jueves, 16 de junio de 2016

El guarro (II)

Hace un tiempo hablé en este blog de un compañero de trabajo con cierta alergia al agua y al jabón. Para los que no lo leyeran paso el enlace:

http://arfondoalaizquierda.blogspot.com.es/2015/12/el-guarro.HTML


En aquel momento incidí en ese aspecto de la personalidad del sujeto, y también hice una leve alusión a su impresionante falta de compañerismo. Hasta el punto de que una lectora llegó a insinuar que podía tratarse de un Síndrome de Asperger o algo similar.

Que este hombre no es muy normal es claro. Ahora bien, si tiene alguna patología diagnosticada o no es algo que ignoro. Desde luego si la tuviera creo que nosotros, sus compañeros de trabajo, deberíamos de saberlo. Al menos para tratarlo como un enfermo y no como a un simple guarro cabroncete con el que es francamente difícil la convivencia laboral. No quiero ya ni pensar la convivencia personal. Dios mío, lo que su señora tiene que estar soportando no lo puedo ni quiero imaginar.

En fin, como iba diciendo, la guarrez no es la única cualidad de este personaje. Además de eso tiene como una especie de obsesión con ir recogiendo cosas por ahí. El tío aparece todos los días en el trabajo resoplando y sudando la gota gorda (tiene turno fijo de tarde) cargado de bolsas de supermercado (Mercadona, Carrefour...) llenas de cosas que ha ido recogiendo por ahí.

La verdad es que nosotras nunca tocamos sus bolsas pero más o menos nos hacemos a la idea de lo que contienen porque hay gente que lo ha visto por ahí en esta entretenida tarea. Yo misma lo vi un día de lejos, yendo yo en la bici, sacando papeles de propaganda de un buzón que no era el de su casa. Estaba registrando un buzón de propaganda de un bloque de pisos que le pillaba de camino para el trabajo!!!! Lo prometo.

Igualmente otras personas le han visto recoger todo tipo de chatarra y objetos que se va encontrando por la calle. Y como supongo que su señora le tendrá prohibido que lleve sus tesoros a casa lo que hace el tipo es traerlos al trabajo y distribuirlos por el cubículo en el que trabajamos. Ayer sin ir más lejos mi compañera me mandó una foto de un tapacubos de rueda de coche que asomaba por una bolsa.

Frecuentemente hacemos eso, mandarnos fotos de sus hallazgos una a la otra, y la receptora siempre contesta con la carita del guasap esa que suda copiosamente del bochorno.

Naturalmente nosotras nunca tocamos sus cosas. Hemos ido desarrollando una repugnancia enfermiza hacia todo lo que viene de este hombre, y estoy segura de que ninguna de nosotras venía de fábrica con esa cualidad. Yo por lo menos nunca he sido escrupulosa ni nada por el estilo, pero a tal punto he llegado que como tengo que usar el mismo asiento que él y ahora en verano vengo a trabajar con pantaloncillos cortos o con faldas y sin medias ni nada, totalmente a pelo, no puedo soportar la idea de plantar mi culo y mis piernas en donde él ha puesto los suyos, así que me he comprado un cojín y en cuanto le hago el relevo cuando yo vengo de tarde lo primero que hago es ponerlo. Ni muerrrrta pongo yo mi culo ahí sin protección.

Para que os hagáis una idea, también va recogiendo las cosas que los alumnos se van dejando en las mesas. Incluso cosas de comerrrrr!!! Que alguien se ha dejado media hamburguesa? Pues él la recoge y se la guarda!!!!!! De verdad, palabrita.

El tipo nos tiene a todos alucinados. De hecho algunos compañeros han pillado más de una vez a los alumnos haciéndole fotos. Lo que no me explico es cómo no las han colgado en el Twitter o en el Facebook de la biblioteca.

Un día se estaban descojonando de él porque estaba repantingado en la silla, con los pies en la mesa y dos ordenadores, uno a cada lado, los cascos puestos, la camisa desabrochada con todo su inmenso tripón al aire, y durmiendooooooo de esta guisa! Por lo visto los nenes tenían un cachondeo que pa qué y estaban sacándole fotos. El compañero que lo vio fue corriendo a despertarlo y le llamó la atención, pero lo hecho hecho estaba, y las fotos deben andar por ahí en alguna parte.

