Como sabéis, soy muy forofa del First Date. Ya he abierto antes varios posts comentando sobre este espacio de citas amorosas... o pretendidamente amorosas.
La verdad es que lo que se aprende observando y reflexionando sobre el comportamiento de la gente en este tipo de programas no tiene precio. Y hoy vengo a hacer un análisis más de un tema que surge con frecuencia en el programa, tengo que decir que sobre todo en mujeres.
Llega Carlos Sobera, el presentador, y pregunta a la chica/señora:
- Tú qué buscas en una posible pareja?
Y en un porcentaje importante, casi escandaloso, ellas contestan:
- Sinceridad, honestidad y fidelidad. Sobre todo que no me mientan.
Ayer mismo, sin ir más lejos, hubo tres participantes que dijeron algo parecido. Una de ellas una chica de 19 años, en la que el comentario en cuestión era perfectamente esperable y comprensible, a la par que entrañable. A esa edad es difícil dar más de sí, no se llega mucho más lejos. Todos fuimos así un día y hay que entenderlo.
Lo verdaderamente espeluznante es cuando el comentario lo hace gente de 35 para arriba. Y cuando digo para arriba quiero decir muy muy muy para arriba. Algo absolutamente imposible de entender para mí. Porque a determinadas edades no puede ser que no sepas que la sinceridad es algo altamente peligroso y muy poco deseable.
También por este blog han pasado a menudo algunas almas nobles y puras de ésas que claman por la verdad y recomiendan a las personas que sean totalmente sinceras con sus parejas cuando han dejado de quererlas o se han enamorado de otra persona.
Me pregunto si la gente antes de soltar ese tipo de soflamas se para a pensar mínimamente en lo que está diciendo y en las implicaciones que eso tiene en la vida real de las personas.
No voy a hablar aquí de parejas sin hijos, que ahí la cosa es fácil. Si la cosa no funciona se habla, nos ponemos de acuerdo, vendemos las propiedades en común si las hay y hasta luego Lucas. Aquí paz y después gloria, y tan amigos. O tan enemigos, como cada cual quiera.
Vamos a hablar abiertamente y sin tapujos de lo que significa enamorarse de otra persona cuando se tienen hijos y de lo que implica ser absolutamente honrado, honesto y sincero, como propugnan muchos. De lo que supone una separación con hijos, tanto en el aspecto económico como en el familiar. Y vamos a tratarlo, sobre todo, desde el punto de vista de los tíos, que en estas cosas hoy por hoy llevan todas las de perder.
Voy a dar una serie de razones prácticas por las que decir la verdad en estas situaciones puede ser el mayor error de tu vida. Y lo haré planteando los distintos casos que pueden darse en el marco de una separación:
1. Que ambos cónyuges trabajen y el juez determine la custodia compartida de los hijos.
Éste sería el mejor de los casos. La custodia compartida implica que los cónyuges se implican igualmente en el cuidado y manutención de los hijos y nadie tiene que pasarle a nadie ningún tipo de pensión alimenticia ni nada.
Pueden darse varias circunstancias. Por ejemplo, que el domicilio familiar sea declarado como el mejor para que sigan viviendo en él los hijos, en cuyo caso los cónyuges pueden repartirse por temporadas la convivencia por turnos en el citado domicilio. En las etapas que no les toque, pueden alquilarse cada uno un domicilio alternativo en el que poder vivir en sus turnos de "solteros".
Ya digo, éste es el mejor de los casos. Cada X tiempo se muda al domicilio común uno de ellos y convive ese tiempo con los hijos. Esto implica tener que pagar un alquiler y unos gastos de mantenimiento vital en las temporadas en las que no les toque convivencia familiar. Por supuesto asumiendo en todo momento su parte en los gastos comunes como hipoteca, colegios, medicinas, etc.
Sólo digo una cosa: que cada cual que lea esto eche cuentas de si podría mantener esta situación por mucho tiempo con su sueldo.
Y estamos hablando del mejor de los casos!
Por no hablar del trastorno personal de no tener un hogar estable porque constantemente tienes que andar haciendo maletas de un lado para otro con tal de que los hijos sigan manteniendo su entorno, sus amigos, sus colegios y un nivel de vida lo más similar posible al que mantenían antes.
