viernes, 30 de octubre de 2015

Día de perros


Hoy es de esos días que se levanta una y conforme va pasando el tiempo se da cuenta de que no tenía que haberse levantado. Llevo en modo “Pitufa Gruñona” algo así como 11 horas, pero como no soy mujer de sufrir en silencio, ni siquiera las almorranas, que cuando me duelen también se lo tengo que contar a todo el mundo, aquí estoy para poneros al tanto del cúmulo de desgracias que me han acontecido en este día aciago.

Lo primero, hoy trabajo de tarde y no he puesto el despertador. Cuando me levanto sobre las 9’30  tengo un reglazo del copón. No una regla normalita, no, una cosa así en plan hemorragia que te desangras viva. A punto he estado de salir pitando para urgencias, tal era el chorro, que además no paraba ni patrás ni palante. Así he estado unas 3 horas horribiles horribiles hasta que la cosa se ha cortado y he podido ponerme de pie. Sí, ya sé, ya sé, que debería de ir al médico, y de hecho es algo que tengo pendiente. Hace tiempo que tenía que haber solucionado esto pero lo he ido dejando dejando y al final me voy a tener que operar de los miomas que me provocan las hemorragias sí o sí. Bueno, el caso es que me he quedado con la mitad de sangre en el cuerpo y completamente hecha unos zorros.

Una vez cortada la hemorragia, me ducho, me visto y me preparo para ir a trabajar, con tan mala suerte que voy y meto la mano en la bolsa de la basura inorgánica y me rajo medio dedo meñique con un plato que ayer rompió uno de mis hijos, el rompeplatos oficial de la casa. Como no había perdido bastante sangre con lo de la regla, toma ya, la poca que me quedaba en el cuerpo empieza a desparramarse por el tremendo boquete que me he abierto en el puto dedo. Total, que meto el apéndice bajo el grifo, cojo algodón y betadine intentando cortar la hemorragia mientras busco desesperadamente tiritas por toda la casa. Finalmente consigo dejar de sangrar un minuto y como no encontraba tiritas por ninguna parte he tenido que salir a la calle con un algodón y esparadrapo, que parece que en lugar de dedo llevo una miniescultura. Para más inri como iba justa de tiempo no he podido pararme en ninguna farmacia ni chinos a comprar tiritas decentes. Bueno, ya me curaré bien en el curro.

Llego al tren con el tiempo justo y durante el trayecto me voy tranquilizando a mí misma: “Venga, Inma, no pasa nada, las dos hemorragias se han cortado, has llegado a tiempo al tren, ahora llegas a zona de confort, en la biblio tienes todos los artilugios para curarte,  y seguro que tienes una tarde tranquilita. Ya pasó, tía, ya pasó”.

Y una mierrrrrrda! Cuando llego a Rabanales, como siempre, dejo pasar a todo el mundo y me dispongo  a entrar en el campus, pero resulta que al pasar mi tarjeta por el sensor la puertecita automática no se abre. Mecagoenelcopónyensuputamadre! A otra muchacha le ha pasado lo mismo que a mí y estamos las dos atrapadas sin poder entrar. A todo esto sale la empleada de RENFE más torrrrpe de la tierra (Ojalá hubiera estado alguno de los treneros de mi club de fans, pero no, me ha tenido que tocar la petarda esta). La colega se pone a pedirnos a la chica y a mí explicaciones, que cuál es la entrada que nos ha fallado, que cuántas veces lo hemos intentado, que si tal que si cual.

Para que lo entendáis los que no sois de aquí, la capulla esta no tenía más que darle a un botón y se abre automáticamente la puerta auxiliar, cosa que habría hecho sin dilación cualquiera de sus compañeros. Pero no, ella no, ella tenía que hacer un estudio exhaustivo del asunto y someternos a un interrogatorio. Y yo teniendo que ticar en el reloj y mi compi esperándome para hacerle el relevo. Es que me iba dando un infarto cuando ya la tía por fin se ha mostrado conforme con nuestras explicaciones y se ha dignado a darle al puto botón. A estas alturas la Pitufa gruñona que hay en mí ya está a punto de saltar por los aires.

Total, llego a la biblio y le cuento a mi compi que he estado a punto de no venir a trabajar por lo de la hemorragia, y me dice que no pasa nada, que no cree que vaya a haber nadie una tarde de viernes con un puente por delante, que habríamos cerrado nuestra zona y punto. Cuando sale por la puerta, a los cinco minutos, mientras me estoy zampando unos tortellinis que me he pedido en el bar aparece un tío y se apalanca con toda su parafernalia en un rincón. En esto que entra una panda de siete tíos por lo menos que entran a la sala de trabajo en grupo y el solitario empieza a mandar callar: shhhhhhhhhhhhhhh shhhhhhhhhh shhhhhhhh! Hosssstia, un viernes por la tarde, con un puente por delante y me tiene que tocar el tío más imbécil de la tierra, justo después de haber tenido que enfrentarme a la empleada de RENFE más tonta de la Tierra. En fin, el caso es que desde que entró el tipo este no ha parado de haber chorreíllo de gente y cada vez que alguien habla lo más mínimo o me pregunta algo el silencioso con su mantra shhhhhhhhh shhhhhhhh shhhhhhh! Por favor, lo que me faltaba hoy! Dios mío, qué he hecho yo para merecer estooooooo?

