Tengo delante la foto. Tu cara enmarcada en esas rastas color arcoiris que son como plumas; tu sonrisa limpia, franca, sin mácula. Miras al futuro llena de esperanza; no hay ni una sombra en el horizonte. La vida es bella, tu vida es bella, tú eres bella.
Cómo ibas a saber mientras sonreías para esa foto lo que estaba por venir? Cómo habrías podido saberlo? Cómo habrías podido tener esa cara de inmensa felicidad si lo hubieras sabido? Bendita ignorancia!
Miro esa foto. No sé de qué fecha es pero sí sé que es de antes de que apareciera el dolor, ni mucho menos la sombra de la muerte. Es de cuando la vida entera se desplegaba ante ti ofreciéndote una gama maravillosa de posibilidades. De cuando un simple dolor de cabeza era lo más parecido al horror que podías imaginar. De cuando todos esos colores en la cabeza iluminaban tus días y nada hacía presagiar que eso fuera a tener fin.
Miro esa foto y siento que es imposible que haya pasado lo que ha pasado. Que hayas sufrido lo que has sufrido. Que te hayas ido como te has ido.
Miro esa foto y siento que nada de lo que diga puede expresar mi rabia, mi indignación, mi cabreo infinito. Esa chica que me mira no sabe que para ella no existe más futuro que la enfermedad, el dolor y la muerte. Pero yo, que ahora sí lo sé, quisiera gritar, avisarte del peligro, convertir tus rastas en alas para escapar:
CORREEEEEE CORREEEEEE CORREEEEEEEEEE!
Llego tarde. Ya no puedes correr. Te has ido.
Precioso, nos haces llorar. Todos compartimos tus sentimientos
ResponderEliminarEse cabreo es de todos los q hemos compartido con ella,ese dolor tan.inmenso, ese sufrimiento y esas ganas de vivir q nos ha trasmitido. Nunca, nunca olvidaremos esa sonrisa tan bonita. 💜
ResponderEliminarLo que escribes es muy triste y conmovedor, me produce dos sensaciones encontradas, por un lado un cierto placer leer tus artículos; son tristes pero lo transmites de una forma tan bella, que apetece volver a leerlo, un día, una semana después... en cualquier momento aleatorio, y por otro, un mutismo absoluto. Quieres escribir algo, dedicar unas palabras de apoyo, pero no sale, tan monumentales dimensiones alcanza lo que cuentas que escriba uno lo que escriba quedará ridículo e insignificante.
ResponderEliminarNo sé si hago muy bien poniendo esto ni si viene a cuento, pero yo pienso que todas las desgracias e injusticias tienen una justificación, un motivo, en el orden de las cosas divino, que no obstante nuestra sensibilidad no es capaz de alcanzar a asimilar.
De lo contrario no se entendería nada de lo que te pasa en el día a día (¿nunca has experimentado esa sensación de que la vida 'juega' contigo?) y por eso pienso que algún sentido tiene que haber para todo.
Hola Román, gracias por tus palabras, pero creo que en lo del sentido de la vida te equivocas. Nada tiene ningún sentido ni tiene por qué tenerlo.
EliminarNacemos, crecemos y morimos cuando nos toca. Igual podemos morir dentro de 2 minutos que dentro de 20 o 40 años, dependiendo de un montón de factores que tampoco tienen ningún sentido. Es pura y dura casualidad todo y no hay ninguna causalidad detrás, por mucho que nos guste pensarlo.
Helena murió a los 28 años como pudo haber muerto a los 82. Simplemente un cáncer se cruzó en su camino.
La vida es así. De verdad, no le busques un sentido porque te puedes volver loco. Sería un sentido tan injusto que no podríamos soportarlo.