jueves, 29 de junio de 2017

Adiós, pequeña, adiós

Como era de prever, el encantamiento que obró mi novio con Lola, que ya relaté en mi último post, tuvo fecha de caducidad, y en unas horas, como en los cuentos de hadas, el hechizo desapareció, la carroza retornó a calabaza y Lola a su guerra campal con Bimba. Con el paso de los días, mucha paciencia y un tratamiento similar al que mi encantador de perros había llevado a cabo, las cosas volvieron poco a poco a su cauce y conseguí restablecer cierta paz y armonía entre las nenas, pero ya para entonces había comentado con amigos y conocidos los problemas de convivencia de las perras y la maquinaria de búsqueda de soluciones alternativas se había puesto en marcha.

Unos días después una amiga me comentó que le había hablado de Lola a una compañera del campus y que estaba interesada. La chica en cuestión tiene una casa en su pueblo, una finca, aunque ella vive con su familia en la ciudad, pero van los fines de semana al campo y allí tienen un perrito que adoptaron y que es muy parecido a la mía. Antes tenía una perrita con él pero se escapó o se la robaron o algo pasó, el caso es que el animal está ahora solo y ella pensaba ir a la perrera a adoptarle otra compañera de juegos.

Yo le dije que creía que Lola era perfecta para sus fines porque es evidentemente una perra de campo,  y la ciudad y ella son enemigas mortales. Ya os conté en su día que por no saber Lola no sabía ni subir escaleras. Ni tampoco caminar atada ni siquiera caminar normalmente sin ir como un potro desbocado a la caza y captura de todo bicho viviente o muriente que se le cruzara.

Esta muchacha es muy perrófila, me contó que ha recogido a varios perros abandonados y que a ella y a su familia les gustan mucho. Después de hablar con ella quedamos en que me daba una semana de plazo porque hasta este viernes no iba al campo, pero vamos, yo me quedé bastante convencida de que podía ser el sitio ideal para Lola. Por aquellos días todavía la vida con Bimba era una guerra sin cuartel y las tenía separadas, a una en el salón y a la otra en la cocina, y Bimba aterrorizada cada vez que veía asomar a Lola por su zona de confort. La verdad es que no veía otra opción que separarlas definitivamente.

Con el paso de los días las cosas se fueron normalizando y poco a poco conseguí que volvieran a juntarse sin ataques ni gruñidos. Hemos ido dominando la situación y las perras parecen mucho más tranquilas, aunque aún de vez en cuando se enzarzan y en ese momento intervenimos rápido y las separamos antes de que la cosa vaya a más.

Esta progresiva "normalidad" ha provocado en mí un montón de dudas sobre lo que hacer. No os podéis imaginar la semana que llevo de vaivenes emocionales, cambiando de parecer de cinco en cinco minutos, angustiada, carcomida, deshojando la margarita constantemente: ahora sí, ahora no, me la quedo, no me la quedo, me la quedo... Creo que me estoy volviendo un poco majara con este tema, no exagero.

Al final han sucedido varios acontecimientos que han terminado por decantar mi opinión y ayudarme a tomar una decisión definitiva. Aunque Lola está menos agresiva con Bimba ahora no es ése ya el problema, ahora lo que se ha agravado es su tendencia a la actividad cinegética.

Ya os he contado alguna vez que va paseando (por decirlo de algún modo, porque ella no pasea propiamente, sino que corre dislocada de un lado a otro pegando tirones de la correa y enredándose con todo lo que pilla) y se mete en la boca todo, preferentemente bicho o pluma de bicho o cualquier cosa que pueda pertenecer a algún bicho vivo o muerto. Hasta ahora había pillado algunos pajarillos pero pequeños y aunque me daba bastante repelús y procuraba no llevarla a casa hasta que no soltaba su presa, la cosa no había revestido mayor gravedad.

Pero el otro día, en plena zozobra sobre la decisión a tomar con respecto a ella, en un despiste mío se metió en la boca un pájaro que era casi tan grande como ella. Era un pájaro negro muerto cuyo cuerpo sobresalía ampliamente a ambos lados de su boca. Cuando me di cuenta de lo que era porque vi colgando la cabecilla del animal entré en modo pánico puesto que era incapaz de tocar al bicho pero sabía que por mucho que tirara o que hiciera ella no pensaba soltar ni un segundo semejante botín.