Pero no, no acaba ahí la cosa, qué va. Cuando abro mi recipiente con los tortellinis me doy cuenta de que hay un pedazo de mosca como una casa zumbando a mi alrededor. Zuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuum! Ya se ha colao una hijaputa de estas por la ventana! Al intentar ahuyentarla me pego un porrazo con el dedo malo en el ordenador y veo las estrellas: Ayyyyyyyyyyy! Total, que toda decidida a exterminar a mi enemiga cojo el insecticida que tenemos para estos eventos y lo esparzo abundantemente por toda mi zona de trabajo, no sin antes haber tapado mi comida. Pero mira tú por dónde la mosca es inmortal, incombustible, la he rociado algo así como 25 veces en toda la jeta y sigue por aquí rondando que no hay manera de cargársela. No sé este bicho cómo puede seguir volando si yo estoy a punto de desmayarme con la fumigación que he hecho, hosssstia.

A todo esto abro el ordenador y me encuentro en el correo una petición del Consorcio de Bibliotecas Universitarias Andaluzas. Bueno, vale, bien, un poquito de trabajo extra no está mal para animar la tarde. Miro la signatura y… hossstia, mecagoentominación! Es un Congreso y hay tropecientos libros con la misma signatura. No tengo más remedio que ir abriendo uno por uno buscando el código de barras que se corresponde con el de la petición. Lavirrrrgen, una de esas peticiones coñazo que te tiras medio día intentando dar con el libro. Pero bueno, es mi trabajo. Voy para las estanterías rezando para que por lo menos esa signatura esté a una altura razonable para que pueda ir revisando los libros tranquilamente.

Y una mierrrrrrrrda que te comas, Inma! Están en la última balda, justo a ras del suelo!!!!!!!! Esto no puede ser, es una conspiración!!!!!! El Universo entero se ha puesto de acuerdo para joderme el día de principio a finnnnn!

Total, en cuclillas pruebo con los dos o tres primeros volúmenes y nada, no es ninguno de ellos, y son algo así como chiquicientosmil así que decido sentarme en el suelo para estar mínimamente cómoda. Total, no hay casi nadie, salvo el shhhhhhhhhhhhh y los tíos que se han metido en la sala de grupos con la puerta cerrada. Y de esa guisa estoy sentada en el suelo a lo gran jefe indio rodeada de tomos de congresos cuando aparece de la nada un señor muy trajeado y se me acerca con mucho cachondeo: “Qué, te aburrías y te has puesto a limpiar las estanterías? Jajajajajajajajajaja!”

Y desde el fondo: Shhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!

Y desde mi mesa: Zuuuuuummmmmmmmmmmmmmm!

Aaaaaaaaaaargggggg, Socorroooooooooooooo, que se acabe este cochino día de una puta veeeeeeeeeez!

Mamaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaá!

(Probablemente continuará; esto no tiene pinta de ir a quedarse aquí)


viernes, 16 de octubre de 2015

La putada de ser tío

Según un estudio reciente aparecido en la revista Nature cuando el macho de la especie humana se enfrenta al dilema de la reproducción o la supervivencia, generalmente opta por la reproducción. Y la supervivencia directamente se la suda.

Esto significa, en román paladino, que si un señor cualquiera (pongamos tú mismo, querido lector) está tomando unas copas con unos amigos y deciden pedir unos cuantos chuletones de buey poco hechos, pero de repente aparece una posible presa con la que intuitivamente se sospecha que podría haber intercambio de fluídos... ese señor, tú mismo tal vez, optaría muy probablemente por pasar del chuletón con ánimo claramente lúdico-follatorio.

No es que esto descubra gran cosa que muchos, y sobre todo muchas, no supiéramos de antes. De hecho en el mundo animal este comportamiento se repite de forma sistemática, y no solo entre los mandriles.

Ser tío tiene que ser un auténtico coñazo. De todos los seres en los que podría reencarnarme en mi próxima vida lo último que querría es que fuera en tío. Eso de no poder comerte tranquilamente una buena pizza sin correr el riesgo de que se te aparezca una leve posibilidad de follar y te joda la comida tiene que ser una putada.

O, por ejemplo, que te estés pegando una buena mariscada y en lugar de estar saboreando una rica langosta estés todo el rato pendiente de las tetas de la tía que tienes enfrente. Qué rollo, macho!

Este estudio viene a confirmar lo que yo ya sospechaba de hacía tiempo: los tíos no son buenos gourmets porque casi nunca están en lo que están al cien por cien. La única manera de conseguir que un tío coma en condiciones sin estar todo el rato planteándose que mejor podría estar follando es que esté completamente solo en una isla desierta y no haya ningún ser humano a la vista. Y ni aún así, porque podría haber animales y fijo que se le pasaría por la cabeza echarse un ratillo de zoofilia. O a unas malas hacerse una pajilla.

