lunes, 30 de octubre de 2017

Mujeres, hombres y... 155

Que nooooo, tranquilos, no os acojonéis, que no os voy a dar la matraca otra vez con el Puigdramón. Lo que pasa es que me hacía ilusión meter el 155 en el título,  y así los graciosillos que lo lean podrán decir aquello de "por el culo te la hinco".

Hoy voy a disertar sobre otro asunto no menos apasionante. Estaréis al tanto del caso del productor de Hollywood acusado de acoso sexual y del movimiento que ha surgido en las redes sociales bajo la etiqueta "Me too". Miles de mujeres están adhiriéndose a este movimiento y contando sus propias experiencias de acoso. Parece claro que la que más y la que menos ha tenido alguna vez en su vida algún mal rollo de éstos. Quién no ha cruzado alguna vez de acera al pasar por una obra, o cerca de un grupito de tíos (que hay que ver lo que se crecen los cabrones cuando van en comandita), o ha tenido que soportar en el bus que le restriegue la cebolleta algún salido? Ya el acoso en el lugar de trabajo es otra cosa y tiene connotaciones bastante más graves porque es difícil sustraerse a él. A trabajar hay que ir sí o sí y no te puedes cambiar de acera ni bajarte en la siguiente parada.

Pero no es de eso exactamente de lo que yo quería hablar. Hay poco que discutir sobre este asunto porque estaremos todos de acuerdo en que es positivo que salgan a la luz todas estas cosas para que a los cerdos que se dedican a babosear a las tías, cuando no algo peor, al menos se les caiga la cara al suelo de vergüenza al ser destapadas sus hazañas.

Mi pretensión hoy es hacer un poco de autocrítica femenina porque las tías también tenemos tres días con pasao mañana.  Y en torno a este tema de cómo nos relacionamos con los tíos hay mucha hipocresía. Por ejemplo, las tías obtenemos bastante provecho de nuestra condición femenina y del efecto que ejercemos sobre los hombres, y eso es así. Yo me he aprovechado un montón de veces para inflarme a copas gratis, o para conseguir que me cambien una rueda. Y de la misma manera muchas tías usan un físico atractivo claramente para conseguir un trabajo o para obtener algún tipo de beneficio.

La prostitución es el paradigma de uso del cuerpo para obtener beneficio económico. Yo siempre he visto de puta madre que mientras haya tíos dispuestos a pagar por follar haya tías que se ganen la vida dando ese servicio. A la viceversa es un negocio bastante ruinoso porque hay pocas tías dispuestas a pagar por algo que no les cuesta ningún trabajo conseguir gratis.

Y también nos aprovechamos de ser mujeres para cosas tan simples como que ellos nos inviten sistemáticamente. Yo flipo un montón cuando veo el First Date. Se nos llena la boca de igualdad pero cuando las camareras llevan la cuenta a las mesas en el 95% de los casos el tío se ofrece a pagar y ellas con un leve pestañeo se guardan el dinero que habían sacado y dicen con coquetería:

- Uyyyy, qué caballeroso!

Qué caballeroso no, tía, qué morro tienes tú! Porque si de verdad crees que somos iguales tú no le dejas que te pague la cena. Pagáis a medias y luego si sigues saliendo con él en cenas sucesivas ya se verá quién paga en función del poder adquisitivo de cada uno o de lo que sea, pero en una primera cita dejar que te invite el tío alegando una caballerosidad rancia y demodé es echarle una jeta que pa qué. Bueno, pues casi todas lo hacen, y seguro que no les da ni vergüenza.

En fin, que mucha igualdad y mucha polla pero cuando toca apoquinar que pague el tío. Y algunas incluso se ofenden y se cabrean si él no dice de invitarlas, a tal punto llega el morramen. Con el agravante de que al entrar en el programa le dan a cada uno el dinero de la cena, y encima ratean.

Otra cosa con la que flipo es cuando la tía lleva un pedazo de escote impresionante y coloca las tetas encima de la mesa de modo que el partenaire queda aturdido por completo y no puede apartar la mirada de las ubres de la dama. Y luego va la tía y se queja  en los apartes:

- Ayyyyyy, es que no me ha mirado a los ojos ni una sola vez!

