miércoles, 25 de noviembre de 2020

Mi madre

Pienso mucho en mi madre últimamente. No en vano estoy a un año de cumplir la edad en la que ella murió.

Cuesta pensar en superar la edad a la que murió tu madre. Ella permanece ahí intacta en el tiempo, sin envejecer, mientras que yo, si consigo sobrevivir, me iré haciendo mayor, mucho mayor que ella, al punto de que la madre muerta será siempre más joven que la hija. Son esas cosas extrañas que tiene la vida. 

Pienso en qué pensaría de mí, de mi vida, de cómo he hecho las cosas, de la persona en la que me he convertido. Creo que le gustaría. Creo que se sentiría orgullosa. De mí, de mi hermana, de sus nietos, de nuestros logros, de las familias que hemos creado.

Creo que le gustaría mi casa. Le encantaría el sitio, fijo. Otra cosa ya sería la cuestión decorativa. Ahí... ufffffff! Estoy segura de que me daría la vara todo el tiempo para que pusiera las cosas a su gusto. Que mi estilo un tanto naif, despreocupado, poco elegante, no le gustaría nada. Se horrorizaría de la falta de cortinas, de que no haya pintado la casa desde que me mudé hace 15 años, de los pañuelos que tengo colgados por todas partes para tapar desconchones y desaguisados varios, de mi escaso interés por rodearme de objetos bonitos, de mi clara preferencia por la utilidad y la comodidad... No me cabe la menor duda de que ahí chocaríamos seguro. 

Pero también creo que envidiaría mi vida. Mi libertad, los tiempos en los que he tenido la suerte de nacer.  En los suyos si te equivocabas era muy difícil rectificar. Si te casabas y no te iba bien estabas jodida. Si te quedabas embarazada y no querías estabas igualmente jodida. Si alguno de tus hijos no era "normal" estabas destinada a sufrir y a llorar lágrimas de sangre por él. Estoy segura de que le hubieran encantado estos tiempos en los que vivir de forma diferente es posible y la diversidad en todos los aspectos es hasta celebrada, aplaudida y fomentada. Saber que su hijo hoy hubiera sido considerado alguien normal, que hubiera podido casarse, formar una familia, vivir sin tener que ocultarse... sé que le habría reconfortado.

No le hubiera gustado en cambio que mi medio de transporte sea la bici, seguro que eso la tendría en un sinvivir. Tampoco le gustaría mi perra. A mi madre no le gustaban los animales, jamás quiso que tuviéramos mascotas en casa. Y le daba muchísimo asco que la gente tocara a sus perros y luego comiera tranquilamente sin lavarse las manos frenéticamente. Ya ni hablemos de dormir con ellos, de dejar que se suban al sofá, de darles besitos. Se moriría si me viera abrazar a mi perra y dormir la siesta con ella pegada. Le daría un síncope. Estaría todo el tiempo advirtiéndome de la cantidad de enfermedades que transmiten los animales. Me apuesto la cabeza.

Si hay algo de lo que sí me alegro enormemente es de que no haya podido ver enfermar y morir a una de sus nietas. Eso habría sido letal para ella. Bastante le costó superar la muerte de su propio hijo, pero ya lo de Helena la habría matado.

De todas formas cuando mi madre llegó a mi edad ya estaba bastante tocada. Apenas veía, estaba prácticamente ciega por su degeneración macular. Las sucesivas quimios la habían dejado muy deteriorada, no le quedaba un órgano sano. Estaba jubilada por enfermedad, y creo que su único disfrute era ver a sus nietas crecer. 

En fin, son reflexiones que me hago. No puedo evitar pensar en ese momento cercano del que hablaba al principio, en el que llegaré a su edad. Yo tampoco pensé nunca que llegaría. Teniendo en cuenta que desde que tuve cáncer a los 35 años siempre he creído que vivo de prestado, como que todo este tiempo es una prórroga del partido. Soy la primera sorprendida de haber llegado hasta aquí. Ya si consigo superar la edad de mi madre me parecerá una auténtica hazaña.