Os podéis imaginar el mal rato. Una perra de cinco kilos llevando en la boca bien agarrado un ejemplar avícola colgando y sin saber qué hacer. En un momento dado nos cruzamos con unos niños que vieron a las perrillas de lejos y quisieron acercarse a tocarlas. Cuando los chiquillos iban a acariciar a Lola y se percataron de lo que llevaba en la boca empezaron a gritar histéricos:

- LLEVA UN PÁJARO MUERRRRRRRRRRTOOOOOO!

Y claro, la madre pegó un tirón de ellos y los apartó. Por mucho que a un niño le gusten los perros ninguno quiere ver a uno de ellos devorando a otro bicho, a no ser que sea en un documental sobre bestias salvajes y muy probablemente tampoco así.

No sabiendo cómo actuar ni encontrando la manera de arrebatarle el pájaro sin tener que tocarlo yo, me metí por zonas poco transitadas para evitar nuevos episodios de asco y de pánico con otros viandantes. No había manera de que lo soltara y yo tenía que ir a la compra, aparte de que no pensaba llevarla a casa con el pájaro en la boca así que decidí atarla en la puerta del super y que hiciera lo que fuera, que se comiera al pájaro o lo que le diera la gana. Dicho y hecho, la dejé atada en la puerta y me metí yo a hacer mis compras, loca por salir y no ver ya al pájaro y que todo hubiera sido una pesadilla. Pero no, cuando me acercaba a la caja vi cómo la gente que me precedía en la cola miraba horrorizada por los cristales cómo Lola se comía al pájaro muerto. Un espectáculo siniestro para la cola de un supermercado. Como pude aguanté el tipo y esperé mi turno con los ojos cerrados, queriéndome morir y rezando para que la cosa se resolviera de alguna manera para no tener que llevarme a la perra con el pájaro a casa.

Efectivamente al salir allí estaba ella devorando a su presa, yo con el estómago revuelto, mareada y blanca como una pared. Pero estuve rápida y aproveché la coyuntura de que para comérsela no tenía más remedio que soltarla en el suelo y en un descuido suyo le pegué tremendo tirón de la correa y la aparté del bicho, y dando gracias a todos los santos por haberme dado esa oportunidad salí escopetá del super dejando allí en la misma puerta al pájaro destripado y corriendo a toda velocidad hacia mi casa con la perra bien pegada a mí para que no pudiera agarrar ninguna otra pieza en el breve camino a casa.

Llegué descompuesta, jurando y perjurando que la perra iba pal campo de cabeza. Desde entonces he observado que va todavía más dislocada que antes, ya que su único objetivo al pisar la calle es cazar lo que sea. Casi todos los días lleva algo en la boca, lo que sea, yo ya ni miro. No ha vuelto a ser algo tan repugnante y cantoso como el pájaro pero siempre pilla algo. Y eso es lo que me ha terminado de decidir.

Por mucho que lo he intentado de todas las maneras posibles y por mucho que la quiero con toda mi alma y se me parte el corazón de pensar en separarme de ella, tengo que aceptar que Lola es perra de campo, es cazadora nata y siempre lo será. De quedarme con ella siempre sería una guerra a muerte intentando evitar que capture pajarillos, lagartijas o lo que sea por la calle. Los paseos serían una pesadilla toda la vida. Y lo peor es que Bimba se está contagiando de esa locura y al salir va cada vez dando más embestidas contra todo, correteando como hace la otra y adoptando buena parte de sus modales campestres.

Ya está, decisión tomada. Después de más de tres meses intentando todo, adiestradores caninos, correas especiales, arneses de paseo, terapias varias... viviendo casi por y para las perrillas, me he rendido y he terminado aceptando que no puedo más y que quizás ha llegado el momento de encontrar un lugar mejor para ella. Jamás la abandonaría a su suerte, aunque alguna vez he estado tan desesperada que juro que por un instante he llegado a entender a la gente que lo hace. Como el que tiene un niño llorón y cuando lleva varios días sin dormir termina entendiendo a la gente que mata a sus hijos (eso también me ha pasado, por eso lo sé).

No la abandonaría a su suerte, digo, pero sí creo que he encontrado una buena solución para ella, en realidad para todos. Para la compañera que busca perrita para su campo Lola es perfecta; para Lola esa casa y esa familia son perfectas; y para mí, tal vez, una vez superado el disgusto de la separación y pasada la nostalgia de los primeros días, igual también es bueno empezar a disfrutar de verdad de la compañía de Bimba, que hasta ahora ha estado totalmente eclipsada por mis atenciones y preocupaciones por Lola. Puede que empiece a gozar de pasear con ella, de sentarme a tomar algo sin miedo a sobresaltos, escapadas o intentos de cazar a las aves que revoloteen por los alrededores.

