sábado, 3 de marzo de 2018

Cuestión de fe

Por el ambiente en el que me muevo conozco a bastantes podemitas. Y aunque no los conociera personalmente me relaciono constantemente con ellos porque soy socia, además de seguidora en Twitter, de Eldiario.es, que como todo el mundo sabe es un nido de entusiastas como no hay otro igual.

Leo constantemente sus artículos y diatribas, los veo discutir por un matiz o por otro y me resultan conmovedores. Tienen una fe ciega en que la solución mágica a todos los problemas que hay en este país sería un gobierno de Podemos. Y como eso es imposible en solitario, como mucho estarían dispuestos a "aceptar" un gobierno de Podemos con el PSOE, peeeeeero...  siempre que se hiciera lo que marcara su partido (sus bases, dicen ellos) y que el PSOE se atuviera a las órdenes de "la verdadera izquierda".  Con un gobierno así se solucionaría todo, las pensiones, el paro, la vivienda, la educación, la sanidad, la dependencia... en fin, la panacea. Y lo creen, de verdad que lo creen, palabrita.

Es una fe muy similar a la que tienen los cristianos con Dios o los musulmanes con Alá o los adolescentes con Instagram o los independentistas con la Patria. Igual que éstos piensan que el problema es pertenecer a España y que en el momento en el que se independizaran todo iría como una balsa de aceite y vivirían en una especie de paraíso donde todos sus deseos se harían realidad, a los podemitas les pasa exactamente igual. No he visto jamás tanta fe en los seguidores de ningún otro partido.

Ellos lo tienen claro. El enemigo de "la verdadera izquierda" son "los ricos".  Y claro, al enemigo ni agua. Además como los ricos son pocos y no votarían nunca a Podemos ni muertos hay que darles toda la caña posible y más. Y por supuesto convencer a todos los demás, a los pobres, a "la gente",  de que puteando a "los ricos" se solucionarán todos sus problemas porque habrá dinero para todo. Mola, que no?

En fin, a pesar de que hace tiempo que fui desterrada con cajas destempladas de  "la verdadera izquierda",  yo, ay diossssssss,  me sigo considerando una persona de izquierdas, aunque a ellos esto les pueda indignar hasta el paroxismo y la indigestión.

Para mí, y bien que lo siento, no hay panaceas ni recetas mágicas y ni un gobierno de Podemos con el PSOE ni de Ciudadanos con el PSOE ni de ninguna clase, ni mucho menos con nacionalistas por medio, serviría para cambiar demasiado las cosas. Ya me conformaría sólo con quitar de en medio a un partido corrupto y miserable como el PP, enfangado hasta el tuétano, y con gestionar un poco mejor el dinero público, repartiéndolo de la manera más justa posible para paliar las cada vez mayores desigualdades.

Pero tampoco se me va la olla, y por supuesto sé que no habría dinero para todo y para todos. Las promesas de solucionar del tirón el problema del paro, de la dependencia, de la educación, de las pensiones, etc, etc. me dan más risa que otra cosa, vengan de donde vengan y de quien vengan.  Y por eso flipo tanto con la gente que cree a pies juntillas que sí, que la cosa es relativamente sencilla, y que sólo hay que votar al partido adecuado para que nos lleve al summum de la justicia social y la felicidad. Cómo?  Fácil, pagarán la cuenta "los ricos", los famosos "ricos".

Vale, es verdad, soy una descreída, una escéptica y una vil atea. No creo en dioses ni en milagros ni en recetas mágicas. Lo que creo es que las cosas se pueden hacer mejor de lo que se están haciendo, y sobre todo, quiero que las haga gente que esté limpia. No pido más.

Por lo demás seguiremos a las órdenes de Europa y nos tendremos que atener a lo que nos manden si  queremos seguir beneficiándonos de las ventajas de ser europeos. Y yo tengo claro que quiero. Ya le pasó a Tsipras en Grecia, que prometió el oro y el moro, y luego se tuvo que cagar en todo lo que había prometido. Porque salirse de Europa era un marrón i-na-su-mi-ble. Repito lo que he dicho otras veces: lo del pan y los peces pasó una vez y no ha vuelto a pasar.

Por eso que gobiernen unos u otros en lo fundamental se va a notar poco. Bruselas seguirá marcando las directrices y quien gobierne obedecerá sí o sí por la cuenta que le trae. Cuando consigamos que se vayan éstos del PP ganaremos quizás en transparencia y con un poco de suerte se vigilarán un montón unos a otros y eso evitará algunas corruptelas de ésas que han convertido la política nacional en pura mierda en los últimos años. Pero no obtendremos mucho más.

Soy la primera que quiero ver al PP fuera del gobierno, pero desde luego no a costa de cualquier cosa. No a costa de vendernos a ningún nacionalismo, por ejemplo. Creo que muchos de los problemas que están saliendo ahora tienen que ver con los años y años que tanto los gobiernos populares como los socialistas, para tirar palante, pactaron con partidos que sólo miraban por los intereses de su cachito de terruño, básicamente PNV y CiU.

Si por mí fuera "Nunca mais". Si por mí fuera, se acabarían for ever las circunscripciones provinciales y se contarían los votos por personas, y punto pelota. Y los partidos nacionalistas nunca tendrían ese poder inmenso que durante 40 años han tenido, puteando y extorsionando a todo el país para obtener beneficios exclusivos para su cacho. Votaría a cualquiera que me jurara que jamás pactaría una puta mierda con ellos. Y a cualquiera que cambiara la ley electoral para que mi voto valiera exactamente igual que el de uno de Bildu o de Ezquerra.

En fin, todo esto venía a que admiro a la par que me da un pelín de mieduqui ese fervor, esa fe, esa entrega total a un dios todopoderoso y omnisciente, sea éste un señor con barba que vive en el cielo, una bandera de colorinchis, un buen estupefaciente o un partido político prolífico en promesas milagrosas. Qué coño! No lo admiro, esa fe ciega me da pavor!!

Será porque soy mujer de poca fe. Creo en muy pocas cosas, y ciegamente en ninguna. No pondría la mano en el fuego ni por mi bici ni por mi perra, que ya es decir. Y por mí menos todavía. En lo único que creo a ciencia cierta es en que tarde o temprano voy a palmarla, y eso porque hasta el día de hoy no se sabe de nadie que haya incumplido la norma. Todo lo demás para mí es humo.

Eso sí, nunca dejará de fascinarme el espectáculo de los creyentes. Tal vez por eso estoy enganchada al culebrón de "Pasión de catalanes", y me flipa la gente que llora enfervorecida cuando llueve y no sale su paso en Semana Santa, y me atraen irresistiblemente los que cada año viajan a Memphis para adorar a Elvis, y soy socia de Eldiario.es,

De verdad, no sois vosotros. Soy yo.

2 comentarios:

  1. Te he descubierto hoy y llevo un par de horas navegando por tu blog. Eres una persona realmente interesante y con unas contradicciones apasionantes.

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    1. Pues nada, bienvenido a mi contradictorio mundo.

      Que usted navegue bien.

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