Por eso creo yo que para vivir en un país del tercer mundo es mucho mejor ser hombre que mujer, porque ellos en un momento dado se pueden consolar del hambre follando. Pero si eres tía no tienes solución, no te queda otra que pasarlo fatal.

En fin, si ya de por sí me parecía que nacer tío es una cabronada porque tienen que estar todo el día padeciendo esa esclavitud permanente respecto a la cosa colgante que llevan, ya este estudio convierte la condición masculina en una auténtica pesadilla. De verdad, tíos, no sé cómo podéis soportarlo. Vaya vida de mierda.

Y luego para que dejes de comerte la langosta y tampoco folles.

domingo, 11 de octubre de 2015

Qué coño voto, virgen santa?

Cada vez me lo ponen más difícil. Últimamente no dejo de ver políticos en los medios haciendo el canelo para congraciarse con el posible votante. Hasta mi hija me lo dijo esta mañana: "Mamá, esto cada vez se parece más a los USA, los políticos intentando resultar graciosos, cercanos, vecinales... dan asssssco".

Pues sí, ellos probablemente no tienen ni la más remota idea del asquito que dan. Joder, Miquel Iceta bailando en los mítines y en "El intermedio" (aaaaaargggggghhh, mamaaaaaaaa),  Pablo Iglesias autoproclamándose Coleta Morada y cantando a lo Krahe (cielosssss, fue una visión horrible), Pedro Sánchez escalando ñuscos y marcando paquete con Calleja, Soraya montándose una performance a lo dirty dance con Pablo Motos en "El hormiguero"... Qué será lo siguiente, por favor? Un Gran Hermano de políticos? Pero dónde está ese maravilloso sentido del ridículo hispano que durante siglos nos ha librado de estos tristes espectáculos?

En principio me he propuesto no votar ni loca a ninguno de estos mamarrachos. No pienso votar a nadie que se preste a estas estrategias de marketing cutrelux. No quiero ver a la mujer o al marido del próximo presidente haciendo flexiones con Pablo Motos a ver quién puede más, como hizo Michelle Obama en el programa de Ellen DeGeneres. No quiero esa clase de gente presidiendo mi país, no, pordiossssss.

Y no es que tenga nada contra Obama y su familia. Los americanos ya sabemos cómo son, tanto para lo bueno como para lo malo. Pero esto es Europa, aquí no somos así, somos gente seria, coño. No queremos que nuestros representantes públicos bailen para todos nosotros con sus cónyuges para celebrar que han ganado, no queremos verlos con sus hijos en todos los actos a los que asisten ni convertirlos en iconos de moda ni en modelos de comportamiento. Ya tenemos bastante con los reyes y las infantitas, esa familia monster que provoca escalofríos a cualquiera con dos dedos de frente que tenga un mínimo de espíritu crítico ante el vomitivo marketing monárquico.

Me niego a votar a Coleta Morada a pesar de que durante bastante tiempo me lo estuve planteando. No es que Iglesias me cayera bien de nunca, siempre me ha parecido un capullo de tomo y lomo. Por mucho que haya quien piense que ese tío se autopromocionaba en las teles a mí siempre me pareció que lo que hacía era autodenigrarse. Lo que pasa es que lo que tenía enfrente era tan impresentable que a su lado él brillaba cual estrella mediática. No es que no se intentaran promocionar representantes del PP o el PSOE; es que cuanto más se promocionaban más asquito daban. Y claro, éste por lo menos era nuevo y no se tiraba los trastos con nadie. No es que él fuera bueno con el marketing; es que los otros eran lo peor y se lo pusieron muy fácil.

Y ahora que Iglesias ha salido al ruedo y se ha metido en todos los charcos ya es igual de fantoche que todos los demás, cuando no les sobrepasa con creces. Lo de Coleta Morada fue para mí el hecho incontestable, lo que me decidió definitivamente a pasar for ever de Podemos. Sencillamente NO PODEMOS votar a gente que cree que esto es una cuestión de marketing, de meter la bola como sea. Ya está bien de "no somos ni de derechas ni de izquierdas, eso ya está superado".

Y una mierdaaaaa! Superado de qué???? Es que todavía no se han enterado de que los indignados de derechas ya tienen a "Ciudadanos" y que se les han ido por ahí casi el 50% de sus posibles votantes? Que somos de izquierdas, tío, que a ti no te va a votar nadie de derechas, por muy despistado que esté. Que apareció "Ciudadanos" y te cortó ese rollo que no te creías ni tú.

No, definitivamente no votaré a Coleta Morada y su troupe, que son una mera prolongación del líder. No sé si os habéis dado cuenta pero todos hablan igual, hacen las mismas pausas en los mismos puntos del discurso, parece que hayan hecho ejercicios colectivos de respiración oratoria. Suenan tan naturales como una Miss Universo hablando de la paz mundial. Joder, no voto yo a estos tíos ni loca.

A mí Iglesias lo único que ha hecho es convencerme para que termine votando a los mismos de siempre, a IU con Alberto Garzón a la cabeza, ese muchacho poco dado al espectáculo vacuo y mediáticamente simploncillo en sus formas pero que no siente la necesidad de convertirse en un payaso para conseguir los votos de nadie. Si sigue en esa tónica el mío ya lo tiene. Eso sí, en el momento en que lo vea haciendo el imbécil con el Motos, con Ana Rosa, con Wyoming o con el Calleja, bye bye love, bye bye happiness... Otro voto perdido en el baúl de la vergüenza ajena.

