viernes, 10 de septiembre de 2021

Este post va a estar muy chulo, pues va del bulo del culo

Probablemente estaréis todos enterados de lo que se ha dado en llamar popularmente "el bulo del culo".

Por si no lo estáis os cuento:

Tenemos a un chaval gay que vive en Malasaña, que tiene ciertas tendencias sadomasos y un día le da por querer vivir su particular "50 sombras de... ". Pues bien, resulta que al muchacho la cosa se le va un poco de las manos y aparece con un tatu hecho a navaja en el culo en el que pone bien alto y bien claro "maricón". En fin, vamos a suponer que el chaval y sus acompañantes igual estaban un poco puestos de alguna sustancia que les hizo perder un tanto el oremus.

Total, que el chico tiene novio, y cuando llega a su casa se da cuenta de que su bonito tatu lo va a ver su novio sí o sí. Y claro, cómo le explicas a tu novio una cosa así? Pues fácil, metiéndole una trola. Qué trola? Pues yo qué sé! Algo como que unos cuantos encapuchados te han acorralado en el portal de tu casa y te han agredido tanto física como verbalmente, y no contentos con eso te han grabado en el culo lo de "maricón". El hecho de que esto ocurriera en un barrio tan transitado como Malasaña,  a las cinco de la tarde de un domingo en un portal en el que no deja de entrar y salir gente a todas horas, pues a él no se le ocurre que pueda ser un inconveniente. Podemos pensar que muy listo tampoco parece que sea, pero démonos cuenta de que lo que menos pensaba ese muchacho en ese momento era en que que la policía se iba a poner a investigar lo suyo a tope, que se iba a enterar toda España y que se iba a convertir en la musa favorita del colectivo LGT... Pobre chaval, qué penilla! Es que cada vez que pienso en él se me parte el alma.

Claro, el novio, al saber lo de la agresión, le dijo de ir a denunciar de inmediato. Por lo visto el muchacho se resistió e intentó quitarle importancia al asunto (ayyyyyyy qué penita de hijo!), pero fue inútil. Estaba destinado a convertirse en icono pop de la lucha contra la homofobia. Con todo el dolor de su corazón fue a poner la denuncia, supongo que esperando que no le hicieran demasiado caso y terminar con la historia cuanto antes mejor. No me digáis que su ingenuidad no es conmovedora. Desde aquí quiero decir que soy muy fan de X, llamémosle así, porque el castigo político, social y probablemente personal que ha recibido no es en absoluto proporcionado con lo que ha sido su "desliz". Las 50 sombras han hecho muchísimo daño, joder! Me encantaría darle un gran abrazo de mamá osa y decirle "ea ea ea"!

Me lo imagino, al principio aterrorizado ante la posibilidad de que su novio se enterara de los cuernos; después más aterrorizado aún ante la policía soltando la gran trola, soportando el interrogatorio sobre los detalles y haciendo de tripas corazón tratando de imaginar algo medianamente creíble; y por último, en el colmo el terror, el estupor, la incredulidad, cuando ve que lo han convertido en bandera de la causa, que el Gobierno interrumpe el Consejo de Ministros para anunciar la inminente creación de una comisión especial contra los delitos de odio a consecuencia de la intolerable agresión en Malasaña!!!!! Ayyyyyy, pobre X, malhadada criaturita! Se puede tener más mala follá? Y nunca mejor dicho.

Poco tardó el buitrerismo político, mediático y chiringuitero en aprovechar la desgracia de X como baluarte de la causa. Recuerda un poco la cosa a aquello de las cartas amenazantes con balas cuando la campaña electoral madrileña, esa carta que blandió una de las candidatas socialistas como paradigma del odio auspiciado por la derecha, cuando luego resultó ser obra de un pobre señor que en su demencia se dedicaba a mandar cartas de ésas a medio mundo. Si había puesto hasta el remite el hombre!

En fin, la cuestión es que el desventurado X ha sido víctima de todo ese buitrerismo ideológico, mediático y político, y hoy en día es un apestado, precisamente por no haber sido realmente agredido. Dudo mucho que haya algún gay más odiado hoy en España, y no precisamente por los homófobos, sino por sus iguales. Si de verdad lo hubieran acorralado, insultado y grabado esa palabra ominosa en su culo contra su voluntad hoy sería un héroe, un mito, un dios. Supongo que a estas alturas, además de querer que se lo trague la tierra, como confesó todo avergonzado a una reportera, tiene que estar machacándose a sí mismo, deseando secretamente haber sido en verdad víctima de algo tan horrible como lo que denunció.

Qué duda cabe de que toda esta historia tiene un punto esperpéntico, pero también terrorífico. Fue filtrarse a la prensa la noticia de la agresión (estas cosas siempre se filtran al instante, no se sabe muy bien por quién) y llenarse las redes sociales de gente toda histérica exigiendo condenas inmediatas. Los políticos de izquierdas apareciendo al instante midiéndose el alto, largo y ancho de sus condenas unos con otros. Ya digo, el propio Consejo de Ministros interrumpiendo la reunión para anunciar lo de la Comisión del Odio. Unos y otros acusando de lo ocurrido al discurso de odio de la derecha, especialmente del partido Vox. Acusando a la presidenta madrileña de no salir inmediatamente en defensa de la comunidad lgt... (Cri cri cri, onomatopeyeaba la representante de Más Madrid aludiendo al ominoso silencio de Ayuso respecto a los sucesos de Malasaña). Luego Ayuso, Abascal, Casado y toda la peña derechoide colgó su correspondiente tuit de condena enérgica, pero ya era demasiado tarde. Hoy en día si no pones un tuit de condena en el minuto uno ya eres un tipo sospechoso. Qué digo uno, menos uno! Lo suyo es incluso adelantarse a los acontecimientos y condenar a priori todo lo que pueda suceder en el futuro, por si acaso.