Pero cómo quieres que te mire a los ojos, so petarda, si le tienes unas tetas como carretas puestas delante de las narices?

O bien comenta asi con los morritos fruncidos durante la cena:

- Yo lo que busco es un hombre que me valore por mi interior y no por mi físico.

Clarooooooo! Y mientras el muchacho está mirando estrábico perdido tus preciosas tetas tiene que estar pensando en la maravillosa alma que se esconde tras ellas.

La pura realidad es que muchas tías, la inmensa mayoría, nos valemos de nuestro físico para conseguir cosas, y por supuesto sacamos el máximo partido a nuestra condición femenina aunque luego nos pasamos la vida quejándonos del machismo imperante. Y todas sabemos que cuando nos ponemos una minifalda es porque queremos que nos miren (y admiren) las piernas, y cuando nos ponemos un escote queremos que nos miren (y admiren) las tetas, del mismo modo que cuando un tío se pone un bañador turbo quiere que le miren (y admiren) el paquete.

Con esto no quiero decir que te tengan que violar ni tengas que soportar que te soben el culo ni te metan mano, en absoluto, pero lo que no puedes decir es que no te gusta que te miren porque es mentira. Si no te gusta que te miren es fácil ponerse ropa con la que no te miraría ni tu madre, pero si llevas las tetas fuera te las van a mirar fijo los tíos, las tías y hasta los chuchos. Si fuéramos un poquito menos hipócritas reconoceríamos esto sin problemas.

Y luego lo otro, el beneficio económico que obtenemos por pertenecer a nuestro género. Quién no se ha dejado invitar a una copa, o a 17? Quién no ha aguantado estoicamente alguna vez la chapa de un tío que le ha invitado? Todas. Yo ha habido días que he vuelto a mi casa con el monedero intacto, y la verdad, no me ha venido mal porque casi siempre estaba más tiesa que la mojama.

Que esto no justifica que haya hijosdeputa que se creen con derecho a abusar de todo lo que se menea, como el caso del productor  de Hollywood y como muchos otros en todos los ámbitos laborales? Por supuesto. Pero es justo reconocer que muchas de esas tías se acercaron a ese productor y estuvieron dispuestas a satisfacer sus requerimientos esperando obtener algún beneficio a cambio, aunque lo hicieran muertas de asco. Y habría otras que no se prestaron y se quedaron sin trabajo. Que el tío es un cabrón y un cerdo? Totalmente. Pero que nosotras tampoco somos unas ingenuas doncellas que nos chupamos el dedo también.

He dicho.




lunes, 23 de octubre de 2017

Dilemas de amor

ANTES DE QUE ME QUIERAAAAAAAS COMO SE QUIERE A UN GATOOOOOOO
ME LARGO CON CUALQUIERAAAAAAA QUE SE PAREZCA A TIIIIIIIIIIIIIIIIIII!

Estaba yo cantándole esta canción a mi novio y...

(Breve inciso: yo le canto mucho a mi novio. Como él me graba CDs a mogollón con música para hacer mi gimnasia yo le pago en especies, en este caso cantándole por audio o por vídeo las canciones que me graba, que no sé si es un premio o un castigo pero bueno, a él parece que le gusta. Al menos eso dice, vete tú a saber.)

Pues eso, que estaba yo toda entusiasmá cantándole este temita de Sabina que interpreta muy bien interpretao la María Jiménez, cuando de repente tuve un lapsus y me dije a mí misma:

- Inma, alto ahí! Houston, tenemos un problema.

Porque a ver, yo le veo a mi novio cierto parecido con Hugh Laurie, el famoso doctor House de la tele. Pero también muchos días le da un airecillo a Ricardo Darín. Y no, no es pasión de novia, porque el otro día una amiga mía mirando una foto me dijo que se parecía un huevo a Russell Crowe, alias Gladiator.

