jueves, 17 de diciembre de 2015

Un aborto a tiempo es una victoria



- Mamá, un aborto a tiempo es una victoria.

Esto me lo dice mi hijo el mayor minutos después de que mi hijo pequeño, al que algunos conocéis como el "Rompecosas", se haya cargado haciendo honor a su nombre el megagésimo plato, y haya esparcido su contenido completo por toda la cocina.

Estábamos todos en el salón tranquilamente viendo “El Intermedio”, todos menos el de siempre, cuando de repente… Craaaaack!

- Hosssstia, otra veeeeeeeeez!

- No me lo puedo creer!!!! Este niño lleva la destrucción en su ADN. Y me decís exagerada!

- En verdad, mamá, no solo no exageras sino que te quedas bastante corta. La capacidad destructora de este niño no tiene parangón en el mundo civilizado.

De todas formas no creáis ni mucho menos que él se toma malamente estos comentarios. Al revés, como ya os dije, yo juraría que incluso se siente un poco orgulloso de ese poder exterminador:

- Mamá, crees que deberías haberme abortado?

- No, lo que creo es que, si hubiera sabido tu condición, debería haberme hecho un seguro de hogar mucho más completo, al tener en mi casa un arma de destrucción masiva como tú.

- Jo, mamá, cómo eres, vas a conseguir acomplejarme.

- No caerá esa breva. Si tuvieras algún complejo te lo cargarías también de momento. Tú estás a prueba de complejos y de todo. Somos los demás los que quedamos completamente desprotegidos cuando tú andas cerca. Somos nosotros los que necesitamos un seguro de vida especial, a prueba de catástrofes.

Y es verdad. No hay en el mundo terremoto ni ciclón ni volcán ni tsunami con semejante poder de devastación. Y por lo menos en mi casa lo tenemos más o menos controlado a base de platos, cristales, mesas y sillas, pero qué va a ser de este planeta cuando este niño se vaya de casa y tenga todo el mundo a su disposición para destrozar a mansalva?

- No te preocupes, mamá. En cuanto gane mi primer sueldo lo primero que haré será comprarte una vajilla nueva.

- Pero que sea de plástico, por favor.

- Vale, mamá, la que tú quieras.

Si luego el chaval tiene buen fondo.

Son las manos. Si hubiera nacido sin manos podría haber sido incluso normal.

Primeros auxilios: el sueño de una noche tonta de otoño

Estoy en un sitio que no puedo identificar, rodeada de gente entre la que destaca una señora muy gorda con cuatro niños, uno de ellos un bebé que lleva en brazos. La señora me llama especialmente la atención porque la gente gorda tiene cierto poder de fascinación sobre mí; y mirando a esta señora me pregunto cómo puede andar con tanta grasa encima y además cuidar de todos esos niños.

De repente la señora cae al suelo con un sonido atronador y el bebé que lleva en brazos cae a su lado y empieza a llorar. Pero ahí estoy yo:

- Tranquilos todos, he hecho un cursillo de primeros auxilios.

Siguiendo las directrices de mi curso, observo atentamente a la desfallecida dama y lo primero que hago es comprobar si muestra algún signo de vitalidad. Le tomo el pulso en la muñeca pero inmediatamente recuerdo que en el curso nos dijeron que lo del pulso no suele funcionar porque hay quien no lo tiene o no se le encuentra o simplemente que no se sabe buscar donde se tiene que buscar. Total, que paso a lo siguiente: acercarse al accidentado y comprobar si respira.

Había al menos dos maneras de comprobarlo, pero solo me acuerdo de una: ponerme al lado y escuchar atentamente para apreciar si echa algo de aire. Lo hago, y efectivamente noto un leve airecillo que podría ser perfectamente el aliento de esta señora.

“Tranquilos, respira”, comunico a los curiosos.

Pero como respira tan levemente decido practicarle el RPC, o PCR, o CPR o como se llame lo de las maniobras de reanimación cardiopulmonar, que nos hicieron un examen cuando el curso pero confieso que me copié.

Total, que me pongo en cuclillas encima de la señora, costándome un gran esfuerzo debido a su grosor poco frecuente. Intento no sentarme encima de su descomunal barriga para no aplastarla y coloco las manos sobre su pecho en posición de realizar las compresiones torácicas pertinentes.

Pero de repente recuerdo una imagen de un vídeo que nos pusieron en el curso. En él la persona que practicaba las maniobras, antes de empezar, señalaba con el dedo a un espectador y le ordenaba con contundencia y autoridad: "usted, llame a urgencias!!". Joder, cómo se me ha podido olvidar algo tan básico?

Busco a mi alrededor entre los curiosos que observan mi solvencia en esto de los primeros auxilios y le digo al más cercano a mí: "usted, llame a urgencias!!" Se lo digo con el dedo bien alzado, señalándolo con absoluta claridad y con una voz fuerte y diáfana que me sorprende por su autoridad. Pero el tipo dice señalándose el pecho. "Es a mí?'" .

Hossstia, esto no salía en el vídeo. Allí el interpelado entendía perfectamente que se refería a él. Y a mí me tiene que tocar este imbécil que no se entera.

- Pos claro que es a ti, no ves que te estoy señalando?

-  Pe pe pe pero... cuál es el número?

Jodeeeeer, será que no lo dijeron veces en el curso. Y mira que intenté memorizarlo. Era el 121? El 112? El 212? El 122? Ay no sé, ni idea, joder, que tengo que reanimar a esta pobre mujer, que no estoy para memorizar dígitos!

- Pues búscalo en el móvil, hombre!

Total,  yo sigo con lo mío. Entrelazo cuidadosamente mis manos y las apoyo en el tórax de la señora, sin estar demasiado segura de dónde tiene el tórax, dada su envergadura. Pero bueno, aunque no toque hueso por ninguna parte calculo que estará entre sus dos enormes pechos. Y ahí sitúo mis manos, me apoyo enérgicamente, levanto un poco el culo, y presiono con fuerza. Uno-dos.

Y ahora qué tocaba? Ah, sí, el boca a boca! Hay que insuflarle aire a esta criatura. Con sumo cuidado le abro la boca a la señora y poso mis labios lo más cerca posible de los suyos expulsando todo el aire que he conseguido acumular hacia sus pulmones. Dos veces. Uno-dos.

Y luego otra vez maniobra de compresión. Uno-dos. Boca a boca: Uno-dos.

Bueno, tendríais que haberme visto. Qué exitazo! El público enardecido, miradas de admiración, murmullos de aprobación... Y yo plenamente consciente de mi protagonismo, compartido obviamente con la desfallecida señora, demostrando mi soltura como asistente de primeros auxilios y mi competencia profesional. Más chula que un ocho.  Uno-dos. Compresión. Uno-dos. Ventilación. Uno-dos. Compresión. Uno-dos. Ventilación.

Superorgullosa de mí misma, mientras ventilo y comprimo el tórax de la señora pienso que en el próximo curso de primeros auxilios contaré esta interesante experiencia personal. Cómo fui testigo de un desfallecimiento súbito y actué de inmediato haciendo uso de los utilísimos consejos que nos habían dado.

Y en esto que escucho un ruido y… chas! De repente estoy en mi habitación y no hay ninguna señora gorda desfallecida debajo de mí.

En principio respiro aliviada. Qué bien, nadie corre peligro realmente, no tengo que salvar a ninguna persona. Y siento esa satisfacción que suele sentirse cuando despertamos de un sueño en el que hemos tenido una actuación positiva, satisfactoria, encomiable, incluso heróica.

Pero ayyyyyy, soy yo, y llevo conmigo a todas horas a ese Pepito Grillo permanente que no me deja vivir.

- Alto ahí! Estás segura de que en el sueño lo hiciste todo bien?

Ay señorrrrr, por qué me torturas así?

De manera que ahí me tenéis, a las 5 y pico de la mañana analizando uno por uno cada paso que di en el proceso de primeros auxilios de esta señora. Y claro, de momento, saltaron las alarmas:

“Comprobar si la persona respira. Si lo hace, intentar reanimarla abofeteándola incluso; y si no reacciona colocarla de inmediato de medio lado para que no se ahogue. Si no respira, empezar con las maniobras de reanimación”.

Hosssstia, tíaaaaa! Que la colega respiraba! Que solo tenías que darle un par de tortas y pegarle un empujoncillo, que no hacía ninguna falta que la reanimaras ni que le hicieras el boca a boca ni nada. Menuda socorrista estás tú hecha!

Y mi Pepito Grillo sigue:

“Para las maniobras de ventilación, lo primero es pinzar la nariz del accidentado con objeto de que el aire insuflado no se salga por el orificio nasal, y bajar su barbilla procurando que la lengua no obstaculice el paso del aire”

Hosssstia, tíaaaaaa! Y tú ni le has pinzado la nariz a la gorda ni le has mirado si la lengua la tenía atravesada ni pollas en vinagre. Tú ahí, a saco, venga a meterle aire a destajo y lo mismo a la pobre mujer todo se le estaba saliendo por los orificios nasales o ni siquiera le entraba porque estaba toda ahogá con la lengua. Anda que ya te vale, Inma, ya te vale!

En fin, que mi exitosa intervención onírica de primeros auxilios al final se quedó en vil chapuza. Estaba yo tan orgullosa de mí misma cuando desperté del sueño, y luego me quedé superchafada!

Lo único que me consuela es que estoy segura de que en la realidad si me pasara sé que me pondría a chillar inmediatamente y no sería capaz de hacer otra cosa. Por lo menos en mi sueño estaba yo segurísima de lo que tenía que hacer y actué como una verdadera profesional… aunque al final resultara que lo estaba haciendo todo mal.

Pero bueno, salvo vosotros, queridos y escasos lectores… quién se va a enterar?

lunes, 7 de diciembre de 2015

Islamófoba y rumanófoba... a mucha honra (2ª parte)

Abro este nuevo post como continuación del anterior del mismo título, a raíz de los comentarios de un lector que me han parecido lo suficientemente interesantes como para abrir un debate en torno a este asunto. 

