martes, 14 de febrero de 2017

San Valentín, First Dates y el Amor

14 de febrero, festividad de San Valentín. El día más moñas y empalagoso del año, pero un día tan bueno como otro cualquiera para reflexionar sobre ese sentimiento tan volátil e intangible conocido como AMOR. Y ya que hoy todo el mundo habla de él, por qué yo no?

No es la primera vez, ya lo he hecho a menudo antes, pero en esta ocasión voy a centrarme en un aspecto distinto, una cuestión que me planteo mucho últimamente: qué busca la gente en el amor?

Como algunos sabéis, últimamente me he convertido en una entusiasta fan del programa de Cuatro "First dates". Me resulta fascinante ver los vídeos de presentación de la gente, su reacción cuando le presentan a la persona elegida por el programa como pareja, y luego observar cómo se desarrolla la cita, las revelaciones íntimas que se hacen los comensales, los comentarios grabados a espaldas del otro, y por supuesto, la decisión final. Me gusta hasta ver la ropa que eligen para la cita, porque eso dice mucho de la gente y de lo que busca. Es un programa muy interesante que despierta totalmente mi faceta voyeur, estoy enganchadísima. Y claro, de tanta observación luego saco mis conclusiones.

La primera es que todo el mundo quiere que le quieran. La gente busca amor, algunos compulsiva y desesperadamente. Muchos no llevan ni un año sin pareja pero están locos por encontrar lo más rápidamente posible otra. La mayoría antes de apuntarse al "First" ya habían experimentado en páginas varias de contactos por Internet. Hay muchísima gente a la que no le gusta estar sola y prefiere tener pareja, una inmensa mayoría. Algunos incluso más de una, los poliamorosos, de los que hablé hace poco en otro post.

Muchos de los participantes en el "First" confiesan abiertamente que buscan a alguien para hacer cosas juntos: ir al cine, pasear, viajar... es decir, buscan amor pero lo que realmente buscan es compañía, y casi todos coinciden en afirmar que la presencia física es fundamental.

Esto es tan generalizado que me ha sorprendido una vez más comprobar lo profundamente alejada que estoy del sentir mayoritario. Siempre he sabido que soy rarita, pero viendo este programa me doy cuenta de que soy mucho más peculiar de lo que pensaba.

Ya he dicho muchas veces que a mí me gusta la soledad; soy una solitaria de manual. Es así, tengo una capacidad de entretenerme conmigo misma infinita. Ahora mismo, sin ir más lejos, se ha colgado la conexión a la red en el curro y me he quedado sin tener nada que hacer, todos los posibles trabajos manuales que podía hacer ya los he terminado, así que he decidido ponerme a escribir a mano esto, ya lo pasaré luego al blog. Así pues, no conozco la palabra "aburrimiento", siempre hay algo que me apetece hacer, y la mayoría de esas cosas son incompatibles con ningún tipo de compañía, como mucho la perruna. Escribir, por ejemplo, precisa soledad y mucha tranquilidad.

Y sin embargo a mí también me gusta esa sensación de estar enamorada y de que alguien lo esté de mí, en eso soy bastante vulgar. Lo que cambia es lo que yo busco en el amor.

Yo no busco compañía, al menos no compañía física; no la necesito. Sí me gusta en cambio saber que hay una permanente conexión mental y emocional con esa persona. Eso es lo que me interesa. Por eso para mí las relaciones a distancia no constituyen ningún problema. No necesito que estén conmigo ni hacer cosas juntos; no preciso a nadie sentado a mi lado en el sofá viendo una peli, ni en la mesa cenando, ni mucho menos en la cama durmiendo. Esto último más bien al contrario, ya he contado alguna vez que la idea de dormir con alguien me horroriza.

