martes, 6 de marzo de 2018

Por qué no haré la huelga feminista

Es tal la presión mediática y social que estamos padeciendo muchas mujeres para sumarnos a la huelga feminista del 8 de marzo que se siente una casi obligada a explicar los motivos por los que ha decidido no adherirse a la jornada de protesta.

La razón principal es que en mi opinión son las propias mujeres las que se boicotean constantemente en todos los terrenos, es decir, que buena parte de la culpa de su situación es de ellas mismas.  Y no me incluyo porque creo que soy de las pocas que se libra de la quema. Por eso nunca me he sentido víctima de los hombres ni me he considero jamás menos que ellos y he sido siempre tratada con corrección tanto en mi entorno laboral como en el social.

Para mí el feminismo está en el día a día, en tu comportamiento, en llevar la igualdad a tu propia casa y a la educación de tus hijos. Y eso es lo que no veo en la  mayoría de las mujeres que sin embargo ahora se suman con tanto entusiasmo a la jornada de huelga.

Estoy un poco harta de escuchar todo el tiempo echar las culpas de todas las discriminaciones y de la desigualdad al famoso "heteropatriarcado machista" cuando el heteropatriarcado machista tiene muy poco que ver en muchas cosas. La realidad es que no es el heteropatriarcado sino ellas:

- Las que pintan de rosa las habitaciones de las niñas y de azul las de los niños, y les compran la ropita de distintos colores según los sexos.

- Las que abren agujeros en las orejas para los pendientes a las niñas y no a los niños.

- Las que compran un tipo de juguetes para ellas y otro para ellos, y tratan a unas como princesitas y a otros como valientes machotes.

- Las que no discuten en casi ningún caso la posibilidad de anteponer en los hijos sus apellidos a los de sus maridos, cosa que ya es perfectamente legal pero como si no lo fuera porque nadie lo hace.

-  Las que asumen sin apenas resistencia el conjunto de las tareas domésticas y las que deciden libremente sacrificar sus carreras laborales por la maternidad, y encima lo justifican como si sacrificarse por los hijos fuera lo más normal y lo más encomiable del mundo. Algunas hasta hacen proselitismo, soy testigo.

- Las que buscan trabajos a tiempo parcial justamente por lo anterior, de lo que se deriva la famosa brecha salarial que con tanta indignación proclaman.

- Las que eligen y se casan con tíos impresentables, celosos y posesivos y no hacen ni puto caso a sus amigos y familiares cuando les adivierten de que esa relación pinta como el culo.

Iría a la huelga encantada si yo viera en todas esas mujeres una actitud decidida a cambiar todas esas cosas. Sin victimismos y con las ideas claras. Asumiendo la culpa que les corresponde con sus acciones, responsabilizándose de ellas y sin estar todo el puto día con el heteropatriarcado en la boca. Porque sólo así una puede cambiar de actitud y rectificar y eso tan chulo que se llama ahora empoderarse.

Tampoco me identifico con los tintes apocalípticos con los que se pinta la situación de las mujeres, al menos en este país. Que no tiene nada que ver con la situación de las mujeres en países islámicos o en algunos de Latinoamérica. Pero nada de nada. En esos países claro que hay una situación de emergencia: mutilaciones, asesinatos a mansalva, analfabetismo, prohibiciones de todo tipo por el hecho de nacer mujer...  nada que ver con la vida en los países desarrollados, donde no digo yo que no queden muchas cosas por hacer en aras de una igualdad práctica real pero en los que las mujeres gozamos, al menos en teoría, de los mismos derechos que los hombres.

En definitiva, yo creo que es mucho cuestión educacional y que nuestros hijos en el futuro actuarán como nos hayan visto a nosotros actuar. Contrariamente a la mayoría de las mujeres, mis hijos en casa han visto verdadera igualdad, por no decir un cambio de roles total; han visto conciliación y han visto colaboración, y por tanto para ellos es algo normal que sea el padre el que vaya al pediatra o a las reuniones con los profesores. En nuestro caso el horario de mi marido era más flexible que el mío y por tanto era él quien se dedicaba a esas cosas, igual que llevaba el peso de la compra y la cocina. Por eso mis hijos ni se plantean nada de esto, saben que tienen que hacer las mismas cosas que nosotras y punto. Y espero que si algún día tienen su propia familia actúen igual.

