jueves, 6 de octubre de 2016

Receta: Bocata de ensalada de espaguettis

No sé si os he contado alguna vez que soy bastante mala cocinera, por no decir nula, pero que sin embargo me siento muy atraída por todo lo que tenga que ver con la gastronomía, y que me encanta la cocina creativa.

A mí lo de hacer lentejas, garbanzos y esas cosas, además por obligación, no me va nada. Pero en cambio me encantan los libros de recetas y los programas de cocina porque me dan un montón de ideas para luego prepararme yo cositas guapas para comer. Cosas que naturalmente son solo para mí porque en mi casa nadie comparte esta pasión mía por lo experimental.

Por eso he decidido que voy a abrir un apartado de recetas en el blog dedicado a contaros mis especialidades culinarias. Sobre todo cuando considere que he hecho un gran descubrimiento o que podría ser una aportación importante al mundo de la gastronomía

Tenéis que recordar que soy una "cocinera creativa", así que aquí nunca encontraréis una receta de calamares a la romana ni de tortilla papas.

Mi último gran descubrimiento ha sido el bocata de ensalada de espaguetis. Pero bueno, se puede hacer igual con cualquier otra variedad de pasta. Que cómo lo  he descubierto? Pues muy fácil, porque la pasta es mi comida favorita del mundo, en todas sus variantes (soy una auténtica apasionada de los hidratos de carbono),  sobre todo la pasta larga, pero cuando trabajo de tarde prefiero llevarme para comer bocatas porque son más prácticos y llenan más, siempre bocatas saludables naturalmente. Así que he decidido combinar creativamente estas dos preferencias y me ha salido el "bocata de ensalada de espaguettis".

Al principio no lo tenía muy perfeccionado y abría el pan al modo tradicional, partiéndolo en dos mitades, pero reconozco que así los espaguettis se desbordaban mucho por los lados y era complicado mantenerlos recogidos sin despendolarse. Ya en las últimas versiones de la receta he optado por la variante "perrito caliente", de modo que lo que hago es abrir un boquete en la parte superior del pan y vaciarlo de casi toda la miga para proceder a continuación a introducir en el hueco la ensalada de espaguettis previamente mezclada y condimentada con todos sus aliños. Al final culmino mi obra colocando de tapa un trozo de miga y la parte superior del pan que había cortado.

La ensalada en cuestión no tiene ningún misterio: espaguettis al dente con mezcla de lechugas varias, canónigos, rúcula, etc, tomate, cebolla, caballa, nueces, aceite de oliva a la guindilla picante y vinagre. Se pueden añadir todos los ingredientes que queráis, lo importante es el concepto. Y el pan el de la preferencia de cada cual. A mí me gustan los bollitos tipo "pepitos", pero se puede hacer igual con baguette, barra, mollete de Antequera o incluso con pan de molde, claro que en este caso la cómoda modalidad del hueco en el medio queda descartada.

Y bueno, hasta aquí mi receta de hoy. Espero que os haya gustado. Ya sé que poca gente la pondrá en práctica porque no veo que la mayoría de las personas esté por la labor de salirse de los usos habituales para comer las cosas pero bueno, yo hago mi pequeña aportación al mundo de la gastronomía y de la creación culinaria.

Próximamente otros interesantes experimentos.

15 comentarios:

  1. Inma querida, no dudo yo que ese bocata esté bueno. Pero como comida equilibrada... equilibrada..., pues parece que no. Pasta con pan..., no sé, no sé...
    De cualquier modo lo probaré. Manda una foto si puedes para que yo me haga una idea, porque así, en texto, me parece que le cabe poco a un pepito agujereado por el centro, y ya se sabe que las verduras ocupan mucho sitio.

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    1. Te mandaré documento gráfico la próxima vez que lo haga, aunque a simple vista lo único que se ve es el pepito, obviamente.

      En cuanto a lo de equilibrado, son hidratos de carbono mondos y lirondos, que son los que dan energía y vitalidad a la gente. No tienes más que mirarme a mí, que soy multifacética y voy por la vida como una moto.

