Fue sonrojante en su día oír decir a Carmen Calvo en una de sus míticas declaraciones aquello de "Eso no lo ha dicho el Presidente, eso lo dijo el señor Sánchez cuando no era Presidente", para justificar de ese modo los múltiples cambios de opinión de su jefe entre su etapa anterior en la oposición y la actual al frente del Gobierno. Una tiene la sensación de que hoy en día para ser político sólo es necesaria una cualidad, o más bien la falta de ella: la absoluta carencia de vergüenza.
La capacidad de decir una cosa un día y al siguiente negarla, incluso negar haberla dicho, aunque te pongan en tus narices la Maldita Hemeroteca y te demuestren sin lugar a dudas que sí, que lo dijiste alto y claro, es una de esas cosas que por mucha imaginación que yo le eche me cuesta asimilar.
El viernes pasado, en una amplia entrevista de Antonio García Ferreras al Presidente en funciones, éste alegó una serie de motivos por los que le parecía imposible acordar un Gobierno de coalición con la formación Unidas Podemos. Desacuerdos básicos en materia territorial, económica, política laboral, la propia concepción del Estado, etc. Decía no poder admitir en un Gobierno dirigido por él a personas que hablaban de España como de un país no democrático, en el que había presos políticos, que habían incluso impugnado la aplicación del artículo 155 en Cataluña... En fin, esgrimió una serie de razones bastante coherentes porque efectivamente es complicado acordar una coalición con un partido con presupuestos políticos tan diferentes en aspectos fundamentales de la gobernanza de un país. Pero cometió un gran error, un error de fondo, tal vez pensando que nunca ocurriría lo que luego ocurrió: personalizó ese rechazo en la figura de Pablo Iglesias, al que definió como el principal escollo para la formación de ese Gobierno.
Craso error, impropio de una mente maquiavélica como la de Sánchez. Porque fue ahí donde se vio pillado ante la siguiente jugada de Iglesias: su renuncia a seguir siendo ese escollo. "Si el problema soy yo, se acabó el problema. Eso sí, no más vetos, ahora quiero para los míos una vicepresidencia, decidir yo los nombres y tantos ministerios como proporcionalmente nos correspondan por escaños". Toma yaaaaaaa! El tontito Iglesias se marca un jaque mate y deja a Sánchez al descubierto y con los calzoncillos en los tobillos.
Esta inesperada jugada de Iglesias, que los suyos han descrito como magistral, ha pillado a los socialistas con la guardia baja y sin poder hacer otra cosa que tartamudear y sacar toda la poca vergüenza de la que son capaces, que es mucha, y parece que inagotable. Tan es así que un día después de las declaraciones de Sánchez, en la misma cadena, el sábado por la noche la vicepresidenta Calvo negaba indignada que él jamás hubiera dicho lo del escollo Iglesias. Así, amigos, sin ruborizarse lo más mínimo. Con la misma faz impasible que el día que soltó lo de que eso no lo había dicho el Presidente, sino un señor llamado Pedro Sánchez. La verdad es que la cara dura de la señora Calvo sólo puede ser comparable a la idem de su jefe, que como ya analicé en el anterior capítulo de este culebrón, roza lo infinito.
Y así hemos pasado pantalla y de todo lo que se dijo el viernes en aquella entrevista con Ferreras que ya pasará a la historia como la de más corta validez de la historia, al día siguiente se dice justo lo contrario y no pasa nada. Porque no sólo es que Calvo negara con contundencia que Sánchez hubiera dicho que Iglesias era un problema, sino que ya todo lo demás tampoco lo había dicho. El discurso había que cambiarlo a la velocidad del rayo y sin despeinarse ni un solo pelo ni mover una sola pestaña: ya no tenemos divergencias serias con las Podemitas Unidas Geyper, sino que ahora tenemos muchiiiiiiiiiisimas cosas en común. Ya no hay ningún problema en que ellos sean partidarios del referéndum catalán, ni en que hablen de presos políticos, ni en su republicanismo manifiesto, ni en que insistan en derogar la reforma laboral, ni en que pidan aumentos del gasto público incompatibles con las órdenes directas de la UE. Ahora suenan los violines y reinan la paz y el amor. Del viernes, cuando era totalmente imposible ningún acuerdo con esa gente que decía cosas tan alejadas del ideario socialista, al sábado todo había cambiado. Donde dije digo digo Diego y aquí no ha pasado nada. Es más, nunca dije digo, siempre dije Diego. Cómooooo? Que noooo? La Maldita Hemeroteca? Eso qué es? De qué me habla?
Lo dicho. Una buena dosis de cinismo, un nulo sentido de la vergüenza y una cara dura impresionante, los tres requisitos básicos para la vida política. Si cumples con ellos no lo dudes, te auguro un excelente porvenir en este oficio de trileros, malandrines y granujas.