Alberto, esto es un aviso. No lo hagas, por favor. Ahora mismo eres mi única esperanza. No me dejes votar en blanco. Dame una oportunidad.

viernes, 9 de octubre de 2015

Lecturas recomendadas 2016/2017

1. Las vidas de Lenush, by Catherine Cusset. Lenush es rumana; su nombre completo es Elena Tiberescu, aunque termina siendo estadounidense y llamándose Helen Tibb. En medio, para llegar de un punto a otro, pasan un montón de cosas. Pero lo mejor es conocer su vida leyendo cómo la cuenta Catherine Cusset, ganadora por esta novela del premio Goncourt, un galardón que otorga cada año un jurado formado por 2000 estudiantes de liceos franceses, con bastante buen criterio, en mi opinión. Lenush pasa por diferentes etapas en su vida, como todo el mundo, pero Cusset nos las cuenta en pequeños retazos y mezclando el pasado con fragmentos del presente y haciendo hincapié en la relación de Lenush con su nuera francesa Marie, en el choque cultural y generacional entre ambas y en su progresivo acercamiento. Cusset consigue con sus juegos espacio-temporales que vayamos relacionando lo que pasa en el presente de Helen con el pasado de Lenush. En realidad es una historia básicamente de dos mujeres pero, como sabe todo el mundo, detrás de toda gran mujer siempre hay un gran hombre ; ). Y aquí tenemos a dos grandes personajes masculinos: Jacob y Alexandru, que en este caso son las piezas complementarias de un puzzle que gira en torno a las figuras portagonistas de Lenush y Marie. A posteriori he sabido que Cusset es una celebridad en Francia, que tiene lectores a punta pala y que ésta es su primera traducción al español. Espero ávidamente la siguiente.

2. Todas las criaturas grandes y pequeñas, by James Herriot. Éste es un clásico de toda la vida, pero para los que no lo hayáis leído lo incluyo en mi listado. Es todo un canto de amor a la profesión veterinaria, como "La biblioteca ambulante" lo era a la bibliotecaria. Herriot no sólo fue un gran veterinario sino también, por lo que se deduce del libro, un tipo bastante divertido, imaginativo y enrolladete. Todo un personaje. En esta primera novela autobiográfica suya nos cuenta sus inicios como profesional en un pequeño pueblito de Yorkshire. No sólo es un libro para veterinarios; también es recomendable para todos los amantes de los animales que, como yo, disfrutaréis con las jugosas anécdotas de Herriot. De sus palabras se desprende un incondicional amor hacia todo tipo de bichos y bichejos, grandes y pequeños, y una pasión inmensa por su profesión. Desde luego si tenéis un hijo o un sobrino que flipe con los animales y que no sea alérgico a los libros, éste es un gran regalo.  A mí me ha conquistado por completo. Y en la misma línea podéis leer otras obras suyas, como por ejemplo “Un veterinario en apuros”.

3. Mi hermana vive sobre la repisa de la chimenea, by Annabel Pitcher. A través de la mirada de un niño de diez años, Jamie, Annabel Pitcher nos muestra la tragedia de una familia destrozada por el terrorismo. El atentado en el que muere una de sus dos hermanas gemelas tiene como consecuencia la separación de los padres, el abandono del hogar de la madre, el alcoholismo del padre, la anorexia de su otra hermana gemela y la soledad inmensa del protagonista y narrador. Los padres, incapaces de asumir la muerte de la hija, se olvidan por completo de los otros dos niños y estos se ven obligados a sobrevivir a esta indiferencia paterna sin más compañía que la que se dan el uno al otro y la de su mascota, el gatito Roger. De fondo, la islamofobia del padre y la amistad clandestina de Jamie con una niña musulmana que es la única compañera que le da algo de calor en su nueva escuela. Una historia que muy probablemente terminaréis con lágrimas en los ojos. Terminantemente prohibida a los alérgicos a lo lacrimógeno.

4. Farándula, by Marta Sanz. Premio Herralde de Novela 2015. Marta Sanz es siempre garantía de lectura intensa. Y aunque yo me quedo sin duda con su "Daniela Astor", aquí sigue relatándonos la vida con esa mezcla de humor negro y cruda amargura que caracteriza su forma de escribir. En este caso aborda un tema complicado: el mundo del artisteo, de los actores y actrices, y su relación con  el compromiso social. Se puede ser un personaje comprometido y a la vez vestirte de Chanel y vivir en un macropiso en Manhattan o en una supermansión en Hollywood? Cómo funciona la coherencia política en gente como Angelina Jolie o Bardem o Sean Penn o George Clooney? Perdona le gente las veleidades izquierdistas de personas que obviamente viven muy por encima del común de los mortales? Cómo sobrevivir a ser una estrella comprometida política y socialmente? Es la caridad a esos niveles decente? Qué papel desempeñan la sobreexposición a los medios y las redes sociales en todo este sindiós ético y estético? Uffff, unas preguntas incómodas sin duda. Marta hace su propia reflexión y deja ahí las cuestiones para que cada cual dé sus respuestas. Una novela interesante en cualquier caso, aunque para mi gusto la parte final se hace especialmente farragosa. Si por mí fuera le recomendaría que no siguiera por esa línea elitista del monólogo final y se dejara llevar más por el estilo de su "Daniela Astor". Complicar en exceso tu léxico y tus metáforas no te hace mejor novelista; solo un poco más inaccesible.

