Hay muchas cosas que odio en esta vida pero hoy concretamente me voy a centrar en dos que últimamente me traen a maltraer:
1. Los grupos de señoras que salen a andar de buena mañana y ocupan toooooda la acera, carril bici incluído.
Nunca me he explicado que haya gente que se pegue el madrugón para salir a andar. Ya lo he comentado otras veces, con lo mal que llevo yo madrugar, que lo hago porque no tengo más remedio, porque si no curro no como, y que haya gente que se levanta alegremente y salta de la cama y se va a la calle por gusto, sólo para andar!!!!!! No lo entiendo, no lo concibo, pero en fin, hay mucha gente que lo hace. Oye, cada cual que haga con su cuerpo lo que le dé la gana.
Pero lo que me toca de verdad las narices es que se empeñen en andar haciendo barrera, tooooooodas juntitas en comanda, ocupando toooooooooda la acera. Ellas no pueden ir en fila india, no. Ni de dos en dos, por parejas, tampoco. Ellas tienen que ir en línea, no se vaya a quedar alguna por detrás, por diossssss!
Cuando voy en la bici y las veo a lo lejos ya me descompongo y empiezo a despotricar interiormente, tal que así:
"Hijasdelagranputa, ya están ahí! No os podíais quedar en vuestra camita durmiendo tan ricamente. Noooooooo, tenéis que levantaros para joderme a mí la mañana. Y no podéis ocupar un cachito de la acera, nooooooooo! Vosotras tenéis que ocupar la calle entera, y si hay carril bici también. La calle es vuestra, no hay más gente, y si la hay que se jodan y vayan detrás de vosotras en procesión. Desaprensivas, malas pécoras!"
No puedo con ellas. Las odio profundamente. Consiguen aflorar mis instintos criminales. Me dan unas ganas locas de acelerar y pasar por encima. Lo que pasa es que ya ves tú, probablemente destrozaría la bici, me mataría yo y ellas seguirían intactas, sin un rasguño, andando tranquilamente y jodiéndole la vida al resto del mundo. Estoy convencida, porque como todo mal bicho son indestructibles. Indestructibles y destructivas, porque más de una vez he estado
a punto de palmarla yo intentando esquivarlas o adelantarlas por un cachito de acera milagrosamente libre. Si estoy viva es de pura chiripa porque lo que es ellas aunque les pites o les pidas por favor que se aparten pasan como de la mierda. Es como si estuvieran pegadas unas a otras con pegamento y no pudieran separarse de ninguna manera.
Las odiooooooooooooo!
2. La otra cosa que no soporto es a esas tías guarras muy escrupulositas que llenan la tapa del váter de papel higiénico para no mancharse y luego dejan el papel ahí puesto para que la siguiente que llegue se lo encuentre bien puestecito y lo tenga que quitar.
Guarraaaaaaaaaaaa!
Por qué tengo que tocar yo TU papel, que lo has puesto TÚ para poner TUS piernas y vete TÚ a saber si no estará salpicado de TU orina?
Es otra cosa que no me explico. Si te da mucho asco sentarte en un váter público por qué no coges un cacho de papel y limpias la taza antes de sentarte en ella? O si lo prefieres lo forras de papel, pero hijaputaaaaaaa, quítalo despuéeeeeeees!
Noooooooo, ellas ni pensarlo. Ellas forran la tapa y cuando se levantan te dejan ahí todo el engranaje que han montado y ahora llegas tú, inocente de ti, meándote viva, y te tienes que poner a quitar toda la parafernalia sin saber si está mojado o qué coño puede haber ahí.
Otras veces las muy asquerosas se molestan en quitar el papel que han puesto pero en lugar de echarlo a la papelera lo tiran dentro del váter y lo atascan. La mayoría de las veces ni se molestan en tirar de la cadena, pero es que aunque lo hagan es tanto el papel que es imposible que se vaya. Se queda ahí, hasta que llegue el personal de limpieza y no quiero pensar cómo, consigan sacarlo. So cerdas!
Hay derecho? No, no lo hay. Esas tías deberían de pillar una cistitis de caballo; o peor, tricomonas. Si en la vida hubiera justicia poética deberían padecer justo aquello que intentaban evitar colocando ese mecanismo infernal.
Son gente mala, egocéntrica, bichos repugnantes, escoria. Lo malo es que no las ves hacerlo y no hay manera de saber quiénes son. Si yo pudiera ver a alguna en pleno acto delictivo es muy probable que la moñeara y le arrancara hasta el último pelo. Pero las muy cochinas cometen sus fechorías en la clandestinidad y es imposible distinguirlas de las demás.
Cerdaaaaaaaaaaas!
Bueno, en fin, hasta aquí mis dos fobias del día. Parece mentira pero después de este pequeño desahogo me siento mucho mejor. Vale que no puedo apedrearlas ni estrangularlas ni acuchillarlas ni atropellarlas pero al menos puedo ponerlas a caer de un burro en mi blog y quedarme a gusto.
Menos da una piedra.
Pues a mi me toca limpiar el de todas :)))))), y lo voy llevando tan ricamente :). Eso si, alguna vez ya me he cagao en tos los putos muertos de tu género (se me ha caído un mito con los servicios públicos femeninos, ti lo juro).
ResponderEliminarHola tú, so facha lela :P ;)
Enga, va, un regalito, pa que lo bailes en plan salvaje ;)
https://www.youtube.com/watch?v=NEwQkucMajQ&feature=youtu.be