Y no está mal pagao, oye.
lunes, 22 de julio de 2019
viernes, 19 de julio de 2019
Tonto o malo? Susto o muerte?
SÍ SE PUEDE, SÍ SE PUEDE, SÍ SE PUEDEEEEEE!
Esto era lo que gritaban con entusiasmo los diputados de Podemos el día de la moción de censura que culminó con la investidura de Pedro Sánchez como Presidente.
Yo los miraba completamente alucinada porque no me podía creer lo que veía. Unos tipos que estaban firmando con esa moción su sentencia de muerte gritaban enloquecidos de felicidad. No parecían conscientes de que todo el tiempo que ese hombre estuviera en el poder iba a aprovecharlo en beneficio propio, y que a poco listo que fuera, terminaría recuperando buena parte de los votantes que se le habían escapado hacia Podemos. Para mí era algo tan evidente que me costaba entender que ellos, siendo además expertos politólogos, no lo vieran venir.
Escribí en su día de este asunto en mi blog. Para mí Pedro Sánchez siempre ha sido un tipo bastante maquiavélico, en el sentido estricto de la palabra. Es un auténtico estratega, y en su estrategia no le viene nada mal esa planta que tiene, su apostura, su encanto personal, su aterciopelada y viril voz de hombre de bien. Sánchez es un encantador de serpientes, además de un tipo con una suerte del copón. Consiguió primero seducir a los militantes socialistas, a los que convenció con poco esfuerzo, de representar las esencias del Socialismo frente a las posturas burguesas, conservadoras y acomodaticias del aparato del Partido, y los militantes se la tragaron doblada. Luego le llegó la inesperada oportunidad de la moción de censura, que lo llevó a la Presidencia y por fin le dio la oportunidad de demostrar sus dotes de hombre de estado, de aparecer como presidenciable ante la opinión pública. Y cuando las encuestas le venían dando unos resultados cada vez más exiguos, de repente por arte de magia, en cuestión de un mes en el cargo, al mismo tiempo que crecía su apariencia de estadista, iba creciendo la intención de voto en los sondeos a un ritmo vertiginoso. En cuestión de tres meses le dio la vuelta a las encuestas y de sus horas más bajas pasó automáticamente a indiscutible caballo ganador. Un año después, al llegar a las elecciones ya había dejado muy atrás a todos sus contrincantes, y concretamente a Podemos, su principal competidor, boqueando y en las últimas.
Hasta aquí lo que era evidente que iba a pasar y que podía prever cualquiera con un dedo de frente, excepto los que tenían que haberlo previsto.
Iglesias a estas alturas de la película, después de los desastrosos resultados obtenidos, tiene que salvar su culo como sea y anda mendigándole a Sánchez un ministerio. Cuesta imaginar a un político con tan poca visión de futuro, alguien que no supo ver en su día lo que podía significar regalarle a un tipo como Sánchez el poder prácticamente a cambio de nada.
Por su parte Sánchez ya ha perdido por completo el sentido de la vergüenza, confiado como está en la mala memoria de la gente y en su poder de seducción. Y así, el creador del NO ES NO, el hombre que inventó la estrategia del bloqueo y que estuvo a punto de llevarnos a unas terceras elecciones por su empecinamiento en no abstenerse en la investidura de Rajoy, ahora defiende a capa y espada el SÍ PORQUE SÍ y tacha de irresponsables a los que no absteniéndose en su investidura nos llevarían a nuevos comicios. Pero vamos, sin ruborizarse lo más mínimo.
Del creador de la frase "El único responsable de no obtener apoyos para su investidura es usted, señor Rajoy", presentamos "Todos menos yo son responsables de que yo no haya obtenido apoyos para mi investidura". Por to el morro.
La cara dura más impresionante que yo haya visto en política la tiene Sánchez. Por contra, la estupidez, la ingenuidad y la cretinez más inmensas las tiene Iglesias.
Y ahora viene la gran pregunta: quién prefieres que te gobierne, un malvado o un necio? Pues amigos, yo sin ninguna duda prefiero al malo, por muy malísimo y sinvergüenza que sea. Un idiota como Iglesias puede en muy poco tiempo ser mucho más catastrófico para un país que un malandrín como Sánchez. Puestos a elegir entre susto y muerte, lo tengo claro, prefiero susto.
Esto era lo que gritaban con entusiasmo los diputados de Podemos el día de la moción de censura que culminó con la investidura de Pedro Sánchez como Presidente.
Yo los miraba completamente alucinada porque no me podía creer lo que veía. Unos tipos que estaban firmando con esa moción su sentencia de muerte gritaban enloquecidos de felicidad. No parecían conscientes de que todo el tiempo que ese hombre estuviera en el poder iba a aprovecharlo en beneficio propio, y que a poco listo que fuera, terminaría recuperando buena parte de los votantes que se le habían escapado hacia Podemos. Para mí era algo tan evidente que me costaba entender que ellos, siendo además expertos politólogos, no lo vieran venir.