Bueno, no os doy más la chapa. En definitiva es eso, que me acuerdo de mi madre.

LOMLOE nainonainonainona

Menudo follón con la LOMLOE, eh? Que no tenéis ni idea de lo que hablo? Bueno, es que igual la conocéis mejor por Ley Celaà. Ahora sí, no?

Para empezar el nombrecito de marras.

Ley Orgánica de Modificación de la LOE. Me parto y me troncho. Os imagináis cuando éstos se vayan y vengan los siguientes y modifiquen ésta también y la llamen LOMLOMLOE? Y luego cuando vuelvan éstos hagan la subsiguiente LOMLOMLOMLOE? O mejor, la LOM3LOE. O mejor aún, la Lole Tercera.

En fin, qué puedo decir sobre las leyes educativas que no se haya dicho ya? Que esto es un cachondeo, que duren una media de 5 años, que así nos va, que con razón nuestros niños están a la cola-que-está-sola en todos los parámetros internacionales, que menuda panda de inútiles, incapaces de consensuar una ley que dure por lo menos 3 legislaturas seguidas... Podría empezar a rajar y no parar.

Podría empezar por decir que esto es un puto bucle. Este país es tan cutre que en lugar de discutir de programas de estudios, de métodos de enseñanza, de formación de docentes y de todas las cosas que realmente determinan la calidad del sistema educativo siempre estamos a vueltas con la religión de los cojones.  Bueno, y con el castellano, el otro conflicto endémico. Los grandes problemas de la educación en España, manda huevos. Qué pereza!

Hasta cuándo vamos a tener que estar bregando con estos despropósitos? 

A estas alturas debería quedar claro que la escuela es un lugar al que los niños van a ser instruidos en conocimientos varios; no a ser adoctrinados en ideologías o creencias. Eso es labor de los padres. La religión no es conocimiento; la religión es creencia, es dogma, es doctrina. Señores, por qué no les enseñan a sus hijos esas cosas en casa y dejan la escuela para lo que es, para formarse en las materias del conocimiento humano?

Si lo que se estudiara fuera una Historia de las Religiones podría tener un sentido. Pero no, es pura y dura doctrina católica. Eso no debería ser nunca objeto de estudio en una escuela abierta, porque en ella es inadmisible enseñar como ciertos dogmas que para otros alumnos no creyentes o creyentes de otra religión son ajenos. 

Necesitamos colegios islámicos, budistas, o de Testigos de Jehovah? No, verdad? Entonces por qué tenemos cientos de colegios católicos? Por qué todo lo relativo a la religión los niños no lo aprenden en sus casas? O en las parroquias, o en las mezquitas, o en la sinagoga, o en los lugares habilitados para ello? Tiene que ser en la escuela, que es un sitio para todos?

Por eso no me gustan las escuelas concertadas, porque un 95% son escuelas religiosas que se dedican a adoctrinar. No me importa que salgan más baratas al Estado ni que sean las favoritas de muchos padres. Yo creo que hay que luchar por la excelencia de la escuela pública. Como ocurre en algunos países escandinavos, en los que el nivel es tan alto que apenas nadie lleva a sus hijos a escuelas privadas. La escuela pública tiene que garantizar esa asepsia ideológica, que por cierto, hoy en día tampoco está garantizada en absoluto. Aquí todo el mundo quiere meter mano en las mentes inocentes de nuestros niños. Y ahí tengo que darles la razón en parte a muchos padres de la concertada que desconfían del adoctrinamiento ideológico de los programas de estudios en la enseñanza pública.

Si no deseamos adoctrinamientos religiosos tampoco debemos admitir ninguno de tipo político. Nadie debe decir a los niños qué pensar sobre las cosas. Los únicos valores humanos que la escuela tiene que enseñar son los consensuados en la sociedad. O sea, los derechos y deberes que existen en un país democrático como el nuestro, los recogidos en la Constitución que están obligados a conocer y respetar. Todo lo demás sobra. Por eso en la elaboración de los programas de estudios tiene que haber un acuerdo social amplio, y si en algún punto no lo hay mejor omitir ese aspecto concreto que no imponerlo por la fuerza.

