miércoles, 30 de octubre de 2024

Casualidad o destino, o me he pasao con el vino??

Hace unos años escribí un post en el que contaba un hecho que me tenía totalmente flipada. Tal vez os acordéis. 

Por aquel entonces tenía una relación y acabábamos de descubrir mi novio y yo que compartíamos el mismo número de DNI, solo que cambiaba de orden un dígito al final.

Por ejemplo, imaginad que mi DNI fuera 46.234.212. Pues el DNI de él era 46.234.122. Los mismos dígitos, pero cambiando el orden de los últimos, que además se repetían. 

Naturalmente los dos nos quedamos de piedra ante esa extraordinaria casualidad. Matemáticamente no sé cuáles son las probabilidades de que ocurra algo así, que conozcas a alguien y entables una relación y resulte ser una persona que se hizo el DNI el mismo día que tú y encima coincidiendo todos los números. Pero creo que debe de haber muy muy pocas posibilidades de que algo así ocurra. En fin, en su día alucinamos y pensamos que era una especie de señal del destino, como una predestinación. También fantaseábamos de vez en cuando con quién sería "el otro" o "la otra". Quién sería el 46.234.221?? La combinación que cerraba el círculo. Yo era el 212, él era el 122, y solo faltaba el 221.

Pues bien, esto os va a resultar tan difícil de creer como a mí, pero... resulta que el 221 ha aparecido!!!!

Palabrita del niño Jesús.

Me manda una foto el 122, con quien sigo manteniendo una buena amistad.

La foto muestra solo un número en un documento. El número es 46.234.221.

-  He conocido al 221.

- Estás de coña, no??

- Qué va, acaba de estar aquí.

- No puede ser, imposible.

- Lo juro.

- Te estás quedando conmigo.

- Adivina, hombre o mujer.

- Mmmmmmm... hombre.

- Has acertado. Ahora di un nombre.

- Mmmmmmmm... Paco??

- Uysssss, casi. Francisco Javier.

- No me lo creo. Manda foto.

- No puedo, es confidencial. Bastante que te he mandado el número del DNI.

122 trabaja en una inmobiliaria en un pueblo perdido de la Andalucía profunda. Y da la casualidad de que 221 apareció por allí buscando piso para un hijo suyo.

Y ahora yo te pregunto a ti, hombre o mujer de poca fe:

Si ya eran escasas las probabilidades de que yo, 212, conociera a 122 de forma totalmente casual y mantuviéramos una relación antes de descubrir nuestro asombroso vínculo numérico, hasta dónde llega el límite de lo imposible con esta súbita e inesperada aparición de 221??

Alguien que sepa algo de matemáticas podría arrojar luz en este enigma??

sábado, 21 de septiembre de 2024

Aquí subasto mi voto, pa un descosío o pa un roto

Amigos, se me va quedando el nido vacío. El último de mis hijos, que aún estaba en casa, se va. Hace unos meses aprobó unas oposiciones y muy pronto se incorporará a su destino, un destino que aún no conocemos.

Sí sabemos dónde están las posibles plazas, y ninguna de ellas le pilla cerca de casa. Todas son de Madrid para arriba, vamos, que lo más probable es que termine en el País Vasco o en Cataluña, sitios malditos donde nadie quiere ir. Porque además tienen preferencia para elegir los de mayor edad y él es de los más jóvenes, o sea, que le mandarán al octavo cipote con toda seguridad.

Eso no es algo que nos quite el sueño, ni a él ni a mí. Sabemos que fuera de España no puede ir, y dentro de la Península todo pilla relativamente cerca, al menos en tren. Salvo la pobre Extremadura, claro. Él no tiene ataduras sentimentales aquí, y yo estoy bastante hecha a la idea de que hoy en día la gente joven emigra constantemente, y a fin de cuentas esto sería solo por un par de años porque luego podría ya pedir traslado, así que igual le viene bien una temporada conociendo otros mundos, y así de paso también los conoceré yo cuando vaya a verlo, qué coño. Por ahí ningún problema.

El problema ha aparecido cuando nos hemos puesto a mirar los sitios donde están las plazas. Hay de todo, grandes capitales y pueblecitos perdidos, en Valencia, Asturias, Galicia, País Vasco, etc. Nos hemos dedicado a investigar los precios de los alquileres, porque su prioridad es vivir solo, no verse obligado a compartir piso, teniendo en cuenta que va a tener un sueldo bastante bueno que le hace aspirar a ese "lujo". Y se nos han puesto los pelos como escarpias cuando hemos visto los precios de los alquileres en todos los sitios. 

Ya, ya sabemos que Madrid, Bilbao, Barcelona o San Sebastián son lugares prohibitivos, por tanto esos ni los hemos mirado, pero cuando hemos visto lo que piden en sitios perdidos de la España profunda se nos han caído los palos del sombrajo hasta el subsuelo. Y estoy tan indignada que no encuentro manera mejor de desfogarme que aquí en mi blog. 

Oye, que no es que yo desconociera cómo está el patio. Tengo otros dos hijos que se las ven y se las desean para poder pagar sus alquileres, y ambos tienen trabajos decentes y sueldos medianamente razonables. Mi hija vive en un pequeño loft, como llaman ahora a los cuchitriles, por el que paga un pastizal, teniendo en cuenta los metros cuadrados que tiene. En mi barrio, un barrio de trabajadores, que no es ni mucho menos el barrio más pijo de la ciudad. Mi otro hijo vive en un sitio de costa, en un piso con un alquiler razonable, pero del que se tiene que ir en junio porque llega la temporada de verano y los dueños hacen su agosto, nunca mejor dicho, con el alquiler vacacional. Mi hijo en los meses de verano es un sintecho, la mitad del tiempo se lo pasa  "veraneando" en mi casa y la otra mitad buscándose la vida en pueblos cercanos a su trabajo. Vamos, que ya me conozco el paño y mi indignación con este tema no es nueva.

Pero comprobar ahora cómo ese cáncer de la vivienda ha llegado hasta el más remoto pueblo del interior, cómo es prácticamente imposible para un joven hoy en día, aunque trabaje y tenga un buen sueldo, un sueldo digno para vivir, encontrar un sitio mínimamente decente sin tener que compartir piso, eso ya me ha ensirocao por completo. Estoy que me subo por las paredes de mala hostia.

Pero cómo podemos estar soportando esto sin tirarnos a la calle como fieras?? Son nuestros hijos!! Y están condenados a compartir piso toda la vida, con pareja, sin pareja o como sea. 

Manda huevos!! Y aquí estoy en la terraza de mi casa escribiendo esto, y miro a lo lejos, y qué veo?? Pues unos pisos a medio hacer, que por X motivos los dejaron abandonados a media construcción, y que llevan así, que yo recuerde, cuatro años, pero igual hasta más. Ahí están, muertos de risa. Justo frente al Hospital Provincial. Si vais algún día los veréis perfectamente. Abandonados, al lado del Fontanar.

Cuántos edificios puede haber en España en las mismas condiciones?? Mil, dos mil, veinte mil, cuarenta mil?? De verdad, gente, esto es demencial.

Yo lo tengo muy claro. Esto se arregla solo con vivienda pública. Todo lo demás son parches de mierda. Vivienda pública y punto.

Mis padres cuando se casaron se fueron a vivir a unos pisos de alquiler de protección oficial construidos por la Caja de Ahorros. Casi todo mi barrio, el Sector Sur, eran viviendas de protección oficial. Pagaban cien peseta al mes o así. Vivieron allí durante más de 20 años, y solo nos fuimos cuando murió mi hermano y mi madre se negó a volver a entrar en el piso. Luego los pusieron a la venta para los inquilinos que llevaban allí toda la vida, creo que por unos dos millones de pesetas, un regalo prácticamente. Y casi todos los compraron. Nosotros también, y claro, lo vendimos de momento.

Esos pisos los construyeron en tiempos de Franco. No seré yo quien defienda a un dictador, pero oye, si hubo algunas cosas buenas durante su mandato, que las hubo, no pasa nada por reconocerlo, e incluso por copiarlo. Franco hizo pantanos, muchos de los cuales sirven hoy en día para aliviar a amplias poblaciones en tiempos de sequía. Por qué no reconocerlo?? Como podemos reconocer que la vivienda pública en los años sesenta permitió a muchísimas personas acceder a una vida digna, incluso con sueldos muy modestos. La mayoría de los padres de la generación de los míos pudieron casarse y formar familias así. Joder, pues de lo que funcionó por qué no aprendemos y tomamos nota??

Ahora dicen que la gente joven no se reproduce, que no hay relevo generacional. Qué coño de relevo generacional va a haber si no tienen dónde meterse?? Si no tienen más huevos que vivir con los padres o compartir piso con otros ocho?? Cómo se reproduce la gente así??

Con todos esos edificios que andan por ahí a medio hacer los poderes públicos no tendrían ni que construir. Sencillamente terminarlos de hacer y ponerlos a disposición de la gente. Alquileres dignos y viviendas dignas. Con opción a compra al cabo de los años. Darle un futuro a la gente. Y darle un futuro a todo ese ladrillo muerto, desperdiciado, cuyo único fin ahora mismo es caerse a pedazos con algún pobre yonky dentro.

Pero no. Se les cae la boca a todos hablando del tema de la vivienda, pero todavía no he visto a un solo alcalde, a un solo presidente de Comunidad, a un solo mandatario del nivel que sea decir alto y claro que del dinero que pagamos entre todos la prioridad va a ser esa. Ni de un partido ni de otro. Señores, ni un duro para festejos populares, ni un duro para propaganda oficial, ni un duro para televisiones públicas de mierda, ni un duro para financiar proyectos independentistas... Todo ese dinero para coger esos pisos que se caen a pedazos y habilitarlos para nuestros jóvenes, para nuestros hijos. Eso es invertir en futuro, y yo así pagaría mis impuestos encantada de la vida, y si me piden el doble los pagaría más encantada todavía.

Lo va a hacer alguien?? Ya te digo yo que no.  Todo son parches y medidas cosméticas, para contentar a un electorado adormecido por el sectarismo, cada cual con su equipo. Lo importante es que no gobiernen los fascistas. Lo importante es que no gobiernen los chavistas. Lo importante es echar a este. Lo importante es levantar un muro contra aquel. Lo importante es todo, menos lo importante de verdad. Que mis hijos tengan una vivienda en condiciones y yo lo pueda ver algún día.

Desde aquí me comprometo seriamente. Llevo años sin votar porque me dan todos un asco infinito. Pero si hay alguno que en una sola ciudad, un solo pueblo, pone todo el dinero en la casilla de la vivienda, echa al concejal de festejos a la puta calle, cierra la tele local, y dedica la pasta a acondicionar vivienda pública para sus ciudadanos yo a ese lo voto ya. Me da igual que sea Podemos o que sea Alvise Pérez. Me importa un pimiento que esté a favor o en contra de Maduro, de Puigdemont, de Perro Sanxe o de su puta madre. 

Mi voto es suyo. Palabrita.

viernes, 23 de agosto de 2024

Tengo claro que al tal Koke yo le arrancaba el cipote

Supe de esta historia por una entrevista de Alex Fidalgo en su podcast a Melchor Miralles, el periodista que investigó la trama y que se jugó su prestigio profesional y su dinero, ya que produjo el documental "En el nombre de ellas" con su propio dinero, siendo condenado inexplicablemente al ostracismo por la mayoría de medios de comunicación y por sus compañeros. Eduardo Mendoza y Gracia Solera son los responsables del guion y la realización, y han hecho un trabajo verdaderamente sobresaliente. Por fin, tras muchos avatares, Netflix se atrevió a emitirlo y esa valentía hay que agradecérsela. 

La historia va de un fotógrafo de San Sebastián, especializado en moda, que durante años abusó de las modelos con las que trabajaba, muchas de ellas menores de edad. Las chicas no sabían que usaba sus fotos y algunos vídeos que grababa sin ellas saberlo, en páginas eróticas o directamente pornográficas. Para más inri cuando ellas descubrían que esas fotos y esos vídeos circulaban alegremente por ahí, a menudo porque algún conocido se lo hacía saber, intentaban negociar con el tipo su retirada, le pagaban para conseguirlo, y el muy sinvergüenza se quedaba la pasta y encima no las quitaba de la circulación. Por todo ello el tal Kote Cabezudo, tras diez años de interminables avatares judiciales, una verdadera pesadilla para sus víctimas, fue condenado a 28 años de cárcel por delitos sexuales y por fraude y actualmente está en la cárcel.