En fin, todo esto me parece tan surrealista que me resulta muy difícil describir una realidad que se parodia a sí misma.

Poca gente habrá en el mundo que le tenga más aversión a la homofobia que yo. Muchos sabéis que el primer gran trauma de mi vida fue el suicidio de mi hermano en los años 80; mi hermano, que era homosexual en unos tiempos en los que era muy difícil serlo. En una época en la que salir del armario suponía enfrentarse a un mundo muy hostil. Mi hermano padeció incomprensión social,  burlas en el colegio, y hasta dentro de nuestra propia familia hubo quien nunca lo supo entender. Al final todo ese cúmulo de cosas lo llevó a una depresión de la que no supo o no pudo salir. 

A lo largo de todos estos años, cada vez que he visto un nuevo avance social para los gays (lgt...) me he dicho muchas veces a mí misma: qué pena que él no hubiera aguantado un poco más y hubiera podido ver todas estas cosas. Llevar una vida normal, salir de la mano con sus novios, presentarlos en casa, besarse en la calle, casarse si quisiera, formar una familia, tener hijos... Mil veces me he cabreado por lo que se ha perdido.   

Y ahora me encuentro a un montón de majaderos diciendo que éste es un país homófobo, que aquí antes se vivía estupendamente siendo gay pero que ahora es una pesadilla. Que viven aterrorizados sin atreverse a salir de sus casas ante el temor de ser atacados por bandas de fanáticos. Pero qué me estás contando?

Somos según todas las encuestas el país del mundo en el que la diversidad sexual está más aceptada socialmente. En el que los homos, trans, bi, etc., tienen más derechos reconocidos, prácticamente los mismos derechos que los heteros. Que habrá gente homófoba? Seguro que sí. Pero mucha menos que en ningún otro sitio, y además se exponen a penas muy duras porque afortunadamente las leyes protegen a los colectivos "marginales". 

Decir que éste es un país homófobo hoy en día es una majadería. La misma que estos asustaviejas se traen con las tías. Ese feminismo rancio según  el cual en este país las mujeres vivimos acojonadas. Si salimos a la calle nos jugamos el pellejo, los hombres nos acosan con su lascivia, nos agreden con sus miradas ávidas de deseo,  vamos cagadas de que nos puedan violar en cualquier momento, en cualquier esquina, en cualquier festejo nacional, local o vecinal. Es una agresión constante, nos están matando, es un terrorismo machista insoportable, los feminicidios se suceden y una no está segura en ninguna parte. No nos dejan vivir!

Pero esta gente de qué coño va?  De qué país están hablando? De dónde sacan todo ese victimismo absurdo, ese catastrofismo, esa visión terrorífica de la realidad?

Afortunadamente no vivimos en un país en el que bandas homófobas organizadas vayan por la calle agrediendo maricones y grabándoles insultos en el culo. Esto, que debería ser un motivo de satisfacción tras saberse que la denuncia del infeliz X era falsa, parece haber sido un tremendo palo para los carroñeros que se arrojaron a devorar con avidez la noticia para alimentar su discurso tremendista. Como dice con tremenda lucidez el amigo youtuber UTBH (Un Tío Blanco Hetero), "En España la demanda de odio es infinitamente mayor que la oferta". 

Parece que hay gente más interesada en que haya realmente ese odio, que salgan de todas partes grupos de salvajes dispuestos a ir por ahí apalizando gays, que dispuesta a aceptar que vivimos en un país bastante aceptable en términos de tolerancia a la diversidad. Por supuesto que no podemos permitir pasos atrás, en eso estamos todos de acuerdo. Pero hombre, de ahí a dibujar un panorama aterrador, poco más o menos como si esto fuera Afganistán, una pesadilla para los gays, para las lesbianas, para los trans... Joder, si mi hermano hubiera podido ver este país hoy! Si remotamente se lo hubiera podido imaginar, estoy segura de que hoy seguiría vivo. Habría flipado. 

En fin, volvemos al principio. A X, al poco afortunado aprendiz de las "50 sombras"; el que iba un poco puesto y en pleno calentón dejó que le grabaran cositas sin acordarse de que luego le tendría que enseñar el culo a su novio; el que para no tener que contar la sencilla verdad de unos cuernos terminó convirtiéndose primero en falso ídolo de masas y luego en paradigma de la vergüenza y el oprobio. El que ahora sólo quiere que se lo trague la tierra, desaparecer, hacer chas y esfumarse.

Sólo espero que su novio le haya perdonado. Y que sus amigos y su familia le cuiden y le den todo ese calor que va a necesitar para compensar el hielo social que sin duda sentirá sobre su nuca. El desprecio, la condena, las miradas de asco por no haber sido realmente apalizado en su pequeño portal de Malasaña. 

Ánimo, X. Todo esto pasará, ya lo verás. Si crees que tú estás tarado, ellos lo están mucho más. Venga, un abracito!

Ps. Ya si eso otro día os hablo de las Devermut y su denuncia falsa por lesbofobia al pub de Conil, que también tiene su puntito. Hermana, yo sí te creo.

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