De verdad, el día que vea que las mujeres se conciencian de todo esto y empiezan a actuar con determinación en la educación de sus hijos y dando ejemplo con su propio comportamiento, ni heterpatriarcado ni pollas. Nadie podrá con ellas.

Y por eso no voy a ir a esta huelga, porque no estoy por quejarme ni culpabilizar a otros cuando veo que las primeras que tienen muchas tareas por hacer no las hacen y se limitan a echar las culpas de sus problemas a todo lo que se menea que lleve calzoncillos.
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Bueno, por eso y porque estoy hasta el coño de la presión social para ir a la huelga. Ayer sin ir más lejos una capulla en Twitter me dijo que era una "obligación moral" y que no hacer la huelga era un acto de irresponsabilidad y de insolidaridad que blablabla... Me puso atacá porque no admito lecciones morales de nadie, y mucho menos que me intenten obligar a hacer algo que en uso de mi libertad yo he decidido no hacer.

Por contra tengo una amiga que trabaja en un partido político de los convocantes, y aunque ella no está de acuerdo porque es más o menos de mi opinión no puede dejar de hacerla porque sencillamente la lapidarían sus propias compañeras.

Si eso es libertad y feminismo que venga Dios y lo vea.

12 comentarios:

  1. Tienes mucha razón. Hay mucha tonteria, hipocresia, victimismo y acusación contra los hombres en general. Y el machismo de verdad, el que está implantado profundamente en la sociedad de la que formamos partes hombres y mujeres, y que afecta mucho más a las desprotegidas queda sin retratarse.

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  2. Con dos cojones/ovarios/gónadas (táchese lo que no proceda, no vayamos a liarla), cuñá.

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    1. Jajajajaja! Los cojones igual los tienes que echar tú, que te vas a buscar un lío en tu casa.

      Por cierto, estás mu mono en la foto, jajajaja!

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  3. Supongo que cada una lleva a su vida el feminismo a su manera, y realmente considero que es muy importante llevarlo en la cotidianidad del día a día, no sirve que un día secundemos la huelga feminista y el resto de días llevemos en nuestra vida una actitud machista o sexista, que pintemos la habitación de un color por ser nuestrx hijx de un sexo u otro, que compremos juguetes en función de sus genitales, etc. Aún así yo como feminista sí apoyo y secundo la huelga por todas las que sufrieron, sufren y sufrirán (aunque esperemos que no) la discriminación en sus vidas por el hecho de ser mujer. Un abrazo tita!

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    1. Gracias sobri. Me encanta tu respuesta y sobre todo el tono. Ojalá todo el mundo tuviera el mismo respeto hacia posturas distintas.

      Y me parece genial que secundes la huelga porque cada uno tiene que reivindicar las cosas de la manera en que crea que es mejor. Así que un besote muy gordo.

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  4. Esta huelga, y el movimiento feminista en general, no lucha contra los hombres por ser hombres, lucha contra el machismo y la desigualdad. ¿Que hay mujeres que perpetúan el machismo? Por supuesto. Esta huelga es para despertarlas a ellas también, para demostrarles a todos y a todas que debemos acabar con el heteropatriarcado.
    Como bien dices, es cierto que en España no estamos tan mal en este tema como en otros países, ¿pero eso significa que debemos conformarnos con lo que tenemos? Yo, y todas las mujeres que vamos a parar el jueves creemos que no, que no podemos contentarnos con estar mejor que en otros sitios. Tenemos que intentar conseguir lo mejor para todos y todas, y eso en este mundo se consigue luchando.
    Estás en todos tu derecho de no secundar la huelga, pero no uses como excusa que las mujeres también son machistas, porque eso ya lo sabemos y esta huelga es para ellas también.

