa sin ningún tipo de agobios ni presiones. Escribo cuando quiero, cuando tengo algo que contar, cuando dispongo de tiempo y cuando me apetece. Y es lo que me hace feliz, que no suponga ninguna carga ni obligación. Eso es precisamente lo que me gusta.

No participo en certámenes de relatos y cosas así porque, para empezar, no soy buena escritora de ficción. Mi espíritu crítico y, sobre todo, autocrítico me impide ponerme a escribir mierdas. Y reconozco que no tengo talento para eso. Sí lo tengo, por ejemplo, para el periodismo. Creo que habría sido una gran articulista si me hubiera dedicado a ese oficio. Pero bueno, ya digo que mi blog me quita ese gusanillo. No necesito más. Aunque igual la vida en algún momento me sorprende y lo termino haciendo ya cuando vaya con bastón, si es que llego. Vete a saber, la vida da tantas vueltas! Pero vamos, que hoy por hoy mi lema vital es muy sanchista, no es no.

Es lo mismo que la cuestión laboral. También este mismo compañero, que es bastante curiosón como podéis comprobar, me inquiere sobre un posible ascenso en el trabajo. Parece ser que se habla, se rumorea, etc., que podría aprobarse en mi Universidad una nueva categoría a la que, por mi formación académica, yo podría acceder. La verdad es que tengo 0 interés. Muy fácil y muy tirado me lo tendrían que poner, en caso de que eso se aprobara finalmente. Por qué? Pues porque yo he llegado en mi vida profesional al absoluto Nirvana. Lo dicho, tengo un trabajo que me encanta y un sueldo más que suficiente para mi estilo de vida. No voy muy sobrada pero jamás he estado en números rojos. Y para lo que son los tiempos que corren me puedo dar con un canto en los dientes. Mis necesidades vitales están más que satisfechas, y encima el summum de los summumes, trabajo a diez minutos andando de mi casa. Hay días que en el rato del desayuno saco a pasear a mi perra. Quién da más? Nadie.

Me siento supervalorada en la biblio. También creo que me lo curro bastante, pero al ser un trabajo que me gusta no me cuesta nada. Soy completamente feliz en este lugar, y en mi vida en general todo transcurre tan peligrosamente balsámico que me da hasta miedo. Ya sabéis que siempre pienso que la tragedia está a la vuelta de la esquina, y cruzo los dedos. No cambiaría mi vida actual por nada en el mundo. Si tuviera la posibilidad de ascender en mi trabajo y cobrar más prácticamente por la cara y sin cambiar de sitio, por supuesto que lo haría. Tampoco soy imbécil. Pero si tuviera que hacer algún tipo de esfuerzo más allá de compulsar unas cuantas fotocopias o si hubiera la menor posibilidad de que me trasladaran a otro sitio, palabrita, ni por mil euros más ni por dos mil ni por cuatro mil. No es no, y punto. No me compensa la pasta. 

Así que ésa es la situación y aquí están mis explicaciones. Seis puntos básicos, para resumir:

1. No voy a dedicarme a escribir otra cosa distinta a lo que ya escribo. 

2. Me siento plenamente satisfecha con mi vida tal y como está.

3. Me importa medio pimiento que se cree nueva categoría laboral o se deje de crear.

4. No voy a hacer ni medio curso inútil y absurdo para engrosar mi curriculum.

5. Tener mi curro a diez minutos de casa es el mayor lujo que nunca pude imaginar. No tiene precio.

6. La vida es bella y de aquí no me echan ni con agua hirviendo.

viernes, 7 de octubre de 2022

No voy a hablar de Tamara, pues la actualidad no para

La verdad es que estaba pensando en escribir un post sobre el caso Tamara-Íñigo Onieva (Íñigo Loniega, como lo llaman en la crónica rosa de JLo) cuando de repente empiezo a oír hablar por todas partes del caso de la residencia estudiantil para pijos que ha sido declarada públicamente como el horror de los horrores de la violencia machista. Y no, no me he podido resistir. 

Qué queréis? Me puede. Yo veo a Ángels Barceló o a Julia Otero terriblemente escandalizadas, con un ataque de ofendidismo feminista agudo y, lo confieso, es como si me pusieran un cohete en el culo. Allá voy como las motos.

Bueno, supongo que estaréis al tanto. Resulta que se han difundido unas imágenes de unos tíos chillando desde un colegio mayor y llamando putas y ninfómanas a las tías de la residencia de enfrente. En principio sólo sale este vídeo y, claro, es como una berrea humana. Ahí un montón de tipos más salidos que el pico una plancha soltando barbaridades, que si os vamos a follar a todas, que si tal que si cual. Da bastante repelús, la verdad.

Bueno, que salen el presidente, todas las ministras, Echenique (sí, el de "chúpame la minga Dominga"), toooooooda la fauna feminista de siempre a poner el grito en el cielo. La violencia machista, intolerable, esos potenciales violadores, esa manada de bestias pardas... en fin, lo de costumbre que suele acompañar a este tipo de historias.

Pero luego sale la segunda parte del vídeo, y ya es cuando te quedas to loquísima, porque en él aparecen las muchachas del colegio mayor de enfrente chillando ellas también a los potenciales violadores, y no parecen estar muy enfadadas ni ofendidas que digamos, sino que yo diría que están participando de la juerga bastante activamente y que se lo están pasando francamente bien.  Yo diría incluso que están burlándose de ellos y retándolos. Probablemente los niñatos estos de familias ricas que viven en residencias estudiantiles carísimas, normalmente de alguna congregación religiosa, tienen estas extrañas formas de divertirse.  Bueno, por mi parte no hay problema, yo los dejaría tranquilamente disfrutar de sus gilipollescas tradiciones hasta que se extinguieran como especie de forma natural.

En fin, de inmediato la prensa en pleno se planta en la puerta de la residencia de las pijas y éstas son interrogadas al respecto. Cómo se sienten, qué les parece que los vecinos de la residencia masculina les suelten todas esas perlas que tanto han indignado a la opinión pública y a las autoridades competentes. Las pijas, bastante flipadas por el revuelo que se ha montado, dicen que es una especie de ritual que se realiza todos los años, que los de enfrente son amigos, que se conocen y que ellas no se sienten en absoluto agredidas ni insultadas ni nada de eso. Que todo este asunto se ha salido de madre y que no entienden el follón que se ha organizado.

Por su parte el director del colegio masculino sale a dar explicaciones. Que él no sabía nada de nada, que se tomarán las medidas pertinentes y serán expulsados los responsables. Al final creo que han expulsado al que empezó la algarada y poco más. Como no podía ser menos, la fiscalía interviene de oficio y procede a investigar los hechos como... oh, cielossssss, posible delito de odio. Sí, flipad. Este tipo de actuaciones no se pueden consentir y hay que proteger a esas muchachas del salvajismo machista de esos energúmenos. Escándaloooooooo, es un escándaloooooooo!!

Escucho por la tarde en "Julia en la onda" a la susodicha afirmar que aunque las chicas no se sientan agredidas el resto de la sociedad tiene que hacerles ver la clase de violencia que han padecido sin ser ellas conscientes. Hay que abrirles los ojos para que se den cuenta de que son víctimas. No importa que ellas piensen que eso era un juego y estuvieran disfrutando tanto como ellos. Julia y toda la gente biempensante de moral intachable considera que eso es intolerable y punto.

El pobre Juan Soto Ivars, que está esa tarde en la tertulia, como siempre en franca minoría, intenta hacerle entender que un rito debe ser leído dentro de su propio código, es decir, que aunque a la gente que no participa en él le pueda parecer absurdo, incluso inmoral, quien está dentro de ese código juega con sus propias reglas. Pone como ejemplo los niños que juegan a policías y ladrones y hacen como que se pegan tiros y se matan. O a indios y vaqueros. O a médicos y enfermeras. Vamos, que no es frecuente que un chaval sea un asesino porque le guste mucho jugar a policías y se infle de disparar y "matar" a sus amigos. Nada de eso convence a Julia ni al resto de contertulios. Esto es ofensivo, esto es inmoral, esto es machista, esto es inaceptable, por muy ritual que sea. Y a esas muchachas hay que sacarlas de su grave error al admitir como normal esa clase de trato vejatorio.

Para Ivars éste es un juego acordado en el que los participantes de ambos bandos ponen sus reglas y las aceptan.  Se han puesto de acuerdo para intercambiar palabras soeces, agresivas en cualquier otro contexto, pero no en éste en el que hay un pacto entre los jugadores. Las chicas defienden a sus amigos no porque sean unas pobres víctimas alienadas sino porque estaban de acuerdo con ellos en llevar a cabo este ritual, que a mí me puede parecer y de hecho me parece de perfectos imbéciles, pero que a ellos les parece superdivertido. No creen hacer daño a nadie, y ciertamente no lo hacen, porque es algo que se repite todos los años y, que se sepa, nadie ha agredido ni violado a nadie a consecuencia de esto. Pues nada, son unas víctimas de violencia machista, tanto si quieren como si no. 

