He hecho un gran descubrimiento. Algunos de vosotros habréis oído hablar de él pero a otros os sonará tan a chino como me sonó a mí cuando lo encontré. Se trata de la copa menstrual.
Me ha parecido un invento tan extraordinario que he sentido la necesidad de promocionarlo en mi blog. Es un artilugio para chicas, naturalmente, pero este post va dirigido a todo el mundo porque los chicos también tenéis novias, mujeres, hijas, hermanas y amigas a las que se lo podéis recomendar, o por lo menos reenviarles este post para que ellas se informen.
Lo que más alucinada me tiene es que este invento no es en absoluto reciente, por lo visto lleva años funcionando y hay muchísima gente que lo usa. Sin embargo la promoción es casi nula, jamás he visto un anuncio en la tele ni en la radio ni en los medios con más repercusión; por Internet sí que hay cierta promoción, pero claro, a mucha gente no le llega, por lo que hay un gran desconocimiento sobre la existencia de este producto. Últimamente he oído hablar mucho por el tema del medio ambiente de la necesidad de volver a los paños de toda la vida para recoger los flujos de la regla, porque las compresas y tampones dan lugar a un montón de residuos; y sin embargo nadie me había hablado de la copa menstrual.
Yo la he descubierto de pura casualidad. Como ya os he comentado alguna vez (seguro que más veces de las que os gustaría) hace tiempo que tengo unas reglas muy abundantes, unas hemorragias que me provocan un montón de problemas y de situaciones incómodas y, vamos, hablando en plata, asquerosas. Es de esperar que todo esto sea debido a que mi menstruación se está despidiendo de mí a lo grande, con profusión de fuegos artificiales y alharacas, para que no me olvide de ella cuando por fin se largue definitivamente, pero en fin, la verdad es que es bastante desagradable. Algunas que habéis pasado ya por esto sabéis de lo que hablo.
Pues bien, navegando por la red en uno de esos estados de desesperación que me entran por este asunto di de puritita casualidad con la copa menstrual, un ingenioso artilugio de silicona que en lugar de absorber el flujo como los tampones y compresas, lo que hace es recogerlo en el interior de la vagina y luego la usuaria lo que tiene que hacer es vaciarlo de vez en cuando, arrojar su contenido al váter y lavarlo con agua monda y lironda. Puede llegar a durar sin necesidad de vaciarlo (en reglas normales) hasta doce horas seguidas, y cuando termina el período simplemente se hierve como si fuera un chupete y nada, adiós muy buenas, hasta el mes que viene.
Os podéis hacer una idea de la libertad de movimientos y de la independencia que se puede tener si no necesitas ir cargada de tampones y compresas en viajes, en el trabajo, en el instituto, en la universidad, si haces deporte... Es una auténtica pasada. Por eso no me explico que se haya divulgado tan poco, por mucho que fabricantes tradicionales de compresas y tampones hayan podido presionar para ocultar el invento. El caso es que de la gente a la que se lo he comentado solo las personas más jóvenes, que prácticamente se pasan el día navegando por la red, sabían de su existencia. Ninguna de las amigas de mi edad, y por supuesto los tíos ni la más remota idea. Les dices "copa menstrual" y se creen que les estás hablando de un lingotazo de ginebra para los dolores menstruales.
En fin, una vez superada mi indignación por que haya pasado totalmente desapercibido un pedazo de descubrimiento como éste, tan beneficioso para las mujeres como para el medio ambiente, he decidido hacer campaña personalmente a favor de su uso. Chicas, pensad en la comodidad, en la libertad, en la limpieza, en la sensación (que también es importante) de no tener todo el rato ahí metido un pedazo de algodón, sino solo vuestro propio flujo mondo y lirondo recogidito y guardadito para cuando podáis o queráis soltarlo.... Algo parecido a lo que siempre soñásteis, algo que hemos soñado todas alguna vez. Para algunas habrá llegado tarde, pero... muchas estáis a tiempo.
Siento si a alguien este tema le parece asqueroso; si es así que no siga leyendo y punto. Pero es que la regla no es un asunto precisamente agradable, salvo cuando estás loca por que te venga, claro, porque la alternativa sea traer al mundo en nueve meses un pequeño cabezón. No es un tema para charlar durante una cena romántica (aunque el otro día un distribuidor de tuppersex se lo comentó a una chica en el programa de citas First date), pero me parece lo suficientemente importante como para traerlo a mi blog y hacer un llamamiento para que divulguéis la buena nueva por ahí.
Y a los chicos, pues... eso. Imaginad un mundo maravilloso en el que las papeleras de los baños no estén llenas de trozos de algodón sanguinolentos, sino que vosotros ni os enteréis de cuando vuestras novias, amigas, hermanas o hijas están con la regla. Que no las veáis entrar al baño cargadas con un arsenal de productos de absorción y salir igualmente cargadas, sino que entren y salgan ligeras como el viento, con su copita menstrual bien colocada sin que vosotros tengáis la más remota idea de que la llevan puesta.
No es algo muy parecido a la felicidad?
Pues nada, a proclamarlo a los cuatro vientos y a boicotear a los hijosdeputa de Evax, Ausonia y demás mafias de las nubes que no huelen. Ahora sí que de verdad no huelen a nada, cabrones.
La copa de la vida que da vida con permiso del Sr. Martin
ResponderEliminarVaya, pero qué veo???? Un bonito juego de palabras entre la copa menstrual y la copa de la vida de... podría ser Ricky Martin?????
EliminarLa vida que da vida... En fin, Delgado, como frase ha quedao muy chula y tal, pero... pa mí que mi copa ya poca vida puede dar a estas alturas.
Como mucho... puede dar vidilla. Pero eso, vidilla y punto.
Y tiene que ser a alguien muuuuuuu friki. A alguien que lea algo de copas menstruales y se acuerde de Ricky Martin, por ejemplo.