Así que mañana le llevaré a esta familia a mi Lolilla y tendré que despedirme de ella. Al ser una compañera de trabajo podré seguir en contacto, le pediré que me mande fotos y que me mantenga informada. Ni que decir tiene que de momento se la lleva en plan prueba porque ni ella ni yo queremos que se quede con la perrilla si allí no está contenta y feliz. Esta muchacha es como yo amante de los animales y no soportaría ver a un animal sufrir. Pero si la cosa funciona creo que Lola puede ser muy feliz en esa casa donde se relacionará con otros animales, con niños y con personas que sé que la van a cuidar con el mismo cariño que yo, solo que en un lugar más adaptado a sus necesidades y a sus instintos naturales. Libre y sin ataduras, sin collares ni correas, como a ella le gusta.

Y aquí estoy, haciéndome a la idea de que nos quedan horas de estar juntas y que quizás no vuelva a tenerla en mi regazo ni a acariciarla nunca más, aunque la vea en fotos o en vídeos. Pero bueno, si superé lo de Manolo, mucho más doloroso porque fue la muerte la que nos separó, creo que podré superar esto, por duro que sea.

MI LOLILLA BONITA, SIEMPRE TE LLEVARÉ EN MI CORAZÓN. ADIÓS, PEQUEÑA, ADIÓS.

miércoles, 21 de junio de 2017

Bimba y Lola: el milagro

Hace ya tiempo que no hablo de mis perrillas en el blog. La razón fundamental es que tampoco tenía nada importante que contar.  Afortunadamente la vida transcurría con normalidad, ellas ya se habían adaptado a la familia y no había ningún acontecimiento digno de reseñar; todo era maravillosamente cotidiano y armónico.

Hasta hace unos días, concretamente el viernes pasado.  El calor había sido abrasador y esa tarde nos habían estado instalando un aparato de aire acondicionado en el salón. Como consecuencia la habitación, que es el hábitat natural de las perrillas, estaba empantanada con las cosas de los operarios, así que tuve que refugiarme con ellas en la cocina, con un calor asfixiante y bochornoso insoportable. Luego, cuando ya anochecía y se pudo pisar por fin la calle,  estuvimos paseando mi hija y yo con las nenas y nos sentamos a tomar algo. Entonces nos llegó ese olor a humedad previo a las tormentas y de repente se puso a llover a cántaros, una de esas tormentas de verano que refrescan el ambiente tórrido y que normalmente sientan de maravilla. Por lo menos a las personas; ya a los animales no estoy tan segura, porque la verdad es que lo que sucedió después no sé si atribuirlo a la tormenta o al ruido de los operarios poniendo el aire o al calor que habíamos pasado en la cocina o a todo en su conjunto. El caso es que algo cambió esa noche.

Cuando llegamos a casa me metí en la cocina a preparar la cena y en esto que en la entrada de la casa se monta un rifirrafe entre las perras tremendo, tan tremendo que con el jaleo tiraron al suelo mi bici, que por poco les cae encima y las mata. Las separamos como pudimos pero a partir de ese momento Lola estaba todo el rato al acecho y Bimba muerta de miedo escondiéndose por los rincones. Al menor descuido Lola nos buscaba las vueltas y se abalanzaba sobre Bimba, así que se liaba parda otra vez. Mis hijos y yo no entendíamos nada de lo que estaba pasando. Todo había sucedido tan de repente, tan inesperadamente, que no sabíamos cómo reaccionar. Solo se nos ocurrió separarlas mientras solucionábamos la situación, así que metí a Lola en la cocina y la dejé allí encerrada y  Bimba se quedó en el salón, dado que ella es más dependiente de mí y se pone mucho más nerviosa si está sola.

Llamamos a una adiestradora, la chica que me ayudó con el tema de los tirones de Lola, y ella nos estuvo dando algunos consejos de emergencia: que las mantuviéramos separadas, que las ignorásemos por completo y que bajo ningún concepto Lola viera el menor gesto de cariño nuestro hacia Bimba. El diagnóstico de urgencia fue que Lola es claramente dominante y que los mimos y las atenciones que tenemos con Bimba por alguna razón esa noche le habían inflado las narices. Como era finde y estaba fuera de la ciudad quedamos en vernos esta semana para que valorara la situación personalmente.

