miércoles, 11 de abril de 2018

El frikisueño de una noche de primavera disfrazada de invierno

Vaya por Dios, esta noche he vuelto a tener otro frikisueño de ésos con famosos de por medio que se introducen de vez en cuando en mi subconsciente. Hoy le ha tocado a Anne Igartiburu (Hola corazones) y su marido, el músico Pablo Heras-Casado, en mi sueño Pablo para los amigos. Me he pasado media noche charlando con ellos de los temas más variopintos, en amable cordialidad y armonía. Tengo que decir que son gente muy simpática y campechana, Anne no se lo tiene nada  creído y él es una persona encantadora, muy buen conversador y muy agradable.

Pero bueno, esto sólo ha sido el principio de mi aventura onírica. Luego he dejado a Anne y Pablo en el teatro viendo un concierto y ahí ha empezado de verdad lo alucinante. El resto del sueño tiene dos partes claramente diferenciadas:

1º PARTE.

Estoy en el despacho de un detective. Yo también soy detective y él me habla de un caso que tiene entre manos. El caso es la desaparición de un niño en una escuela infantil, justamente la escuela infantil a la que yo fui de pequeña.

Desde la ventana del despacho se ven los jardines de la escuela y los dos hacemos una serie de deducciones detectivescas que nos llevan a resolver el caso en cuestión de minutos. No recuerdo cómo se resolvía pero sí que nos felicitábamos mutuamente muy satisfechos de nuestra inteligencia y de nuestra valía profesional.

2ª PARTE.

Una vez resuelto el caso nos vamos a tomarnos una copa a un club. El sitio es un poco raro,  de ambiente liberal podríamos llamarlo. En esto que alguien se acerca al detective y lo invita a salir a un escenario en el centro del local.

Advierto de que lo que viene a continuación es una auténtica ordinariez que no sé yo cómo se habrá colado en mi subconsciente junto con gente tan educada y formal como Anne Igartiburu y su marido.

Mi amigo el detective se planta en el centro de la pista y se saca un pene enoooooooorme, supergordo y superlargo, todo el mundo lo ovaciona más o menos como ovacionó todo el PP con fervor a Cristina Cifuentes este fin de semana en la Convención del partido. El detective comienza a pajearse delante de la gente y como tiene el pene tan largo también se practica una autofelación ante el pasmo y el entusiasmo del público. La gente enfervorecida guarda un silencio expectante.

Cuando llega el momento  el detective hace gestos ostensibles de que va a eyacular y entonces alguna gente se acerca para ser regada mientras que otros buscamos refugio para que no nos caiga encima ningún resto de la masturbación-autofelación. Yo me meto debajo de un sofá e intento cubrirme todo el cuerpo pero es tal la cantidad de semen que expulsa el masturbador que algunas gotillas de la copiosa eyaculación me caen en el zapato.

Angustiada por sacudírmelas de encima me he despertado con mi klínex en la mano. Durante unos segundos aún se ha mantenido en mi memoria la visión del mastodóntico miembro del detective expulsando a diestro y siniestro, cual manguera bomberil, su contenido lácteo mientras yo corría a refugiarme bajo el sofá.

Y eso es todo, amigos. Debo de estar fatal de la cabeza, no?

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