El hecho de que ellas mismas hayan grabado esos vídeos, al igual que ellos los de las chicas chillando al otro lado, y de que año tras año los cuelguen en sus redes sociales y tengan un montón de likes unos de las otras y viceversa no parece importarle a nadie.

Justamente hoy, mira por dónde, ha entrado en vigor la polémica ley conocida como del "sólo sí es sí". Ya sabéis: "hermana, yo sí te creo", mujeres empoderadas, mujeres que sabemos lo que queremos, que no admitimos que nos digan lo que tenemos o no que hacer. En fin, eso, que sólo sí es sí. Salvo que el sí sea a algo que a mí no me guste, claro. Entonces me importa un pimiento si dices sí o si dices pollas en vinagre. Me importa un huevo lo que digas, lo que repitas, lo que pienses y lo que sientas. Y si yo digo que te tienes que sentir como una víctima te callas y te sientes como una víctima. O qué coño te habías creído, so niñata de mierda??


domingo, 18 de septiembre de 2022

La tragedia ha sucedido, la Caneli me ha mordido

Dicen que la calle es una jungla, y para mí desde luego lo es. Un verdadero territorio comanche para el que tengo que armarme de valor antes de adentrarme.

Cuando salgo a pasear por mi barrio cualquiera que me viera podría pensar que soy una borracha 24/7, a tiempo completo. Tal es mi constante zigzagueo de acera a acera sin aparente sentido. Pero ese sentido existe, y aquí lo voy a explicar.

Hay un montón de puntos negros por los que no puedo pasar, algunos por mí misma y otros por mi perra. Lo cual me obliga a estar todo el tiempo cruzándome de acera para evitar los peligros de esa jungla de asfalto.

Yo tengo básicamente dos zonas de peligro que a su vez se diversifican: bares y peluquerías.

Empecemos por las peluquerías. Está la del "estilista", del que ya he hablado por aquí otras veces. El artífice de las dos catástrofes capilares más tremendas de mi vida, la del ahuecador que me dejó como Donna Summer, y la más reciente, la de las mechas, que salí con un rubio a lo Lomana. Ambas veces me fui llorando y juré no volver a acercarme por su puerta. Tal es mi aversión por el estilista que me cruzo de acera sistemáticamente cuando su peluquería está abierta.

Luego está más arriba de la calle otra peluquería a la que dejé de ir cuando el dueño me invitó a una fiesta sadomaso a la que iba con su marido, para que yo asistiera en plan dómina para el público hetero. Yo iba de higos a pepinos a cortarme las puntas, proceso que como mucho podía durar diez minutos, pero al final me tiraba allí la tarde entera con el tipo contándome su vida sexual al completo. Se ve que el tío me tomó cariño cuando se dio cuenta de que yo tenía cierta apertura mental, pero las chapas que me daba no tenían final. Lo fui soportando estoicamente hasta el día de autos en el que me invitó al club. "Eres la dómina perfecta", me dijo. No he vuelto a pasar por delante de su peluquería, porque encima tengo que confesar que le dije que sí. A ver, me cuesta mucho decir que no cuando me proponen cosas, porque no soporto que me den la paliza para intentar convencerme, así que digo que sí a todo y me quito a la gente de encima. Pero claro, luego me tiro años escondiéndome para que no me vuelvan a pillar.

Pasemos a los bares. Concretamente al que eludo con más ahínco.  Éste es un caso parecido al anterior.  No paso por delante porque una vez, un día de éstos tontos en los que te pones a charlar y a contarle tu vida a los camareros, uno de ellos me pidió salir, y claro, le dije que sí, como es mi costumbre. No tenía ganas de liarme en explicaciones mil para excusarme por mi negativa. Porque yo soy incapaz de decir sencillamente "no", o "no quiero" o "no puedo" o "no me apetece". No, yo me lío y me lío, y empiezo "no, mira, porque ahora mismo blablablabla...", y al final termino contando mi vida y milagros y quedo igual de mal o peor que si hubiera dicho un simple "no".  Excusatio non petita accusatio manifesta. Creo que mis padres en ese aspecto no me educaron demasiado bien. Una cosa es ser educada y otra ser imbécil.

En fin, la cuestión es que llevo siglos sin pasar por delante de ese bar. Últimamente le he echado valor y he pasado un par de veces, más que nada porque de eso hace ya 6 años y no creo ni que ese camarero siga trabajando allí. Es más, no creo ni que se acuerde de mí, pero por si acaso, es tal mi pavor de que me recuerde que aquel día le dije que sí que... pues eso, a la acera de enfrente.

Luego están los otros bares, que en mi calle hay seis nada más y nada menos. Nooooooo, no me ha pedido nadie más de salir, no os asustéis. Lo que pasa es que en el barrio hay varios vecinos muy chapas, de ésos que te pillan y es imposible escapar de la paliza mental. Y curiosamente con frecuencia están en las terrazas de alguno de esos bares. Entonces siempre que me es posible intento evitar pasar por delante de esas terrazas. Lo cual se complica bastante en un tramo concreto en el que hay un bar justo frente al otro. En ese caso siempre tiendo a cruzar por el que menos gente haya, jugándome el pellejo a cara o cruz.

En fin, como comprenderéis mis paseos por el barrio son bastante complicados y ese zigzag aparentemente arbitrario tiene un sentido muy específico. Pero todo esto se complica aún más cuando unimos a mis zonas negras las de la Bimba, que es con quien mayormente paseo. Porque tengo que combinar mis fobias personales con las suyas, que en resumidas cuentas son... todas las perras del mundo.

Así pues, yo voy caminando tranquilamente por mi acera, esperando para cruzarme en el siguiente obstáculo, pero veo de lejos a alguien acercarse con otro perro. Si la Bimba sigue tal cual sé que es macho y no hay problema, pero si la veo ponerse tensa y gruñir en la lejanía, ya sé que tengo que marcarme una 3.14. O sea, cruzarme o darme la vuelta o coger una calle lateral. La tragedia se masca en cuanto la Bimba olisquea a una rival. No es que vaya a pasar nada porque yo la llevo atada y bien atada con su correa, pero la verdad, la situación es desagradable. No hay ninguna necesidad de pasar ese mal trago, huyo del conflicto y aquí no ha pasado nada. Así que mis paseos con mi perra son un constante ir y venir para adelante y para atrás, ya digo que aparentemente sin sentido, pero con todo el sentido del mundo.

Y por fin está el peligro último y más acuciante: la Caneli. La Caneli es la perra de las vecinas del bajo de mi bloque. Y no es tanto peligro por ser la archienemiga principal de la Bimba, sino porque sus dueñas se pasan la vida con la puerta abierta y con la perra suelta. Como viven la madre y la hija enfrente una de la otra y la perra va de un piso al otro, pues la Caneli campa a sus anchas por el portal.

Ya hemos tenido algún que otro rifirrafe, pero hasta el día de hoy lo habíamos podido solventar. Antes de entrar al portal yo siempre miro si la Caneli anda por allí, y si está doy un toque y ellas la encierran en alguno de sus pisos. Si bajo y oigo a la Caneli aviso, "que voyyyyyyyyy", y ellas la encierran.  No sé cómo, sabiendo que es una perra asesina, la tienen suelta todo el tiempo, la verdad. Tú ves a la Caneli y te la quieres comer de bonita que es. Chiquita, es un peluche, blanquita, un poco tuerta, bueno, bastante tuerta... supercariñosa. Cuando voy sola sin la Bimba me encanta achucharla y darle besos. Yo la quiero y sé que ella me quiere. Pero vamos, no deja de ser un encantador peluche asesino.  A mi hijo, un día que sacó a la Bimba,  ya le intentó morder, pero como es deportista y tiene los gemelos como piedras probablemente la Caneli se quedó sin diente.

Y a mí me ha tocado hoy. Aparentemente no había peligro en el portal, así que entramos la Bimba y yo tranquilamente, pero justo cuando íbamos a empezar a subir las escaleras se abre la puerta del bajo y sale la Caneli toda enloquecida, como toro por la puerta de toriles. Yo tiro de la Bimba y corro escalera arriba pero la Caneli se me adelanta enfurecida. Levanto a la Bimba con la correa pero veo que la va a morder, que la va a morder sin remedio, y entonces.... meto mi pie entre las dos a modo de barrera. 

Se mascaba la tragedia. La Caneli ya iba toda loca con la boca abierta dispuesta a hincar el diente... y lo hincó. En mi dedo gordo del pie derecho. En la barrera. Y yo con sandalias.