Y claro, queridos lectores, en estas condiciones cantar ese tema con sentimiento se me pone francamente difícil. Porque si mi novio empieza a quererme como se quiere a un gato, a ver yo con quién me largo... Con House? Con Russell? Con Darín?

Comprenderéis que es muy complicado elegir. Yo ahora mismo, sinceramente, me siento incapaz.

Mejor que me siga queriendo igual que ahora y que se olvide de gatos y de pollas. Así no me complico la vida, qué coño.

Y además ya no te canto más esta canción. Ea!

viernes, 20 de octubre de 2017

Cambios de temporada

Me dice mi compañera de trabajo que está muerta de frío porque han pegado un bajonazo las temperaturas y aún no ha sacado la ropa de invierno.

Todos los cambios de temporada flipo con la parafernalia doméstica que tiene la gente que organizar para sacar una ropa y guardar la otra. Cuando yo era pequeña en mi casa también era así. Mi madre montaba unos cifostios que pa qué cuando sacaba la ropa de invierno y guardaba la de verano y viceversa; eso sí, como hiciera fresco en verano no tenías más remedio que apañarte con una rebequita de hilo, aunque hiciera una rasca de cojones. Y si llovía te tenías que apañar como pudieras con las sandalias, ya podían caer chuzos de punta. Recuerdo algún año (concretamente el verano del 88 no se me olvidará porque fue mi fiesta de fin de carrera) que estuvo diluviando hasta julio, pero como habíamos hecho el cambio de armarios en mayo durante una ola de calor y la ropa de invierno ya estaba en el quinto cipote, me tuve que aguantar con la rebequita de verano y las sandalias de tiras, hecha una sopa un mes entero. Cualquiera se ponía a sacar de nuevo las botas y los abrigos! No he pasado más frío en todos los días de mi vida.

En fin, yo le veo un sentido a tener que pasar por estas incomodidades porque antes vivía mogollón de gente en un espacio muy reducido y no había sitio para montárselo de otra manera; había que joerse metiendo y sacando ropa en altillos, baúles, etc. Pero hombre, por Diooooos,  en casa de mi compañera son tres: ella, el marido y la hija. Tú te crees que hace falta organizar semejante pollo cada cinco meses con solo tres personas en una casa? No tendrá armario suficiente para meter toda la ropa, de verano y de invierno junta?

Lo tiene seguro, lo que pasa es que yo creo que la gente se aburre un montón y necesita llevar a cabo estos rituales absurdos, que tenían sentido en otros tiempos, pero que si no los siguen haciendo sienten como si estuvieran traicionando una tradición doméstica o algo así. Es que tengo hasta amigas solteras que viven solas y lo hacen también! Os lo podéis creer? Fijo que sí porque me apuesto la cabeza a que vosotros, los que me leéis, lo hacéis también.

No lo entiendo, la verdad, es otra de esas costumbres absurdas que se me escapan. Yo tengo toda mi ropa en el mismo armario. Es verdad que ahora lo tengo para mí sola pero antes, cuando lo compartía con mi ex, también lo metía todo ahí. Y me visto según el tiempo que haga, si tengo frío me abrigo y si tengo calor me despeloto. Si voy en invierno a un sitio con la calefacción a tope llevo tirantes debajo del jersey y si en verano voy a un sitio en el que me voy a morir de frío me llevo el plumífero. Como está todo junto no tengo que formar ningún zafarrancho. Me parece mucho más práctico, mayormente cuando esto de las estaciones se va diluyendo cada vez más con el cambio climático y muchas veces el verano se alarga hasta diciembre y el invierno hasta junio. Cómo sabes qué te tienes que poner si no tienes ni idea del tiempo que va a hacer?

Yo por no hacer ni siquiera pongo más a mano la ropa de temporada porque se pone sola de forma natural sin que intervenga mi voluntad. Voy acercando poco a poco lo que más uso y dejando en los sitios más recónditos del armario lo que menos me pongo de tal manera que la ropa se va ordenando sola. El armario fluye al ritmo de las estaciones, como la vida misma.