A mí lo que me gusta de estar enamorada es simplemente eso, la sensación, la emoción. El saber que en todo momento y lugar hay alguien que piensa en mí, que se preocupa por todo lo mío, que hace cosas por y para mí, que ocupa buena parte de su tiempo en hacer planes conmigo, aunque nunca se vayan a realizar. Y a la viceversa, yo igual. Esa seguridad es lo que hace que nunca me sienta sola aunque físicamente lo esté. Por eso no me asusta la soledad y hasta me gusta, porque es una soledad meramente física.

Estoy plenamente convencida de que hay cientos, miles de personas, que están muy acompañadas, algunas hiperacompañadas, pero que se sienten mortalmente solas. Tener a alguien al lado viendo una peli no significa que esa persona esté realmente ahí contigo ni mucho menos que quiera estar. Es muy probable que lo que realmente quiera es estar en otra parte o haciendo otra cosa.

Para mí el verdadero y único sentido del amor es saber que existe esa persona que, esté donde esté o con quien esté, donde realmente está, interiormente, es conmigo. Y viceversa, que dondequiera que yo vaya, voy con él.

Y básicamente eso es para mí el AMOR.

22 comentarios:

  1. Aún recuerdo cuando me recomendaste o hablaste del programa en cuestión. Lo he visto en algunas ocasiones y me siento fatal viéndolo. Esencialmente por comprobar el enorme grado de estupidez humana. Y de qué manera en la gente joven. No quiero, me niego, pensar que toda la juventud es así. Solo hablan de auténticas gilipolleces, tales como los tatuajes, el gimnasio y la bachata o asimilados. Dios de mi vida y de mi corazón. Nadie, absolutamente nadie – de los programas que he visto -, habla de lectura, cine o qué se yo, cualquier cosa un poco más erudita. Se supone que ya nadie lee y que las películas que gustan son las que echan por televisión. Afortunadamente visito algunos blog de gente joven y todo es radicalmente distinto. Y tampoco salvo a la gente mayor, a la que solo importa la apariencia y cuatro majaderías ( lo de las señoras mayores y el bailes es de echarse a temblar). En relación a lo tuyo con el amor pues..., eso que eres muy rara. Yo diría que rarísima. Estar contigo emparejado debe ser una “profunda” alegría. Aún así te entiendo y mucho, si bien tu sentido del amor es más que amor, egocentrismo. Cuídate y espero que no cambies, pues leer tus cosas es, cuando menos, curioso.

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    1. Bueno, Martínez, las posibilidades de encontrar a un premio Nobel en el First son escasas, para qué nos vamos a engañar. pero la gente que va ahí es fiel reflejo de la gente que hay en la calle, van personas de toda clase y condición, y nos guste o no, hablan de las cosas que habla la gente en la calle. Que no son lumbreras? Pues no. Pero a mí lo que me interesa del programa, como ya dije en mi post, es el tema de los sentimientos, lo que cuentan de las relaciones que han tenido y lo que buscan en el otro. Si son más o menos listos me da igual porque yo no quiero casarme con ninguno de ellos.

      Y sí, soy bastante rara. En realidad, soy una romántica empedernida.

      Lo que pasa es que eso hoy en día es una verdadera rareza.

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    2. Hombre, es verdad que la gente que va ahí habla de las mismas cosas que nosotros (si fuéramos a una primera cita a un programa de televisión). Si fuéramos, que el matiz es importante... el 80% no saldría nunca en un programa de televisión normal, y el 90% en uno friqui como ese

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    3. Es posible pero, por poner un ejemplo, que cuando hablan de música solo les gusta Raphael, la copla, el regeton y Bisbal. .., pero en qué país vivimos. ..

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    4. Viendo este programa, te das cuenta de que nuestros políticos van a juego con sus gobernados. Y te explicas muchas cosas

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    5. Jajajajaja! Me temo, amigos, que el mundo en el que vivimos es así. A muchísima gente le gusta Bisbal, Raphael, la copla, el reggeton o la bachata, y no necesariamente todo a los mismos. Probablemente el porcentaje de gente a la que le gusta una o varias de estas cosas os parecería espeluznante si se reflejara en alguna encuesta.