El amigo Daniel tenía tantas cosas que decirme que no le cabían en una sola respuesta, así que la ha mandado en privado a mi correo personal. Podía haber optado por dividir su discurso y haberme contestado por partes en el blog pero bueno, lo ha hecho así y yo he decidido responderle públicamente en este nuevo post, editando de paso sus argumentos, que me parecen bastante interesantes en general. Espero que no se lo tome a mal. Vamos allá:

1. Hablas de la típica rumana que saca del contenedor no se qué no se cuanto. Yendo a vivencias personales (como tú vas) te puedo decir que el 90% de la gente que veo revolver en la basura de mi ciudad (en los cubos de basura de por la noche) son españoles de pura cepa. No por ello digo “ahí está el TÍPICO ESPAÑOL revolviendo en la basura”, y mucho menos tengo los cojonazos de quejarme porque deje tirada la basura que no coja o no se coma. Porque sí, he visto a españoles comerse hasta peras podridas de la basura, y te estoy hablando de un buen barrio de una ciudad capital. Es más, he visto españoles tirados en medio de la calle durmiendo con un frío de narices y no me quejo porque huelan mal o porque sea ingrato (como tú dices). Y ya no te digo nada cuando voy a mi pueblo y veo a una anciana (española) que conozco de toda la vida teniendo que meter la cabeza hasta el fondo del contenedor para coger comida. Y alguna vez la vi sacar cosas de la basura y no guardarlas, pero lo último que haría en esta vida sería decirle que volviera a poner eso como estaba. No me entiendas mal, quiero una ciudad y un pueblo limpio como el que más, vivo en la ciudad más limpia de Europa y me encanta (y hay rumanos y musulmanes, te lo aseguro).

Mi respuesta: simplemente me es imposible comparar la situación de personas que se ven obligadas a buscar en los contenedores comida para sobrevivir, que naturalmente pasan una vergüenza de la hostia y lo hacen porque no tienen otro remedio para comer, que estas personas a las que me refiero, que cualquiera que me esté leyendo habrá podido observar a plena luz del día removiendo sin ningún pudor no ya los contenedores de basura orgánica, porque pasan olímpicamente de la comida, sino la de plásticos. Ellos buscan básicamente chatarra, porque ese es su negocio y comercian con lo que encuentran. No sienten la menor vergüenza y la prueba está en que lo hacen a cualquier hora y que no les importa que la calle esté empetá de gente. Es simplemente un negocio,  en el que yo no me meto para nada, me parece estupendo que se dediquen a eso, siempre y cuando lo hagan limpiamente y sin dejar todos los desperdicios que no les interesan esparcidos por el suelo.   

2. No es que la entrada se pueda considerar racista o xenófoba, es que lo es (por mucho que digas que eres votante de izquierdas). Dices que aceptas o no aceptas a determinada gente, ¿te das cuenta de lo que estás diciendo?. Como votante de izquierdas que dices que eres deberías defender la libertad de movimiento de personas dentro de la unión europea. Es muy bonito que la libertad de capitales vaya como la seda, que el dinero vaya de aquí para allá y que las mercancías que necesitamos entren y salgan, pero si se trata de las personas ya ponemos condiciones. Como votante de izquierdas que eres, además, deberías saber cómo está la situación en Rumanía y saber por qué la gente se va de allí y viene a nuestro país (con todo el derecho del mundo). Deberías saber que tratados como el de Lisboa, dentro de lo que viene a ser el mercado interior de la UE, dice claramente que un ciudadano de la UE puede circular libremente por el territorio y no puede ser discriminado por su lugar de nacimiento. Deberías condenar la infinidad de casos en los que eso no se cumple, deberías saber la  enorme barrera que tienen ciertas personas para acceder a un puesto de trabajo simplemente por haber nacido en cierto lugar, cuando (y la ideología a un lado) no debería ser así. ¿Qué les espera a estos?. Piénsalo. Podrás decir muchos casos de rumanos que no trabajen porque no quieran (tal vez sea cierto y tal vez no), pero piensa en toda esa otra parte que por cojones tiene que buscar en la basura. Y piensa cómo a una afortunada, como tú lo eres, le molesta que lo haga.
Y te digo más, hay españoles revolviendo en la basura de otros países. ¿Acaso estos no han participado en conseguir ese modo de vida y de relacionarnos del que hablas, a costa de mucho trabajo, mucha sangre y muchas lágrimas?.

Te lo vuelvo a repetir; es completamente incomparable la situación de quien busca desesperadamente en la basura comida a la de quien hace negocio con la basura como podría hacerlo con la chatarra de un desguace. Y por supuesto me parece estupendo que exista libre circulación de personas en la UE y si me apuras en el mundo entero. Todo el mundo debería ser libre de ir de un sitio a otro a buscarse la vida, repito, siempre y cuando sea capaz de respetar las normas de convivencia y las leyes del lugar al que va. Cuando hablo de los rumanos no me refiero a su estatus legal como ciudadanos de la UE; si en lugar de rumanos fueran catalanes o extremeños y se comportaran igual me parecerían igual de impresentables y también querría que se fueran de mi ciudad. No sé si me explico, que me da igual si son extranjeros o gentuza patria, lo que sé es que no respetan nuestras normas de convivencia y que los quiero bien lejos.

3. Pero vámonos a una situación mucho más simple. Estoy harto, pero harto harto, de ver cómo muchísimos bares dejan bolsas y bolsas enormes de basura tirada por zonas de paseo volviéndolas casi intransitables a causa del puto olor. Qué hacemos con estos?. Como son españoles nos jodemos y nos los comemos con patatas, pero a los otros los largamos?

Oye, el hecho de que mi post vaya concretamente de esos colectivos a los que se refiere no implica que yo no critique igualmente otras actitudes reprobables. De hecho mi blog está plagado de posts críticos con muchísimas costumbres patrias. Existen unas normas y todo el mundo está obligado a cumplirlas, y el que no lo haga debe de ser convenientemente sancionado. Pero tú me estás hablando de una actitud individual, o sea, de gente que en una profesión determinada incumple las normas, mientras que mi post va de actitudes colectivas. Las personas a las que me refiero no actúan de esa forma a título individual sino que se han instalado aquí pero han decidido colectivamente incumplir las reglas y hacer lo que les salga de los cojones. Eso es lo que no acepto y lo que de hecho crea gran conflictividad social porque son comportamientos que la mayoría de la sociedad tampoco acepta. 

4. Y no, no he estudiado algo de historia de España, he estudiado Mucho (por necesidad, por deber y por placer) la historia de España. Pero me dices que llegar hasta donde estamos hoy ha costado mucha sangre, mucho sacrificio… y no sé a qué te refieres. Llegamos hasta aquí por la sangre derramada en las guerras carlistas, en la mal llamada guerra civil española y en el franquismo? Llegamos hasta aquí por los sacrificios realizados en esa dictadura que murió en la cama? Por el engañabobos de la transición? Por las políticas PPPSOE? Por lo putas que lo pasamos con la crisis (unos más que otros)? A qué te refieres. Queda muy bonito dejar una frase como esa pero debe fundamentarse sobre algo.

Pues me refiero a algo bastante evidente, a que llegar a la sociedad actual ha costado siglos de guerras religiosas, revueltas populares y luchas sociales de colectivos (mujeres, homosexuales, etc.) que han ido conquistando derechos fundamentales que ahora vemos con total naturalidad. Me refiero a que llegar a todo eso no ha sido fácil y a que esas conquistas deberían protegerse por encima de todo.
  
5. Y te vuelvo a decir más, la historia de los ciudadanos de este país está marcada por la emigración. Un buen señor, conocedor como nadie de mi tierra, solía decir que no había un asturiano que no fuera o bien hijo de la emigración o bien hijo de la minería. Y, al igual que sucede hoy, no pienses que siempre hemos estado bien vistos.

Lo siento pero creo que en mi post quedaba claro que no tengo nada en contra de la inmigración, sino de determinados colectivos que se niegan a adaptarse al lugar al que emigran. Por suerte no es el caso de los emigrantes españoles que siempre se han regido por la norma básica de "donde fueres haz lo que vieres".  Te lo vuelvo a repetir alto y claro porque veo que no lo has entendido: NO TENGO NADA CONTRA LOS INMIGRANTES. Ese recurso que usa igualmente la derecha y la izquierda, cada una a su antojo, de extender cualquier crítica a un colectivo concreto como crítica general a la inmigración es pura demagogia, es retorcido y malintencionado, y además me jode un huevo. No me gusta la gente que he dicho concretamente que no me gusta, esa y nada más. No tengo nada contra los demás inmigrantes. VALE?

6. Hablando de Albiol dices que lo único que dice es que quiere personas que acepten las normas de convivencia, no delincuentes. No, Albiol vincula la delincuencia directamente con la inmigración (que no la quiere en ningún caso) que es muy distinto. Eso sí es xenófobo y racista. Y no te equivoques, de atrevido nada, ha llegado un punto en el que lo raro y valiente es no despotricar contra rumanos, gitanos y musulmanes. Déjate de políticamente correcto. No hay más que ver todas esas conversaciones de bar que se oyen por ahí o como se mira a esas personas.

Albiol hace exactamente lo mismo que haces tú. Usa el descontento contra un determinado colectivo para extenderlo a todos los inmigrantes. Es la misma manipulación que tú pretendes hacer con mi post. Si te miras en un espejo es hasta posible que lo veas a él porque desde ópticas totalmente contrarias usáis la misma táctica tramposa y, perdona que te lo diga, asquerosa.

7. Después hablas de que siglos de guerras religiosas y de revoluciones ha costado conseguir vivir en una sociedad laica, y es cierto. Comparto gran parte de lo que dices, criticaré contigo desde el nacionalcatolicismo de Franco hasta los cientos de millones de euros que se dan a la iglesia. Pero no exigiré a nadie se quite una cruz del cuello ni prohibiré los cinturones con la bandera de España o los tatuajes de Jesús. La religión, creo, debería practicarla cada uno en su casa como quiera, pero de ahí a prohibir o exigir que se vistan de una u otra manera hay un trecho.

A diferencia de ti no tengo nada de esto definitivamente claro. No sé dónde deberían estar los límites de la libertad de expresión, en este caso religiosa. Creo que es un debate que en Francia se abrió hace tiempo y que es muy dífícil de abordar. Entre la postura de la extrema derecha, que es la de cerrarse en banda a cualquier tipo de expresión que se salga de la cultura cristiana tradicional, y la de la izquierda más acomplejada, de aceptar absolutamente todo y tragar con lo que le echen con el argumento ese del respeto a la diferencia, hay muchos términos medios y debería de ser el sentido común el que terminara primando al dilucidar todo esto. 

Reconozco que yo soy bastante radical y mi aversión a las religiones me pierde. Te doy la razón en que puede que sea demasiado extremista en mis planteamientos de prohibir absolutamente toda manifestación pública religiosa. Por eso me alegro de no tener que ser yo la que decida y me gustaría que gente con un poco más de moderación usara ese bendito sentido común para tomar este tipo de decisiones sobre velos, crucifijos y demás parafernalia beateril  que yo aborrezco hasta la náusea.

8. Hablas de un artículo publicado en El País (habría que empezar por poner en duda cualquier cosa publicada en ese diario) y dices que los musulmanes educan a sus hijos en el rechazo a la sociedad cristiana. No sé si es así, lo que sé es que a la inversa sí pasa. Y no en España, en todo el mundo occidental.