Y lo peor es que hay quien ve estas cosas y nos mete a todos en el mismo saco. Esa imagen del trabajador público que a todos los que somos más o menos normales y cumplimos con decoro con nuestras funciones nos llena de horror.

A pesar de lo mal que nos hace sentirnos esta persona la verdad es que nadie sabe muy bien cómo tratarlo, porque nos damos cuenta de que muy normal no es y de que alguna enfermedad mental debe de tener, y además grave. Yo creo que por eso nadie le dice nada y todos nos limitamos a espantarnos cada vez que lo vemos aparecer cargado con su chatarrería y con sus pintas de no haber visto una ducha en meses.

Otra peculiaridad que tiene es que va a todo lo que sea gratis. Que se entera de que dan una copa en alguna parte o que hay un evento en el que no hay que pagar... sea de lo que sea, da igual... lo mismo un concierto que un congreso de biología molecular... él va a todo y se toma su copa gratis. Un homenaje a alguien, una jubilación, el aniversario de algún acontecimiento... allí que va él tan contento y tan feliz, tanto si conoce al homenajeado como si no, siempre que den de comer o de beber gratis.

Habrá quien piense que igual es que el tío está mal de dinero o algo así. De hecho durante años nosotras nos aferramos a esa esperanza, pero qué va. El colega tiene su casa pagada, la mujer es profesora de instituto, no tiene personas mayores ni hijos pequeños a su cargo, solo un hijo mayor que ya ha terminado sus estudios y trabaja con una beca... y además de tanto ahorrar yendo a sitios gratis hace un par de años se compró un apartamento en la playa que debe de estar pagando en cómodos plazos.

En fin, cuento esto por aquí porque de vez en cuando siento la tremenda necesidad de desahogarme.

No puedo explicarme cómo su señora puede soportarlo. Porque del olor no he hablado pero... podría hacer mil comparaciones e inventar cientos de metáforas que darían por sí solas para otro post. La cuestión es que si esa mujer lo conoció así tal cual eso significa que ella está igual de enferma que él o peor. Y si lo conoció normal y luego se ha vuelto de esta manera... no me cabe en la cabeza cómo  puede tener estómago para algo así. Por mucho cariño que le haya cogido.

Como mínimo lo habría llevado a un médico y tendría algún diagnóstico. Y es de suponer que alguien habría informado a sus superiores para que fueran comprensivos con él. Y los superiores habrían intentado hacer con él cualquier cosa menos tenerlo de cara al público, atendiendo a la clientela. De hecho, es lo que se hace aquí con las personas que tienen problemas psíquicos, que son un montón. Aunque os cueste creerlo esta profesión es un nido de tarados, es un trabajo de riesgo total, a juzgar por la cantidad de gente que está más pallá que pacá. Tenemos una colección que es digna de un tratado de Psicopatología.

Pero de todos los piraos éste es el único que está de cara al público, y ya os digo que es famoso y tiene a un montón de paparazzis detrás a la caza de sus mejores momentos.

En fin, y aquí estoy yo con el tapacubos a un lado, una bolsa del Mercadona igualmente sospechosa al otro, y ... ah, se me había olvidado, también tiene debajo de nuestra mesa una especie de pantuflas que se pone cuando llega y se quita los zapatos. Yo cada vez que me asomo y veo las pantuflas me quiero morir.

Es que no tiene desperdicio. No hay por dónde cogerlo, de verdad.

Y pensar que le quedan lo menos cuatro años más para jubilarse!!!! Ay virgen santa, lo podré soportar????

Ps. No podía guardarme esta información espeluznante. Hoy he sabido que el apartamento en la playa lo pagó a tocateja. Palabrita. Conocéis a alguien que tenga dinero para comprarse un apartamento así??

Ps2. Ah, y ahora se ha ofrecido voluntario para trabajar también los śabados. Querrá ahorrar para un yate al contado??

16 comentarios:

  1. Y este pedazo de post lo hiciste en el trabajo?

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    1. Pues sí. En un arrebato de terrible desesperación.

      Qué pasa? Hay quien hace una paradita de vez en cuando pa fumar y yo la hago pa escribir y desahogarme, que es más sano. Algún problema?