Por poner un suponer: los valores del feminismo que proclaman la igualdad de hombres y mujeres están recogidos en nuestra Constitución y por supuesto deben estar incluidos en los programas. Ahora bien, otros asuntos complejos y polémicos como los temas de género, la ideología queer, la gestación subrogada, la eutanasia, el aborto, etc.... eso, por favor, dejemos que sean las familias las que se encarguen de darles respuestas. Que yo sea partidaria del aborto o la eutanasia no quiere decir que tengan que serlo todas las personas, independientemente de lo que digan las leyes, así que dejemos esas cuestiones fuera de la escuela. En todo caso, se pueden plantear seminarios fuera de las horas lectivas a los que los padres podrían o no apuntar a sus hijos, de forma totalmente voluntaria. Pero nunca intentar imponer un criterio contrario a las familias.

Ésa es la escuela en la que yo creo. Libre y de calidad, ajena a ideologías de todo pelaje, en la que nadie imponga a nadie sus creencias, sus dogmas de fe, su ideología política. Una escuela a la que pueda asistir por igual un niño de padres ateos, católicos, judíos, musulmanes o budistas, sin sentirse aislado o juzgado o cuestionado porque nadie va a discutirle los valores de su familia. Una escuela en la que da igual que seas votante de Podemos, del PP o de Vox, que tu lengua materna sea el castellano, el catalán o el vasco, que te vas a sentir igualmente cómodo en ella. Que los niños van a aprender y a formarse para ser personas preparadas, capaces de vivir en sociedad respetando a todo el mundo, con los conocimientos precisos para pasar a la Universidad o a algún ciclo de Formación Profesional, y punto.

Bueno, pues al parecer esto es un imposible en este país. Entre los curas y las monjas que llevan siglos viviendo del chollo de la concertada y antes muertos que perder esos privilegios, y entre nacionalistas e indepes y sus neuras con el castellano, de este bucle no salimos en la vida. 

Éste es el cuento de nunca acabar nonainonainonainona.

miércoles, 28 de octubre de 2020

Mí no comprender

Llevo unos días discutiendo en Twitter, como de costumbre, a cuenta de una noticia aparecida en los medios que no ha llamado mucho la atención, supongo que ahogada por la catarata de novedades diarias sobre la pandemia que todo lo llena y todo lo absorbe. La noticia en cuestión iba sobre una profesora de Religión (Católica, por supuesto) que había sido expulsada de su puesto por haberse casado con otra señora.

Como no podía ser menos, guerrilla tuitera entre fans del obispo que la ha echado y partidarios a muerte de la profesora. Lo de siempre, unos defendiendo los sagrados principios de la fe católica y otros despotricando de la cúpula eclesial. Al más puro estilo Twitter, matices cero patatero.

Y mira tú por dónde, siendo yo atea y anticlerical hasta la médula, esta vez me ha tocado ponerme de parte episcopaliana, que manda huevos.

Vamos a ver. Partiendo de la base de que yo siempre he sido contraria a la clase de Religión en la escuela, porque me parece una aberración adoctrinar a los niños en los centros educativos ni en religiones ni en ideologías ni en nada, dado que de momento mi sueño de una escuela totalmente laica alejada de dioses y supersticiones magufas no se ha hecho realidad, me parece completamente lógico que si hay que dar clase de Religión la dé gente que comparta los valores y principios éticos y vitales de la confesión a la que representa.

Vamos, que si la Iglesia Católica es contraria al matrimonio homosexual, al divorcio, a la gestación subrogada o al aborto, por poner algunas de las miles de cosas a las que se opone, me parece complemente normal que no admita entre los docentes de su causa a personas que defiendan e incluso practiquen activamente cualquiera de esas cosas para ellos prohibidas. 

Y esto es tan de perogrullo que los profesores de Religión no pasan por una oposición, como el resto del profesorado de la enseñanza pública, sino que son elegidos a dedo directamente por el obispo correspondiente. Pos qué quieres, criatura? Que te cagues en los principios sagrados del obispo y te mantenga en el puesto?

