Más sobre el amor

Hace unos días abrí un post sobre el amor, y resulta que ha dado lugar a un diálogo posterior bastante interesante. A veces pasa que hablas de una cosa y luego lo que sale de eso es casi más sustancioso que lo que tú has podido decir.

Comenta una lectora que sentirse guapa y deseada es más cuestión de una misma que de cómo te vean los demás. Y yo le doy la razón, y apunto además que la actitud hacia ti misma es fundamental en los sentimientos que despiertas en los otros. Y ya abundando en lo personal, añado que la supuesta "buena suerte" que yo siempre he tenido en este aspecto no la atribuyo en absoluto a la mera suerte (como sí me atribuyen mis amigas, por ejemplo) sino a un tipo de posicionamiento personal respecto a mí misma y al amor. Y claro, de ahí un montón de reflexiones más.

La cosa, pienso yo, tiene mucho que ver con las expectativas, y también con cómo vive cada cual el amor. Le digo a mi lectora que yo no pido jamás ni promesas ni compromisos ni exclusividad ni tiempo ni anillos ni que me presenten a la familia ni que formen parte de mi vida ni yo de la suya. A cambio solo pido una cosa: que mueran por mí. A lo Sabina, cuando todavía era Sabina:

"Y morirme contigo si te matas, y matarme contigo si te mueres, porque el amor cuando no muere mata, porque amores que matan nunca mueren".

Pos eso. Y si no tengo eso no me vale.

Soy una romántica empedernida, es verdad. El amor para mí es más un estado espiritual que una práctica diaria.

A ello contribuye bastante el hecho de que tengo una vida plena en sí misma, en la que no necesito nada más de lo que tengo. Con lo cual todo lo que llegue es un complemento que viene a mejorarla pero nunca una necesidad, algo imprescindible. Vamos, que no necesito amor (romántico, me refiero; del otro naturalmente necesitamos todos); que si alguien me quiere bien, y si no me quiere nadie... pues también bien.

Curiosamente esa postura indolente hace que siempre haya alguien por ahí, algún friki, que me quiere. Y además que me quiere bien, como a mí me gusta.

Y qué es para mí quererme bien? Puessssss... a lo Sabina.

En pocas palabras: siempre he preferido que sueñen conmigo a que duerman conmigo.

Y como soñar conmigo es fácil pero dormir conmigo es bastante más complicado... ahí se entiende por qué nunca me falta amor, el amor como yo lo entiendo.

El problema de la mayoría de la gente es que prefieren que duerman con ellos a que sueñen con ellos. Y hay hasta quien pretende las dos cosas!!!! Ufffffff, claro... así se pegan los planchazos que se pegan.

Porque eso es literalmente imposible, como también dijo, por cierto, muy bien dicho, el mismo Sabina, un tipo lúcido donde los haya: "Cuando duermo sin ti contigo sueño, y con todas si duermes a mi lado".

La vida es así: o se duerme con alguien o se sueña con alguien. Las dos cosas a la vez es imposible.

Probablemente por eso a mí no me gusta dormir con nadie. Pero sé que siempre hay alguien que sueña con dormir conmigo. Lo cual, queridos amigos, mola mucho más. Y además no pega calor.

Y esto es básicamente lo que hoy por hoy tengo que decir sobre el amor.