Así pasamos el fin de semana como buenamente pudimos. Las perras separadas, solo se veían para salir a la calle. Por consejo de la adiestradora le compramos a Lola un bozal para que no pudiera hacerle daño a Bimba. Con todo y con eso ésta entró en modo pánico y cada vez que veía a la otra de lejos se echaba a llorar y se escondía en los sitios más recónditos: detrás de la tele, debajo de las sillas, en los rincones más inaccesibles... Así hemos estado tres días, cada una en una habitación, solo viéndose a la hora del paseo, Lola con el bozal. Cuando las juntábamos en el salón (porque me daba mucha pena que estuviera la pobre pasando calor en la cocina y nosotros juntos y fresquitos en el salón) siempre teníamos a Lola agarrada con la correa. Yo no le veía a la cosa solución y empezaba a pensar que el único remedio iba a ser buscar una familia para Lola y separarlas definitivamente. No veía sostenible a largo plazo un futuro en el que una de mis perras estuviera siempre acojonada y escondiéndose y la otra confinada en la cocina o atada con la correa. Tan deprimida, frustrada y derrotada estaba que incluso había escrito un anuncio y había dejado recado por el barrio para ver si alguien estaba interesado. El anuncio era éste:

BUSCO FAMILIA QUE ACOJA A MI PERRILLA LOLA. ES MUY CARIÑOSA Y JUGUETONA. EL ÚNICO PROBLEMA ES QUE SE LLEVA MUY MAL CON MI OTRA PERRILLA Y A PESAR DE QUE LO HE INTENTADO NO PUEDO TENERLAS JUNTAS.

ME GUSTARÍA QUE SE LA QUEDARA ALGUNA FAMILIA DEL BARRIO PARA PODER TENERLA CERCA Y VERLA.

SI ESTÁIS INTERESADOS O CONOCÉIS A ALGUIEN QUE PUDIERA ESTARLO, POR FAVOR, PONEOS EN CONTACTO CONMIGO.

Y con varias copias de este anuncio llegué ayer a mi casa anímicamente destrozada pero decidida a colgarlo por el barrio porque no veía otra solución a mi problema. Si alguien se pregunta por qué Lola y no Bimba pues por un simple sentido práctico. Bimba es mucho más dependiente de mí, se ha agarrado como un clavo ardiendo y sé que sufriría mucho más si me separara de ella. Lola es mucho más sociable y simpática y le gusta relacionarse con cualquiera, le hace fiestas a todo el mundo y a la gente le gusta mucho más. Mis hijos, por ejemplo, la quieren bastante más que a Bimba, que es taciturna, asustadiza y antipática.

En fin, que con esta moral estaba yo ayer cuando vino a visitarme mi novio. El pobre me había visto tan mal que llevaba estos tres días tragándose vídeos sobre perros agresivos y empapándose de etología canina. Pues bien, llegó a casa, me pidió una raqueta vieja de tenis, y estuvo unos 15 minutos con las perrillas. Me pidió que soltara a Lola y que las dejara que se acercaran y estuvo un rato usando la raqueta como elemento disuasorio-intimidatorio. Una vez que vio que eran capaces de estar cerca sin agredirse me dijo que las dejáramos solas. Yo toda acojonada no me atrevía pero él me aseguró que estaríamos pendientes y que a la menor señal de rifirrafe acudiría raudo a separarlas, pero que no iba a pasar nada.

Y así fue, amigos. Después de tres días de pesadilla, cuando ya creía que no habría más remedio que separar a mis perrillas para siempre, de repente la mano mágica de mi encantador de perros (y por ende, de dueñas de perros) consiguió lo que ninguno de nosotros se había ni atrevido a soñar, que las nenas volvieran a estar juntas y solas con normalidad, cada una a su bola, sin meterse una con la otra, conviviendo en el mismo espacio como buenas hermanas, como de hecho había sido hasta la noche de la tormenta. Ni mis hijos ni yo dábamos crédito. Conforme iban llegando a la casa y viendo a las nenas juntas en el salón, sin bozal ni correa, iban flipando.

Por supuesto no canto victoria, no creo que esté todo resuelto. Puede que en cualquier momento, cuando menos lo esperemos, se vuelva a repetir un episodio violento como el de estos días. Cuando llegue ese momento ya veremos cómo lo afrontamos.

Podría haber encabezado este post con un titular tremendista, hiperglucémico o peliculero del tipo "Salvadas por amor" o "El hombre que susurraba a los perrillos", pero me llama más el tema místico porque de verdad, creía que estaba todo tan perdido y mis esperanzas estaban tan muertas, que solo puedo catalogar lo ocurrido de "Milagro".

