jueves, 11 de abril de 2019

Un, dos, tres, responda otra vez

Ya estaban tardando.

Hoy ha saltado la noticia: el juez que instruye el suicidio asistido de María José Carrasco se inhibe en favor del juzgado de violencia de género. (El País)

 https://elpais.com/sociedad/2019/04/10/actualidad/1554916257_430611.html

Olé ahí desbarres!!!

Mira que se veía venir. Desde el mismito día en que la demencial Ley de Violencia de Género incluyó en este tipo delictivo toda violencia ejercida por un hombre sobre una mujer, cualquiera que fuera la razón de esa violencia, y el Tribunal Supremo sentó jurisprudencia al respecto, se veía venir esta locura.

Fuimos muchos los que en su día dijimos que era una barbaridad considerar una cuestión de género todo percance entre un hombre y una mujer, sin excepción. Hay muchos y variopintos motivos por los que un tipo puede matar a una mujer, tantos como para matar a un hombre. Pero las guardianas de las esencias feministas junto con sus adláteres hombres nos tacharon de machistas, bárbaras y cavernícolas por no avenirnos a semejante disparate.

Bueno, pues aquí tenemos las consecuencias de esta suprema gilipollez: Ángel Hernández ayuda a morir a su esposa enferma tras treintaytantos años de terribles sufrimientos, y la cosa termina en un juzgado de violencia de género.

Palabrita que lo estaba viendo venir desde que saltó la noticia. Pensé de inmediato: qué te apuestas a que este pobre hombre termina juzgado por machismo? Coñññño, si antes lo pienso antes pasa.

Son muchas discusiones con desquiciadas feministas ya como para no esperarme estos desbarres. Son muchos los días que me he batido el cobre al discutirles machismos y micromachismos que yo no veía por ningún lado. Entre tanto dislate hoy mismo en una escuela de Barcelona se han vetado chiquicientos cuentos por tóxicos y sexistas, entre ellos Caperucita Roja. Y ya hay varias escuelas más que quieren seguir el ejemplo.  Es que esos profesores no saben desarrollar el espíritu crítico en los niños para que sean capaces de leer de todo? No se les ocurre nada mejor que prohibir libros?  A este paso de imbecilización colectiva galopante la literatura universal al completo será destruida, tendremos que quemar todos los libros por machistas y heteropatriarcales.  Adiós Homero, adiós Shakespeare, adiós Cervantes. Un puro sindiós en el que alguien debería de poner algo de cordura.

Yo misma por discutir con una de estas fanáticas fundamentalistas que montó en cólera y me tachó de peligrosa fascista ya sabéis que he tenido que dejar de escribir desde el curro porque fui amonestada por mis superiores.  En fin, de verdad, de estas tías me lo espero todo y esto no es una excepción.

Pero bueno, a raíz de este absurdo despropósito del suicidio asistido que termina en un juzgado de violencia de género, se me ha ocurrido que podríamos jugar un rato al "Un dos tres".

Por 25 neuronas, razones que se os ocurran por las que un hombre puede matar a una mujer que no tengan nada que ver con el género de los cojones. Por ejemplo, ayudarla a morir porque está muy enferma y ella no puede suicidarse sola. Un dos tres, responda otra vez.

4 comentarios:

  1. Debo admitir mi ingenuidad: nunca se me pasó por la cabeza algo tan delirante como que a este pobre señor lo acusarían de matar a su mujer "por el hecho de ser mujer". La frase entrecomillada, base teórica del concepto "violencia de género", me parece totalmente absurda. Nadie mata a su mujer por el hecho de ser mujer, sino de ser "su" mujer. De lo contrario, se dedicaría a matar a cualquier mujer que tuviese la desgracia de cruzarse en su camino (como hacen, por otra parte, ciertos asesinos en serie al estilo de Jack el Destripador).
    En respuesta a su sugerencia, un "buen" motivo para matar a alguien sin consideraciones de "género" de por medio es, por supuesto, el vil metal. Quién sabe, tal vez hoy en día habrían condenado a Rafi Escobedo en virtud de la ley contra la violencia de género por el asesinato de la marquesa de Urquijo (que no del marqués, claro, ese crimen sí fue por el "maldito parné").
    Un saludo.

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    1. Efectivamente, el dinero es también una buena razón para matar a una mujer.

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  2. Estoy de acuerdo en que la ley de violencia de género es una estupidez se presta a tergiversar muchas aptitudes y amenazas, cuando una mujer quiere perjudicar a un hombre amparándose en esa ley. La violencia se ejerce, con los hijos con los padres ctc ctc, y así ahora pasa lo que pasa....

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    1. Y a ti no se te ocurre ninguna buena razón para matar a una señora? No sé, robarle por ejemplo.

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