Escribí en su día de este asunto en mi blog. Para mí Pedro Sánchez siempre ha sido un tipo bastante maquiavélico, en el sentido estricto de la palabra. Es un auténtico estratega, y en su estrategia no le viene nada mal esa planta que tiene, su apostura, su encanto personal, su aterciopelada y viril voz de hombre de bien. Sánchez es un encantador de serpientes, además de un tipo con una suerte del copón. Consiguió primero seducir a los militantes socialistas, a los que convenció con poco esfuerzo, de representar las esencias del Socialismo frente a las posturas burguesas, conservadoras y acomodaticias del aparato del Partido, y los militantes se la tragaron doblada. Luego le llegó la inesperada oportunidad de la moción de censura, que lo llevó a la Presidencia y por fin le dio la oportunidad de demostrar sus dotes de hombre de estado, de aparecer como presidenciable ante la opinión pública. Y cuando las encuestas le venían dando unos resultados cada vez más exiguos, de repente por arte de magia, en cuestión de un mes en el cargo, al mismo tiempo que crecía su apariencia de estadista, iba creciendo la intención de voto en los sondeos a un ritmo vertiginoso. En cuestión de tres meses le dio la vuelta a las encuestas y de sus horas más bajas pasó automáticamente a indiscutible caballo ganador. Un año después, al llegar a las elecciones ya había dejado muy atrás a todos sus contrincantes, y concretamente a Podemos, su principal competidor, boqueando y en las últimas.
Hasta aquí lo que era evidente que iba a pasar y que podía prever cualquiera con un dedo de frente, excepto los que tenían que haberlo previsto.
Iglesias a estas alturas de la película, después de los desastrosos resultados obtenidos, tiene que salvar su culo como sea y anda mendigándole a Sánchez un ministerio. Cuesta imaginar a un político con tan poca visión de futuro, alguien que no supo ver en su día lo que podía significar regalarle a un tipo como Sánchez el poder prácticamente a cambio de nada.
Por su parte Sánchez ya ha perdido por completo el sentido de la vergüenza, confiado como está en la mala memoria de la gente y en su poder de seducción. Y así, el creador del NO ES NO, el hombre que inventó la estrategia del bloqueo y que estuvo a punto de llevarnos a unas terceras elecciones por su empecinamiento en no abstenerse en la investidura de Rajoy, ahora defiende a capa y espada el SÍ PORQUE SÍ y tacha de irresponsables a los que no absteniéndose en su investidura nos llevarían a nuevos comicios. Pero vamos, sin ruborizarse lo más mínimo.
Del creador de la frase "El único responsable de no obtener apoyos para su investidura es usted, señor Rajoy", presentamos "Todos menos yo son responsables de que yo no haya obtenido apoyos para mi investidura". Por to el morro.
La cara dura más impresionante que yo haya visto en política la tiene Sánchez. Por contra, la estupidez, la ingenuidad y la cretinez más inmensas las tiene Iglesias.
Y ahora viene la gran pregunta: quién prefieres que te gobierne, un malvado o un necio? Pues amigos, yo sin ninguna duda prefiero al malo, por muy malísimo y sinvergüenza que sea. Un idiota como Iglesias puede en muy poco tiempo ser mucho más catastrófico para un país que un malandrín como Sánchez. Puestos a elegir entre susto y muerte, lo tengo claro, prefiero susto.
viernes, 12 de julio de 2019
Lecturas recomendadas 2019
Queridos amigos, como ya es tradición veraniega aquí va un listado con breve crítica de los libros que he leído a lo largo del año y que me han gustado lo bastante como para recomendar. Como veréis hay para todos los gustos y de géneros variados. Tenéis donde elegir:
1. El cuento de la criada, by Margaret Atwood. Comenzamos con la famosísima y alabadísima novela en la que se basa la no menos famosísima y alabadísima serie de televisión del mismo título. Una distopía que curiosamente fue escrita en 1984, título de otra de las grandes distopías de la literatura, la de George Orwell. Considerada un símbolo del feminismo, la narradora nos habla de un país, Gilead, en el que, tras una serie de atentados terroristas, con la coartada de preservar la seguridad y proteger a la población, se empiezan a recortar derechos y libertades. Os suena de algo, no? Las mujeres son el colectivo más afectado porque además esta sociedad tiene un serio problema demográfico y las autoridades deciden crear la figura de las "Criadas", una especie de vientres de alquiler que serán fccundados por sementales de las élites sociales para garantizar el imprescindible relevo generacional. Como en todas las distopías, una sociedad basada en el control de las vidas de los ciudadanos hasta en sus facetas más íntimas. Aterradora y asfixiante. Como la serie.