Gracias, encantador de perros y de dueñas de perros. Ni en el más optimista de mis sueños pude nunca imaginar que llegara a mi vida alguien como tú. No puedo creer mi buena suerte.

martes, 13 de junio de 2017

Los erráticos

Ya he hablado otras veces en el blog de esos peatones con los que me encuentro muchos días que caminan al estilo "pato mareao",  presentando un comportamiento tan errático en su caminar que consiguen descolocarme por completo y ponerme de los nervios.

Son realmente dignos de estudio. Son esa clase de personas que parecen llevar una dirección clara y tú ya vas a adelantarles tan feliz por el lado contrario, y de repente, sin motivo ni razón aparente cambian su trayectoria y tiran justamente para donde tú estás intentando adelantar.


A base de tropezarme con sujetos de éstos  me estoy convirtiendo en una auténtica experta en "caminantes erráticos". Los observo con curiosidad de entomóloga. Me tienen francamente fascinada con ese andar sin sentido ni razón. Se parecen a mis perras, que salen a la calle como elefantes en una cacharrería, dando tumbos pacá y pallá, se me enredan en las piernas, tropiezan entre ellas... en fin, un sindiós, pero claro en la especie canina esto puede ser explicable, pero en la humana ya es mucho más preocupante.

Hoy me ha vuelto a pasar lo de encontrarme  con el errabundo de turno, no podía ser menos un Martes 13.  El típico errático que lo ves desde lejos y ya empiezas a pensar: "Ahí está, mi pato mareao de la mañana, que no te falte de na, Inma. Gloria bendita pa mi niña. Míralo, ahora pallá ahora pacá, a saber qué habrá en esa cabecita si es que hay algo".

Y mientras voy pensando estas y otras lindezas sobre el personaje en cuestión voy calibrando también mis posibilidades de adelantamiento. Después de tantos años concentrándome y estudiando el fenómeno tengo bastantes trucos para acertar en la toma de decisiones. Me pasa como a los porteros de fútbol, que ya le ves las intenciones al enemigo a la legua, pero claro, de vez en cuando también se falla. Total, que hoy tras un largo rato de observación decido adelantarlo por la derecha, pero justo justo en el último momento cuando lo voy a pasar, como no podía ser menos el tipo hace un cambio de trayectoria súbito y se tira justo para el sitio por donde yo iba a pasar. Freno en seco y grito en mi interior:

- Pero qué haceeeeeeeeees? Dónde vaaaaaaaas, desgraciaoooooooo?????? Burrooooo, animaaaaaal, pos no ves que te estoy adelantandoooooooo?

Esto, como ya digo, es un grito interno. Externamente solo se me nota que quiero asesinarlo en la mirada fulminante que le dirijo.

Encima hay algunos que te ponen a parir. El de hoy no, éste era de los buenos, pero hay otros que te espetan totalmente indignados y vociferantes:

- Esoooooooo, por la acera atropellando peatones!!!!!!  Mierda de bicis, que no puede uno ni ir tranquilo andando por la calleeeee!

A lo que yo contesto mentalmente:

- Andando por la calle, cabróoooooon?????? Pero si parece que estás borracho!!! A eso le llamas tú andar, so fantoche??????

En fin, y así de entretenidos transcurren buena parte de mis trayectos matinales camino de la estación.

Ah, y si alguien está pensando en insinuarme que lo que tengo que hacer es ir por la carretera, le contesto desde ya que ni loca, que los conductores de coches sí que no se piensan si adelantar por la derecha o por la izquierda. Ellos sencillamente pasan a un centímetro o por encima de ti y les importa un pimiento si te rozan, si te tiran, si te matan o lo que sea.  Por eso no hay día que no nos levantemos con otro ciclista muerto bajo las ruedas de un loco del volante. No, gracias, yo por lo menos no voy matando por ahí peña, todo lo más elaboro tesis sobre el andar errabundo de la gente y con eso me conformo.

lunes, 12 de junio de 2017

Más violencia de género

Estos días leo y escucho muchos llamamientos a la unidad de acción para luchar contra la llamada "Violencia de genéro" o "Violencia machista". Se piden más medios, se pide más dinero, se pide más vigilancia, en fin, se pide esto y aquello y lo de más allá; por pedir que no quede.

Ya he comentado sobre este asunto otras veces y no me quiero repetir. Ya he dicho ampliamente por qué pienso que nada de esto tiene que ver con el machismo y que todo eso de la violencia de género es un cajón desastre en el que se meten problemas y situaciones muy variopintas que tienen distintas causas y por tanto, distintas soluciones.

