sábado, 9 de abril de 2016

En defensa de los tíos

Estoy en un pub con unas amigas y de repente pasa por delante nuestra un tiarrón tremendo de güeno y nos quedamos todas con la boca asquerosamente abierta y babeando ostensiblemente cual repugnantes babosas.

Al cabo del rato el tipo vuelve a pasar pero esta vez con su novia detrás agarrada de la mano. Una de mis amigas, más lanzadilla, cuando el adonis pide paso le dice tal que así, en plan de broma:

- Y si no te dejo?

A lo que el chaval responde:

- Pos igual me pongo borde.

La carita de la novia os la podéis imaginar. Lógicamente si tienes un novio como ese tiene que ser un coñazo que las tías babeen todo el tiempo a su paso y encima le digan chominadas y tonteen con él.

Cuando se van el bello y la novia mis amigas empiezan a despotricar, que si qué borde, que si tal que si cual. En ese momento me pongo a pensar que hay que ver la distinta vara de medir que tenemos dependiendo de si las cosas las hacen los tíos o las tías.

Si la situación hubiese sido al revés no creo que nadie se hubiese extrañado de la respuesta de la tía; es más, cuando los tíos nos entran a las tías cualquier bordería que les sueltes si no quieres nada con ellos nos parece poca. Podemos ser estúpidas, podemos ser incluso tiranas, porque entre nosotras se ve de puta madre que se humille a los tíos cuando intentan ligar, y ellos como casi que lo tienen los pobres asumido, las criaturas. Es más, para muestra un botón: un rato antes les habíamos dado nosotras esquinazo a una pandilla de pesados borrachuzos que nos estaban atosigando en otro local. Y de hecho nos descojonamos bastante de cómo les habíamos despistado y nos habíamos deshecho de ellos.

En fin, unos días antes hicimos una comida solo de chicas y, como suele pasar, hubo un momento en el que el monotema, como siempre bastante celebrado, fue "poner verdes a los tíos".  Sobre todo a las parejas y exparejas; esto es un clásico en todas las reuniones de tías. Cuando se llega a este punto, que es bastante habitual, yo suelo joderles un poco la fiesta a mis amigas porque en general (con honrosas excepciones) yo pienso mucho mejor de los tíos que de las tías (dentro de que es público y notorio que, como buena misántropa, pienso fatal de todo el mundo) y soy de la opinión de que la mayoría de las tías a las que les va como el culo con los tíos, no es por culpa de ellos sino de ellas mismas, y que en vez de despotricar tanto deberían de mirarse un poco al espejo, a ver qué están haciendo para que les vaya tan mal con ellos.

Y por eso les jodo la fiestuqui, porque casi siempre salgo en defensa de los tíos. Y por qué? Pues porque a mí no solo no me ha ido mal con ellos sino que por el contrario me ha ido bastante bien, y tengo un recuerdo muy bueno de los hombres que han pasado por mi vida, que siempre me han aportado más cosas buenas que malas, y de los que hablo siempre con cariño y con respeto. Porque además aguantar a una tía con mi ego tampoco es fácil.

A veces, por no parecer prepotente, les digo a mis amigas que será que yo he tenido mucha suerte, pero la verdad pura y dura es que no creo que tenga nada que ver con la suerte ni con la casualidad, sino con una actitud ante la vida y ante las relaciones. Solo hay un secreto: yo me quiero y me respeto a mí misma un huevo (como digo y repito constantemente en mis posts, incluso hasta la pesadez), y por eso todos los tíos que han pasado por mi vida me han querido y me han respetado también. Y cuando he visto algo chungo en alguno he salido por pies en cuanto he visto una puerta. Bueno, todo esto aparte de un excelente trabajo de casting por mi parte para seleccionar tíos de los que enamorarme.

Por supuesto que no todo han sido rosas; en todas las relaciones hay espinas y cosas malas, pero yo tiendo a olvidar las segundas si creo que han sido compensadas de sobras por las primeras. Y siempre lo han sido.  Por eso puedo decir que de algún modo sigo y seguiré queriendo a todos los tíos con los que he tenido relaciones más o menos serias (muy pocos, por cierto) y tengo constancias varias de que a ellos les pasa lo mismo conmigo. Aunque estén con otras tías, aunque la vida haya dado mil vueltas, siempre que me cruzo con alguno o sencillamente me manda un mensaje o contacta conmigo es para decirme algo bonito y para hacerme notar su cariño y la nostalgia que a veces tienen de mí. Y claro que me precio de ello, como que me parece un valor importante, y tan escasito en esta vida que puedo sentirme muy orgullosa de esa virtud.

De los despotriques de las tías sobre sus parejas, la inmensa mayoría me suelen parecer vanos cuando no directamente escandalosos. Conozco algunas a las que solo les falta llevar un cartelón en el pecho que ponga "haz conmigo lo que quieras, escúpeme, pisotéame, estoy dispuesta a soportarlo todo". Pos tía, si tú ni te quieres ni te respetas cómo puedes pretender que nadie lo haga? Esto, que puede parecer una perogrullada y una frase hecha, es real como la vida misma.  El respeto y el amor empiezan por uno mismo, y cuando uno se valora una mierda así es como te van a valorar los demás. Por qué van a pensar de ti mejor de lo que tú piensas?