Hasta aquí una triste historia más de un depredador sexual sin escrúpulos. Pero es que aquí hay otro componente que hace todo esto mucho más sórdido si cabe, y es que este tío estaba muy bien relacionado con el poder allá en su ciudad, San Sebastián,  y por estas relaciones el caso Cabezudo tuvo una trayectoria judicial vergonzante. La jueza que instruyó el caso puso todas las cortapisas imaginables, interrogó a las víctimas con una saña propia de los más abominables verdugos, puso en duda todas y cada una de sus declaraciones y dejó a las chicas casi más traumatizadas que el propio Kote con sus actos. Ni que decir tiene que ningún medio se hizo tampoco eco de lo que estaba ocurriendo.

Hablamos de más de veinte denunciantes cuyos testimonios ponen los pelos de punta. No sabemos cuántas víctimas más pudo haber que no se han atrevido o no han querido denunciar por X motivos. De lo que no cabe duda escuchando a estas chicas es de que había un modus operandi que se repetía con todas ellas, una forma de actuar que no es atribuible a una locura de amor pasajera, a una pasión incontrolable o algo así.

Que sí, que cuesta mucho entender por qué esas chicas seguían yendo a sus sesiones de fotos a pesar de los abusos, a pesar de que todas manifiestan su repulsión por lo que estaba pasando, de que han necesitado la gran mayoría ayuda psicológica para superar lo ocurrido y algunas no lo han conseguido, de que estaban asqueadas con el tipo y así lo repiten una y otra vez. Pero es que eran menores de edad, tenían entre 14 y 18 años, se habían sentido al principio atraídas por ese mundillo que podía llevarlas a la fama y se habían visto abocadas a esa situación muy poco a poco, y además algo común a todas ellas es que se sentían culpables por haber ido accediendo a actos que consideraban vergonzantes y que temían que llegaran a conocer sus padres y sus amigos. No tengo la menor duda de que su sufrimiento es real y de que son verdaderas víctimas de un cerdo desalmado.

Pero también entiendo que la justicia necesita pruebas. Soy una firme defensora de la presunción de inocencia y me alegro de vivir en un país en el que las acusaciones hay que demostrarlas. Y por desgracia muchas de las cosas que ellas denuncian son indemostrables judicialmente, tanto más al cabo de un montón de años. Por ese motivo de todos los cargos por los que el tipo fue acusado apenas fue condenado por un par de abusos, una violación, y algunos otros delitos menores como coacción, fraude, etc. Ni mucho menos por todas y cada una de las fechorías que cometió con todas ellas. Si así hubiera sido habría sido condenado a más de cien años, que era lo que pedía la acusación. Nuestro estado garantista le ha beneficiado en buena medida, pero aun así en la cárcel está. Eso sí, habéis oído hablar alguna vez de este caso??

Nos tiramos años machacados por casos mediáticos con el de la Manada, que fue solo una chica. No es que pretenda minimizarlo en absoluto pero no tiene mucho sentido que un caso con más de veinte denunciantes como este haya pasado desapercibido para la opinión pública. Meses y meses de bombardeo por un beso a una futbolista ante millones de personas, manifestaciones de repulsa de toooooodo el mundo que tenía algo que opinar... y alguien ha sabido algo de estas muchachas?? Da mucha rabia y mucha indignación esta doble moral.

Después de verlo queda una sensación amarga muy grande. Hace que una se pregunte cómo puede haber gente así por la vida, que solo piense en su propio placer, que no tenga nada de compasión, que además no tenga ni el menor cargo de conciencia. Porque estoy convencida de que ese señor siempre pensó y sigue pensando que él no ha hecho nada malo, que oye, las niñas iban allí porque querían, qué coño. En fin, para terminar solo me queda decir que... tengo claro que al tal Koke yo le arrancaba el cipote.

sábado, 3 de agosto de 2024

Cuando la izquierda solía ser signo de rebeldía

Leo un tuit del Dios tuitero que viene a decir algo así:

"Qué tiempos aquellos en los que ser de izquierdas era sinónimo de rebeldía y de enfrentamiento con el poder."

Pues sí, queridos amigos. Muchos recordaréis ese tiempo en el que ser de izquierdas implicaba espíritu crítico, implicaba horror frente a la corrupción. Antiborreguismo. Resistencia.

En los últimos tiempos todos hemos pasado a ser fachas. Eres facha en el momento en el que discutes o te opones a alguna medida propuesta por el Gobierno, aunque esa misma medida haya sido criticada, discutida, negada y considerada como imposible por el mismo Gobierno dos días antes.

Es decir, la única forma de no ser tachado de facha (cosa que a estas alturas a la inmensa mayoría nos importa cuatro pimientos) es ir cambiando de postura al mismo tiempo y a la misma velocidad que el Gobierno y su Equipo Nacional de Opinión Sincronizada, que va adaptando el argumentario a toda marcha a los sucesivos cambios de opinión del Ejecutivo, que son en la práctica los del Presidente. Sea el tema el que sea: la amnistía, el traspaso de la llave de la caja pública a Cataluña, la rebaja de penas por malversación de dinero público o la legalización del asesinato en masa. Eres un facha si piensas lo que pensaban ellos ayer y no has adaptado tu pensamiento a lo que dicen hoy.

El proceso sería el siguiente más o menos. Son cuatro pasos:

1. Eso nunca va a ocurrir.

2. Nunca va a ocurrir, aunque... si ocurriese tampoco sería para tanto.

3. Bueno, es posible que sí ocurra.

4. Está ocurriendo, pero es bueno porque lo hacen los nuestros, y además no gobiernan los fachas.

Y buena parte de esa izquierda que hubo un tiempo que se caracterizaba por su rebeldía y espíritu crítico, dice: 

Sí Bwana.

lunes, 24 de junio de 2024

Lecturas recomendadas brevemente comentadas (2024)

Queridos amigos, como cada verano aquí van mis recomendaciones literarias del año. 

Ya sabéis que todos estos libros pueden encontrarse en nuestra Biblioteca Universitaria. 

1. Solo humo, by Juan José Millás. El día que cumple 18 años Carlos recibe la noticia de que su padre, que lo abandonó en su infancia, ha muerto y que ha heredado su casa. Allí descubre que su padre era un apasionado lector y aunque Carlos nunca ha sido aficionado a los libros comienza a leer un volumen de cuentos de los hermanos Grimm. De repente ha entrado en un mundo desconocido, una parte de él se ha introducido en esos cuentos mientras que la otra parte sigue tumbada en la cama. Poco a poco empieza a confundir la vida real con esa otra vida paralela que transcurre dentro del libro. La novela es muy del estilo de Millás, ese tipo de historias en las que se mezclan constantemente realidad y fantasía, con un toque kafkiano que es una locura total. Es cortita y se lee con gusto, aunque personalmente prefiero otro tipo de literatura algo más pegada a lo terrenal.

2. A corazón abierto, by Elvira Lindo. Este es un relato autobiográfico, un verdadero desnudo integral, no solo de la propia Lindo sino de toda su familia, muy especialmente de sus padres, y muy concretamente de su padre. Sí, aquel abuelete tan simpático que ella retrataba en sus artículos de la serie "Tinto de verano" resulta que ni era tan simpático ni tan entrañable ni tan encantador.  Parece que tenía un lado oscuro bastante potente, y aquí su hija lo pone de manifiesto sin paliativos. Hay que ser muy valiente o pasar mucho de todo para hacer algo así, porque para empezar su propia familia, sus hermanos, sus tíos, no han debido de tomarse bien este ejercicio de nudismo emocional que los incluye a todos. A mí por contar anécdotas mucho más inofensivas en mi blog hay hasta quien ha dejado de hablarme.  En fin, ignoro el motivo por el que Lindo, tras la muerte del señor, decide relatar con tanta crudeza su realidad familiar, pero os aseguro que es una historia digna de ser leída. La novela culmina con un cuento sobre un momento de la infancia de su padre que para la autora explicaría buena parte de su extravagante personalidad. El cuento sí es una especie de homenaje, sentido, intenso y conmovedor, hacia la figura paterna. Yo diría que es como una catarsis reconciliatoria. Ah, un dato importante, tanto la ilustración de portada como las interiores son obra del hijo de Elvira, Miguel Sánchez Lindo, supongo que basadas en fotografías familiares. Me han encantado, porque aportan un plus visual muy chulo a la historia.

3. Bajo el magnolio, by Marina Mayoral. Seguimos por territorio peninsular pero ahora nos vamos a Galicia. Una escritora que narró hace años en una novela la historia de Laura acude ahora al Pazo donde vive Paco para conocer su versión de los hechos. Mayoral retoma a los personajes de su novela "Un árbol, un adiós" para mostrarnos que de una misma historia siempre puede haber distintos puntos de vista. Como no he leído ese otro libro me temo que ahora tengo esa cuenta pendiente.  En modo monólogo interior, a veces dirigiéndose a la difunta Laura y a veces a la narradora, Paco nos va contando su vida, justificando sus decisiones, defendiendo a capa y espada sus razones. Y pone al lector ante un dilema vital: con qué te quedas, con la vida real o con la soñada? Con tu pareja real, con la que has compartido la vida, o con aquella otra que pudo haber sido y no fue? O como diría el gran Sabina: solo calan los besos que no has dado, los labios del pecado? Yo ahí lo dejo. Y ahí está la novela, para quien quiera leerla.

4. Púa, by Lorenzo Silva. Va tocando un thriller: suspense, acción, emoción. Aprovecho la ocasión para recomendar a los amantes del género la serie de novelas de los guardias civiles Bevilacqua y Chamorro, de Lorenzo Silva. Esta novela no tiene nada que ver con la serie, salvo el talento narrativo del autor. Aquí hay mucha guerra sucia, mucho barro y mucha cloaca. El protagonista es Púa, un personaje que participó en la guerra sucia contra el terrorismo y que un buen día recibe un mensaje de su compañero de fatigas, Mazo, que le pide un favor personal. Púa no puede negarse porque le debe la vida a su amigo, y a partir de ese momento se van intercalando capítulos que narran las acciones del protagonista para cumplir los deseos de su colega, y otros episodios en los que va relatando cómo llegó a convertirse en parte de esas cloacas de las que todos hemos oído hablar y tan poco sabemos. Silva es un maestro del suspense, sabe cómo mantener al lector atado a sus historias, pero además es un tipo que aprovecha su indudable talento novelístico para hacer unas reflexiones personales muy interesantes.  Además, y esto puede que algunos no lo sepáis, es autor de obras de literatura infantil-juvenil bastante cotizadas. Y escribe conjuntamente a tres manos con su hija y con su señora esposa. Vamos, este tío es un máquina, le cabe todo y tiene para todos los gustos, así que hago una recomendación general de toda su obra. Tengo el convencimiento de que pasará a la historia de la literatura patria sin lugar a dudas. Premios tiene ya para dar, vender y regalar.

5. El lunes nos querrán, by Najat El Hachmi. Premio Nadal 2021. No sé hasta qué punto este libro contiene elementos autobiográficos de la adolescencia y primera juventud de Najat pero apuesto a que se le parece bastante. La cosa va de una chica de procedencia marroquí (una "mora", como se define ella misma), que vive en una localidad de Barcelona (Najat se crió en Vic) y que tiene que enfrentarse cada día a una cultura, la de sus padres, con la que no se identifica lo más mínimo, frente a otra, "la nuestra", en la que se considera un bicho raro. Es un libro duro, con episodios bastante impactantes.  Tengo que decir que después de leerlo me quedo bastante preocupada por la "tolerancia" con la que nuestra sociedad está aceptando modelos culturales regresivos con los que igual no tendríamos que ser tan comprensivos. La lucha de estas chicas simplemente por poder salir a la calle sin velo en la cabeza, con los labios pintados o con unos vaqueros da mucho que pensar. Luego están esas otras esclavitudes que impone la otra cultura, la "nuestra": la obsesión por el cuerpo, el abandono de los hijos por seguir una carrera profesional, las distintas formas de expresar la sexualidad... En fin, da mucho que pensar, pero sobre todo es una lectura que nos ayuda a entender a esas mujeres que, viniendo de culturas muy machistas, violentas y ultraconservadoras, han conseguido salir adelante y pelear por su puesto en una sociedad que casi nunca se lo pone fácil. Al final, como dice la protagonista, "lo único que queríamos era ser amadas. Tal como éramos, sin más. Sin tener que recortarnos ni adaptarnos ni someternos". Muy recomendable, y además como está editado en la colección Booket lo puedes llevar en el bolsillo del pantalón.

