domingo, 16 de agosto de 2015

Dominatrix

He decidido que me voy a hacer dominatrix.

Posí. El otro día conocí a una tía que se dedica al negocio sadomaso y lo vi clarísimo.

La muchacha esta empezó en ese mundillo por gusto; el tema le iba y a raíz de eso conoció gente, y al final llegó a la conclusión de que ya que había encontrado algo que le gustaba en la vida igual podía convertirlo en su medio de sustento. Inteligente decisión, vive Dios; a quién no le gustaría ganarse la vida con alguna afición personal. Ya ves, 300 euros por sesión que se saca la colega, nada más y nada menos. En qué trabajo se saca una esa pasta y encima sin sudar ni una gota. Bueno, sí, de puta, pero es que con esto no hay que follar ni nada con los clientes, no hay que intercambiar ni un fluído, y además no te pegan ellos a ti sino tú a ellos. Joder, es un chollazo que te cagas.

Esta chica me estuvo contando más o menos en lo que consiste la cosa, y mientras la escuchaba llegué a la conclusión de que en todo lo que consiste su profesión yo podría ser bastante buena. Qué digo buena; podría ser LA MEJOR. Y dado que mi economía se mantiene últimamente en una preocupante precariedad no veo por qué no podría sacarme un interesante sobresueldo dedicándome a retorcer pezones, azotar culos y poner a señores a cuatro patas agarrados con una correa y chupándome los dedos de los pies. Qué tiene eso de complicado? Puedo hacerlo perfectamente y hasta creo que tengo vocación. Es más, es que es una profesión que me va como anillo al dedo. Y yo el punto sado lo he tenido de toda la vida de Dios, y hasta he hecho mis pinitos.

Que conste que ya hace unos años me lo estuve planteando. Por aquel entonces tenía un peluquero que también se dedicaba al mundillo este y que siempre me decía que yo tendría un exitazo total como dominatrix. Por lo visto desde que me vio entrar la primera vez en su peluquería lo tuvo claro: esta tía tiene madera. Tanto es así que mientras me cortaba el pelo el tío siempre aprovechaba para intentar convencerme de que fuera a alguno de los eventos a los que él asistía con su novio.

Me enseñaba fotos y vídeos de fiestas sado en mansiones con pinta medieval. Yo lo flipaba. Muchos no os lo creeréis pero había un montón de tíos de rodillas, con collares de perro, encerrados en jaulas. Además me contaba que la mayoría era gente de muchísima pasta, que venían de todos los sitios del mundo y pagaban un pastizal por verse así.  En las fiestas se dividían los asistentes entre amos y esclavos, y los amos se pegaban la vidorra padre mientras lo esclavos permanecían en sus jaulas y sólo se les sacaba con la correa para darles las sobras de las comidas o para que lamieran el suelo y cosas así.

Bueno, es que iba a la pelu y me tiraba más de una hora viendo cosas de éstas. De hecho cambié de peluquería por eso, porque  el tío no estaba en lo que estaba y me hacía un montón de trasquilones cada vez que me cortaba el pelo mientras se dedicaba a comerme la cabeza para que me hiciera dominatrix. Y yo no lo veía claro por aquel entonces, porque mi economía no estaba en el lamentable estado actual y además pensaba que podría ser complicado llevar una doble vida, dado que entonces vivía en pareja y no veía la forma de dedicarme profesionalmente a esto sin que se enterara mi ex. Pero bueno, ahora soy soltera y es otra historia.

Joder, la tía esta que conocí el otro día tiene un esclavo que le limpia la casa gratis. Qué pasada! Cuando me lo contó los colmillos me arrastraban de la pura envidia. Si yo pillara algo así! Y otro de mantenimiento, joder, es que eso es calidad de vida. Con que me saliera un cliente que me limpiara, otro fontanero, otro electricista y otro albañil, y me hicieran las chapuzas del hogar solo a cambio de que yo les azotara un ratito cada semana y les arreara un poco de estopa, yo sería la mujer más feliz del mundo. Es que además estoy segura de que yo tengo que ser supercompetente en eso; a mí me encanta dar caña, me lo pasaría pipa, y encima tendría todos mis problemas resueltos.