Me hizo la pedicura en un pispás. Menos mal que es un moco de perra, si llega a ser un poco más grande me arranca el dedo. La hijaputa se agarró en plan garrapata y tiró sin compasión. Resultado, el esmalte de uñas rosa se lo ha tragado enterito y me ha abierto una brecha en el dedo por la que ha empezado a salir sangre a raudales. Bueno, no tan a raudales, la verdad. Sangrecilla, no vamos a exagerar.

En fin, me he limpiado, me he desinfectado, Betadine... lo propio del caso. Al rato ha llamado a la puerta una de las dueñas de la Caneli, que es enfermera y no estaba cuando ocurrió la tragedia. Ha subido a mi casa con su arsenal sanitario y me ha hecho una cura del dedo que yo creo que no ha hecho en toda su vida profesional. Ha gastado medio bote de Cristalmina y como doscientas gasas. Me ha asegurado que la Caneli está vacunada de todo y que le hicieron una limpieza de boca con antibióticos incluidos la semana pasada. Que puedo estar tranquila, que de esto no me muero.

En definitiva, estaba cantado que algún día sucedería. La guerra entre la Bimba y la Caneli tiene que cobrarse víctimas, esto es así. Espero que mi dedo se recupere sin problemas, y mañana en cuanto me quite las veinte gasas que me ha puesto la dueña de la Caneli me volveré a pintar mi uña de rosa.

Sin embargo presiento que esto sólo ha sido la batalla inaugural. Una vez que la Caneli ha hincado el diente, quién sabe si no le ha cogido el gusto a la sangre... a mi sangre, y no lo volverá a intentar a la menor ocasión. Menos mal que ahora llega el invierno y me planto las botas de aquí a dos días, y ahí la Caneli se deja los dientes también. Ya os seguiré informando. 

Amigos, mucho cuidado, no son meras palabras. Esto es la jungla.

martes, 13 de septiembre de 2022

Homenajeo a Marías porque adoro sus manías

Llevo tiempo sin escribir, aparte de por la pereza veraniega, la verdad es que hay pocos temas que me motiven lo suficiente como para dejar mis otras aficiones y sentarme a dar la chapa.

Pero no puedo dejar de dedicarle un post a una de mis personas favoritas. Han muerto otros muchos escritores en estos tiempos y no he sentido esa necesidad, pero para mí Javier Marías era alguien muy especial. Y no tanto por su faceta como novelista, que no me llamaba demasiado la atención. Para mi gusto como narrador siempre ha sido muy barroco, demasiado aficionado a la sintaxis embrollosa y a las tramas tortuosas y rocambolescas. Sus novelas nunca me han atrapado y cuando las he leído siempre me ha costado bastante engancharme. Yo como lectora no soy tan exquisita, las cosas como son.

A mí me gustaba mucho más Marías en su faceta de articulista. Durante años lo seguí con fervor. Tenía suscripción con El País y cada domingo acudía con todo el entusiasmo del mundo a comprar El País Semanal, básicamente por él. Tan básicamente que en cuanto me sentaba a desayunar su artículo era mi regalo, era casi lo único que me interesaba de la revista, el aditamento imprescindible para un perfecto desayuno dominical. Marías y mi bandeja. Marías y mi tostada. Marías y mi terraza. Marías y mis piernas al sol.

Me cagaba en to su nación las semanas que dedicaba su artículo al fútbol. Porque aunque lo leía también el tema no me apasionaba, la verdad. Creo que Marías es la única persona en el mundo que ha conseguido que yo lea algo sobre fútbol. Bueno, aparte de mi hijo, que es futbolista, y lógicamente leo todo lo que se escribe sobre él.  Mi hijo y Marías, y pare usted de contar. Ahí termina mi relación con el fútbol.

Y tampoco es que estuviera de acuerdo con él en todo. Es más, yo era una de sus principales víctimas en su famosa faceta de pitufo gruñón destroyer. Javier despotricaba de casi todo lo que yo soy. De los dueños de perros (servidora), de los ciclistas de ciudad (servidora), de los amantes de verbenas y festejos (servidora), de los usuarios de redes sociales (servidora)... Vamos, que rara era la cosa en la que coincidíamos. Pero es que me encantaba cómo refunfuñaba del mundo, aunque ese mundo fuera yo misma.

Sí había algo en lo que me identificaba mucho con él. Algo básico. Ese cierto extrañamiento hacia la gente. Ese sentirse bicho raro. La fobia a la conversación vacua, a la charla insustancial. En cambio, el amor por las reuniones de amigos, de personas queridas. El gusto por las conversaciones interminables con tu gente. El disgusto por el parloteo vano, trivial. En definitiva, eso, ser bicho raro. Y saberlo, y asumirlo. Y también que te dé bastante igual lo que los demás piensen de ti. 

Todo eso me unía a Javier. Más que su literatura, más que su pasión por inventar historias, me unían nuestras rarezas. Porque aunque muchas de sus fobias no fueran mis fobias, incluso aunque muchas de sus fobias fueran yo misma... Ayyyyyyy, cómo le entendía!!  Cómo me hubiera gustado contarle mis ingeniosas estrategias de huida, que probablemente eran muy parecidas a las suyas.

Javier, ya sé que los homenajes están muy manidos y que ni a ti ni a mí nos gustan demasiado. Pero me da igual, tan igual como te daba a ti lo que pensara la gente que no era tu gente, tan igual como me da a mí lo que piense la gente que no es mi gente. 

Yo necesitaba decirte todo esto. Tú y yo sabemos que no estás en ninguna parte y no lo puedes leer, pero también sabemos que decirlo consuela. 

Y mucho.

Adiós amigo. 

Firma: Perrófila, ciclista, fiestera y tuitera.  Amos, lo peor.

sábado, 3 de septiembre de 2022

Vocabulario de base pa seguir este desfase

Queridos amigos, ya sé que he estado un poco perdida, pero el verano es así, me dispersa una barbaridad. No obstante he seguido muy pendiente de las idas y venidas de Rociito y sus movidas familiares, que han copado buena parte del salseo televisivo. Y como no sé si estáis al tanto o no de todo esto me ha parecido necesario aportar un vocabulario básico sobre el tema, por si os metéis en Twitter o leéis algún artículo al respecto y queréis enteraros de algo.

Como sabéis, hay dos mareas que luchan a muerte en Twitter. Son la marea fucsia, partidarios de Rociito, y la marea azul, detractores cien por cien. Yo no pertenezco a ninguna de ellas pero simpatizo grandemente con los azules porque Rociito me parece un tostonazo de tía, además de piradísima y malafollá nivel Dios. Así que aquí va mi vocabulario elemental.

ALIMAÑAS. Es como llama Rociito a la familia de su difunta madre, y en general a todo el mundo que a ella le cae mal.

APOYOROCIO. Es el hashtag que usan a diario en Twitter las seguidoras de Rociito, seguido del día y de la inicial del mes. Trending Topic a diario.

CAMPURRIANAS. María Teresa Campos y sus hijas Terelu y Carmen Borrego. Amigas de Rociito y  defensoras a ultranza de su causa.

CARRASCOÑO. Es como se conoce entre las fuerzas rebeldes a Rociito, por su inquietante propensión a hablar de su coño y del de otra gente. Que si aquella no tiene coño, que la otra sí, que si mis hijos han salido de este coño. Más o menos cada cuatro palabras cae un coño, de ahí el sobrenombre.

DOCUFAKE, DOCUKAKA, DOCUTROLA, DOCUTRUÑO, etc. Dícese de la documierda de Rociito.

EL SER. Es como llaman Rociito y sus fanáticas a su ex-marido, Antonio David Flores.

FÁBRICA DE LA TROLA.  Es como se conoce entre la tropa azul a la productora de los docutruños de Carrascoño, "La fábrica de la tele".  Término acuñado por Federico JLo en su "Crónica rosa".

GUSILUZ o GUSINLUZ. Alias de Fidel Albiac, marido de Rociito. Ella dice que es un ser de luz. Término acuñado por la simpar youtuber Maica Vasco.

JAURÍA. Según Carrascoño, la familia de su madre. (Véase ALIMAÑAS)

MALDICIÓN DEL GUSILUZ. Es como llaman Maica Vasco y sus seguidores a la maldición que recayó sobre los colaboradores de la Fábrica de la trola desde que Carrascoño y su Gusiluz, la pareja Iberdrola, apareció por allí. Accidentes inexplicables, escayolas a cascoporro, desprendimientos de retina, cogidas de toros... una serie de acontecimientos sólo entendibles desde un gafamiento de altísimo nivel.

MAMACHICHIL. Perteneciente o relativo a las mamachichos.