“De resultas de lo cual el resto de la sociedad, la gente que no se puede permitir la paternidad, trabaja para pagar ayudas sociales que mantengan a todos esos críos que además serán educados por sus madres en el rechazo absoluto a esa misma sociedad que les está manteniendo. Manda huevos!!!!” Este fragmento es tan sumamente tonto que no sé ni que decir de él. Yo no tengo hijos porque no me lo puedo permitir, pero te estoy pagando el sueldo a ti porque trabajas en un cargo público (es un supuesto, no me refiero a ti personalmente) para que encima te lo gastes en copas por ahí mientras yo no puedo alternar ni un día. Es ridículo.

En fin, iba a escribir bastante más porque bastante más tengo en la cabeza, pero he empezado a escribir llegando hasta aquí del tirón y creo que ya está bien. No sé ni si podré dejar un comentario tan grande o si, al no haber revisado ABSOLUTAMENTE NADA de lo escrito, se entenderá mínimamente (por ello te pido perdón). De todas formas es un tema que da para una larga laaaarga discusión, aunque me temo que un blog no es el medio más adecuado.

Un saludo!

Lo de las madres musulmanas que educan a sus abundantes hijos en los preceptos más conservadores no me lo he inventado yo. En Francia y en Gran Bretaña, a raíz de toda esta historia de islamistas que proceden de la segunda o tercera generación de inmigrantes, es un asunto bastante estudiado. Y las conclusiones son claras, y además totalmente lógicas: muchas de esas mujeres, que ni siquiera se han molestado en aprender la lengua del país que las ha acogido y que proceden en un porcentaje importante de zonas rurales muy conservadoras y tradicionales, no van a educar a su prole en los principios de la liberté, egalité y fraternité, que les son totalmente ajenos.

Y lo de que somos nosotros los que educamos a nuestros hijos en el rechazo debes de estar de coña. No sé qué clase de gente conocerás tú, pero tanto yo como toda la gente con la que me relaciono hemos educado a nuestros hijos en el escrupuloso respeto a lo diferente y en la idea de que la multiculturalidad es buena. Y antes de que llegaran los peperos había una asignatura, que era Educación para la Ciudadanía, en la que se hacía bastante hincapié en este asunto.

Creo que estás bastante despistadillo sobre quién es aquí el que rechaza a quién. Las políticas de integración están ahí, en Francia llevan más de 40 años aplicándolas, y ahí ves el éxito: mogollón de jóvenes descendientes de inmigrantes que abrazan la yihab con entusiasmo y que están dispuestos a morir matando por la religión de sus padres. Y en Ceuta tres cuartas de lo mismo. Es terrible reconocerlo pero las bienintencionadas políticas de integración no han servido absolutamente para nada, simple y llanamente porque muchos de ellos no quieren integrarse.

Bueno, y sobre tu argumento último de comparar las ayudas sociales a familias musulmanas con tropecientosmil hijos a los que no pueden mantener con lo de mi trabajo, creo que se contesta por sí solo, pero bueno, te responderé brevemente. Yo cobro por un trabajo que cumple una función social, en mi caso la educativa y cultural. Nunca he vivido de subvenciones y espero no tener que hacerlo nunca, pero por si acaso la vida me putea me he limitado a tener los hijos que creo que soy capaz de mantener por mis propios medios, y no espero que el resto de la sociedad me resuelva la vida porque mi religión me obliga a vivir de subvenciones. Se sea cristiano, musulmán, mormón o mediopensionista, si no puedes permitirte tener 18 hijos no los tengas y punto. Así funcionamos en la sociedad occidental y nos irá mejor o peor, pero desde luego hace tiempo que salimos del medievo. Si hay gente que quiere seguir viviendo en él me parece genial pero en mi casa y a mi costa no. 

domingo, 6 de diciembre de 2015

Islamófoba y rumanófoba... a mucha honra

Paseando hoy a mi perro me he encontrado una vez más a la típica rumana sacando cosas de un contenedor de basura y dejándolas en la acera. Un poco más adelante en otro contenedor que ya había sido saqueado con anterioridad estaba toda la basura esparcida por el suelo. He estado a punto de decirle a la rumana que hiciera el favor de volver a meter la basura que no iba a llevarse en el lugar donde estaba pero luego he pensado que para qué. Probablemente ni me entienda, y además, aunque lo hiciera fijo que pasaría olímpicamente de mí. Seguramente no sería ni la primera ni la última que le haya dicho algo.

Ya me imagino que mucha gente considerará este post racista, xenófobo y facha, pero es que estoy un poco hasta la pipilla de la demagogia que muchos hacen con los temas estos. No tengo ningún complejo de nada de eso; soy votante de izquierdas de toda la vida, pienso que todo el mundo tiene derecho a salir de la miseria y a buscarse la vida donde tenga alguna oportunidad de hacerlo y estoy abierta a todo tipo de intercambio cultural con toda clase de gente. Pero alto ahí! Con gente que respete el modo de vida y de relacionarnos que hemos conseguido, a costa de mucho trabajo, mucha sangre y muchas lágrimas, en esta parte del mundo.

No, no acepto a la gente que rebusca en los contenedores y deja luego toda la basura fuera, mientras que yo y la mayoría de mis conciudadanos hemos estado apartando escrupulosamente en nuestras casas la orgánica de la inorgánica y el cartón del cristal. Quiero que esa gente se vaya de aquí, que los echen y que no vuelvan. Si quieres soy rumanófoba hasta la médula. Pero si mañana me presentas a un rumano que aunque viva de los desperdicios y rebusque en los contenedores luego vuelve a recoger todo lo que sacó y lo mete otra vez en el contenedor, yo a ese señor le tendré todo el respeto del mundo porque tiene derecho a ganarse la vida con lo que puede y le dejan y además no molesta a nadie con su ingrata actividad.

No soy nada sospechosa de ser votante ni simpatizante pepera pero estoy ya pelín harta de la campaña mediática de la casi totalidad de la izquierda en contra de Xavier García Albiol porque el tío se atrevió a decir algo tan simple y tan razonable como que no quería en su pueblo personas que no aceptaran las normas de convivencia básicas y que todos los inmigrantes que se avinieran a aceptarlas eran bienvenidos pero que los que crearan problemas de convivencia podían coger la puerta y largarse. Y ya las voces indignadas saltaron de inmediato, que si islamófobo, que si rumanófobo, que si pollas. Hossstia con lo políticamente correcto, qué asssco!

Pues resulta que si este señor es todo eso yo también lo soy, y a mucha honra. Yo tampoco acepto a esos tipos, no me gusta que ensucien nuestras calles ni que esparzan la basura por el suelo cuando entre todos pagamos por tener unos contenedores y un servicio de recogida de basura que mantenga la ciudad limpia.

Y tres cuartas de lo mismo tengo que decir de la comunidad islámica. Siglos de guerras religiosas y de revoluciones ha costado conseguir vivir en una sociedad laica en la que la religión esté apartada de la vida política e institucional. Y todo el que me conozca y/o me lea de vez en cuando sabe que tengo una lucha a muerte con la presencia de la religión en la escuela y en la vida pública. Siempre he defendido que el que quiera educación religiosa para sus hijos que se la pague de su bolsillo, nada de conciertos con el estado ni pollas; los vicios que se los pague cada cual, que las ayudas públicas no están para eso, y yo las copas me las pago. Y si no bebo agua.

Y de la misma forma abomino de la excesiva presencia de símbolos religiosos en las instituciones. No quiero crucifijos ni santos ni en las escuelas ni en los ayuntamientos ni en las universidades. El que quiera practicar una confesión religiosa que lo haga en su casa, en su parroquia, en sus lugares de culto, en sus reuniones familiares o donde le salga de la polla, pero no en los espacios comunes que son de todos.

Y si llevo luchando por eso toda la vida, cómo coño no me voy a indignar al ver a una gente de otra religión que de repente pretende ocupar los espacios públicos con sus símbolos y sus rituales. Que consideran imprescindible que ellas lleven prendas que las distingan de las demás mujeres para ser claramente identificadas por su religión, y que ellos adapten también una fisonomía adaptada a lo que consideran que su credo les obliga. O sea, que no quiero hábitos de monjas en la calle pero tengo que soportar velos y niqabs y burkas?? Y una mierda! Si para mí la religión es un cáncer social, igual que los nacionalismos, las dos cosas que más daño han hecho a la humanidad en toda su historia, cómo voy a admitir eso, por favor?

Y no me refiero ya ni a los radicales o a los violentos, que esos por supuesto son claramente condenables y está hasta mal visto no hacerlo. No, yo estoy hablando de los supuestamente moderados, pero que también son gente que viven por y para su religión, que la llevan por bandera constantemente y que pretenden hacerla presente de continuo para el resto de la sociedad.

Hoy leía un artículo en El País que me ha puesto los pelos de punta. Era sobre Ceuta. Resulta que allí la población cristiana (o laica) es cada vez más reducida porque los musulmanes se reproducen a un ritmo cuatro veces superior y van ganando terreno por momentos. Y no pasaría nada si esa gente se acoplara al modo de vida de la sociedad a la que pertenecen. Pero no, ni de coña. Ellos educan a sus hijos, a sus patuleas de hijos, en el rechazo a esa misma sociedad. Mientras el resto de la gente tiene los hijos que puede permitirse tener según sus posibilidades económicas, ellos se niegan a acogerse a ningún tipo de planificación familiar y tienen todos los hijos que Alá les mande, tanto si pueden mantenerlos como si no. De resultas de lo cual el resto de la sociedad, la gente que no se puede permitir la paternidad, trabaja para pagar ayudas sociales que mantengan a todos esos críos que además serán educados por sus madres en el rechazo absoluto a esa misma sociedad que les está manteniendo. Manda huevos!!!!

Y rechazar eso es ser islamófobo, no? Pues vale, yo islamófoba hasta la médula. Y rumanófoba también. Y xenófoba. Y todo lo que queráis. Porque vivo en una sociedad, con toda la hipocresía y la miseria y la corrupción y los defectos que se os antoje, pero que me gusta. Me gusta su progresivo laicismo, me gusta que podamos echar a los políticos que no nos gustan cuando queramos, me gusta que les podamos pedir cuentas de su gestión, me gusta que podamos divorciarnos, abortar, casarnos y descasarnos con cualquiera del sexo que nos dé la gana, votar y desvotar, manifestarnos, chillar, patalear, denunciar a la administración, ir a los medios a poner verde a quien sea... Quiero esta sociedad, que es la más libre y desarrollada que hasta la fecha se ha conocido jamás.  Y no quiero ni una sola marcha atrás; al revés, quiero que sigamos evolucionando hasta conseguir no ver un solo crucifijo en un aula ni un solo velo.