Me preocupa un poco que tendría que hacer algo de inversión inicial en instrumental sado (corpiños de cuero, látigos, velas, pinzas, dildos... en fin, esas cosillas). Las herramientas de trabajo son fundamentales. Un poco por eso os cuento todo esto, por si queréis hacer una pequeña aportación a mi incipiente negocio. Si os decidís os paso mi número de cuenta para que hagáis vuestra donación.

Yo creo que es un tema con futuro. Daos cuenta de que este trabajo no tiene edad de jubilación, hay dominatrices de 70 años. A los tíos les da igual quién les arree los latigazos siempre y cuando se los arree con ganas y con firmeza, y yo para eso soy la hostia. Es que no necesitaría ni jubilarme porque sería una actividad gratificante cien por cien para mí. Como los profesores eméritos de universidad, por ejemplo, que algunos tienen 90 años.

Que quede clara una cosa: no quiero socios. Si hacéis alguna aportación que sea generosamente, sin ánimo personal de lucro. Porque si voy a cobrar 300 euros por sesión y luego resulta que tengo que ponerme a repartir entre el que me ayudó a comprar un collar de perro y el que puso algo para las cadenas o para las pinzas de pezones o para las fustas, pues apaga y vámonos. Es que no compensa.

Lo mejor es que os lo planteéis como un donativo de interés social, porque mi actividad podría ser un montón de eficaz para evitar guerras, conflictos vecinales, desvaríos independentistas, corruptelas, etc. Mientras la gente de pasta y de poder esté a cuatro patas haciendo de perrito y chupando los dedos de los pies de una dominatrix no estarán haciendo fechorías ni jodiendo el mundo.

Y luego pensad también en todos los problemas de intendencia que siempre os cuento, que se resolverían ipso facto. Por no hablar de los jugosos posts que podría colgar que seguramente harían las delicias de mis fans e incluso de mis detractores más entusiastas. Lo que podríais gozar con mis nuevas experiencias! Kowalski, te podrías hinchar a ponerme verde.

Y sobre todo... que yo podría por fin salir de pobre, que ésta es la única manera factible que veo de conseguirlo. Porque siempre digo lo de echarme un novio rico pero cada vez que conozco a un tío con pasta e intercambio cuatro palabras con él me da un repelús que pa qué. Hosssstia, qué plastas!!!!! Es que echan patrás a la legua. Prefiero mil veces soltarle unos cuantos azotillos y dejarle los pezones hechos un cristo que pasearme de la manita con un personaje de éstos. Y si hablamos de políticos es que ni te cuento.

Bueno, qué? Os apuntáis?

Oye, que se admiten también clientes.

4 comentarios:

  1. Pues en esto no sé si seguirte el rollo, porque yo no soy mucho de sufrir. Pero bueno, si das más detalles...

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  2. Eso es que lo has probado poco. Igual después de unos cuantos azotillos bien dados, con entusiasmo y con cariño, cambias de opinión.

    Pero vamos, que aunque el tema no vaya contigo, un donativo para mi labor emprendedora lo puedes hacer igualmente.

    Para un par de fustas, por ejemplo. De cuero a ser posible.

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  3. Pues enlazando con tus últimos posts sobre la falta de colaboración y la pedigüenez hijil, y por lo que estoy leyendo sobre este tema del cuero y eso, he aprendido que hay algo que se llama "disciplinas". Unas esposas a las barras del somier cuando estén durmiendo y unos cuantos azotes con las disciplinas, mientras les vas recitando cada una de tus quejas, pueden ser una buena manera de defender tus posiciones.
    Eso sí, los disciplanazos atizados con maternal cariño.

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  4. Ayssss, si es que no me veo arreándole estopa a unos tíos que me sacan más de una cuarta. Lo de atizarles tuvo su momento, y te juro que les aticé con entusiasmo y vigor de madre pero ya lo que no conseguí por ahí en su momento... lo veo complicao.

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