MAMACHICHOS o MAMACHICHIS. Dícese de los miembros, mayormente femeninos, de la marea fucsia, defensora de Rociito. El término fue acuñado por la youtuber Maica Vasco por ser una buena representación gráfica del nivel neuronal del colectivo fucsia.

NINICOÑO. Es como se conoce entre los rebeldes a Rociito, por haber sido una nini toda su vida y además tener todo el día el coño en la boca. (Véase CARRASCOÑO)

PAREJA IBERDROLA. Rociito y su marido Fidel Albiac. Término acuñado por Maica Vasco que hace referencia a Albiac, según Rociito, un ser de luz. 

PAREJA IBERTROLA. Variante de la anterior, pero en conjunción con la Fábrica de la trola.

TRINKERS. Es como llaman las mamachichos a los de la marea azul, detractores de Rociito. Se refieren al ex-marido de la susodicha, Antonio David Flores, que era Guardia Civil y fue expulsado del cuerpo por quedarse con el dinero de las multas. De ahí "trincamultas" y de ahí sus defensores, los "trinkers".

VIOLENCIA VICARIA. Es el mantra de las mamachichos cada vez que ven una foto en Instagram de la familia Flores (la de Antonio David) haciendo algo juntos. Dicen "violencia vicaria, violencia vicaria" y ponen ellas una foto al lado de José Bretón o de cualquier otro cabrón que haya asesinado a sus hijos. Para ellas colgar en IG o en Facebook unas fotos familiares montándote en los cacharritos en la feria de Málaga viene a ser más o menos como asesinar a tus hijos y quemarlos o tirarlos al mar. Y por supuesto el sufrimiento de Carrascoño al ver esas fotos de sus hijos divirtiéndose felizmente es equivalente al de las madres de esos niños asesinados. En fin, ya os digo que las mamachichos están como putas cabras, un colectivo muy perjudicado neuronalmente.

YOMEREBELO. Es el hashtag que usan a diario los de la marea azul en Twitter, seguido del día y la inicial del mes. Trending Topic casi todos los días y revolcón a las fucsias.

Pd. Este vocabulario lo iré ampliando según me vaya acordando de nuevos palabros sobre la materia.

Pd2. Para quien esté más interesado en profundizar (advierto que esto es todo un mundo paralelo y que se sabe cuándo se entra pero no cuándo se sale porque es altamente adictivo) recomiendo los vídeos de dos fantásticos youtubers, Albert Domenech y Maica Vasco, ambos analistas de salseo. Albert es periodista y más seriecito, pero con Maica te partes el culo de la risa.  Su frase favorita es "el manicomio no defrauda". Una verdad como un templo.

martes, 26 de julio de 2022

Qué locura, qué pereza! No me cabe en la cabeza

Amigos, llegan las vacaciones y no podía faltar mi post reivindicativo de costumbre sobre los placeres del verano cordobés.

Prometo que no pensaba hacerlo este año. De verdad, llegué a creer en un momento dado que después de la pandemia la gente se había relajado un poco y que quizás la humanidad tenía algún remedio. Que no volverían a repetirse las imágenes dantescas de playas abarrotadas y aeropuertos petados, de gente, gente, gente y más gente hacinándose por todas partes.

Me equivoqué, no tenemos remedio. No es que no se hayan vuelto a repetir esas imágenes... es que se repiten multiplicadas por mil. Todo el mundo se ha vuelto loco otra vez por hacer las maletas y salir pitando a aglomerarse como chinches en la costa como si no hubiera un mañana.

Nunca he comprendido cómo es posible que nadie se pueda sentir a gusto en una playa, sombrilla contra sombrilla, con cientos de personas alrededor, bañándose en ese agua turbia y asquerosa, que el que no se ha meado dentro es que se ha cagado. 

Seamos sinceros. Ir a la playa es ir a emborrizarse en plan cerdícola. La mezcla crema solar-arena es muy similar a la mezcla huevo-pan rallado con la que se untan los filetes antes de echarlos a la sartén.  De verdad la gente disfruta haciendo eso???? En serioooo????

La última vez que fui a la playa (por exigencias del guión, como siempre) me tiré como dos días para quitarme la arena de las orejas y del pelo.  Por más que me frotaba y por más agua que me echaba no dejaba de encontrarme de vez en cuando un granito por alguna parte. 

En  definitiva, que nunca lo he entendido y nunca lo podré entender. Cada día tengo más claro que ésta es una especie a extinguir. Y no ya solo por todos esos gilipollas que se hacen selfies conduciendo a 200 por hora o grabando a un tigre de Bengala mientras se lo está comiendo; todo esto empezó con la gente que convirtió en algo asumible e incluso deseable ir a la costa a convertirse en tempura de carne humana. Y encima luego vuelven renegridos como conguitos, con unas pintas que... ufffffff!! Que se creerán que están bonitos y todo.

En fin, lo bueno de todo esto es que, gracias a esa tendencia colectiva al emborrizamiento playero, mis vecinos al completo se largan todo el verano y una vez más tengo la piscina y demás zonas comunes para mí solita. Mientras ellos se pegan codazos demencialmente con otros bañistas en las playas de rigor y se embadurnan de arena hasta las pestañas yo me solazo y me recreo tan ricamente tumbada en el césped, libro en mano, remojándome en aguas límpidas y refrescantes y felicitándome a mí misma por no participar en locuras colectivas de ese calibre. Ellos contentos, yo contenta. Hogar, dulce hogar! 

lunes, 25 de julio de 2022

A este sueño de verano se le ha ido un poco la mano

Me preocupa un sueño que he tenido esta noche.

Resulta que he quedado con un toro en el monte. Yo llego montada a caballo y el toro está allí, esperándome en la lejanía, y de repente nos lanzamos uno contra el otro. Bueno, yo no, mi caballo.  Después de unos cuantos lances, remoloneos, dimes y diretes, el toro cornea al caballo y yo a mi vez pincho al toro con una puntilla.

De repente mi caballo se convierte en un torero, saca una pistola y dispara al toro, pero el toro a su vez saca un cuchillo y se lo clava al torero en pleno pecho. Y aquí viene lo fuerte de verdad, lo que me ha dejado loquísima. Están los dos agonizando en la arena y en esto que el torero saca una especie de tubo de plástico con dos aberturas y se mete él una en la boca y le mete la otra al toro.

He abierto los ojos espantada ipso facto. Obviamente el sueño se ha salido de madre, se me ha ido de las manos. Es lo que pasa con algunos sueños, que llega un momento en que el desmadre ya sobrepasa todo lo oníricamente aceptable y te despiertas sobresaltada. Porque a ver, qué coño tengo que tener yo en mi cabeza para soñar que un torero saca un tubo de plástico y se mete él en la boca un extremo y le mete a un toro el otro? Qué nivel de taramiento mental tengo que tener para soñar cosas así? Chifladura máxima nivel Dios.

Cuando sueño cosas delirantes de este tipo siento la necesidad de dejar constancia escrita porque pienso que si algún psiquiatra pasa por aquí igual por fin descubre por qué mi psique es tan sumamente inquietante.

O igual es que con esta acumulación de noches tórridas tropicales se me han terminado de freír las pocas o muchas neuronas que me quedaban. Que también podría ser.

sábado, 2 de julio de 2022

El que al insomnio le tema, aquí tiene mi sistema

A raíz de mis últimas recomendaciones literarias, en las que algunos me han hecho notar que me refiero a mi insomnio crónico con cierta frecuencia, he sido invitada a escribir algún post sobre este interesante tema. Pues bien, acepto el reto.

Yo soy insomne sólo de unos años a esta parte. Creo que es algo muy propio de la edad. Durante toda mi vida he dormido como un lirón, bien es verdad que me ha gustado mucho más el trasnocheo que el madrugueo y que nunca me ha dado pereza acostarme a muy altas horas de la madrugada pero sí levantarme a esas mismas horas, incluso unas pocas después. Es algo que me sigue pasando, creo yo que va en mi naturaleza. Dicen que hay personas búhos y personas alondras, según les guste más la noche o la mañana. Yo sin duda alguna soy búho total. (Ahora seguro que hay alguien que piensa en el chiste de los buhitos, el de "culo, niño, he dicho culo". No falla)

En fin, mi manera de afrontar el insomnio es el de no hacerle ni puto caso. Al principio me agobiaba un poco cuando me despertaba a las 4 de la madrugada y ya veía que no me iba a volver a dormir ni palante ni patrás. Sobre todo cuando tenía que madrugar. Pero con el tiempo revertí la perspectiva y empecé a tomármelo como una oportunidad de hacer cosas que durante el día no tengo tiempo de hacer. Por ejemplo, ahora me dedico a leer por las noches. Y de este modo estoy leyendo mucho más que en los últimos años. Porque durante el día, entre unas cosas y otras, que si el trabajo, la perra, el guasap, las series, los youtubers, el puto Twitter que me tiene loca... cuándo lees? Pues normalmente cuando almuerzo en el trabajo o por la noche, dos minutos antes de quedarme sopa total. El insomnio me está dando la oportunidad de ponerme al día con mis lecturas. Si me despierto a las 4, me levanto a mear y a los diez minutos veo que no me he vuelto a dormir, ya paso de locuras de vueltas y más vueltas en la cama. Directamente enciendo la luz (ventajas de la soltería), agarro mi libro y me pongo a leer, a menudo hasta el amanecer.