Y llega una listilla y me dice: pos deberían informarse mejor los obispos porque su jefe ha dejado bien clara la nueva postura de la iglesia sobre la homosexualidad y blablablabla...

Pero alma de cántaro, qué nueva postura ni qué ocho cuartos? El Papa lo que ha dicho hace unos días es poco más o menos lo que viene diciendo el PP desde que se empezó a hablar por estos lares del matrimonio homosexual, hace más de una década. A saber, que los homosexuales son "personas humanas", sí, y que las criaturas tienen derecho a respirar y a vivir, incluso a juntarse en uniones civiles, pero que lo que viene siendo el matrimonio, es y seguirá siendo per secula seculorum cuando se casan un señor y una señora cada uno con sus cosas correspondientes entre las piernas.

El Papa en ningún momento ha dado el beneplácito a la celebración de matrimonios homosexuales, y por tanto ni él ni ninguno de sus obispos puede ver con buenos ojos que esta señora que se ha casado con otra señora vaya por ahí propagando la palabra de Dios, que ellos consideran que dice bien alto y bien claro que eso no es matrimonio ni es nada que se le pueda parecer.

Hay que ser un poquito coherente. Se puede o no estar de acuerdo con los preceptos de la Iglesia Católica pero si no lo estás... qué coño haces enseñando esos preceptos en un colegio?? Y por qué se indigna la gente de que te echen de un trabajo en el que te han puesto a dedo, y por tanto, el mismo que te ha puesto tiene todo el derecho a quitarte de ahí y poner a otro? Por qué esa señora no coge y se presenta a unas oposiciones en las que se tenga en cuenta sus conocimientos y sus méritos y así no podrán echarla nunca por no estar de acuerdo con unas teorías o con otras?

En fin, ya sabéis, me meto en todos los fregaos, pero es que no termino de entender cómo razona la gente y la manera en que las personas se apuntan a un bando y ya de ahí no se mueven ni aunque les pongan un cohete en el culo. Joder, que yo soy atea, pero vamos, que no sé qué coño hace una lesbiana dando clases de religión. Más aún, es que no sé ni cómo pueden existir lesbianas católicas. Cómo puede pertenecer la gente a un credo que le considera una especie de aberración de la naturaleza??

Ésta es una de esas cosas que hace que tenga muy poca fe en el futuro de la humanidad. Somos una especie realmente absurda, por no decir completamente idiota.

Qué coño! Somos una especie completamente idiota.

lunes, 19 de octubre de 2020

Tatuaje

Mi hija se ha hecho un tatu. Es un columpio colgado del signo infinito, y en él hay dos muchachas de espaldas, una agarrando a la otra por la cintura. Las muchachas representan a su prima Helena y a ella. Era un proyecto que tenían las dos. Hablaban mucho de él los días anteriores a su muerte, a Helena le hacía mucha ilusión. Ahora Julia ha hecho realidad ese deseo, y a mí me ha inspirado este post. 

Vamos a hablar de tatuajes. Sé que hay gente que no les ve sentido.  Conste que yo, cuando se hacen por mera estética, tampoco entiendo muy bien dónde está la gracia. Vamos, que no soy una forofa incondicional del tatu como objeto decorativo. Tengo sólo dos, y ambos tienen todo el sentido del mundo para mí. Llevo en la espalda, a modo de cadena, los nombres de mis hijos. No hace falta que diga lo que eso significa. Los llevo grabados en la piel como los llevo grabados en la vida. Simplemente.

Mi otro tatu es el de Helena. Ya conté el año pasado por qué me lo había hecho. Tenía una necesidad imperiosa de grabarme su nombre, y de que ella lo viera antes de morir. Lo conseguí por chiripa. Se fue dos días después, pero al menos me dio tiempo a enseñárselo, y de alguna manera eso me reconfortó después de su marcha. 