5. El libro de la señorita Buncle, by D. E. Stevenson. Esta novela me ha resultado especialmente atractiva por el personaje de la señorita Buncle, hasta el punto de que abrí en su día un post aparte para hablar de ella. Para los que estén interesados copio el enlace al final. En resumidas cuentas vengo a contar que me identifico un montón con la protagonista, una mujer que un buen día descubre la pasión de la escritura y, aunque ello le trae muchos quebraderos de cabeza y tiene como consecuencia que muchos de sus vecinos la conviertan en objeto de sus iras, ella simplemente no puede dejar de hacerlo porque escribir se ha convertido en algo esencial en su vida, en una necesidad. Este es el post, para quien quiera leerlo: http://arfondoalaizquierda.blogspot.com.es/2016/04/el-libro-de-la-senorita-buncle-by-d-e.html

6. Solar, by Ian McEwan. Michael Beard es un científico reputado, premiado con el Nobel de Física, que básicamente vive de las rentas de su premio. Gordo, calvo, bajito y mujeriego, todo un regalito, pero sin embargo tiene un éxito inaudito con las mujeres. La novela arranca con el final de su cuarto matrimonio con una muchacha bastante más joven que él. El personaje es tan patético, tan impresentable, que se le termina cogiendo cariño.  McEwan retrata con kilos de fina ironía las constantes contradicciones de esa mente privilegiada encerrada en el cuerpo de un tipo vago, egoísta, incapaz de amar ni de empatizar, comilón, borrachuzo, amoral, guarrindongo, mentiroso... lo peor de lo peor, pero al final casi que lo adoptas... como animal de compañía.

7. Por favor, cuida de mamá, by Kyung-Sook Shin.  Park So-nyo va con su marido a visitar a sus hijos a Seúl, la capital surcoreana, y en la estación de metro desaparece. Él, acostumbrado a ir siempre delante, se mete en un vagón y cuando se da cuenta de que ella no ha subido detrás ya es demasiado tarde. Comienza a partir de ese momento una búsqueda desesperada por parte de sus hijos, y en medio de esa búsqueda cada uno recordará momentos clave de su vida y de la de su madre. La presencia de la anciana campesina desaparecida es constante en la novela, todo gira en torno a ella. Cada momento con sus hijos, su propia experiencia como hija, como esposa, configuran a un personaje femenino fascinante y conmovedor. Una historia tierna, emotiva, llena de encanto y de sorpresas, sobre lo que significa ser madre y sobre lo tarde que descubrimos a nuestras madres, y sobre todo, lo tarde que descubrimos que además de madres también han sido mujeres, aunque esas otras facetas en nuestro egoísmo de hijos nunca nos interesaran. Una buena aproximación a la literatura coreana y además un libro perfecto para regalar a tu madre y para decirle de paso que además de quererla, por fin la entiendes.

8. La extraña desaparición de Esme Lennox, by Maggie O'Farrell. Iris es una chica normal y corriente, con una vida normal y corriente, hasta que un buen día recibe una llamada inesperada; resulta que tiene una tía cuya existencia desconocía, que se ha tirado los últimos 60 años en un psiquiátrico y ahora, como lo van a cerrar, recurren a ella porque es su única pariente conocida. Pedazo putada. Y ahí empezamos a conocer a base de fragmentos qué pasó con Esme Lennox, cómo fue a parar a los 16 años a un manicomio con diagnóstico de demencia y por qué nadie de la familia volvió a hablar nunca más de ella. Al mismo tiempo la historia de la loca Esme se entrecruza con la de su sobrina Iris, que probablemente habría sido considerada igual de loca que su tía si hubiera nacido 60 años antes. Una historia preciosa, que se bebe como el agua y que no solo entretiene sino que da bastante que pensar sobre la locura, sobre las mujeres, sobre la inmensa suerte que tenemos de vivir en estos tiempos y sobre lo mucho que debemos a quienes han hecho que lleguemos hasta aquí.

9. A cada cual lo suyo, by Leonardo Sciascia. Todo empieza cuando el farmacéutico de un pueblito italiano recibe un anónimo amenazándolo de muerte y unos días después efectivamente aparece muerto durante una cacería. El profesor Laurana, un vecino del pueblo que vive tranquila y relajadamente con su madre, empieza a sospechar que en la muerte del boticario nada es lo que parece, y comienza una investigación extraoficial. Una historia corta que se lee con facilidad y que está plagada de guiños cómplices, humor y fina ironía. Sciascia aprovecha para dar un buen repaso a la clase dirigente italiana y a la pacata sociedad de su tiempo. Un clásico de la novela negra, una grata sorpresa para los aficionados al género.

