jueves, 13 de agosto de 2015

Hoy lo vi (El sueño de otra noche de verano)

Hoy vi a un antiguo novio de hace un montón de años. Lo vi en un sueño, como el propio nombre de este post indica. Estaba mucho más guapo y mucho más alto de lo que yo lo recuerdo y de lo que en realidad era; la verdad es que estaba imponente.

En el sueño yo estaba en mi casa (aunque no se parecía nada a mi casa). Una señora estaba inventariando mis posesiones, no sé para qué. Llevaba un cuaderno en la mano e iba anotando cosas. En esto que llegamos al cuarto de baño y veo que en la taza hay un truño flotando.

Hosssstia, otra vez éstos no han tirado de la cadena.

Ejem... tiro disimuladamente de la cadena para hacer desaparecer el truño en cuestión, y ese agua que empieza a subir y a subir con truño incluído. Yo toda horrorizada, la señora apuntando cosas en su cuaderno y yo un ojo en el cuaderno de la señora y otro en el zurullo elevándose y amenazando con desparramarse por el suelo. Total, que grito. Y la señora levanta la vista del bloc de notas y me mira.

"El agua se sale" digo yo, eufemísticamente. Porque está claro que lo que me preocupa que se salga no es el agua.

"Tranquila", dice ella. Y suelta el bloc, se arremanga la camisa y me pide un destornillador.

"Ah, pero es usted fontanera?"

"No, pero tengo conocimientos".

Salgo corriendo a por mi exigua caja de herramientas, doquiera que esté, y cuando vuelvo con las manos vacías porque no la he encontrado la señora yace en el suelo del baño desfallecida. Se ha desmayado, probablemente por el tamaño descomunal de la cosa flotante.

Entonces miro el truño, cada vez más cerca de la superficie de la taza, casi al borde, aunque milagrosamente aún dentro, y presa de la impotencia me echo a llorar. Pero en ese momento una voz grave e impresionantemente viril me dice desde la puerta del baño:

"Tranquila, no pasa nada".

Miro y es él. Está superguapo y muy alto. Con un movimiento sutil pero enérgico al mismo tiempo me aparta y se dirige a la taza. Levanta la cosa esa de atrás y toca algo por dentro que hace que el agua comience a descender con mojón incluído.

Nos miramos mientras el truño se hunde y mi corazón se eleva. La señora sigue desfallecida en el suelo del baño pero yo salto por encima de su cuerpo y me acerco a mi salvador. Y entonces siento un golpe de amor.

Sabéis lo que es un golpe de amor?  Los que lo hayáis sentido alguna vez seguro que sí. Es como un golpe de calor, pero en amor. Es algo súbito, impactante, mágico, imposible de ignorar. Y tan fuerte lo siento que se lo digo:

"Acabo de sentir un golpe de amor por ti superfuerte"

Y él contesta:

"Llevo años esperando oírte decir algo así".

Total, que nos vamos a la calle y paseamos durante horas prácticamente sin hablar, sólo cogidos de la mano y mirándonos, como en las pelis. Yo lo miro y lo veo tan guapo que no tengo palabras. De vez en cuando paramos para darnos un beso largo y profundo.

Si alguien se pregunta qué fue de la señora fontanera no tengo ni idea. Pasamos de ella como de la mierda (y nunca mejor dicho). Nos daba igual porque los golpes de amor son así, que todo te importa un carajo salvo el amor en cuestión.

"Dónde vamos?", me pregunta él.

"A mi habitación".

Y alli nos dirigimos. Pero cuando llegamos resulta que está llena de árboles de Navidad y de adornos típicos navideños.

"Qué raro, si estamos en agosto"

"Sí, es muy raro. Voy a preguntar".

Salimos y en un largo pasillo que por supuesto en mi casa no existe me encuentro a mi hija con unas amigas.

"Hay un montón de árboles y adornos de Navidad en mi cuarto".

"Sí, los he puesto yo. Es que estoy haciendo un curso de decoración de interiores y una de las prácticas es poner adornos navideños en nuestra casa en verano".

Y dice mi exnovio: "Ah, pues queda muy chulo".

Entonces nos vamos para el cuarto y entramos, y en ese ambiente entre navideño y agosteño nos besamos con claras intenciones de pasar a mayores.

En ese momento algo me despierta. Un golpe, un portazo, tal vez alguno de mis hijos que se ha estrellado la cabeza contra el suelo... Da igual, no me importa, intento volver a mi sueño. Todavía siento los efectos del golpe de amor y quiero volver a mi sueño.

Pero no lo consigo. Por más que lo intento no puedo. El ruido me ha desconcentrado, qué coño será.

Y mi exnovio ya no es ni tan guapo ni tan alto. Ha perdido esos cinco centímetros que tanto le favorecían, y tampoco tiene esa sonrisa maravillosa que mostraba cuando consiguió mandar el truño de mi baño al otro barrio.

Ya no siento que viene a salvarme, y aunque tengo la sensación de que el golpe de amor sigue ahí, en alguna parte, también sé que se me está yendo, que se escapa. Por favor, por favor, no te vayas. Sueño, vuelve; golpe de amor, vuelve. Pero no, no vuelven.

Y de repente me siento muy triste. Me he vuelto a desenamorar. Una vez más tendré que salvarme yo sola.


2 comentarios:

  1. Eso es una maldición. Si tienes una pesadilla te puedes pasar un cuarto de hora despierto y tomarte un colacao con galletas, que cuando te acuestes volverás a recuperar el hilo. Si es un sueño placentero, basta con tomar conciencia de que estás despierto para no volver a hilar ni de coña. Por eso hay que tomar el placer en cuanto llega.

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  2. Ya, pero es que no me dio tiempo. Cuando estaba en ello... plof, me desperté. Así no hay manera.

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