miércoles, 12 de agosto de 2020

Mi República

 Se me están yendo los seguidores de Twitter a puñaos.

En todos estos meses criticando tutiplén a Pedro Sánchez y al Gobierno por la gestión de la pandemia me había hecho con un lindo ramillete en flor de seguidores de Vox que ya sabía yo que no me iban a durar mucho.

Efectivamente, ha sido empezar todo este follón del Emérito y ponerme yo a despotricar de la Monarquía y a defender la noble causa republicana, y salir ellos huyendo, renegando horrorizados de mi amistad virtual.

En fin, era de prever. Ahora se me están apuntado un montón de podemitas y de socialistas republicanos, que me regalan entusiastas likes y me retuitean con fervor. Ellos también volarán en el momento en el que escriba alguna crítica a Sánchez, a Iglesias, al profesor Don Simón o a cualquiera de sus muchos fetiches. Es mi sino. Tal como me llegan se me van. 

Yo, como republicana convencida y apasionada, lamento profundamente que mi causa haya sido monopolizada por las locas del coño de Podemos. Bien es verdad que no es por su culpa, sino por la de otros partidos que, teniendo raíces republicanas, con el tiempo han ido renunciando a ellas y dejándonos huérfanos a los que no nos identificamos para nada con el club Iglesias-Montero pero seguimos creyendo en una forma de estado que no se rija por las reglas obsoletas y anacrónicas de la sangre azul.

Que a estas alturas aún quede una institución que se herede de padres a hijos por vía sanguínea y que esto lo veamos con normalidad me produce profundo estupor. Una institución opaca a más no poder, de la que sólo se sabe lo que su organismo gestor, Casa Real,  quiere que sepamos, y que se caracteriza por la inviolabilidad judicial de la persona que está al frente. Que la gente admita sin escándalo aparente que haya una persona en este país que podría asesinar a su mujer y sus hijos delante de toda España en vivo y en directo y seguiría sin poder ser juzgada por ello, me parece completamente demencial. 

Toda la gente que me defiende la monarquía española, tanto mis ex-seguidores de Vox como muchos socialistas, reconvertidos por la fuerza de la vergüenza del mítico juancarlismo a la practicidad del felipismo, del cortesanismo del campechano al de su preparadísimo sucesor.... pues bien, toda esa gente, tiene un argumento común: el miedo. Todos repiten lo mismo: "Este país no puede permitirse cuestionar la forma del estado en un momento como éste, con una pandemia del copón (qué bien viene el Covid para algunas cosas), una crisis económica mundial sin igual, un Gobierno bipolar en el que coexisten constitucionalistas con antisistemas que quieren destruir el régimen del 78, una crisis territorial provocada por el independentismo catalán que no se sabe cómo puede terminar.... cómo coño nos vamos a plantear ahora abrir el melón de la Monarquía con todo ese panorama?"

Y conste que en buena parte llevan razón. Hay motivos de sobra para tener miedo en un país como éste, con esa historia demencial, madre mía, que parece que no se nos puede dejar solos porque la liamos parda fijo.  Para todas esas personas no se puede abrir el debate Monarquía-República porque, parafraseando el famoso tema de Amaral, sin el Rey no somos nada. El Rey es el garante de la unidad de España y de que toda la estabilidad y bonanza conseguidas en los últimos 40 años no se vayan al carajo. 

Da igual que nos hayamos enterado a posteriori de que el Señor que ostentaba el cargo durante todo este tiempo era un caradura impresionante, que recibía regalos más que cuestionables de regímenes no precisamente democráticos, que tenía cuentas multimillonarias no declaradas en Suiza y una amante comisionista que hacía y deshacía a su antojo, y que se ha hecho con un patrimonio de oscuro origen del que hasta su propio hijo ha renegado públicamente, renunciando a la herencia paterna, eso sí, sin contar dentro de la herencia el cargo. Que a ése no renuncia ni loco. Ni importa que el Rey junior haya enviado a su descocado papá a tomar viento a la Conchinchina para intentar salvar su real culo y el de su heredera. Da igual, sin él no somos nada.