Y no, no soy racista ni nunca lo he sido. Los chinos me encantan, quiero que vengan más y que nos sigan trayendo sus cosas. Son gente que viene, que vive a su bola pero que no incordia con su estilo de vida ni trata de imponérselo a nadie. Vienen a ganarse el pan, practican su religión, si la tienen, en sus casas, y sus niños además son estupendos estudiantes que igual algún día son grandes lumbreras patrias. Quiero que tengan todos los derechos del mundo, sanidad gratuita, educación, dependencia, pensiones... Porque son ciudadanos como cualquier otro y deben tener acceso a todo lo que tenemos los demás. Y lo mismo digo de los sudamericanos o de los de la Europa del este que vienen a buscarse la vida honradamente. Y de los rumanos que no crean conflictos y pretenden una vida normal. Y, si es que existe alguno, de los musulmanes que practican su religión en la intimidad sin necesidad de andar todo el día haciendo proselitismo de ella.

Al resto no los quiero por aquí. Exactamente igual que García Albiol, al que alabo por su valentía, por mucho repelús que me den los peperos, que me lo dan. Y además no me extraña nada que en su pueblo le votara la gente masivamente. Si resulta que hay un grupo étnico o religioso o deportivo o lo que sea que está creando problemas en una comunidad y alguien se atreve a levantarse y a decirlo alto y claro, y encima le tachan de xenófobo y de todo tipo de barbaridades, yo también le votaría.

Ya está bien de gilipolleces, hombre. Que una cosa es ser buenos y acogedores y estar dispuestos a recibir con los brazos abiertos a todas las culturas del mundo e incluso a mezclarnos genéticamente con ellas (qué bonitos son algunos mestizajes, por cierto) y otra muy distinta que tengamos que aceptar todo y tragárnoslo todo.

Con dos cojones, Inma islamófoba y rumanófoba a muerte. Hala, y ya podéis despotricar.

sábado, 5 de diciembre de 2015

El guarro

Hay en mi trabajo un tío que es guarro no, lo siguiente. No es que huela mal porque tenga algún problema o algo así, que hay gente que tiene una enfermedad y no es culpa suya. No, el tipo este es que no se cambia de ropa en toda la semana, de lunes a viernes!!!! Todos los días va con la misma!!!!! Generalmente un polo azul marino de éstos megasufridos que sirven para disimular la mierda que tienen encima. En invierno o en verano, da igual que estemos a 0 grados que a 40, él no se cambia en toda la semana. Os podéis imaginar el cantazo que da el colega. En verano es algo realmente espeluznante.

Recuerdo una vez que se ofreció a llevarnos a unos cuantos a casa. Pleno verano, no olvidaré la fecha exacta, 27 de agosto de 2002 (iba a una celebración familiar y llegué blanca como la pared, toda descompuesta), 42 grados a la sombra, jueves o viernes, el polo del tipo ya de un color indefinido, entre el marrón mierda y el negro. A mí me tocó ir detrás de él. Madre mía, sin aire acondicionado, él con la ventanilla abierta, sin ventanilla trasera, el alerón del tío al aire y ese viento que echaba para atrás justo hacia mis fosas nasales el nauseabundo olor de sus sobacos. No he estado más cerca de morir de asco en  la vida, si no morí aquel día lo mismo ya ni me muero nunca. 

Ni que decir tiene que me juré que una y no más, santo Tomás. Prefiero ir andando mil veces de Rabanales a Córdoba a la pata coja que repetir la terrorífica experiencia.  Solo de pensarlo me traspongo casi al borde del desmayo.

Le cuento todo esto a un amigo y me dice que lo que le sorprende es que nadie le haya dicho nunca nada. La verdad es que somos un poco gilipollas con el tema este, porque los que cumplimos con las normas básicas de higiene personal no deberíamos sentir vergüenza por llamar la atención a alguien que no las cumple. Deberían ser ellos los que se avergonzaran y se sintieran mal. Sin embargo aunque todo el mundo habla de esto a sus espaldas, incluída yo, y procuramos no acercarnos demasiado a él, nadie hasta el día de hoy ha sido capaz de decirle nada al tío este.

Y no lo entiendo, porque igual que le decimos a la gente que nos molesta cuando hace ruido o cuando llega tarde o cosas así, no sé por qué cuesta tanto decirle a alguien que se lave y que se cambie de ropa, que huele a zorruno que te cagas. 

Y me gustaría hacer una consulta popular a través del blog planteando una serie de cuestiones peliagudas sobre el asunto este que han despertado mi interés:

- Es de mala educación decirle a alguien que es un guarro?

- Qué es de más mala educación, ser un guarro o decirle guarro a un guarro?

- Le habéis dicho alguna vez a alguien que era un pedazo de marrano?

- En caso afirmativo, cómo se lo habéis dicho, directamente o pegando tironcillos a lo Gila?

- Cómo se lo ha tomado el cochino en cuestión?

- Habéis tenido éxito y ha corregido su actitud o ha pasado olímpicamente?

En fin, como me imagino que éste no es el único guarro del mundo, espero ansiosa alguna respuesta, a ver si alguien me saca de dudas. Sé que al final no seré nunca capaz de decírselo directamente por ese extraño pudor que da tratar este asunto pero cualquier idea ingeniosa para combatir la marranez de este sujeto será bienvenida.

Ahora que lo pienso sí que hay algo que podéis hacer por mí. Podéis difundir este post a través de las redes sociales, el correo y todos los medios a vuestro alcance a ver si le llega al tipo en cuestión. Y si no le llega a él igual sí le llega a otro guarro de la misma calaña que se dé por aludido. Tal vez, aunque no me ayude directamente a mí, sí podamos hacer entre todos algo por alguna otra persona que esté padeciendo esta misma lacra.




viernes, 4 de diciembre de 2015

Mujeres, hombres y viceversa (Otra vez)

Me escribe un lector un tanto mosqueado por mi crítica de la película “Alfie”*. En resumidas cuentas, viene a decirme que esta sociedad pazguata ha terminado confundiendo la igualdad de derechos con la igualdad de sexos, y que no deja a los tíos ser tíos y  a las tías ser tías y que si cada uno funcionáramos como somos nos iría mucho mejor.

Le contesto que estoy totalmente de acuerdo, que es un hecho claro que los hombres están diseñados para ir por ahí esparciendo su simiente y las mujeres para seleccionar entre todos los machos al macho alfa que crea que mejor podrá protegerla a ella y a su prole. Y esto es así, y nuestro distinto comportamiento sexual es un claro reflejo de este hecho biológico, por más que esta sociedad absurda intente que obviemos esta realidad y nos convirtamos los unos y los otros en lo que no somos con el rollo de lo de la igualdad de derechos, que no tiene nada que ver con esto.

Y para demostrarle a este muchacho mi acuerdo total con su filosofía le paso unos cuantos enlaces de mi blog en los que he tratado este tema con anterioridad. Pero como la conversación me ha parecido lo suficientemente interesante he decidido, como hago siempre que algo me parece importante para discutirlo, traerlo al blog.

A ver, amigo filmaffinitero, partiendo de la base del hecho biológico en el que los dos estamos de acuerdo, convendrás también conmigo en que la realidad social es que ni tú pretendes ir preñando por ahí a todas las tías con las que te acuestes ni yo ando por ahí buscando a un macho alfa que me mantenga a la prole porque además yo sola me las apaño bastante bien para mantenerla.

(Breve inciso: creo que es obligado aclarar que con esto no quiero decir que no esté abierta a la posibilidad de que alguien se preste a liberarme de la ingrata obligación de ganarme el pan con el sudor de mi frente y esté dispuesto a mantenerme de por vida con un nivel que me permita llevar a cabo distintos proyectos interesantes que tengo in mente. No quisiera espantar a ningún voluntario que pasara por aquí y se sintiera rechazado de entrada. No, que conste que estoy abierta, vale?)

Y una vez aclarado este espinoso punto continúo con mi tesis. La cuestión es que nuestro diseño biológico tiene que adaptarse a la realidad social evidentemente. Y esto, amigo mío, te obliga a algo que tal vez como macho alfa pueda repugnarte, que es a hacer exactamente lo que las hembras de la especie te pidan para poder llevar a cabo tu proyecto de esparcir tu simiente. Es decir, que si tienes que regalar la oreja a las tías y babosear como un cerdo, si de verdad quieres tener éxito en tu propósito, tienes que hacerlo y punto. Piensa que el fin justifica los medios y esto es así desde que el mundo es mundo.

De la misma manera que nosotras estamos obligadas a arreglarnos y a estar vistositas y monas para que el macho alfa se fije en nosotras y no pase de largo cuando ronde por nuestro territorio. Y esto te puedo asegurar que es un puto coñazo; que si depilación, que si deporte, que si una alimentación sana, que si un pastizal en cosmética, en peluquería, en ropa interior, en gimnasio... Pero hay que hacerlo y punto. Y la mayoría de las tías lo hacemos sin quejarnos.

Lo que no podemos es ponernos tiquismiquis con nuestras obligaciones como especie. Si hemos de cumplir con el mandato biológico tendremos que hacer concesiones a este tipo de gilipolleces y fingir que creemos en cosas como el amor y todo eso. Ya, ya sabemos que no es amor, que el amor romántico es un invento relativamente reciente; que es un simple mandamiento de la madre naturaleza para garantizar la supervivencia de la especie, pero es totalmente imprescindible que esto lo disfracemos de amor, de seducción o de lo que sea, porque si no, no funciona.

Y si vas por la vida en plan Alfie te digo desde ya que no te vas a comer una rosca jamás. O que solo te las comerás con las tías más desesperadas del planeta, que no son precisamente aquellas en las que tú quieres esparcir tu simiente. Si quieres acceder a otras tías tendrás que trabajártelas exactamente como ellas quieran que te las trabajes. Ten en cuenta que el que quiere follar a mansalva en plan semental eres tú; nosotras no tenemos esa necesidad imperiosa, sólo queremos que tú nos asegures que eres bueno para nosotras y para nuestra descendencia. Si lo eres estaremos dispuestas a dejarnos inseminar por ti pero si te pones chulo y pasas de llevar a cabo el obligado cortejo como dios manda, pues adiós, macho alfa.

Y esto es así de duro y de real. Te pongas como te pongas no puedes ir claramente de Alfie por la vida. Tendrás que disimular al máximo tu condición y sucumbir a las exigencias de la sociedad actual, a la espera de que las cosas cambien a tu favor con los años o que al menos tus descendientes puedan disfrutar de un mundo que se adapte un poco más a tus aspiraciones y a lo que tú entiendes por un cortejo a lo macho alfa.

