Recientemente ha saltado a la luz pública algo que por lo visto era vox populi en los mentideros periodísticos y políticos del país durante los años 90 pero que, por ser aquéllos unos tiempos de tremendo oscurantismo informativo en todo lo referente a la monarquía, nunca había salido en la prensa ni se había hablado públicamente de ello. Me refiero, como ya imagináreis, al romance entre el actual rey emérito y la vedette Bárbara Rey.
Independientemente de que a mí las historias de cama de este señor me importan un pimiento y que no es mi intención hacer ningún juicio moral sobre ellas porque cada cual tiene todo el derecho del mundo a follar con quien le dé la gana, lo que a mí me interesa de este asunto y me parece realmente escandaloso es que esta noticia se acompaña de la del supuesto chantaje de la amante real y del pago por parte de los servicios secretos españoles de una cantidad nada despreciable a esta señora para comprar su silencio.
Vamos, que a mí me da exactamente igual que este tipo fuera un pichabrava y que se tirara a todo lo que se moviera, que parece ser que era así. Y hasta me da lo mismo que sus amantes intentaran chantajearlo para aprovecharse en lo que fuera posible de los privilegios natos del caballero en cuestión. Lo que no entiendo y me parece escandaloso es que ese dinero se pagara con fondos reservados, es decir, que ese dinero no lo pagara él de su bolsillo con la ingente pasta que tiene guardada, sino tú y yo, o más propiamente, tus padres y los míos, que eran los que entonces pagaban impuestos.
Y yo me pregunto: por qué tenemos que aguantar todo lo que nos eche la panda esta? Esos que dicen que cualquier presidente de república nos saldría más caro, en quién están pensando? Quién nos va a salir más caro que esta pandilla de golfos y ladrones acostumbrados desde la cuna a la buena vida, al lujo y a no perderse una?
Y en el supuesto de que nos saliera más caro un señor puesto ahí a elección popular no tendríamos más que quitarlo cuando se comprobara que derrochaba el dinero que es de todos en pagar lujos y/o chantajes y extorsiones varios.
Y quien dice este dinero, que vete tú a saber cuánto será y a cuántas señoras más no se lo habrán tenido que pagar igualmente para que no hablaran con nadie de sus asuntos, y a cuántos periodistas... en fin,... me refiero a todo lo demás: sus coches caros, sus viajes de placer a sitios exóticos solo aptos para millonarios, sus cacerías, sus vicios de todo tipo...
Ya, ya sé que era muy campechano el hombre, pero a mí no me importaría que hubiera sido una mijilla menos campechano y un poco más austero y responsable con el dinero ajeno.
Pero bueno, se ve que en este país nos enteremos de lo que nos enteremos tenemos unas tragaderas que pa qué. Este asunto está día sí día también en los medios pero todavía no he visto a nadie plantearse qué necesidad tenemos de aguantar al clan mafioso este que nos lleva saqueando a manos llenas, eso sí, con exquisita elegancia, durante más de 45 años. Desde mucho antes de que al señor este lo nombraran rey porque me imagino que el pichabravismo no le vino de la noche a la mañana, que pa ser cochino antes tuvo que ser lechón.
Y nada, ahora a seguir tragando con el hijo y la señora, que sí, muy preparados y muy majetes, pero que les gusta más un yate y un coche de lujo que a un tonto un lápiz. Y nosotros a pagar. Y luego a pasar nuestras vacaciones en un apartamento para 5 pero con 25 dentro. Y a pasar la ITV hasta que nuestros coches desfallezcan de puro viejos.
Si es que somos un país de gilipollas. Todo lo que nos pasa lo tenemos más que merecido, por mastuerzos, por serviles y por mansitos.
Efectivamente, lo que escribes es de cajón pero según se observa la persona sobre la que recaen todos los golpes es la señora Rey, de nombre Bárbara. Ella hizo lo que hubiera hecho cualquiera, pedir dinero por su silencio. Por eso no comprendo la actitud de ciertos medios de comunicación que, en vez de atacar al ex monarca, ponen de vuelta y media a la señora Rey. Que tengamos que pagar las putas del Rey, sus cortesanas y demás marranadas públicas (marranadas no por sexuales y sí por costosas), y, como tú dices, sin saber si hubo muchísimas más, sería para que en cualquier país serio interviniera de oficio la fiscalía del Estado, mandando al ex monarca a tomar por tracto rectal. Si a ello le unimos Corina, su palacete cercano a Zarzuela, las cacerías, las comisiones que cobraba del petróleo traído de Arabia Saudí, su oscura posición en el golpe de Estado, los múltiples viajes camuflados, los coches deportivos, los veleros, su sueldo y el de la tropa familiar, y demás mierdas reales, pues... Es lo que tú dices, este país es un asco. Empezando por su pueblo, experto en sodomía.
ResponderEliminarTragaderas, Martínez. Inmensas y profundas tragaderas es la seña de identidad de este puto país.
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