lunes, 23 de noviembre de 2015

Se acabó el cortejo

- Qué tal tu romance?

- Uffff, pues no sé. Este ya ha entrado en modo sexo.

- Hosssstiasss, noooo, qué horrorrr! Con lo bien que iba!

- Pos ya va embalao.

- Qué pena, se acabó el cortejo.

- Lo he estado alargando lo máximo posible pero ya se ha lanzao y no hay marcha atrás.

Esta conversación la tengo con una amiga que se ha echado un novio, un señor casado casadísimo que está todo flipadito por ella y que le ha estado haciendo los últimos meses un trabajo de cortejo que roza lo magistral, lo profesional incluso. Con una elegancia y un savoir faire dignos de un maestro. El tío ha estado del diez, mi amiga ha sido la envidia más cochina de todo el grupo de amigas... menuda suerte. Íbamos todas arañando el parqué con los colmillos. Sin pausa pero sin prisas, ahí haciéndole unos regalos de oreja que derretirían a una foca polar. Ya digo, magistral. Peeeeero... todo tiene su fin, y ahora el muchacho ya se ha echado al barro y quiere condumio cárnico.

- Me ha dicho de buscarnos un sitio tranquilito y tal para ya sabes. Quiere que la próxima vez quedemos directamente en un hotel, así a pelo, aquí te pillo aquí te mato. Sin pildorita previa ni nada.

- Uffffff, se acabó lo bueno. Se acabaron las risas, los regalos de oreja, los bailes, las miradas profundas, las cenas románticas, los días de vino y rosas, en definitiva, todo lo que a las tías nos moja las bragas... Pasamos al porno. Ahora toca follar y felar hasta reventar.

- Bueno, él dice que no, que es para poder estar tranquilitos y eso.

- Venga ya. Tú sabes que al segundo lengüetazo estás en pelotas mirando pa Pamplona. Parece mentira, tía, qué tonta eres.

- No, si ya. Qué te crees, que no lo sé? Pero es que ya sabes, los tíos cuando entran en modo sexo ya van a piñón fijo.

- Pos de aquí a cuatro días estás aburrida como una ostra, como si te hubieras echado un novio formal o, peor, un marido. Ese ya cuando os veáis se abalanza de momento, justo después de decirte "buenas", y eso si te lo dice. Vamos, poco más o menos como si fueras su señora.

- Ya. Jo, tía, qué rollo. Estaba yo tan contenta. Fíjate si tendrá ya la fijación que estábamos el otro día guasapeando así en modo calentito, una cosa erotiquilla y tal y va y me suelta de sopetón, pero así por las bravas: "Tú eres de las que se traga la leche?"

- Noooooooooooooooooooooooo! Tu novioooooooooo????? El eleganteeeeeee? El sensibleeeeeee? El romántico empedernidooooooo? El Cary Grant de todos los novioooooosssss???

- Ayyyyyy, sí. Te lo juro, tía. Me quedé de piedra pómez total. Y el coño ni te cuento. Fue el anticlímax total.

- Pero bueno. Tiene alguna explicación por el contexto y tal?

- Pero qué contexto ni qué pollas? En qué clase de contexto te cabe a ti en la cabeza que alguien te pueda preguntar eso así, de esa manera? No "Oye, tú tienes por costumbre..."? Ni "Oye, tú alguna vez te has..."? No, tía, me lo soltó tal que así: "TÚ-E-RES-DE-LAS-QUE...?"

- Jo, qué besssstia! Y tú qué le dijiste?

- Pos yo sacudí la cabeza, me restregué los ojos, decidí que ni él lo había dicho ni yo lo había leído, corrí un tupido velo, rebobiné y me instalé mentalmente en el pasado, justo antes de que lo soltara.

- Uffffff, menos mal.

- Pero qué va. Al cabo de un rato me lo volvió a preguntar.

- Jodeeeeer, y qué le dijiste?

- Que no.

- Me temo que vas a tener que hablar con él. O hablas o de aquí a dos semanas esto está finiquitado. Por lo menos explícale que tú el cortejo no lo perdonas. Que lo de follar, mamar y todo eso está de puta madre pero que el regalito de oreja y el tonteo y toda la parafernalia mojabragas es marca de la casa. Porque para llegar y topar te buscas otro marido, no una historia chula clandestina.

- Ya. Jo, pero qué terrible momento ese en el que les tienes que explicar a los tíos las cosas.

- Pero es que es lo que hay. Ellos no son como nosotras, no son intuitivos, son básicos. Y le dices de paso que deje de hacerte preguntitas como la de "Tú eres de las que...". Háblale de los sudores fríos y las heladas vaginales que nos entran a las tías cuando nos sueltan cosas así.

- Tch, qué lástima! Con lo bien que iba todo! Estábamos tan compenetrados! Me entendía tan bien, éramos como almas gemelas. El sexo al final es una puta jodienda. Cuando el sexo entra por la puerta el amor sale por la ventana.

- Pozí.

3 comentarios:

  1. Que tipo más ordinario, la verdad hay gente así

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  2. Jajajajajajajajajaja, eso parece más de lo que se le pregunta a una prostituta antes de decidirte si vas a esa o no. Buenísimo! Pero bueno, hay que entenderle también, tarde o temprano son cosas que a uno le pica la curiosidad por saber. Y es importante ver el lado positivo en las cosas, al menos no se lo ha soltado en la primera cita. Si es que sois muy negativas! Jajajajajajajajajajaja!

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    1. El caso es que el muchacho luego dio una buena explicación sobre este tipo de desbarres (bastante mejor que la de "cariño, no es lo que parece") y que sigue siendo igual de encantador que antes y que todas seguimos arrastrando los colmillos por el parqué.

      El cortejo continúa y además está de un empalagoso que da verdadero asquito. Los dos, él y ella. Diosssss míiiiiiio, no me quiero enamorar nunca, no podría soportar tanto baboseo!!

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