lunes, 24 de julio de 2017

Escenas de matrimonio


 - Qué te pasa, amor? Te noto rara últimamente. Sabes que me gusta que me digas todo, que tengas confianza conmigo y que no me ocultes nada.

- Quiero separarme.

- Pero qué dices, locuela? Venga, cuéntame lo que te pasa, que yo lo entiendo todo. Sabes que soy comprensivo y cariñoso y que conmigo puedes hablar de todo.

- Que quiero separarme.

- No, eso no puede ser, mi amor. Nuestra unión es indisoluble, eso no se discute. Pero todo lo demás sí, sabes que soy de mente abierta y que haría todo por ti, cariño. Hablemos, dialoguemos, quiero que todo lo decidamos conjuntamente.

- Que me quiero separar!

- Pero qué dices, tontina? Qué chorrada es esa? Además legalmente no puedes, tendría que  haber una ley que permitiera nuestro divorcio y no la hay. Aaaaaaaah, se sienteeeee!

- Pero es que yo me quiero separar!

- Y por qué te quieres separar? Si tú sin mi no eres nada. Quién te va a querer a ti sin mí, so desgraciá?

- Me da igual; me quiero separar.

- Pos no puedes, ea! Hala, que te jodan! Y además te digo una cosa, cuanto más farruca te pongas con lo de la separación más te voy a putear. Te vas a arrepentir nada más de haberlo pensado. Con todo lo que yo he hecho por ti, desagradecida!!!!!!!

- Tengo derecho a decidir sobre mi vida!

- Una mierrrrda, tú no tienes derecho a nada! Tú haras lo que yo te diga y punto! Derecho ni derecho, pero dónde vas tú, infeliz?

- Pues te pongas como te pongas ya veré la manera de separarme, aunque sea por las bravas.

-  A mí no me dejas tú porque no me da la gana, desgraciá! Qué te has creído? Además en el momento en el que te vieras sin mí nadie querría hablar contigo, todo el mundo te haría el vacío, no te iba a quedar ni un amigo, ya me encargaría yo.

- Me da lo mismooooo, quiero separarmeeeee, no te aguantoooooooo!

- Hagas lo que hagas ya te aviso que no te vas a separar, aunque tenga que atarte a la pata la cama y amordazarte y declararte incapacitada legalmente, te vas a enterar, so golfaaaaaaaa. Dónde vaaaaaaas? Ven aquí ahora mismooooooo!

- Déjameeeee, cabroooooooooón, hijodeputaaaaaa, suéltameeeeeeeeeeee! Socorroooooooooo!

- Pero por qué no me quiereeeeeeeeees, con lo bueno que soyyyyyyyy?



(Cualquier parecido con el culebrón catalán... no es pura coincidencia!)

5 comentarios:

  1. Ay dios.
    Curioso matrimonio en que sólo una de las partes puede pedir el divorcio.
    Yo te propondría otro diálogo en que uno de los hijos, el mayor pero más llorón de todos, le echa las culpas de todos sus males a su madre, y quiere tapiar su habitación y ella lógicamente le dice que de la habitación en cuestión tiene su uso y disfrute pero la titularidad es de todos, de la madre, de él y de sus 5 hermanos, que por cierto no son ni más feos ni menos altos que él.
    Y luego si eso pones así entre paréntesis que, copipego: "(Cualquier parecido con el culebrón catalán... no es pura coincidencia!)"

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cómo que curioso matrimonio en el que sólo uno puede pedir el divorcio? El divorcio siempre lo pide el que se quiere divorciar. Y ya es cosa del otro poner los mínimos obstáculos posibles o putearle al máximo, que es lo que hacen los cabrones.

      El otro diálogo que propones me parece bien, pero estamos en las mismas. Si un hijo no quiere a su madre ni al resto de su familia nadie puede obligarle a quererlos. El final siempre será o joderse con el niño en casa amargándole la vida a todos o echarlo de la casa y mandarlo a tomar por culo.

      El fondo de la cuestión no cambia. Cuando alguien no quiere a otro alguien no hay forma humana de obligarle a quererle, mucho menos pegándole gritos y amenazándole. Pese a quien pese esto es así.

      Eliminar
  2. Muy lúcida nuevamente, Inma. Y más a tu favor cuando ya ha habido numerosos divorcios previos para entender que de todo se sale: Gibraltar, Cuba, Portugal, Filipinas, Sidi Ifni, Argentina, Luisiana, Flandes, Alsacia y Lorena, ...
    Aquello del fascio católico franquista de "una, grande y libre" ya ha dejado hace mucho de ser libre, de ser grande y de ser una. Pero hay quienes no se quieren enterar, y hacen de su propio lema nacionalcatolicista un problema general que a la mayoría de las personas nos importa un pimiento.
    Pronto promoverán una ley integral contra la violencia de género nacionalista.
    Al tiempo.
    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues sí, Ardaler, de todos los divorcios se sale y lo que es evidente es que no se puede obligar a nadie a permanecer unido si no quiere.

      En este país hay mucha gente a la que le importa un puto pimiento si Cataluña sigue en España o no, gente con problemas bastante más importantes que están hasta la polla de este culebrón absurdo por todas las partes.

      Esto es tan fácil como : Queréis un referéndum? Vale, venga, haced vuestro referéndum y si al final es que queréis iros, pos... irse, coñññño!

      Aaaah, no, que ahora es iros!

      Pos irooooooos yaaaaa coñoooooooo! Y dejar de dar por culoooooooo!

      Eliminar
  3. Yo no daba ni referendun. Libertad sin ira, libertad.

    ResponderEliminar