2. Cumbres borrascosas, by Emily Brontë. Después de leer "Todo ese fuego", la novela biográfica sobre las hermanas Brontë de Ángeles Caso, me quedé con muchas ganas de leer alguna de sus obras inolvidables. La única que he pillado en la biblio traducida es ésta, una traducción mala no, lo siguiente, pero que más o menos se puede leer aunque vaya una retraduciendo la traducción todo el tiempo. Ahora que sé la vida que llevaron las hermanas, cómo era su rutina de escritoras, qué hay detrás de las grandes pasiones que describieron en sus libros, la lectura de la novela es mucho más interesante. Vi hace muchos años la película y ahora, con la historia aún fresca en mi cabeza, me gustaría volverla a ver. Cati y Heathcliff, Merle Oberon y Lawrence Olivier, ese amor turbio, enfermizo, obsesivo, devastador, en un paisaje agreste y duro de la Inglaterra profunda y puritana... qué maravilla! Pon de vez en cuando un clásico en tu vida. Emily, qué gran escritora y qué gran mujer! Eso sí, a poder ser pillad una traducción al español actual y no al castellano antiguo.
3. Los buenos amigos, by Use Lahoz. Ya recomendé en otra entrega "La estación perdida" de Lahoz, una novela que me encantó y que me dejó con ganas de leer más de este hombre. Ésta es mi segunda novela suya, la última que ha escrito hasta el momento, que yo sepa. Si la otra me gustó, ésta creo que puedo decir que es absolutamente redonda. Además, tiene la particularidad de que en cada novela va recuperando personajes de las anteriores, los invita como secundarios. Por ejemplo, Santiago Cádiar, el de "La estación perdida" hace un par de "cameos" aquí. Los protagonistas de esta historia son Sixto Baladia y Vicente Cástaras, dos chicos huérfanos, que se hacen íntimos amigos en un orfanato barcelonés allá por los años 60. La aparición de la novicia Lucía trastocará el curso de esta amistad y será determinante en las vidas de los dos amigos. Una novela que en ningún momento pierde intensidad, con una intriga permanente, que engancha como enganchaban los culebrones radiofónicos de los años 60. Yo he captado algún despistecillo en las secuencias temporales entre ambas historias, pero aparte de eso es sencillamente perfecta. Hay por ahí quien compara a Lahoz con Balzac. No puedo opinar porque no lo he leído pero si se parece un poco pasa a ser de mis clásicos pendientes. Y por supuesto, voy a procurar leer absolutamente todo lo que escriba este pedazo de escritor.
4. Con el traje de los domingos, by Bernice Rubens. Viajamos a la Inglaterra de los años 70. Estamos ante un thriller psicológico con un cierto toque de sátira social y con el travestismo como telón de fondo. El protagonista, George Verrey Smith, es un profesor egocéntrico y misántropo que tiene la costumbre de encerrarse los domingos en su estudio, perfectamente maquillado y vestido de mujer, a hacer el crucigrama del periódico. Su esposa Joy, lejos de condenar este pasatiempo, es la que le surte de indumentaria femenina. Le va pasando sus propios vestidos a la par que lo castiga con el látigo de la indiferencia. Mientras Verrey Smith confiesa a los lectores que una vez mató a un hombre se ve envuelto en otro crimen que le obligará a replantearse su vida y a transformarse en la "viuda" Emily Price. Con todo, lo más interesante de la novela no es tanto la resolución del crimen sino la tensión psicológica que enfrenta la doble identidad de George-Emily, plasmada en la existencia de dos voces narrativas que recogen la constante lucha interior del protagonista consigo mismo. Amena e interesante.
5. Tiene que ser aquí, by Maggie O'Farrell. De esta escritora irlandesa ya recomendé en su día otra novela: "La extraña desaparición de Esme Lennox". Me gustan las historias que cuenta y me gusta cómo las cuenta. En esta ocasión nos relata la vida de Daniel y Claudette, una pareja que parece llevar una vida idílica en un lugar apartado de la costa irlandesa, con sus hijos y con un amor aparentemente inquebrantable que será puesto a prueba por diversas circunstancias del pasado y del presente. La autora va contando la historia a través de distintos personajes: el propio Daniel, Claudette, los hijos de ambos, los amigos... Y va saltando del pasado al presente y viceversa hasta que poco a poco se va conformando el puzzle de sus vidas. Muy bien escrita, además engancha un montón.
6. Los tiempos del odio, by Rosa Montero. Volvemos a las aventuras de Bruna Husky, la detective replicante tecnohumana de combate creada por Montero que nos traslada a un planeta Tierra del futuro. En esta nueva entrega Bruna tendrá que hacer frente a una organización terrorista que ha secuestrado a una serie de rehenes entre los cuales está su amigo-novio, el inspector Paul Lizard. Montero vuelve a aprovechar para hacer a través de la ciencia-ficción una fuerte crítica de la sociedad actual, situando en ese mundo futuro buena parte de los conflictos y dilemas de nuestros tiempos y tomando claro partido por el espíritu democrático frente a populismos de uno y otro signo. Tengo que reconocer que esta novela ya al final me ha cansado un poco. Tanto viaje interespacial, tanto ciborg y tanta tecnología futurista me han agotado. Pero tengo la sensación de que ésta es ya la última entrega de las aventuras de la rep Bruna y no me la quería perder. Como todas las novelas de Rosa es de lectura fácil.