Los que no somos creyentes y no tenemos el consuelo de un más allá en el que todos nos reencontraremos felices y comeremos perdices sabemos que las personas perduran mientras perduren en nosotros. Puede que mueran, pero ninguna muerte es definitiva mientras las recordemos y las mantengamos presentes en nuestro día a día, en nuestros pensamientos, en nuestras vidas.

Helena vive en mí de muchas maneras pero una de ellas es ese tatu. No sólo lo veo cada día y le dedico mi pensamiento; es que también lo ven los demás. Y la gente que no sabe quién es me pregunta, y entonces yo hablo de ella, la devuelvo a la vida durante un rato. Es una resucitación temporal, es el modo de vivir que tienen los muertos. El tatu de Helena es un recuerdo suyo en mi piel, y a la vez un homenaje. Me acompañará siempre y morirá solo cuando yo muera.

Mi hija también ha decidido grabársela y así ha hecho realidad ese sueño que las dos compartían. Helena ya vive también en su piel. Y siempre estará ahí. Ella también le devolverá la vida cada vez que le cuente a alguien el significado de esas dos muchachas que se abrazan en el columpio. 

Helena no puede ya ver ese tatu, pero cuánto le hubiera gustado!

Mi preciosa Helena, por siempre y para siempre vives en nosotras. 

jueves, 3 de septiembre de 2020

Negacionistas

Ultimamente se ha puesto de moda hablar sobre el negacionismo del Covid-19. 

Lo hacen en todos los medios. Tele, radio, prensa escrita, digitales.... Sacan vídeos de Miguel Bosé a todas horas y hablan de él como del gurú del negacionismo. Hay secciones en los distintos programas dedicados a los "irresponsables", con presentadores que con cara de absoluta indignación presentan reportajes en los que cientos y cientos de personas se pasean sin mascarilla por todas partes. 

Curiosamente ninguno de estos presentadores ni tertulianos que luego comentan esos vídeos lleva mascarilla en los platós. Pero de momento obviemos esta paradoja. 

En todos esos medios se habla del negacionismo como de una teoría conspiranoica en la que se recogen desde los que niegan que exista el virus del Covid-19 (a ver, que éstos serían los auténticos negacionistas propiamente dichos) a los que venden crecepelo o lejía para curar el virus que los otros decían que no existe. Pasando por:

1.  Los que creen que el virus es un producto importado de laboratorios chinos.

2. Los antivacunas que creen que nos van a utilizar para probar un nuevo producto farmacéutico.

3. Los partidarios de medicinas alternativas que reniegan de la industria farmacéutica en general.

4. Los que piensan que Bill Gates nos quiere controlar a todos con el 5G, algunos de los cuales enlazan con los antivacunas que opinan que con la posible vacuna se nos inocularía un chip para tenernos controlados tutiplén. (Éste es el tipo Bosé) 

5. La ultraderecha, que aprovecharía esta corriente para hacer una campaña antisistema. Plan "todos os mienten, todos intentan controlaros, pero aquí estamos nosotros para salvaros".

6. Por último estarían los que ponen en duda cualquier medida oficial que ponga en funcionamiento cualquier administración.

Entre estos últimos hay también muchas variedades. 

1. Los que ponen en duda el uso obligatorio de la mascarilla en espacios abiertos y poco transitados (desde aquí advierto de que pertenezco a este colectivo).

2. Los que, aunque crean en el uso de mascarillas como medida preventiva, no ven claro que los niños tengan que usarla durante más de 6 horas en clase (también pertenezco a este colectivo, para mí esto clama al cielo).

3. Los que discuten los horarios de apertura de locales de hostelería, o los aforos, o cualquier otra medida no suficientemente razonada sobre el tema. (Me apunto también).

4. Los que no entienden en general por qué somos el país con las medidas restrictivas más duras de todo nuestro entorno y en cambio somos los campeones de la Champions Covid League. (Aquí no podía faltar yo tampoco).