6. La ciudad, by Lara Moreno. Nos situamos en Madrid, en un edificio del barrio de La Latina. Tres mujeres: Oliva, Damaris y Horía. Oliva tiene una relación completamente tóxica con Max en la que la violencia va adueñándose poco a poco de sus códigos de pareja. Algo más abajo está Damaris, colombiana. Ella no vive ahí pero cuida de unos gemelos desde prácticamente su nacimiento. Por último tenemos a Horía, inmigrante marroquí, recién llegada al edificio para encargarse de la portería. A través de estas tres historias Lara Moreno nos entrega un retrato inquietante del mundo de las relaciones, tanto de pareja como de vecindad, laborales, familiares, etc. Hay muchísima violencia en las vidas de estas mujeres, a veces contenida, a veces explícita. Tengo que decir que me ha despertado sentimientos encontrados, concretamente la historia de Oliva me ha irritado bastante porque encuentro que hay en ella exceso de victimismo, me cuesta mucho entender los mecanismos que llevan a algunas personas a soportar ciertos niveles de toxicidad en la pareja. De todas formas Lara ha sido un gran descubrimiento porque tiene una narrativa llena de sutileza, con muchísimos matices, que exige en el lector un fuerte grado de intuición.  Y también porque convierte la ciudad de Madrid en una protagonista más de la novela.

7. Nadie te encontrará, by Chevy Stevens. Toca cambio de tercio total.  Nos vamos a Canadá, concretamente a Vancouver. Ya el año pasado recomendé otra novela sobre una chica secuestrada, "La habitación", no sé si os acordaréis. Pues aquí tenemos la misma temática, pero muy distinto planteamiento. Nuestra protagonista ha vivido un año secuestrada por un tipo y la novela consiste en el relato que le hace a su terapeuta de la experiencia, que naturalmente la ha dejado tocadísima.  Es la típica historia con mucha intriga, giros y vocación cinematográfica, pero la cuestión es que engancha, tiene partes muy interesantes. Sobre todo está bastante bien todo lo que pasa durante el secuestro, es muy creíble y dan verdaderas ganas de asesinar al tipo. Luego,  ya a partir de que la muchacha es liberada, se entra en otro nivel narrativo más tipo best-seller, con algunos vericuetos un tanto inverosímiles, pero en fin, tiene su punto y lo recomiendo como entretenimiento sin más. No le van a dar el Nobel de Literatura por esto, pero si lo que quieres es pillarte a tope con un libro ésta es una buena opción.

8. Volver a dónde, by Antonio Muñoz Molina. Bueno, pues después de leerme esa especie de memorias de Elvira Lindo que fue "A corazón abierto" ahora me meto de lleno en las de su marido. Al final van a ser casi como de mi familia. Esto no es una novela ni tampoco una autobiografía propiamente dicha, pero sí hay muchos elementos autobiográficos. Es más bien como un diario de la pandemia que Muñoz Molina fue escribiendo durante el confinamiento  y en los meses inmediatamente posteriores, cuando entrábamos en la fase 1, en la 2, en la 3... No sé si os acordaréis de esas olas que iban y venían, la 2ª ola, la 3ª, que vieneeeeee... Bueno, pues el autor va intercalando sus reflexiones de aquellos momentos con sus memorias de infancia en un entorno rural, en su Úbeda natal, y nos habla de sus padres, sus tíos, sus abuelos, su amplísima familia. Esos recuerdos que todos guardamos de nuestra niñez y que en el contexto de un encierro como el que vivimos durante la pandemia, cobran nuevo relieve.  Quién no ha aprovechado esos meses de aislamiento para rememorar su vida, para plantearse y replantearse esos recuerdos? Pues es lo que hace Antonio, y a la vez que nos relata cómo fue su encierro con Elvira, sus momentos en el balcón de su casa cuidando las plantas y mirando la calle con su copa de vino en la mano, nos hace partícipes de todo su mundo interior, que se entiende mucho mejor si viajamos con él a ese pueblo de Jaén en el que nació y creció. Me estoy dando cuenta de que esto de leer memorias mola bastante porque combina en un mismo pack literatura, historia y salseo. Ah, y nuevamente la ilustración de cubierta es de Miguel Sánchez Lindo, el hijo dibujante de Elvira. Y me ha encantado.

9. Quién quiere ser madre, by Silvia Nanclares. Seguimos con historias autobiográficas. En este caso Silvia llega a los 40, recién enamorada de un tipo bastante más joven y a punto de perder a su padre, un referente vital para ella. Y de repente aparecen unas ganas locas de retar a su reloj biológico y tener ese hijo que nunca antes se había planteado. Comienza una odisea que puede que a algunas os suene de algo. Ponerse al lío con entusiasmo, la frustración consiguiente cada vez que no es no, el ponerse ya en plan a saco y con la libido por los suelos, y luego... ésta es una novela que van a entender fundamentalmente las mujeres, sobre todo las que hayan vivido algo parecido o las que se lo estén planteando en este momento. En todo caso va dirigido especialmente a ellas, pero también a los hombres que comparten  esos procesos, que también a más de dos les sonará. 

10. Tus pasos en la escalera, by Antonio Muñoz Molina. A este paso me voy a hacer experta en la pareja Lindo-Muñoz Molina.  Después de sus memorias de la pandemia me he picado y me han entrado ganas de leer más cosas de Antonio, y así cubro el cupo masculino de mis lecturas. En esta novela el protagonista espera en Lisboa el regreso de su mujer. Se han mudado desde Nueva York a la capital portuguesa y él prepara el apartamento para que todo esté listo cuando ella vuelva. Cecilia, la esposa, es la gran ausente, pero pese a ello su presencia fantasmal es constante. Él solo vive para esperarla, está totalmente entregado a la noble causa de atender todos los deseos de Cecilia. Hasta el punto de que tanta abnegación devota da pelín grima, la verdad. Quien espere acción en esta novela no la va a encontrar. Hay una constante tensión argumental pero realmente no pasa nada. Muchos recuerdos y muchos proyectos para cuando la mujer regrese, pero lo que es el presente prácticamente se reduce a no hacer nada. Es una historia no apta para todos los públicos por esa falta de acción, pero a mí me ha gustado.

11. Los chicos de Hidden Valley Road, by Robert Kolker. Cambio de chip total. Este libro se subtitula "En la mente de una familia americana", y es exactamente eso, la biografía novelada de una familia americana de gente muuuuy perjudicada. El autor no es novelista sino periodista y este es el resultado de su extenso e intenso trabajo de investigación sobre los Galvin. Creo que nunca antes había recomendado este tipo de libros más divulgativos que literarios, pero desde el principio me atrajo mucho el tema y me ha parecido muy interesante para que figure aquí entre mis lecturas favoritas. Os cuento. Don y Mimi se casan allá por los años 40 y tienen la friolera de doce hijos, de los cuales nada menos que la mitad resultan ser esquizofrénicos. La historia es terrorífica. Manías persecutorias, delirios varios, intentos de asesinato, violaciones... Vamos, truculencias para todos los gustos, y lo peor es que todo ello ocurrió en la realidad, no en la calenturienta mente de un escritor chiflado. Entre tanto el autor nos va narrando la historia de la esquizofrenia en el contexto de la Psiquiatría. Confieso que esos capítulos formativos intercalados me los he saltado porque lo que me tenía pilladísima era la historia de los Galvin, a la que no le falta detalle. Si estáis interesados en el tema el relato es apasionante e impresionante. Auténtica literatura de terror. Eso sí, real como la vida misma.

12. Todas las piezas rotas, by John Boyne. Os acordáis de "El niño con el pijama de rayas"? Es un libro que en su día nos impresionó a los que lo leímos y/o vimos la película a la que dio lugar. Bueno, pues esta sería la continuación de esa terrible historia. Qué pasó con los supervivientes? Que fue de la  madre y la hermana del niño Bruno, después de que él muriera por error en la cámara de gas? Cómo sigue una viviendo después de algo así? Gretel era la hermana de Bruno y nos lo va contando desde su apartamento de lujo en Londres, ya en la ancianidad. La novela transcurre en cuatro etapas de la vida de Gretel: su huida a París con su madre después de la guerra; su viaje posterior a Australia pretendiendo escapar del pasado; su llegada a Londres, donde se establecerá definitivamente; y el momento actual, recién acabado el confinamiento. Como el propio Boyne afirma, esta historia va sobre la culpa y el duelo.  Yo añadiría que también va sobre la redención y el perdón. Pienso que alguna de las historias paralelas se le va un pelín de las manos, pero no cabe duda de que el relato es apasionante y de que Boyne es un excelente narrador.  A los que se quedaron enganchados en su día de aquel niño ingenuo que tuvo tan triste final les recomiendo muy especialmente esta lectura. 

13. El otro barrio, by Elvira Lindo. Con esta novela la autora debutó en el mundo de la literatura para adultos. Esta es una reedición, puesto que la novela se publicó en 1998, y lleva años siendo lectura obligatoria en institutos de toda España. Es probable que algunos la hayáis leído ya, pero para mí ha sido una grata sorpresa tardía. Después de Manolito Gafotas, la transición a la edad adulta tenía que pasar por la adolescencia forzosamente, y de ahí surge la figura de nuestro protagonista, Ramón Fortuna, un chaval de Vallecas que por pura mala suerte (ojo a la paradoja del nombre) se ve envuelto en una serie de macabros acontecimientos que lo llevan a un centro de menores. Es una novela muy naif, escrita con un estilo aparentemente sencillo, incluso infantil, lo que hace que su lectura sea también sencilla y muy amena. Costumbrismo de barrio periférico, mezcla de comedia y drama urbano, refleja con gran acierto esas incertidumbres juveniles que a todos nos angustiaron en esa etapa de nuestras vidas. La ilustración de cubierta de nuevo corre a cargo de Miguel Sánchez Lindo, el hijo de la autora, que ha sabido captar perfectamente el espíritu de los personajes tan entrañables que describe su madre. 

14. Afortunada, by Alice Sebold. Y regresamos al mundo de las experiencias personales. En este caso una especialmente dura. La famosa escritora norteamericana cuenta cómo fue brutalmente violada a los 18 años. El relato de la agresión es estremecedor pero lo que viene después no es mucho mejor. El recorrido judicial, la incomprensión social, la sensación de bicho raro, la necesidad de contar su experiencia... todo eso está en la base de estas confesiones. Teniendo en cuenta que esto ocurrió en Estados Unidos, donde la justicia es relativamente rápida, no quiero ni imaginar lo que hubiera pasado esta chica aquí, donde este tipo de juicios se alargan indefinidamente. Los hechos ocurrieron en los años 80, y la violación de Alice fue lo que podríamos llamar de manual, es decir, indudable. Chica virgen, vestida con ropa holgada, no había bebido ni se había drogado, y fue violentamente golpeada y amenazada de muerte. Y con todo y con eso el proceso fue durísimo y la dejó marcada para siempre.  Por suerte las cosas han cambiado mucho y hoy en día la sociedad es bastante más compasiva con las víctimas de violación. Pero de todas formas testimonios como los de Sebold hacen que nos demos cuenta de lo duros que fueron otros tiempos y de lo mucho que hemos avanzado. Aviso de que el relato no es apto para espíritus pusilánimes. O fusilánimes, que diría mi madre.

15. La casa del propósito especial, by John Boyne. Como me gustó bastante la continuación de la historia del niño del pijama de rayas he vuelto a Boyne. En este caso nos remontamos a la Rusia de los zares, donde un adolescente de familia humilde llamado Georgi por casualidades de la vida termina viviendo en el Palacio Imperial junto a la familia del zar Nicolás. Muchos años después Georgi, ya anciano, cuida a su mujer Zoya en un hospital londinense donde ella está agonizando. Poco a poco va recordando la historia de su vida. Cómo tuvieron que huir de Rusia tras la revolución bolchevique y terminaron en Londres, él de bibliotecario en el British Museum, y ella de profesora en la Universidad. Por el camino van pasando los grandes acontecimientos históricos del siglo XX a través de la mirada de estos dos supervivientes. Si obviamos la parte romántica, que para mi gusto se sobrepasa en glucosa, se lee con agrado. Y aunque sea a través de una mirada un tanto edulcorada hace un repaso histórico bastante fiel a los acontecimientos que llevaron al asesinato de la familia Románov y la posterior instauración del régimen soviético. Lo digo porque después de leerlo me he documentado sobre el tema para comprobar hasta qué punto el relato de los hechos se parece a la realidad, y sí, se parece bastante. Creo que puede gustar a los amantes de la novela histórica.  