7. Los Baldrich, by Use Lahoz. Primera novela de Use Lahoz pero tercera para mí. Me traslado con él a la Barcelona de posguerra y llego hasta la de los Juegos Olímpicos. Seguimos las peripecias de Jenaro Baldrich, el patriarca de una familia de la burguesía catalana que ha hecho fortuna al calor del desarrollo industrial de la posguerra. Los Baldrich de un modo u otro seguirán presentes en el resto de novelas de Use, lo que da una idea de su apego hacia estos personajes. Su estilo narrativo, que aúna el paisaje urbano y el humano, atrapa al lector con constantes guiños, y le hace moverse cómodamente entre la historia colectiva y la individual. Vemos crecer Barcelona al ritmo de nuestros protagonistas. Ya lo he dicho otras veces pero lo repito: Use Lahoz cuenta las cosas como los autores de folletines decimonónicos, o como los de radionovelas. Te engancha, te mete en su mundo, y ya sólo quieres saber qué va a pasar con cada uno de los personajes. Y no quieres que se acabe, Para mí no hay mayor piropo para una novela.
8. El año en que me enamoré de todas, by Use Lahoz. Sí, vale, estoy un poco enganchada a este escritor y me he propuesto leer todas sus novelas. Aquí Use cambia totalmente de registro. Nada de novela histórica, sagas familiares y rollo folletinesco. La acción transcurre en el Madrid actual, adonde llega el joven francés Sylvain Saury con la intención de recuperar a su exnovia Heike. En realidad es una comedia romántica, nada que ver con su obra anterior. Personalmente me gusta más el Lahoz de folletín histórico, aquí lo encuentro pelín cursi, moñas, afectado, y además los personajes no han llegado a emocionarme como en sus otras obras, pero por si os sirve de estímulo fue Premio Primavera de Novela 2013, que es un premiazo.
9. Tú no eres como otras madres, by Angelika Schrobsdorff. La autora reconstruye en esta obra la historia real de su madre, Else, una muchacha judía nacida en Berlín que pronto se rebelará contra las estrictas normas que impone su cultura y se sumergirá en el ambiente artístico y bohemio de la ciudad. Una mujer adelantada a su tiempo, con un gran carisma y ansiosa de vivir a tope. Con Else pasearemos y bailaremos por el Berlín de los felices 20, sufriremos las consecuencias de la Gran Crisis y entraremos casi sin danos cuenta en el Tercer Reich. La frívola, alocada e irresponsable Else sufrirá por su condición de judía en la Alemania nazi y se verá obligada a exiliarse a Bulgaria, donde conoce las penalidades, la miseria y el miedo, cosas que hasta entonces le habían sido ajenas. Las complejas relaciones entre Else y sus hijos, especialmente Angelika, llenan las páginas de este libro que toca hasta la última tecla del lector. Imposible no conmoverse.
10. Hombres, by Angelika Schrobsdorff. Tan pillada me quedé con la historia de la madre de Angelika que quise seguir con la biografía de la propia autora. Nuestra protagonista aquí se transmuta en Eveline, y tengo que decir que he disfrutado mucho leyéndola porque por una vez leo una autobiografía femenina en la que la mujer no sólo no tira de victimismo en absoluto sino que se describe como una auténtica hija de puta depredadora de hombres sin el menor pudor. Por fin una tía que reconoce haber usado a los hombres en su beneficio y haberlos manipulado para obtener todos sus caprichos. Egoísta, calculadora, enamoradiza, superficial, infiel, pagada de sí misma, implacable con los errores ajenos... vaya, que la autora se pinta a sí misma como un "regalito" de mujer. La verdad es que hace gala de una honestidad brutal. Tampoco los hombres quedan demasiado bien: posesivos, celosos, medio imbéciles, básicos, de pensamiento omnifálico... En fin, interesante si consigues superar el hartazgo que provoca el desmesurado ego de Schrobsdorff. No sé si será espoiler decir que al final la protagonista consigue caer un pelín menos mal.
