miércoles, 28 de febrero de 2018

Viejos

Últimamente me peleo un montón por el Twitter con viejos. Bueno, en realidad me peleo poco pero con muchos porque casi todos se retiran cabizbajos al cabo de un par de tuits, así los dejo de hechos polvo a los pobres.

A ver, yo entiendo perfectamente que los pensionistas salgan a la calle a protestar por lo exiguo de las subidas de sus pensiones. Es normal, quien no llora no mama y es su obligación. Además saben que son un colectivo fuerte porque todos los partidos quieren atraerse su voto. El pensionista es votante casi seguro, es un grupo poco abstencionista y por eso le hacen ojitos todos los políticos de todas las tendencias. Hacen bien en protestar, algo sacarán seguro.

Hacen bien pero a mí me cuesta empatizar con su protesta. La pura verdad es que desde la crisis los que menos poder adquisitivo han perdido han sido ellos. Si sus pensiones suben poco los sueldos de los trabajadores no te cuento. No sólo no han subido sino que a muchos se los han bajado, por no hablar de los nuevos contratos, con remuneraciones irrisorias. Que en ese contexto alguien proteste porque le suben poco y la subida no se ajusta al IPC es casi de chiste. Si no fuera porque la realidad que viven muchos trabajadores tiene poca gracia.

Es un hecho que mucha gente ha sobrevivido durante estos años de crisis gracias a la pensión de los abuelos. Eso da una idea de que hasta qué punto las cosas les han ido mucho peor a otros colectivos que a ellos.

Aunque decir esto sea muy impopular y me pueda caer algún que otro rapapolvo, a mí sinceramente me cuesta solidarizarme en estos momentos con los pensionistas cuando hay jóvenes currando mogollón de horas por salarios miserables y trabajadores padres y madres de familia que viven en riesgo de pobreza, cuando no directamente en la pobreza, a pesar de madrugar cada día y salir a la calle a ganarse el pan en trabajos de mierda. Por no hablar de los parados de toda edad y pelaje. Teniendo en cuenta además que esta generación de viejos será la única que cobre unas pensiones más o menos dignas, vamos, que han tenido una suerte increíble porque ni sus predecesores las cobraron ni las cobraremos sus descendientes.

Una de las cosas de las que más se quejan los abuelos es de que ellos han cotizado durante muchos años a la Seguridad Social para pagar las pensiones de otros y ahora poder cobrar las suyas. Me parece bien, están en su derecho. Pero a mí lo que me parece verdaderamente demoledor es que los que trabajamos hoy en día también cotizamos para pagar las pensiones de ellos, pero sin ninguna esperanza de que algún día otros paguen las nuestras. Es decir, lo hacemos porque no tenemos más remedio pero sabemos que nosotros nunca cobraremos una pensión, y mucho menos medianamente digna.

Algo, por cierto, que ningún partido político se atreve a decir, aunque todos lo saben perfectamente. Juro que el primero que lo diga abiertamente tendrá mi voto, aunque sólo sea por premiar la honestidad de la que todos los demás carecen. Si fueran capaces de reconocer un hecho que es vox populi, por más que muchos sigan queriendo engañarse, ganarían muchos puntos porque de verdad podrían ponerse a buscar soluciones reales y factibles. Pero a ver quién es el guapo que abre el pico el primero.

Todos ellos saben que de aquí a unos años, pocos, habrá 80 pensionistas por cada 20 trabajadores. Eso es en sí mismo insostenible, y lo peor es que no tiene solución ninguna. Los hijos del baby boom, cuando nos llegue la edad de jubilarnos, no podremos hacerlo, sencillamente porque no habrá pensiones para nosotros. Antes estarán los más viejos, que seguirán viviendo hasta los 90 o 100 años, y a esos no los vas a poner a trabajar para poder jubilarte tú, no? La realidad es obstinada, queríamos vivir eternamente pero también queríamos jubilarnos a los 60. Queridos, todo no puede ser, teta y sopa no caben en la boca.

Y no es cuestión de que suba la natalidad porque tampoco habrá trabajo para la gente joven. El problema no es la falta de recambio generacional porque en ese caso podríamos tirar de emigrantes. La cuestión es que no hay trabajo para todos porque la automatización en todos los sectores ha ido cargándose el mercado de trabajo. Y tampoco se solucionaría la cosa, como algunos ingenuos apuntan, subiendo los sueldos y pagando salarios dignos. Eso estaría muy bien y por supuesto es una lucha justa, pero tampoco es la panacea para el tema de las pensiones. Por muy dignos que sean los salarios y por mucho que se cotice a la SS, 20 trabajadores para 80 pensionistas dan para lo que dan. Aunque cobres 20.000 euros al mes, no existen los milagros y lo del pan y los peces pasó  una vez y ya no ha vuelto a pasar nunca más.

Hay quien apunta a impuestos por la productividad o a que las máquinas que sustituyen a trabajadores coticen. Vale, me parece genial que se busquen alternativas, pero antes de eso alguien tendrá que empezar reconociendo que no se podrán seguir pagando las pensiones con las rentas del trabajo. Que ese sistema se acabó, finito. Y quién va a ser el primero?

Ahí están todos echándose mierda unos a otros pero callados como putas sobre la verdad. Unos echándole la culpa al gobierno por haberse cargado la famosa hucha de las pensiones (como si ellos no se la hubieran cargado igual); el gobierno asegurando que con los únicos que están garantizadas las pensiones es con ellos, ya ves tú qué pena; los otros sacándose parches de debajo de las piedras, que si impuestos extra a la banca, que si luchar contra el fraude fiscal... Parches, como si la cosa se pudiera solucionar así, como si fuera cuestión de sacar unos cuantos milloncejos más, como si no se tratara de un problema estructural bastante más complicado.

Desde la demagogia insoportable de Podemos hasta las soluciones basura del PSOE pasando por el cinismo descarado de PP y Ciudadanos, nadie tiene cojones para abordar el tema de las pensiones. Y mientras los viejos protestan por su subida para este año el sistema se hunde sin remedio y todos mirando para Pamplona.

A ver, no me peleo por Twitter con los jubilados porque me parezca mal su lucha. Me peleo por su cortedad de miras, porque no se dan cuenta de que el problema es bastante más gordo que la dichosa hucha o que una subida mayor o menor. Coññññño, que van a desapareceeeeeeer! Que se acabooooooooó! Que el problema ya no es que suban o bajen, es que siga habiendo pensiones.  Es como si alguien que se está ahogando protestara porque el agua está demasiado fría.

En fin, lo dicho, el día que algún político, uno sólo, le eche huevos y diga lo que muchos ya sabemos,  tiene mi voto seguro. A estas alturas me importa una mierda que sea de izquierdas, de derechas o del coño su madre; ya sólo valoro la honestidad y la valentía. Y cada día me da más asquito la demagogia y los eslóganes vacuos.

Les den por culo a todos, la primera a mí, que no voy a cobrar pensión en la vida y que probablemente tendré que trabajar hasta que se me caiga el pellejo a pedazos. O igual tengo suerte y muero mucho antes, en mi familia no solemos llegar a viejos, mis padres no llegaron ninguno de los dos. En fin, tal y como está el patio llegar a vieja no es que me haga mucha ilusión. Y encima hasta el último día de mi vida laboral tendré que seguir cotizando para pagar las pensiones de los que llegaron antes que yo y tuvieron más suerte.  Porca miseria!

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