16. Pequeñas desgracias sin importancia, by Miriam Toews. Cruzamos el charco y nos vamos a Canadá. Elfrieda es una pianista de éxito que no tiene otro deseo que morir. Yolandi es su única hermana y su principal deseo es impedir que Elfrieda muera, cosa que tiene difícil porque ya lo ha intentado varias veces y no está dispuesta a desistir. Y en ese tira y afloja en torno al suicidio se desarrolla la relación entre las dos. Es muy difícil convencer a una persona que no le encuentra sentido a la vida para que siga viviendo, intentar insuflarle esas ganas que le faltan. Yolandi lo intenta constantemente pero una y otra vez se estrella contra el muro de la falta de apego a la vida de Elfrieda. Toews plantea temas tan espinosos como la eutanasia por enfermedad mental, algo que no todo el mundo entiende ni acepta pero que con esta lectura adquiere nuevos matices para la reflexión.

17. Noches sin dormir, by Elvira Lindo. Bueno, definitivamente a estas alturas ya casi puede decirse que soy una especialista en el matrimonio Lindo-Muñoz Molina o Muñoz Molina-Lindo, tanto monta monta tanto. Podría escribir la biografía de esta pareja con los ojos cerrados, tal es mi grado de conocimiento sobre ellos. Pero es que ya metida en materia no podía perderme este diario escrito por Elvira durante su último invierno en Nueva York y aderezado con magníficas fotografías tomadas por ella misma. Con esa narrativa tan visual propia de la autora no cuesta nada trasladarse al gélido invierno neoyorkino, a la nieve en sus calles, a las luces de la ciudad, a esos restaurantes tan acogedores que sirven de refugio, a las tiendas y mercadillos, a los personajes con los que Lindo se va cruzando: su peluquero, el chico de las setas, su amigo científico, su camarero favorito... Y cómo no, eternamente presente su Antonio. Yo es que ya no soy capaz de verlos como entes autónomos, sino como una simbiosis, Elviantonio o Antoelvira, tal es el grado de compenetración y enamoramiento perpetuo en el que viven. Da incluso un pelín cringe tanto superamol, la verdad, porque además ella habla de su marido casi como si de un trofeo se tratara, algo muy propio de las mujeres que antes de esposas fueron amantes y no son capaces de olvidar que tuvieron que competir por la posesión de ese hombre. Pero lo importante es que el libro mola y que, las cosas como son, ella transmite muy bien. Ha sido como pasar yo misma el invierno en Nueva York, solo que calentita en mi casa. Ah, y me he sentido muy identificada con el título: noches sin dormir. Qué me vas a contar, Elvi??

18. El grito de la gaviota, by Emmanuelle Laborit.  Y seguimos con los testimonios personales, que le he cogido gusto al género. En este caso es la autobiografía de una actriz, y fundamentalmente gira en torno a la sordera que padece la protagonista. La recomiendo porque me ha parecido muy interesante cómo cuenta su extrañeza frente al mundo ante la incapacidad de comunicarse con las personas que oyen. Emmanuelle nace en los años 70, cuando aún no se había admitido como sistema de comunicación en Francia el lenguaje de signos sino que intentaban enseñar a los niños sordos a hablar sí o sí a través de ortofonistas, lo cual los abocaba irremediablemente a un oscuro mundo de soledad. Durante gran parte de su infancia su única forma de llamar la atención era gritar, como las gaviotas.  Cuando a los 8 años descubre el lenguaje de signos halla al mismo tiempo la manera de conectarse al mundo y ya todo cambia. Laborit relata su infancia y adolescencia con un lenguaje muy naif, hay que tener en cuenta que ella traduce a palabras su forma habitual de comunicación, que son los signos, y eso se nota mucho en su forma de expresarse. Un pequeño descubrimiento que ha conseguido conmoverme profundamente. Por cierto, se me ha escapado un curso de lenguaje de signos que han hecho en la Facultad, cagoento!! Estaré pendiente para apuntarme al próximo.

19. Proletaria consentida, by Laura Carneros. Otro hallazgo. Esto no sé si lo catalogaría como novela o como colección de relatos breves. La cuestión es que tienen una continuidad temporal y forman una trama argumental más o menos. Lidia es una casi treintañera sin mucho porvenir que ha estudiado periodismo, quiere ser escritora pero no tiene dónde caerse muerta y vive en casa de sus padres, que tampoco es que sean millonarios.  Una familia de la desaparecida clase media, ahora clase pobre, con una hija que no se va de casa ni con agua caliente porque no tiene dónde ir. Con breves pinceladas impresionistas de lo que es su vida nos podemos hacer a la idea de lo que están pasando en este momento miles y miles de jóvenes en su misma situación. Frustrados por la falta de perspectivas laborales, sin posibilidad de emanciparse dignamente, manteniendo relaciones sexuales y afectivas basadas en la falta de compromiso y de futuro... tal vez una generación perdida?? El tiempo lo dirá. Interesante su punto de vista. Además tiene un fino sentido del humor, bastante negro y muy ácido.

20. Vengo de ese miedo, by Miguel Ángel Oeste. Otro relato personal. Parece que este es el año de las memorias. Y prometo que esta vez no lo sabía, que empecé a leer el libro pensando que era ficción, pero de ficción nada de nada. Es un testimonio del autor, y además menudo testimonio. Oeste nace en Málaga en el seno de una familia bastante poco normal. En resumidas cuentas, intentando no hacer demasiado spoiler,  fue un niño maltratado, tanto por su padre como por su madre, ambos alcohólicos y drogadictos. Es un tío totalmente traumatizado por una infancia llena de terrores y escenas truculentas. Ya os podéis imaginar que no es tampoco un libro apto para todo el mundo. Muchas escenas no es ya que sean desgarradoras, es que son directamente gore. Todo gira en torno a la angustia y el miedo que todavía siente, aun siendo ya un tío cincuentón. Si leéis su historia entenderéis por qué. Aunque repito, abstenerse espíritus sensibles y estómagos delicados.

21. He jugado con lobos, by Gabriel Janer Manila. Pues aunque ya esto suene a cachondeo este es otro relato personal. No narrado directamente por el protagonista pero sí basado en su historia, en una historia real. Gabriel Janer hizo su tesis doctoral en Pedagogía sobre los niños salvajes, concretamente sobre la problemática educativa de esos niños criados a la buena de Dios. Se centró en el caso de Marcos, un niño vendido por su padre y posteriormente abandonado en un valle a los 8 años para cuidar cabras. Marcos vivió hasta los 20 años solo en una cueva teniendo como únicos amigos a los animales del bosque. Una culebra era su mejor amiga, los lobos sus compañeros de juegos, las águilas sus iconos voladores y las cabras sus hijitas. Esa era su familia y él era feliz allí. Se nutría de plantas que veía que comían los animales y de lo que cazaba y pescaba con mecanismos que él mismo ideaba. Un día lo encontraron en su particular paraíso y lo llevaron de vuelta a la "civilización". Descubrió que el hombre es un animal mucho más peligroso que todos los que había conocido en su valle. Y hasta aquí puedo contar.

22. Asesinato en el Richelieu, by Anita Blackmon. Cambio absoluto de tercio. Para los amantes del suspense  la editorial Siruela recupera esta antigua joya del misterio. Blackmon escribió solo dos novelas en su vida, ambas protagonizadas por la oronda solterona Adelaide Adams, que nos retrotraen a los años 30 del siglo pasado en una timorata ciudad de provincias americana. La señorita Adams es una mezcla entre la Miss Marple de Agatha Christie y la Jessica Fletcher de "Se ha escrito un crimen". Los fans del género ya sabéis los elementos básicos: mogollón de sospechosos, un montón de secretos que todo el mundo quiere ocultar, tramas rocambolescas que se entremezclan, grandes pasiones, y la cotilla del lugar, que en todo se fija y ningún detalle se le escapa. Francamente después de tantas historias reales dramáticas se agradece este respiro canallesco. Yo, que me he leído absolutamente toda la obra de la gran Agatha, he disfrutado muchísimo con este pequeño hallazgo que oí como recomendación en la radio y ha respondido a todas mis expectativas. Debo decir que, pese a mi dilatada experiencia como sabuesa literaria, no descubrí al culpable.

23. La casa de las miniaturas, by Jessie Burton. Nos vamos a los Países Bajos, a la época de los grandes viajes comerciales a las Indias Orientales. Nella contrae matrimonio concertado con Johannes, un rico mercader mucho mayor que ella,  y se traslada a Amsterdam a vivir con él, con su hermana soltera y dos criados. Pronto descubrirá que su vida de casada no tiene nada que ver con lo que había imaginado. Su marido le regala una reproducción en miniatura de su casa, y esa se convierte en su principal distracción. Comienza a encargar muebles para la casita y poco a poco le van llegando sus pedidos junto con unas figuritas que representan a cada miembro de la familia y que le ayudarán a descubrir los secretos que se guardan entre esas paredes. Burton hace un elegante retrato de una ciudad puritana y opresiva en la que la estricta moral protestante ahoga a sus habitantes. Es una historia muy tierna, aunque aviso que tiene un tufillo feminista un tanto anacrónico e irreal, porque no creo yo que en la sociedad holandesa de 1.680 hubiera demasiada conciencia de género, pero bueno, es lo que hay en buena parte de la literatura actual: mujeres decididas y valientes frente a hombres sistemáticamente cobardes y egoístas. Sin duda esta novela será del completo agrado de las muy cafeteras del "empoderamiento" femenino.

24. La librería de la esperanza, by Stephanie Butland. Bueno, pues esta novela es mi última recomendación de este año, y a su vez contiene en su interior otro montón de interesantes recomendaciones literarias. Transcurre en el 2020, año de la pandemia, y va de una librería de segunda mano que sobrevive a duras penas durante el confinamiento, hasta que su dueña tiene la gran idea de usar los libros como terapia, creando una especie de "farmacia literaria". De este modo la gente le escribe contando sus cuitas y sus necesidades y, cual expertas en salud mental, ella y su empleada van diagnosticando males y recetando los libros que creen idóneos para cada situación y para cada persona. A ver, la historia es un tanto rocambolesca  y bastante moñas (solo hay que ver el nombre de la protagonista principal, Loveday. Sí, lo sé, dan ganas de vomitar), pero contiene al mismo tiempo un montón de intrahistorias que suenan bastante verosímiles en esa etapa tan extraña que nos tocó vivir. Parejas de ancianos que estaban completamente solos, personal sanitario en estado de shock, amores y separaciones en pleno confinamiento, nacimientos de niños en completa soledad.... Muchas cosas que realmente sucedieron, y las recomendaciones literarias de la tal Loveday (ayyyyyy dioooooos!!!!) y su fiel escudera Kelly tienen su puntito. Al final de la novela viene un índice de todas las obras "recetadas" junto con la situación idónea para su lectura. En fin, es sencillita de leer, y para los bibliófilos la cantidad de obras que son citadas para "curar" las distintas afecciones del alma son muy interesantes. Yo me he apuntado unas cuantas que me gustaría pillar, en realidad casi todas.

Y en fin, con esta historia de libreras desesperadas en tiempos de pandemia doy por finalizado este post.

Como siempre os deseo un muy feliz verano, que difundáis mis recomendaciones entre vuestros amigos y familiares aficionados a la lectura, y que siempre tengáis un buen libro al que recurrir durante esas eternísimas siestas veraniegas, bien en la cama, en la playa, en la piscina o debajo de un chopo. Los libros nunca fallan como compañeros de viaje, ya sabéis.

viernes, 19 de abril de 2024

No termino de entender esto qué tiene que ver

 - Pablo Echenique: Lo que ha hecho Pepe Viyuela tras las denuncias por agresión sexual a Ramón Paso es ejemplar y marca una senda. Pero a los que lo conocemos un poco no nos sorprende. Pepe es una de las personas más decentes que habitan la esfera pública.

- Inma Ruiz de Julián: No termino de entender la relación entre mostrar repulsa por el comportamiento privado de alguien y dejar de trabajar en la obra. Picasso era un cabronazo con las mujeres pero no por eso la gente deja de ir a ver el Guernica. 

- Consolación: La época de Picasso no es la de ahora. Algo han evolucionado y consideran incorrectas las conductas machistas que además son delito.

- IRJ: Pero una cosa es que la percepción social sobre las conductas cambie y otra muy distinta identificar eso con la obra. Harvey Weinstein es un depredador sexual pero no por eso vamos a dejar de ver obras de arte como Pulp fiction, Chicago, El paciente inglés o Los otros. 

