El rapero

 A mi hijo pequeño le ha dado por hablar en rapero.

Y está todo el rato haciendo rimas de más que dudosa calidad:

- Madre, te voy a ser muy sincero,
me la suda todo, me da igual que sea rape o que sea mero.

- Niño, tú es que no puedes hablar como todo el mundo?

- Soy el puto amo, soy el as de la improvisación
pero mi vieja quiere que hable como un julandrón.

- Pasa de mí, niñato.

- Se me ha mosqueao la vieja,
no le gustan mis rimas y todo el rato se queja.

- Cosa más peśa, hosssstia! Mira, niño, déjame en paz.

Me tiene frita con las putas rimas.

Pero el tío plasta sigue erre que erre:

- Madre, me podrías informar si no te molesta
sobre lo que hay de comer antes de irme de fiesta?

- Te podría informar pero que te informe tu tía
porque puedes abrir tú el frigo y ver lo mismo que yo vería.

- Cucha la vieja, se me ha puesto chula
y quiere competir y embiste como si fuera una mula.

- Pos la mula te lo dice bien clarito,
búscate la vida pa comer que eres ya mu viejo pa ser tan flojito.

- Pero madre, por qué esa intransigencia,
por qué muestras hacia tu hijito esa falta de querencia?

- Porque estoy hasta el moñito
de lo flojo, lo pesao, lo capullo y lo chulito que es mi hijito.

- Pero si te he salido listo,
y guapo y elegante y gracioso, y en hijo lo nunca visto.

- Pos un poco menos graciosillo y un poquito más normal
te prometo que no hubiera estado nada mal.

- Entonces me dices lo que hay de comer
o tengo que escarbar en el frigo y ponerlo todo del revés?

- Del revés te voy a poner yo a ti la cara
si rebuscas en el frigo y me pones luego las cosas raras.

- Bueno bueno, mira qué genio
se gasta la vieja porque le ha salido un hijo con ingenio.

- Pos si eres tan ingenioso
ingenia algo pa que tu cuarto esté algo menos asqueroso.

- Voy a tener que dejar de rimar
porque al final con las tonterías me va a poner y todo a trabajar.

- No caerá esa breva fijo,
anda, come y cierra un rato el pico, que vaya piñazo de hijo.