Y punto pelota.

* http://malostiemposparalalrica.blogspot.com.es/2015/12/alfie-by-lewis-gilbert.html

martes, 1 de diciembre de 2015

Pitufa Encantada de la Vida

Como últimamente no paro de escribir en este blog anécdotas sobre mi faceta de Pitufa Gruñona, que puede parecer la más característica de mi persona y la que mejor me define, hoy he decidido redactar un post compensatorio contándoos lo que es para mí un día perfecto. Como el que me estoy pegando hoy, por ejemplo. Y de paso le pongo los dientes largos a más de uno y más de dos, que siempre da mucho gustirrinín, jeje.

Un día perfecto requiere, para empezar, haber dormido como un angelito y, sobre todo, no madrugar. Ningún día perfecto puede empezar a las 6 ni a las 7 ni a las 8 de la mañana. El día perfecto, como el mío de hoy, ha empezado casi a las 10.

(Breve inciso: Diciembre es un mes idóneo para mí para vivir días perfectos porque como he sido muy buena todo el año, me quedan algo así como tropecientos días de asuntos propios y puedo permitirme vivir muchos días perfectos. Como además también me sobran megacientas horas de trabajo, incluso cuando tengo que ir al curro mi jornada ni siquiera llega a las 6 horas; casi un paseíto, vamos. Y encima paga extra a mediados de mes. Toma ya! No en vano es uno de mis meses favoritos del año a pesar de que con el frío la gente está muchísimo más fea y hay que soportar un montón de horrores estéticos alrededor. Pero bueno, para compensarlos está la Navidad, que es una fiesta que siempre me ha encantado. Es un mes casi perfecto. Si no fuera por el frío y la fealdad circundante, las narices enrojecidas y los mocos, sería sin duda mi mes favorito.)

Bueno, sigamos con mi día perfecto. Como decía, me levanto a eso de las 10 y doy un pedazo de paseo con mi Manolo. La perfección aún se perfecciona más, si cabe, por el hecho de que es día laborable y todo el resto de la gente está trabajando, mientras yo me limito a vaguear y a dar vueltecitas con mi perro palpando lo que un tertuliano de tres al cuarto podría llamar "el pulso de la calle".

Y después del paseo, regodeándome observando trabajar a todo el mundo mundial mientras yo me entrego al ocio más cochino, insultante y descarado, vuelta a casa y desayuno homenaje en mi terraza, al solecito de la mañana. Desayuno de reinas, por supuesto: puñaíto de frutos secos, pan con tomate y jamón, té con leche y algo de fruta de postre. A este cuerpo serrano hay que darle cositas ricas y de calidad. Y mi Manolo a mis pies recibiendo un poco de jamoncito en agradecimiento a su lealtad perruna y a su amor incondicional.

Luego para echar abajo ese pedazo de homenaje nutricional un ratito de baile. Música a to pastilla. Es martes y no molesto a nadie así que puedo poner el volumen a tope. Y a bailar como una loca. Y sin escoba en mano, como hacía cuando era asquerosamente pobre, porque ayer vino la asistenta y la casa está como los chorros del oro. Bailandooooooo, me paso el día bailandooooooo, la cocktelera agitandooooooo llena de soda y vermúuuuuuu! Oleeeee días de asuntos propios. Me río del mundo. Yo, me, mí, conmigo.

Y después de ese ratito de desfogue musical... el relax, la calma. Momento terraza, momento prensa, momento lectura; y para culminar la mañana, momento "voy a escribir un post aquí sentada al solecito para contarle al mundo lo agustísimo que estoy y el golpe de felicidad brutal que estoy teniendo ahora mismo. En definitiva, voy a dar un poco de envidia al personal y a regodearme en ello". Porque claro, así estos días se gozan mucho más, si no se cuentan no es igual. Es como decía Dominguín de lo de follar.

Sí, amigos, hoy no he madrugado y vosotros sí. Hoy he dado un largo paseo con mi perrillo, que por cierto, ha cagado dos veces con sus correspondientes vueltas rituales. Hoy he desayunado como una emperatriz. Hoy he bailado como una loca. Y hoy estoy aquí tan ricamente sentada mientras el sol calienta mis miembros y mi espalda, con mi sombrerito convenientemente encasquetado para que no me dé el sol en la cara, mi cervecita bien fresquita al lado, y la maravillosa sensación de ser la tía más feliz y más afortunada del mundo. Y VOSOTROS ESTÁIS TRABAJANDOOOOOOOO!

OLEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!

Firmado: Pitufa Encantada de la Vida.

Ps. Por si alguien me desea algún mal tras la lectura de este post, que la envidia es muy así, que sepa que me he hecho la pirámide antes de escribirlo y que todo lo que me desee le va a rebotar. No creeréis que escribo estas cosas a pelo y sin ningún tipo de protección.

sábado, 28 de noviembre de 2015

Primarkeando

- Niñooooooooos, mañana nos vamos todos al Primark a comprarnos ropa.

- Wawwwwwww, planazo!!!!! Y eso?

- Ea, porque nos hace falta, porque yo tengo un bono de regalo y porque deberíamos ir actualizando nuestro armario. Y porque una vez al año no hace daño.

- Pero mamá, podriamos ir hoy, que es el Black Friday y está todo mucho más barato.

- Paso de americanadas. Nosotros vamos a hacer algo mucho más español, el sábado sabadete.

Sábado morning, 12 de la mañana. Entramos triunfalmente en el Primark.

- Bueno, dispersémonos, que cada cual se busque la vida. Sincronicemos nuestros relojes, dentro de media hora nos vemos en la cola. No hay tiempo para probarse, nos probamos por encima de la ropa o en casa. Y solo cosas de necesidad, nada de lujerismos y caprichitos. Una dos y tres, yaaaaaaa!

Empiezo a dar vueltas como una mona, tropezándome con mogollón de gente, mirando para un lado y para otro, más mareá que una chiva en un baile y sin ver nada que me guste. Vaya mierda de ropa que hay esta temporada! Al final después de mucho tropezón, mucho pisotón y mucho "ay perdone", viendo que se me pasa la media hora y que no he consumido nada de nada, tiro de básicos: unos vaqueros (8 leuros, bendito low cost), una camiseta interior, unas medias y un sujetador) y corro para la cola, donde me encuentro con to mi patulea. Cargaditos los tres hasta las cejas; donde yo no he visto nada ellos lo han visto todo.

- Espero que todo sea de extrema necesidad. Lo que yo no vea claro lo echo para atrás en la caja.

- Vale, ma. Lo mío todo eran cosas necesarias.

- Bueno, ya veremos.

En la cola mi hija y yo nos enseñamos nuestras cosas.

- Mira, me he pillado este sujetador. Mola, eh?

- Mamá, eso es un sujetador push up. Tú no necesitas eso para nada.

- Qué es push up?

- Pos que sirve para rellenar las tetas y para levantarlas, y tus tetas son de agua y no necesitan ni más relleno ni levantarse más. Dónde te las quieres poner, por encima de la cabeza?

- Hummmmm! Pos a mí me gusta. Y las tetas nunca está de más levantarlas un poco más.

- Pero mamá, si ya las tienes casi en el pescuezo, qué coño vas a levantar más?

- Bueno, pos yo me lo llevo, y si no me gusta cómo se me queda te lo paso.

En la caja nos tiramos así como otra media hora porque la cajera no da abasto a sacar cosas. Yo más mosqueá que un pavo en Nochebuena.

- Pero qué pasa, que os habéis traído to el Primark? Mira que como sea muy caro echo la mitad patrás.

- 206, señora.

- Ah, bueno! Hasta ahí llego.

Lo bueno del low cost es que por 200 euros puedes comprar una tienda entera.

(Breve inciso político-reivindicativo: Y que nadie me venga con lo de la explotación infantil en países tercermundistas porque eso mismo lo hacen los grandes diseñadores y encima por 200 euros lo más que te venden es una laca de uñas, con muchísima suerte. Que la explotación infantil no la ha inventado el Primark, que Amancio Ortega lleva años forrándose a costa de lo mismo y su Inditex se estudia en las facultades de empresariales como la empresa más modélica del mundo. Punto y final.)

En el coche de camino a casa mi hija de repente espeta visiblemente molesta:

- Bueno, no me miréis así, joder. Que todo lo que me he comprado lo necesitaba. Quitando las botas, que las he cogido porque valían solo 10 euros, lo demás me hacía falta. Y los pijamas, en lugar de comprármelos conjuntados, que son más caros, me he cogido por un lado las camisetas y por el otro los pantalones, que sale más barato.

- Pero si nadie te está mirando.

- Sí, que he escuchao a los niños en la caja: "Hossssstia la Julia, qué pasote"

- Los niños son gilipollas, tú ni caso.

- Además, que cuando cobre te devuelvo el dinero.

- Qué coño me vas a devolver ni devolver. Yo he dicho que hoy la juerga corre a cuenta de mamá y eso vale para todos. Y además, de qué y de cuándo una familia entera se viste por 200 euros? Hay quien con eso no se compra ni unos calzoncillos. Venga ya!

Llegamos a casa y nos dispersamos ipso facto para probarnos nuestras compras. Cada uno se mete en su cuarto y vamos de uno a otro lado preguntándonos. Yo lo primero que me pruebo es mi sujetador push up. Me planto por encima una camiseta ajustada, recoloco cuidadosamente las tetas y voy a preguntarle a mi hija. La verdad es que parecen descomunales.

- Que te parece?

- Mamá, ya te lo dije. Eso es muy exagerao pa ti, que tú tienes ya bastantes tetas. A mí no me gusta.

- Bueno, voy a preguntar a los niños. Necesito un punto de vista masculino.

Voy al cuarto de los niños.

- Qué os parece?

- Estás muy guapa, mamá.

- Cómo que muy guapaaaaaaaa, imbécil? MAMÁ, TÚ ERES UNA MADREEEEEE!!!!

- Y qué pasa por que yo sea una madre?

- Que las madres no llevan esas tetas!!!!!

- Que a mí me da igual lo que a ti te parezca que tienen que llevar las madres. Yo lo que quiero saber es si se ve mu exagerao o no.

- Mamá, si fueras otra tía estaría bien. Pero es que eres una MADREEEEEE!

- Y dale con la madre de los cojones! Que si se queda mono, joeeeeer!

- Mamá, no le hagas ni caso al subnormal este, que te queda muy bien.

- No te queda bien!! Y parece que vas pidiendo guerra con tantas tetas.

- Y tú cuando vas vestío de viceverso no vas pidiendo guerra?