Pero ahora  a lo que voy es a lo de los medios, el dinero y la vigilancia que se piden. Al parecer existe una gran alarma social con este asunto y eso hace que todo el mundo sienta que hay que hacer algo urgentemente. Vale, bien, de acuerdo, yo nunca entenderé por qué se considera peor esta violencia que la de los campos de fútbol o la de las escuelas, o la de padres a hijos o de hijos a padres o cualquier otro tipo de violencia, pero si es verdad que la gente está mucho más alarmada con esto, habrá que hacer algo para que parezca que no nos cruzamos de brazos.

Hacer algo, pero qué?  Dicen que hacen falta más medios. Más policías tal vez? Debería haber un policía por cada mujer amenazada por un novio o por un marido violento? Existe algún estado, algún país que pueda permitirse ese número de efectivos policiales para un fin exclusivo?

Hacen falta más juzgados, más jueces? Como cuántos por cada señora o señorita agredida?

Más órdenes de alejamiento? Para qué, si nadie las respeta, las primeras muchas de las mujeres amenazadas o agredidas? Y de qué sirve una orden de alejamiento si no hay forma de verificar su cumplimiento en todos y cada uno de los casos?

Más marketing para que se denuncie cualquier agresión del tipo que sea, incluso verbal? A la vista está que en muchos casos, incluso con órdenes de alejamiento dictadas por un juez, eso no ha evitado una muerte violenta. Por lo mismo que decía antes, porque no hay forma humana de verificar su cumplimiento eso en todos los casos. Y en otras ocasiones un desenlace violento es imposible de prever.

Amigos, como en todo tipo de violencia, es muy difícil distinguir al típico bocazas que habla mucho del que en un momento dado es capaz realmente de llevar a cabo un asesinato a sangre fría. Alguien se ve capaz de distinguir eso? No digamos ya de los asesinatos por impulso, ésos que se cometen en un momento de ira ciega y que son absolutamente imposibles de prever, ni con mujeres ni con niños ni con nadie.

Lo que quiero decir es que me espanta la demagogia que sale a relucir siempre cuando se trata de este asunto que a tantas sensibilidades mueve y conmueve. Deberíamos acostumbrarnos a la idea de que hay muchas cosas impredecibles. Por supuesto que se pueden y se deben tomar medidas en materia educativa, hacer mucha pedagogía social, intentar que la población se conciencie sobre principios básicos como la igualdad, el respeto al otro, el respeto en la pareja, propiciar el sentimiento de no-posesión afectiva, etc... pero siempre hay un margen de sucesos, de situaciones, imposibles de controlar.

Muchos tíos machistas jamás pegarán ni asesinarán a sus mujeres. La generación de mis padres eran todos machistas, sociológicamente era lo normal, y sin embargo ni mís tíos ni mis vecinos ni nadie que yo conociera mató nunca a su mujer ni a su novia, ni que yo sepa las maltrató físicamente. Yo he visto a mis tíos gritar a mis tías y ponerles mala cara, incluso no hablarse en días, pero nunca vi violencia física ni mucho menos peligro de asesinato. No sería lógico coger a todos los tíos machistas del mundo y ponerles un policía detrás.

Me gustaría saber a qué se refieren los periodistas, los políticos, los analistas, la gente en general cuando piden medios, dinero, vigilancia (esta mañana sin ir más lejos el editorial de Arsenio Escolar en "20 minutos"). Me gustaría saber si es pedir por pedir o tienen algún fundamento, si sus peticiones se basan en algún estudio, en algo que demuestre que esto podría solucionarse con más medios, con más dinero o con más vigilancia.

Porque hablar por hablar sabemos todos, pero los que tienen que legislar y decidir y cuidar de que se cumplan las normas... ésos no pueden actuar al tuntún ni a la buena de Dios ni al albur de peticiones abstractas de colectivos varios. Aunque muchas veces lo hagan, o al menos lo parezca.

miércoles, 7 de junio de 2017

Desfibrilador de tontos urgente

Esto es la pera, cada día me levanto con alguna gilipollez nueva que se le ha ocurrido a alguien y que supera con creces a la del día anterior. Al final le voy a tener que dar la razón al Carlos Herrera, con todo lo mal que me cae el tío, porque aquí hace falta un desfibrilador de tontos con urgencia extrema.

Cuento la memez de hoy: resulta que Amancio Ortega a través de su Fundación va y hace una donación a la Sanidad Pública de 325 millones de euros, expresamente destinada a la diagnosis del cáncer, para adquisición de mamógrafos y otros aparatos de última generación destinados a diagnosticar precozmente tumores malignos en muchos hospitales que cuentan con tecnologías obsoletas.