10. Lo que esconde tu nombre, by Clara Sánchez. Julián es un anciano que estuvo recluído en un campo de exterminio y que ha dedicado su vida a cazar nazis. A través de un viejo amigo descubre que en un lugar de la costa valenciana se refugia un grupo de nazis y allá que va a buscarlos. Por casualidad conoce a Sandra, una muchacha embarazada y solitaria que vive allí también y la mete en su proyecto, así que entre el abuelo y la preñada pretenden acabar con un nido de peligrosos asesinos que además son adictos a una especie de inyecciones que parecen aportarles algo cercano a la eterna juventud. La verdad es que la historia está entretenida y se lee bien, tiene su intriga y está bien escrita, lo que pasa es que conforme avanza la acción la autora introduce una historia de amor un tanto raruna que no viene mucho a cuento y que resulta bastante increíble y un poco rollo. Y otro problema que le veo es que el viejo no tiene plan, se pasa la vida espiando a los nazis pero sin que parezca que vaya a hacer nada práctico, no sé, cargárselos, torturarlos, hacerles pupita,  denunciarlos, sacar la verdad a relucir en la prensa o algo. La verdad es que los dos protagonistas son algo tontunos y no se entiende nada de lo que hacen ni para qué, pero bueno, para una lectura así de entretenimiento ligerito está bien. Eso sí, el final completamente demencial, pa mear y no echar gota.

11. Indian Express, by Pepa Roma. Premio Azorín 2011.  Es la historia de un viaje a la India de dos viejas amigas que tenían ese proyecto común desde su juventud. Lola ya ha ido otras veces, sola o con  sus exmaridos, pero para Che es su primera vez. Al mismo tiempo que la narradora se va adentrando en el país va relatando la historia de esa amistad tan compleja y extraña que más pareciera una eterna enemistad. Como reza el dicho, con amigos como ésos quién necesita enemigos. La constante tensión entre Lola y Che hace que el viaje termine convirtiéndose en una experiencia angustiosa. La verdad es que es difícil entender el porqué de la agresividad de Che y de la sumisión de Lola, aunque el desenlace aporta algunas claves sobre lo que podría haber detrás de todas esas tensiones mutuas que parecen estar siempre a punto de estallar. Una novela interesante tanto como relato de viajes (es un verdadero canto de amor a la India) como por lo que supone de reflexión acerca de la amistad y de la vida.

12. La carne, by Rosa Montero. Es la historia de una extraña relación entre una comisaria de exposiciones de 60 años y un gigoló de 30 al que contrata un día para que la acompañe a la ópera y darle celos a un ex-amante. Soledad, la protagonista, es un personaje bastante patético de principio a fin, pero conforme Montero nos va adentrando en su pasado y conocemos los secretos de su infancia y su juventud la vamos entendiendo un poco mejor. Una novela sobre lo duro que es envejecer y sobre los traumas y las obsesiones que se arrastran durante toda la vida. Muy ligera de leer, se bebe como el agua. Al final la propia Rosa pide a sus lectores que al hablar de la novela no desvelen la particular relación que se establece entre los protagonistas porque eso destriparía la historia, así que ahí lo dejo. Solo apuntar que ella misma se convierte en uno de los personajes de la novela en un inteligente alarde de autoanálisis que me ha resultado muy divertido.

13. Instrumental, by James Rhodes. Me estuve pensando bastante si leer este libro autobiográfico porque la historia de este tío no es nada agradable y suponía que lo iba a pasar muy mal leyéndolo, pero al final estuve ojeándolo tanto que pensé que era una gilipollez no leerlo completo. No solo no me arrepiento sino que me parece un gran libro, si exceptuamos las partes en las que Rhodes se lanza a soltar interminables reflexiones sobre la industria musical, que me parecen innecesariamente largas y repetitivas aunque muy inteligentes y bastante razonables, y los consejos en materia amorosa que se permite soltar al final, un tanto ingenuos desde mi punto de vista. Por si no conocéis la historia os copio el resumen que de ella hace el propio autor: "Me violaron a los seis años. Me internaron en un psiquiátrico. Fui drogadicto y alcohólico. Me intenté suicidar cinco veces. Perdí la custodia de mi hijo. Pero no voy a hablar de eso. Voy a hablar de música. Porque Bach me salvó la vida. Y yo amo la vida." Tal vez ahora podáis entender por qué no me decidía a leerlo. Es una historia de autodestrucción muy dura, aunque el mensaje final de redención y de esperanza compensa esa crudeza. Dediqué un comentario algo más amplio sobre Rhodes y su libro en un post. Por si os interesa cuelgo el enlace: http://arfondoalaizquierda.blogspot.com.es/2016/12/instrumental-una-historia-de-terror-by.html