- Pero tú eres mi madreeeeeeeeeeeeeeeeee!

- Bueno, pos a partir de ahora voy a ser tu madre pero una madre con unas tetas impresionantes. Y punto pelota.

- Pos entonces no preguntes.

- Pos pregunto porque me da la gana. Y ya no voy contigo más al Primark!

- Pos bueno!

- Pos vale!

- Pos ya está!

- Niñato!

Ps. Esto, aunque no lo parezca, pretendía ser un alegato contra el consumismo. Pero al final creo que ha quedado otra cosa, no?

Manolo y yo (Otra vez)

- Manolo, que nooooo!

- Guauuuuuu guauuuuuu!

- Que te he dicho que nooooooo, que te pones mu pessssao!

- Guauuuuuuuuu!

- Mira, Manolo, que no es que no quiera, que tú lo sabes, joder, que es que no puedo!

- Uuuuuuuuuuhhhhhhh!

- Manolo, joder, que es por tu bien, que no te voy a dar nada, que me dejes tranquila.

- Uuuuuuuuuuuuuhhhhh!

- Qué pesao, por diosssssss! Que te estoy diciendo que no, coñññññño! Déjame ya, piñazo de perro, hosssstia!

- Uuuuuuuuuuuhhhh!

- Manolo, joer, que has vomitao dos veces hoy, que estás to empachao, que no te doy na, coño!

- Uuuuuuuuuuuuuuhhhh!

- Coño con el puto perro!

-  Auuuuuuuhhhhhhhh!

- Noooooooono, cariño, no llores tú que me muero yo de pena. Que no estoy enfadá contigo, de verdad. Que es que si te doy algo te vas a poner malito. Anda, ven, ay mi niño, qué chiquito que es y lo que yo lo quiero. Muackssss muackkks!

- Guau guau guau guau!

- Que nooooo, hosssstia! Que eres muuuuuu pessssssao! Que te vayas ya, que no te voy a dar na, fueraaaaaaa!

- Uuuuuuuuuuuuuuuh!

- Manolo, que me dejes, que me estás hundiendo la moral! Joer, que no puedoooooo! Qué perro más torpe, no se entera de ná, coññño!

- Ejem, ejem! Mamá, qué haces?

- Que qué hago de qué?

- Estás hablando con el Manolo.

- Sí, bueno, y qué? Qué pasa si hablo con el Manolo?

- Mamá, es un perro. No es una persona, no te entiende.

- Y qué? Tú supuestamente eres una persona y tampoco me entiendes, y también hablo contigo. Te estoy hablando, no?

- Mamá, es un perro. Tienes que asimilarlo.

- Guauuuuuuu guauuuuuuuu!

- Menos perro que tú seguro que es. Él por lo menos recoge su mantita, que lo que es tú todavía estoy esperando que recojas tu cuarto desde que te lo dije el mes pasao. Anda que el que ha ido a hablar de perros!

- Vale mamá, pero que sepas que pareces talmente una loca hablando con el perro.

- Bueno, y qué? Que te da vergüenza o algo tener una madre pirá o qué?

- No, no, mamá, si es solo pa que lo sepas.

- Bueno, pos ya me he enterao. Estoy como una cabra suiza, qué passssssa? Manolooooooooo, ven acá pacaaaaaaaaáa, que te voy a dar una cositaaaaaaaa!

- Guau guau guau guau!

- Loca ni loca! Mierrrrrrda niño! Toma Manolillo, un cachito tortilla papas de las que te gustan a ti, poco hecha y con el huevecillo caldoso. Ay lo que lo quiere su mamaaaaaaá, que me lo comooooooo! Cosa más guapa de perro, hosssstia! Lo más bonito del mundooooooooo!

Loca ni loca! Será el niño hijoputa?

viernes, 27 de noviembre de 2015

El rompecosas

No sé si en todas las familias hay un rompecosas oficial; en mi familia originaria no recuerdo que nadie se dedicara sistemáticamente a romper cosas; tengo la impresión de que todos rompíamos algo de vez en cuando pero que nadie tenía la exclusiva.

Pues bien, en mi casa sí hay un rompecosas oficial y ese es mi hijo pequeño. Os acordáis del plato roto con el que me corté el dedo que al final se me ha quedado hecho una alcayata porque me cargué el tendón? Pues por supuesto ese plato lo había roto él, como no podía ser de otra manera.

Cada vez que ese niño entra en una habitación ya sabemos todos automáticamente que de un momento a otro se va a escuchar un sonido atronador de algo que habrá caído al suelo o que habrá estallado en mil pedazos. Y no falla.

Ayer, por ejemplo. Cuando llegué a casa toda la entrada estaba tomada por los carpinteros que estaban arreglando (por fiiiiiiiiinnnnn) la puerta del cuarto de mi hija, que por supuesto también rompió el rompecosas, aunque esta vez fue a petición mía porque la niña se había quedado encerrada dentro. Pues bien, los muchachos tenían allí toda la parafernalia laboral suya, sus herramientas y todo eso, ocupando la entrada de la casa, así que me costó Dios y ayuda meter mi bici y colocarla de un modo que pudiéramos pasar por alguna parte.

La apoyé en la pared contraria a la que ellos usaban para poner sus cosas, de modo que en el medio quedara un pequeño pasillito por el que una persona de envergadura normal podía pasar perfectamente. Bueno, pues todos fuimos llegando y pasando con cuidado, de la cocina al salón y del salón a la cocina, y no sucedió nada. Hasta que llegó él, claro.

Conste que yo lo sabía, que en cuanto llegara algo iba a pasar fijo. Y no me equivocaba. Todo ocurrió en cuestión de segundos: fue entrar por la puerta, yo pensar en que algo iba a tirar y oír al instante siguiente el estruendo de la bici cayendo al suelo. La bici y todo lo que la cesta de la bici contenía, que eran bastantes cosas: una bomba para inflar ruedas, un paraguas, una botellita de agua… en fin, todo.

De momento mi hijo mayor saltó de inmediato:

 “Lo sabía, lo sabía, sabía que en cuanto este capullo entrara por la puerta iba a tirar algo. Es que lo sabíaaaaaaa!”.

“Bueno, vale, lo sabíamos todos. No hagamos leña del árbol caído”.

Y no es que a él le importe mucho. Vamos, que no le preocupa demasiado la opinión que tengamos de él. Si yo soy una asocial, él es lo siguiente. Te puedes tirar todo un día diciéndole que quite su ropa sucia del bidet, que no es su armarito particular, que él no te escucha ni le incomoda ni siquiera que le estés dando la vara. El tío pasa olímpicamente de todo y de todos.

Cuando vio la bici en el suelo no os creáis que se achantó lo más mínimo. Noooooooooo! Se limitó a mirarla despectivamente, pasar por encima y seguir su camino hacia dondequiera que fuese. Pensáis que la levantó del suelo? Ni pensarlo. Agacharse él para recoger algo que haya tirado? Una mierrrrrda! La levantó su padre cuando vio que no podía pasar; por supuesto el manillar se había dado la vuelta, y el guardabarros, que ya lo tenía un poco jodido, se había vuelto a descolocar, de resultas de lo cual va la bici armando una escandalera por la calle que pa qué, porque las varas van rozando la rueda y eso parece talmente una carraca.

En fin, de la misma manera que lo de mi dedo, destrozado a consecuencia de un plato que él había roto, le dio exactamente igual, no creáis que lo de la bici le ha preocupado tampoco mucho. Yo creo que incluso secretamente se siente un poco orgulloso de su capacidad destructiva, que efectivamente es muy difícil de superar. No sé si habrá algún record Guinnes de destructividad doméstica pero si lo hay él lo supera seguro. Y desde luego tiene mérito que un solo chaval de 17 años en su corta vida haya podido romper tantísimas cosas como si hubiera arrasado mi casa todo un ejército de bárbaros o el mismísimo Atila el de los hunos.

Todos, absolutamente todos los desperfectos que hay en mi casa, que son bastantes, y que necesitarían al menos dos años seguidos de costosas reparaciones, han sido causados por el rompecosas. Desconchones en las paredes, cristales rotos, azulejos y losetas partidos, sillas cojas o directamente desguazadas, sofás hundidos, rayones en las mesas, vajilla y utensilios varios  de cocina quemados, abollados, descascarillados o hechos trizas… en fin, todo un auténtico artista de la destrucción masiva.

Mucha gente me dice: “tía, deberías arreglar las cosas de tu casa que están mal”. Y de hecho ahora me he metido a arreglar unas cuantas. Pero conste que lo hago para reconstruir en la medida de mis posibilidades algunas de las que considero de extrema necesidad, pero en la seguridad absoluta de que me estoy gastando un dinero tonto, porque en cualquier momento él las volverá a destrozar con su acostumbrada infalibilidad. Es probablemente el gasto más gilipollesco que he hecho en mi vida. En realidad debería esperar a que sea grande y se vaya de casa para echarlo todo abajo y volverlo a construir prácticamente desde cero, porque no creo que tenga ningún otro arreglo. Y entonces cambiar todo el mobiliario y comprar una vajilla nueva y todo el menaje del hogar. En definitiva, para empezar una nueva vida en la que las cosas tengan una durabilidad más o menos normal. No te digo que sean eternas, no, solo que se rompan en un plazo razonable.

Pero teniendo en cuenta lo que tarda la gente hoy en día en irse de su casa veo muy poco probable que yo llegue a ver la mía alguna vez en unas condiciones de habitabilidad medianamente satisfactorias. Fijo que me moriré mucho antes. Es más, cuando me muera, si le dejan acercarse a mí lo bastante, estoy segura de que mi ataud no llegará entero a su destino definitivo. En fin, menos trabajo para los gusanos.

jueves, 26 de noviembre de 2015

Pitufa Gruñona (Capítulo 20.000)

Nunca entenderé a las señoras que salen a andar por la mañana temprano.

Sí, ya sé que he tocado este tema antes aquí, pero es que cada día estoy más alucinada con el asunto este. Esta mañana me he encontrado a dos señoras que además no paraban de cascar, con su chandal puesto, con un frío que pelaba, que iba yo en la bici forrada como un astronauta, y las dos tías ahí, tan frescas, pegando la hebra y caminando como si no tuvieran otra cosa mejor que hacer.

No las entiendo, no las puedo entender. Con lo agustito que se está en la cama a esa hora, sobre todo en invierno, que da una dinero por no tener que levantarse y vestirse de mamarracha para salir a la calle . Y las señoras estas lo hacen VOLUNTARIAMENTEEEEEE! Joder, sin que nadie las obligue! Sin que les pague nadie por hacerlo! Anda que si no tuviera yo que ganarme la vida me iba a levantar tan temprano, por los cojones!