Esta charla tiene lugar en Twitter a raíz de la cancelación de la obra de teatro "Jardiel enamorado" tras la denuncia de 14 mujeres a su autor, Ramón Paso, por agresión sexual, y la decisión de su protagonista, Pepe Viyuela, de abandonar la obra.  

De momento no he recibido contestación, pero el hilo ha dado lugar a un debate interesante que me apetecía traer aquí.

La verdad es que no termino de entender esta actitud. Ni siquiera la entiendo cuando alguien ha sido juzgado y condenado legalmente, como es el caso de Weinstein, pero mucho menos cuando no hay ninguna sentencia judicial contra la persona. De hecho se han dado casos de acusados por abuso sexual que luego han resultado inocentes, por ejemplo Morgan Freeman o Kevin Spacey. Este último estuvo diez años sin poder trabajar por las acusaciones contra él que luego se demostraron falsas. Diez años, que se dice pronto. Diez años siendo un apestado social y además sin poder ganarte la vida.

En ocasiones ni siquiera existe denuncia formal sino que es la prensa la que se hace eco. Fue el caso de Carlos Vermut, un director de cine que apareció en un artículo en El País señalado por varias mujeres que dijeron haberse sentido víctimas de sus abusos. Curiosamente en todos los casos habían sido tías que después de sentirse agredidas no solo no lo habían denunciado sino que luego habían vuelto a tener relaciones esporádicas con el tipo. Vamos, que se lo encontraban por ahí de fiesta y se ponían a charlar con él como si nada e incluso volvían a ir a su casa. En fin, para mí hay actitudes incomprensibles pero no es hoy ese el tema, sino lo de la cancelación de la obra.

Vermut tenía varias películas por lo visto muy bien valoradas por la crítica.  Era catalogado además como un director progresista, de izquierdas, comprometido, curiosamente como Ramón Paso. Y de repente su trabajo se ha convertido en una especie de obra maldita, y por supuesto sus posibilidades de rodar algo en el futuro son nulas. Perdón, pero no entiendo nada. Lo lógico sería que lo que se viera afectado fuera la vida sexual de este tío. Que las tías huyeran de él como de la peste, que no se comiera un rosco, que su fama de depredador tuviera consecuencias en su vida íntima, pero en su obra por qué?? No termino de entender esto qué tiene que ver.

Vermut y Paso hoy por hoy no han sido juzgados. Pero ahora vayamos a los casos que sí lo han sido y la persona condenada con su sentencia correspondiente, como Weinstein. Sabéis la de pelis que hizo este tío?? Algunas de las mejores de la historia del cine. Aparte de las que he mencionado en el tuit anterior están Shakespeare in love, Reservoir dogs, The artist, El discurso del Rey.... Hay decenas de actores, actrices, directores, técnicos que han ganado Oscars y muchos otros premios gracias a las películas que ha producido este hombre. Qué hacemos con todo ese bagaje profesional?? Lo borramos?? Retiramos del mercado esas pelis y que devuelvan los premios obtenidos??

Por supuesto si ya nos remontamos a otros tiempos nos encontramos con mogollón de pintores, escritores, políticos, deportistas, en fin, gente de todo tipo, cuya vida personal oscila entre lo impresentable y lo delictivo. Kennedy trataba a las tías como una puta mierda, empezando por su propia mujer, y en lo personal se le puede juzgar con toda la dureza que se quiera, pero como político y como Presidente de los EEUU habrá que reconocer sus luces y sus sombras, independientemente de su comportamiento íntimo. Y esto por poner un solo ejemplo. 

Parece que al haber cambiado la sociedad sus valores morales y tener ahora mucho más claros conceptos que antes eran difusos se nos ha ido un poco la pinza y tendemos a confundir la moral privada con los logros profesionales o artísticos de las personas. Hay gente a la que le encantaba Woody Allen y dejó de ver sus películas después de la acusación de abuso de una de sus hijas, acusación que por cierto pasó por diversas instancias judiciales sin que en ninguna de ellas se le diera crédito. La misma justicia que en cambio sí condenó a Weinstein.

También hay quien ha dejado de escuchar o de bailar al ritmo de Michael Jackson. En este caso también hay un montón de rumores, de murmuraciones y acusaciones sobre los gustos pedófilos del cantante, aunque legalmente tampoco existe ninguna sentencia. No soy quién para juzgar si son verdad o mentira todos esos dimes y diretes, pero si lo fueran yo no concibo que se pueda olvidar el legado musical de Jackson. Seguiré quedándome con la boca abierta cada vez que vea el vídeo de "Thriller" y quiero creer que las generaciones venideras también lo podrán disfrutar.

Porque si solo van a quedar para la posteridad las obras de gente moralmente intachable ya podemos ir quemando todos los libros de historia, de arte, de música y de literatura. A la puta hoguera!!

martes, 16 de abril de 2024

Si comer mierda es legal se puede ser concejal??

- A. Comon. Espero y deseo que ojalá el chaval tenga algún día las ganas y fuerzas de denunciar hasta al apuntador por la tremenda vulneración del derecho al honor al que se le está sometiendo públicamente por algo de su terreno privado sin que cometiera ninguna ilegalidad.

- Yo. Aquí la frontera entre lo público y privado es muy fina. Él mismo se anunciaba en redes, eso ya no es privado, creo yo.

- Bubu. Otra que no ha entendido nada. Que la gente se exponga voluntariamente en sus perfiles no otorga derecho ajeno a que te apropies de esas imágenes y mercadees, saques réditos o destruyas a alguien. Es delito difundir imágenes ajenas sin consentimiento aunque estén en Twitter.

- Yo. Creo que he entendido un poco mejor que tú que las fronteras en las redes son bastante finas. Este chico ha expuesto su intimidad de una forma peligrosa y se ha encontrado con lo que era previsible.

Traigo a mi blog otro debate tuitero que me parece interesante. La cosa viene a cuento de una noticia que probablemente no hayáis oído:

"El concejal socialista de juventud en la localidad de Illescas en Toledo ha sido cazado en redes sociales ofreciéndose para comer heces.  El joven del municipio toledano se mostraba también en redes sociales y páginas de sexo degustando sus propias heces."

Vaya por delante que a mí lo que haga este muchacho para pasárselo bien me trae totalmente sin cuidado, siempre que no atente contra nadie y sea legal. La cuestión es que la noticia salió cuando el chaval se vio obligado a dimitir por las imágenes que se habían difundido y habían llegado hasta el alcalde del pueblo.

Es evidente que si tú practicas sexo en cualquiera de sus modalidades y te grabas, siempre y cuando tú mismo no lo difundas, sí es delito difundirlo. Obviemos por un momento que el chaval disfruta comiendo caca, pongamos que se graba haciendo un sexo más normativo, y se lo pasa a sus ligues. Este fue el famoso caso de Olvido Hormigos, y ya en su día el Constitucional estableció claramente que era delito difundir ese tipo de imágenes.

Otra cosa es que tú te grabes y uses esos vídeos para promocionarte, a modo de anuncio. Pongamos que una puta se anuncia para captar clientes. Hasta qué punto es delictivo que esos vídeos se difundan??

La cuestión es que en realidad los gustos sexuales del chaval en principio no tienen por qué interferir en su trabajo como concejal. De hecho ninguno de nosotros sabemos ni tenemos por qué saber lo que les gusta a los políticos que rigen los designios patrios. Y siempre y cuando lo que hagan en su intimidad no se salte la legalidad a mí personalmente no me interesa. Si te gusta comer mierda o colgarte de una lámpara es asunto tuyo.

Ahora bien, si eso sale de tu círculo íntimo y exhibes tus aficiones, sexuales o no sexuales, en redes sociales yo ahí tengo bastantes dudas de que difundir eso sea delito. Incluso éticamente no sé hasta qué punto está mal, teniendo en cuenta que la persona interesada no ha tenido inconveniente en publicar esas imágenes.

A mí el chaval me da penilla, la verdad. Y también su familia. No quiero ni imaginar lo que habrá supuesto para sus pobres padres encontrarse con semejante pastel, nunca mejor dicho. Yo desde luego no quisiera verme en su lugar. Pero por otro lado pienso que muy bien del todo no debe de estar de la cabeza alguien que se dedica a la política y cuelga ese tipo de vídeos en redes sociales, a la vista de todo el que pase por allí.

En fin, dejo aquí el debate abierto para que cada cual reflexione y decida. Personalmente no tengo una opinión clara al respecto, porque como ya he dicho no me interesa la vida sexual de la gente. Ahora bien, creéis que en el momento en el que uno exhibe su intimidad públicamente eso ya deja de ser privado y pasa a otra esfera en la que se te puede, por ejemplo, despedir de un trabajo por ese motivo??

O dicho de otra manera, si comer mierda es legal se puede ser concejal? Ahí os lo dejo.

lunes, 15 de abril de 2024

Prefieres ir a tu bola o el uniforme te mola??

Máximo G.  Solo la gente que no ha llevado uniforme en el colegio piensa que el uniforme iguala y evita la comparación, cuando lo que hace es moverla a espacios más sutiles.

Ana T. Adoro el uniforme, si pudiera haría que en las empresas se pudiera llevar uniforme en todos los niveles, los CEOs también. Cuando empecé a utilizar uniforme en el colegio descubrí que no necesitaba tanta ropa y no me cansaba de la que tenía, no hay que pensar qué ponerse.

Yo. El uniforme no iguala, solo uniforma. Vamos, que aniquila al individuo y su capacidad de ser único.

Ana T. Crees que tu capacidad de ser único radica en tu vestimenta? Si estuviéramos desnudos seríamos iguales? Yo creo que nuestra mente y nuestros actos nos hacen únicos, no si llevamos unas zapatillas Adidas o unas zapatillas del Carrefour.

Yo. En efecto, hay muchas formas de expresar la personalidad de cada cual, y la ropa es una de ellas, y muy importante. Para mí la uniformidad de cualquier tipo es una aberración.

Ana T. Yo voto por comodidad, optimización del tiempo y de mis gastos en necesidades básicas. Si no tengo que gastar en ropa para el trabajo ahorro más, compro la ropa que necesito para mi ocio y puedo tener más libertad financiera. El carisma no lo da la ropa.

Yo. Eso mismo deben de pensar los grandes dictadores cuando uniforman a las juventudes de sus partidos. Que les ahorran un montón de tiempo y de dinero para elegir la ropa que les gusta, pudiendo elegir por ellos el diseñador del dictador.

Ana T. Jajajaja, está claro que no vamos a llegar a un punto intermedio. Feliz lunes!! (Traducción: retirada a tiempo = victoria)

Y hasta aquí mi polémica del día en Twitter-X. La verdad es que me ha dejado cortada porque lo siguiente que pensaba hacer si seguía con la matraca era colgarle unas fotillos de uniformes de la Sección femenina o de las Juventudes hitlerianas, a ver cuál le gustaba más para su vida diaria. 

Presiento que si conociera a Ana T. en persona nos caeríamos mutuamente como el culo. O puede que no, que nos cayésemos de puta madre a pesar de disentir en este punto, vete tú a saber.

Pero a mí una tía que de entrada dice que prefiere que le pongan un uniforme para optimizar su tiempo ya de por sí me da bastante yuyu. Porque qué coño cree que puede hacer de provecho en esos dos minutos diarios más o menos que se tardan en decidir qué ropa te vas a poner?? Piensa inventar algo importante si acumula ese tiempo pedido?? Piensa ejecutar alguna obra de arte??

Por qué dice la gente estas gilipolleces?? Yo puedo entender que me digas que por pura vagancia prefieres que otros decidan las cosas por ti. Pues vale, no le das importancia ninguna a la ropa, para ti es un incordio y si te dan una camisa y un pantalón y te dicen: "ponte esto" te hacen un favor. Pero que lo haces por optimizar tu tiempo?? Qué tiempo, tía?? Cuánto crees que se tarda en decidir una cosa así??

Supongo que Ana T. tampoco querrá perder tiempo en pensar qué comer cada día. Un menú fijo de lunes a domingo le vendría genial para optimizar su tiempo. Ni que decir tiene que elegir unas cortinas para su casa o un sofá o un cuadro o unos muebles de cocina debe de ser para ella una verdadera pesadilla. Porque eso sí son decisiones más o menos importantes en las que hay que invertir cierto tiempo, comparando precios, calidades, compatibilidad decorativa con el resto del mobiliario, posibilidades de financiación....

