sábado, 18 de agosto de 2018

Twitter, violaciones, abusos, sexo, amor, y el arroz que se pasa

Estoy desde hace un par de días enchochada con una trifulca por el Twitter. Resulta que alguien colgó una noticia sobre la detención de un hombre de 40 años que había sido pillado por su mujer manteniendo relaciones con su hijastra de 16.

Los comentarios a la noticia eran todos furibundos: que si violador hijodeputa, que si  cochino abusador, etc. Bueno, lo típico.

Yo como ya sabéis que me gusta llevar la contraria por sistema planteé la posibilidad, que en el titular de la noticia no quedaba claro, de que se tratara de sexo consentido, vamos, que la chica pudiera estar ahí voluntariamente, en cuyo caso, por mucho que la ley establezca que es un abuso, yo personalmente no lo entiendo así.

Inmediatamente se me echan  encima un montón de tías y algún que otro tío. Que si degenerada, que si desaprensiva, que si tal que si cual. Lo típico también. Esto es lo que más me gusta del Twitter, los berrinches tan tontos que se pilla la gente.

En fin, lo más probable es que lleven razón y que se trate de un caso más de abuso sexual de los miles que se dan. pero mientras exista la leve posibilidad de que no sea así, y ya digo que el titular no lo aclara, también es posible pensar que se trate de otra cosa, de sexo consentido o incluso, por qué no, de amor.

Casos hay. Por ejemplo, el actual presidente francés, Macron, se enamoró de su señora, Brigitte, cuando él tenía justo esa edad. Era un adolescente imberbe y granulento, y ella una señora hecha y derecha, casada y con varias hijas de su matrimonio. Y oye, ahí están.

Otro caso que siempre me ha parecido alucinante, no sé si lo recordaréis. Hace bastantes años fue condenada a prisión en Estados Unidos una profesora, también casada y con varios hijos, por haber tenido relaciones sexuales con un alumno de 14 años. Fue condenada a pesar de que el muchacho afirmaba estar locamente enamorado de ella y haber mantenido esas relaciones de forma totalmente voluntaria. El caso es que al cabo de unos años salió en libertad provisional y aunque pesaba una orden de alejamiento del alumno, se apañaron para volver a verse y la señora quedó embarazada. De resultas de este desliz volvió a ser acusada y volvió a entrar en la cárcel por unos cuantos años más. Durante todo ese tiempo siguieron enamorados, siguieron viéndose e incluso ella en la prisión tuvo un par de hijas de él. Cuando por fin salió se fueron a vivir juntos, se casaron y vivieron felices y comieron perdices. Hasta hace poco, que creo que se han divorciado, según leí recientemente en el Pronto.

Es una historia demencial y absurda. Era una sencilla historia de amor. Como dice la copla, cuando el amor llega así de esta manera uno no tiene la culpa. Y además, en mi opinión, el amor no entiende de edades  ni de sexos ni de religiones ni de razas ni de nada. Ocurre y punto. Esa mujer se ha pasado años de su vida en una cárcel, presa junto con un montón de ladronas, asesinas y delincuentes de todo pelaje, sólo por haberse enamorado y por ser correspondida.  No había cometido ningún otro delito.

Es probable que la absurda ley que metió a esa mujer en prisión haya alimentado ese amor durante todo este tiempo, porque a la vista está que no era un sentimiento imbatible. Con los años el tipo habrá conocido a otra más joven, y se ha cansado de su añosa señora. Que no es lo mismo enamorarse a los 14 años de una profesora de 34 que seguir enamorado a los 40 de una de 60. La atracción por las maduritas y por los maduritos tiene su edad, y esa atracción caduca cuando de madurita se pasa a vieja. No me extrañaría que a Macron un día de éstos le pasara lo mismo. Cualquiera que haya visto a su señora cuando él se volvió loquito por ella puede apreciar que no tiene nada que ver con la momia que es ahora, hiperestirada e hiperbotulimizada.

En fin, que esas cosas pasan. No es nada extraño que un adolescente, chico o chica, se enamore de una persona mayor y mantenga relaciones sexuales con ella de forma voluntaria. En mi juventud yo misma lo hice, y tuve amigas que también lo hicieron. No entiendo que una legislación de brocha gorda meta en el mismo saco al degenerado que abusa de una niña o un niño y al que mantiene una relación con el consentimiento y entusiasmo del menor. No estamos hablando de menores impúberes, sino de adolescentes capaces de enamorarse y de decidir follar con quien les dé la real gana.

Por eso me he metido en esta guerrilla tuitera, porque no concibo que la gente meta en un totum revolutum cosas que son radicalmente distintas.

En general me suelo meter en muchos embolados de éstos por puro entretenimiento. Porque creo que el personal está totalmente desnortado y lo que se dice pensar pensar, piensa poco. Mi función como tuitera es básicamente despertar en tanto descerebrado que anda suelto por ahí la sana virtud de la duda.

Esto no tiene mucho que ver pero ya que estoy con el tema de Twitter, también he mantenido estos días otro rifirrafe por el estilo. Os cuento:

Una chica en el First Date se ofende muchísimo porque el chaval con el que está cenando le dice que a las mujeres en el tema de la maternidad se nos pasa el arroz. Cierto es que la muchacha tiene sólo 30 años y aún tiene tiempo para pensárselo pero no es menos cierto que cuanto más tarde en decidirse más entrará en lo que se conoce como embarazo de riesgo. El chico no estaba diciendo ninguna tontería.

Bueno, pues fue decir el chaval lo del arroz pasado y montarse un cirio en Twitter de padre y muy señor mio. Un montón de tías poniéndolo a parir, y nunca mejor dicho.

Yo, como no podía ser menos, salí de inmediato en su defensa. Y dije que nos guste o no y por muy injusta y machista que nos parezca la naturaleza, la pura verdad es que las mujeres tenemos fecha de caducidad para eso de la maternidad. Y que para colmo la edad ideal a nivel fisiológico para ser madre está entre los 20 y los 30, por mucho que socialmente eso hoy en día sea prácticamente imposible.

Por supuesto hordas de feministas indignadas se me tiran encima. Lo esperaba, es fácil provocarlas. Saltan de inmediato en cuanto se sienten amenazadas, que es todo el tiempo.

Hijas mías de mi vida, pero yo qué queréis que le haga si la naturaleza es así? Que sí, que hoy en día se puede ser madre a los 40, y hasta a los 50 y a los 60. Hay técnicas de reproducción que lo permiten, es verdad, pero eso nunca cambiará el hecho indiscutible de que la naturaleza nos ha diseñado para que nuestra edad más fértil y más adecuada para la preñez sea la veintena. Es machista la naturaleza? Es machista la fisiología humana? Pues lo será, yo qué sé. Vete tú a saber en qué estaría pensando cuando diseñó los mecanismos de reproducción.

Bueno, el caso es que entre unas disquisiciones y otras, entre abusos sexuales y arroces que se pasan, me tienen más entretenida que la mar. Con lo que me gusta a mí una discusión, he dado con el medio idóneo para tirarme todo el tiempo dale que te pego soltando mamporrazos dialécticos por allí y por allá.

En fin, mientras medio país acarrea maletas de un lado a otro y se pasa el verano metido en aviones y coches participando en un éxodo infernal, yo me entretengo discutiendo por el Twitter tumbada tan ricamente en la piscina, con mi cervecita, o bien en mi sofá con el aire acondicionado a to pastilla. Como gato panza arriba, que se suele decir.

Como diría el Fumi de Morata: me lo igualas?


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