A veces me entra sueñecillo a eso de las 6.  Normalmente a esa hora pongo todos los días la radio para escuchar a Fede JLo. Sí, amigos, la vocecilla de Losantos me adormece, y sobre todo sus broncas matutinas al político de turno. Ya he comprobado que los otros locutores de radio lo que hacen es despertarme aún más con sus arengas, pero Federico consigue adormecerme con su vocecilla de enanito gruñón y con su célebre frenillo. Es más, tengo que confesar que con él suelo entrar en una especie de duermevela muy placentero, estoy entre el sueño y la vigilia, y a menudo él mismo entra en esos entresueños. Por ejemplo hace unos días soñé que yo era Macarena Olona, y era porque él le estaba echando una bronca tremendísima por el desastre de la campaña andaluza, y entonces yo me convertí en ella en mi sueño, y estaba todo el rato intentando justificarme con él para que dejara de darme la paliza. Pues aunque algunos podáis pensar que esto es estresante yo me despierto de muy buen humor, me da la risa de pensar que por un rato me he transmutado en Olona y me he tragado la tremenda chapa del elfo terror de las ondas.

En definitiva, que mi insomnio, ya crónico, se ha convertido en un divertimento más. Y si tengo que madrugar y voy a trabajar un poco zombi me da igual porque sé que después me voy a pegar una siesta de caballo, y que me importa un pimiento dormir de noche o de día, el caso es dormir.

Hay mucha gente que se obsesiona cuando no puede dormir. Creo que es una gilipollez, y sobre todo, algo muy contraproducente porque en esta vida cuanto más te obsesionas con algo más te pasa. Esto es así. Que te sudan los sobacos y te agobias? Pues más te sudan. Que tartamudeas y te agobias? Más tartamudeas. Que engordas con el aire y eso te agobia? Más engordas. Que no pegas ojo por las noches y te agobias? Da por seguro que no vas a dormir ni media hora. Es de manual de supervivencia, jamás agobiarse por nada. Tomarlo con la mayor naturalidad posible y sobrellevarlo con dignidad y estoicismo.

Como dijo el sabio, "y yo lucho y yo lucho y después siempre me ducho". Pues eso, esto no es filosofía barata de mercaíllo (aunque yo no tengo nada contra los mercaíllos, al revés, soy fan total y usuaria habitual, pero no para esto de la filosofía). Esto es sabiduría ancestral, más sabe la diabla por vieja que por diabla.

Amigos, si no podéis dormir no os agobiéis lo más mínimo. Tampoco os vayáis corriendo al frigo a zamparos las sobras de la cena y a poneros morados de helado. No, ésa no es la actitud. La actitud es haceros amigos de vuestro insomnio y pensar que si no dormís ahora ya dormiréis cuando podáis. Aprovechad para hacer algo que os guste, por supuesto algo que no signifique una pesadilla para el resto de la familia ni para los vecinos (lo digo por los aficionados a tocar la trompeta o la batería. Ese tipo de aficiones no, por favor). 

Y si todo os falla siempre os podéis poner los podcast de Federico JLo y entrar en trance y convertiros en Macarena Olona, Rajoy, Casado, el Emérito, Sánchez, Irene Montero o cualquiera de los desgraciados a los que les toque el turno de la fedebronca diaria. Palabrita que después de uno de esos rapapolvos sin compasión se levanta una como nueva. Como diciendo: "hosssssstia, después de esto, el resto del día sólo puede ir a mejor".

Y normalmente va a mejor. De verdad.

viernes, 1 de julio de 2022

Cuidao con los regalitos, que pueden salir caritos

ESCENA 1ª (Preliminares)

- Oye, tú qué piensas regalarle al niño por su cumple?

- Pos la verdad es que no sé. Quedan todavía cuatro meses.

- No, es que estaba yo pensando que con lo que le gusta el tema culinario le podía regalar una comida para dos en el Aponiente, pero luego he caído en que igual te quieres apuntar.

- El Aponiente qué es?

- Es un restaurante de El Puerto de Santa María, muy renombrado, con nosecuantasmil estrellas Michelín. Es una pasada. El tío de las algas, lo has tenido que escuchar seguro. Sale mucho en la tele.

- Ah, el de las algas, sí, ya sé. Y cuánto vale el cubierto?

- Vale 140. Pero es que el otro día lo estábamos viendo en la tele y él comentó lo que le gustaría ir y yo pensé que sería un regalazo.

- Jo, qué pasada! 140! Pero la verdad es que sí, que a él le va a encantar. Y yo también quisiera ir. Podemos regalárselo a medias y luego cada cual paga su cubierto. Nos sale el regalo pelín carillo pero mira, para regalarle una mierda al chiquillo... Venga, vale, haz la reserva.

- Ya nos quedaríamos allí ese día. Pillo un apartamento?

- Claro. Entre unas cosas y otras por cuánto nos saldría la broma?

- Unos 600 pavos. Qué te parece?

- Vale, 300 por barba. Merece la pena. La vida está pa vivirla, qué coño!

ESCENA 2ª (Aponiente, 4 meses después)

- Madre mía, qué pasada!

- Esto es espectacular. 

- Estamos en un molino de agua auténtico, rehabilitado!! Me muerooooo!!

- Pero qué me dices de la comida? Tú has probado algo más bueno en la vida?

- Y yo que pensaba que el Quisco o el Recomiendo eran lo más de lo más. 

- Y la de gente que hay aquí trabajando! Claro, así se entiende lo de los 140 por cabeza. Es que para pagar todo esto... Mira, si parece un ballet, unos para acá, otros para allá... Qué sincronía, por favoooor!!

- Joer, qué pedazo de regalo! Yo nunca me pude imaginar venir a un sitio como éste!

- Por nuestro repollo lo que sea. Ay mi niñooooo, lo que le gusta a él una buena comilona!

- Y luego la sumiller... qué tía! Cómo entiende de vinos! Menos mal que cogimos el menú sin maridaje, que aparte de la mitad de barato, pruebas un poco de todo.

- Los vinos van incluidos en el menú, no?

- Hombre, por supuesto! Si no ya nos lo habrían dejado claro.

- Madre mía, qué pasada de sitio! Esto desde luego se queda pa nosotros. De qué y de cuándo nos íbamos a pensar que íbamos a venir a un sitio como éste nunca en la vida? Esto no tiene precio, la vida es bella. Brindemos! Oiga, por favor, nos pone otra copita del mismo vino?

ESCENA 3ª (La cuenta)

- Pero bueno, qué te pasa? Estás blanco como una puerta. Me voy al baño un momento y cuando salgo te encuentro con cara de muerto.

- Que qué me pasa, que qué me pasaaaaaaaaa????????

- Mamá, por favor, vámonos, y hablamos fuera. No le digas nada ahora mismo.

- Sí, vámonos vámonos, que me va a dar algo.

- Pero qué ha pasao, coñoooo? 

- Que qué ha pasaoooooo? Que qué ha pasaoooooooo?? Que resulta que nos ha salido por casi mil pavos!!

- Pero qué me diceeeees? Pos no era 140 por barba?

- Eso creía yo. Pero no. Resulta que el menú era con maridaje. Por eso la sumiller estaba todo el rato dando vueltas y trayéndonos vinitos.  280 por cabeza, y aparte el IVA!!

- Hosssstiaaaaaa, me quedo muerrrrrrrta!! Mátame camión!!

- Como te lo cuento.  Vámonos de aquí ahora mismo, que no respondo.

- Mamá, papá, no os preocupéis, que yo pago la mitad. No puedo permitir que...

- Quieto parao! Tú no pagas aquí na de na. Esto es tu regalo de cumple y los regalos no se pagan.  Pagamos nosotros, que pa eso te hemos invitao. Pos sólo faltaría eso!

- Pero mamá, que yo sé que esto es...

- Que noooooo! Mira, vámonos, nos damos un paseo, nos sentamos tranquilamente, nos tomamos un copazo para asimilar la cosa y verás cómo dentro de un rato nos estamos tomando esto a risa.

- Tanto como a risa...

- A risa, te lo digo yo, que soy tu anciana madre y sé de la vida.

ESCENA 4ª (Al rato, cocktail en mano)

- Madre miiiiiiía, menos mal que nos hemos pegao el palo al final y por lo menos hemos disfrutao de la comida.