11. Lo que me queda por vivir, by Elvira Lindo. No sé hasta qué punto esta novela es una especie de autobiografía de Lindo referida a una etapa oscura de su vida, cuando se vio sola con un hijo pequeño en Madrid tras una tormentosa separación del padre del chico. Como dato, la imagen de la portada es obra de su hijo Miguel y el libro está también dedicado a él. La propia Lindo ha afirmado que la mujer protagonista se parece mucho a la que ella fue y el niño al que fue su hijo. En todo caso es una historia que suena a verdadera, aunque para mi gusto está escrita con un tono excesivamente victimista. Si bien en su favor tengo que decir que la misma narradora reconoce haberse convertido en víctima por voluntad propia, vamos, que tiene bastante asumido que todo lo que le pasa es por culpa de su estupidez emocional. En definitiva, una novela sobre el desamor, las contradicciones humanas y, principalmente, sobre esa relación tan especial que se establece entre madres perdidas e hijos que intentan proteger a esas madres de sí mismas. El final es de llorar un montón, por lo menos yo.
1. El cuento de la criada, by Margaret Atwood. Comenzamos con la famosísima y alabadísima novela en la que se basa la no menos famosísima y alabadísima serie de televisión del mismo título. Una distopía que curiosamente fue escrita en 1984, título de otra de las grandes distopías de la literatura, la de George Orwell. Considerada un símbolo del feminismo, la narradora nos habla de un país, Gilead, en el que, tras una serie de atentados terroristas, con la coartada de preservar la seguridad y proteger a la población, se empiezan a recortar derechos y libertades. Os suena de algo, no? Las mujeres son el colectivo más afectado porque además esta sociedad tiene un serio problema demográfico y las autoridades deciden crear la figura de las "Criadas", una especie de vientres de alquiler que serán fccundados por sementales de las élites sociales para garantizar el imprescindible relevo generacional. Como en todas las distopías, una sociedad basada en el control de las vidas de los ciudadanos hasta en sus facetas más íntimas. Aterradora y asfixiante. Como la serie.
2. Cumbres borrascosas, by Emily Brontë. Después de leer "Todo ese fuego", la novela biográfica sobre las hermanas Brontë de Ángeles Caso, me quedé con muchas ganas de leer alguna de sus obras inolvidables. La única que he pillado en la biblio traducida es ésta, una traducción mala no, lo siguiente, pero que más o menos se puede leer aunque vaya una retraduciendo la traducción todo el tiempo. Ahora que sé la vida que llevaron las hermanas, cómo era su rutina de escritoras, qué hay detrás de las grandes pasiones que describieron en sus libros, la lectura de la novela es mucho más interesante. Vi hace muchos años la película y ahora, con la historia aún fresca en mi cabeza, me gustaría volverla a ver. Cati y Heathcliff, Merle Oberon y Lawrence Olivier, ese amor turbio, enfermizo, obsesivo, devastador, en un paisaje agreste y duro de la Inglaterra profunda y puritana... qué maravilla! Pon de vez en cuando un clásico en tu vida. Emily, qué gran escritora y qué gran mujer! Eso sí, a poder ser pillad una traducción al español actual y no al castellano antiguo.
3. Los buenos amigos, by Use Lahoz. Ya recomendé en otra entrega "La estación perdida" de Lahoz, una novela que me encantó y que me dejó con ganas de leer más de este hombre. Ésta es mi segunda novela suya, la última que ha escrito hasta el momento, que yo sepa. Si la otra me gustó, ésta creo que puedo decir que es absolutamente redonda. Además, tiene la particularidad de que en cada novela va recuperando personajes de las anteriores, los invita como secundarios. Por ejemplo, Santiago Cádiar, el de "La estación perdida" hace un par de "cameos" aquí. Los protagonistas de esta historia son Sixto Baladia y Vicente Cástaras, dos chicos huérfanos, que se hacen íntimos amigos en un orfanato barcelonés allá por los años 60. La aparición de la novicia Lucía trastocará el curso de esta amistad y será determinante en las vidas de los dos amigos. Una novela que en ningún momento pierde intensidad, con una intriga permanente, que engancha como enganchaban los culebrones radiofónicos de los años 60. Yo he captado algún despistecillo en las secuencias temporales entre ambas historias, pero aparte de eso es sencillamente perfecta. Hay por ahí quien compara a Lahoz con Balzac. No puedo opinar porque no lo he leído pero si se parece un poco pasa a ser de mis clásicos pendientes. Y por supuesto, voy a procurar leer absolutamente todo lo que escriba este pedazo de escritor.
4. Con el traje de los domingos, by Bernice Rubens. Viajamos a la Inglaterra de los años 70. Estamos ante un thriller psicológico con un cierto toque de sátira social y con el travestismo como telón de fondo. El protagonista, George Verrey Smith, es un profesor egocéntrico y misántropo que tiene la costumbre de encerrarse los domingos en su estudio, perfectamente maquillado y vestido de mujer, a hacer el crucigrama del periódico. Su esposa Joy, lejos de condenar este pasatiempo, es la que le surte de indumentaria femenina. Le va pasando sus propios vestidos a la par que lo castiga con el látigo de la indiferencia. Mientras Verrey Smith confiesa a los lectores que una vez mató a un hombre se ve envuelto en otro crimen que le obligará a replantearse su vida y a transformarse en la "viuda" Emily Price. Con todo, lo más interesante de la novela no es tanto la resolución del crimen sino la tensión psicológica que enfrenta la doble identidad de George-Emily, plasmada en la existencia de dos voces narrativas que recogen la constante lucha interior del protagonista consigo mismo. Amena e interesante.
