martes, 7 de marzo de 2017

Martínez, Kowalski e Inma: conociéndonos

Aun a riesgo de ponerme pesada voy a seguir hablando de mis perrillas. Ahora mismo ocupan prácticamente casi todos mis pensamientos y son mi principal preocupación.

Después de lo de Manolo me he quedado bastante tocadilla y tengo mucho miedo de que les pueda pasar algo a ellas. Además Marti, la pequeña, hace un ruidillo raro, como una especie de tos asmática. Ayer hice de tripas corazón, porque me costaba un huevo volver a ir al veterinario después de mi dramática visita última, y la llevé. No parece que tenga nada de bronquios pero me dijo que muchos animalillos que vienen de la perrera están enfermos y que algunos incluso mueren. No se sabe dónde han estado ni si los han maltratado, si han vivido en pisos o en el campo, con o sin niños. Lo único seguro es que en la perrera han pasado un frío de muerte y necesitan calor de hogar. Y una terapia de adaptación y muuuucha muuuucha paciencia.

Intenté sacarlas de paseo pero tienen pánico a la calle. Lo pasaron fatal, se tiraban al suelo y no había forma de que se movieran. Creo que tienen miedo a volver a ser abandonadas o a que las lleve de vuelta a la perrera. Criaturitas.

Reconozco que ayer tuve un momento pánico muy intenso, algo parecido a cuando eres madre primeriza y el bebé llora y no tienes ni puta idea de lo que le pasa y te sientes aterrorizada porque no sabes si lo vas a hacer bien y crees que la vas a cagar y que menudo embolao en el que te has metido.

Marti se puso a ladrar como una posesa y se tiró así una hora. Yo estaba a punto de echarme a llorar porque no había manera de callarla. No sabía lo que le pasaba ni sabía cómo calmarla. Tuve un momento de desesperación total. Necesito urgentemente un encantador de perros.

Me siento también un poco culpable porque me he lanzado alegremente a la adopción y lo cierto es que yo paso muchas horas fuera de casa. Es verdad que mi jornada es intensiva y luego tengo las tardes libres y los fines de semana enteros pero claro, son muchas horas fuera y estos animalitos necesitan ahora mucha atención.  Manolo estaba acostumbrado y además era un perro muy independiente, no me hacía ni puto caso en todo el día, sólo protestaba para que lo sacara. Ellas en cambio son hiperdependientes, sólo quieren estar pegadas a mí, me miran todo el rato y si me levanto del sofá se ponen de los nervios.

Ahora me doy cuenta de la poca vida de sofá que yo hago. En realidad estoy muy poco tiempo sentada en casa. Mis horas de sedentarismo terminan cuando salgo del trabajo porque lo cierto es que en casa no paro, estoy todo el rato de un lado para otro. Y digo que lo noto ahora porque cada vez que me levanto es un poema, se ponen las dos enloquecidas, y me da muchísima pena dejarlas.

Cuando Manolo vino vivíamos todos en casa y si no estaba uno siempre estaba otro; el animal pasaba muy poco tiempo solo. En cambio ellas me tienen a mí y punto pelota. Estos primeros días se está llegando mi hija un rato por la mañana a darles una vuelta y ver cómo están pero eso será hasta que se adapten y se tranquilicen y vean que no las he abandonado; luego tendrán que quedarse solas cuando yo esté trabajando. Supongo que es cuestión de tiempo y de paciencia.

Ufffff, la verdad es que esto es toda una aventura y tengo un montón de miedo de no estar a la altura. Ahora en el trabajo estoy mucho más tranquila pero anoche no me eché a llorar de puro milagro.

En fin, ya os iré contando los progresos que vaya haciendo con las Koplowitz. A quien no le gusten los temas de perros con no leerme tiene bastante.

Y si hay alguien por aquí que sepa de la vida perruna, porfi, todos los consejos son pocos. Reconozco que estoy más perdida que el barco el arroz.

4 comentarios:

  1. Lo vas a hacer muy bien. No te agobies. Y cierto es que son ahora mismo como cachorros. Cuando te marches, deja a su lado prendas con tu olor. Sé que suena escabroso, pero así sienten tu presencia. Tomarán confianza poco a poco, ya verás.

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    1. Y cuando se líen a ladrar sin ton ni son como ayer qué hago?

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  2. Yo sé bastante de perros (una de mis grandes pasiones es la etología). Pero estoy tan liada... A ve si saco un rato y te leo más detenidamente. Mientras tanto, te recomiendo el programa "Malas Pulgas" que dan los findes en Cuatro a las ocho de la mañana.

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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