- Mirad, chicos, esto hay que plantearlo de otra manera. Si hubiésemos sabido lo que costaba el Aponiente no habríamos venido jamás en la vida. Nos habríamos perdido esta comilona impresionante. Si lo hemos hecho es porque estábamos en Babia. Nos lo hemos pasado bien? Sí, mejor imposible. Hemos vivido una experiencia inolvidable? Totalmente. Y ahora más inolvidable todavía. Pos mira, que nos quiten lo bailao! Esto es lo que nos llevamos p'alante!

- Pos es verdad. Vamos a brindar ahora mismo. Por el Aponiente! Por el Puerto! Por el cumple de mi niño! Y porque... estamos tan agustitooooooooo!!

- Joder, queridos padres, nunca en la vida he tenido ni tendré un regalazo como éste. Sois unos crack.

- Bueno, nunca se sabe. Lo mismo nos toca la lotería y el año que viene te invitamos al Can Roca o al Arzak.

- Venga, mamá, no te vengas arriba.

- Me vengo, me vengo. Ya nos estoy viendo en el Can Roca dándolo todo. Y esta vez sin sorpresas de última hora.

- La verdad es que ha sido una experiencia alucinante. Lo bien que nos lo hemos pasado!

- Y lo bien que nos había caído la sumiller, hasta que nos enteramos del pastizal que nos estaban clavando por los vinitos de la tierra! 

- Y lo agradable que era todo el mundo!

- Joder, y lo bueno que estaba todo!

- Y además qué coño, que la paga extra está al caer!

- Papá, tenías que haberte visto la cara de muerto que se te puso cuando te trajeron la cuenta.

- Es que no somos gente espabilá. Porque podrías haber hecho como que te desmayabas, con los ojos vueltos, como que te daba una indigestión y luego amenazar con ponerles una demanda. El simpa perfecto. 

- Jajajajajajaja, mamá, siempre tienes grandes ideas! Pero a destiempo.

- Te dije yo que al final nos echábamos unas risas?

- Si es que eres mu vieja y mu pelleja!

- Diiiiiiiigo!!


martes, 28 de junio de 2022

Creo yo que la bañera explica la vida entera

Estoy viendo una serie bastante chula que aprovecho para recomendar a mi selecto club de seguidores. Se llama "Los Durrell" y va de una familia inglesa, allá por los años 40, que decide trasladarse a la isla griega de Corfú.

Bueno, no hace falta decir que el paisaje y la fotografía son una pasada. Y las aventuras de nuestros amigos Durrell son lo que podríamos definir como "entrañables". La historia está basada en la autobiografía del menor de los hijos, que resultó ser un importante zoólogo y naturalista. No he leído el libro pero promete, a juzgar por la serie.

La cosa es que hay un episodio en el que se celebra el cumpleaños de nuestro amigo naturalista. Y en él se habla de algo que me ha parecido interesante para un post: "el síndrome del hermano menor".

Este síndrome consiste básicamente en que el hermano menor se lleva todas las mierdas. Como que no sale demasiado beneficiado en la vida.

Y yo en el mismo momento en que lo vi identifiqué claramente el fenómeno. Y aprovecho para contar aquí en este blog lo que muchas de las personas que me conocen ya saben, porque esta historia la he contado por activa y por pasiva mil veces entre mis allegados.

Podríamos decir que la infancia de mis hijos es bastante esclarecedora sobre el modo en el que los niños se crían en las familias según su orden de llegada. Y en mi caso hay dos elementos sumamente ilustrativos: la bañera de bebé y los álbumes de fotos.

Empecemos por la primogénita, Julia. Cuando Julia nació no había casa para tantos regalos. Toda la familia y los amigos se volcaron con ella. Lo tuvo todo, todo lo que un bebé de los años 80-90 pudiera desear. Por supuesto no faltó la bañera de patas, ésa que se coloca en la habitación y que se abre y tiene una parte para colocar la toalla, los pañales, el gel, el aceite... etc. Los baños de Julia eran la gran atracción de la familia. Todo el mundo quería asistir y hacerle fotos tutiplén. Ni que decir tiene que hay algo así como 600 álbumes de fotos de la niña en todas las poses y en todas las situaciones. No caben en las estanterías, abres un álbum y las probabilidades de que sea de Julia bebé son del 98 %.

Luego llegó Juan. Muchos años después. Ya para entonces yo tenía otra visión de la vida. No estaba por acumular, era muy pro vida sencilla. Las cosas de Julia las habíamos regalado a otros niños de la familia. Juan fue un niño muy deseado, pero desde una óptica minimalista. La cuestión bañera la solucionamos con uno de esos baños de plástico que se mete en la bañera principal y ahí se remoja el bebé. Vamos, que el niño se bañaba en el cuarto de baño familiar, con su bañerita rosa, con sus patitos de goma, y cuando terminaba el baño tirábamos el agua al desagüe y nos llevábamos al chiquillo a la habitación a echarle su talco, su colonia, sus aceites y sus cositas. Fue un niño feliz, nunca le preocupó no haber tenido bañera con patas. Tampoco nos ha echado nunca en cara el hecho de tener sólo unos diez álbumes de fotos, en comparación con los tropecientosmil de la superbebé Julia. 

Y dos años después llegó mi Luisito. Apareció en nuestras vidas en un momento muy malo. Nos acabábamos de deshacer de la bañerita rosa de Juan y, sinceramente, fue una situación inesperada. Habíamos llenado las estanterías de fotos de los otros niños, ni había bañera ni cosas de bebé. Nos habíamos deshecho de toda cosa que oliera mínimamente a recién nacido. Y nuestra voluntad de volver a rellenar esos espacios con más morralla postnatal era nula. Pero la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida. En fin, la cuestión es que Luis nunca tuvo bañera propia. A él desde el minuto cero lo bañamos en el lavabo. Minimalismo nivel Dios. A Luis lo metía yo en el lavabo, y allí lo escamondaba en cero coma. Después le daba dos azotitos en el culete con la toalla puesta (por supuesto nada de toallas de bebé, toalla normal, ni muñequitos ni más tonterismos) y ni pomadas ni talcos ni pollas en vinagre. Por no darle, ni siquiera le daba el pecho. Ya a esas alturas esclavitudes las mínimas. Y ya para fotos no teníamos tiempo, creo que tiene dos miniálbumes. 

Todo esto lo saben mis hijos y no les descubro nada a ellos. Es evidente la diferencia de álbumes de fotos entre la mayor y el pequeño. Y lo de las bañeras es una anécdota familiar bastante celebrada. Sobre todo porque mi Luisillo no es celoso.  Es un tío grande, nunca ha tenido recelos con sus hermanos, más beneficiados en la infancia por su turno neonatal. Es un tipo feliz que sabe que nunca tuvo bañera pero que tampoco le faltó amor.

Igual sabe que lo que se perdió fueron muchos tonterismos de padres novatos. Y que el que se crió de forma más sencilla y natural fue él. Frente al frikismo de los padres primerizos que se gastan el oro y el moro en gilipolleces mil que a fin de cuentas a los niños no les aportan nada. Bueno, vale, intento consolarle un poco con este post. 

Por lo menos que sepa que hay un síndrome, que es el del hijo último. Supongo que al pequeñillo de "Los Durrell" lo bañaban directamente en el abrevadero de los burros. 

Como hoy en día la gente tiene tan pocos hijos muchos pensarán que soy una madre desnaturalizada. La mayoría de mis lectores como mucho han tenido dos hijos, la famosa parejita. Es difícil que me puedan entender. Para saber de lo que hablo quizás sería necesario un nuevo embarazo inesperado y unas ganas más bien tibias de embarcarse en ese caos doméstico que supone la llegada de nuevo bebé.

En fin, no es que quiera justificarme, pero parece que el fenómeno existe. Mi Julia tiene 400.000 fotos de bebé, mi Juanillo la mitad más o menos, y mi repollito feliz tiene como mucho dos. Ella tuvo bañera con patas y anexo para complementos de baño, Juan tuvo bañerita rosa sin patas y sin anexos, y Luis tuvo el lavabo mondo y lirondo.  Y poco bien que se lo pasó pegando patadas en él!

Pequepandis, da igual la bañera que tuviérais o las fotos que os hicimos. Sois meras víctimas del sistema de turnos.  Y de cómo funciona nuestra especie.  Pero el amor no ocupa turno ni lugar.

Joder, que hay especies que matan al primogénito porque lo consideran como de prueba. Ahí Julia habría terminado fatal, pobrecita mía.

domingo, 26 de junio de 2022

Lecturas recomendadas brevemente comentadas (2022)

Queridos amigos, como cada año aquí van mis recomendaciones literarias para este verano.

