viernes, 4 de diciembre de 2015

Mujeres, hombres y viceversa (Otra vez)

Me escribe un lector un tanto mosqueado por mi crítica de la película “Alfie”*. En resumidas cuentas, viene a decirme que esta sociedad pazguata ha terminado confundiendo la igualdad de derechos con la igualdad de sexos, y que no deja a los tíos ser tíos y  a las tías ser tías y que si cada uno funcionáramos como somos nos iría mucho mejor.

Le contesto que estoy totalmente de acuerdo, que es un hecho claro que los hombres están diseñados para ir por ahí esparciendo su simiente y las mujeres para seleccionar entre todos los machos al macho alfa que crea que mejor podrá protegerla a ella y a su prole. Y esto es así, y nuestro distinto comportamiento sexual es un claro reflejo de este hecho biológico, por más que esta sociedad absurda intente que obviemos esta realidad y nos convirtamos los unos y los otros en lo que no somos con el rollo de lo de la igualdad de derechos, que no tiene nada que ver con esto.

Y para demostrarle a este muchacho mi acuerdo total con su filosofía le paso unos cuantos enlaces de mi blog en los que he tratado este tema con anterioridad. Pero como la conversación me ha parecido lo suficientemente interesante he decidido, como hago siempre que algo me parece importante para discutirlo, traerlo al blog.

A ver, amigo filmaffinitero, partiendo de la base del hecho biológico en el que los dos estamos de acuerdo, convendrás también conmigo en que la realidad social es que ni tú pretendes ir preñando por ahí a todas las tías con las que te acuestes ni yo ando por ahí buscando a un macho alfa que me mantenga a la prole porque además yo sola me las apaño bastante bien para mantenerla.

(Breve inciso: creo que es obligado aclarar que con esto no quiero decir que no esté abierta a la posibilidad de que alguien se preste a liberarme de la ingrata obligación de ganarme el pan con el sudor de mi frente y esté dispuesto a mantenerme de por vida con un nivel que me permita llevar a cabo distintos proyectos interesantes que tengo in mente. No quisiera espantar a ningún voluntario que pasara por aquí y se sintiera rechazado de entrada. No, que conste que estoy abierta, vale?)

Y una vez aclarado este espinoso punto continúo con mi tesis. La cuestión es que nuestro diseño biológico tiene que adaptarse a la realidad social evidentemente. Y esto, amigo mío, te obliga a algo que tal vez como macho alfa pueda repugnarte, que es a hacer exactamente lo que las hembras de la especie te pidan para poder llevar a cabo tu proyecto de esparcir tu simiente. Es decir, que si tienes que regalar la oreja a las tías y babosear como un cerdo, si de verdad quieres tener éxito en tu propósito, tienes que hacerlo y punto. Piensa que el fin justifica los medios y esto es así desde que el mundo es mundo.

De la misma manera que nosotras estamos obligadas a arreglarnos y a estar vistositas y monas para que el macho alfa se fije en nosotras y no pase de largo cuando ronde por nuestro territorio. Y esto te puedo asegurar que es un puto coñazo; que si depilación, que si deporte, que si una alimentación sana, que si un pastizal en cosmética, en peluquería, en ropa interior, en gimnasio... Pero hay que hacerlo y punto. Y la mayoría de las tías lo hacemos sin quejarnos.

Lo que no podemos es ponernos tiquismiquis con nuestras obligaciones como especie. Si hemos de cumplir con el mandato biológico tendremos que hacer concesiones a este tipo de gilipolleces y fingir que creemos en cosas como el amor y todo eso. Ya, ya sabemos que no es amor, que el amor romántico es un invento relativamente reciente; que es un simple mandamiento de la madre naturaleza para garantizar la supervivencia de la especie, pero es totalmente imprescindible que esto lo disfracemos de amor, de seducción o de lo que sea, porque si no, no funciona.

Y si vas por la vida en plan Alfie te digo desde ya que no te vas a comer una rosca jamás. O que solo te las comerás con las tías más desesperadas del planeta, que no son precisamente aquellas en las que tú quieres esparcir tu simiente. Si quieres acceder a otras tías tendrás que trabajártelas exactamente como ellas quieran que te las trabajes. Ten en cuenta que el que quiere follar a mansalva en plan semental eres tú; nosotras no tenemos esa necesidad imperiosa, sólo queremos que tú nos asegures que eres bueno para nosotras y para nuestra descendencia. Si lo eres estaremos dispuestas a dejarnos inseminar por ti pero si te pones chulo y pasas de llevar a cabo el obligado cortejo como dios manda, pues adiós, macho alfa.

Y esto es así de duro y de real. Te pongas como te pongas no puedes ir claramente de Alfie por la vida. Tendrás que disimular al máximo tu condición y sucumbir a las exigencias de la sociedad actual, a la espera de que las cosas cambien a tu favor con los años o que al menos tus descendientes puedan disfrutar de un mundo que se adapte un poco más a tus aspiraciones y a lo que tú entiendes por un cortejo a lo macho alfa.

Y punto pelota.

* http://malostiemposparalalrica.blogspot.com.es/2015/12/alfie-by-lewis-gilbert.html

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