Como a estas alturas ya sabréis, la famosa ley del "sólo sí es sí" (o más familiarmente "Ley Sisí") ha tenido en su aplicación como efectos colaterales la reducción de penas en varios delitos de violencia sexual. A día de hoy y a esta hora ya van 195 rebajas de pena a violadores y pederastas y 17 excarcelaciones.
En fin, ya hablé en su momento de esta ley y de los avisos que desde distintas instancias jurídicas se habían dado al Ministerio de Igualdad de que esto podía suceder, con nulos efectos porque el Ministerio hizo caso omiso a estas advertencias. Y no sólo hizo caso omiso sino que difundió la idea de que esos avisos procedían del ámbito judicial heteropatriarcal, que intentaba poner palos en las ruedas a la libertad sexual de las mujeres, y no sé cuántas majaderías por el estilo. La ministra del ramo juró y perjuró que esas rebajas de penas no se producirían, pero cuando de hecho empezaron a producirse siguió a lo suyo diciendo que eran los jueces machistas los que estaban boicoteando su maravilla de ley. Llegados a este punto, queda claro que no piensan mover ni una coma de la ley y que no se bajan del burro porque no les sale a ellas del sisilisco, y ya está.
Y ahora, una vez han empezado a salir a la calle violadores y pederastas con sus condenas reducidas, se han acordado las muchachas de que detrás de cada uno de esos delincuentes sexuales hay víctimas. Personas reales, con nombre y apellido. Y se han acordado porque éstas se han puesto a hacer ruido y a pedir protección, acojonadas de la vida.
Pues bien, ayer salió la portavoz del Ministerio anunciando la "solución" al problema. Porque de cambiar algo de la ley para qué vamos a hablar. Les van a poner a los violadores unas pulseritas con GPS para tenerlos localizados y asegurarse así de que no se acercan a sus víctimas. Este sistema ya está siendo utilizado desde hace tiempo contra delincuentes condenados por violencia de género. Pero claro, no han caído las señoras en que en violencia de género hay una víctima concreta, que es la pareja a la que el individuo ha agredido, mientras que en el caso de delincuentes sexuales de nada sirve que le pongas una pulserita al señor para que no se acerque a quien ya ha agredido, puesto que le dejas completamente libre para agredir a cualquier otra mujer, o en el caso de pederastas, a cualquier otro niño.
Y ésta es la solución de nuestras amigas del Ministerio de Igualdad. Ponerles una bonita pulsera de colores a estos señores y que campen a sus anchas por esos mundo de Dios violando a cualquiera con quien se crucen, con la sola condición de que no la hayan violado anteriormente.
Genial. Ya hemos arreglado el problema. Magia potagia, le pones una pulsera y es como si no existiera.
Pa mear y no echar gota.
He visto un video en el que un periodista decia que todo es una estrategia para chupar del bote. Y personalmente creo que tratan de enemistar a los hombres y a las mujeres. Casos de maltrato siempre va a haber, porque los trastornos mentales y las conductas nocivas son inerradicables. (Los casos que yo conozco de chicas jóvenes tienen relación con la salud mental, la gente notmal no se embarca en relacionea destructivas).
ResponderEliminarPerdón por la ortografía, pero desde la actualización del blog, a partir de la sexta línea escribes a ciegas, al menos desde el movil (el texto no baja). Muy incómodo.
ResponderEliminarHola Roman, qué perdido estabas! Pensé que me habías abandonado definitivamente. Y tampoco tenía ni idea de que hubieran actualizado el blog, primera noticia.
EliminarPues igual que tú por Filmaffinity. Ahora que te ha dado solo por ver series, los asiduos de la web tenemos menos oportunidades de disfrutar de tu afilada prosa.
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