      En realidad mi invento creo que podría estar al mismo nivel de relevancia en el mundo de la gastronomía que el montadito de pringá, por ejemplo. Otro gran descubrimiento que no es modelo de cocina cardiosaludable precisamente pero que está güeno que te mueres.

      Y efectivamente en el hueco de un pepito no es que quepan cuatrocientos espaguettis. Caben enrollados como mucho media docena, así que tan malo no debe de ser.

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  2. Sin entrar en la lógica de aquello ya escrito en el comentario anterior de "pan con pan, comida de tontos", en realidad lo que dudo es que esté bueno, salvo que el pan quede jugoso con el aceite y el resto del aliño de la ensalada, pero lo que no me casa son los espaguetis, pero si tú lo dices que está bueno pues así será. Yo lo que si hago son tortillas de los espaguetis del día anterior, si bien poca pasta se come en casa. Ni que decir tiene que soy un cocinero excepcional reconocido por todos, antes más que ahora pues venía mucha gente a casa.

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    1. En mi casa en cambio se come muchísima pasta porque nos gusta un montón a todos. También es verdad que yo no sé cocinar otra cosa.

      Martínez, te felicito por todas las cualidades que tienes, y felicito todavía más a tu señora por tener un marido tan completito. Entre lo de los orgasmos y esto me tienes to flipá.

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    2. Lo de la tortilla de espaguettis también me ha parecido una gran idea, lo que pasa es que a mí siempre se me pegan todas las tortillas, y además lo paso muy mal cuando hay que darles la vuelta.

      Pero mira, en revuelto... revuelto de espaguettis. Una gran idea, sí señor. Me la apunto.

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  3. Por cierto, gran idea la de poner recetas con inventiva.

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  4. Si dices que cocinas mal, alimentas a tus hijos de precocinados? xD

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    1. Pues no. Mis hijos se alimentan básicamente de la caridad.

      Siempre hay alguien dispuesto a prepararles algo de comer. La gente en este país es muy caritativa.

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  5. El secreto es cocer los tallarines en el jugo de la base y no por separado. Ejemplo, sofrito de cebolla y después carne picada con paté, añadir caldo de pollo y un poco de leche y cuando comience a hervir añadir la pasta. Probar de sal. Lo mismo con gambas y al final almejas y vino blanco

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  6. Lo mismo con champiñones y setas muy, muy picadas, ajos y langostinos, éstos últimos incorporarlos al final, casi con la cacerola retirada del fuego. Previamente hacer un caldo de las cabezas de los langostinos rehogadas en aceite y cebolleta, Jerez y un pelin de hierbabuena.

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    1. Uffff, todo eso es muy complicado para mí, Martínez. Me sobrepasa.

      Yo sé hacer los espaguettis y luego echarlos en el plato y añadir todo lo demás y removerlo con los palillos chinos.

      De ahí no salgo. Salvo para inventar cosas alternativas después.

      No sé sofreír ni sé rehogar ni sé hacer prácticamente ningún verbo de los que salen en los libros de recetas.

      Eso sí, tú me das ya el plato hecho y luego yo hago un invento con él.

      Lo mío es crear, inventar, conceptualizar, en definitiva, el aspecto intelectual; la parte puramente técnica de la cocina la dejo para otros que seguramente servís para ello mucho más que yo.

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    2. Ah, bueno, hay un verbo que sí que domino a la perfección: emplatar.

      No hay cosa que a mí más me guste en el mundo que comprar un plato bonito, de formas y colores variados (el verde es mi pasión), y luego poner las cosas en mi plato artísticamente distribuídas, tal que si fuera una chef francesa mismamente.

      Y después miro un buen rato el plato antes de proceder al acto puramente alimenticio.

      Y lo hago con pena, no te creas, lo que pasa es que tengo que comer para poder seguir interactuando en el mundo.

      Como decían los de Maná: cómo quisiera poder vivir del aire!

      Porque así no tendría que deconstruir jamás mis pequeñas obras de arte.

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  7. Respuestas
    1. Bueno, yo tengo mi propia versión.

      Y creo además que la mía es mucho mejor que la original.

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