domingo, 23 de agosto de 2020

Y con los niños qué hacemos?

Llevo varias horas discutiendo por Twitter sobre el asunto de la incorporación de los niños a la escuela.  Se acerca la apertura del curso escolar y todavía a estas alturas anda toda la comunidad educativa, padres, niños, profesores, responsables de comedores escolares, etc., sin tener ni puta idea de qué va a ser de ellos.

La Ministra de Educación, con su diligencia habitual, ha convocado para este jueves una reunión con las Comunidades, a 4 días de la apertura del curso. Para qué correr? Qué prisas tenemos? Cada Autonomía se ha ido buscando la vida a su manera, unas dicen que las clases serán presenciales, otras que semipresenciales, otras que imposible, otras que no saben, que a ver qué pasa. Al final nadie tiene ni idea de lo que va a hacer, ni de lo que va a pasar, la planificación ha sido nula, todo son improvisaciones, ideas locas a salto de mata, ocurrencias de todo pelaje... en fin, resumiendo.... España. 

Por su parte hay padres que se niegan rotundamente a mandar a sus hijos a la escuela si no se les puede garantizar seguridad total. Que obviamente nadie se la puede garantizar. Otros padres plantean que para ellos la virtualidad o la semipresencialidad es imposible porque tienen que trabajar. O porque tienen varios hijos y no tienen ordenadores para cada uno. 

Yo he hecho una propuesta tuitera que traslado aquí, junto con las respuestas que he obtenido, sólo por abrir el debate y que cada cual opine lo que quiera. Copipego tuits tal cual:

MI PROPUESTA

Se podría dar a elegir a los padres si prefieren clases presenciales o virtuales. Claro, esto último si tienen posibilidades tecnológicas y al menos algún adulto en casa que se responsabilice. Si los padres de unos colegios optan por las clases virtuales y esas aulas quedan libres podrían redistribuirse los alumnos de otras escuelas en las que se opte mayoritariamente por la presencialidad. Es una forma de solucionar el problema de ratio.

NOMAH

Creo que estamos muchos de acuerdo en ello. Facilitar la distancia social y darle a todos las herramientas para su estudio. Pero en su discurso hay una carga ideológica y una contradicción. Deja que se la jueguen unos y da privilegios a otros

YO

No sé a qué discurso te refieres. Yo veo que las circunstancias de las familias son diferentes y que hay algunas que pueden afrontar las dificultades que supone no llevar a los niños a clase. Por desgracia pocas. Pero eso permitiría redistribuir a los niños con la ratio adecuada.

NOMAH

Estamos de acuerdo, pero seguimos diferenciando las clases sociales y no dándole facilidades a todos los niños por igual. Telefónica podría dotar de internet, las empresas que dan tablets y movíles a los políticos y renuevan cada año, podría dotar a tales familias.

YO

No sólo hablamos de cuestiones tecnológicas. Hablamos de posibilidades de conciliación, de padres que no puedan teletrabajar porque sus trabajos no lo permiten (sanitarios, logística, etc.), familias numerosas.... Cada familia es un mundo.

JARRY

No tienes hijos,verdad? Ya elegimos. A ver si te crees que porque tengo una tablet voy a sustituir la sociabilidad del colegio o el consejo de un profesor. Eso sí pagando el concertado,no? Pura lógica.

YO

Bueno, tú has elegido presencialidad pero hay padres que no quieren ni oír hablar de ello. Deberían tener esa opción. Nadie puede obligarles a llevar a sus hijos al colegio si tienen miedo.

PILAR

Y qué se contagien los pobres!!

YO

Por qué?? Si se consigue una ratio de 10 o 14 niños por aula esos niños no van a contagiarse. Hay espacio de sobra para ellos, y sin mascarilla incluso. Así se soluciona el problema y sin gastos públicos adicionales ni gastos para las familias.

PILAR

Será mucho más fácil que se contagien esos q los q están en casa.

YO

El riesgo 0 no existe para nadie. Los niños que están en casa también irán al parque a jugar y se relacionarán con otros niños. Pero la cuestión es que se reduciría ostensiblemente el riesgo de todos. Y se trata de eso, no?

OSCAR

La enseñanza online no tiene nada que ver con la presencial. Ni siquiera los profesores están preparados ni con material ni con aptitudes para hacerlo.