Y yo me pregunto qué hubiera sido de este país si aquellos otros gobernantes que consiguieron todo lo que ahora tenemos se hubieran dejado llevar por el mismo miedo a no tocar lo intocable, a no pisar callos fachas, por si acaso. Se habría legalizado alguna vez el Partido Comunista, por ejemplo? Se habrían aprobado leyes como la del divorcio o la del aborto? 

La Monarquía, que iba en el pack completo de la Constitución, y que por tanto tenía que ser aprobada sí o sí al aprobar la Carta Magna, es intocable?? Vale que se encargaron en el texto constitucional de blindarla bien, a prueba de bombas, pero es que esas bombas ya han caído. De hecho, hemos sabido que todos estos años han estado cayendo, sólo que no nos enterábamos de nada por ese pacto vergonzante de silencio que había en torno a la Familia Real. Ese pacto de silencio por el que, aún ahora que se ha abierto la veda contra ellos, hay que seguir usando eufemismos como "amiga entrañable" para referirnos a la famosa amante comisionista.

Sé perfectamente que todo esto es hablar por hablar, porque hoy por hoy en el Parlamento la correlación de fuerzas no permite aprobar un cambio constitucional de esa envergadura. Pero eso no es óbice para que en el marco teórico, y a la espera de que la causa republicana sea adoptada por otras fuerzas aparte de las podemitas e independentistas, el debate esté abierto, y desde luego no nos tachen poco menos que de criminales a los que creemos en una república moderna y adaptada a los tiempos, en la que la transparencia de la jefatura del estado esté garantizada por ley. 

Mi República no es como esa II República de los años previos a la Guerra Civil, no. Ni una República Popular como la china o la venezolana, que con eso también nos intentan meter el canguelo en el cuerpo a los pobres republicanos que no tenemos nada que ver con esa gente. Por qué no soñar con una República Federal a la alemana, o presidencialista a la francesa?? Por qué no soñar con un día en el que no tendremos que tragarnos a todas horas el vomitivo empalago de la prensa cortesana mostrándonos minuto a minuto el día a día de esta familia cuyo principal mérito en la vida es su ADN? Que si las niñas van al cole, que si comen sopa, que si son veganas, que si Letizia repite vestido, que si el Rey se corta la barba, que si se la deja larga, que si la Reina está muy delgada, que si se ha operado la quijada, la nariz, los pómulos o las tetas.... Socorrooooooooo!!!!

En fin, no estoy dispuesta a rendirme al miedo que intentan insuflar los defensores de la monarquía por precaución. Esto es como los niños chicos, si nunca los dejas solos porque te da miedo lo que les pueda pasar, nunca crecerán y siempre serán unos timoratos y unos inmaduros y te necesitarán hasta para ir al baño. Si siempre vamos a necesitar a los Borbones para que nos tutelen y nos protejan de nosotros mismos, nunca seremos capaces de hacernos mayores y de caminar por nosotros mismos.

Seguiré peleándome en Twitter con monárquicos convencidos y con neofelipistas (antiguos juancarlistas), luchando por esa República moderna y europeísta en la que creo, y arreándole estopa a los podemitas que pretenden apropiarse de ella y convertirla en una fantochada populista tan cutre como todo lo que tocan.

Y seguiré perdiendo seguidores voxeros a espuertas, qué le vamos a hacer. Pero bueno, ya volverán en cuanto cambie de tercio y le suelte un par de coces a Irene Montero o al inefable muñecote Don Simón. Siempre vuelven, como los turrones El Almendro en Navidad.

 

2 comentarios:

  1. Lástima que tus descendientes sean tan mayores. Ahora lo que mola es educar a algún hijo con perfil de pretendiente (inversión de futuro).
    En todo lo demás no se puede tener mayor lucidez, Inma. Gracias por lo que escribes.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. https://www.eldiario.es/opinion/zona-critica/monarquia-espanola-2040-humor-ficcion-satira_129_6159232.html#click=https://t.co/hu1gBkLCQV

      Mira, aquí va un final feliz perfecto para la monarquia

      Eliminar