jueves, 7 de septiembre de 2017

Trending topic e influencer

- Cucha, he puesto un tuit del First que está teniendo exitazo.

- Qué entiendes tú por exitazo, mamá?

- Pues mira, 3 retuits y 5 corazoncitos.

- Ooooooooh, estás hecha toda una influencer, jajajajajaja!  Bueno, y qué decías en el exitoso tuit?

- Decía: con las barbas del hipster se puede hacer la calva una peluca.

- Juaaaaaassssssss, qué niveeeeel!

- Qué ataque más gratuito! Menos cachondeos, que yo por lo menos escribo, participo y comento, no como otras que solo leen. Y no quiero señalar.

- Yo no escribo porque no me puedo arriesgar. Tú tienes trabajo fijo pero yo no.

- Tampoco es que diga yo cosas por el twitter como para echarme del trabajo, como la subnormal esa que ha dicho que ojalá a la Arrimadas le hicieran una violación en grupo.

- Mamá, con solo que vean que eres una petarda que tuitea sobre el First ya hay empresarios que no te contratarían en la vida. Y yo como aspirante a un trabajo digno no puedo arriesgarme a algo así.

- Y muy bien que haces. Por suerte yo puedo decir lo que me dé la gana y disfrutar luego viendo los retuits y los corazoncitos.

- Anda, que eres un personaje!

En realidad a mí lo que me gusta de Twitter es la posibilidad que me da de discutir y pelearme en tiempo real.  Cuando de verdad disfruto, mucho más que con los retuits y los corazoncitos, es cuando me ponen verde porque así puedo dar caña a mi antojo.  Yo no necesito seguidores, yo necesito contrincantes.

El otro día sin ir más lejos estaba discutiendo con un capullo, que al verse acorralado no tuvo otra que soltarme: "Pero si tienes una mierda de seguidores!". Se ve que entre los usuarios habituales de las redes una de las cosas peores que te puede pasar es no tener seguidores. Y el insulto más gordo que te pueden decir también. Ya ves tú, qué pena  pa mi coño! Yo, que llevo años escribiendo este blog y tengo algo así como 15 seguidores, lo cual me preocupa casi tanto como el precio del kilo papas en las Maldivas. Pero bueno, el tío me soltó eso y se debió de quedar más a gusto que un arbusto por haberme arreado con un argumento tan demoledor e hiriente.

En fin, mis hijos se chotean de mí porque tengo 15 seguidores aquí y unos 25 en el Twitter, casi tantos como mi lista de contactos en el móvil, que creo que se reduce a otros 25 más o menos, y la mitad son amigos de los niños cuyos números tengo por si alguna vez se quedan sin batería y no puedo contactar con ellos. Vamos, que contactos contactos contactos míos propios no creo que haya más de 15. Bueno, pues eso les hace muchísima gracia. De ahí que se partan el culo cuando digo que 3 retuits son un exitazo total. En fin, teniendo en cuenta que no conozco a ninguna de esas personas ni ellas me conocen a mí, para mí lo es. Ignoro lo que debe ser que te sigan millones de desconocidos y que te retuiteen o te pongan corazoncitos a miles, pero si está todo el rato el pajarito piando me imagino que puede ser un pelín coñazo.

Bueno, pues eso, que reivindico yo mi derecho a comentar en Twitter o donde me dé la gana aunque solo tenga 25 seguidores, o aunque no tuviera ninguno. Y que si me retuitean 5 me doy por más que satisfecha, por ridículo y patético que le pueda parecer a mi risueña prole.

Ah, y desde aquí saludo con cariño a mis 15 seguidores del blog, con los que hoy por hoy puedo permitirme un trato personalizado debido a su escaso número. Si me leyeran cientos de personas y además comentaran mis posts probablemente no daría abasto y no podría contestar a nadie.

Más contenta que unas pascuas con mi grupito de seguidores y también con el de mis entusiastas detractores. Y pa los petardos de mis hijos... TURURUUUUUUUUUU!

(POR SI NO LO PILLÁIS, ES UNA TROMPETILLA)

3 comentarios:

  1. "Yo no necesito seguidores, necesito contrincantes" Opino igual, es mucho mas divertido. Tengo la impresión de que el deseo de enfrentarse con los demas está presente en la naturaleza humana.

    Con lo de los líkes me sucede algo parecido, extrayéndolo a filmaffinity (no tengo redes sociales facebook, etc, no me atraen) No me lee ni dios pero cada vez que veo que me han puesto un voto positivo en la ultima critica que acabo de publicar sonrío como un idiota.

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    1. Pues yo cuando sonrío de verdad es cuando alguien me manda un mensaje en Filmaffinity poniéndome a parir por una crítica. Me froto las manos y pienso: "Prepátate amigo"

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  2. Hace tiempo que ya no te pasas, exceptuando para comentar el truñaco ese de Medem ("el carpe diem está más visto que el cagar"). Con lo que me río yo con tus críticas...

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