Por qué la gente se complica tanto la vida con todo? Soy la única persona del mundo práctica y funcional? No hay nadie más por ahí que sea normaaaaaaal?

jueves, 19 de octubre de 2017

Inmolarse

La vorágine independentista continúa su andadura y ahora estamos en el momento "presos políticos". La detención y posterior encarcelamiento de los famosos "Jordis" ha dado lugar a la esperada y esperable retahila de protestas y manifestaciones subidas de tono, emitidas fundamentalmente por las hordas indepes pero entusiastamente coreadas por Podemos, los Comunes y toda la panda que se apunta a lo que haga falta con tal de que haya movida y la gente salga a la calle. El motivo es lo de menos, lo importante es el ruido.

Cuesta explicar a la chupipandi que estos señores, los Jordis, están en la cárcel (y conste que creo que es un grave error convertir en mártires de la causa a estos prendas) no por lo que piensan (que eso sí sería un preso político) sino por los delitos que han cometido al organizar un tumulto contra las Fuerzas de Seguridad. Cualquiera de nosotros en su lugar habríamos sido igualmente detenidos. Si yo mañana destrozo a palos tres coches de la guardia civil y me lío con unos amiguetes a pedradas contra los Beneméritos y les impido salir a la calle voy de patitas a la cárcel, y tú igual, y tú y tú y tú. Y a poco que te pongas a pensarlo, es hasta comprensible porque en caso contrario cada vez que una se pillara un berrinche podría perfectamente liarse a patadas, palos y pedradas contra los vehículos de las Fuerzas del Orden, sabiendo que no habría consecuencias. No creo que en ningún país del mundo se pueda ir nadie de rositas después de hacer algo así. Ahora bien, dicho esto, tal y como están las cosas repito que yo intervendría judicialmente lo mínimo, teniendo en cuenta la altísima y galopante tensión social.

Lo que sí me tiene totalmente alucinada es la postura de buena parte de la "izquierda" con este asunto (aunque yo ya no sé dónde está la izquierda en este país). Es de una ceguera absoluta. Esto del independentismo cada vez se parece más a los fanatismos religiosos. Ves constantemente en los medios y en las redes a gente diciendo que no les importa arruinarse, perderlo todo, su casa, su negocio, su vida si hace falta, porque lo que quieren es libertad. Ávidos de vivir en primera persona una gran epopeya, les da exactamente igual la fuga de capitales, que estén huyendo por pies decenas de empresas catalanas de toda la vida. Un puñado de políticos sin escrúpulos han conseguido a base de mentiras sonrojantes convencerles de que ellos son un pueblo oprimido y esclavo, al nivel de los kosovares o los kurdos o los saharauis. Madre mía, sólo hay que darse un paseo por Barcelona o por cualquier otro lugar de Cataluña para ver lo "oprimidos"  y "esclavizados" que están.  Y lo alucinante es que ese mensaje demencial haya conseguido calar en tantísima gente aparentemente normal, y lo peor, de izquierdas. Lo dicho, fanáticos religiosos a los que se les dice que si se inmolan van a ir al cielo y van a gozar de nosecuantas vírgenes y los tíos van y se inmolan. Y los de Podemos ahí, siguiéndoles la corriente y tocándoles las palmas.  Pa mear y no echar gota, palabrita.

martes, 17 de octubre de 2017

Mujeres: panfleto reivindicativo

Viendo el programa  de televisión "Ven a cenar conmigo", al que me he aficionado recientemente, se produce un momento ya habitual en cada episodio: algunos comensales se levantan de la mesa para cotillear en la vivienda de la anfitriona, y descubren un verdadero arsenal de maquillaje, cosméticos de todo pelaje a los que la susodicha anfitriona parece ser gran aficionada.

- Jo, qué pasada, qué cantidad de pinturas!

- Normal, a todas las mujeres nos encanta el maquillaje.

- Pero esto ya es exagerao! Esta colección es de profesional.