YO

Cuando hablo de enseñanza online hablo de asistir virtualmente a la clase presencial del profesor. Es decir, éste haría lo mismo de siempre. Sólo que una parte del alumnado asistiría a la clase desde su casa

ELIVAR

Pues si sólo van unos pocos, para que ponerlos en riesgo, todo semipresencial.

M.F.

Creo que se supone que los alumnos con más recursos tienen, cómo decirlo, más recursos, así que su formación no estaría tan afectada como la de una familia con un ordenador para 4, por ejemplo.

YO

Exacto. O las familias que de ninguna manera los padres puedan teletrabajar por su tipo de trabajo. Para esos es imposible plantearse la virtualidad.


Bueno, pues hasta aquí la discusión. He obviado los tuits insultantes o pretendidamente ofensivos. La polémica está ahí y yo os la dejo para que penséis sobre ello y lleguéis a vuestras propias conclusiones.

Y si alguien quiere participar y dar su opinión aquí, bienvenida sea.

jueves, 13 de agosto de 2020

Historia Real

Leyendo historias por ahí me encuentro en eldiario.es con un relato ficticio bastante gracioso de un tipo que se llama José A. Pérez Ledo sobre un hipotético final de la monarquía borbónica allá por el año 2040. 

Cuelgo el enlace por si alguien tiene interés en leerlo:

https://www.eldiario.es/opinion/zona-critica/monarquia-espanola-2040-humor-ficcion-satira_129_6159232.html#click=https://t.co/hu1gBkLCQV

Después de echarme unas risas con el amigo Ledo, dándole vueltas al asunto y pensando que veinte años es demasiado para una persona como yo, que procede de familia poco longeva, como ya sabéis que mi imaginación da para mucho, he decidido acortar los plazos y proponer un final feliz mucho más cercano. Pongamos que podría ser... para dentro de 4 años??

Os pongo en situación. Año 2024. La infanta Sofía, hermana de la heredera al trono, da el bombazo. Hace años que lo sabe, aunque ha mantenido en silencio su tortura psicológica para no perjudicar a su hermana y por ende a la Institución Monárquica, pero ya no puede más y decide salir del armario. Confiesa en Instagram que es un hombre encerrado en el cuerpo de una mujer y que va a empezar un tratamiento de reasignación de sexo para sentirse por fin en paz y conforme a su naturaleza masculina. 

Tremendo problema institucional, puesto que la Constitución recoge muy claramente que en la sucesión a la Corona prima el varón sobre la mujer, y por otra parte en las leyes sobre transexualidad también se explicita que en una reasignación de género la persona pasa automáticamente a tener legalmente la nueva identidad elegida. Por tanto, el heredero a la Corona ahora tendría que ser el príncipe Sofío en detrimento de la hasta ahora heredera, la infanta Leonor. Además debería traspasarle el título que por tradición le corresponde al heredero, que volvería a ser Príncipe de Asturias en lugar de Princesa. Para más inri la niña, ahora niño, cuelga una foto en Instagram presentando a su pareja, que no es otra que Jorge Javier Vázquez. Cágate lorito.

Os podéis imaginar la que se lía. El Gobierno to loco, la Casa Real al borde de un ataque de nervios. Para evitar el desastre hay que cambiar a toda prisa la Constitución, algo que no se habían atrevido a hacer hasta ahora para no abrir el melón monárquico. Con las hordas republicanas tocando el tamtam y salivando cual perrito de Pavlov, con los monárquicos de toda la vida echándose las manos a la cabeza de pensar en un transexual como rey y en Jorge Javier como rey consorte.... los de Podemos, ERC, PNV y Bildu diciendo que si se va a cambiar el capítulo de la Corona ya de paso quieren referéndum sobre la Monarquía y sobre la independencia de Cataluña y el País Vasco, que qué coño es eso de cambiar lo que a los poderosos les sale de los cojones cuando les interesa y no tocar lo demás.