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  2. Ninguno! Fue un comentario en un arrebato de terrible desesperación.

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  3. ¡Qué interesante lo de la biblioteca como refugio de enfermos mentales! ¿No podrías explayarte más al respecto? Contando historias de más gente chunga que hayas conocido... Venga, sacia tu necesidad de largarlo todo por esa boquita tan bonita que tienes :) Que nos (me) encanta leerte, y lo sabes.

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    1. Pues mira, de los otros pirados de la biblioteca no me gusta mucho hablar porque la gente que tiene enfermedades mentales chungas me da mucha pena.

      Solo te diré que tenemos a uno recluido en el sótano que no puede tratar con ningún ser humano y a otra que en los últimos 20 años ha estado de baja por depresión casi 18.

      Nuestra biblioteca es una especie de refugio de especies raras. Cuando una persona no puede trabajar en otra biblioteca y nadie más la quiere en las demás los recogemos aquí. Y por eso tenemos el ramillete que tenemos.

      Cada vez que nos enteramos de que hay un nuevo problema mental en algún centro ya sabemos dónde va a terminar yendo a parar.

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    2. Y lo peor es que como no pueden hacer casi ninguna cosa hay que inventar trabajos para ellos.

      Al del sótano lo tenemos en el depósito con revistas del año la polca y a la eterna depresiva haciendo inventarios inútiles porque nadie se atreve a pedirle algo un poco más complicado, no sea que se nos eche a llorar.

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    3. Cada vez que nos enteramos de que hay un nuevo problema mental en algún centro ya sabemos dónde va a terminar yendo a parar.

      Toneladas de resignación silenciosa,terminadas con un suspiro que da a entender que asimilas esta realidad se esgrimen de este párrafo cargado de un tono lacónico.

      Lo que encuentro tan tan gracioso de esa frase es el tono irónico, que el saber no siempre da la felicidad.

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  4. El otro día comentaba con alguien que no soporto el olor humano. Es como una especie de alergia personal. Puedo estar en una vaquería, al lado de los caballos y sus deposiciones, los cerdos (algo menos), pero el olor a sudor retestinado es para mi ir directamente al baño para vomitar o esas personas que no pueden o no quieren lavarse y que... El mal olor humano es el peor de todos los malos olores del mundo mundial animal.

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    1. El humano no sé pero el del tío este no lo dudes.

      Yo diría incluso que es sobrehumano.

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    2. Francisco, ¿has visto la película 'El perfume, historia de un asesino'? Creo que te puede gustar. Ambientada en el Siglo XVIII, trata de un hombre con una extraordinaria capacidad para detectar olores, y que se empieza a obsesionar por hallar la forma de 'preservar' el olor, lo que le llevará a matar a bellas mujeres con cuyos extractos elaborará el perfume perfecto. La película es una verdadera joya.

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    3. Pues más joya es el libro.

      Abunda en detalles que en la película obviamente no pueden recogerse.

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    4. Y al revés. Una imagen puede expresar más que mil palabras. Pero me tengo que leer el libro, sí. Me consta que los que han leído la novela están muy disgustados con el cierre de la película, a mí como la obra de Süskind me es desconocida, pues me ha parecido fascinante.

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  5. Actitud de colegio. Inma... parece que tuvieras mi edad.

    Encuentras más interesante en burlarte a las espaldas de ese pobre infeliz, que, al ser una cuestión que dices que te afecta, hablarlo directamente con él. Hàblalo con él. Por qué no? Qué problema puede haber? No creo que pierdas tu dignidad ni tampoco tu privilegiado estatus social en el trabajo por ello.

    Y si tienes curiosidad por su vida personal, no es mejor charlar con él también al respecto en vez de aventurar y murmurar a sus espaldas? Será más cómodo, pero es más aburrido, pero según para quién, claro.

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    1. Román, no se habla con la gente sobre su estado mental si no has sido invitado a hacerlo.

      Es una norma básica de comportamiento que nunca se debe violentar.

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  6. Jajajajaja, hay que ver cuántas cosas aprende uno contigo!

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  7. Hola Román, efectivamente he visto la película, bastante digna, y he leído la novela, que es ya un clásico de la literatura y una obra sencillamente fascinante. Te ruego la leas, pues es formidable como indica Inmaculada.

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