La afirmación de la invitada cotilla me lleva a una profunda reflexión. De repente pienso en las tías que conozco y me centro fundamentalmente en las de mi trabajo. El gremio bibliotecario desmiente totalmente esa teoría, en mi curro las tías gastan menos en pintura que Kiko Matamoros en champú.  Es penoso, de verdad. O eso o ya pasamos al otro extremo, que alguna hay que ella sola gasta en maquillaje el equivalente al PIB de Qatar.

En fin, yo creo que esta falta de coquetería generalizada es cosa de la edad, porque prefiero no pensar que es de la profesión en sí; sería terrible. Estoy segura de que todas mis compañeras en su juventud fueron coquetas y presumidas, sólo que en algún momento de su evolución personal o se cansaron o se aburrieron o por el motivo que sea dejaron de interesarse por estar guapas. Igual se fueron volviendo invisibles para los tíos y empezaron a plantearse "Pa qué?". O bien, después de un montón de años de matrimonio, cuando ya los maridos pasan de ellas como de la mierda, han llegado a la conclusión de que no merece la pena tunearse.

Es verdad que tampoco yo soy muy forofa de los afeites pero mi barra de labios o al menos mi gloss no hay quien me lo quite. No creo que haya que ir a currar como si fueras a una fiesta pero hombre, una mijilla de arreglo, un algo, un nosequé... Yo tengo claro que aunque tenga chiquicientos años pienso ser una vieja pinturera de ésas que no pisan la calle sin haberse dado un toquecito de carmín en los morros o sin plantarse los tacones.  To lo vieja y to lo pelleja que haga falta pero hecha un pincel.

Hay que pintarse, chicas, hay que ponerse guapas. Tampoco es plan de ponerse como una puerta pero hay que reivindicar el maquillaje, algo tan nuestro y tan de toda la vida. Lo que levanta la moral un buen toquecillo de carmín, por dioooossss! Está científicamente demostrado, en tiempos de guerra se disparan las ventas de labiales. No llevaríamos mucho mejor todo el rollo del Procés con un toquecito de color?

Nada de pereza, no puede ser que cumplir años se convierta en la coartada perfecta para abandonarse a la buena de Dios. Se puede ser vieja, se puede estar gorda, se pueden descolgar las tetas y el culo, pero que no nos falte nunca en el bolso una barra de labios. Manque sea de los chinos.

He dicho.

Ps. Otro día hablaré largamente de la aversión del gremio bibliotecario hacia los zapatos de tacón y por su afición al calzado ortopédico plano, lo más feo y asexual posible.

Ps2. Ah, y por el pelito corto.

Ps3. No, no son todas lesbianas, sabiondillos... Aunque muchas lo parezcan.

viernes, 13 de octubre de 2017

Neverending story

La tensión sexual no resuelta (en adelante TSNR) entre Cataluña y España ha entrado en un período de agradable relax desde que el presidente del Gobierno le ha pedido al President de la Generalitat que le explique exactamente lo que quiso decir el pasado martes cuando hizo la solemne declaración que hizo en el Parlamento catalán, de la que al parecer no se enteró muy bien nadie,

Yo prometo que estuve muy pendiente y que no me perdí palabra del discurso de Puigdemont, y me quedé francamente preocupada cuando terminó porque me di cuenta de que no había entendido nada. En principio la sensación que tuve es que se había jiñao un poquitín y se había echado atrás en lo de la proclamación de independencia. Pero por otro lado tampoco había dicho que renunciara, sino todo lo contrario, se reafirmaba en sus pretensiones soberanistas, así que realmente no sabía qué pensar de lo que había pasado.  Para colmo a continuación se produjo esa extraña ceremonia de la firma de un documento "secreto" en el que según se dice, se rumorea y se comenta sí que se proclama oficiosamente y de modo simbólico la República Catalana. A esas alturas tristemente mi capacidad analítica ya estaba bajo mínimos, así que pensé que tendría que esperar a escuchar a opinadores y analistas profesionales para llegar a alguna conclusión sobre lo ocurrido.

Cuál no sería mi sorpresa cuando al término del discurso corro rauda a escuchar los comentarios de los distintos tertulianos, saltando ágilmente de cadena en cadena, y me doy cuenta de que tampoco ninguno de ellos se  ha enterado del contenido del mensaje y que por tanto las opiniones e interpretaciones son variopintas y a menudo contradictorias. Algunos hablan de "Independencia en diferido", como lo del finiquito de Bárcenas, pero mucho me temo que más por decir algo y no parecer unos alelados que por saber exactamente de qué estaban hablando. Total, que siento cierto respiro, parece que el problema no es sólo mío, que no he perdido por completo el oremus sino que el mensaje propiamente dista mucho de ser claro cuando a todo el mundo le ha pasado más o menos lo mismo. Ufffffffff, ya estaba por darme por difunta intelectualmente hablando.

Pero el auténtico, el verdadero consuelo lo sentí cuando el mismísimo Presidente del Gobierno, todo un estadista de pro, comparece públicamente y afirma no haber entendido tampoco nada del confuso discurso de Puigdemont y le hace un requerimiento para que le explique claramente si lo que hizo el pasado martes fue declarar la independencia o no. Porque naturalmente sin saber a ciencia cierta lo que allí se dijo no se puede tomar ninguna decisión al respecto. Bieeeennnnnnn! Rajoy se ha quedado igual que yo y que todos los comentaristas, tertulianos y opinadores mediáticos: ojiplático, boquiabierto y desmandibulado. No es que yo me haya vuelto subnormal de repente, la confusión es universal. Qué alivio, señor!

En fin, que en esas estamos, esperando la respuesta de Puigdemont a la pregunta del millón: proclamó o no proclamó la independencia en su supuesto discurso de proclamación de la independencia? Y entre pregunta y respuesta lo que sí se ha conseguido es que la TSNR, que había llegado a un punto preorgásmico explosivo insoportable, se ha apaciguado y todos hemos vuelto a recuperar el aliento aunque sea temporalmente, mientras se produce la ansiada a la par que temida respuesta.

La cuestión es: qué pasa si cuando llegue dicha respuesta seguimos in albis? O sea, hay alguna garantía de que la próxima vez que Puigdemont hable nos vayamos a enterar mejor? Y si entramos en bucle y esto se convierte en un interminable círculo de preguntas y respuestas? Algo así como:

- Honorable President, qué quiso usted decir exactamente en su discurso? Proclamó usted la independencia de Cataluña o no la proclamó?

- Señor Presidente del Gobierno, yo ni proclamé ni dejé de proclamar la independencia. Puede que sí, puede que no, todo depende de... según, lo más seguro es que quién sabe.

- Pero a ver, Honorable, lo que yo quiero saber es qué quiso usted decir exactamente en su discurso. Proclamó usted la independencia de Cataluña o no la proclamó?

- Señor Presidente, está complicado responder a esa pregunta. En realidad yo ni proclamé ni dejé de proclamar la independencia. Puede que sí, puede que no, todo depende de... según, lo más seguro es que quién sabe.

- Honorable President, yo le conmino a contestar con claridad a mi pregunta:qué quiso usted decir exactamente en su discurso? Proclamó usted la independencia de Cataluña o no la proclamó?

- Huuuuum, Señor Presidente, pues no sé qué decirle. Yo ni proclamé ni dejé de proclamar la independencia. Puede que sí, puede que no, todo depende de... según, lo más seguro es que quién sabe.

 - Por favor, Honorable, me podría decir de una vez qué quiso usted decir exactamente en su discurso? Proclamó usted la independencia de Cataluña o no la proclamó?

Y así hasta el infinito y más allá.

Y si no llegamos a enterarnos nunca de lo que realmente pasó? Y si 25 años después seguimos preguntando y obteniendo una y otra vez la misma respuesta? Y si nos instalamos para siempre en este cómodo impás en el que nadie dice nada definitivo ni irreparable? Y si al final, después de repetir una y otra vez la misma secuencia, nos acostumbramos a ella y la adoptamos como ceremonia nacional? Podríamos instaurar todos los jueves como el día de  la pregunta presidencial y todos los lunes la respuesta catalana, así amenizaríamos un montón las semanas, y los lunes no sería tan duro volver a trabajar porque tendríamos un nuevo aliciente, cada lunes un "día histórico". Planazo!

