Tengo una amiga que está en un momento complicado, digamos pelín depre, y hace unos días me decía que no dejaba de plantearse el "sentido de la vida". Pues bien, desde aquí te lo digo: no te compliques, no le des más vueltas, tía, la vida no tiene ningún sentido.
Mucho antes que tú y que yo y que el otro y el de la moto, esto mismo se lo han planteado absolutamente todos los filósofos y los que no son filósofos pero piensan algo de vez en cuando, y la conclusión general es ésta: la vida no tiene ningún sentido, el sentido de la vida no existe. Salvo el que le quieras dar tú, por darle alguno, por no vivir ahí al tuntún, a la buena de dios.
A ver, me explico. Incluso aquéllos que piensan que sus vidas tendrán continuidad dejando algo para la posteridad, no sé, teniendo hijos, plantando árboles, construyendo edificios, escribiendo novelas u obras de teatro, pintando cuadros, componiendo sinfonías... Incluso ésos saben en el fondo que no tiene mucho sentido.
Porque vale, sí, eres Cervantes y escribes el "Quijote", de puta madre. Y durante un montón de siglos la gente flipa contigo, te conviertes en un clásico, en un referente cultural, eres la polla... Y ahora va y cae el meteorito 5.896.453.422 en la Tierra y te vas tú a tomar por culo, tu Quijote, tus fans, los mil estudios que se han hecho sobre ti, todos tus descendientes (si es que aún quedaba alguno)... Y nada, has pasado por el mundo para nada.
Y si eso es con Cervantes o con Shakespeare o con Los Beatles o con Goya o con Norman Foster o con Iker Casillas, ya me contarás qué sentido tiene la vida contigo o conmigo. El meteorito X, en cuestión de milésimas de segundos, se carga todo y se acabó el sentido que haya podido tener cualquier vida, desde la más cochambrosa a la más exitosa.
Pues sí, hija, sí; la vida no tiene ningún sentido; el único es el que le quieras dar tú, si es que tienes ese absurdo empeño. Y qué sentido le puedes dar a tu vida? Pues un montón, te pongo varios ejemplos:
1. Quiero ser un destroyer, vivir poco tiempo pero a tope, muy a tope. Aquello de dejar un bonito cadáver y tal. Bueno, es un sentido como otro cualquiera. No es el que quisiéramos que le dieran nuestros hijos o nuestros amigos pero no deja de ser tan válido como el que más.
2. Quiero hacer el bien. Todo el tiempo que esté en este mundo sinsentido intentaré que las personas menos afortunadas que yo tengan una vida mejor, digna al menos. Dedicaré mi vida a eso y aunque al final todos somos polvo y en polvo nos convertiremos al menos ese polvo estará menos vapuleado. Bueno, este sentido mola, no? Es como muy altruísta y muy flower.
3. Quiero pasármelo como los indios. Pero no en plan destroyer, todo el día colgado más pallá que pacá, sino viviendo a tope lo más lúcido posible. Quiero sentirme bien, vivir todas las experiencias posibles y morirme cuando me tenga que morir pero habiendo vivido plenamente. Este sentido es hedonista cien por cien y parece un anuncio de compresas; también es el mayoritario y no exige complicarse demasiado.
4. Quiero llegar a los 1.000 años, si es posible, todo lo viejo que la naturaleza y las nuevas tecnologías me permitan. Y si hace falta y encarta, no morirme nunca. Pienso mantenerme sano como una pera, comer sólo productos naturales, sin conservantes ni colorantes ni grasas poli ni trans, no fumar, no beber, no follar con gente cuyas células no hayan sido previamente analizadas, y no arriesgarme a nada que pueda echar por tierra mi plan de vida milenario. Bueno, es una alternativa, y cada vez más in; hay un montón de peña así.
5. Quiero dejar mi huella en el mundo. Da igual que ese mundo un día deje de existir. Quiero que mis descendientes y los descendientes de mis descendientes se acuerden de mí y me conozcan por mis obras o por mis hechos. Sólo tengo un fin: que la posteridad reconozca mis méritos. Aquí lo mismo cabe Cervantes que el estrangulador de Boston o Jack el destripador, que conste. Es triste pero es así. Lo digo por si alguien se quiere incluir en este grupo y no cree tener ningún talento especial a priori. Oye, que poder, se puede.
6. Quiero llegar a mañana. Quiero levantarme y respirar. Quiero superar este cáncer. Quiero conseguir agua para beber. Quiero que mi hijo no se muera por falta de medicinas. Quiero no pasar hambre. Quiero que mis hijos no pasen hambre. Quiero un techo para cobijarme. Quiero que no me echen de mi casa. Quiero cruzar al otro lado de esa valla. Quiero VIVIR.
Sinceramente, de todos los sentidos posibles de la vida, este último es el que me parece que tiene más sentido. Todos los demás se buscan, se apañan, se afanan, se inventan... pero son totalmente vacuos e inanes al lado del superviviente, cuyo único sentido de la vida es simplemente ése, sobrevivir.
Vaya este post por y para ellos.
Encima de ser una penosa y pésima crítica de cine ahora te las das de filósofa... ver para creer. Lamentable.
ResponderEliminarPor si no te lo dice nadie más:
ResponderEliminar1- Si como crítica eres una desgracia y como filósofa otra (puede que incluso mayor)... ¿qué coño haces escribiendo todo esto por partida doble, en un blog y en otro?
2- Lo mejor que podrías hacer es plantearte la siguiente pregunta: ¿si no me lee ni Dios y por ende a nadie le importan mis tonterías por qué no me retiro y dejo de molestar contando mi vida a quien no le importa?
De nada guapa (no te emociones por el calificativo, lo hago para ser respetuoso).
Pujalte, la verdad es que sólo escribo para ti.
ResponderEliminarPorque sé que me necesitas y no puedo fallarte. :)
Bueno, y reconoce que un poco también escribes para mí. Si no, mi vida tendrá un poco menos de sentido.
EliminarBueno, es que Pujalte cree que tú eres yo, o sea, que toda la gente que escribe en este blog soy yo misma pero con distintos disfraces. Le cuesta mucho imaginar que esto pueda leerlo alguien más.
EliminarAhora creo que se está planteando si él no seré también yo.
Sobre el sentido de la vida ayuda a completar un poco tu magnífica reflexión una película de los Monty Python, llamada "El sentido de la vida" ("The meaning of life").
ResponderEliminarLa reflexión de la limpiadora del resturante, o del camarero, la actitud ante la muerte de un grupo de parejas de clase media, o de la mujer de un donante...
Muy recomendable.
Marcos Pujalte. En el momento que lo lees y comentas ya deja de tener sentido tus críticas. No se si el blog es bueno o malo, pero la cuestión es que lo lees y lo sigues.
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