Me gusta escuchar por las mañanas varios programas de radio. Ayer estaba zapeando por las emisoras y me puse a oír una entrevista de Carlos Alsina a la ministra portavoz. La verdad es que me partí el culo de la risa. Ya escuché hace unos días otra entrevista que le hizo a Patxi López y me pasó tres cuartas de lo mismo. Cómo explicarlo? Es una sensación entre el bochorno, la risa tonta y la incredulidad. Creo que incluso me sonrojo un poco, pero claro, como lo oigo a oscuras no lo podría asegurar.
La cosa iba de lo del delito de sedición, que estos días es la comidilla tanto en la mayoría de programas de radio como en las redes. A mí la verdad es que este asunto me importa un pimiento, no tengo ningún interés en que Cataluña siga estando en territorio español, y si por mí fuera le habría concedido la independencia hace años. En el mismo momento que la pidieron, sin condiciones. Lo siento por los catalanes a los que les gustaría seguir perteneciendo a España, bienvenidos sean a otras Comunidades, pero desde mi punto de vista es imposible avanzar en la vida cuando te están poniendo todo el rato palos en las ruedas, así que tanto a los vascos como a los catalanes como a los navarros yo directamente les pondría de patitas en la calle, y me dedicaría a intentar seguir adelante con la gente que realmente no tiene ningún problema territorial. Que nos quedamos siete? Pues buenos son, pero por lo menos no perderíamos tanto tiempo, dinero y esfuerzo en intentar convencer a nadie para quedarse, chantaje va chantaje viene. Yo para estas cosas soy muy pragmática. Que queréis iros? Pos venga, puerta. Ya estáis tardando.
Bueno, tanto es así que me pasaron hace unos días una encuesta sobre el tema catalán, para ver el grado de compromiso con la causa unionista nacional, todas las preguntas había que contestarlas de 0 a 5 según se estuviera más o menos comprometido y adivinad lo que yo contesté en todas. Exacto! En todas menos en una, que contesté la opción 5. En esa preguntaban hasta qué punto estabas hasta el moño del tema.
En definitiva, que a mí la integridad territorial de la nación me importa un carajo, vamos. Pero aun así me gusta informarme de los dimes y diretes de esto de la sedición, los indultos, la amnistía y todas esas polladas.
La ministra portavoz decía que lo de cambiar el delito de sedición por otro tipo penal menos oneroso (concretamente la cosa se llamaría "Desorden público agravado", tócame el sisilisco) era para acercar nuestra legislación a la de los países de nuestro entorno, los de la UE. Y que además eso iba a facilitar las relaciones con Cataluña. Alsina le preguntaba que por qué tanto interés en equipararnos con Europa justo ahora y justo en ese punto y no en muchos otros en los que nuestras leyes difieren también muchísimo. Por ejemplo, la ley del indulto, mucho más estricta en otros países europeos como Alemania, donde sería totalmente imposible indultar a ningún político condenado por corrupción. Esto también se lo preguntó a Patxi López el otro día y se puso a tartajear. La ministra poco más o menos. Yo me lo paso genial con estas cosas, la verdad. Bueno, y cuando ya le ha preguntado por lo siguiente, lo que en el argot eufemístico del Gobierno se ha dado en llamar "reformulación del delito de malversación de caudales públicos" (en cristiano, que se puedan ir de rositas por to el morro los que desvían la pasta para usos ilícitos, o sea, para lo que a ellos les sale de los huevos) la señora se ha puesto a hablar de la paz en el mundo como si no hubiera un mañana.
A esta gente le urge hacer un Máster de caradurismo impresionante nivel Dios. Porque a ver, tienen un jefe que les da tropecientas mil vueltas en eso a todos. Sánchez puede decir una cosa y la contraria de un día para otro y defenderla con total convencimiento sin inmutarse lo más mínimo, sin pestañear, sin que se le mueva un solo músculo de la faz. Donde dije digo digo Diego y donde dije Diego ahora digo dije y donde Diego dijo dije digo diga.
- Oiga, pero usted dijo que de ninguna de las maneras indultaría jamás a los políticos catalanes condenados por sedicion y malversación.
- Ya, pero eso lo dije hace un rato, antes de la siesta. Luego he echado un sueñecito y lo he visto mucho más claro. El indulto mola.
- Oiga pero usted dijo que...
- Ya, pero... patata.
- Oiga pe pe pe pe pero...
Y nada, se queda el tío tan pancho.
Claro, pero este grado de caradurismo es muy difícil de conseguir. Ese temple de Sánchez, esa apostura, esa seguridad absoluta de que lo que está diciendo ahora es lo que cree fervientemente aunque media hora antes creyera igual de fervientemente justo lo contrario... joder, eso hay que trabajárselo mucho. Y no todo el mundo tiene aptitudes, aunque muchos vayan sobrados de actitudes. La gente tartamudea, se queda en blanco y echa mano desesperadamente del argumentario y lo repite como un mantra, le pregunten lo que le pregunten.
- Oiga, por qué ha dicho que cambiar el delito de sedición hará que los catalanes se sientan más cómodos? Qué relación tiene una cosa con la otra? Se supone que esto era para equipararnos a Europa.
- Eeeeeeeeh... Hummmmmmm... Bueeeeeno! Es evidente que tenemos que adaptar nuestra legislación a la de los países de nuestro entorno porque esta ley procede del siglo XIX y está obsoleta, porque...
- Ya pero yo lo que le estoy preguntando es por qué dice que cambiando esa ley los catalanes blablabla...?
- Eeeeeeeeh... Hummmmmmmm... Bueeeeeeeeno! Porqueeeeeee... patata.
- Glups!
En fin, ya digo que a mí personalmente todo esto me importa un huevo, y que fundamentalmente con lo que me lo paso bien es con los apuros que pasan. Me encanta ver cómo van con el rollo preparado para soltarlo como papagayos, y cómo se les caen los palos del sombrajo en cuanto alguien se sale del guion previsto. Los políticos son una gente muy graciosa, como muñequitos de guiñol.
Lo malo es que no todo el mundo se lo toma igual de a cachondeo que yo. Es verdad que casi todos los días cuando acaban las entrevistas los tertulianos se suelen echar unas risas a cuenta del entrevistado de turno, incluso a veces hacen imitaciones. Pero luego terminan bastante cabreados por la sensación (bastante cercana a la realidad, creo yo) de que les toman por imbéciles.
Últimamente he notado en bastantes emisoras (naturalmente no progubernamentales) un cierto engrosamiento del vocabulario. Esto de la sedición ha tocado muchas higadillas, pelotas y pepitillas. A Losantos le ha dado por repetir como un mantra la expresión "golpe de estado a cámara lenta" y sus llamamientos a tomar las calles son constantes. Está totalmente desatado, palabrita.
Pero ya lo de la malversación, que según parece obligaría a revisar sentencias tan renombradas como las de los Ere, Noos o Gürtel... ay, amiiiiiigo, eso ya ha mosqueado a mucha más gente, eso sobrepasa con creces las idas de olla del amigo JLo. Eso toca los huevos incluso a los muy cafeteros psoeistas, que andan algunos que ya no saben para dónde mirar. No veo yo a la vil plebe muy dispuesta a tragar por ahí, por mucho que nuestras tragaderas sean ya, a fuerza del constante ensanchamiento, de un inmenso tamaño XXXL. Porque claro, es obvio que todo esto está específicamente diseñado para beneficiar a los políticos del Procès, pero es que de paso podrían salir muy muy muy beneficiados si se revisaran sus sentencias personajes tan queridos por la opinión pública zurda como Bárcenas o Urdangarín, pasando por Julián Muñoz y toda la mafia de la Gürtel. Y eso... eso ya son otros López.
En fin, la gran pregunta es... tendrán cojones? Conseguirán colar también esta patata? Y si lo hicieran... volvería a funcionar la amnesia colectiva en próximas elecciones??? Ahí lo dejo para vuestra reflexión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario