jueves, 13 de junio de 2013

De sexo, pareja y otras ordinarieces

Éste es un post especialmente destinado a chicas, así que quien no responda a esta característica y no quiera sufrir por exceso de sapiencia que no lo lea y punto. Y la que avisa no es traidora, que esto no es el diario de Bridget Jones. En fin, allá voy:

Que hombres y mujeres no somos iguales creo que ya a estas alturas es un hecho que no ignora nadie. Obviamente tenemos derecho a los mismos derechos, valga la redundancia, pero desde luego no nos parecemos casi en nada. Bueno, sí, nacemos, crecemos, comemos, bebemos, dormimos, meamos, cagamos, sudamos, nos reproducimos y nos morimos casi igual, peeeeero aparte de en las funciones vitales básicas en poco más nos parecemos. Esto es así, nos guste o no.

En fin, hoy voy a centrarme en el tema del sexo en la pareja. Me refiero naturalmente a la pareja estable, sea matrimonio o no, que eso ya en estos tiempos es lo de menos.

Los que tenemos experiencia en la materia (y la mía viene acreditada por más de 30 años de razonablemente feliz convivencia) sabemos que eso de los ritmos sexuales varía mucho de uno a otro sexo. Aunque he conocido algunos casos en los que ocurre al revés, lo más normal es que el ritmo sexual del varón sea mucho más frecuente que el de la mujer, sobre todo una vez terminada la fase de cortejo y apareamiento con vistas a la reproducción, que es cuando la mujer está como más receptiva por lo general.

Una vez superada esa fase y habiendo conseguido el objetivo reproductor (esto es algo natural y no hay de qué avergonzarse, chicas, nos ocurre a todas), la mujer se apalanca y el sexo apetece mucho menos, cosa que a ellos, por desgracia, no les pasa.

El feminismo y la comedia romántica en este aspecto han hecho mucho daño. Ese mensaje fatídico de que las mujeres sólo follen cuando quieran y les apetezca es probablemente la causa de la mayoría de divorcios en el mundo. Yo para estas cosas soy muy clásica: si tienes un marido que cumple con sus funciones de marido y se porta bien contigo, tú también tienes que cumplir con el débito conyugal, y eso es lo que hay, tanto si te gusta como si no. Porque a él tampoco le gusta estar todo el día diciéndote lo mona que eres y lo bien que te sienta ese peinado. O lo bien que escribes, como es mi caso, por ejemplo. Y sin embargo lo hace porque sabe que a ti te gusta y que eres altamente susceptible al halago. Pues bien, tu obligación es responder a su amabilidad con lo mismo por tu parte.

Conste que no estoy de cachondeo ni hablo con sarcasmo ni ironía, que mucha gente lo cree cuando abordo este asunto, no sé por qué. No, hablo totalmente en serio. Creo que nuestras abuelas y bisabuelas eran tías totalmente sabias en este terreno y conocían el secreto de la paz hogareña mucho mejor que las de nuestra generación; a la vista está que hoy en día todo el mundo se divorcia a la primera de cambio.

Sí, ya lo sé, esto ocurre por muchas razones, una de ellas la puta moda de usar y tirar todo, incluso a las personas, pero también tiene mucho que ver con esto que digo. Hemos perdido la buena costumbre ancestral de "cumplir". Cumplir es decir cumplidos, pero también es hacerlos y tener al otro satisfecho y contento de tenerte como pareja. Y si a los tíos lo que más les gusta es follar, pues no veo razón ninguna para no satisfacerlos en ese caprichillo, siempre, lo repito, que el tío a su vez cumpla con sus obligaciones y te tenga contenta a ti, naturalmente. Si no, que se la casque, que esto es un toma y daca, listillo.

Además, cualquiera que haya experimentado la convivencia con alguien del sexo opuesto (en este aspecto los gays lo tienen mucho más fácil porque suelen tener los ritmos sexuales más acompasados) sabe perfectamente que un tío, cuando lleva más de 3 o 4 días sin follar, se convierte en una persona bastante insoportable a todos los niveles. Como padre, como marido, como todo, incluso muy probablemente como trabajador; a fin de cuentas todos conocemos auténticos hijoputas en el curro y no descartéis que la razón última de su encabronamiento sea ésta.

Pues sí, a los tíos cuando no follan con cierta periodicidad les sale ipso facto la niña del exorcista que todos llevamos dentro, y es un coñazo aguantarlos. Voces que no vienen a cuento, enfados pueriles, que si no has apagado la luz, que si el perro se me ha meado en la zapatilla... gilipolleces, pero que son muy fáciles de evitar, con un simple coito, felación, trabajillo manual o cualquier otra práctica que sepáis que a él le gusta. Y no de cualquier manera, eh? Hay que echarle entusiasmo, ganas, energía. Como una verdadera profesional, ya sabes el dicho, ellos quieren una señora en su casa y una puta en su cama. Y si lo tuyo es la interpretación y tienes ahí ese gusanillo, adelante, échale cuento, que a ellos el cuento también les encanta, no hay más que ver cómo flipan con el porno.

Y quien piense que digo esto para evitar que se vayan con otra o algo así es que no me conoce ni los conoce a ellos. Los tíos siempre, por muy contentos que los tengas a nivel sexual, tenderán al chomineísmo porque su naturaleza es así. Vamos, que el hecho de que lo tengas satisfecho y tranquilito no evitará en absoluto que si te tiene que poner los cuernos te los ponga. Es más, puede incluso que se enamore platónicamente de otra a la que no haya puesto ni un dedo encima, que a ellos les pasan muchísimo estas cosas. Bueno, y a las tías también, en eso sí nos parecemos, que conozco yo a más de una y más de dos que se pillan unos cuelgues que pa qué, aunque sea sin follar.

En fin, que no, no lo digo por mantenerlos fieles y bien agarrados y todas esas pamplinas. Lo digo por la pura preservación de la paz en el hogar. Que te quede claro: él necesita follar más a menudo que tú, y no lo puedes tener a palo seco un mes o dos sólo porque a ti no te pete. Así van algunos por ahí, en estado de priapismo permanente, que no pueden ni andar los pobres. Eso es una putada de tomo y lomo, eso no se le hace a un buen hombre, por favoooooorrr. Lo digo por algunas desaprensivas que conozco que lo hacen y en mi opinión es un gravísimo error, salvo que el tío también sea un poco panfilillo en ese aspecto y le dé igual y ni presione ni nada. En ese caso, mira, el que no llora no mama.

Por otra parte, además de la cuestión de la paz hogareña, está tu propia paz. No es igual de agradable poder dormir toda la noche de corrido porque, y vuelve a valer la redundancia, él esté convenientemente corrido con una periodicidad razonable y sepa que tendrá una nueva dosis próximamente, a que no te deje pegar ojo a base de refregones, achuchones, embestidas, o, lo que es peor y mucho más asqueroso, poluciones nocturnas debidas a tu absentismo sexual. Mira, una polución nocturna pasados los 20 años es una verdadera ordinariez y un fallo de la pareja imperdonable. No se puede ni se debe consentir.

Bueno, creo que básicamente está todo dicho. No creo que necesitéis más consejos sobre cómo llevar a cabo con eficiencia vuestro trabajo marital, ni tampoco es éste el lugar. Repito los puntos básicos:

1. Él lo necesita y tú no eres una cabrona sin sentimientos.

2. Si él se porta bien contigo tú te tienes que portar bien con él.

3. La paz familiar es lo más importante y hay que preservarla sí o sí.

4. Un tío nervioso y sin descargar es un tío potencialmente agresivo. No te la juegues.

5. La pareja es un ten con ten. Y si él no te falla no le falles tú a él.

Otro día hablaré del fútbol.

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