14. Los besos en el pan, by Almudena Grandes. Novela social, comprometida y un tanto flower-power, muy del estilo de los artículos que escribe Grandes para El País Semanal. De hecho es eso justamente lo que hace, ensamblar un montón de sus artículos, establecer lazos amistosos o familiares entre los distintos personajes y construir una novela coral a partir de ahí. Lo sé porque leo todas las semanas sus escritos y todas las historias que cuenta en la novela me sonaban un huevo. Crea una especie de "Cuéntame" literario, un año en la vida de un barrio machacado por la crisis. Almudena es simplona y tópica hasta la extenuación. Las autoridades son siempre muy malas, la gente de derechas egoísta e insolidaria y la de izquierdas generosa y entregada a todas las causas nobles que en el mundo son. Sus personajes son completamente planos, no conocen los matices, o son muy simpáticos o muy antipáticos  (éstos todos de derechas), o muy buenos o muy malos (también todos de derechas). Y diréis: bueno, y por qué la recomiendas en este post que se llama precisamente "Lecturas recomendadas"? Pues porque la novela está entretenida, se lee fácil, engancha dentro de su simplicidad y es ideal para las vacaciones,  además Almudena tiene su público. Encantará sin duda a los forofos de la escritora y a los que creen como ella que ser de izquierdas es sinónimo de bondad y ser de derechas es sinónimo de ser un verdadero cabrón. Y a los que tengan una idea de la vida un poquito más compleja de todas formas sus historietas de gente sencilla de barrio supersolidaria y megaguay le pueden gustar. Estilo "Farmacia de guardia", algo así.

15. El amor del revés, by Luisgé Martín. Este es un relato autobiográfico en el que Martín hace un repaso de su vida fuertemente marcada por su condición de homosexual. Desde el descubrimiento de su sexualidad como un hecho monstruoso que tenía que ocultar a los demás, como algo vergonzante de lo que no se podía hablar, allá por los años 70 y 80, hasta la normalización de su vida y sus relaciones amorosas. Luisgé es un tío muy divertido y ameno pero lo que cuenta es bastante duro, lo que ha tardado en aceptarse a sí mismo y en aceptar lo que es no ha sido un camino de rosas. En medio hubo intentos de  "reconducir" su conducta sexual, pensamientos suicidas, desbarres varios, desengaños terribles y situaciones muy dolorosas. Ha sido una lectura especialmente emotiva para mí porque alguien muy cercano a mí vivió experiencias muy parecidas, desgraciadamente con un final trágico. La vida de Luisgé es un paradigma de lo que ha sido la vida de muchos homosexuales durante los años difíciles de la transición y hasta que la sociedad en su conjunto dejó de considerar la homosexualidad como una enfermedad o una aberración. Por desgracia todavía ser un adolescente gay puede ser un problema, no es que la cosa esté totalmente normalizada ni mucho menos, pero no tiene nada que ver con lo que era en aquellos tiempos. Una historia muy interesante y un tío que se desnuda por dentro y derrocha sinceridad en cada una de sus palabras. Además de un gran escritor. También le hice crítica aparte: https://arfondoalaizquierda.blogspot.com.es/2017/01/el-amor-del-reves-by-luisge-martin.html?showComment=1483973176767#c3586921201845621160. Por cierto que él la leyó y luego me escribió un email muy emotivo.

16. El peso del corazón, by Rosa Montero. La escritora retoma aquí al personaje de Bruna Husky, la detective tecnohumana que protagonizara su novela "Lágrimas en la lluvia", y con ella retoma también la distopía en la que se desarrollaba la acción, los Estados Unidos de la Tierra. Se ve que Montero le tomó el gusto a la ciencia-ficción. La verdad es que tiene que ser divertido inventar una sociedad, un mundo imaginario con sus costumbres, sus tecnologías y todas sus peculiaridades. En este caso Bruna vuelve a viajar en ascensor espacial a la Plataforma Flotante de Labari, una tierra gobernada por fundamentalistas religiosos. Hay personajes muy curiosos, como el sobón Deuil, o la mascota de Bruna, el tragón Bartolo, el memorista Pablo Nepal, el comisario Lizard, los mutantes... Con el sobón Deuil y con su gemela replicante Clara Husky, Bruna viajará al norte a resolver su caso, a la antigua Finlandia, donde se están desarrollando unas guerras nacionalistas que el gobierno se esfuerza por ocultar. Montero aprovecha para hacer una atinada crítica a los fanatismos motivados por adhesiones ciegas a banderas y dioses en un evidente paralelismo con la situación actual. Muy entretenida. Al final hay una especie de recopilatorio de Historia-ficción en el que se cuenta la supuesta historia de la Tierra desde nuestros días al momento en que transcurre la acción de la novela: las guerras terroristas, las guerras robóticas, la unificación de la Tierra, la aparición de los tecnohumanos, las tierras flotantes...  Es bueno saberlo antes de empezar a leerla para situarse.

