sábado, 6 de febrero de 2016

Una hostia a tiempo vale más que mil palabras

QUIÉN HA COMIDO SALCHICHAS Y HA DEJADO LA COCINA LLENA DE TOMATEEEEEEEE?

Silencio absoluto.

QUIÉN HA DEJADO ESTOS CALCETINES ASQUEROSOS ENCIMA DE LA MESAAAAAAAA?

Silencio absoluto.

QUIÉN HA DEJADO TIRADAS EN MEDIO DEL SALÓN ESTAS ZAPATILLAS EN LAS QUE EL MANOLO SE ESTÁ MEANDOOOOOOOOO?

Silencio absoluto.

QUIÉN HA CAGADO Y NO HA TIRADO DE LA CADENAAAAAAAA?

Silencio absoluto.

En realidad todas estas preguntas son retóricas. No necesitan respuesta porque yo sé quien ha sido el que ha hecho todo eso. Si chillo preguntándolo es por desfogarme más que nada.

Pero de repente...

MAMAAAAAAAAAÁ, SOCORROOOOOOOOO!!! QUE ESTE ME ESTÁ PEGANDOOOOOOOO! DILE ALGOOOOOOOOOO!!!!!

Ajajá, esta es la mía!

Quieres que le diga algo?

SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, POR FAVOR, MAMAAAAAAAA, QUE ME MATAAAAAAA!

Vale, le diré algo.

DALE OTRA HOSSSTIA!!!!!

QUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE?????

QUE LE DES OTRA HOSTIAAAAAAAA!

PERO MAMAAAAAAAAAAAAAAAAA!

Dale una hostia por las salchichas y el tomate derramado.

PLASSSSSSSSSSS!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Y ahora dale otra hostia por los calcetines encima de la mesa.

PLAAASSSSSSSSSS!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Y ahora dale otra hostia por las zapatillas, aunque ahí ya el Manolo haya actuado.

PLAAAAAAASSSSSS!!!!!!!!!!!!!!!

Y ahora la última hostia por el truño que me he encontrado en el váter y que me apuesto la cabeza a que es suyo!

ALTO AHÍIIIIIIIIII! QUÉ TRUÑOOOOOOO????

El truño que había en el váter hace un rato antes de que yo tirara de la cadena haciendo de tripas corazón.

Imposible, no es mío. Yo hoy no he cagado. Todavía.

Cómo que no es tuyo??????? Un truño en el váter y no es tuyooooooo?

Ejem ejem... estoooooo, mamá, me parece que va a ser mío. Es que no me he dado cuenta y no he tirado de la cadena.

Silencio.

Más silencio.

Más silencio.

Silencio muy tennnnnso.

Vale.

Luis, devuélvele la última hostia a tu hermano.

PERO MAMAAAAAAAAAAAÁ

Ni mamá ni leches. Si has cagado y te has olvidado de tirar de la cadena tú también necesitas una buena hostia. Luis, procede.

PLAAAAAAASSSSSS!

Ser madre en estos tiempos es muy duro. Es absurdo pegarles a tus hijos cuando te sacan una cuarta o dos y de un empujón mal dado te podrían estrellar contra la pared.

Pero quién ha dicho que no se pueden utilizar las hostias que se cascan entre ellos para darles su merecido? Por qué no usar las armas a nuestro alcance para educar a nuestros hijos aunque tengan pelos en los huevos y huevos como castillos?

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