También puede darse que uno de los cónyuges deje al otro el uso y disfrute del domicilio familiar y se traslade solo o con una pareja a otro domicilio al que periódicamente los hijos deberían acudir. Esto naturalmente sólo puede hacerse si se cuenta con una economía familiar que lo permita y/o con una nueva pareja que haga una importante aportación económica para sostener la situación.
Ni que decir tiene que en este caso los puteados son los hijos, que tienen que andar periódicamente mudándose de casa, de hábitos, de amigos incluso. Contando con que los padres vivan en el mismo barrio y en la misma ciudad, porque naturalmente esto es insostenible cuando se vive en lugares muy distantes, incluso en países diferentes. Imposible sencillamente.
2. Que ambos cónyuges trabajen pero el juez determine la custodia para uno de ellos, generalmente la mujer, porque es la que siempre ha cuidado de los hijos.
Lo de antes era gloria bendita al lado de esto. Aquí toca apechugar económicamente, con el agravante de que en la práctica el contacto con los hijos se dificulta enormemente para el que no tiene la custodia.
Pongamos que hablamos de alguien con un sueldo de 2.500 euros mensuales. Convendremos en que en este país no es un mal sueldo. Y pongamos que tiene tres hijos. Como poco por cada hijo que pague 300 euros, aparte por supuesto de seguir apechugando con los gastos que le corresponden de hipoteca, seguros, colegios, etc.
Ahora echemos cuentas de lo que le queda a esa persona para vivir teniendo en cuenta que tiene que alquilarse una vivienda y hacer frente a todos los gastos de mantenimiento y subsistencia personales sin dejar en ningún momento a su familia desasistida.
Y luego echemos las mismas cuentas cuando no se tiene un sueldo de 2.500 euros sino uno un poco más de andar por casa. Un mileurista por ejemplo. Tembláis de pensarlo, no? Pues aún puede ser peor, como el que viene a continuación.
3. Que sólo uno trabaje y el otro (generalmente la mujer) se dedique a eso que eufemísticamente se ha venido denominando "labores del hogar".
Aunque os pueda parecer mentira este caso existe, y no son pocos. De hecho en los últimos tiempos hay como una corriente favorable a este tipo de arreglos: la mujer se queda en casa a cuidar de la prole y el hombre se hace cargo del trabajo remunerado. Por lo visto así se ahorra mucho dinero en la etapa de crianza.
En fin, a mí personalmente no me cabe en la cabeza en estos tiempos pero hay quien defiende esta opción con uñas y dientes como válida y razonable, hasta alguna feminista. Para mí sencillamente es un despropósito, una soga al cuello de por vida, una hipoteca mucho más gorda que las del banco.
Eso podía ser válido cuando los matrimonios por cojones eran para siempre, tanto si querían como si no. Pero en nuestros días, en caso de separación, ya no es que tengas que pagar pensión por tus hijos hasta que sean mayores y se puedan valer por sí mismos; es que además a esa persona le tienes que pagar la compensación correspondiente por haber dedicado su vida a cuidarlos y no haber tenido un trabajo remunerado. Y ella muy probablemente no se va a poder valer por sí misma ya nunca, depende de ti económicamente para tooooooooda la vida. Cadena perpetua.
Pongamos el caso anterior: ganas 2.500 euros, convinimos antes que es un buen sueldo, pero en tu casa eso es todo lo que entra y punto. Tres hijos. Pensión para cada uno de ellos y la compensatoria para la señora. Pongamos 1.500 en total, y poco es. No es que vayan a vivir muy bien con ese dinero, pero es todo lo que puedes dar. O lo que te queda. Aparte todos los demás gastos al completo por tu cuenta, porque ahí no hay más ingreso de donde sacar: hipoteca, coches, seguros, comunidad, colegios, universidad... Supongamos que de tu sueldo de 2.500 te quedan 700 (y soy muuuuuuy optimista). Ahora intenta buscarte un piso y vivir con eso. Y que tu ex y tus hijos se acostumbren también a vivir con la mierda que les queda. Ayyyyyyy, esa bendita sinceridaaaad!
Por supuesto, todo esto es si ganas 2.500 euros. No vale si eres un mileurista ni un milquinientoseurista. Por cierto, que todos esos partidarios de la sinceridad y de la honestidad por encima de todo creo que se paran poco a echar cuentas sobre la diferencia de ser mileurista o dosmileurista o tresmileurista. Pa qué nos vamos a complicar, no? Aunque en realidad la cosa varía mucho, de hecho varía todo a la hora de una separación el tener mucha pasta y el no tenerla.