Curiosamente, cuando se habla de negacionismo, se sacan constantemente vídeos de Bosé un tanto desquiciado y con la voz horriblemente chamuscada, o de cualquier otro personaje igualmente más pallá que pacá. Pero casi siempre para ilustrar alguna noticia sobre el grupo de los que ponen/ponemos en duda alguna medida oficial. Vamos, de los que no terminamos de ver clara la arbitrariedad de muchas medidas que nos parecen absurdas, inexplicables, contradictorias o directamente improvisadas a golpe de telediario.

Trabajo en una biblioteca en la que de momento no hay usuarios. Nos obligan a usar mascarilla aunque mantengas la distancia de seguridad máxima con tus compañeros  y tengas las ventanas de par en par abiertas todo el tiempo. En cambio todos los días en platós de televisión vemos a cuatro, seis, ocho, diez personas en espacios totalmente cerrados con el aire acondicionado a toda pastilla y sin mascarilla. Nadie se ha cuestionado esto?? Soy yo la única que lo he visto??

Mis compañeros casi en su totalidad respetan a rajatabla la normativa sin el menor ejercicio de crítica, sin cuestionarla, con absoluta docilidad y resignación. Que tienen que trabajar durante horas con la mascarilla puesta sin clientela ninguna y manteniendo intachablemente la distancia de seguridad entre ellos?? Pues lo hacen y punto.  

Creo que ni se plantean que somos el único país que ha tomado medidas tan brutales. Creo que han asimilado el mensaje de que si te rebelas a algunas de ellas, las más absurdas y arbitrarias, eres un negacionista. O sea, lo peor de lo peor.

Este puto virus ha hecho mucho más daño del que aparentemente ha hecho. Ha convertido a la mayoría de la sociedad en un rebaño dispuesto a admitir cualquier cosa, cualquier restricción, cualquier reducción de su libertad.... a convertirla en algo admisible y hasta deseable. Mira, cuidan de nosotros. 

La puta pandemia es la coartada perfecta para convertirnos en robots capaces de obedecer ciegamente cualquier orden. No te puedes negar a nada, porque entonces pasas a formar parte del selecto club de.... LOS NEGACIONISTAS.

Y ya eres como Miguel Bosé, el chalado.

O como ese friki que vende crecepelo para el virus.

O como Abascal, que nunca ha dicho el hombre que sea negacionista, pero da igual. Eres tan ultra como él.

O como Trump, que cree que esto es un invento de los chinos.

Da igual, niega la utilidad o la practicidad de alguna de las medidas que tome tu Gobierno o tu Comunidad o tu Ayuntamiento o tu empresa.... Y bienvenido al club de LOS NEGACIONISTAS.

Y es lo que hay, guys.

Es que todo esto da mucha pena. Esta docilidad,  esta indolencia, esta obedicencia ciega, este acriticismo.... Ésta es la peor pandemia.

Uffffff, me voy a vomitar. 

domingo, 23 de agosto de 2020

Y con los niños qué hacemos?

Llevo varias horas discutiendo por Twitter sobre el asunto de la incorporación de los niños a la escuela.  Se acerca la apertura del curso escolar y todavía a estas alturas anda toda la comunidad educativa, padres, niños, profesores, responsables de comedores escolares, etc., sin tener ni puta idea de qué va a ser de ellos.

La Ministra de Educación, con su diligencia habitual, ha convocado para este jueves una reunión con las Comunidades, a 4 días de la apertura del curso. Para qué correr? Qué prisas tenemos? Cada Autonomía se ha ido buscando la vida a su manera, unas dicen que las clases serán presenciales, otras que semipresenciales, otras que imposible, otras que no saben, que a ver qué pasa. Al final nadie tiene ni idea de lo que va a hacer, ni de lo que va a pasar, la planificación ha sido nula, todo son improvisaciones, ideas locas a salto de mata, ocurrencias de todo pelaje... en fin, resumiendo.... España. 

Por su parte hay padres que se niegan rotundamente a mandar a sus hijos a la escuela si no se les puede garantizar seguridad total. Que obviamente nadie se la puede garantizar. Otros padres plantean que para ellos la virtualidad o la semipresencialidad es imposible porque tienen que trabajar. O porque tienen varios hijos y no tienen ordenadores para cada uno. 