Señoras, por favor, pero qué hacen? Por qué no se quedan ustedes en sus camitas tan ricamente mientras el mundo entero se levanta para ir a trabajar por esa maldición divina que un buen día nos echaron que nos obliga a ganarnos el pan con el sudor de nuestra frente. Y ustedes que son libres, que no tienen que hacerlo, van y se levantan para…  andar!! Para andaaaaarrr!! Por el amor de Dios, aun en el supuesto caso de que no puedan ustedes dormir, que tengan un insomnio galopante, que estén hartas de pegar vueltas en la cama… Y ese sueñecito tan rico mañanero que entra muchas veces después de una noche toledana? Han pensado que ese bendito sueño reparador les podría sobrevenir a las 8 de la mañana y que podrían dormir tan calentitas y tan agustísimo hasta las 12 por lo menos?

En fin, sé que es hablar por hablar porque ellas no me escuchan. Y hoy para colmo he estado a punto de llevarme por delante a una de estas señoras andarinas. Había yo girado para subir a la estación y la señora esta, en lugar de ir rápido como sus congéneres, iba pisando huevos y yo con la bici detrás pisando otros huevos para no atropellarla porque no quería adelantarla malamente, y de repente va y se vuelve y me suelta tal que así:

- Es que no hay sitio en el carril bici pa que tengas que ir por la acera?

A lo que yo he contestado visiblemente irritada:

- Señora, tengo que tirar por aquí para subir a la estación. No querrá usted que me quede en el carril bici a vivir para siempre solo porque usted ha salido a andar a esta hora.

Y me he quedado con la gana de añadir: So bruja!

Total, que la tía me ha fulminado con la mirada, y yo a ella igual. Si las miradas mataran ahora mismo estaríamos las dos muertas.

Y luego encima voy y me monto en el tren y se me sientan justo detrás cuatro tíos ya granaítos que no han parado de cascar en todo el camino. Qué pesadilla!!!! Y eso que ya he desistido de refugiarme en el último vagón, que era el mío de toda la vida, porque hay una panda de hijosdeputa veinteañeros con las caras empedrás de espinillas que quedan allí todas las mañanas para montar unos jolgorios mañaneros que me matan. No me explico si se van a inflar de gritar y de armar jaleo por qué coño quedan en el último vagón. Qué pasa, que si quedan en el primero se va a perder alguno?

En fin, mi problemática de siempre. Ya en vista de que se lo han tomado por costumbre y siempre se reúnen en MI VAGÓN he tenido que cambiar mis hábitos y refugiarme en el penúltimo vagón, que es un vagón poco emblemático para quedar con nadie y no creo que haya gente que se junte ahí. Pues bueno, resulta que hoy se han reunido los cuatro tíos estos con una cháchara tan insoportable que casi me revienta la cabeza. Después de lo de la vieja justo lo que me faltaba.Y yo con los ojos cerrados intentando no escucharlos, habría dado la vida por unos tapones para los oídos. Para más delito cuando se ha parado el tren las puertas se han atascado y no se abrían y las cuatro momias estas con un cachondeo que te cagas, y yo encerrada allí con ellos!!!!!! Y cada vez más espantada porque había confiado en que por lo menos al llegar se iban a bajar rápido y me habría quedado un par de minutos sola en bendito silencio en el tren, hasta que subiera el conductor. Y una mierda, Inma!

Vamos, que entre la andarina y éstos me han vuelto a dar la mañana. Por qué, Dios mío, por qué las señoras mayores salen a andar a la hora en la que yo voy a trabajar? Por qué no se levantan media hora más tarde, si ellas no tienen que fichar en ninguna parte? Y por qué la gente habla tanto y desde tan temprano? No saben lo maravilloso que puede llegar a ser el silencio? No han probado nunca a viajar calladitos, con los ojitos cerrados, relajados, dejándose llevar por el leve traqueteo del tren? Fijo que no han probado nunca ese placer; si lo hubieran hecho no me putearían de esta manera, y yo no tendría que ir por la vida de Pitufa Gruñona como no tengo más remedio que ir. Ayyyyyyyy Diossssssss, por qué me estás poniendo siempre pruebas de estas para torturarme? Tan malísima fui en mi vida anterior? Tuve que ser muy bruja y muy arpía para tener que soportar ahora esto. Otra explicación no tiene.

lunes, 23 de noviembre de 2015

Micropenes, mujeres, hombres y viceversa

- Nenaaaaaaas, os tengo que contar! Os acordáis del tío del otro día?

- El cachas con el que te dejamos cuando nos fuimos?

- Siiiiiiiiiiiiiiiiiiií! Qué fuerte, tíaaaaaaaaa!

- La hossstia, no?

- Qué hossssstia ni qué hosssstia? Micropene totaaaaaaal!

- Pero qué diceeeeeessss???? Si estaba bueníiiiiiiiiiiiiiiiiiiisimo!!!!!

- Micropene no, lo siguiente.

- Pero a ver, qué entendemos por micropene? Porque todo esto es muy relativo.

- Micropene es micropene, tía, no hay más vuelta de hoja.

- Te refieres a como si fuera un clítoris grande?

- No, me refiero a un clítoris tirando a normal.

- Hosssstia, nooooooo! Pero si estaba el tío como un tren!!!!

- Pos fíjate!

- Bueno, y qué pasó? Te enteraste de algo?

- De na de na. Menos mal que luego me hizo un trabajillo oral bastante bueno, que ahí se portó el chaval, y se arregló la cosa.

- Ay qué cosilla me da, tía. El pobre lo tiene que pasar fatal. Las caras que pondrán las tías, que somos mu hijaputas cuando nos ponemos. Tiene que tener un complejazo que no veas.

- Complejazo eseeee? Complejazo nosotras, que nos montamos una película por na! Que por una teta más grande que la otra ya no dormimos.

- Pos yo qué quieres que te diga? Que tengo dos hijos, y aunque a mí me parece que van los dos bien despachaos por lo que vi de chicos y por lo que veo de vez en cuando, se me abren las carnes solo de pensar que tuvieran un micropene y las tías se chotearan de ellos. A mí en estas cosas me sale la vena de madre y pienso en el pobre chaval.

Esto último lo digo yo, y se me echan mis dos amigas encima, la que se tiró al micropene y la otra. Casualmente las dos trabajan en el negocio de la hostelería.

- Tú lo que eres es una gilipollas de mucho cuidao! Tú te crees que nosotras estamos siendo crueles e irrespetuosas porque estamos hablando así del tío del micropene? Pos tendrías que escuchar lo que escuchamos nosotras todos los días cuando se juntan ellos y se ponen a hablar de tías!

- No será pa tanto.

- Que no será pa tantoooooooo? Que si a Fulanita cómo le huele el coño, que si Periquita qué asco que tiene pelos hasta en los pezones, que si la otra que es una guarra de mucho cuidao, que si la chupa de pura pena. Y sabes lo peor? Que hablan de tías que van por el bar, a las que nosotras conocemos, y les da exactamente iguaaaaaal! Que más de una vez te dan ganas de coger a la tía cuando llega por allí y pegarle un zamarreo y decirle "tía, es que ni te acerques al hijoputa ese, que no tienes ni puta idea de cómo te pone".

- Joder, me quedo a cuadros!

- Y no los viejos, que de esos te lo puedes esperar todo. No, chavales jóvenes, que ni se te pasa por la cabeza que puedan ser tan cabrones. Yo es que no follo con uno de esos ni aunque me dieran dinero, por mu bueno que esté.

- Joder, pos yo pensaba que los tiempos habían cambiado un poquillo.

- Sí, claro. Tú aquí problematizá total porque estamos choteándonos un rato del micropene pero nosotras hemos sido hiperrespetuosas. En ningún momento le hemos dicho ni guarro ni puto ni cabrón ni nada de lo que ellos sí dicen cuando se ponen a hablar de las tías con las que se acuestan. Y encima tú las conoces. Y luego te piden otra cerveza y te dan ganas de estampársela en la cabeza. O coger un Kalashnikov y liarte a tiros con to la panda cerdos.

- Madre mía, qué mundo más asqueroso!

- Anda, que os metéis en una biblioteca y no os enteráis de na.

- Pos yo es que creo que, visto lo visto, nunca más me voy a acostar con nadie. Con un mudo en todo caso.

- Es igual. Saben el lenguaje de los signos y van a decir las mismas guarradas.

- Qué assssco, Diosssssss!

- Pos eso es lo que hay. Anda, que estás tú más en Babia!

- Pozí. Ejem... Y cuánto dices que medía el micropene?

Se acabó el cortejo

- Qué tal tu romance?

- Uffff, pues no sé. Este ya ha entrado en modo sexo.

- Hosssstiasss, noooo, qué horrorrr! Con lo bien que iba!

- Pos ya va embalao.

- Qué pena, se acabó el cortejo.

- Lo he estado alargando lo máximo posible pero ya se ha lanzao y no hay marcha atrás.

Esta conversación la tengo con una amiga que se ha echado un novio, un señor casado casadísimo que está todo flipadito por ella y que le ha estado haciendo los últimos meses un trabajo de cortejo que roza lo magistral, lo profesional incluso. Con una elegancia y un savoir faire dignos de un maestro. El tío ha estado del diez, mi amiga ha sido la envidia más cochina de todo el grupo de amigas... menuda suerte. Íbamos todas arañando el parqué con los colmillos. Sin pausa pero sin prisas, ahí haciéndole unos regalos de oreja que derretirían a una foca polar. Ya digo, magistral. Peeeeero... todo tiene su fin, y ahora el muchacho ya se ha echado al barro y quiere condumio cárnico.

- Me ha dicho de buscarnos un sitio tranquilito y tal para ya sabes. Quiere que la próxima vez quedemos directamente en un hotel, así a pelo, aquí te pillo aquí te mato. Sin pildorita previa ni nada.

- Uffffff, se acabó lo bueno. Se acabaron las risas, los regalos de oreja, los bailes, las miradas profundas, las cenas románticas, los días de vino y rosas, en definitiva, todo lo que a las tías nos moja las bragas... Pasamos al porno. Ahora toca follar y felar hasta reventar.

- Bueno, él dice que no, que es para poder estar tranquilitos y eso.

- Venga ya. Tú sabes que al segundo lengüetazo estás en pelotas mirando pa Pamplona. Parece mentira, tía, qué tonta eres.

- No, si ya. Qué te crees, que no lo sé? Pero es que ya sabes, los tíos cuando entran en modo sexo ya van a piñón fijo.

