Supongo que no estaréis al tanto de este asunto porque por lo que he podido comprobar últimamente la mayoría no veis noticiarios ni leéis la prensa, y al final soy yo vuestra principal fuente de información sobre la actualidad.
Me quedo muerta muerta, pero de mi selecto club de lectura resulta que casi nadie sabía nada de lo de Itziar Ituño ni lo del Peñafiel y la Letizia. No es por meterme con vosotros pero no he visto gente más desinformada en la vida. O sea, dónde os informáis de las cosas? Solo veis el telediario de vuestro pueblo, si es que lo veis?
En fin, hasta aquí el rapapolvos inevitable a mis lectores. No puedo evitar sentirme francamente escandalizada por vuestra falta de interés por las cosas que pasan en vuestro entorno.
Naturalmente no sabréis nada de nada de la soldado Francisco Javier que se autopercibe mujer y ha ido a registrarse como tal. Pero bueno, para eso estoy yo aquí, para informaros.
Este señor, ahora señora, amparada en la Ley trans que fue redactada por el Ministerio de Igualdad de Irene Montero y aprobada por las Cortes Generales, ha decidido que se siente mujer y que, como tal, quiere entrar en los vestuarios de mujeres de su destacamento. Pero hete aquí que resulta que las otras soldados han protestado enérgicamente.
Y diréis vosotros, mis desinformados lectores: por queeeeeé? Pues no tiene explicación, la verdad. Porque la soldado Francisco Javier cumple con todos los requisitos que la Ley trans exige para ser mujer. A saber, que la persona en cuestión se autoperciba como tal, sin necesidad de ningún informe psicológico ni médico, y sin ningún requerimiento de cambio de nombre o aspecto físico. Vamos, con solo la declaración personal de que se siente esa percepción de una misma o uno mismo.
En su momento hubo algunos desgraciados machistas y fascistas que pusieron objeciones a esta ley alegando que igual se podía colar gente que tuviera otro tipo de intereses o motivaciones para declararse mujer. Pero al igual que pasó con la Ley del sí es sí, que como recordaréis jamás en la vida se iban a reducir penas de violadores y pederastas, que eso era un bulo difundido por lo más rancio del panorama heteropatriarcal machista de la extrema derecha, pues igual esto no iba a ocurrir nunca tampoco.
En fin, al lío del Montepío. Que la soldado Francisco Javier exige poder entrar a los vestuarios que le corresponden por su nuevo género. Y la ley está a su favor. Ella dice que no le estorba su nombre ni su barba ni su pene ni sus pelos en el pecho, y que se siente lesbiana porque siempre le han gustado las mujeres. Y que no entiende por qué se hace una ley para que luego no paren de ponerle impedimentos en su puesto de trabajo.
Desde distintos colectivos elegetebiguays dicen que la soldado Francisco Javier comete fraude de ley porque su cambio de género no se ha hecho con buena voluntad. El problema es que en la Ley trans el legislador, en este caso legisladora, olvidó especificar que al cambiar de género la persona debía acreditar algo tan "demostrable" legalmente como la "buena voluntad". Algo así como una declaración jurada:
"Yo, Fulanita de copas, declaro bajo juramento que me autopercibo mujer con buenísima voluntad".
"Yo, Perenganito de bastos, declaro bajo juramento que me autopercibo hombre con la mejor de mis voluntades, que no le quepa a usted la menor duda".
En fin, que de momento a la soldado Francisco Javier no le dejan entrar al vestuario de chicas, y en su destacamento se están pensando construir un vestuario especial para nuestra intrépida muchacha. Algo que también se están planteando en no sé qué prisión en la que un convicto por delitos sexuales se ha autoproclamado legalmente señora y ha pedido formalmente cambio de módulo.
Y la gracia está en que, según la Ley trans, es delito cuestionar las motivaciones de la persona que se autopercibe como de otro género distinto a su sexo de nacimiento. Porque nadie tiene por qué exigir explicaciones sobre algo tan íntimo y personal.
Mola eh?? Yo confieso que me lo estoy pasando bomba, la verdad. Estoy disfrutando como una mona. Pocas veces le dan a una motivos tan razonables para descojonarse hasta el descuajiramiento mandibular.
Ps. Por cierto, por Ione Belarra hemos sabido estos días (vosotros no, naturalmente) que a Irene Montero, artífice de estas maravillosas leyes, le habían propuesto desde el Gobierno el puesto de embajadora en Chile, mayormente para quitársela de encima. Colocaciones Sánchez, no se les escapa una. Quién dijo puertas giratorias?? Tenemos cientos de embajadas!! Elige la que más te guste, nena. Embajada va, embajada viene, volando voy, volando vengo.
Ps2. Oye, en serio, me preocupa bastante que gente que no se molesta en absoluto por informarse de lo que pasa a su alrededor pueda votar exactamente igual que la gente que sí se interesa por saber. Pero bueno, otro día abro ese melón, que hoy ya os he dado bastante caña, mis queridos ignorantes de la vida.