5. Tiene que ser aquí, by Maggie O'Farrell. De esta escritora irlandesa ya recomendé en su día otra novela: "La extraña desaparición de Esme Lennox". Me gustan las historias que cuenta y me gusta cómo las cuenta. En esta ocasión nos relata la vida de Daniel y Claudette, una pareja que parece llevar una vida idílica en un lugar apartado de la costa irlandesa, con sus hijos y con un amor aparentemente inquebrantable que será puesto a prueba por diversas circunstancias del pasado y del presente. La autora va contando la historia a través de distintos personajes: el propio Daniel, Claudette, los hijos de ambos, los amigos... Y va saltando del pasado al presente y viceversa hasta que poco a poco se va conformando el puzzle de sus vidas. Muy bien escrita, además engancha un montón.
6. Los tiempos del odio, by Rosa Montero. Volvemos a las aventuras de Bruna Husky, la detective replicante tecnohumana de combate creada por Montero que nos traslada a un planeta Tierra del futuro. En esta nueva entrega Bruna tendrá que hacer frente a una organización terrorista que ha secuestrado a una serie de rehenes entre los cuales está su amigo-novio, el inspector Paul Lizard. Montero vuelve a aprovechar para hacer a través de la ciencia-ficción una fuerte crítica de la sociedad actual, situando en ese mundo futuro buena parte de los conflictos y dilemas de nuestros tiempos y tomando claro partido por el espíritu democrático frente a populismos de uno y otro signo. Tengo que reconocer que esta novela ya al final me ha cansado un poco. Tanto viaje interespacial, tanto ciborg y tanta tecnología futurista me han agotado. Pero tengo la sensación de que ésta es ya la última entrega de las aventuras de la rep Bruna y no me la quería perder. Como todas las novelas de Rosa es de lectura fácil.
7. Los Baldrich, by Use Lahoz. Primera novela de Use Lahoz pero tercera para mí. Me traslado con él a la Barcelona de posguerra y llego hasta la de los Juegos Olímpicos. Seguimos las peripecias de Jenaro Baldrich, el patriarca de una familia de la burguesía catalana que ha hecho fortuna al calor del desarrollo industrial de la posguerra. Los Baldrich de un modo u otro seguirán presentes en el resto de novelas de Use, lo que da una idea de su apego hacia estos personajes. Su estilo narrativo, que aúna el paisaje urbano y el humano, atrapa al lector con constantes guiños, y le hace moverse cómodamente entre la historia colectiva y la individual. Vemos crecer Barcelona al ritmo de nuestros protagonistas. Ya lo he dicho otras veces pero lo repito: Use Lahoz cuenta las cosas como los autores de folletines decimonónicos, o como los de radionovelas. Te engancha, te mete en su mundo, y ya sólo quieres saber qué va a pasar con cada uno de los personajes. Y no quieres que se acabe, Para mí no hay mayor piropo para una novela.
8. El año en que me enamoré de todas, by Use Lahoz. Sí, vale, estoy un poco enganchada a este escritor y me he propuesto leer todas sus novelas. Aquí Use cambia totalmente de registro. Nada de novela histórica, sagas familiares y rollo folletinesco. La acción transcurre en el Madrid actual, adonde llega el joven francés Sylvain Saury con la intención de recuperar a su exnovia Heike. En realidad es una comedia romántica, nada que ver con su obra anterior. Personalmente me gusta más el Lahoz de folletín histórico, aquí lo encuentro pelín cursi, moñas, afectado, y además los personajes no han llegado a emocionarme como en sus otras obras, pero por si os sirve de estímulo fue Premio Primavera de Novela 2013, que es un premiazo.
9. Tú no eres como otras madres, by Angelika Schrobsdorff. La autora reconstruye en esta obra la historia real de su madre, Else, una muchacha judía nacida en Berlín que pronto se rebelará contra las estrictas normas que impone su cultura y se sumergirá en el ambiente artístico y bohemio de la ciudad. Una mujer adelantada a su tiempo, con un gran carisma y ansiosa de vivir a tope. Con Else pasearemos y bailaremos por el Berlín de los felices 20, sufriremos las consecuencias de la Gran Crisis y entraremos casi sin danos cuenta en el Tercer Reich. La frívola, alocada e irresponsable Else sufrirá por su condición de judía en la Alemania nazi y se verá obligada a exiliarse a Bulgaria, donde conoce las penalidades, la miseria y el miedo, cosas que hasta entonces le habían sido ajenas. Las complejas relaciones entre Else y sus hijos, especialmente Angelika, llenan las páginas de este libro que toca hasta la última tecla del lector. Imposible no conmoverse.