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    1. Totalmente de acuerdo contigo, Cristina. De todos modos, entiendo la frustración de Inma: si no quieres hacer huelga, estás en tu derecho, por supuesto.

      Me alegra que en tu familia la situación sea tan igualitaria y me parece todo un ejemplo. La idea de culpar al heteropatriarcado, yo lo veo como una forma de criticar a la sociedad, en la que yo también me incluyo y me culpo por haberme callado en muchos momentos cuando no debía y por no haber peleado en algunas situaciones que ahora veo que lo requerían.

      Creo que parte del problema que tiene la gente con estas reivindicaciones parecen ser los términos utilizados: si en vez de heteropatriarcado se dijese "sociedad actual", y si en vez de feminismo se denominase "igualismo", apuesto a que tendrían mejor acogida.

      No me gustaría que esta situación frustrase a nadie. La igualdad debería ser el camino común, no un motivo de divergencia o enfrentamiento.

      Hagamos huelga o no, seamos mujeres o no, espero que nos dirijamos hacia esa tan deseada igualdad.

      Un saludo. Tania.

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    2. Totalmente de acuerdo, Tania. Como ya he dicho antes creo que cada persona es libre de reivindicar las cosas como lo crea conveniente y que todas las posturas son igualmente respetables.

      Contesto de paso aquí a Cristina también.

      El problema es que yo no veo esa actitud tan ecuánime y respetuosa en muchas representantes del movimiento huelguista. Más bien al revés hay un linchamiento hacia todas aquellas que manifestamos nuestra discrepancia, aunque sea con total educación, y eso me parece muy preocupante.

      Creo que hay ahora mismo una corriente feminista que se acerca mucho al hooliganismo. A muchas no las veo realmente muy distintas de esos bestias del Paris Saint Germain o del Ultrasur que andan por ahí gritando como simios. O estás con ellas o contra ellas y eso les da derecho a ponerte a parir y a tacharte de todo.

      No sé si vísteis anoche el debate de El Objetivo. Bueno, pues había 4 partidarias de la huelga y dos no partidarias. Una era la ministra Dolors Montserrat, por supuesto, y otra Inés Arrimadas. Bueno, pues había que ver las caras de asco y suficiencia de Colau, Mónica Oltra o Francine Armengol hacia Arrimadas, solo por decir ésta que ella se consideraba tan feminista como cualquiera pero que no consideraba la huelga la mejor manera de reivindicar los derechos de las mujeres.

      Pero lo peor no fueron sus miradas de asco y de superioridad, lo peor eran sus hooligans en las redes sociales poniendo a Arrimadas de guarra parriba. Por supuesto fascista era lo más bonito pero a eso ya estamos acostumbradas todas las disidentes. Fue una lapidación ne toda regla.

      Ese tipo de cosas es lo que nos echa a muchas para atrás. Porque yo nunca voy a comprar el pack feminista al completo, ni ese ni ninguno. Por tanto estoy condenada a ser insultada y agredida verbalmente por las ultras del movimiento.

      Y lo peor es que sé que hay muchas mujeres de bien que van a hacer esa huelga, gente como mi sobrina o muchas compañeras o como vosotras, pero a las que más se les oye sabes a quiénes son? Pues a esas otras que dan tanto miedo.

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  5. Tengo en mi correo un aviso de una respuesta a este post que, oh misterio, no aparece. El autor es el amigo Ardaler Esosot y dice así:

