martes, 6 de diciembre de 2011

Parejas homosexuales piden al TC que se pronuncie sobre el matrimonio

http://www.elmundo.es/elmundo/2011/12/04/espana/1323026399.html?cid=CM0803#comentarios

Me encuentro por ahí comentarios de este pelaje:

El matrimonio es un sacramento eclesiástico y eso es así. Y otro tipo de uniones tendrán los mismos derechos, no me cabe ninguna duda, pero no hacen matrimonio, es otro tipo de unión.

Madre mía! Las cosas que hay que leer! Para este troglodita ni siquiera el matrimonio civil debería llamarse matrimonio. Le contesta bastante ingeniosamente un cachondo:

Desde su origen, el matrimonio es un contrato civil en el derecho romano. Me parece muy bien que los cristianos se quieran casar en sus templos pero que no lo llamen matrimonio, esa palabra está reservada desde milenios para el contrato civil. Podrían llamarlo catolimonio.

Jajajaja, muy bueno.

Yo lo que no entiendo ni nunca entenderé es qué le molesta a esta gente que se llame matrimonio o que se llame manolito. Es lo verdaderamente demencial del asunto. En qué les afecta a ellos y a sus matrimonios o "catolimonios", como les llama este simpático amigo, que otras personas se casen? Alguien puede entenderlo?

En realidad todas estas vueltas, dimes y diretes sobre el palabro en cuestión sólo esconden una cosa: la incapacidad de considerar a los homosexuales como ciudadanos iguales a los heteros. Cuando no es el palabro es el tema de los hijos y cuando no es el tema de los hijos es que esta gente no folla normal, sino que folla por el culo. Más de un personaje de éstos me he encontracdo por ahí que, cuando se le acaban todos los argumentos, termina con el definitivo: el culo se usa para una cosa y ellos lo usan para otra. Y ahí es cuando sale lo que de verdad estaba detrás de la dichosa palabrita "matrimonio".

Exactamente esto es lo que le leí a uno de ésos a los que aparentemente sólo les molestaba la cuestión semántica: "es que ellos usan el aparator excretor de otra manera".

Y aquí otra muy buena también: "da mucha risa o parece una escena cómica o grotesca que un señor intente copular con otro señor por el recto (y ni te cuento si se trata de dos señoras con un trozo de plástico en forma de pene de por medio); o que una persona intente copular con animales o cosas como esas. A cada colectivo le da risa lo que hace el otro. No creo que la Iglesia Católica esté inquieta porque los homosexuales no quieran ser católicos; sin embargo sí se ve mucha intención de los homosexuales por dinamitar y hacer daño a la Iglesia Católica. Como decía más arriba, la fijación con el Catolicismo es obsesiva."

Y todo empezó discutiendo por la palabra "matrimonio". Clarito y diáfano.

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