Como siempre, todos estos libros se pueden encontrar en la Biblioteca de la UCO, aunque en distintas ubicaciones. Así que vamos allá:  

1.  La buena suerte, by Rosa Montero. Pablo Hernando, famoso arquitecto de prestigio internacional, va en un tren camino de Málaga. En un momento dado el tren para en un pueblo perdido llamado Pozonegro (según ella no está inspirado en Pozoblanco, ejem) y Pablo ve un cartel de "Se vende" en una ventana y toma una decisión. Ésta es una historia de personas que intentan dejar atrás el pasado. Es eso posible o siempre nos persiguen nuestros errores? También Rosa aborda la cuestión de la existencia del mal. Existe la maldad sin causa, la maldad en estado puro? Y si esa maldad estuviera en tu propia casa? En fin, ahí lo dejo, hasta aquí puedo contar. Ah, también hay historia de amor. En mi opinión un poco moñas, Rosa Montero tiene un puntito flower que hay que pillarlo. Ella es mucho de creer en el amor, en la bondad del ser humano, en la redención... Si sois lectores de sus columnas en El País Semanal sabréis de qué hablo. Pero bueno, sabe contar historias y engancharte a ellas. Y ésta es una buena historia, que es lo importante. Además, si estás de bajonazo te pega un subidón.

2. Todos quieren a Daisy Jones, by Taylor Jenkins Reid. Años 70, USA. Daisy Jones es una estrella de rock. Los Six son un grupo de rock que tiene como líder, compositor y vocalista a Billy Dunne. Cuando Daisy y los Six cruzan sus caminos se produce una explosión de creatividad pero también de emociones exacerbadas. Ésta es una historia de sexo, drogas y rock and roll, pero también de supervivencia, de batallas perdidas y ganadas, de superación, y también de amor. Narrada en modo documental, a base de los distintos testimonios de los protagonistas, vamos conociendo cómo vivió cada uno de ellos los acontecimientos. Y entre todos esos testimonios el lector se hace una idea más o menos clara de lo que realmente sucedió. Me ha encantado tanto la historia como el modo de contarla. A los amantes del rock les va a flipar porque recoge muy bien el ambiente musical de los 70. Hablando en términos de la época, soy muy grupie de Daisy y los Six. 

3. Simón, by Miqui Otero. Volvemos a España, concretamente a Barcelona. Ésta es la historia de Simón, pero también de su primohermano Rico, de su amiga Estela, de la bella Betty Boop, de sus padres y sus tíos, del bar Baraja y su fauna perpetua, de la Barcelona preolímpica, de la postolímpica y de los atentados de Las Ramblas. Es una historia que se alarga durante más de 30 años y que nos muestra una Barcelona de barrio que los foráneos no conocemos. A lo largo de la vida, aventuras y desventuras de Simón, nos pasearemos por sus calles y sufriremos con los protagonistas. Nuestro héroe, que es en realidad un antihéroe, como si la vida se tratara de una partida de billar llena de carambolas inesperadas, nos guía por calles, azoteas de verano, cocinas cutres o ilustres, librerías de viejo, tiendas de discos...  Otro ejemplar de la factoría Blackie Books, que casi nunca decepciona.

4. La danza de los tulipanes, by Ibon Martín. Va tocando un thriller, no? Éste transcurre en el País Vasco, en un paraje paradisíaco como Gernika y toda la zona de Urdaibai. Una mujer es atropellada por un tren y su muerte aparece en vivo y en directo retransmitida por Facebook. En su mano un tulipán rojo. Y a partir de aquí una serie de crímenes cuyo principal nexo es la firma del tulipán. Mucho suspense, acción y tensión de todo tipo, incluida sexual, como no podía ser menos. También hay bastante "perspectiva de género", empoderamiento femenino y degradación bochornosa de personajes masculinos. Y lo dejo aquí para no despotricar, porque lo cierto es que es una novela entretenida, ligera, que se lee gustosamente, y creo que es recomendable para la gente aficionada al suspense.  Obviando un poco lo del exceso de "perspectiva" se puede leer. Ibon Martín es además escritor de literatura de viajes, así que para los amantes del turismo puede ser un atractivo adicional.

5. Las malas, by Camila Sosa Villada. Nos vamos a Argentina. Camila Sosa es una escritora transexual y en este relato nos cuenta su introducción al mundo de la prostitución ligada al travestismo en el Parque Sarmiento de la Córdoba argentina. Esta es una historia autobiográfica pero también es una reivindicación del colectivo travesti. Sosa nos va relatando retazos de su propia vida y al mismo tiempo homenajea a sus compañeras de fatigas, nos habla de la dureza de sus vidas, del rechazo social, del acoso, del desprecio de sus propios padres, de la hipocresía de una sociedad que de noche las desea y de día les escupe. Especialmente conmovedora la historia de la tía Encarna y el Brillo. Un relato cargado de sentimiento, también de mucho resentimiento, y completamente desolador. Queda mucho por hacer en la normalización de la diversidad y la historia de Camila es el mejor ejemplo de ello. 

6. Cien noches, by Luisgé Martín. Ésta es una novela sobre la infidelidad. Parte de la tesis de que todo el mundo es o ha sido infiel alguna vez, y quien no lo ha sido nunca no es porque sea más virtuoso sino porque no se le ha presentado la oportunidad con la persona adecuada. En fin, yo comparto esta tesis por completo y a mí no me ha descubierto nada que no supiera, pero dejo aquí la recomendación por si alguien tiene interés por el tema. Para mi gusto la historia es demasiado rocambolesca y encima la protagonista me parece  una tremenda petarda, la hostiaría casi todo el tiempo. Sin embargo ha sido Premio Herralde de Novela, y además cuenta con el atractivo de que algunos capítulos, los referentes a informes detectivescos, los han escrito otros autores amigos de Luisgé, como Edurne Portela o Sergio del Molino. En fin, si os da morbillo el tema aquí está. Como la describe el propio autor, es "una novela viajera, promiscua y compartida. Las tres mejores cosas que se puede ser". Ahí queda eso. 

7. Libro de familia, by Galder Reguera.  Nos vamos a Bilbao. Aquí tenemos una novela autobiográfica que empieza tal que así: "mi padre murió el día en que mi madre le dijo que estaba embarazada de mí". Toma ya! A ver quién supera eso.  Para remate de la pera era Nochevieja. Al mismo tiempo que suenan las campanadas y los petardos por toda la ciudad la familia regresa del hospital donde han dejado el cadáver del padre de Galder. Casi medio siglo después el autor siente la necesidad de rendir tributo a la figura de ese hombre desconocido que supo de su existencia sólo durante unas horas. A lo largo de su libro Reguera va desgranando detalles de la historia familiar, cosas que le van contando sus tíos, su madre, que se quedó viuda a los 21 años, con un hijo en el mundo y otro en camino, los amigos de su padre...  En realidad es un homenaje a toda la familia, pero muy principalmente a su madre, por haber sobrevivido a esa etapa terrible de su vida y haber sido capaz de crear una nueva familia. Un relato emotivo y conmovedor de verdad. Tengo una amiga que dice que últimamente sólo le gusta leer novelas de tías. Bueno, pues creo que ésta, escrita por un hombre, blanco, vasco, hetero, y para más inri, encima aficionado al fútbol, le podría gustar. Ahí lo dejo.

8. La mujer que vivió un año en la cama, by Sue Townsend. Una novela ideal en tiempos de pandemia y de confinamientos. Eva se mete en la cama el mismo día en que su marido lleva a sus hijos, mellizos y superdotados, a la Universidad. Entonces se da cuenta de que está muy cansada y se echa a dormir. Cuando despierta descubre que sigue igual de cansada y que está muy a gusto y muy calentita en la cama, así que decide quedarse allí. A partir de este momento el dormitorio de Eva se convierte en escenario principal de la novela, y por él desfilarán marido, hijos, amigos, vecinos, madre, suegra y todo tipo de personajes pintorescos. Una historia surrealista y divertida, a medio camino entre el drama y la comedia, pero con un trasfondo real y un claro mensaje reivindicativo. La escena en la que Eva relata a su marido cómo fueron sus navidades pasadas debería ser de lectura obligada en todo taller feminista que se precie.

9. Perrita Country, by Sara Mesa. Bueno, esto es una delicatessen literaria. Si tenéis amigos perrófilos es el regalo perfecto. El relato de Sara es una delicia, pero es que las ilustraciones de Pablo Amargo son la hostia. El dibujo de la portada es de quitarse el sombrero. Es que el libro estéticamente incluso es un sueño. La historia va de una tía que tiene un gato y decide adoptar a una perrita. El gato se llama El Ujier y la perrita será bautizada como Perrita Country. Y básicamente la protagonista va contando su día a día con ellos. Sencillo y precioso. Sólo puedo decir que me ha encantado. Es muy cortito, se lee en nada, 112 páginas, la mitad ilustraciones. Es apto hasta para la gente que no lee jamás. Morirán de amor los amantes de animales, los que tengan mascotas y los que no. Qué identificada me he sentido con Sara! Y cuánto he visto de su Perrita Country en mi Bimba!! Si ya antes era muy fan de Sara, con esto me ha ganado para siempre.   

