Ha muerto José Luis Sampedro, y desde aquí le rindo mi pequeño pero sentido homenaje como el maestro de la literatura que fue, como gran economista siempre comprometido, como agitador social, y como uno de los hombres que mejor ha sabido expresar la sensualidad en todas sus dimensiones. Dejo aquí un breve fragmento de la que para mí es una obra cumbre de la literatura erótica en español, "El amante lesbiano":
"Me has apresado en la red de tu hombría como el cazador a la paloma" Me miró sonriente, reconociendo el archifamoso verso del poema de Leyla y Majnun, mientras yo añadía: "Sólo me quedaría como tu esclava, tu sierva, tu odalisca." Fui capaz de decirlo con firmeza, mirándole a los ojos, y cuando le oí responderme que ése era justamente su deseo me arrebató la ira: "Entonces ¿por qué has sido tan cruel estos días? ¿No me has visto sufrir esperándote en vano desde mi llegada? ¿Sadismo de leopardo, placer de la caza?" ... Se levantó, vino junto a mí, se sentó a mi lado y me abrazó por el hombro, con lo que me rindió: "Te equivocas, gacela mía. Eres tú quien atrapó al leopardo, le hizo desearte, necesitarte, desde que te adiviné por tus escritos y me nació un amor que se confirmó con tu presencia. Yo también he sufrido reteniéndome, pero era menester padecer ambos para llegar ahora a estar maduros en la exasperación, como el místico que vuela mejor hacia la luz desde el abismo ... Ha llegado el momento, lejos de congresos y de todo; te recojo en el límite y juntos construimos nuestro encuentro total. Serás mi odalisca, como deseas, gacela tiempo esperada. Viviremos como Rumí y su amante Shams, según cantó en aquel cuarteto que conoces:
En verdad somos un alma única tú y yo
Nos mostramos y nos ocultamos tú en mí, yo en ti.
Esa meta persiguen nuestros cuerpos al enlazarse,
pues tú y yo no existimos ni yo ni tú
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