10. Hombres, by Angelika Schrobsdorff. Tan pillada me quedé con la historia de la madre de Angelika que quise seguir con la biografía de la propia autora. Nuestra protagonista aquí se transmuta en Eveline, y tengo que decir que he disfrutado mucho leyéndola porque por una vez leo una autobiografía femenina en la que la mujer no sólo no tira de victimismo en absoluto sino que se describe como una auténtica hija de puta depredadora de hombres sin el menor pudor. Por fin una tía que reconoce haber usado a los hombres en su beneficio y haberlos manipulado para obtener todos sus caprichos. Egoísta, calculadora, enamoradiza, superficial, infiel, pagada de sí misma, implacable con los errores ajenos... vaya, que la autora se pinta a sí misma como un "regalito" de mujer. La verdad es que hace gala de una honestidad brutal. Tampoco los hombres quedan demasiado bien: posesivos, celosos, medio imbéciles, básicos, de pensamiento omnifálico... En fin, interesante si consigues superar el hartazgo que provoca el desmesurado ego de Schrobsdorff. No sé si será espoiler decir que al final la protagonista consigue caer un pelín menos mal.
11. Lo que me queda por vivir, by Elvira Lindo. No sé hasta qué punto esta novela es una especie de autobiografía de Lindo referida a una etapa oscura de su vida, cuando se vio sola con un hijo pequeño en Madrid tras una tormentosa separación del padre del chico. Como dato, la imagen de la portada es obra de su hijo Miguel y el libro está también dedicado a él. La propia Lindo ha afirmado que la mujer protagonista se parece mucho a la que ella fue y el niño al que fue su hijo. En todo caso es una historia que suena a verdadera, aunque para mi gusto está escrita con un tono excesivamente victimista. Si bien en su favor tengo que decir que la misma narradora reconoce haberse convertido en víctima por voluntad propia, vamos, que tiene bastante asumido que todo lo que le pasa es por culpa de su estupidez emocional. En definitiva, una novela sobre el desamor, las contradicciones humanas y, principalmente, sobre esa relación tan especial que se establece entre madres perdidas e hijos que intentan proteger a esas madres de sí mismas. El final es de llorar un montón, por lo menos yo.
martes, 9 de julio de 2019
Alquilo voto a buen precio
Alquilo voto bueno, bonito y barato. El precio de mi voto consiste en 3 únicas condiciones:
1. Una ley de eutanasia ya. No votaré a ningún partido que no lleve en su programa una ley de eutanasia además por vía prioritaria.
2. Una persona, un voto. Cambio en la ley electoral para acabar con las circuscripciones provinciales YA. Si a un partido lo votan 3 millones que dé igual si son los habitantes de una región como si lo votan desperdigados por todo el territorio nacional. Cada persona vale un voto y no se tira el voto de nadie a la basura.
3. Si no hay acuerdo alternativo, gobierno del más votado. Sin posibilidad ninguna de bloqueo. Se acabaron para siempre los NO ES NO inaugurados por el inefable Sánchez. Tendrá que ser SÍ O SÍ, y si no gobernarán los más votados. Como ya existe en Ayuntamientos y en algunas comunidades como País Vasco. Ya vale de meses y meses chupando del bote sin pegar palo al agua. Y de repetir elecciones una y otra vez porque no son capaces de ponerse de acuerdo.
Votaré a cualquiera que lleve estas tres propuestas en su programa. Entre tanto no volveré a votar.
Y esto es lo que hay. Innegociable.
Me lo quitan de las manos oigaaaaaaaa!
1. Una ley de eutanasia ya. No votaré a ningún partido que no lleve en su programa una ley de eutanasia además por vía prioritaria.
2. Una persona, un voto. Cambio en la ley electoral para acabar con las circuscripciones provinciales YA. Si a un partido lo votan 3 millones que dé igual si son los habitantes de una región como si lo votan desperdigados por todo el territorio nacional. Cada persona vale un voto y no se tira el voto de nadie a la basura.
3. Si no hay acuerdo alternativo, gobierno del más votado. Sin posibilidad ninguna de bloqueo. Se acabaron para siempre los NO ES NO inaugurados por el inefable Sánchez. Tendrá que ser SÍ O SÍ, y si no gobernarán los más votados. Como ya existe en Ayuntamientos y en algunas comunidades como País Vasco. Ya vale de meses y meses chupando del bote sin pegar palo al agua. Y de repetir elecciones una y otra vez porque no son capaces de ponerse de acuerdo.
Votaré a cualquiera que lleve estas tres propuestas en su programa. Entre tanto no volveré a votar.
Y esto es lo que hay. Innegociable.
Me lo quitan de las manos oigaaaaaaaa!
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