17. La chica del tren, by Paula Hawkins. Me toca recomendar un best-seller. Es una novela para disfrutones del entretenimiento lector. Y no está mal escrito, que dentro de los best-sellers hay categorías también. Os cuento el argumento: Rachel va a Londres todos los días en un cercanías y le gusta mirar a una pareja que vive en una casita que se ve desde el tren e imaginarse que son una pareja idílica. Rachel es alcohólica y una noche loca se baja en la estación donde vive esta pareja y donde tambien vive su exmarido. Esa misma noche la chica que ella observa desde el tren desaparece y Rachel tiene la sensación de que vio algo inquietante pero estaba tan borracha que no puede recordar nada. La clave de toda la trama es que Rachel tiene que conseguir recordar qué ocurrió aquella noche, pero en su mente solo hay una terrible laguna mental.  A través de los monólogos interiores de tres mujeres, la propia Rachel; Megan, la chica desaparecida; y Anna, la nueva esposa de su exmarido, entramos en una historia apasionante llena de suspense y tensión. Es difícil dejar la novela una vez empezada. De hecho hay una película basada en ella que pienso ver este finde sin falta, salvo causa mayor.

18. Éramos mujeres jóvenes, by Marta Sanz. Ya el subtítulo lo explica todo: una educación sentimental de la transición española. No suelo recomendar ensayos casi nunca, entre otras cosas porque yo misma no los leo, pero una amiga me pasó este libro y la verdad es que me ha gustado bastante. Trata básicamente sobre la sexualidad de las mujeres de mi generación, las que ahora estamos entre los 45 y los 55 años, las que fuimos adolescentes y jóvenes en los 80 y los 90; nuestros inicios en el sexo, la información que teníamos, el dilema clítoris-vagina, nuestras parejas estables y nuestros rolletes,... en fin, cómo hemos sido y cómo somos. Varias mujeres responden a un cuestionario que Marta les pasa y a través de sus respuestas (el corifeo, las llama ella) se articula el ensayo. Y como estos posts de lecturas recomendadas los suele leer bastante gente de mi edad creo que este libro puede resultar interesante tanto para ellas, porque se van a sentir identificadas en muchas cosas, como para ellos, para entendernos un poco mejor. La obra termina con Marta pasándole su cuestionario a un hombre de la misma generación para comprobar en qué difieren sus respuestas. Una especie de experimento comparativo. A este libro le he dedicado también su propio post. Os paso el enlace por si os interesa:  http://arfondoalaizquierda.blogspot.com.es/2017/03/eramos-mujeres-jovenes-by-marta-sanz.html

19. Dos mujeres en Praga, by Juan José Millás. Ésta es una novela con cierto toque surrealista, por lo que no gustará a todo el mundo, pero a mí me ha parecido bastante divertida. De todas formas no son de las que se beben solas, lo advierto. Tenemos a un joven autor en ciernes que escribe biografías ajenas, a una inquietante viuda que no es lo que parece, y a una extraña chica que quiere escribir con la mano izquierda una novela zurda sobre el lumbago o sobre el l'um bago, que según ella es como se dice en rumano "ojo vago". Tres personajes en busca de autor, y éste no es otro que un periodista pasado de vueltas que se dedica a escribir reportajes y que está preparando uno sobre adopciones de niños. Con estos ingredientes Millás crea una historia que indaga en los difusos límites entre la realidad y la imaginación y el resultado a mí me ha gustado, aunque ya digo que no la veo apta para todos los públicos. En su día ganó el Premio Primavera de Novela 2002.

20. Clavícula, by Marta Sanz. Probablemente la autora española más prolífica del panorama literario actual. En esta ocasión Marta hace un desnudo integral con pretensiones terapéuticas y elabora una especie de diario de una enigmática enfermedad que padece. Un buen día en un vuelo transoceánico de repente la escritora siente una punzada a la latura de la clavícula. Empieza en ese momento un largo peregrinaje por consultas médicas, pruebas de todo pelaje y sobre todo por el dolor, el dolor físico y el emocional, que se entremezclan en el relato de Marta de un modo magistral. Y también el dolor social de sentirse incomprendida, incluso por ella misma, que no entiende qué le pasa, por qué no es capaz de sobreponerse a lo que le pasa, por qué todo en su vida gira ya en torno a esa molestia sorda en un punto de su cuerpo. Todo ello unido a "esa edad difícil", a la menopausia de nuestra antiheroína, lo relata la escritora con escalofriante precisión e impresionante crudeza. Un libro que gustará especialmente a las mujeres, que en gran medida se sentirán identificadas con Marta, pero también a muchos hombres que sienten el mismo temor a la enfermedad, al deterioro físico, en definitiva, al dolor y a la muerte.

21. Basada en hechos reales, by Delphine de Vigan. La última película del gran Roman Polanski, muy alabada en su presentación en Cannes, se basa precisamente en esta novela. La historia tiene un cierto parecido con Misery, de Stephen King, algo que la propia escritora no intenta ocultar porque incluso hace alguna referencia explícita. Va de una novelista de éxito que de repente entra en contacto "casualmente" con una lectora. A partir de ahí la amistad que se entabla entre ambas llega a convertirse en una relación bastante enfermiza y extraña, lo que conduce al bloqueo literario de la protagonista y a una serie de episodios que oscilan entre el terror psicológico y el suspense. Es una novela muy cinematográfica, no me extraña que Polanski haya querido llevarla al cine porque mientras la vas leyendo casi puedes visualizar todo lo que pasa. Si Hitchcock la hubiese pillado habría hecho una obra de arte, no me cabe la menor duda. Se lee de corrido. Ideal como lectura veraniega.