Yo no puedo entender que haya gente que prefiera ir uniformada a elegir su propia ropa de diario.  Porque además si la ropa te es indiferente, si eres inmune a las modas y pasas olímpicamente de ese mundillo, qué te impide comprarte 20 camisas y 20 pantalones iguales y ponerte lo mismo todos los días?? Puedes hacerlo si eso es lo que quieres, no hace falta que nadie elija por ti encima el color o la tela. O es que tampoco eres capaz de decidir ni eso??

De hecho yo conozco mucha gente que hace algo parecido. Que va todos los días prácticamente igual a trabajar, lo mismo cambia algún color de vez en cuando, pero hay compañeros míos de trabajo que podrían provocarme un infarto si algún día cambiaran de tercio. El conjunto vaqueros y camiseta, blanca, negra, azul o marrón, eso es un básico. Hay gente que no tiene otra cosa en su armario. Pues que repitan el conjuntito hasta la saciedad y ya está.  Dónde está el problema?

Si Ana T. no quiere perder dos segundos de su precioso tiempo en decidir qué ponerse puede hacer eso, y no pretender que todo el mundo haga lo mismo. Es que la tía dice con to su papo que si ella pudiera obligaría a todas las empresas a exigir uniforme a tooooodos los empleados. Y esto por qué? Pues porque ella, ella, ella y solo ella no quiere perder tiempo en decidir la ropa que se va a poner.

Yo lo tengo clarísimo. Si alguna vez alguna Ana T. de turno decide que en la Universidad vamos a ir todos con un uniforme para que se nos distinga como personal de la empresa, ya me buscaría yo las vueltas para hacer que mi uniforme pareciera todo menos un uniforme. Me pondría tantos complementos y abalorios que taparía por completo la infame vestimenta de uso obligado. Palabrita.

Y para los niños lo mismo digo. Que es eso de tapar su personalidad desde chiquititos para que parezcan ovejas de un rebaño?? Tooooodos iguales, que no sobresalgan lo más mínimo, no sea que alguno se destaque un poco. A los niños les gustar jugar y la ropa es una forma más de expresarse. Convertir en un juego la elección diaria de lo que van a ponerse al día siguiente es una forma de fomentar su creatividad.

Yo fui de niña a un colegio de monjas y sé por propia experiencia lo abominable que es. Y quien crea que es una forma de equiparar a los alumnos está más que equivocado. Más bien es una forma de señalarlos como miembros de una tribu y de paso promocionar la marca en la calle. Mira, esas son de Santa Victoria, esas de La Milagrosa, y aquellas de las Mercedarias y las otras del Carmen. 

Quieres que un niño odie un color?? Ponle un uniforme de ese color. No se lo volverás a ver en toda su vida. Que me lo digan a mí con el verde escolapio.

jueves, 11 de abril de 2024

Molaría que Broncano diera un buen golpe de mano

Supongo que por poco informados que estéis sobre la palpitante actualidad, aún recordaréis mi post de hace unos días intitulado "Nos mean en to la jeta sin bochorno ni chapeta", en el que relataba con pelos y señales la demencial historia del intento por parte del Consejo de RTVE de contratar a David Broncano para contraprogramar a Pablo Motos y su hormiguero.

Bueno, pues nada, ya por fin se han consumado los hechos. La subida de huevos monclovita no podía quedar así naturalmente. Han sido necesarias 4 reuniones del Consejo, cesar al director de contenidos, cesar posteriormente a la Presidenta del ente, nombrar en su lugar a una militante socialista dispuesta a todo, y recortar los últimos 10 minutos del telediario nocturno para conseguir el ansiado programa. Fueraparte los 28 millones que nos va a costar la broma a los contribuyentes. 

No sé qué pensará Broncano de haber quedado como un títere en manos de Moncloa, que lo ha puesto ahí básicamente para conjurar la fobia de Pedro Sánchez y su troupe al programa de Motos. Y seamos claros, para que le coman la polla al presidente en prime time todos los días en riguroso directo, felaciones que no se financian con trucos de magia sino con tus impuestos y los míos. Pero aun sin saber lo que opina Broncano de todo esto he tenido una pequeña fantasía húmeda, que quiero dejar plasmada aquí antes de dar por finiquitado este asunto. Por si se cumpliera, que conste que antes se me ocurrió a mí.

Os imagináis que llega Broncano a la tele en Septiembre y desde el minuto 0 empieza a arrearle estopa al Gobierno a cascoporro y nos deja a todos, empezando por el propio Sánchez, descuajaringados y con la mandíbula colgando?? Os imagináis que el tipo se está escojonando vivo con toda esta performance que se ha montado en el ente público y en realidad lo que pretende es embolsarse el botín mientras todas las expectativas que han puesto en él se las pasa por el forro y se convierte en el azote del poder, mucho más temible que las hormigas de Motos?? 

Joder, estaría guapo, sería un giro de guion genial que ni en la mente del más tortuoso creador de tramas rocambolescas. No me digáis que no molaría que Broncano diera un buen golpe de mano.

Coñoooo, que sí, que ya sé que no va a pasar. He dicho que era un sueño húmedo.

lunes, 8 de abril de 2024

Ser madre de futbolista es peor que ir al dentista

Este finde he ido a ver el partido de mi hijo. Bueno, ya muchos sabéis que tengo un hijo futbolista. No un futbolista de élite, ni mucho menos, sino de modesto equipo de una localidad andaluza. Si fuera de élite y ganara muchos millones igual todo sería bastante más llevadero.

En los partidos de mi hijo lo paso entre mal y fatal. Y esto aunque ganen por goleada. Lo paso mal porque, para empezar, no me gusta el fútbol ni el ambiente que lo rodea. Hay mucha violencia física y también mucha violencia verbal. El equipo de mi hijo está en Cádiz, y es verdad que la gente tiene cierto gracejo dentro de la zafiedad, pero vamos, ver a chiquillos de 8 años soltando auténticas burradas a voz en grito a mí personalmente me escandaliza bastante, llamadme pusilánime. Y cuando digo burradas no me estoy refiriendo a palabrotas inocuas sino a verdaderas bestialidades que jamás pensé que pudieran salir de inocentes boquitas infantiles. Doy por sentado que no hacen sino imitar a los bestias de sus padres pero esto a mí no me consuela.

No obstante a veces reconozco que me río. Ayer íbamos perdiendo y me tuve que descojonar con un chiquillo que estaba a mi lado. Tendría unos diez años, y ya casi al final chilló a voz en grito:

"Vengaaaa, que zolo hay que colar uno por minuto y el cuarto en el descuento. Zí ze puedeeeeeeeeee".

Eso solo lo puede soltar con ese arte un gaditano.

Por lo pronto lo de los gritos y las zafiedades lo llevo regular. Si a eso le añades que en el fútbol se hostian a mansalva los jugadores y que raro es el partido en el que mi hijo no sale perjudicado por zancadillas, codazos, cabezazos o puñetazos de todo pelaje y condición pues os podéis hacer una vaga idea del sufrimiento. Claro que él también arrea estopa, que no es ningún santo, pero claro, sus hazañas bélicas las sufrirán las madres y padres de sus víctimas.

Y aparte de todo esto encima sufro por mi calenturienta imaginación. Porque si está jugando regular no quiero ni pensar que alguien que esté cerca de mí lo pueda poner a parir. Vamos, que empiecen a decir que vaya manta, que lo quiten, que no corre, que es mejor Fulanito o Mengano... A veces pienso que debería llevar una camiseta que ponga "Cuidao, soy la madre del 14". Mejor prevenir que curar.

No quiero ni pensar lo que deben de sufrir las madres de los árbitros. Nunca he conocido a ninguna madre de árbitro, desconozco si ven por la tele los partidos en los que arbitran sus hijos, o si van a verlos al campo, pero no creo porque plato de buen gusto no debe de ser. Al árbitro de ayer lo pusieron los aficionados a caer de un burro. Soy incapaz de reproducir en este blog las atrocidades que algunos le decían al pobre muchacho, pero yo solo podía pensar en su madre. Te puede salir un hijo muchas cosas indeseables: boxeador, alpinista, motero, domador de leones, equilibrista de los que andan por un cable a mil metros de altura, político, prófugo de la justicia como Puigdemont... en fin, se me ocurren mil formas de hacer desgraciada a una madre, pero hacerse árbitro es de las peores.

Que quede claro que estoy muy orgullosa de mi retoño y de cada pequeño logro que consigue. Pero reconozco que el mundo del fútbol no es santo de mi devoción.  Y si encima pierden, como pasó ayer, ya te entra una bajona que pa qué. Aunque ya digo que dentro de lo malo no es lo peor porque cuando pienso en las madres de los árbitros me siento como el tuerto en el país de los ciegos. 

Porque yo por lo menos podría ponerme en una camiseta eso de "Cuidao, soy la madre del 14", pero a ver quién tiene cojones de ir al campo con una camiseta que ponga "Cuidao, soy la madre del árbitro"??

jueves, 4 de abril de 2024

Después de poner las calles si no hablo no te rayes

A raíz de mi anterior post me escribe una amiga un tanto mosqueá. Que parece mentira que con la mala follá que tengo por las mañanas venga de pasar las noches felizmente tan tranquila y relajada escuchando el programa de El Pulpo y sus ponedores. Que cómo es posible que con tanto buen rollito radiofónico luego le pegue un bufido a cualquiera que ose dirigirme la palabra.

Le contesto por aquí porque me puedo expandir más que en el guasap. Y además así le resuelvo la misma duda a cualquiera que se la pueda plantear igualmente.

Amos a ver, yo soy una entusiasta escuchadora de radio precisamente porque lo único que tienes que hacer es eso, escuchar. La radio no te pide que interactúes, ni siquiera que le prestes atención constante. Puedes escucharla y hacer otras cosas a la vez. Si te interesa el tema prestas atención, si no puedes divagar y ponerte a pensar en lo que quieras.  O cambiar de emisora. Nadie fiscaliza si estás más pendiente o si no. Y sobre todo, nadie te pregunta qué opinas ni pretende que contestes a nada. Puedes relajarte tranquilamente porque nadie espera nada de ti, solo que estés ahí de cuerpo presente y punto. 

Nada que ver con las relaciones personales. Salir de ese maravilloso mundo-burbuja y tener que hablar con gente de verdad es la peor de mis pesadillas. Porque la gente te habla y pretende que le prestes atención!!!! Incluso que te rías si dicen algo pretendidamente gracioso. Es superdifícil hablar con alguien y ponerte a pensar en tus cosas. Lo sé porque lo he intentado mil veces y he fracasado. Te lo notan enseguida, por lo menos a mí. Y lo que es peor, en lugar de dejarte en paz, te preguntan qué te pasa. Y encima quieren que des una respuesta más o menos coherente.

Yo escucho la radio constantemente porque ahí no siento ninguna presión.  Por las noches me engancho a "Poniendo las calles", por las mañanas tertulias políticas diversas (paso por varias emisoras, todas menos la SER, que desde que gobierna el PSOE se volvió totalmente acrítica, servil, comepollas y chupaculera con el poder), y luego me paso a la crónica rosa de Losantos.  Por las tardes igual, voy pasando de un canal a otro (menos la SER) según me interese más o menos de lo que están hablando. Esta posibilidad no existe en las relaciones interpersonales. No puedes cambiar de emisora si no te interesa lo que la gente te está contando, te tienes que quedar ahí poniendo cara de parchís esperando que en algún momento te dejen escapar. Es horrible!

Que por qué soy asocial? Pues esta es la respuesta, porque no puedo cambiar de emisora. Ya está, no hay más misterio. Y no tengo las habilidades suficientes para disimular que estoy interesada en algo cuando no lo estoy. Entiendo que esa es la base principal de las relaciones interpersonales, pero yo no tengo ese recurso, y mucho menos por la mañana temprano. 

Porque yo entro en el día muy poquito a poco, y voy socializando según va transcurriendo la mañana y van terminando mis programas favoritos. Por ejemplo, cuando termina la crónica rosa, a partir de las 12, ya soy mucho más sociable. Ya se me puede hablar y hasta contesto amablemente. Y para la hora de la cerveza soy otra persona totalmente diferente, capaz de hablar horas y horas como una cotorra, eso sí, con el público adecuado. Tampoco con cualquiera.