Yo he hecho una propuesta tuitera que traslado aquí, junto con las respuestas que he obtenido, sólo por abrir el debate y que cada cual opine lo que quiera. Copipego tuits tal cual:

MI PROPUESTA

Se podría dar a elegir a los padres si prefieren clases presenciales o virtuales. Claro, esto último si tienen posibilidades tecnológicas y al menos algún adulto en casa que se responsabilice. Si los padres de unos colegios optan por las clases virtuales y esas aulas quedan libres podrían redistribuirse los alumnos de otras escuelas en las que se opte mayoritariamente por la presencialidad. Es una forma de solucionar el problema de ratio.

NOMAH

Creo que estamos muchos de acuerdo en ello. Facilitar la distancia social y darle a todos las herramientas para su estudio. Pero en su discurso hay una carga ideológica y una contradicción. Deja que se la jueguen unos y da privilegios a otros

YO

No sé a qué discurso te refieres. Yo veo que las circunstancias de las familias son diferentes y que hay algunas que pueden afrontar las dificultades que supone no llevar a los niños a clase. Por desgracia pocas. Pero eso permitiría redistribuir a los niños con la ratio adecuada.

NOMAH

Estamos de acuerdo, pero seguimos diferenciando las clases sociales y no dándole facilidades a todos los niños por igual. Telefónica podría dotar de internet, las empresas que dan tablets y movíles a los políticos y renuevan cada año, podría dotar a tales familias.

YO

No sólo hablamos de cuestiones tecnológicas. Hablamos de posibilidades de conciliación, de padres que no puedan teletrabajar porque sus trabajos no lo permiten (sanitarios, logística, etc.), familias numerosas.... Cada familia es un mundo.

JARRY

No tienes hijos,verdad? Ya elegimos. A ver si te crees que porque tengo una tablet voy a sustituir la sociabilidad del colegio o el consejo de un profesor. Eso sí pagando el concertado,no? Pura lógica.

YO

Bueno, tú has elegido presencialidad pero hay padres que no quieren ni oír hablar de ello. Deberían tener esa opción. Nadie puede obligarles a llevar a sus hijos al colegio si tienen miedo.

PILAR

Y qué se contagien los pobres!!

YO

Por qué?? Si se consigue una ratio de 10 o 14 niños por aula esos niños no van a contagiarse. Hay espacio de sobra para ellos, y sin mascarilla incluso. Así se soluciona el problema y sin gastos públicos adicionales ni gastos para las familias.

PILAR

Será mucho más fácil que se contagien esos q los q están en casa.

YO

El riesgo 0 no existe para nadie. Los niños que están en casa también irán al parque a jugar y se relacionarán con otros niños. Pero la cuestión es que se reduciría ostensiblemente el riesgo de todos. Y se trata de eso, no?

OSCAR

La enseñanza online no tiene nada que ver con la presencial. Ni siquiera los profesores están preparados ni con material ni con aptitudes para hacerlo.

YO

Cuando hablo de enseñanza online hablo de asistir virtualmente a la clase presencial del profesor. Es decir, éste haría lo mismo de siempre. Sólo que una parte del alumnado asistiría a la clase desde su casa

ELIVAR

Pues si sólo van unos pocos, para que ponerlos en riesgo, todo semipresencial.

M.F.

Creo que se supone que los alumnos con más recursos tienen, cómo decirlo, más recursos, así que su formación no estaría tan afectada como la de una familia con un ordenador para 4, por ejemplo.

YO

Exacto. O las familias que de ninguna manera los padres puedan teletrabajar por su tipo de trabajo. Para esos es imposible plantearse la virtualidad.


Bueno, pues hasta aquí la discusión. He obviado los tuits insultantes o pretendidamente ofensivos. La polémica está ahí y yo os la dejo para que penséis sobre ello y lleguéis a vuestras propias conclusiones.

