- El vietnamita argentino me está tocando las narices, mamá.
- No es argentino, es del País Vasco.
- Del País Vasco mis cojones. Ese es argentino, solo le falta decir vos.
- Pos yo no lo veo tan mal. Es un tipo alternativo que además le va ideal a la petardilla asturleonesa.
- Como esto siga así yo me piro, que me está dando mucha grima este tío.
- Pos yo veo mucho peor al que dice que se come todos los días dos cabezas de ajo para quitarse los dolores. El pestazo que olerá el tío.
- No hay más que ver la cara de asco que ha puesto la pobre mujer.
- Además es un triste. Lleva todo el rato contándole sus desgracias a la señora, menuda cruz de cena estará pasando la criatura.
- Y qué me dices de la choni granaína que dice que no le gusta el que le han llevao porque lo ve mu poligonero? Hay que joerse con la peña.
- Yo es que creo que la gente no se ve a sí misma tal cual. Hay algunas autoestimas arrastrándose por el subsuelo y otras volando por la estratosfera. El First Date es sociológicamente hablando un perfecto retrato del mal estado de la salud mental patria y probablemente mundial.
- Otra vez el vietnamita argentino, hostiaaaas que me voy a la cama. No puedo con ese tío.
- Pos a mí me encanta su melena, la lleva perfectamente alisada. Eso tiene horas de peluquería, ahí donde lo ves. Los pelos vietnamitas son muy difíciles de alisar. Y quien dice vietnamitas dice orientales en general.
- Ya habló la experta en peluquería vietnamita. Mamá, no se puede ver nada contigo, eres mu friki.
- Pero y esta pava qué me dices? Que no le va mucho el sexo, solo un quiqui por la mañana, por la tarde y por la noche.
- La gente está mu pasá de vueltas, mamá. Somos una anomalía social.
- Los que me encantan son los dos gays malagueños. Me he enamorao de Carlos, qué pedazo de tío.
- Pero si parecen el punto y la i. El peluquero le llega por la cintura.
- Pos mejor. Menos se tiene que agachar.
- Mamá, por favoooooor! Que luego lo vas a pasar fatal porque estos son de los que se meten la lengua hasta el hígado en plano corto y te tienes que tapar los ojos.
- No creo, Carlos no es de esos. Pero por si acaso no miraré. Hostia, mira, la cena de los dos ositos! Pero si son idénticos.
- No te enteras, mamá. En el mundo gay los ositos buscan a gente igual que ellos. Se emparejan con sus clones. Peludos, barbudos, barrigudos y frikis.
- Pos ten cuidao, que con unas cuantas cervezas más te van a terminar tirando los tejos.
- Ya está. Ya me has echao. Entre el vietnamita argentino y tú me habéis dao la noche. Vaya madre.
- No tienes aguante ninguno. Pos peor pa ti porque te vas a perder el desenlace de los abuelos de 88 años que están loquitos por meterse mano.
- Bueno, avísame cuando salgan. Voy a escuchar un podcast de truculencias mientras.
- Cuando acabe esto nos echamos algún true crime superasqueroso?
- Pos fale. Mientras no salgan vietnamitas argentinos lo que sea.
- Qué delicaíto me has salío, hijo!! Qué pena!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario