lunes, 21 de marzo de 2011

La conquista del aire, by Belén Gopegui

La palabra densa me parece un eufemismo muy benévolo para definir esta novela;  es espesa a más no poder. Yo no voy a discutir aquí sus valores literarios, que seguro que los tiene a montones, ni su profundidad intelectual, social y todo lo que se quiera, que no me cabe la menor duda de que la tiene que tener fijo. Pero a mí es que la espesez me puede, y francamente he tenido que hacer un esfuerzo sobrehumano para leer una novela en la un grupo de amigos hablan entre ellos y dicen cosas como:

"Te escribo y es como si hubiera algo anterior a la voz, una banda de frencuencias al margen del sonido, un estado silencioso y proclive a la comprensión". P.  286.

"Hay un hombre y quiere hacer del estado su cielo, el suyo, y eso está bien. No el cielo, "su" cielo. En cambio el segundo "su" está mal. P. 256

"La escritura es un dios sin contraste, blando y adulador. Es el dios que sólo mira allí donde señala nuestro dedo, el dios de lo apuntado, el dios de lo que quisimos registrar".. P. 287

"Es mejor discutir que buscarse una salida falsa  en el deseo de forjarse dignidades secretas, anteriores a la voz y a cuanto nos avergüenza y degrada."

"Pienso que en el mensaje tembloroso que haga llegar a nadie, en el apunte, en el mágico aforismo o bien en la perseverancia de un decir que excluya la diversificación podré labrarme la identidad del cuarzo, una estructura de átomos trabados en perfecta simetría." P. 288

Mira, yo qué quieres que te diga, que no.

A mí es que me gustaría saber si alguien que pase por aquí habla así con sus amigos. Yo desde luego no, y si se me acercara alguien alguna vez que hablara de ese modo no me cabe la menor duda de que saldría corriendo de momento.´

Yo creo que una buena novela tiene que partir de una cierta verosimilitud en los diálogos y en esta novela la verosimilitud chirría por todas partes. Y no puedo decir si es interesante o no de lo que hablan porque me pareció tan infumable que prácticamente la leí dormida. Y la terminé única y exclusivamente porque era para un club de lectura, lo que tengo claro que no volveré a hacer nunca más.

Y lo cierto es que al principio la cosa prometía. O sea, la idea es muy buena, una amistad en la que de repente entra el elemento dinero a distorsionarlo todo. Una panda de progres en los 90, ya algo decepcionados de su progresía y sin saber muy bien qué hacer con tanto progresismo ante un mundo ya plenamente rendido al capitalismo salvaje...

Bueno, como argumento literario me parece un hallazgo. Pero eso, un hallazgo sin más. Todo el desarrollo es atrozmente insoportable, pesado, cansino, repetitivo y profundamente aburrido. Los diálogos infumables. Dos meses dos me he tirado para conseguir leer lo que al final leí, y hubo momentos en los que mi afición lectora corrió serio peligro y a punto estuve de sucumbir.

Pues sí. "En el mensaje tembloroso que haga llegar a nadie, en el apunte, en el mágico aforismo o bien en la perseverancia de un decir que excluya la diversificación podré labrarme la identidad del cuarzo, una estructura de átomos trabados en perfecta simetría".

Anda y que te zurzan, petarrrrrdo!

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