Sería una solución muy rajoyniana. Así no habría que decidir ni hacer nada, la cosa se iría diluyendo por sí sola, la TSNR se agotaría en sí misma y todo seguiría igual per secula secularum. Los independentistas contentos y felices en esta especie de limbo soberanista eterno y los no-independentistas igualmente satisfechos porque mientras no se diga algo claramente aquí no ha pasado nada.

Qué os parece? A que mola?

martes, 3 de octubre de 2017

Pesadillas independentistas

Esta noche he soñado con Aramís Fuster.

Estaba viendo la tele y aparecía Aramís en el nuevo programa de Cuatro "Ven a cenar conmigo", y contaba muy ufana que había salido en el desfile de un famoso diseñador en la última edición de la Mercedes-Benz Fashion Week.

Mi indignada reacción onírica no se ha hecho esperar:

QUÉ COÑO HACE ARAMÍS FUSTER EN LA MERCEDES-BENZ FASHION WEEEEEEEEEK???????

Está claro que el Procés me tiene desquiciada. Confieso que me he pasado todo el finde engolfada viendo al Ferreras sin perderme detalle (salvo un ratilllo que vino mi novio a verme y me bajé a tomarme una cerveza con él; fue mi momento de particular "desconexión" del Procés).

Me pasa como al Ferreras, que lleva tanto periodismo circulando por las venas que ni sangre se puede sacar el hombre. Pues yo igual, esto del Procés ha hecho que salga del armario esa reportera que hay encerrada en este cuerpo de bibliotecaria y me ha abducido por completo.

También Carles Puigdemont se me aparece estos días en casi todos los sueños, él y su imposible mata de pelo infernal. Y hasta he soñado alguna noche con Rajoy, aunque bastante menos, porque parece que ha escogido un perfil bajo de momento, así que al menos de eso me estoy librando. Alabado sea el Señor!

Pero volvamos a Aramís. Por qué Aramís? Qué tiene ella que ver con todo lo que está pasando?

Pues me he puesto a analizar mi sueño y lo  he visto claro:  Aramís es la representación gráfica del esperpento patrio y la Mercedes-Benz es la pasarela demencial a la que hemos asistido estos días con absoluta cara de pasmo.  Esa representación teatral que hemos presenciado en la que todo estaba previsto de antemano: la gente en la calle papeleta en mano, los Mossos cruzados de brazos, los padres usando a los niños a modo de escudo en los colegios (por cierto, vaya padres, dónde está la fiscalía de menores?), las cargas policiales, las ansiadas imágenes de violencia que han dado la vuelta al mundo para vergüenza y oprobio del Estado español y para regocijo y satisfacción de las autoridades catalanas... En definitiva, Aramís Fuster talmente. Qué mejor imagen que la suya para constituirse en icono de ese sindiós ético y estético? Así lo ha visto mi subconsciente, en mi opinión con una lucidez asombrosa.

Y esa Sor Ada Colau, la Santa Teresa de Jesús independentista (coincido totalmente con Javier Marías en que muchas representantes del nuevo feminismo se parecen alarmantemente a las monjas de mi infancia, tanto en su aspecto físico como en sus modos de estrictas gobernantas)... Esa sor Ada, decía,  al borde del orgasmo místico, toda arrobada en actitud de éxtasis, hablando de la intolerable violencia policial, con lo que le gusta a esa mujer de toda la vida estar en medio de un barullo de ésos...; pero qué me decís de nuestra inefable Albondiguilla Sáenz de Santamaría y su elocuente discurso sobre la decencia democrática? Ellaaaaaa! Sí, la de Ellooooos! Decencia democráticaaaa, cielooooosssss!!! Señor señor señooooooor, qué más nos quedará por ver y por escuchar?

Pues eso... Un esperpento, una fantochada, un sindiós.

Y todavía me extraño de que se me aparezca la Aramís en sueños?