Y esta es la realidad. Soy rebelde porque el mundo me ha hecho así? Pues probablemente. Después de años y años escuchando a gente cuya conversación me interesaba entre cero y nada, he conseguido llegar a una edad lo suficientemente provecta como para que me importe una gran mierda lo que puedan pensar de mí. Y eso te hace sentir muy libre y muy bien. Así que, querida amiga, después de poner las calles si no hablo no te rayes.

miércoles, 3 de abril de 2024

Lo que no puedes dormir te lo cobras en vivir

Ya he comentado algunas veces que yo duermo muy poco. Vamos, nunca me he puesto a medirme con los aparatos estos que ahora usa la gente para medirlo todo, pero calculo que raramente duermo más de cuatro horas por noche, normalmente a trompicones. Si puedo echar una siesta por la tarde añade otras dos más al día. Y cuando ya llevo muchas noches medio en blanco igual cae alguna en la que duermo 6 horas del tirón, pero vamos, es muy raro que pase.

Sé que a mucha gente esto del sueño le agobia bastante pero a mí no solo no me ocasiona ningún problema sino que le he pillado el gusto. Distinto sería si trabajara en la construcción montada en andamios, o conduciendo camiones o autobuses, o de trapecista en un circo, o mismamente operando a gente a vida o muerte. Con esas profesiones no puede una permitirse tonterías, está claro, pero en el mundo bibliotecario no te pasa el sueño tanta factura.

Cuando trabajo de tarde y no puedo dormir la siesta es bastante frecuente que en algún momento me entre la pájara en el curro, sobre todo a partir del cuarto día y si no estoy haciendo nada que me mantenga con la atención permanente. Pero lo bueno de este trabajo, aunque mucha gente no lo crea, es que siempre hay tareas físicas que te espabilan, como colocar libros o revisar estanterías,  cosas que es imposible hacer medio dormido. Y eso me pone las pilas lo suficiente como para aguantar la tarde hasta llegar a casa y caer redonda.

En definitiva, que lo de dormir poco para mí no es realmente un problema. Lo que no me gusta es levantarme y ponerme a hacer cosas, que es algo a lo que recurre mucha gente. A mí me encanta estar en la cama despierta, calentita, sacar el pie y ponerlo en el suelo es lo que más me cuesta del mundo. Mira si podría aprovechar para escribir, por ejemplo, ya que últimamente apenas tengo tiempo entre unas cosas y otras. Pues no, yo lo de levantarme de madrugada, encender el ordenador y sentarme a escribir no lo veo. Prefiero seguir tumbada tranquilamente. Ya ni te cuento la gente que se levanta y se pone a limpiar la casa o a hacer gimnasia. Para eso hay que estar muy mal, francamente.

A mí me gusta escuchar la radio. También de vez en cuando pongo un vídeo de Youtube y lo escucho sin mirarlo o bien un podcast, pero si está mi programa nocturno favorito ya no necesito nada más. Yo por las noches escucho "Poniendo las calles", de Carlos Moreno "El Pulpo", en la Cope. Este programa fue un descubrimiento para mí porque el concepto que yo tenía antes de la radio nocturna era o bien de fútbol o bien de truculencias. La gente esta que llama en la noche para desahogarse contando desgracias de todo pelaje, o pidiendo consejo a desconocidos sobre temas íntimos. En fin, espacios nada apetecibles para mí, que en lugar de relajarte te dejan con los ojos como platos y el ánimo hecho unos zorros. A mí las truculencias me gustan en la tele, los crímenes y todo eso, soy carnaza de programas de sucesos, pero solo por el día. En la nocturnidad no quiero penas ni desgracias.

En el programa de "El Pulpo" he descubierto que hay todo un mundo nocturno compuesto por gente que trabaja o que no puede dormir, como yo. Los ponedores de calles, se llaman ellos. No te das cuenta realmente de la cantidad de vida nocturna que hay hasta que no te pones a escuchar a toda esa gente. Yo siempre he identificado la vida nocturna básicamente con la juerga, como buena noctámbula que he sido. Es ahora cuando he descubierto que hay otro mundo. Que hay camiones circulando por esas carreteras (qué miedo);  personal sanitario en los hospitales (será porque no he pisado ninguno); vigilantes de seguridad en sus garitas, y algunos sin garita, a la intemperie; policías y guardias civiles haciendo sus rondas; bomberos; ambulancias; taxistas y conductores de Uber; cuidadores; madres y padres con bebés llorones; personal de limpieza que trabaja para que cuando la gente llegue a sus oficinas todo esté como los chorros del oro; recogedores de residuos, los basureros de toda la vida;  profesores que corrigen exámenes cuando toda su familia duerme; panaderos... bueno, y muchas más profesiones. Por no hablar de los miles y miles que no trabajamos por la noche y sencillamente somos ligeritos de sueño. Es reconfortante saber que mientras tú estás ahí calentita en tu cama hay tanta gente ocupándose ahí fuera de que todo vaya bien.

Y los ponedores raramente cuentan dramones personales, sino que suelen hablar de su día a día. Y me encanta. Me lo paso muy bien escuchándolos, es para hacer un estudio sociológico de toda esa vida que transcurre mientras la mayoría de la gente duerme. El Pulpo es un tío como muy naif, que hace preguntas de niño pequeño, la clase de preguntas que hacen a la gente hablar sin sentirse incómoda. Cuál es tu horario, qué haces en tu trabajo, qué te gusta comer, cuándo duermes. Ese tipo de conversación que hace relajarse a las personas y que cuenten mogollón de anécdotas. También para quien escucha es relajante porque no hay ninguna tensión, y lo mismo te echas unas risas que te quedas dormida.  Algo que invita al duermevela, a estar y no estar. Si estás bien y si no, pues también.

El Pulpo y su compañera Bea, que tiene una risa muy contagiosa, le hacen la cobra a la política. Muy de tarde en tarde dejan caer alguna cosilla que permite adivinar de qué van (claro que también trabajan en una emisora que imprime carácter) pero evitan en lo posible temas espinosos. Se trata de no ensirocar al personal sino todo lo contrario. Y yo, que por el día soy muy aficionada a la guerrilla, en mi versión nocturna me transformo en una tranquila escuchadora de historias costumbristas, sin pretensiones pero mucho más interesantes que las cientos de porquerías con miles de giros de guion que cuestan una millonada y emiten cada día por Netflix y demás plataformas digitales.

Poco antes de las 6 de la mañana El Pulpo le hace el relevo a Carlos Herrera. Lo llaman "darle la del pulpo".  Es una especie de competición entre dos tipos que saben de música lo más grande y que en ese pequeño espacio cuentan anécdotas mil y tocan todos los géneros y todo tipo de artistas, lo mismo te cuentan historias de Lola Flores que de Lionel Ritchie, de Madonna o de Camarón. Lo saben todo de todos.  Yo algunas veces llego ahí dormida y otras despierta, depende de cómo haya ido la noche. Pero si los escucho siempre flipo con tanta sapiencia musical, y ese es para mí el pistoletazo de salida hacia el nuevo día.

Si os digo la verdad no echo nada de menos dormir. Los días raros que caigo sopa y echo 6 horas de sueño del tirón casi me da rabia no haber participado de ese mundo nocturno que tanto me gusta. A veces pienso que es una gran suerte este sueño ligero mío porque me ha dado la oportunidad de conocer a todas esas personas que antes de aparecer el insomnio me eran totalmente ajenas. Así que ahora vivo de día y también vivo de noche, con lo que si echo la cuenta vivo mucho más tiempo que la gente que duerme a pierna suelta y que pasa la mitad de su tiempo en Babia. En definitiva, que lo que no puedes dormir te lo cobras en vivir.


sábado, 30 de marzo de 2024

Nos mean en to la jeta sin bochorno ni chapeta

Bueno, como ya sé que casi nunca os enteráis de nada de lo que pasa en el mundo de las cloacas, doy por sentado que esta noticia es nueva para vosotros, pese a que todos los medios se han hecho eco estos días. Me estoy refiriendo al reciente Consejo de Administración de RTVE en el que se montó la gran  marimorena. 

Os cuento los hechos mondos y lirondos antes de entrar en materia. Hace unos días la presidenta interina del ente público, Elena Sánchez, cesó de forma fulminante al director de contenidos, José Pablo López, y a continuación el resto del Consejo en una maniobra totalmente demencial la cesó a ella, de resultas de lo cual la Presidencia quedó descabezada. Hasta el día siguiente, en que fue ocupada por Concepción Cascajosa, que tiene el honroso mérito de haber quedado en el puesto 88 de 96 aspirantes al Consejo, con una puntuación de 2'2 sobre 10. Eso sí, se presenta a sí misma como orgullosa militante del PSOE.

Os pongo en antecedentes para que podáis contextualizar el conflicto. En RTVE trabajan aproximadamente unas 8.000 personas, 600 de las cuales son interinas, aunque serán 1.200 más cuando se resuelvan unas oposiciones que están previstas para este año o el próximo. Ya veremos, porque con el tema de los no presupuestos ahora mismo todo lo que tenga que ver con oposiciones está en el aire. No se explica pues cómo entre tanto profesional solvente que ha pasado por su correspondiente proceso de selección, muchos de ellos de gran prestigio, el 80% del presupuesto del (recuerdo) ente público va a parar a productoras externas. Es decir, hay profesionales muy valiosos a los que se les pagan sueldos bastante decentes aunque no desorbitados, y el Consejo se dedica a firmar contratos multimillonarios para atraer a profesionales de fuera.

El director de contenidos destituido, José Pablo López, consejero afín al PSOE y muy amigo de los productores de "La Fábrica de la tele" (los artífices de engendros como Sálvame, Socialité y demás bazofia televisiva del Universo Mediaset) durante meses ha llevado a cabo una arriesgada operación, que algunos han definido muy acertadamente como "salvamización" de la televisión pública, al contratar a buena parte de las excrecencias desechadas por  Telecirco tras la ruptura con dicha productora. Y así gente de la talla profesional de Rociito Carrasco y sus amigas del alma Alba Carrillo, Terelu Campos, Lydia Lozano, etc., todas procedentes del mismo antro mediatesero, fueron contratadas para distintos programas de TVE, desde concursos gastronómicos a talent shows de baile, pasando por programas del corazón, tertulias de actualidad, etc.

Hubo también un intento de captar a la mismísima Belén Esteban y ahí ya fue cuando Elena Sánchez, pese a sus vínculos con el PSOE, se plantó y dijo que al extremo de meter en la televisión pública a princesas del pueblo no llegaba. Hay que decir que es de alabar que Elena Sánchez, a pesar de haber sido puesta ahí a dedo por su afinidad con el partido, haya sido capaz de mantener un criterio propio y poner pie en pared con respecto a estas contrataciones bochornosas.

En fin, continuamos para bingo. Uno de los programas que más quebraderos de cabeza le trae al Gobierno actual es el de Pablo Motos, "El Hormiguero", que se emite en una cadena privada y lleva siendo indiscutible líder de audiencia más de diez años. "El Hormiguero" es un programa non grato para el poder porque un par de días a la semana tiene tertulias de actualidad en las que algunos de sus participantes son bastante críticos con el Gobierno, y naturalmente se ha convertido en una especie de adalid de la "fachosfera".  Y aunque haya programas semejantes con tertulianos guerrilleros en todas las cadenas no hay ningún otro que se emita en prime time ni que tenga las audiencias millonarias del espacio de Motos. 

Ha habido varios intentos de competir con "El Hormiguero" con distintos experimentos y todos han fracasado estrepitosamente. La última que se pegó la gran hostia fue Mediaset cuando recuperó a Jorge Javier Vázquez para un espacio de entrevistas con características muy similares al de Motos pero de distinta tendencia política, "Cuentos chinos". El programa duró dos semanas, porque a pesar de la chulería con la que empezó (Vázquez leyó una carta abierta a Motos diciéndole que iban a ser vecinos y que le dejara hueco en su franja horaria) literalmente las hormigas se lo merendaron, la audiencia hizo mutis por el foro, y al sexto programa le dijeron a Jorge Javier que ya lo llamarían para Supervivientes, que es la clase de fango en la que él se mueve como pez en el agua.

Y ahora lo intenta RTVE, con directrices claras desde Moncloa: queremos a David Broncano para que le haga la nininana a Motos. Broncano supongo que os sonará de algo hasta a los menos cafeteros. Es presentador de un programa de entrevistas en Movistar. Un tipo que tiene mucho predicamento entre la gente joven, que lo ve fundamentalmente en streaming. Habría mucho que discutir sobre la rentabilidad o no de esta contratación para desbancar a Motos de su trono, puesto que la gente joven ve muy poco la televisión, casi todo lo que consumen es por dispositivos electrónicos, con lo cual a "El Hormiguero" es muy probable que esto no le hiciera ni cosquillas. Y la realidad es que la audiencia televisiva de Broncano en Movistar es bastante escasa. Pero bueno, a ellos se les ha puesto en los huevos contratarlo y van a saco.

La cuestión es que en las negociaciones se habla de 50 milloncejos, ahí es nada, por cuatro años. Esto es lo que yo decía al principio de las contrataciones multimillonarias con productoras externas (en este caso El Terrat, de Andreu Buenafuente) mientras que los profesionales de la casa se mueren de pena. Y claro, esto sin garantías ningunas. Broncano ganaría personalmente cerca de los 2 millones de euros anuales, para que os hagáis una idea unos 60.000 pepinos por programa. Pagados por ti y por mí, compae, con esos impuestos que supuestamente van para Sanidad y Educación, según nos dicen día sí y día también nuestros amados próceres. 

Y claro, va Elena Sánchez (alabada sea por cuidar mínimamente del dinero del contribuyente) y dice que nanay, que eso así no puede ser, e intenta por su cuenta y riesgo negociar con Broncano una temporada a prueba, y ya según las audiencias prorrogar o no, poniendo un mínimo de 10% de share que tendría que conseguir para que la cosa fuera mínimamente rentable. Y Broncano dice que ni flores, que mínimo dos temporadas fijas, sin condiciones ni presiones de audiencia. Total, en resumidas cuentas, para no extenderme más, que ante la inminencia de la firma pese a la oposición de la señora Sánchez, ésta no tiene más remedio que cesar en el Consejo de Administración al director de contenidos, José Pablo López, que es el que está detrás de la operación, así como de todas las demás contrataciones comentadas antes que han llevado a la salvamización paulatina del ente público.  Y López es destituido por votación de 5 a 4. 

Esto no entraba en el orden del día de la reunión, sino que fue un punto de última hora metido in extremis por la Presidenta. Pero mira tú por dónde el resto de consejeros, durante una breve ausencia de Sánchez, se ponen de acuerdo para destituirla a ella, 4 a 3. Ya, ya sé que esto es de locos, pero tened en cuenta que es una especie de "Juego de tronos". El Consejo está compuesto por miembros de PSOE, PP, Podemos (ahora Sumar) y PNV, y aunque casi todos votan lo que les dicen sus partidos, algunas veces tienen un ápice de vergüenza torera, se salen del parchís y muestran un voto rebelde (caso de Elena Sánchez con lo de Belén Esteban o Broncano), y claro, las mayorías se tuercen.  Y así se ha llegado a este punto, ella cesa a López y los amigos de López la cesan a ella. Que conste que todo esto se sabe porque ha trascendido desde dentro del propio Consejo, cuyos miembros han filtrado las deliberaciones a distintos medios.

Claro, ahí se monta la de Dios es Cristo. Porque a todo esto Moncloa sigue marcando las directrices, Broncano sí o sí, cueste lo que cueste. Y entre las distintas posibilidades para sustituir a Sánchez se decide que haya una Presidencia rotatoria, y la rotación empezaría, cómo no, por consejera socialista, la tal Concepción Cascajosa, cuyos méritos ya he mencionado anteriormente (la 88 de 96 candidatos, con una puntuación de 2, 2 sobre 10)  Eso sí, en su alegato para obtener el puesto dijo ser fiel militante del PSOE y afirmó que esa militancia marcaba profundamente sus convicciones y su actividad profesional. Broncano, ve preparando la pluma pa firmar, corazón.

En fin, esto es lo que tenemos, hay que joerse.

Para los suspicaces, voy a dejar claro clarinete que no tengo la menor duda de que de haber estado el PP con mayoría en el Consejo actuaría exactamente igual de cochinamente que ha actuado éste con mayoría socialista. Pero ninguna duda, vamos. De hecho, en el pasado ya presidieron RTVE personas con evidente afinidad a los populares. Pero entonces recuerdo palabras del actual Presidente Sánchez diciendo que era intolerable por completo la injerencia del PP en la Corporación y que si él llegaba alguna vez al Gobierno tomaría cartas en el asunto para luchar por una televisión pública libre de presiones políticas. Ya, ya sabemos de los "cambios de opinión" de Sánchez y de lo que vale su palabra, y de cómo la hemeroteca se la pasa por el forro día sí día también. Pero es que justo al día siguiente de saltar por los aires el Consejo de Administración, la portavoz gubernamental Pilar Alegría afirmó tajantemente en rueda de prensa que había que garantizar la independencia del ente público sobre todas las cosas. Y antes de 24 horas ya estaba Cascajosa sentada en el sillón con su manifiesta independencia. 

En fin, gente, que nos mean en to la jeta sin bochorno ni chapeta. 


jueves, 7 de marzo de 2024

Estoy hasta el sisilisco y en los cursos ya me cisco

En mi curro hacen cursos constantemente. Algo muy lógico, teniendo en cuenta que esto es una Universidad y lo normal es formar a la gente. Pero para mí un verdadero coñazo porque cada vez que hay nuevo curso tengo que preparar mi cara de póker y mi correspondiente y tajante NO.

Yo no hago cursos básicamente por dos motivos:

1. Porque no necesito más puntos para mi curriculum.

2. Porque no aprendo absolutamente nada.

A estas alturas no tengo plan ninguno de ascender porque he llegado al máximo que puedo alcanzar en mi carrera como personal laboral de Biblioteca. Entiendo que los que tienen intención de promocionarse o los que están en precario y preparan oposiciones para conseguir plaza no tengan más remedio que inflarse a hacer cursos para tener puntos, pero yo por fortuna ya pasé ese momento y actualmente me encuentro en un agradable estado de buena esperanza hacia la reducción horaria por provecta edad.

Por otro lado, como he dicho, la verdad es que no aprendo nada en esos cursos. Yo soy una tía básicamente analógica, totalmente negada para lo digital. En lo único que estoy interesada es en las cosas que en mi día a día forman parte de mi trabajo y de mi ocio. Por eso sé manejarme por redes sociales, por mi blog, por los motores de búsqueda de mi curro y por el sistema de gestión que manejamos. Punto pelota. Todo lo demás que intenten enseñarme es inútil porque va a chocar de pleno con mi mente profundamente analógica.

En los últimos cursos que fui me aburría como una ostra porque en cuanto empezaban a utilizar terminología propia de ese oscuro mundo yo desconectaba de momento y me ponía a buscar grietas en el techo. O a pensar en la lista de la compra. Vamos, como cuando follas sin ganas, más o menos. Pero con la terrible sensación de estar perdiendo mucho más tiempo. Por eso en el momento en que me enteré de que esos cursos no eran obligatorios y que no me quitaban nada del sueldo ni de la productividad por no apuntarme tuve claro que daba por finiquitada mi etapa formalmente formativa.

Porque además si surge algo nuevo que vaya a serme imprescindible en el curro la mejor manera de que yo lo aprenda es que alguien se siente conmigo, me lo explique in person, yo tome las notas convenientes y luego me ponga a practicar como una loca hasta que lo pueda hacer con los ojos cerrados. Después de tantos años he comprobado que ese es el sistema ideal. Y además es rápido y eficaz. Desde luego, los cursos de formación no son para mí. Y aun en el caso de que consiguiera aprender algo si no es de uso diario a los dos días lo he olvidado por completo.

Pero esto, que dicho así suena como muy lógico y razonable, me obliga a tener que pasar siempre por el desagradable trance de decir NO. Y además, decirlo con la suficiente contundencia como para no tener que soportar vanas insistencias.

Mi sistema es sencillo. Cuando vienen a comentarme que va a haber un curso sobre blablablabla, solo al oír la palabra curso y antes de dar lugar a confusiones digo alto y claro: NO.

- Pero este curso podría intere...

- NO.

- Pero es que va sobre...

- NO.

Esto lo tienes que decir mirando fijamente a la persona a los ojos. La rotundidad no entiende de matices ni sutilezas, tampoco de explicaciones. 

Y esto lo cuento ahora (aunque creo que ya alguna que otra vez he comentado algo sobre el tema) porque se aproxima nuevo curso en el horizonte, lo noto, lo percibo en el aire, y ya estoy empezando a practicar mi cara de póker y mi fulminante mirada.

Siempre espero (mi estado de buena esperanza en este sentido es perpetuo) que no me vuelvan a preguntar, pero es inútil. Sé que es cuestión de días.

Es lo que hay. Qué pereza, diosssssss!!

miércoles, 6 de marzo de 2024

People, esto es la repera, me meo con la koldosfera

Lo reconozco, me lo estoy pasando pipa con todo este cachondeo. Ya, ya sé que es seria la cosa y que no debería descojonarme del desplumamiento público al que estamos siendo sometidos constantemente pero es que no lo puedo remediar. Es todo tan chusco, tan torrentero, que me inspira más risa que otra cosa. Además como que con los rollos estos ya tenemos el cuerpo hecho a todo.

También contribuye bastante la idiosincrasia de los personajes implicados. El famoso Koldo, ese portero de puticlub reconvertido en mano derecha de superministro y posteriormente en asesor de Renfe. Esos viajecitos con su jefe con sobres llenos de billetes para pagar a tocateja a las señoritas que los acompañaban, no me digáis que no es insuperable. A chusquerismo no nos gana ni dios, las cosas como son.

Luego está Ábalos, que digámoslo claro, nos está dando grandes momentos para la posteridad. Sus conversaciones con Risto Mejide no tienen precio:

"No, si yo hace mucho tiempo que no veo a Koldo. Ah, no, sí, es verdad, lo vi un día, pero es que me lo encontré en la marisquería de casualidad. Bueno, no me lo encontré, sí que habíamos quedado, pero informalmente. Que de qué hablamos? Hombre, pues de nada importante, tú no te preocupes por eso. Pero hombre, deja algo para el juez, que no te lo voy a contar a ti todo, jajajajaja."

"Se me ha borrado todo del móvil. Que te lo dé a ti, que tú me recuperas los chats? Pero eso se puede? Ah, no me digas. Que nooooooo, que no te lo doy, ay pillín, que te quieres enterar de todo"  

Yo soy muy del Team Ábalos, lo reconozco. Este tío ya es leyenda. Además que va a calzón quitao. El día que salió en la rueda de prensa con la lagrimita asomando, diciendo que estaba él solo frente al mundo, que por no tener no tenía ni chófer ni secretaria... ayyyy qué penita me dio!! Es que inspira ternura, igual porque es lo que parece, o sea, un golferas borrachuzo y mujeriego que no intenta ni disimularlo.

Ya lo dijo en Twitter Juan Soto Ivars, que frente a la gelidez ártica de Sánchez que miente constantemente sin que se le mueva un músculo, Ábalos es el contrapunto exacto, el tipo que te está mintiendo igualmente pero al menos lo hace con esa picaresca hispana que tantos momentos gloriosos ha dado a nuestra literatura, y se le coge afición. Y claro, inmediatamente un montón de gente se puso a darle likes y a retuitearlo porque somos muchos los que formamos su club de fans, los abaliers somos legión.

Y qué me decís de ese otro momentazo, cuando el partido ya lo tenía todo planeado, la renuncia obediente de Ábalos al escaño, la sustituta preparada con el turbo puesto (que por cierto era otra prenda a la que detuvieron durante la pandemia por conducir borracha) y va el tío y dice que se pasa al grupo mixto para no perder el aforamiento!! Wawwww, eso fue bestial. Es que es un puto crack!! Daría media vida por haberle visto la cara a Sánchez cuando se enteró.

Coño, que con todos sus cojones ha demandado al mismísimo Santos Cerdán por haber publicado el expediente que le han abierto con todos sus datos personales. Pero quién da más??

En fin, no doy abasto a la risa. El manicomio no defrauda, amigos.

Y por si todo esto fuera poco llega la amiga Armengol dando explicaciones sobre las mascarillas fake que compró en su calidad de Presidenta de las Islas Baleares, que parecía que hubiera sido poseída mismamente por el espíritu de Mariano Rajoy:

"Quiero explicar bien el contexto en lo que los estoy explicando las cuestiones que voy a explicar".

Me meo toaaaaaaaaa!! No pasaba tan buenos ratos desde lo de la Cospedal con el finiquito en diferido. 

Y luego que la gente tiene mucho cachondeo. Hay ya todo un diccionario de términos koldosféricos circulando por Twitter. Hallazgos geniales como la koldonoscopia, o el ginekoldólogo (el gine de la señora de Koldo, que también fue con Ábalos a la República Dominicana para ver si hacía negocio). La gente le está echando una guasa que te cagas. 

Puede que nos estén jodiendo y robándonos a manos llenas, pero qué coño... y lo que nos estamos riendo??

Pd. Nuevos hallazgos en Koldolandia:

- El silencio de los kolderos.