Total, que el rey Felipe, harto de coles, entre los disgustos que le ha dado el crápula de su padre toda la vida, luego haber tenido que aguantar las jetas de Letizia los últimos 20 años, y ahora la niña, que le sale niño y encima se echa el novio que se echa.... viendo venir que al final sus propios súbditos lo lanzan a gorrazos y va a tener que salir por pies al estilo de sus antepasados Borbones, llevándose lo puesto y con la dignidad real por los subsuelos, en un alarde de sensatez sólo imaginable en alguien tan estupendamente preparado como él, decide libremente pactar la derogación de la Monarquía y la proclamación de la República, siempre y cuando le dejen un par de palacios o cuatro, el yate real, una pensión vitalicia millonaria, el tratamiento también vitalicio de Majestad y la posibilidad de divorciarse de Letizia y marcarse un enriqueponce con una amiga de su hija Leonor de la que está profundamente enamorado.

Y así será, queridos amigos, como el país vivirá dentro de 4 años otra transición aún más modélica que la anterior, totalmente pacífica e incruenta, que nos traerá por lo menos otros 40 años de felicidad y prosperidad en el seno de una hermosa República Democrática Española.

The end. 

miércoles, 12 de agosto de 2020

Mi República

 Se me están yendo los seguidores de Twitter a puñaos.

En todos estos meses criticando tutiplén a Pedro Sánchez y al Gobierno por la gestión de la pandemia me había hecho con un lindo ramillete en flor de seguidores de Vox que ya sabía yo que no me iban a durar mucho.

Efectivamente, ha sido empezar todo este follón del Emérito y ponerme yo a despotricar de la Monarquía y a defender la noble causa republicana, y salir ellos huyendo, renegando horrorizados de mi amistad virtual.

En fin, era de prever. Ahora se me están apuntado un montón de podemitas y de socialistas republicanos, que me regalan entusiastas likes y me retuitean con fervor. Ellos también volarán en el momento en el que escriba alguna crítica a Sánchez, a Iglesias, al profesor Don Simón o a cualquiera de sus muchos fetiches. Es mi sino. Tal como me llegan se me van. 

Yo, como republicana convencida y apasionada, lamento profundamente que mi causa haya sido monopolizada por las locas del coño de Podemos. Bien es verdad que no es por su culpa, sino por la de otros partidos que, teniendo raíces republicanas, con el tiempo han ido renunciando a ellas y dejándonos huérfanos a los que no nos identificamos para nada con el club Iglesias-Montero pero seguimos creyendo en una forma de estado que no se rija por las reglas obsoletas y anacrónicas de la sangre azul.

Que a estas alturas aún quede una institución que se herede de padres a hijos por vía sanguínea y que esto lo veamos con normalidad me produce profundo estupor. Una institución opaca a más no poder, de la que sólo se sabe lo que su organismo gestor, Casa Real,  quiere que sepamos, y que se caracteriza por la inviolabilidad judicial de la persona que está al frente. Que la gente admita sin escándalo aparente que haya una persona en este país que podría asesinar a su mujer y sus hijos delante de toda España en vivo y en directo y seguiría sin poder ser juzgada por ello, me parece completamente demencial. 

Toda la gente que me defiende la monarquía española, tanto mis ex-seguidores de Vox como muchos socialistas, reconvertidos por la fuerza de la vergüenza del mítico juancarlismo a la practicidad del felipismo, del cortesanismo del campechano al de su preparadísimo sucesor.... pues bien, toda esa gente, tiene un argumento común: el miedo. Todos repiten lo mismo: "Este país no puede permitirse cuestionar la forma del estado en un momento como éste, con una pandemia del copón (qué bien viene el Covid para algunas cosas), una crisis económica mundial sin igual, un Gobierno bipolar en el que coexisten constitucionalistas con antisistemas que quieren destruir el régimen del 78, una crisis territorial provocada por el independentismo catalán que no se sabe cómo puede terminar.... cómo coño nos vamos a plantear ahora abrir el melón de la Monarquía con todo ese panorama?"

Y conste que en buena parte llevan razón. Hay motivos de sobra para tener miedo en un país como éste, con esa historia demencial, madre mía, que parece que no se nos puede dejar solos porque la liamos parda fijo.  Para todas esas personas no se puede abrir el debate Monarquía-República porque, parafraseando el famoso tema de Amaral, sin el Rey no somos nada. El Rey es el garante de la unidad de España y de que toda la estabilidad y bonanza conseguidas en los últimos 40 años no se vayan al carajo. 