Los oncólogos de lo público flipados y agradecidos, porque se trata de una importantísima donación, y puede paliar muchas carencias hospitalarias que desgraciadamente existen y van a seguir existiendo per secula seculorum porque estos aparatos son muy caros y es muy difícil hacerlos llegar a todos los sitios.

Y aquí viene la memez, memez que en este caso conlleva consecuencias muy graves que afectan directamente a cientos de personas enfermas de cáncer que son usuarias de la Sanidad Pública. La Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Aragón (??????) ha rechazado 10 millones de esos euros expresamente donados a la Comunidad aragonesa por el empresario por considerar que de estos gastos se tiene que hacer cargo la Administración a través de una fiscalidad justa y progresiva y que no se debe "recurrir, aceptar, ni agradecer la generosidad, altruismo o caridad de ninguna persona o entidad".

Ignoro qué poder o qué capacidad tiene esa Asociación para decidir sobre la aceptación o no de este donativo o de cualquier otro pero desde luego si tiene alguno espero que desde algún organismo público competente le sea retirado ese poder de decisión ipso facto. Vaya panda, lavirrrrrgen! El desfibrilador de capullos yaaaaaaaaaaa!!!!!!!

Todos sabemos que la Administración tiene que hacerse cargo de la Sanidad Pública, so panda memos!!!!! Y por supuesto que hay que exigir una fiscalidad progresiva y un buen uso de los fondos públicos. Pero todos sabemos también que esos fondos siempre van a ser insuficientes y que nunca llegarán para todo lo que se necesita, que por desgracia es muchísimo. Por tanto toda ayuda es poca y digna de agradecimiento.

Mucha gente importante con recursos, después de haber padecido ellos mismos o alguien de su familia alguna enfermedad, se comprometen con ese mal y crean Asociaciones y Fundaciones que  se dedican a recaudar dinero para la investigación en tal o cual parcela de la salud. Mucha gente famosa lo hace: casos como el de Bertín Osborne por la enfermedad de uno de sus hijos; la periodista Isabel Gemio por lo mismo; Josep Carreras por su experiencia con la leucemia; Angelina Jolie por su historial familiar de cáncer... Son decenas de personas que disponen de dinero y destinan una parte de éste a ayudar. Nadie les obliga, podrían no hacerlo pero lo han decidido y ese espíritu altruísta y esa generosidad es encomiable. Y hasta el día de hoy no me había cruzado con ningún tarado ni panda de tarados que rechazara esas ayudas a la investigación o a la adquisición de nuevas tecnologías por considerar estas aportaciones "limosnas".

Ya llega un momento en que la proliferación de gilipolleces en escala mayor empieza a ser preocupante. Vale que se pueda pensar y decir cualquier asnada porque en este país la libertad de expresión es sagrada y hay que respetarla, pero hossstiaaaaaa, tanto cuesta pararse tres minutos a pensar algo antes de soltar la cagada? No se podría poner algún tipo de límite o cortapisa a la tontería, aunque fuera solamente a la tontería dañina, como ésta por ejemplo? Algún castiguito de nada? Qué tal unas horitas de cara a la pared con las orejas de burro puestas?

Esperemos que ninguno de estos fantoches necesite mañana o pasado para sí mismo o para alguien de su familia una prueba diagnóstica difícil de obtener o para la que haya una lista de espera que la alargue peligrosamente por la falta de material. Esperemos que no tengan que tirarse desde la azotea de su casa porque alguien mañana o pasado muera por la falta de un diagnóstico rápido que podía haberse obtenido sencillamente aceptando una parte de esos 325 millones que este señor con su inmensa fortuna ha tenido a bien compartir para que otras personas a las que no conoce de nada tengan acceso a los medios que él por suerte tiene sin problemas. Esperemos que un día de éstos nos levantemos y podamos escuchar la radio tranquilamente sin tener que soportar la última tontada del anormal de turno.

Esperemos. Probablemente en vano.

martes, 6 de junio de 2017

Kichi, la Virgen del Rosario y la madre que lo parió

Me entero escuchando la radio de que el alcalde de Cádiz, José María González "Kichi", ha concedido la Medalla de Oro del municipio a la Virgen del Rosario, patrona de la ciudad. Me quedo ojiplática perdida porque de todo el mundo es sabido que Kichi pertenece a Podemos, es incluso pareja de Teresa Rodríguez, la dirigente podemista andaluza, y la apuesta de Podemos por la laicidad y por la separación entre Iglesia e Instituciones públicas ha sido siempre clarísima. De hecho creía yo que a estas alturas era lo único que quedaba un poco claro de las oscilantes posiciones de Podemos.