      Mucho me temo que los auténticos frikis aquí sois vosotros porque sois los que os salís de lo "normal" y os escandalizáis con tanta facilidad. Dicho sea de paso, tampoco sé por qué creéis mejores o más inteligentes por que os guste otra música. Igual lo que sois es un poco más pretenciosos y punto. No despreciaría yo tanto a la gente por el tipo de música que escucha, lo mismo os lleváis algunas sorpresas.

      Es hora de que vayáis asimilando que la mayoría de la gente es así y tiene esos intereses y que tal vez vosotros o yo misma seamos los diferentes y que pertenecemos a una selecta minoría friki.

      Y respecto al First, en mi opinión la mayoría de la gente hoy ha asimilado que buscar pareja por televisión o por Internet o por alguna aplicación es lo más normal del mundo. Y me parece muy bien porque si antes todo el mundo estaba limitado a su círculo más cercano y pare usted de contar hoy en día el mundo es amplio y quién sabe si encontrarás lo que buscas en Pekín o en Moscú mediante algún sistema de éstos. Personalmente me parece de puta madre que la gente busque por todos los medios a su alcance aquello con lo que sueña y no se conforme con las limitadísimas posibilidades que le rodean.

      Y respecto a la calidad del amor o de lo que cada cual entiende por amor, Martínez, te diré que lo que a ti te parece un plagio, si lo es, sería un plagio que supera en calidad mil veces al original. Un amor exento de todo lo negativo que conlleva el amor, de compromisos, convivencia, rutinas indeseadas, obligaciones... y solo centrado en lo que es aquí y ahora es para mí el amor perfecto. Llámalo plagio llámalo X.

      Yo soy una sibarita del amor, Martínez. Es normal que no me entiendas.

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    6. Ah, y a mí me encanta Raphael, y Bisbal también, por este orden. Y si hubiera viajes en el tiempo para ver al Camilo Sesto de los 70 pagaría un potosí por verlo; ya ahora con la máscara no tanto.

      La copla me gusta en pequeñas dosis, y el reggeton y la bachata nada de nada. En cambio los boleros me vuelven loca.

      Y mi cadena de radio favorita es Armonía, algo que probablemente si cualquiera de vosotros escuchara durante más de un cuarto de hora le llevaría al soponcio fijo. Pero me encanta, no lo puedo remediar. Ni quiero.

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    1. Romántica no... romántica empedernida.

      No te parece romántico que lo esencial para alguien sea la conexión emocional y mental con la otra persona por encima de cualquier otra consideración?

      Soy puro espíritu, querido Martínez. Bécquer a mi lado era un gañán.

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  3. De eso nada monada. Tú lo que necesitas es saber que de una forma u otra no estás sola, pues pese al valor que le das a la soledad física no soportas la soledad de fondo. En ella es en la que palideces. Por tanto, se produce una atrofia de vínculo entre ambas. No es más que un síntoma de inmadurez, pues adaptas el amor a tus estrictas necesidades. Para eso te puedes enamorar virtualmente y sería lo mismo. Hay amor, con alto grado de engaño, y no hay vinculación. Al haber experimentado que el vínculo lo mata todo más pronto que tarde, al saber que tus necesidades vitales están más vinculadas con la soledad que con la compañía, buscas una suerte de amor en el destierro, cuando eso no es amor ni es nada. Solo un lugar donde refugiarse o mejor un rincón llamado autoengaño. Es la forma de vivir el amor sin meter los pies en el barro. Y para mí sin barro no hay vida. Solo, más o menos, un plagio. Un abrazo.

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  4. Pues tengamos también las amistades sin tenerlas, el amor, los hijos, la cerveza, los coitos, la comida..., y una M. Eso es no vivir, eso se llama estafa. Pero es solo una opinión. En realidad es producto de la virtualidad en la que vivimos o mejor no vivimos. Es como protestar es Facebook por la reforma laboral, la sanidad o las pensiones. Eso es lo que quiere el sistema. Me niego y una M. Y cambiando de tema, no me extraña nada lo de Raphael y compañía.