10. Los vencejos, by Fernando Aramburu. Ésta es la antítesis de la novela anterior. Nada de buen rollo. Todo es feo, gris, triste, sórdido. Y sin embargo auténtico cien por cien. El protagonista a ratos puede resultar repulsivo y a ratos enternecedor.  Algo tiene en común con la historia de Perrita Country, y es el amor por su perrita Pepa. En eso también me ha tocado el alma, porque ya sabéis de mi amor por mi Bimba. Por lo demás es un tipo que vive solo, odia a su ex en particular y a las mujeres en general, odia a su hermano, aguanta a duras penas a su hijo y sólo se relaciona con su muñeca erótica Tina y con un amigo al que llama Patachula porque perdió una pierna en los atentados del 11-M. Toni ha decidido suicidarse en unos meses. Nos va a ir contando su día a día desde que toma su decisión hasta el gran momento. Lo puedes entender o no, pero seguro que te va a impactar. Para mí una lectura altamente recomendable, sin duda lo mejor que he leído este año. Eso sí, no apta para forofos de la ultracorrección política ni para melindres.  El problema es que ha puesto el nivel demasiado alto. Ahora qué coño leo yo que supere esto? Imposible. Tanto tanto me gustó que le dediqué post aparte. Si estáis interesados os paso el enlace: https://arfondoalaizquierda.blogspot.com/2022/03/recomiendo-los-vencejos-solo-gente-sin.html

11. Violación: una historia de amor, by Joyce Carol Oates. He conseguido por fin superar con este libro el listón tan alto que me puso Aramburu. Ha sido duro porque en el camino he desechado otros cuatro intentos que me parecieron bazofia pura. Os cuento la historia: Teena y su hija de 12 años Bethie vuelven a casa una noche; viven en Niagara Falls (sí, las famosas cataratas) y vienen de una fiesta de celebración del 4 de julio. Teena decide cruzar el parque en lugar de volver a casa por las calles que lo rodean, mucho más transitadas. Esa decisión determinará el resto de sus vidas. En el parque son abordadas por un grupo de gamberros, borrachos y drogados hasta las trancas. Bethie consigue escapar y esconderse bajo unas canoas, desde las que oirá aterrada cómo esa jauría de animales enloquecidos viola a su madre y la apalea hasta dejarla medio muerta, desangrándose en un cobertizo. Nada que ver con lo de la famosa "Manada" de Navarra, por si alguien piensa que la cosa va por ahí. La historia es... horrible no, lo siguiente. Pero tiene un punto de ingenuidad verdaderamente enternecedor. Es dura, pero es muy cortita y se lee en cuatro horas. Puedo testimoniarlo porque es lo que yo tardé en leerla en una madrugada insomne. Dato importante: no pude apagar la luz hasta terminarla. Ahí lo dejo.

12. El mundo en que viví, by Ilse Losa. Alemania, período entre guerras. La escritora nos cuenta cómo era la vida en esa Alemania en la que se estaba gestando la gran tragedia a través de los ojos de Rose, una niña judía que vive en un pequeño pueblo.  Rose es el alter ego de Ilse Losa, que aunque vive en Portugal y escribe en portugués, nació y vivió su infancia en esa misma Alemania hasta que el ascenso al poder de Hitler la obligó a huir.  La niña, y más tarde la joven Rose, ve cómo su país se convierte poco a poco en un lugar hostil para ella y para su gente. El sentimiento de humillación del país tras la guerra, el paro, la miseria, la inflación, la progresiva demonización del pueblo judío como responsable de todos los males, el envilecimiento de la sociedad, todo eso es perfectamente recogido en esa mirada infantil que es capaz de percibir los cambios sociales, aunque sin poder descifrarlos. Una historia sobrecogedora, y bastante acojonante, sobre todo por los preocupantes signos que parecen repetirse en nuestros días. No conviene olvidar la historia porque siempre hay riesgo de revivirla. Muy tierna y muy recomendable.

13.  No sé, by Barbara Abel. Nos vamos a Francia. Intriga a tope. Una niña de seis años desaparece en el bosque durante una excursión escolar. La niña es encontrada poco después por las fuerzas policiales, pero quien no aparece es la profesora que salió a buscarla. Cuando la chiquilla es interrogada  por el paradero de la maestra sólo repite constantemente dos palabras: "no sé". Poco a poco vamos descubriendo el nexo entre ambas, que podría explicar la extraña actitud de la niña.  Ésta es una lectura de ésas que no puedes soltar, de las que no despegas los ojos del libro mientras remueves los espaguetis con la otra mano. Suspense máximo. No es una obra de arte de la literatura pero para los amantes de la novela detectivesca es ideal.

14. Niágara, by Joyce Carol Oates. Qué bien escribe esta mujer! No me extraña que sea una de las eternas candidatas al Nobel. Aquí nos cuenta la historia de una familia en el entorno de las cataratas del Niágara. Ya de por sí el marco es atrayente, esas cascadas que atraen a tantísimo turista y también a tantísimo suicida. De hecho así empieza la historia, con una desaparición y un posterior suicidio. Años 50. Una pareja de recién casados pasa su luna de miel en Niagara Falls, la ciudad de las cataratas. Recordáis a Marilyn Monroe en la película del mismo nombre? Bueno, pues nada que ver, salvo el entorno. Tenemos a una recién casada viuda que no entiende nada de lo que le está pasando. Y a partir de ese inquietante comienzo, Oates nos va a ir mostrando la historia de una familia cuya vida girará en torno a la leyenda de ese río y de esos rápidos que tan sugestivos nos parecen. 712 páginas sin desperdicio. No se leen, se beben. Ideal para largas noches de insomnio.

15. La mala hija, by Carla Cerati. Nos mudamos a Italia, concretamente a Milán. Éste es un relato con tintes autobiográficos sobre las tensas y complejas relaciones entre una fotógrafa (probablemente la propia Cerati) y su madre. Una historia que me ha impresionado bastante, sobre todo en lo que se refiere a la etapa juvenil de la autora, porque no deja de hablar de lo complicadas que son en general las relaciones entre madres e hijas. En su día escribí un post inspirado en este libro. Sin embargo la narración se centra sobre todo en los últimos años de la señora, ya enferma y dependiente, y de los ambivalentes sentimientos de la hija hacia ella: irritación, compasión, amor, rencor, incomprensión, ternura... Es una novela muy de mujeres, muy de cuidadoras, aunque creo que de un modo u otro todos nos podemos sentir identificados.  Cada vez hay más hombres que también cuidan de sus padres ancianos o dependientes. Posiblemente también ellos se verán reflejados en esta historia.

16.  Los días del abandono, by Elena Ferrante. Una tarde, mientras recogen la mesa, Mario anuncia a Olga que la abandona. Tras 20 años de matrimonio y dos hijos, a punto de cumplir los 40. Pocos días después ella se entera de que hay otra mujer.  Todo un clásico. A partir de ahí comienza una etapa de deterioro moral y físico, que la va llevando poco a poco hacia la locura y la autodestrucción. Incapaz de asumir la ruptura y el abandono, Olga se adentra en un infierno personal en el que se va hundiendo poco a poco, perdiendo por completo la dignidad y la autoestima. Es un relato demoledor y muy duro, sin atisbo de complacencia ni pudor.  Leyéndolo me reafirmo en mi convicción de que una de las cosas básicas que deberían enseñarse a los niños desde pequeños es a no depender emocionalmente de nadie y a aceptar las rupturas amorosas como algo natural, que forma parte de la vida.  No suponen ningún fracaso personal ni hay que ir buscando culpas ni culpables. El amor de pareja es perecedero, tiene fecha de caducidad, no está garantizado de por vida y termina cuando termina. Nos evitaríamos mucho sufrimiento inútil, muchos gritos y llantinas, muchas depresiones, muchos suicidios, mucha violencia y muchas idas de olla de éstas que terminan en tragedias de telediario. Aprender a entender correctamente cómo funcionan las relaciones amorosas debería ser asignatura obligatoria en las escuelas. En fin, no recomiendo esta lectura a nadie que esté atravesando una ruptura o lo haya hecho recientemente.  Aunque tampoco creo que tenga muchas ganas.

Y bueno, amigos, esto es lo que ha dado el año de sí en cuestión de lectura. Con esta interesante recomendación ya me despido hasta el año que viene.

Buen verano a todos y felices lecturas.