martes, 12 de julio de 2016

Javier Marías, el gran Pitufo Gruñón


Creo que ya he comentado alguna vez que soy adicta a los artículos semanales de Javier Marías en EPS, el dominical de El País. De hecho siempre empiezo a leerlo por el final, que es donde está su artículo, y con tantas ganas lo cojo que normalmente lo voy leyendo por la calle, camino de casa, mientras paseo al Manolo. Tan entusiasmada voy que es muy probable que cualquier día me pegue una hostia contra una farola o pise una mierda, soy consciente.

Marías siempre ha sido muy cascarrabias pero es que últimamente ha ido desarrollando tantas fobias que se ha convertido en un auténtico misántropo, creo que odia a toda la humanidad. Cuando compro EPS siempre me voy tirá para la última página para ver a qué desgraciados les ha tocado esa semana el rapapolvo. Muchas veces yo soy víctima directa, ya que pertenezco a varios de los grupos más odiados por el escritor, si es que se pueden establecer categorías entre ellos. Otras veces comparto plenamente la fobia en cuestión y me regocijo un montón con el artículo, incluso voy asintiendo sonriente todo el camino.

Como son tantas sus fobias he decidido hacer yo misma un artículo recopilatorio de ellas. Probablemente muchos os veáis reflejados en ellas, bien por pertenecer a algún o algunos grupos o por que también padezcáis alguna.

Es difícil porque son muchísimas y no sé si podré acordarme de todas, pero bueno, como se repite tanto con algunas al menos podré señalar las fundamentales. Aunque yo creo que terminaría antes si en lugar de sus fobias hablara de sus no fobias, pero en fin, ahí va el listado:

1. A Marías no le gustan las personas que salen a comer con su familia a restaurantes o chiringuitos. (Servidora, por ejemplo)

2. A Marías no le gustan los niños mal educados, que son todos los que actúan como niños.

3. A Marías no le gustan las procesiones ni las personas que acuden a verlas.

4. A Marías no le gustan las verbenas populares ni las fiestas de los barrios ni la gente que va a ellas.

5. A Marías no le gustan los señores que usan bermudas y chanclas. (Fobia compartida)

6. A Marías no le gustan los dueños de perros. (Yo por ejemplo)

7. A Marías no le gusta la gente que va en bici. (También yo)

8. A Marías no le gustan los comercios que tienen música de fondo, aunque sea clásica.

9. A Marías no le gustan los de Podemos ni los del PP ni los del PSOE ni los de ningún partido.

10. A Marías no le gustan las obras públicas que enturbian su descanso y se interponen en sus paseos.

11. A Marías no le gustan las terrazas de los bares ni la gente que se sienta en ellas. (Yo de nuevo)

12. A Marías no le gustan las personas que al mear no intentan tapar el sonido de su orina. (Idem)

13. A Marías no le gustan las personas que escriben en las redes sociales.

14. A Marías no le gusta la gente poco autorizada que opina en las webs de periódicos. (Servidora)

15. A Marías no le gustan las personas que tienen blogs o que leen blogs. (Presente)

16. A Marías no le gusta la gente que no habla o escribe perfectamente, con absoluta corrección.

17. A Marías no le gustan las personas que se ofenden con facilidad (Él mismo, por cierto, aunque no se haya percatado de que está entre ellos)

18. A Marías no le gustan los que escriben "Cartas al director" protestando por sus artículos.

19. A Marías no le gustan los defensores de los animales.

20. A Marías no le gustan las personas que hablan todo el rato por teléfono (Fobia compartida)

21. A Marías no le gusta casi ningún escritor español vivo, salvo él mismo.

22. A Marías no le gusta casi ningún cineasta español vivo.

23. A Marías no le gustan los desplazamientos masivos ni las playas en verano (Fobia compartida)

24. A Marías no le gustan los turistas, tanto más si además lo parecen (Fobia compartida).

25. A Marías no le gusta la gente que hace fotos constantemente cuando viaja (Fobia compartida)

26. A Marías no le gusta la gente que se hace selfies.

En definitiva, a Marías no le gustas tú ni le gusto yo ni le gusta nadie, porque mucho habría que rebuscar para encontrar a alguien que no pertenezca a alguno de estos grupos, cuando no a varios.

Es muy probable que la única persona en el mundo que le gusta a Marías sea él mismo. Bueno, él y Arturo Pérez-Reverte, su compañero académico y amigo, que comparte con él dos de sus principales aficiones: el tabaco y las armas antiguas.

Estas son las dos únicas cosas de las que Marías siempre habla decididamente a favor. Bueno, y de vez en cuando también escribe algún artículo lleno de ternura sobre las figuritas de porcelana, que también le encantan: soldaditos de plomo, bailarinas y cosas así.

Y en fin, éste es mi pequeño y humilde homenaje a mi articulista favorito. Porque a pesar de sus muchas fobias y de sus pocas filias, o tal vez debido a ellas, siempre me divierto muchísimo leyéndolo. Incluso hasta cuando yo misma soy una de las víctimas de sus dardos me lo paso bomba leyendo todo lo que tiene en mi contra.

A fin de cuentas a mucha gente seguro que tampoco le gustan las cosas que hago, pero no todos tienen la gracia y la mala follá que tiene él para reprochármelas.

Mi querido Pitufo Gruñón, qué será de mí cuando tú no estés? Qué aburridos serán los domingos sin ti!

2 comentarios:

  1. Bueno, querida Inma, das por sentado que le vas a sobrevivir. Eso no es muy probable porque los académicos mueren próximos a la centena, y el resto a la ochentena. Ojalá le sobrevivas y yo lo vea. El síntoma fundamental de este señor es que está viejo, que es la fase de la vida en que todo te molesta. De niño o joven sueles ser tú quien molesta. Por eso cada vez coincidimos más con él. ?

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    1. Jajajaja, qué va, no doy por sentado que lo vaya a sobrevivir ni mucho menos. Lo que sí doy por sentado es que no tardará mucho en dejar de escribir artículos de prensa porque ya van varias veces que lo insinúa.

      Creo que ya ha tratado todos los temas habidos y por haber y hasta se ha repetido en bastantes de ellos. Y me parece que está un poco quemado y muy desmotivado. Más bien lo digo por eso.

      Y respecto a lo de coincidir con él, jajajaja, cada vez en más cosas, eso es verdad. Yo también tengo mis posts de Pitufa Gruñona, como bien sabes.

      Hasta mi perro coincide cada vez más con él. Mi Manolo cada vez le ladra a más gente, a más perros y a más cosas, se muevan o no. Presiento que a los dos les gustaría tener la calle para ellos solos y que les sobra prácticamente todo el mundo.

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