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    1. A ver, Martínez, no se trata tanto de lo que te parezca bien o mal; se trata de lo que te haga feliz. Tú eres feliz con lo que tienes? Genial. Yo soy feliz con lo que tengo? Genial.

      Por alguna razón es mejor lo tuyo que lo mío o viceversa? Aunque te tienes por una persona muy liberal yo te veo muy cerril.

      Lo que yo buscaba (y he conseguido) ya lo describió mucho antes que yo Sabina. Dice así:

      Yo no quiero un amor civilizado,
      Con recibos y escena de sofá;
      Yo no quiero que viajes al pasado
      Y vuelvas del mercado
      Con ganas de llorar.

      Yo no quiero vecínas con pucheros;
      Yo no quiero sembrar ni compartir;
      Yo no quiero catorce de febrero
      Ni cumpleaños feliz.

      Yo no quiero cargar con tus maletas;
      Yo no quiero que elijas mi champú;
      Yo no quiero mudarme de planeta,
      Cortarme la coleta,
      Brindar a tu salud.


      Yo no quiero domingos por la tarde;
      Yo no quiero columpio en el jardin;
      Lo que yo quiero, corazón cobarde,
      Es que mueras por mí.

      Y morirme contigo si te matas
      Y matarme contigo si te mueres
      Porque el amor cuando no muere mata
      Porque amores que matan nunca mueren.

      Yo no quiero juntar para mañana,
      No me pidas llegar a fin de mes;
      Yo no quiero comerme una manzana
      Dos veces por semana
      Sin ganas de comer.

      Yo no quiero calor de invernadero;
      Yo no quiero besar tu cicatriz;
      Yo no quiero París con aguacero
      Ni Venecia sin tí.

      No me esperes a las doce en el juzgado;
      No me digas volvamos a empezar;
      Yo no quiero ni libre ni ocupado,
      Ni carne ni pecado,
      Ni orgullo ni piedad.

      Yo no quiero saber por qué lo hiciste;
      Yo no quiero contigo ni sin ti;
      Lo que yo quiero, muchacha de ojos tristes,
      Es que mueras por mí.

      Y morirme contigo si te matas
      Y matarme contigo si te mueres
      Porque el amor cuando no muere mata
      Porque amores que matan nunca mueren.

      Pues eso.

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  5. Cerril?, es más que posible. Aún así, decía Molier en El enfermo imaginario, que ser sin tener es como no ser, pues ser si tener es no ser. Si tú eres feliz - lo sería un tonto o un imberbe en un circo o un burdel - yo no digo nada, pero si la felicidad es un truco no deja de serlo por más que el truco exista y camufle realidades. No crees

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    1. Y la realidad qué es, Martínez? Lo que vemos, lo que creemos, lo que creemos ver?

      Si Molier decía eso del ser y del tener, Calderón decía aquello de "toda la vida es sueño y los sueños sueños son".

      Y Shakespeare (Shespir para los amigos) lo de "To be or not to be, that's the question".

      Que aquí, puestos a citar, sabemos citar todos.

      Resumiendo: que ser sin tenr es como no ser pero se puede ser sin tener porque... qué es la vida? Un frenesí, qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción, y el mayor bien es pequeño, pues toda la vida es sueño... y los sueños sueños son.

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  6. He comprendido finalmente que llevas razón. Yo te quiero y no te tengo, yo te aprecio y no te conozco, yo te respeto y sé de tu locura, yo te leo y no sé quien escribe, yo te busco y tú no existes.

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    1. Puestos a citar clásicos, como dijo el gran Ray Heredia:

      Mil maneras de sentir, mil maneras de vivir.
      Mil maneras de sentir,
      que mil maneras,
      que mil momentos,
      que mil historias,
      que mil lamentos....

      Y hasta aquí puedo contar.

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