De todas formas esta gente que hace del victimismo parejil una forma de vida consiguen algo que no sé si pretenden y si en el fondo no les gustará un poco, que es dar muchísima pena en su entorno. Yo he visto a gente que ha pasado en su vida por tragedias muy gordas sentir pena, pero muuuuucha pena, por alguien cuyo principal problema en la vida es que le va como el culo con su novio o con su marido. Flipo bastante con estas cosas, la verdad. Aparte de que a esas mujeres nunca se les suele decir nada sobre su responsabilidad en lo que les pasa porque como dan tanta lástima parece que las vas a machacar. Lo de ponerles un espejo delante se antoja como un acto de inhumanidad y de falta de compasión intolerable.

En las antípodas de este tipo de tías, tengo amigas que cortan rápido una relación en cuanto ven que no responde a sus expectativas. Hace poco una de ellas (que también se quiere a sí misma un huevo, incluso más que yo a mí, por imposible que parezca) cortó con su novio porque en un momento especialmente delicado de su vida el tío simplemente no estuvo a la altura de las circunstancias y la defraudó. Bueno, pues esta tía, que hizo lo que hay que hacer cuando algo no funciona como tú esperas que funcione, tiene todo el derecho del mundo a poner a parir al tío. Porque no asumió el rol de víctima sino que escapó en cuanto vio el percal, y desde el raciocinio y el amor propio puede decir tranquilamente que el tipo no era lo que ella creía. Sin embargo curiosamente estas mujeres no suelen rajar demasiado, tal vez porque no han padecido esa amargura crónica de aguantar estoicamente algo que no desean. El caso es que como se liberan antes de sentirse fatal no guardan tanto rencor como las que están enganchadas a sus relaciones tóxicas y se tiran años e incluso toda la vida metidas en ellas.

Habrá quien diga: "Bueno, a veces no es tan fácil romper una relación chunga. Hay situaciones difíciles". Y es cierto. Por ejemplo hay complicaciones económicas que a veces hacen imposible una separación, sobre todo cuando hay hijos. Pero bueno, si te ves obligada a vivir con alguien a quien no quieres y que tampoco te quiere, puedes tomar distancia emocional y dejar de considerarlo íntimamente tu pareja, sino una especie de compañero de piso con quien no tienes más remedio que intentar una entente cordiale pero que sentimentalmente te es indiferente. De este modo no tendrás que pasarte la vida asumiendo ese horrible papel de víctima que tiene tanto éxito en la sociedad porque inspira mucha pena, pero que es tan poco honroso. Y además así no te pueden doler las cosas porque ese tío no es ya nada para ti, solo eso, un compañero de piso con el que compartes gastos porque no te puedes permitir vivir sola. Y punto. Que no es fácil? Claro que lo es, solo es cuestión de proponérselo. En esta vida las cosas son tan fáciles o tan difíciles como nosotros queramos que sean.

Por todo esto cuando las tías se juntan y el deporte es poner a los tíos a parir yo paso total y me evado mentalmente al quinto coño. Pero antes siempre jodo un poco la marrana diciendo aquello de que yo habré tenido mucha suerte con los tíos y que por eso no me apunto a la lapidación. Porque además es que yo tengo hijos. Y un marido al que quiero. Y unos cuantos exnovios a los que también quiero. Y un novio que me trata como a una reina y que hace el pino con las orejas por mí. Y me siento en deuda con todos ellos y en la necesidad de defender su honra, ya que no están presentes nunca en estos desbarres colectivos femeninos.

Habrá quien piense que soy una sabihondilla y una enteraílla que va dando lecciones de vida por ahí siempre, pero en mi opinión si alguien tiene unos conocimientos lo suyo es compartirlos para enseñar a otras personas. Enseñar al que no sabe, que dijo el señor. Si en lugar de las cosas de la vida mis conocimientos fueran sobre Matemática discreta todo el mundo alabaría que diera clases, y encima gratis. Bueno, pues las lecciones sobre la vida son mucho más importantes, y por eso yo todo lo que he aprendido y lo que sé lo comparto gratuitamente. Y quien no quiera, pos oye, que no lo lea.

Aprovecho para agradecer desde aquí a todos los hombres que han pasado por mi vida su contribución a la buena opinión que tengo de las personas de su sexo. Gracias por haberme querido tanto y tan bien, por haberme mimado y cuidado y por haber hecho que me sienta siempre la más guapa, la más lista, la más maravillosa y la más mejor.

Chicos, hoy el brindis va por vosotros.

3 comentarios:

  1. Es para comerte. Por cierto, conociéndote qué pasa con el no uso del signo inicial de interrogacion y jamás había visto escrito sabiondo con he. Te lo digo sabiendo de tu formación en el uso de la gramática. Por último decir que yo sería de los que te "entraría" y sufriría en silencio un no por respuesta. Los chicos hemos tenido tantísimos noes por respuesta que...

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  2. Martínez, te paso un enlace sobre lo de sabihondo:

    http://www.fundeu.es/consulta/sabiondo-y-sabihondo-1206/

    Y sobre las interrogaciones iniciales te diré que no las uso porque me parecen completamente innecesarias para entender el discurso y tiendo irremediablemente al ahorro lingüístico.

    Gracias por tu comentario. Sabía que este post gustaría especialmente a los chicos porque no en vano se titula "En defensa de los tíos".

    En mí sabéis que tenéis una defensora acérrima (aférrima, que diría mi madre). Bueno, cuando toque. Cualquier día de éstos abro otro post para poneros verdes, pero siempre desde el cariño y la solidaridad, por supuesto.

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  3. Siempre aprendo contigo y eso me encanta. Desde este mismo instante te nombro mi profesora favorita, pero, eso sí, gratis.

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