En fin. Todo esto además lo hablamos partiendo de la base de que seas tú quien decide separarse por aquello de la honestidad y de lo feo que es mentir. Si encima es ella la que quiere dejarte a ti y te ves en una de éstas, tiembla, chaval.... Y si ya es que se ha enterado de que había tercera o tercero de por medio y decide ir a putearte y a hacerte la vida un infierno, que haberlas haylas, y no son pocas... cágate lorito.
A alguien puede extrañarle el porcentaje de suicidios de tíos separados? Una cifra escalofriante. Superior, por cierto, al de mujeres muertas por "violencia de género". Sabéis que el suicidio es la primera causa de muerte en España, por encima de los accidentes de tráfico? Y que buena parte son de hombres separados de entre 35 y 55 años? Ayyyyysssss, nooooooo, que de eso no se sacan públicamente estadísticas ni se dice en los medios cada vez que hay un caso!!!!! Vaya por diosssss!
Repito mi planteamiento inicial: vale que con 25 años creas en la sacrosanta honestidad y la sinceridad en la pareja por encima de todo... Pero si has vivido un poco, si has visto lo que pasa a tu alrededor, si te has fijado algo en las consecuencias de las cosas... qué me estás contando?
De verdad, amigos, antes de soltar según qué opiniones y según qué sentencias demoledoras lo mismo no estaría de más pensar en qué es lo que estamos pidiendo y en cuáles son las consecuencias para las personas y para sus familias.
Y lo mismo seríamos capaces de ser un poco más realistas y un pelín menos flowerpower.
Por eso, si vives en un lugar cuyo turismo se ha dislocado y los precios de los alquileres son estratosféricos, o te vas a vivir a un pueblo del interior a más de 60km o te compras un saco de dormir. Es lo que le está pasando a algunos médicos en, por ejemplo, Ibiza. Por cierto, ya da igual que trabajen los dos, pues la mayoría de los sueldos en España están por debajo de los mil euros. Y claro, según Marhuenda es lo que hay y punto. El mercado y sus cosillas.
ResponderEliminarPor cierto las mujeres dicen eso de boquilla pero es absolutamente mentira, al final si el tío está bueno es lo único que importa y si encima el chulito y divertido pues la locura. Los buenos siempre han follado poco cuando no les acompaña el físico y no hay que ser un adefesio. La incongruencia femenina en este tema es de risa. Saludos
ResponderEliminarJajajajaja, bueno, Martínez, creo que ese postureo es común al conjunto de los mortales y hasta de los inmortales.
EliminarNunca has visto cuando entrevistan a un deportista famoso o a un cantante o a un actor cuando le hacen la recurrente pregunta: Qué buscas en una mujer?
Personalidad, simpatía, inteligencia, que sea buena persona...
Y conoces a algún futbolista con una novia fea?
Jajajajaja, la vida es así! Que se mueran los feos.
Pues tú has tenido hijos en común con tu ex, y, por lo que cuentas, parece que os ha ido muy bien a todos. Y tengo casos de primera mano en los que así ha ocurrido igualmente. Si tu "novio" es tan inútil que se ha metido en un marrón de tres pares de cojones del que no puede escapar sin plantearse seriamente el suicidio, es que no es tan de fiar como crees (por si no bastaba con el mero hecho de estar viviendo con alguien a quien engaña sistemáticamente, sin tener ni un ápice de empatía). Yo que tú, llevaría cuidado.
ResponderEliminarCierto, a mí me fue muy bien cuando mi separación, pero fue porque mi ex se fue a vivir con su novia. No lo eché de casa, no lo dejé tirado en la calle ni le obligué a irse a casa de sus padres o a alquilarse un piso. Sencillamente tenía donde ir.
EliminarTranquila, tengo muchíiiiiiiiisimo cuidado con mi novio. Cada vez que agarra un cuchillo con intenciones de clavármelo corro mucho y hasta ahora nunca me ha pillado.
De todas formas normalmente no suelo tener miedo de la gente que engaña cuando no tiene más remedio. Mucho más miedo me da la gente que siempre dice la verdad. Esos sí que son temibles. Y el mundo está infestado de esa plaga.