Da igual que nos hayamos enterado a posteriori de que el Señor que ostentaba el cargo durante todo este tiempo era un caradura impresionante, que recibía regalos más que cuestionables de regímenes no precisamente democráticos, que tenía cuentas multimillonarias no declaradas en Suiza y una amante comisionista que hacía y deshacía a su antojo, y que se ha hecho con un patrimonio de oscuro origen del que hasta su propio hijo ha renegado públicamente, renunciando a la herencia paterna, eso sí, sin contar dentro de la herencia el cargo. Que a ése no renuncia ni loco. Ni importa que el Rey junior haya enviado a su descocado papá a tomar viento a la Conchinchina para intentar salvar su real culo y el de su heredera. Da igual, sin él no somos nada.

Y yo me pregunto qué hubiera sido de este país si aquellos otros gobernantes que consiguieron todo lo que ahora tenemos se hubieran dejado llevar por el mismo miedo a no tocar lo intocable, a no pisar callos fachas, por si acaso. Se habría legalizado alguna vez el Partido Comunista, por ejemplo? Se habrían aprobado leyes como la del divorcio o la del aborto? 

La Monarquía, que iba en el pack completo de la Constitución, y que por tanto tenía que ser aprobada sí o sí al aprobar la Carta Magna, es intocable?? Vale que se encargaron en el texto constitucional de blindarla bien, a prueba de bombas, pero es que esas bombas ya han caído. De hecho, hemos sabido que todos estos años han estado cayendo, sólo que no nos enterábamos de nada por ese pacto vergonzante de silencio que había en torno a la Familia Real. Ese pacto de silencio por el que, aún ahora que se ha abierto la veda contra ellos, hay que seguir usando eufemismos como "amiga entrañable" para referirnos a la famosa amante comisionista.

Sé perfectamente que todo esto es hablar por hablar, porque hoy por hoy en el Parlamento la correlación de fuerzas no permite aprobar un cambio constitucional de esa envergadura. Pero eso no es óbice para que en el marco teórico, y a la espera de que la causa republicana sea adoptada por otras fuerzas aparte de las podemitas e independentistas, el debate esté abierto, y desde luego no nos tachen poco menos que de criminales a los que creemos en una república moderna y adaptada a los tiempos, en la que la transparencia de la jefatura del estado esté garantizada por ley. 

Mi República no es como esa II República de los años previos a la Guerra Civil, no. Ni una República Popular como la china o la venezolana, que con eso también nos intentan meter el canguelo en el cuerpo a los pobres republicanos que no tenemos nada que ver con esa gente. Por qué no soñar con una República Federal a la alemana, o presidencialista a la francesa?? Por qué no soñar con un día en el que no tendremos que tragarnos a todas horas el vomitivo empalago de la prensa cortesana mostrándonos minuto a minuto el día a día de esta familia cuyo principal mérito en la vida es su ADN? Que si las niñas van al cole, que si comen sopa, que si son veganas, que si Letizia repite vestido, que si el Rey se corta la barba, que si se la deja larga, que si la Reina está muy delgada, que si se ha operado la quijada, la nariz, los pómulos o las tetas.... Socorrooooooooo!!!!

En fin, no estoy dispuesta a rendirme al miedo que intentan insuflar los defensores de la monarquía por precaución. Esto es como los niños chicos, si nunca los dejas solos porque te da miedo lo que les pueda pasar, nunca crecerán y siempre serán unos timoratos y unos inmaduros y te necesitarán hasta para ir al baño. Si siempre vamos a necesitar a los Borbones para que nos tutelen y nos protejan de nosotros mismos, nunca seremos capaces de hacernos mayores y de caminar por nosotros mismos.

Seguiré peleándome en Twitter con monárquicos convencidos y con neofelipistas (antiguos juancarlistas), luchando por esa República moderna y europeísta en la que creo, y arreándole estopa a los podemitas que pretenden apropiarse de ella y convertirla en una fantochada populista tan cutre como todo lo que tocan.

Y seguiré perdiendo seguidores voxeros a espuertas, qué le vamos a hacer. Pero bueno, ya volverán en cuanto cambie de tercio y le suelte un par de coces a Irene Montero o al inefable muñecote Don Simón. Siempre vuelven, como los turrones El Almendro en Navidad.