- Pos de aquí a cuatro días estás aburrida como una ostra, como si te hubieras echado un novio formal o, peor, un marido. Ese ya cuando os veáis se abalanza de momento, justo después de decirte "buenas", y eso si te lo dice. Vamos, poco más o menos como si fueras su señora.

- Ya. Jo, tía, qué rollo. Estaba yo tan contenta. Fíjate si tendrá ya la fijación que estábamos el otro día guasapeando así en modo calentito, una cosa erotiquilla y tal y va y me suelta de sopetón, pero así por las bravas: "Tú eres de las que se traga la leche?"

- Noooooooooooooooooooooooo! Tu novioooooooooo????? El eleganteeeeeee? El sensibleeeeeee? El romántico empedernidooooooo? El Cary Grant de todos los novioooooosssss???

- Ayyyyyy, sí. Te lo juro, tía. Me quedé de piedra pómez total. Y el coño ni te cuento. Fue el anticlímax total.

- Pero bueno. Tiene alguna explicación por el contexto y tal?

- Pero qué contexto ni qué pollas? En qué clase de contexto te cabe a ti en la cabeza que alguien te pueda preguntar eso así, de esa manera? No "Oye, tú tienes por costumbre..."? Ni "Oye, tú alguna vez te has..."? No, tía, me lo soltó tal que así: "TÚ-E-RES-DE-LAS-QUE...?"

- Jo, qué besssstia! Y tú qué le dijiste?

- Pos yo sacudí la cabeza, me restregué los ojos, decidí que ni él lo había dicho ni yo lo había leído, corrí un tupido velo, rebobiné y me instalé mentalmente en el pasado, justo antes de que lo soltara.

- Uffffff, menos mal.

- Pero qué va. Al cabo de un rato me lo volvió a preguntar.

- Jodeeeeer, y qué le dijiste?

- Que no.

- Me temo que vas a tener que hablar con él. O hablas o de aquí a dos semanas esto está finiquitado. Por lo menos explícale que tú el cortejo no lo perdonas. Que lo de follar, mamar y todo eso está de puta madre pero que el regalito de oreja y el tonteo y toda la parafernalia mojabragas es marca de la casa. Porque para llegar y topar te buscas otro marido, no una historia chula clandestina.

- Ya. Jo, pero qué terrible momento ese en el que les tienes que explicar a los tíos las cosas.

- Pero es que es lo que hay. Ellos no son como nosotras, no son intuitivos, son básicos. Y le dices de paso que deje de hacerte preguntitas como la de "Tú eres de las que...". Háblale de los sudores fríos y las heladas vaginales que nos entran a las tías cuando nos sueltan cosas así.

- Tch, qué lástima! Con lo bien que iba todo! Estábamos tan compenetrados! Me entendía tan bien, éramos como almas gemelas. El sexo al final es una puta jodienda. Cuando el sexo entra por la puerta el amor sale por la ventana.

- Pozí.

jueves, 19 de noviembre de 2015

Carta abierta a mi menopausia

Querida menopausia:

De verdad que no es por meterte prisa ni por ser un incordio pero necesito que vengas a la mayor brevedad posible.

Ya, ya sé que vendrás cuando tengas que venir pero no me parece justo que a casi todas mis amigas les hayas venido a ver a una edad prudencial y a mí me estés haciendo esperar de esta manera. A miiiiiiiiiiií, que soy la que más te necesita y la que más te echa en falta.

Además que llevo desde los 11 años con la regla. Yo creo que ya he tenido tiempo de echar óvulos por siete tubos. YA ESTÁ BIEN, COÑÑÑÑO!!!! VEN DE UNA PUÑETERA VEEEEEEEEZ, HOSSSSTIA!

Uyyyyys, perdona, querida. He sufrido un leve desvarío, no te lo tomes a mal. Es que si supieras las ganas que tengo de verte aparecer un día de estos por la puerta lo comprenderías. No me importan los soponcios, los sudores fríos, la descalcificación ósea, incluso no me importa perder estas hechuras divinas con las que la naturaleza me ha obsequiado. Ya me las apañaré e intentaré mantenerlas lo mejor posible dentro de mis posibilidades. Y lo que tenga que caer, que caiga. Todo eso es pecata minuta al lado de esos cochinos miomas que no dejan de crecer ni dejarán hasta que tú NO HAGAS EL PUTO FAVOR DE APARECER DE UNA VEEEEEEEEEZ!!!!

Perdona de nuevo, se me ha vuelto a ir la pinza. Verás, querida menopi, si me permites que te llame así, mientras tú estás entretenida por ahí visitando gente que no quiere verte ni en pintura y que reza para que tardes lo máximo posible, yo estoy aquí ávida por notar tus primeros síntomas, desesperada por sentir un leve sofoco. Tengo los abanicos preparados, un spray con agua fresquita de la nevera para rociarme… lo tengo todo. Todo menos LA MALDITA MENOPAUSIAAAAAAA!

Ejem, disculpa, querida, y no te tomes a mal estos arranques de mal humor. Pero es que hoy me ha venido otra vez la regla, justamente esa visita que no deseo, y una vez más me he quedado sentada esperándote a ti. Y mientras, me voy enterando de la cantidad de gente a la que fuiste a ver un poco pasados los 40, a los 45 como muy tardar, y me pregunto: POR QUÉ NO A MÍIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIÍ? QUÉ HE HECHO YO PARA MERECER UNA REGLA INTERMINABLEEEEEE? HASTA CUÁNDO TENDRÉ QUE DESANGRARME VIVA ESPERANDO A ESTA HIJA DE LA GRAN PUTAAAAAAA QUE PASA DE MÍIIIIIIIIIII?

Bueno, en fin, no me gustaría que tomaras en cuenta estos avenates de locura que de vez en cuando me dan. Yo quiero ser buena y decírtelo respetuosamente, tranquilita, sin levantar la voz, porque sé que tú quieres venir, lo que pasa es que estarás muy ocupada visitando a otras personas que también te necesitan y no has tenido tiempo todavía de pasar por mi casa, pero por eso te lo recuerdo con esta carta que no pretende en absoluto agobiarte ni meterte prisas pero CABRONAAAAAAAA, A QUÉ ESTÁS ESPERANDO PARA VENIIIIIIIIIIIIR? A QUE AL FINAL ME TENGA QUE METER EN EL QUIRÓFANO A QUITARME LOS PUTOS MIOMAS??????

Ejem ejem…

Atentamente recibe mis más cordiales saludos

Inma

Ps. GUARRAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!!!

Por un deo así me veo

- Por favor, por favor, ampúteme el dedo. De verdad, no lo necesito para nada. Es un dedo absurdo, muy probablemente en la evolución de nuestra especie tienda a desaparecer. Las siguientes generaciones ya no lo tendrán fijo. No conozco a nadie que lo use para nada, solo sirve para tener una uña más que pintar, y en mi caso para putearme.

- Pero mujer, cómo voy a amputarte el dedo? Lo único que hay que hacer es esperar que la infección desaparezca y blablabla blablabla...

- Pero para qué vamos a esperar más? Yo soy amiga de soluciones expeditivas. Este dedo asqueroso que no sirve para nada ha hecho que lleve más de dos semanas tomando antibióticos superfuertes y dejándome las defensas hechas un cristo. De resultas de lo cual me ha salido un herpes labial resistente a todas las pomadas y he pillado un resfriado de narices que probablemente derivará en gripe, pulmonía o algo peor. Y todo por ese dedo que usted sin ningún motivo razonable se niega a amputarme.

Esta conversación la tengo con la traumatóloga 18 días después del fatídico instante en el que metí el dichoso dedo meñique de la mano izquierda en la basura intentando desprenderme del envoltorio de plástico de una compresa que se me había pegado a la mano y cortándome con un plato de porcelana roto que mi hijo el rompeplatos había destrozado el día anterior. Como este hecho ya lo glosé en su momento en el post titulado "Día de perros", al que os remito, no me extenderé más en ello. Os paso el enlace por si no lo habéis leído:

http://arfondoalaizquierda.blogspot.com.es/2015/10/dia-de-perros.html

Si yo aquel día llego a saber lo que el dichoso dedo me iba a dar por culo, en lugar de curármelo a prisa y corriendo como hice, me lo habría cortado entero allí mismo. A Dios pongo por testigo.

En fin, después de eso vino, como digo, una infección de caballo, dos semanas de antibióticos, el mencionado herpes y lo que te rondaré morena. Y ya por fin cuando la piel estaba más o menos curada y la enfermera me dice que parece que se ha debido de quedar dentro algo porque la inflamación no baja y que vaya al dermatólogo a que me abra y me lo saque... voy toda feliz y asustada al mismo tiempo, algo nerviosilla por tener que pasar por el trance quirúrgico, que por pequeño que sea siempre impone, y va y me dice el buen señor que él no se atreve a abrir eso hasta que no lo vea un traumatólogo y le confirme que la infección no ha afectado al hueso ni a los ligamentos ni al tendón ni blablabla blablabla.

Y ahí aún fui capaz de contener esa furtiva lágrima que amenazaba con escapárseme, pero cuando al día siguiente me vi ante la traumatóloga y me dijo que definitivamente se me había roto el tendón y ya para siempre el dedo se quedaría deforme, estilo capitán Garfio, y que probablemente no pasaría nada pero que si veía que no iba a mejor sino que empeoraba saliera corriendo para Urgencias porque eso significaría que la infección no había remitido, entonces ya sí, ya la lágrima salió, y además no solo ella sino muy bien acompañada por un largo séquito de hermanas, y todo mi ser se rebeló: Noooooooooooooo!

Y el espíritu de Camilo Sesto se apoderó de mí. "Ya no puedo maaaaaaaaás, ya no puedo maaaaaaaaaaaás, siempre se repite la misma historiaaaaaaaa. Ya no puedo maaaaaaaaaaás, ya no puedo maaaaaaaaaaaaaaaás, estoy harta de rodar como una noriaaaaaaaaaa".

Y fue cuando le dije a la amable dama que me pedía paciencia y presencia de ánimo:

- Por favor, por favor, ampúteme el dedo. De verdad, no lo necesito para nada. Es un dedo absurdo, muy probablemente en la evolución de nuestra especie tienda a desaparecer. Las siguientes generaciones probablemente ya no lo tendrán fijo. No conozco a nadie que lo use para nada, solo sirve para tener una uña más que pintar, y en mi caso para putearme.

Debo añadir que con escaso éxito, puesto que no he conseguido aún que nadie se preste a amputarme el dedo en un acto de generosidad, de piedad, de amor y de compasión hacia mí sin igual. Todo el mundo alega razones absurdas del tipo "Cómo te vas a cortar un dedo por una simple infección?"

Nadie me entiende. Estoy sola en esto. Al final está claro que me lo tendré que amputar yo.