Pobrecillo Urdangarín, qué pedazo polvorín!

Hay que ver la que ha liado el pobre Urdangarín por unos simples cuernos! 

Y hay que ver también la sociedad tan cutre y tan hipócrita que tenemos! Pos no parece que lo peor que se puede hacer en el mundo es ponerle los cuernos a tu pareja! Una cosa que pasa con toda naturalidad en las mejores y en las peores familias. Vamos, yo juraría que como mucho como mucho puede haber un 10% de matrimonios en los que nunca se haya dado una infidelidad, si no consumada en su totalidad, desde luego sí en la intención y en la mente. Vamos, contando lo de la mente ya es que no llega ni a un 2%. 

Ya he hablado del tema de la infidelidad otras veces en el blog. Y los que me conocéis sabéis que no creo en la fidelidad en absoluto y que la monogamia de larga duración me parece una aberración antinatura total. Por otro lado las relaciones clandestinas tienen un encanto que de ninguna manera tienen las oficiales, y en muchas ocasiones ayudan incluso a reforzar los matrimonios, porque dan mucha vidilla y te hacen salir de la monotonía y de la rutina de pareja, que puede ser bastante letal.

En fin, no entiendo para nada la que le están liando al pobre Urdangarín por este asunto. Personalmente me parecen bastante más graves que los líos de faldas de este señor sus turbios asuntos financieros y la sospecha de que buena parte de la pasta que en su día ganó de modo ilegal puede seguir conservándola en alguno de esos paraísos fiscales a los que tan aficionados son algunos miembros de su familia política, y no quiero señalar a nadie. Y también me da bastante penilla su mujer, que con la que se ha montado va a tener muy difícil seguir manteniendo un matrimonio que se ve que a ella le compensa. Es probable que Urdangarín sea un buen marido, fueraparte la ligereza de su bragueta, ya conocida desde los tiempos del caso Noos.

Si esa señora sabe que él tiene cierta debilidad por las mujeres pero ambos piensan que su familia está por delante de todo, si eres un ente anónimo es posible que puedas mantener las cosas como estaban, pero si todo el mundo está enterado, y en este caso no hay lugar a dudas de que se ha empapado de la historia hasta el último cochino de la porquera, la cosa se complica. Con qué cara sale a la calle de paseo con él de la manita, cuando toda la gente espera un inminente comunicado sobre el cese de la convivencia (por dioooooooos, qué insoportablemente cúrsiles son para decir las cosas los Borbones de los cojones!!) En fin, yo de ella pasaría como de la mierda de la gente y seguiría tan tranquila con mi vida, le parezca lo que le parezca al mundo mundial.  Para estas cosas yo voy a tope con Aute cuando decía aquello de "Una de dos, o me llevo a esa mujer o entre los tres nos organizamos, si puede ser".

Pero bueno, probablemente no lo hará. O sí, yo qué sé, la verdad es que me importa una mierda. Su caso simplemente me da la coartada perfecta para despotricar sobre la hipocresía de la sociedad.

Quien no tenga unos cuernos en su familia que levante la mano. Si no concretamente en su pareja (aunque dale tiempo) en sus padres, sus hermanos, sus amigos, sus hijos... Por favor, que la jodienda no tiene enmienda! Y además, en mi opinión, muchos de los que no lo han llevado a la práctica nunca es o porque el objeto de deseo no ha querido o porque no han llegado a dar el paso de decírselo. Pero vamos, que no hay nadie que no haya deseado alguna vez follarse a otro u otra que no sea su cónyuge. Eso no existe, y a todo el que se le ha presentado la oportunidad lo ha hecho y punto. No sé a qué viene echarse tanto las manos a la cabeza y darse tantos golpes de pecho. Qué cutrerismo, por favor! Y los primeros los medios, como si la inmensa mayoría de los presentadores y colaboradores no hubieran pasado por lo mismo.

Como sabéis, yo soy muy fan de la infidelidad. He tenido muchas discusiones por aquí y por el estercolero de Twitter por defenderla a muerte. En cambio me dan muchísimo por culo las petardas y petardos que se empeñan en dejar de ser la otra u otro para convertirse en parejas oficiales. La gente que se encoña o empolla y está decidida a cargarse el matrimonio del novio o novia. No puedo con ellos. Por eso no puedo ni ver a Marta Riesco, la nueva novia de Antonio David Flores, que no ha parado la tía hasta que no ha conseguido sacar a la luz su historia clandestina y convertirse en la novia formal.  Ya son ganas de ir por la vida destrozando familias tontamente. En fin, ya se arrepentirá cuando se dé cuenta de que la clandestinidad era mucho más chula que el aburridísimo día a día. Cuando Antonio David se tire los cuatro primeros peos en la cama y deje de mandarle guasaps guarros a todas horas echará de menos ser la otra fijo. Yo lo he confesado muchas veces sin pudor ninguno, que siempre me ha gustado mucho más ser la otra que la legítima. Y que si en algún momento alguno de mis novios clandestinos ha hablado de dar un paso hacia la oficialidad se me han puesto los pelos como escarpias.  

Bueno, en definitiva, que me da penilla Urdangarín, por muy chorizo que sea. Y la infanta también, por mucho que se librara en su día de ir a la cárcel por mor de la ingeniería legal que montaron para conseguirlo. Me dan pena porque se ve que son personas que le tienen aprecio a su vida familiar, que han aguantado carretas y carretones, el juicio, la cárcel, la presión mediática, el repudio familiar de los Borbones... Y ahora por unos tristes cuernecillos de nada, al final van a tener que sucumbir. Porca miseria!

Desde aquí los animo a pasar olímpicamente de la peña y a ponerse el mundo por montera. Nunca mejor dicho, por aquello de los cuernos. Jejejejejeje, no he podido resistirme a hacer un chistecillo. 

Cristina, tía, pasa de la peña y tira palante con dos ovarios! Y si dicen que dizan. Desde cuándo te ha importado a ti ni medio pimiento? Y tú, Urdangarín, tío, ten una mijilla de más cuidao, que hoy en día hasta el más tonto tiene un móvil y sabe hacer fotos, coññññño!

Pobrecillo, si es que es mu pringao! Al final ha sido el único de toda la panda mafiosos que ha pisado el trullo y encima ahora van y le joden el matrimonio.

No tengo remedio, soy una romántica empedernida.