No sé si estaréis al tanto de que Jaime Peñafiel ha sacado hace poco un libro, "Letizia y yo", en el que cuenta las aventuras y desventuras de la reina con un presunto novio-amante llamado Jaime del Burgo, que ha estado durante cuatro meses contándole confidencialmente al abuelo Peñafiel su historia de amor con nuestra consorte real.
Y no sé si lo sabréis porque, aunque el libro en menos de dos semanas va ya por la cuarta edición (es muy probable que sea el best seller del año) la cuestión es que no hay ni un solo medio ni televisivo ni radiofónico ni de ninguna clase que haya mencionado el tema ni de pasada. Por lo visto en la prensa de todo el mundo somos la comidilla pero aquí están superocupados con el affaire del recientemente estrenado rey de Dinamarca con Genoveva Casanova y con los supuestos cuernos de Mary Donaldson, la flamante nueva reina danesa. Un tema mucho más interesante, dónde va a parar, que el relato de la relación de nuestra monarca con el tal Del Burgo.
La cosa es que los que sabemos algo de este tema es por las redes sociales, que ahí te enteras absolutamente de todo, o por plataformas como Youtube, en las que no solo no hay tema tabú sino que cuanto más tabú sea un tema mucho mejor para que te den clicks a cascoporro.
Yo la verdad es que por muy republicana que sea, que lo soy, no me creo ni media palabra de esta historia. Bueno, es posible que Letizia tuviera algo que ver alguna vez con este tipo, que además luego se casó con su hermana Telma, o sea, que pasó a ser su cuñado durante un tiempo. La cosa se presta al morbillo, eh? Pero no me creo toda la retahíla de rollos macabeos que el señor relata: que fueron novios, que luego han sido amantes durante años, que se veían en la Zarzuela con la connivencia de Felipe, cornudo consentidor que se casó con Letizia para tapar no sé que historia. Que Letizia y este sujeto han tenido una relación paralela durante todo el tiempo, que las niñas son fruto de la donación de óvulos de la hermana que se suicidó porque la reina después de haber abortado voluntariamente de soltera dos veces ya era estéril, que ella quería divorciarse e irse a vivir a Nueva York con el pollo Del Burgo... En fin, no sigo porque es un cúmulo de despropósitos tal que la credibilidad del relato queda muy tocada.
Tampoco dudo de que la imagen de familia perfecta que la prensa cortesana, o sea, prácticamente toda, nos dan de la familia real es tan falsa como el relato de los dos traviesos Jaimitos. Después de 20 años de matrimonio es más que probable que estén ya hasta el sisilisco el uno de la otra y viceversa. Tampoco es que Letizia me caiga nada bien. Es una tía que parece que lleva siempre un palo metido en el culo, y aparte de estirada pienso que es entre anoréxica y vigoréxica, vamos, carnaza de psiquiatra. Y encima, por muchas operaciones que se haga, cada día tiene más cara de acelga, que es lo que se dice que come prácticamente a diario. Y ya sabéis que de lo que se come se cría.
Si salimos de la crónica meramente rosa o amarilla, estoy completamente convencida de que detrás de esta campaña hay una clara intencionalidad política, aunque no sé muy bien de dónde puede venir. Sabéis que no soy dada a las conspiranoias, pero es que esto no tiene ningún sentido, y menos aún el escandaloso silencio no ya de la Casa Real, que tiene por sistema no entrar en rumores de la vil plebe, sino por parte de la propia prensa cortesana. Que nadie salga a desmentir ni siquiera a defender a Letizia mínimamente. Y en frente unos señores soltando auténticas majaderías que probablemente son delictivas, sean o no mentiras, porque difamar a alguien contando sus intimidades más íntimas, que yo sepa, también es penalmente punitivo.
Siempre he pensado que la Monarquía caería por obra de los propios monárquicos. Y muy probablemente por los desmanes de los Borbones, una familia tendente a la autodestrucción por su propensión genética a la corrupción y el vicio. Y esto no hace más que confirmármelo. Si este escándalo estuviera auspiciado por la izquierda republicana no habrían ido a por Letizia, que es la única plebeya de la saga, y además suele caer bastante bien a las feministas, que andan muy irritadas por todo esto porque como todo lo relacionan con el machismo y la misoginia han tomado a la reina como modelo de víctima del heteropatriarcado. Ellas a su rollo siempre, con sus paranoias. Así que mis sospechas van más bien hacia la ultraderecha, que nunca ha visto con buenos ojos este matrimonio y que además a Letizia la tiene enfilada desde el minuto 0, dadas sus simpatía zurdas y republicanas de juventud. Yo apostaría a que detrás de los traviesos Jaimitos está lo más ranciamente monárquico del panorama político, que pretendería obligar a Felipe a ponerse los calzoncillos de una vez, pegar un puñetazo en la mesa y divorciarse de Letizia.
En fin, que fueraparte del evidente salseo superjugoso, este tema me tiene políticamente fascinada, sobre todo eso de que ningún medio se haga eco de toda esta película, ni para bien ni para mal. Joder, que hasta el Times ha sacado su artículo correspondiente, por Diooooosssss! Y aquí, por contra, la prensa cortesana da una imagen tan vomitivamente edulcorada de la familia que hace que todavía sea todo más sospechoso.
No sé, qué pensáis de todo esto? Estábais al tanto o en Babia? Porque muchas veces escribo aquí de cosas que yo creo a la orden del día y me dice mucha gente que no tenía ni idea. Os recuerdo que va el librito del amigo Peñafiel por la cuarta edición. Eso es mucha gente leyendo, es imposible que no os hayáis enterado. O sí es posible?
También puede ser que no os importe ni dos huevos. Pero no sé, aunque solo fuera por la posibilidad de que este pudiera ser el principio del fin de la monarquía yo creo que la cosa tiene su aquel, no?
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