Y si alguien quiere participar y dar su opinión aquí, bienvenida sea.

jueves, 13 de agosto de 2020

Historia Real

Leyendo historias por ahí me encuentro en eldiario.es con un relato ficticio bastante gracioso de un tipo que se llama José A. Pérez Ledo sobre un hipotético final de la monarquía borbónica allá por el año 2040. 

Cuelgo el enlace por si alguien tiene interés en leerlo:

https://www.eldiario.es/opinion/zona-critica/monarquia-espanola-2040-humor-ficcion-satira_129_6159232.html#click=https://t.co/hu1gBkLCQV

Después de echarme unas risas con el amigo Ledo, dándole vueltas al asunto y pensando que veinte años es demasiado para una persona como yo, que procede de familia poco longeva, como ya sabéis que mi imaginación da para mucho, he decidido acortar los plazos y proponer un final feliz mucho más cercano. Pongamos que podría ser... para dentro de 4 años??

Os pongo en situación. Año 2024. La infanta Sofía, hermana de la heredera al trono, da el bombazo. Hace años que lo sabe, aunque ha mantenido en silencio su tortura psicológica para no perjudicar a su hermana y por ende a la Institución Monárquica, pero ya no puede más y decide salir del armario. Confiesa en Instagram que es un hombre encerrado en el cuerpo de una mujer y que va a empezar un tratamiento de reasignación de sexo para sentirse por fin en paz y conforme a su naturaleza masculina. 

Tremendo problema institucional, puesto que la Constitución recoge muy claramente que en la sucesión a la Corona prima el varón sobre la mujer, y por otra parte en las leyes sobre transexualidad también se explicita que en una reasignación de género la persona pasa automáticamente a tener legalmente la nueva identidad elegida. Por tanto, el heredero a la Corona ahora tendría que ser el príncipe Sofío en detrimento de la hasta ahora heredera, la infanta Leonor. Además debería traspasarle el título que por tradición le corresponde al heredero, que volvería a ser Príncipe de Asturias en lugar de Princesa. Para más inri la niña, ahora niño, cuelga una foto en Instagram presentando a su pareja, que no es otra que Jorge Javier Vázquez. Cágate lorito.

Os podéis imaginar la que se lía. El Gobierno to loco, la Casa Real al borde de un ataque de nervios. Para evitar el desastre hay que cambiar a toda prisa la Constitución, algo que no se habían atrevido a hacer hasta ahora para no abrir el melón monárquico. Con las hordas republicanas tocando el tamtam y salivando cual perrito de Pavlov, con los monárquicos de toda la vida echándose las manos a la cabeza de pensar en un transexual como rey y en Jorge Javier como rey consorte.... los de Podemos, ERC, PNV y Bildu diciendo que si se va a cambiar el capítulo de la Corona ya de paso quieren referéndum sobre la Monarquía y sobre la independencia de Cataluña y el País Vasco, que qué coño es eso de cambiar lo que a los poderosos les sale de los cojones cuando les interesa y no tocar lo demás.

Total, que el rey Felipe, harto de coles, entre los disgustos que le ha dado el crápula de su padre toda la vida, luego haber tenido que aguantar las jetas de Letizia los últimos 20 años, y ahora la niña, que le sale niño y encima se echa el novio que se echa.... viendo venir que al final sus propios súbditos lo lanzan a gorrazos y va a tener que salir por pies al estilo de sus antepasados Borbones, llevándose lo puesto y con la dignidad real por los subsuelos, en un alarde de sensatez sólo imaginable en alguien tan estupendamente preparado como él, decide libremente pactar la derogación de la Monarquía y la proclamación de la República, siempre y cuando le dejen un par de palacios o cuatro, el yate real, una pensión vitalicia millonaria, el tratamiento también vitalicio de Majestad y la posibilidad de divorciarse de Letizia y marcarse un enriqueponce con una amiga de su hija Leonor de la que está profundamente enamorado.

Y así será, queridos amigos, como el país vivirá dentro de 4 años otra transición aún más modélica que la anterior, totalmente pacífica e incruenta, que nos traerá por lo menos otros 40 años de felicidad y prosperidad en el seno de una hermosa República Democrática Española.

The end.