Al parecer los ciudadanos de Cádiz habían reunido 7.000 firmas a favor de dicha concesión, y el tal Kichi consideró que ésa era razón más que suficiente para lo de la medalla. En fin, él sabrá.  Pero todavía más ojiplática me quedo cuando me entero de que, preguntado Pablo Iglesias por este asunto, ha contestado que los "urbanitas de izquierdas" tenemos que aprender a respetar las "tradiciones tan arraigadas en el pueblo".

Comooooooooorrrrrrr? Los urbanitas hemos de respetar las tradiciones arraigadas en el pueblo????  Pero cuáles???? Todas, algunas, también las tradiciones machistas, las que implican maltrato animal, las de arrojar cabras del campanario, por ejemplo? Esto de qué iba, de intentar cambiar las cosas o de seguir la estela del PSOE, que en la oposición siempre pone en entredicho las relaciones con la Iglesia, y cuando llega al poder siempre mantiene los privilegios y en la medida de lo posible los aumenta?

Atrás quedaron las críticas y el cachondeo de los dirigentes podemistas cuando el ministro Jorge Fernández Díaz o la ministra Fátima Báñez se dedicaban a condecorar con orgullo a sus vírgenes favoritas. Atrás quedó el choteo general en las redes y los memes con las Vírgenes tocadas de tricornios y uniformes de la Benemérita.

Aunque la verdad, no sé de qué me extraño. Unos meses antes ya Kichi dio muestras de su particular "coherencia ideológica" Después de poner verde a la comitiva real que acudió a Arabia Saudí para negociar con el monarca distintas concesiones económicamente muy ventajosas para nuestro país, el propio Kichi firmó un convenio con los mismos saudíes para producir en los astilleros de Cádiz determinado número de fragatas de guerra. De guerra, no para cruceros. Con Arabia Saudí, cuna del yihadismo más salvaje y fuente de financiación de las organizaciones terroristas más sangrientas!!!!!!

Preguntado por Jordi Évole al respecto Kichi justificó su decisión diciendo que una cosa eran sus principios y otra su obligación de garantizar el trabajo a los astilleros de su ciudad y a su gente, y que en ningún momento había dudado sobre la decisión a tomar.

Que oye, tú, me parece muy bien. Es verdad, todos sabemos que muchas veces las ideas y los principios políticos, morales y filosóficos se tienen que ir a tomar por culo cuando se enfrentan a cuestiones prácticas. Eso mismo lo dijo en su día Felipe González con lo de la OTAN, y eso mismo dice el PP cuando le preguntan por las relaciones comerciales españolas con Arabia Saudí y otros países del Golfo de dudosa calidad democrática o cuando organizan esos viajes del monarca para visitar cordialmente a sus amiguetes saudíes. Lo que no entiendo es la saña que en su día los mandatarios podemistas mostraron hacia estos comportamientos, que tacharon de hipócritas e inmorales por la parte más corta, y la rápida conversión a esta teoría de la practicidad economicista por encima de todo.

Fernández Díaz es inmoral y meapilas pero Kichi no? El Rey es un sinvergüenza por compadrear con los dirigentes saudíes pero Kichi no? De repente sacamos el embudo y nuestras contradicciones y nuestras concesiones al gran capitalismo las metemos por el lado ancho y las de los demás por el lado estrecho? Las excusas que dan los otros para defender sus discutibles posturas no valen pero las nuestras son estupendas? Si con solo unos cuantos ayuntamientos en su haber ya empiezan a cagarse en todo lo que prometieron defender a muerte en el momento en el que choca con determinados intereses, qué podemos esperar de su llegada a otras instituciones de más importancia?

A mí de todas formas, independientemente de que lo de la Virgen sí que me ha pillado por sorpresa total porque nunca pensé que se pudiera caer tan bajo, nada de lo demás me sorprende demasiado. Siempre he sospechado de la gente que presume ostentosamente de pureza ideológica y de superioridad moral.  Son los primeros en caer en cuanto los enfrentas a un dilema, y si es la economía la que anda por medio caen como chinches. Les pasó en su día a los socialistas y ahora empieza a pasarles a éstos, en la medida de sus cortas posibilidades, por supuesto. No pueden cagarla más porque no tienen más poder. Y por supuesto siempre justificarán sus decisiones más impresentables alegando chominadas infumables del tipo de la de Pablo Iglesias sobre los "urbanitas de izquierdas" (jajajajajaja, pero este tío es subnormal??????) para defender a Kichi.

Qué será lo próximo? Un ayuntamiento almonteño de Podemos y la Blanca Paloma con fondo morado como insignia del partido?