    Hola, Inma. Gracias por seguir escribiendo. Eres un cielo de persona. Todas las virtudes democráticas y del sentido común las reconozco en ti. Eres de las pocas personas cuya opinión (es tus artículos de este blog y en nuestras conversaciones) ha hecho cambiar muchas veces la manera en la que veía determinados aspectos de la vida.
    En el tema concreto de esta huelga creo que te equivocas (dicho sea desde el cariño).
    Esta huelga está convocada por todas las organizaciones sindicales de clase en más de un centenar de países. Esas organizaciones sindicales están compuestas por mujeres y hombres, en general, o mayoritariamente por hombres (como en los sindicatos del metal, de la construcción, ...) que han discutido sobre la conveniencia de apoyar la huelga o no, y han decidido que sí.
    Uno de los motivos es poner de manifiesto que ya está superada la demanda biológica de la maternidad y que las mujeres no deben ver mermadas sus espectativas laborales por ser las únicas capaces de engendrar personas (en varios países del mundo ya es obligatorio que el otro progenitor se coja una baja de idéntica duración por motivos de embarazo/nacimiento/adopción de hijos). Así, seremos igual de poco rentables las unas y los otros por cuestiones de procreación.
    Otra de las cuestiones es la de la brecha salarial. Las voceras y voceros de la opinión en los medios de comunicación de masas dicen que eso no existe, que tú, hembra, y yo, varón, nos regimos por un mismo convenio colectivo y no hay ninguna discriminación salarial entre ambos. Pero si miramos lo que cobran las mujeres de una categoría laboral deteminada, en una empresa determinada, con un mismo convenio colectivo, respecto a lo que cobran los hombres de esa misma empresa, categoría y convenio al cabo del año, los hombres ganan más.
    Por qué? Porque el chiringuito está organizado en función del papel social que ejercen la mayoría de las mujeres en el cuidado de las personas dependientes, ya sean mayores o niños.
    Y eso hay que cambiarlo.
    Para poder elegir hay que ser libre. Para ser libre hay que poder elegir.
    Ese es un modelo que hay que cambiar porque ya está superado.
    Entre los países cuyos sindicatos apoyan la huelga del 8 de marzo los hay de todos los pelajes, religiones, costumbres y niveles de desarrollo económico.
    Yo sí voy a hacer huelga. Y me encantaría que la hicieras conmigo.
    Un beso.

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    1. Te respondo, Ardaler.

      Antes que nada gracias por el piropeo, soy de las que piensa que los piropos son siempre bienvenidos. Y me alegro si alguna vez mis posts te han hecho reflexionar o te han abierto la mente hacia otra forma de ver las cosas. Eso me gusta porque a mí también me pasa que alguna gente me hace pensar sobre algo desde otros puntos de vista y no me cuesta nada cambiar de opinión sobre las cosas si los argumentos me parecen razonables e inapelables.

      En este caso lo cierto, como ya he contestado antes a Tania y Cristina, es que estoy al cien por cien de acuerdo contigo en el estado de la cuestión así que difícilmente podría cambiar de opinión. En lo único que diferimos es en lo de sumarnos o no a la huelga. Y también he explicado antes que soy muy remisa a unirme a un movimiento cuyos principales representantes tienen una actitud hacia la menor disidencia bastante discutible.

      Con todo mi respeto hacia la gente que vaya a hacer la huelga, yo misma he animado a nuestras becarias a que se apunten porque ellas sí son partidarias, pero yo sé que no voy a sentirme cómoda con muchas de las actitudes y de las proclamas que se van a hacer en esa huelga y en esas manifestaciones.

      Sé que va a haber en esas movilizasciones muchísima gente con buena voluntad que lo único que quiere es hacer visible una realidad pero yo soy más partidaria de reivindicar las cosas de otra manera y, como ya dije, de huir al máximo del victimismo, que es la actitud más generalizada que observo en casi todos los comentarios que me llegan a través de los medios y de las redes.

      Yo no conozco a nadie que no sea partidario de la igualdad. seguro que hay gente pero yo no los conozco. Lo que sí me gustaría es que cada uno pudiéramos actuar según nuestro criterio para cambiar las cosas y que todo fuera igual de respetable. Y eso justamente es lo que me está fallando totalmente en este asunto.

      Otro beso.

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  6. Creo que tus contestaciones a los comentarios son más sensatas que la entrada de tu blog. Un saludo

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    1. Pues yo creo que sería más útil en un intercambio de impresiones decir claramente dónde ves las supuestas insensateces.

      A fin de cuentas las respuestas a los comentarios no son más que una extensión del post.

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